Barbara Pregelj Ljubljana, Eslovenia REFLEXIONES SOBRE BREVÍSIMA RELACIÓN DE LA DESTRUCCIÓN DE LAS INDIAS DE FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS Estos hombres, llenos de confianza que les daba saberse actores de su propia histo1ia, aunque ello significase también ser victimas de sus propias pasiones, no llegaron solos. La Pinta, la Nbia y la Santa María fueron seguidas por la nave de los locos, la Na vis stultorum del famoso grabado de Brandt. El vigi,a se llamaba Maquiavelo, Tomás Moro era el piloto en nuestra embarcación de los necios y el ca11ógrafo era el encorvado y vigi,lante Erasmo de Rotterdam. Sus respectivas consignas, los estandardes de su naves eran, respectivamente, esto es, esto debe ser y esto puede ser. (Carlos Fuentes: Valiente Mwzdo Nuevo, p. 55) Como dice el mismo de Las Casas en la Brevísima, el descubrimiento de América y todas las cosas que han acaecido en las Indias, desde su maravilloso descubrimiento /. . ./han sido tan admirables y tan no creíbles en todo género a qiden no las vida, que parece haber añublado y puesto silencio y bastantes a poner olvido a todas cuantas, por hazmiosas que fuesen, en los siglos pasados se vieron y oyeron en el mwzdo. El encuentro de dos culturas y naciones ha sido sorprendente para las dos, pero parece que los españoles se sorprendieron con menor tolerancia y menor conocimiento. El hombre europeo, igual que el indio, reaccionó ante el encuentro como si no hubiera encontrado una raza nueva e intentó entenderlo con su filosofía, describirlo con los objetos del mundo que bien conocía; los indios con la vieja leyenda del hombre blanco, venido del cielo y los españoles intentando identificar al nuevo continente con sus viejas esperanzas y leyendas. Sólo con esto se puede explicar que aunque conscientes de su fracaso volvían a él, buscando el Dorado. El propio Colón escribió la primera crónica DiaJio de a bordo y a él le siguieron muchos, algunos con un fin descriptivo favoreciendo la conquista, otros, de denuncia. Entre los que denuncian se destaca fray Bartolomé de Las Casas, considerado también instigador de la leyenda negra y por esa razón objeto de crítica de los fundadores de la leyenda rosa, entre los cuales especialmente se destaca Menéndez Pida] (ver Bibliografía) cuya lectura es recomendable para entender a que discurso fanático se enfrentaba Las Casas, y para explicar su propio radicalismo. 131 Para entender mejor al mismo Bartolomé de Las Casas conviene explicar el pensamiento de Francisco de Vitoria, Ginés de Sepúlveda y del mismo Padre de Las Casas y la discusión Iglesia-Estado y Iglesia-Iglesia que provocó el descubrimiento. La mayor diferencia entre los tres pensadores principales estriba en el concepto de poder del monarca y en la justicia de la conquista. Sepúlveda decía que aunque haya guerra la predicación no pierde nada.de su santidad porque la conquista es lícita además del arm~ más importante de la evangelización y necesaria para cumplir la labor evangelizadora impuesta por los Papas a los reyes españoles. El padre de Vitoria, catedrático de Teología en Salamanca, frecuentemente fue consultado por Carlos V sobre asuntos de América. El Emperador, dice Vitoria, no es señor del mundo, y por otra parte el Papa no tiene potestad civil, ni tiene jurisdicción sobre los infieles (los indios), sino sólo sobre los cristianos. De manera que rechazó el poder de Jos Papas para otorgar dominios en el mundo, pero señaló que existía un derecho de gentes, que autorizaba plenamente a los españoles a predicar la fe a los indios y a comerciar con ellos. Bartolomé de Las Casas había ido desarrollando su teoría durante mucho tiempo. Desde 1502, cuando entre muchos embarcó para las Indias en busca de lo prometido, poseía una finca en la Isla Española y encomendaba a algunos indios, hasta el tiempo en que llegó a ser religioso y se hizo poco a poco sus ideas sobre la injusticia de las Indias. De Las Casas condenó el sistema de conquista, propugnando una evangelización pacífica, expresando su desacuerdo con el concepto de esclavitud natural y diciendo que la libertad era un valor subjetivo y objetivo. Pero también defendió la llegada de los negros a América diciendo que eran más fuertes que el hombre europeo y los índios, y por eso más aptos para los trabajos duros. Muchas críticas mencionan precisamente la p1imera época (la de encomendador) para "burlarse" de su cambio profundo, de su crítica y descripción de la actitud de los españoles en las Indias. Y cuando lo hizo, sus quejas encontraron oídos sordos, porque todos, incluso los religiosos, tenían sus intereses en la Tierra Firme. Brevísima relación de la destrucción de las Indias Comparándola con los demás textos lascasianos Brevísima parece ser la más visceral. En los demás textos p. ej. en Historia de las Indias y enApologfa histórica, Las Casas se nos presenta como un ser mucho más sereno y racional. Al carácter de denuncia de la Brevísima se le deben algunas características entre las cuales se destacan especialmente: 1.-Al descnbir el Nuevo Mundo, Las Casas se deja llevar por sus emociones; las tierras son felicísimas, era cosa verdaderamente de admiración ver cuan poblada de pW!blos, que cuasi duraban tres y cuatro leguas en luengo ... (De la provincia de Nicaragua, p. 100), reino de Yucatán estaba lleno de infinitas gentes, porque es la tie1ra en gran manera sana y abundante de comidas ... (del reino de Yucatán, p. 126) etc. 2.- Las Casas enormiza, como dice Menéndez Pidal, los números de los habitantes, lo mismo pasa con el número exacto de las víctimas de las matanzas, lo que no es un 132 abultamiento anormal / ... / y Las Casas /no/ es una verdadera vfctima de la hipérbole enormísima y su mente /no/ se ve poseída de un impu"/so anormal como le parece a Menéndez Pidal, sino estas descripciones encajan con el espíritu de su siglo, donde no eran frecuentes los datos exactos. 3.- Los, indios son unas ovejas mansfsimas y los españoles unos tigres y leones; el contraste blanco-negro es muy evidente. · 4.- Los españoles son malos sin excepciones, los unicos buenos y verdaderos cristianos son los religiosos, aunque también ellos tienen a veces iguales fines que los laicos. 5.- Respetando nomina sunt odiosa y también por miedo a los agentes, Las Casas no menciona los nombres, salvo cuando se trata de obras buenas. 6.- El sistema estilístico se basa en la elección de términos fuertes, como tirano o desúuición, es notable un fuerte patetismo del autor (p. ej. matanza de Cholula), también ciertas fórmulas irónicas, como este piadoso capitán (Guatemala) o cuando se ordenaban semejantes romerías (Nicaragua) y sobre todo muchas hipérboles y reiteraciones. Para situar mejor esta obra cabe preguntarse lo que deberíamos preguntarnos al principio: les esto una obra literaria o es un texto histórico? Seguramente de Las Casas pretende escnbir con la exactitud de un historiador, de un hombre en cuyos datos se puede basar cualquiera. Si en las demás obras suyas no es tan evidente, porque en realidad se parecen más a verdaderos textos históricos, en la Brevísima se nos plantea la vieja pregunta que tanto preocupaba a los griegos y especialmente a Aristóteles: la diferencia entre un poeta y un historiador. Si el último trata de las particularidades y el primero generaliza, entonces podemos pensar que de Las Casas se acerca más al poeta que generaliza; por eso se deja llevar por sus sentimientos, exagera, no menciona los nombres, utiliza algunas figuras retóricas y dibuja fuertes contrastes entre los colonizadores y los conquistados, la justicia y la injusticia, el bien y el mal. En comparación con los demás cronistas Las Casas se destaca por sus contrastes; pero todos tienen la exageración en tomún. De manera que la hipérbole sólo puede ser fruto de una época que descubrió un continente nuevo sir1 ser capaz de entenderlo. Por eso la realidad del Nuevo Mundo no pudo parecerles más que una proyección de los viejos ideales y leyendas que predecían en los tiempos lejanos: Vendrán en los tardos años del mundo cie11os tiempos en los cuales el mar oceano aflojará los atamientos de las cosas y se abrirá wia grande tierra y un nuevo marinero como aquel que file guía de Jasan y que hubo de nombre Tiphys descublirá nuevo mundo y ya·1io será la isla Thulee la postera de las tierras. (Seneca) Teniendo en cuenta también la legislación que impedía la lectura de libros de romances de materias profanas y fabulosas ansi como son libros de Amadís y otros de esta calidad de mentirosas historias porque se estaba viviendo una época que no sabía distinguir entre la realidad y la ficción, se puede explicar el porqué de la elección de género histórico, crónicas, para narrar la realidad ficticia. Las oscilaciones entre las dos maneras de narrar se ven en 133 casi todas las obras de cronistas o escriptores, pero con el tiempo en las historias predomina la intención de narrar, el uso de las figuras retó1icas y la descripción. Porque la déscripción, escribe Jerónimo de San José, admite más gallardía y bizaJia que la naJración: que como esta parte de la Historia sbve más el omato que a la sustancia, más al gusto que a la necesidad, aunque también a la necesidad/ ... / concédese más lugar al deleite y divertimiento con las flores de la elucución / ... / , porque las descripciones son como unas pinturas o dibujos / ... / de los lugares donde sucedió lo que se refiere, y necesitan de algunos colores para información de los ojos. Bibliografía: Borges, Pedro, Quién era BaJtolomé de Las Casas, Madrid, Ed. Rialp, S. A, 1990. Las Casas, Bartolomé de, Brevísima relación de la destrucción de las Indias, Madrid, Ed. Catedra, S. A, 1989. Fuentes, Carlos, Valiente mundo nuevo, Madrid, Mondadori, 1990. Iñigo Madrigal, Luis (Ed.), Historia de la Literatura Hispanoamericana, Tomo 1, Epoca colonial, Madrid, Ed. catedra, S. A, 1982. Menéndez Pida), Ramón, El P. Las Casas y Vitoria con otros temas de los siglos XVI y XVII, Madrid, Espasa-Calpe, S. A, 1966. Povzetek RAZMISLJANJA OKRATKEM POROCJLU O UNICENJU INDIJE BARTOLOMÉJA DE LAS CASASA Prispevek o Bartoloméju de Las Casasu in njegovem del u, Kratko poroCilo o unicenju lndije, skusa predvsem osvetliti, deloma pa tudi odgovoriti na nekatera vprasanja, ki se zastavljajo ob omenjenem delu. Gre predvsem za probleme pri objektivnem vrednotenju njegovega dela; ker gre za izredno spomega pisca, so ga nekateri kritiki razumeli kot zacetnika t. i. eme legende o Spanije, in zato prezrli njegovo zavzemanje za pravice Indijancev pri spanskem kralju in v teoloskih razpravah z na jvecjimi humanisti svojega easa. V prispevku se avtorica ukvarja tudi z nekaterimi stilnimi znacilnostmi Kratkega poroCila o unitenju lndije, kot so pisceva emocionalnost, pretiravanje, cmo-belo kontrastiranje, neuporaba osebnih imen, uporaba stilno mocnih besed etc., hkrati pa skufa delo uvrstiti med literarne tekste in med zgodovinopisje, kar ji omogoci, daga spozna za enega temeljnih zacetkov hispanoameriske knjizevnosti. Kratko porocilo o unicenju lndije Bartoloméja de las Casasa bo v kratkem izslo v slovenskem prevodu avtorice clanka. 134