Virginia P. Forace doi: io.43i2/vh.22.i.io5-i2i Universidad Nacional de Mar del Plata- CONICET Regimenes polfticos y sujetos: nuevos imaginarios en Viajes de D. F. Sarmiento Palabras clave: Sarmiento, viajes, modelo social, EEUU, Paris, Introduccion Sarmiento inicia su viaje rumbo a Africa, Europa y Estados Unidos en 1845 encargado por Manuel Montt, ministro chileno de instruccion publica, para es-tudiar en el extranjero el estado de la ensenanza primaria; sus publicaciones en prensa sobre educacion le habian valido el reconocimiento del ministro, quien le dio la oportunidad de concretar el sueno de todo intelectual americano del si-glo XIX: el viaje al viejo continente y, especialmente, a la ciudadde las luces, Paris. Europa era en el imaginario americano un continente ambivalente: cuna de la civilizacion ilustrada, albergaba tambien sociedades retrogradas -como lo seria para Sarmiento, por ejemplo, Espana-; asi lo expresa en su carta cuando desembarca en Ruan: «Eh! la Europa! triste mezcla de grandeza y de abyec-cion, de saber y de embrutecimiento a la vez sublime y sucio receptaculo de todo lo que al hombre eleva o le tiene degradado, reyes y lacayos, monumentos y lazaretos, opulencia y vida salvaje!» (Sarmiento, 1949: 92). Sarmiento viaja con un imaginario bien definido por lecturas de diferente indole, las cuales disenan una geografia politica y social deseada y cuya maxima representante es, en principio, Paris. Sin embargo, Sarmiento encontrara grandes contradicciones entre el pais ima-ginado y el real, por lo que debera reorganizar su busqueda de un modelo. Es asi que inicia un desplazamiento insperado, ya que el recorrido realizado en 1847 por Estados Unidos no era inicialmente un destino planeado dentro de su itinerario inicial: su viaje estaba casi finalizando (en especial, en el sentido economico) cuando descubre en Inglaterra el texto sobre sistemas educativos de Horace Manns, hallazgo que reorganiza su trayecto y le da una excusa para estudiar de cerca el sistema politico estadounidense.1 Este punto es relevante ya que, si bien el objetivo declarado (y costeado) del viaje era analizar el desarrollo de la educacion primaria en las capitales modernas, Sarmiento no pierde la oportunidad para juzgar y comparar los sistemas poli'ticos de las sociedades que va atravesando, concibiendo de esta forma su propio proyecto politico futuro: construir una nacion a partir de su ingreso a la modernidad. Debido a este objetivo, su recorrido se constituye en lo que Julio Ramos (1989: 36) ha denominado viaje importador.^ Si para Sarmiento la Argentina era un territorio vaci'o sobre el que habi'a que fundar una nueva nacion, su experiencia y observacion de las capitales de la modernidad le per-mitiri'an llenar ese vaci'o con modelos importados.3 Ambos aspectos de su viaje, el oficial -relacionado con la educacion primaria- y el particular -vinculado con un pais proyectado-, aunque con cauces evidentemente comunes, no podi'an ser expresados en el mismo texto ya que el tipo de desvios que conllevari'a el segundo podri'a importunar a los que finan-ciaron el viaje. Por ese motivo, Sarmiento organiza el primero en un informe, texto autonomo que posteriormente se publicara como Educacion Popular, y el segundo, es decir, sus reflexiones e impresiones mas vi'vidas de los pai'ses reco-rridos, en sus cartas a sus amigos en Montevideo y Chile.4 Asimismo, el genero Para un analisis detallado de este hallazgo, vease Katra, William H. (1993): «Sarmiento en los Estados Unidos». En: Sarmiento D. F., Viajes por Europa, Africay America (1845-1847). Mexico: FCE. 853-911. El primero en hablar de diferentes tipos de viajes (viaje colonial, viaje utilitario, viaje balzaciano, etc.) fue David Vinas, en su reconocido libro Literatura argentina y realidad politica (1994). Sin embargo, creemos que la reformulacion de esta categoria realizada por Julio Ramos en Desencuentros de la modernidad en America Latina (1989), se adecua mejor a la habitual inclasificacion sarmientina. El texto de Ramos afirma: «Ante la carencia de modelos el discurso se desliza, casi automaticamente, hacia su norte [_]. El intelectual en Sarmiento se legitima volviendo ,los ojos a todas partes buscando con que llenar el vaci'o'». (Ramos, 1989: 36) A ello se refiere David Vinas cuando afirma: «En Sarmiento el programa utilitario y las tentaciones esteticas coexisten pero con un componente inedito: el I'mpetu del ritmo acelerador de su viaje europeo le permite controlar las dos vertientes organizandolas en obras separadas: «El fruto de mis investigaciones [sobre ] vera bien pronto la luz» anuncia por un lado. Es Educacion popular, que aparece en 1849. „Pero dejaba esta tarea, arida por demas —prosigue—, vaci'os en mi existencia ambulante". Para llenarlos organiza sus Viajes y a partir de la estructura que les acuerda aparece la connotacion que va definiendo su enfrentamiento con lo europeo». (Vinas, 1994: 36). 1 2 3 4 epistolar le da la libertad de evitar la minuciosidad del informe (aunque intente ser exhaustivo) y de desplegar su escritura -de por si grandilocuente y efusiva- manteniendo al lector contemporaneo en un continuo estado de asombro o deslumbramiento. Ahora bien, Sarmiento no se limita a una importacion servil: para realizar ese proyecto de pais realiza un analisis, comparacion y cri'tica -a veces, mor-daz- sobre los modelos instituidos; observaremos como su viaje por algunas de las capitales europeas le deja un sabor agridulce: la utopi'a progresista de la Europa moderna no era mas que eso, una utopi'a, y el escritor manifiesta esta desilusion en sus escritos. Este cambio de modelo es el que interesa al presente trabajo, en el cual se intentara analizar como se produce este giro a partir de la lectura de Paris, carta del 4 de septiembre de 1846, y EEUU, carta del 12 de noviembre de 1847, final de los viajes. Proponemos, ademas, que esta ultima constituye un esfuerzo retorico por parte de Sarmiento que organiza su des-cripcion y narracion en funcion de su objetivo de proponer un nuevo modelo y de captar al receptor al convencerlo de que esa perspectiva es incuestionable. Ciudad imaginada / ciudad real La ciudad de las luces deja una impresion contradictoria en Sarmiento; su re-corrido por Paris es un viaje simultaneo hacia diferentes destinos con resul-tados diversos: el primero es la ciudad cosmopolita y moderna, aquella que deslumbra al viajero americano; el segundo, la ciudad poli'tica, cuyo sistema parlamentario graba una impresion negativa en el ideologo y publicista; y el tercero, la ciudad de los escritores, donde el autor intentara insertarse.5 Paris es el centro cultural de esa «Francia de nuestros suenos» (Sarmiento, 1949: 89), por lo tanto, lo primero que tendra que emparejar Sarmiento sera su imaginario sobre ella y la realidad de la ciudad; los discursos que lo habi-tan son variados, pero un caudal importante proviene de la literatura, la cual ha construido un imaginario que la mitifica. Sin embargo, debe desestimarla rapidamente: Desde luego, si ve Ud. a mis amigas en Santiago, di'gales de mi parte que no esta aqui en este momento Eugenio Sue; pero que me han mostrado al rengo Tortillard [_]. Brazorrojo se 5 Por razones de extension y para concentrar el analisis sobre la alteracion del modelo, no se abordara en el presente articulo al Sarmiento escritor; se espera abordar este punto en trabajos posteriores. ha hecho honrado con su contacto con la polici'a, y la Rigolette goza de una grande reputacion en el baile Mabille. jOtras perdidas mayores aun tenemos que deplorar! No hay ya ni aquellas pocilgas y vericuetos donde los Misterios comienzan. (Sarmiento, 1949: 102) El viajero no encontrara a esa Paris descrita solo algunos anos antes por Eugene Sue en Los misterios de Paris; la ciudad se ha renovado y modernizado, se ha llenado de luces a gas y tiendas «coquetas como novias». En este sentido, Sarmiento se asume como el extranjero aturdido por «el espi'ritu parisino», fascinado por sus flaneur y su arte de mirar, por su sociabilidad y cordialidad, y por su arte y conocimiento: «Je flane, yo ando como un espi'ritu, como un elemento, como un cuerpo sin alma en esta soledad de Paris.» (Sarmiento, 1949: 109) Encuentra a tal punto sorprendente la indulgencia publica hacia el extranjero que duda de que se trate del mismo pueblo que hizo la revolucion; es asi, que inicia una busqueda de los signos del pueblo de las grandes ideas. Se convierte en un coleccionista de signos y posteriormente en un criptologo que descifra esos signos para los receptores de su carta. El primero sera el flaneur; el segundo, la cordialidad; dira, por ejemplo, respecto de la educacion de los ciudadanos: «En otro signo he reconocido el pueblo de las grandes cosas, el brazo de hierro de las ideas. Aquel frances [_] es el hombre mas blando, mas atento, mas cometido» (Sarmiento, 1949: 109). Esta «benevolencia publica» es uno de los signos de la sociedad civilizada mas acentuado par el viajero: «He aqui la piedra de toque de la cultura intelectual de una nacion, aunque no sea la instruccion del indivi-duo» (Sarmiento, 1949: 111). Estos juicios permiten identificar ademas como la perspectiva ha comenzado a girar: ya no es el simple viajero el que juzga, sino el politico e ideologo que busca las claves para la fundacion de una nacion civiliza-da. En este sentido, la introduccion de la carta y su respuesta a los reproches que el Dr. Aberastain le habi'a realizado sobre sus impresiones anteriores -quien lo acusa de escribir sobre cosas poco practicas para America-, le sirve como excusa para definir su rol de autoridad fundada en sus antecedentes, desde el cual se constituira como voz autorizada y experimentada: jComo! ^A mi se dirigen estos consejos? ^Era Ud., por ventura, quien en San Juan, construi'a mascaras en carnaval, fundaba en mala hora colegios, y creaba el Zonda, aquel diario indigno que los patriotas por las injurias que haci'a al decoro, al honor y a la fama de la provincia en el Universo y en otros lugares? ^Era Ud., doctor, el que iba a la carcel antes de pagar los doce pesos que el Podesta nos cobraba inconstitucionalmente [_]? (Sarmiento, 1949: 107) Es asi que Sarmiento establece su autoridad como politico, educador, publicista y defensor de la ley, es decir, no solo como hombre teorico, como ideologo, sino tambien como hombre practico y con experiencia sobre los problemas de gobierno en los nuevos pai'ses americanos. Esto lo capacita para emitir los severos juicios que pronunciara sobre la ciudad poli'tica y su sistema de gobierno; pronto descubre los primeros signos de de-cadencia del modelo frances: «Diri'a Ud. que el mundo politico esta para aca-barse; todos los signos son de un cataclismo universal» (Sarmiento, 1949: 112). ^Donde quedo el Sarmiento que exclamaba en cartas anteriores que Francia era «el modelo de todos los bastardos edificios que se estan levantando en America» (1949: 113)? Ya ha descubierto las primeras grietas, pero la ruptura solo vendra luego de las decepcionantes entrevistas con Dessage, Guizot y el baron Mackau, y la pantomima poli'tica observada en la Camara de Diputados. Las entrevistas referidas tienen una importancia capital para que Sarmiento cobre total conciencia de como se manejaban y evaluaban los asuntos riopla-tenses en Francia: no solo reina el desinteres general, sino, y aun peor, la des-informacion y tergiversacion de las noticias relevantes. La parcialidad hacia el rosismo que manifiestan los ministros a pesar de los intentos de Sarmiento de alterar esa percepcion lo dejan desolado: «Aqui tiene Ud. pues, I'ntegro el pensamiento oficial sobre la cuestion del Ri'o de la Plata, en el gabinete de la Tulleri'as, jarron dorado que contiene agua sucia. Dessage, Alley, tales como Ud. los ve, son los arbitros de nuestra suerte» (1949: 118). Si bien la entrevista que mantiene con Adolphe Thiers logra animarlo, la in-vitacion a escuchar su discurso en la Camara termina por determinar el jui-cio negativo que emitira sobre el debilitado sistema de gobierno frances. Alli Sarmiento se concentrara en su rol de descifrador: no importan tanto los dis-cursos emitidos por los oradores, como los efectos que producen; asi, los re-presentantes son animalizados por esa mirada que solo registra lo gestual: si Mackau era «un animal en dos pies», la Camara no sera mas que un «renidero de gallos de dimensiones colosales» (1949: 121). La descripcion del funcionamiento habitual de este organo de gobierno no hace mas que poner en evidencia que se ha falseado en una pantomima de lo que se suponi'a que era: Leese la orden del di'a, sube un orador a la tribuna, y el chas, chas de los papeles agitados intencionalmente comienza; nuevos oradores y mas o menos bulla segun el color a que pertenecen; un diputado joven deci'a: ipero, por Dios senores, permi'tanme decir una sola palabra! iHum! ique ruido, que risa! Al fin el orador desciende riendose tambien. (Sarmiento, 1949: 122) Las instituciones se han convertido en una representacion desviada de sus funciones. Sarmiento identifica el si'ntoma de una enfermedad mayor y aun contagiosa: la corrupcion. Thiers la denuncia en su discurso, pero pocos se sienten a salvo del ataque, pues es la practica corriente instaurada por el mi-nistro Frangois Guizot: He aqui el secreto del gobierno de M. Guizot, porque se observa que todas las listas principian en 1840 [_]. Los electores eran 490, y los dones repartidos son 304, estos van a los hijos, a los hermanos, a los allegados de los electores de campana, aquellos buenos paisanos, la petite propriete de M. Dessage, aquellos sostenedores del orden, puesto que siembran patatas. La Francia ha cai'do en este horrible lazo, y en vano se agita, lucha, protesta; ella no es el pais legal, ni el pais electoral. [_] Cuando se denuncia en el tribuna un delito evidente como la luz, una dilapidacion escandalosa, probada, M. Guizot pide que la camara decida si esta o no satisfecha, y un movimiento en masa de la turba de complices, absuelve de toda culpabilidad al rey y al ministro. iHe aqui el pais legal, he ahi los grandes hombres de la tierra! (Sarmiento, 1949: 127) Diagnostica asi el fracaso de la revolucion, ya que una monarqui'a constituyen-te ha desfondado todos sus principios: los hombres no son iguales ante la ley, el poder no es dado por la soberani'a popular, la fraternidad solo existe con dones o favores de por medio. El golpe es duro, pero Sarmiento hace una evaluacion devastadora sobre lo que ha observado: la fuente del mal que aqueja a Francia es su ley electoral: el sistema de representantes falla porque los individuos son elegidos «segun lo que poseen y no segun lo que saben». Por ultimo, la monarqui'a solo ha perdido poder en los papeles; los hechos demuestran un rey que tiene mayori'a en la camara y un defensor acerrimo por ministro. Este panorama decepcionante no logra opacar del todo la ilusion francesa: la sociabilidad de sus ciudadanos viene al rescate de un imaginario resquebrajado, aunque no liquidado completamente; es asi que los bailes publicos seran uno de los Ultimos signos de que el pais de las grandes ideas aun vive: [...] pero hay aun otro costado de Pan's que me ha llamado profundamente la atencion, y son los placeres publicos, y la influencia que ejercen sobre las costumbres de la nacion. Aqui donde la inteligencia humana ha llegado a sus Ultimos desenvolvimientos, donde todas las opiniones, todos los sistemas, las ciencias como las creencias, las artes como la imaginacion marchan en li'neas paralelas_(Sarmiento, 1949: 134) Los bailes pUblicos son los que incitan estas reflexiones ya que para Sarmiento constituyen una manifestacion del espi'ritu igualitario: todos los ciudadanos son aceptados alli como iguales y las clases desaparecen momentaneamente, los locales estan decorados lujosamente e iluminados por lamparas a gas y la mUsica de los maestros esta disponible para todos. Esta es una de las tantas iniciaciones en la civilizacion a la que estan expuestos los franceses y que de-sarrollan su espi'ritu. La mirada del ideologo no puede mas que recocer este signo como un instrumento: «jQue poderoso instrumento puesto en manos habiles!» (Sarmiento, 1949: 137) La bUsqueda del modelo en el sistema politico frances recibe un fuerte reves que debilita considerablemente su eleccion; sin embargo, solo la observacion directa de Sarmiento sobre Estados Unidos hara que ese modelo sea definitiva-mente reemplazado. AUn la sociabilidad y la cultura francesa seducen al ideologo; faltara la experiencia norteamericana para cancelarlo definitivamente. La mirada selectiva6 Hemos mencionado ya que el viaje a EEUU fue mas una necesidad que un proyecto largamente meditado: la experiencia europea solo logro que Sar-miento expandiese su bUsqueda hacia nuevos puertos. El descubrimiento de un naciente modelo para los pai'ses sudamericanos conllevo abandonar un paradigma instituido en el imaginario rioplatense, por lo que el autor no podi'a mas que prever el rechazo que su nueva propuesta recibiri'a. La carta que envi'a a Alsina, por lo tanto, es una elaborada argumentacion a favor de este nuevo modelo, no universalizado aUn, de sociedad moderna que intenta promover. 6 Una version preliminar de este apartado se encuentra publicada: «La mirada selectiva: Estados Unidos de D. F. Sarmiento». En: Maria Coira, Rosalia Baltar y Carola Hermida (Eds.) (2012): Escenas interrumpidas de la literatura argentina II. Imdgenes del fracaso, utopias y mitos de origen en la literatura nacional. Buenos Aires: Katatay Editores, 129-140. Por eso, si bien la carta que narra el viaje por la joven nacion americana tiene un destinatario definido, esta construida con la prevision de que sera publica-da para un publico masivo (dentro de los li'mites de la masividad periodi'stica de siglo XIX), por lo cual Sarmiento aprovecha las posibilidades del genero para presentar las ideas bases de lo que sera su proyecto futuro. La descripcion de Estados Unidos se encuadra, por lo tanto, dentro de esta argumentacion cuidada que va recorriendo diferentes puntos: la riqueza de la naturaleza y los beneficios productivos -desde la abundancia de productos hasta las ventajas de un sistema de comunicacion fluvial altamente explotado-; el desarrollo cienti'fico y la innovacion en su progreso -productos e inventos que son exportados hacia todas la naciones modernas europeas-; y el caracter de sus ciudadanos y su afan de desarrollo y progreso, fundamentado a partir de la defensa de la educacion y la participacion como medios de desarrollo. La estrategia retorica de Sarmiento para abordar estos ejes se funda en una premisa basica que sostendra a todas las demas, EEUU es una realidad nueva: Los Estados Unidos son una cosa sin modelo anterior, una especie de disparate que choca a primera vista, y frustra la expectacion pugnando contra las ideas recibidas, y no obstante, este disparate inconcebible es grande y noble, sublime a veces, regular siempre [_]. No es aquel cuerpo social un ser deforme, monstruo de las especies conocidas, sino como un animal nuevo producido por la creacion poli'tica, extrano como aquellos megaterios cuyos huesos se presentan aun sobre la superficie de la tierra. (Sarmiento, 1949: 333) El enfasis en la novedad del objeto que presenta lo autoriza a trabajar con el sin restricciones ya que no existen muchos discursos que sirvan como antecedente al lector; esto le permite modelarlo a su conveniencia y recortar los aspectos mas asombrosos para un lector contemporaneo. De esta forma, apunta a un doble efecto: por un lado, anticipar las objeciones de posibles receptores sobre lo que va a describir, admitiendo su propia turbacion y, de esta forma, establecer una suerte de reaccion en comun que acompane la posterior muda de modelo; por el otro, manejar el objeto Estados Unidos en el campo de lo sorprendente, deslumbrando a partir de la acumulacion de senales de riqueza y progreso. La novedad trae como corolario las dificultades para interpretar esa nueva creacion poli'tica: De manera que para aprender a contemplarlo, es preciso antes educar el juicio propio, disimulando sus aparentes faltas organicas, a fin de apreciarlo en su propia indole, no sin riesgo de, vencida la primera extraneza, apasionarse por el, hallarlo bello, y proclamar un nuevo criterio de las cosas humanas. (Sarmiento, 1949: 333)7 Dentro de este paradigma de educar el juicio no puede faltar la figura del edu-cador y quien mejor que el para definir esos sentidos ambiguos, constituyen-dose como un gui'a/narrador fuertemente dominante. Gracias a este manejo, Sarmiento se construye nuevamente -tal como hizo en Paris- como la voz autorizada para definir lo que es relevante y disimular lo que no lo es, y de esta forma, posicionarse respecto de sus propias aspiraciones para si. De esta forma, se constituye como demiurgo de una nacion: a diferencia del caso frances, donde su imaginario estaba sobrepoblado de lecturas e interpretaciones, describir esta realidad nueva es crearla con palabras para sus lectores, e incluso su discurso adquiere tono superlativo cuando hipotetiza sobre su propio lugar en un posible proyecto de pais: «Si dios me encargara de formar una gran republican». (Sarmiento, 1949: 335) Efectivamente, Sarmiento proyecta que su funcion a futuro sera formar una gran republica, y con estas miras construye retoricamente su carta para asegurar la adhesion no solo al modelo, sino tam-bien al ideologo que lo propone. La construccion que exalta los atributos de ese objeto se realiza a partir de la seleccion de lo que podri'amos denominar objetos-si'mbolos, es decir, de ob-jetos en apariencia triviales, pero que importan por lo que connotan para un lector que no conoce directamente esos fenomenos observados. Por ejemplo, la profusion de caminos y medios de transporte importan como indicio del deseo de progreso economico y del desarrollo de la infraestructura; la vivien-da fabricada con ladrillos, incluso en las aldeas mas alejadas, es senal de la distribucion equitativa de la riqueza; la construccion de los trenes con como-didades uniformes para todos los vagones es marca de la igualdad que gozan todos los ciudadanos; la produccion masiva y arti'stica de carteles senalizado-res, indica la distribucion equitativa del conocimiento y la educacion. De esta forma, Sarmiento no se contenta con enumerar esos fenomenos para asombrar al lector, sino que su voz establece los significados que deben asociarse a estos 7 El mismo argumento habfa utilizado ya en su Prologo a los viajes para referirse a los pueblos civilizados europeos: «Nuestra percepcion esta aun embotada, mal despejado el juicio, rudo el sentimiento de lo bello, e incompletas nuestras nociones sobre la historia, la politica, la filosofia y las bellas letras de aquellos pueblos^» (Sarmiento, 1949: 9). objetos seleccionados, determinando a su vez su interpretacion positiva en pos de una consideracion favorable del modelo norteamericano: Los anuncios en los Estados Unidos son por toda la Union una obra de arte y la muestra mas inequfvoca del adelanto del pais. Me he divertido en Espana y en toda America del Sud, examinando aquellos letreros donde hay, hechos con caracteres raqufticos y jorobados y ostentando en errores de ortograffa la ignorancia supina del artesano o aficionado que las formo. (Sarmiento, 1949: 344) Observese que Sarmiento toma un dato aleatorio, como en este caso las letras de los carteles, y lo convierte en indicio de aspectos sociales y culturales, como dato en un estudio antropologico de la sociedad norteamericana. Similar pro-puesta habia realizado en Facundo, enunciando los simbolos de la barbarie y los de la civilizacion; tambien en este texto, entonces, la interpretacion sarmientina selecciona simbolos de modernidad y progreso.8 La diferencia fundamental con Facundo es que, mientras en el primero regia una interpretacion dicotomi-ca de la realidad nacional, civilizacion-barbarie, y proponia los simbolos que la hacian presente, algunos anos despues, su experiencia de viaje produce un giro en su pensamiento, advirtiendo asi las complejidades profundas que encierra la cuestion social: la civilizacion (Francia) puede correr el riesgo de fracasar, y la barbarie no necesariamente debe/puede modificarse en el tiempo (el caso Argelia, por ejemplo). La ciudad norteamericana, por lo tanto, se constituye para este escritor en el simbolo de modernidad, en unico ejemplo de socie-dad que ha podido llevar a cabo exitosamente la experiencia de la Republica. Asimismo, esos objetos, los carteles senalizadores, le permiten comparar la situacion en Norteamerica y Espana y asi utilizar para desprestigiar al segundo en algo que podria llegar a percibir cualquier viajero, pero que esta elevado al nivel de observacion seudocientifica al ponerlo como senal de algo mas. Esta estrategia es utilizada para persuadir al lector del fundamento racional de su proyecto, y establece para ello un sistema de comparaciones entre esos objetos-simbolos seleccionados y los prototipos conocidos: por un lado, lo que Respecto de la interpretacion simbolica que realiza Sarmiento en Facundo, Arturo Roig afirma: «La realidad social, como hecho conflictivo, se pone de manifiesto en un complejo mundo de contrarios. Y a su vez estos contrarios se expresan a traves de sus simbolos o son directamente simbolos. ^Como se entiende lo simbolico en Sarmiento? El simbolo es un significado segundo, una direccionalidad semantica particular dada a cualquier signo. Tambien las palabras son utilizadas como simbolos. La estructura nos muestra una organizacion de sistemas antagonicos de simbolos.» (Roig, 1986: 168) 8 se propone como el modelo a imitar, Estados Unidos; por otro, lo que se quie-re dejar atras, es decir, Europa (entendida como Francia e Inglaterra princi-palmente) y las nuevas naciones americanas. Por ejemplo, Sarmiento explica: Hago estas comparaciones para mostrar la diversa atmosfera en que se educa el pueblo y la energia moral y fisica que desenvuelve. En Francia hay tres categorias de vagones, en Inglaterra cuatro, [_] En los Estado Unidos el vagon es [uno]: las comodidades y los cojines son excelentes e iguales, y por lo tanto el precio del pasaje es el mismo para todos. [_] Asi se educa el sentimiento de igualdad, por el respeto al hombre. (Sarmiento, 1949: 368) Lo relevante de este esquema es que, de una configuracion bipartita de las po-sibilidades de sociedad presentadas en el Facundo (Francia/ Argentina) -con sus correspondencias dentro de su propuesta de civilizacion y barbarie-, en este texto se pasa a una propuesta tripartita de comparacion: Estados Unidos, Europa, Argentina. Esta es una estrategia que sirve para acentuar lo favorable de su propuesta por ser superadora del modelo reconocido; asi, realiza cotejos sobre diversos puntos: tutela del Estado en Europa versus libertad poli'tica y economica del individuo en Norteamerica; masas analfabetas y pobres versus distribucion equitativa de la riqueza y la educacion; division y degradacion en clases sociales versus confort generalizado y trato igualitario, etc. La com-paracion le sirve para socavar el modelo institucionalizado, y exaltar aquellos aspectos que seri'an deseables para un proyecto de pais. Esta exaltacion de su modelo tiene como corolario una presentacion idealiza-da de Norteamerica: carece de defectos relevantes -los pocos que menciona solo los refiere para refutarlos-, no posee conflictos graves -todo se resuelve democraticamente ya que sus ciudadanos tienen el modelo politico interiori-zado como propio- ni carencias importantes -cualquier pequena aldea es en comparacion mas rica que una ciudad americana-. De esta forma, disena e identifica el modelo del ciudadano yanqui: educado, con libertad para expresar sus ideas, propietario e involucrado en las decisio-nes poli'ticas. Los norteamericanos no arrastran la pesada tradicion del antiguo regimen, como si lo hacen los pai'ses sudamericanos; no tuvieron una monar-qui'a retrograda dominando las colonias que fueron su base. Sarmiento realiza ahora un nuevo dictamen, tal como lo hizo con el modelo frances: este es el corazon del exito de Estados Unidos, el caracter de sus ciudadanos: La estadi'stica de los Estados Unidos muestra el numero de hombres adultos que corresponden a veinte millones de habitantes, todos educados, leyendo, escribiendo, y gozando de derechos poli'ticos [_], el hombre con sentimientos y necesidades poli'ticas; el hombre en fin dueno de si mismo, y elevado su espi'ritu por la educacion y el sentimiento de dignidad. (Sarmiento, 1949: 363) Asi, la idealizacion del modelo se acompana tambien con la construccion hi-perbolica de todos sus aspectos, desde la riqueza natural hasta la conciencia poli'tica de sus habitantes. Sarmiento presenta a Norteamerica como el pai's sonado convertido en realidad, el ideal de sujeto moderno encarnado en ciu-dadanos concretos, y la riqueza natural explotada en produccion util. Por otra parte, respecto a la ya mencionada omision de aspectos negativos, hay que recordar que Norteamerica era un pais en expansion territorial. Cuando Sarmiento narra la conquista del territorio (que adelanta las que se daran en la Argentina) no hace mencion a los despojos y opresion, a la corrupcion en los pueblos de frontera ni a las condiciones de violencia habitual; tampoco examina las condiciones de vida de los obreros de las fabricas, ni las diferencias sociales entre los que tienen las grandes plantacio-nes y los esclavos (aunque menciona someramente el asunto). Asi, si bien puede adjudicarse a la brevedad de su estadi'a en el pai's, podri'a afirmase que se omiten -consciente o inconscientemente- en funcion de la imagen sublimada que promociona: un ideal pai's moderno, donde sus conquistas son valientes aventuras en pos del progreso y ejemplo de gobierno. Asi, por ejemplo, los que viajan al Far West son colonos rectos que fundan naturalmente municipios con un sistema democratico y resuelven sus conflictos racionalmente: Este pueblo lleva, como Ud. ve, en su cerebro, organicamente, cual si fueran una conciencia poli'tica, ciertos principios constitutivos de la asociacion: la ciencia poli'tica pasada a sentimiento moral complementario del hombre, del pueblo, de la chusma; la municipalidad convertida en regla de asociacion espontanea; la libertad de conciencia y de pensamiento; el juicio por jurados. (Sarmiento, 1949: 382) Otro aspecto a senalar respecto de esta carta es que, junto al desborde que por momentos toma su escritura por sus manifestaciones admirativas -se multiplican las exclamaciones, las interrogaciones retoricas y las apelacio-nes al receptor-, y sus opiniones y cri'ticas -especialmente las que apun-tan a la construccion antinomica en funcion de marcar las deficiencias del modelo europeo-, otra vertiente encauza el discurso a partir de la incor-poracion de datos, cifras y estadi'sticas que son presentadas como pruebas de su planteo: Gracias a sus desvelos, el Estado de Massachusetts, de que es Boston la capital, conteni'a en 1846, en las trescientas nueve ciudades y villas que lo forman, 3.475 escuelas publicas, con 2.589 maestros hombres y 5.000 maestras, asistidas por 174.084 ninos. Observe Ud. que el numero de maestros de escuela es mayor en este Estado que el monto total del ejercito permanente de Chile, y el tercio del de todos los Estados Unidos. (Sarmiento, 1949: 451) Este tipo de datos juegan un papel fundamental cuando se enfrenta a ciertos paisajes naturales que logran conmoverlo, como ocurre con las cataratas del Niagara, y su aspiracion romantica asoma indefectiblemente en su discurso. En esos casos, Sarmiento recurre a los datos numericos para computar esa realidad y controlarla, logrando utilizarla para su argumentacion. Al respecto, David Vinas (1998: 15) opina que «Si la naturaleza loca es la barbarie, el exor-cismo estadi'stico se convierte en ciencia». Podemos afirmar, finalizando, que la carta a Alsina ha sido compuesta por Sarmiento como una elaborada argumentacion que utiliza una variedad de recursos -seleccion de objetos-si'mbolos y determinacion de sus significados, fabricacion de un sistema de comparaciones, construccion idealizada e hiper-bolica de lo observado, uso de la estadi'stica y las cifras- para, no solo proponer un nuevo modelo de sociedad moderna a imitar y/o trasplantar al contexto nacional, liquidando los modelos que sirvieron de inspiracion para los ideolo-gos revolucionarios, sino tambien para legitimar su propio lugar respecto de ese proyecto de nacion. Claves para el enigma rioplatense: el nuevo sujeto polftico Las cartas seleccionadas de los Viajes de Sarmiento evidencian una preocupa-cion en comun e intentan dar respuesta a uno de los enigmas que atravesaron el siglo XIX: como construir un regimen politico fundado en la soberani'a popular. El problema de la representacion y de la legitimidad del poder es expuesto en ambas al analizar dos formas de gobierno: la monarqui'a cons-titucional francesa y la democracia norteamericana. Como hemos senalado, Sarmiento queda profundamente decepcionado por lo atestiguado en Paris, pero solo abandona a Francia como modelo luego de vivir la experiencia de Estados Unidos. Estos textos se encuentran en los extremos de su viaje; mucho ha experimentado, analizado y reflexionado ya sobre los pai'ses que visito. Sin embargo, podemos mencionar que la falla que identifica en Francia representa de algu-na forma las del modelo europeo en su conjunto: falta de representatividad de su gobierno, corrupcion, distribucion inequitativa de los bienes econo-micos y culturales, intentos de censura en la prensa, etc. Debemos recordar que en 1846, cuando Sarmiento visita Paris, ya se estaba viviendo el malestar politico por la falta de legitimidad en la representacion que derivari'a en la revolucion de 1848. Este diagnostico demoledor de Francia es el que promueve con mayor exito el modelo norteamericano, el cual aparentemente ha logrado las condiciones deseables para una sociedad moderna: un sujeto politico autonomo, sin tu-tores ni restricciones en su practica poli'tica, religiosa, economica ni social. Sarmiento identifica aquello que ha permitido este nacimiento original: una tradicion monarquica extremadamente diferente a la espanola y a su religion represiva, y la instauracion de habitos modernos, como la libre circulacion de informacion por medio de la prensa diaria -la cual ayuda al desarrollo de la opinion publica y regula el poder-, la igualdad en distribucion de la riqueza y las oportunidades de negocios, la alfabetizacion de sus ciudadanos, y el esti-mulo de la participacion poli'tica. El modelo que descubre en Estados Unidos es el que propone finalmente para Argentina; sin embargo, las diferencias en las tradiciones y en la fisonomi'a de los habitantes eran demasiado claras como para que se efectue un traslado directo. Era evidente que una propuesta como esa solo podri'a llevar al fracaso y al retraso del desarrollo de la sociedad; es por ello que Sarmiento promueve y, luego, cuando ya se encuentra de regreso en el pais cumpliendo funciones poli'ticas, pone en practica una transformacion de los individuos a partir de la educacion; la apuesta sarmientina sera, entonces, la transformacion de lo social. La utopi'a pedagogica encuentra asi la prueba de su efectividad en el modelo norteamericano y se asume como la estrategia privilegiada para intro-ducir a los pai'ses sudamericanos en la modernidad. Bibliograffa Baczco, B. (1991) [1984]: Los imaginariossociales. Memoriasy esperanzas colectivas. Buenos Aires: Nueva Vision. Katra, W. H. (1993): «Sarmiento en los Estados Unidos». En: D. F. Sarmiento, Viajes por Europa, Africay America (1845-1847). Mexico: Fondo de Cultura Economica, 853-911. Ramos, J. (1989): Desencuentros de la modernidad en America latina. Buenos Aires: Fondo de Cultura Economico. Roig, A. A. (1986): «El Facundo como anticipo de una teori'a del discurso». En: El pensamiento latinoamericano en el siglo XIX. Mexico: IPGH. Roldan, D. (2006): «Sarmiento y el viaje a Argelia. Entre el inmovilismo y la utopi'a social». En: Batticuore, G., Gallo K. y Myres J. (comps.), Resonancias romanticas. Ensayos sobre historia de la cultura argentina (1820-1890). Buenos Aires: Eudeba, 199-210. Sarmiento, D. F. (1949): Viajes por Europa, Americay Africa en Obras completas (tomo V). Buenos Aires: Luz del Di'a. Sarmiento, D. F. (2005) [1845]: Facundo. Civilizaciony Barbarie. Buenos Aires: Bureau Editor. Silvestri, G. y Aliata F. (2001): «Introduccion». En: El paisaje como cifra de armonia, Buenos Aires: Nueva Vision. Vinas, D. (1977): De Sarmiento a Cortazar. Buenos Aires: Siglo Veinte. Vinas, D. (1994): Literatura argentinay realidadpolitica, Tomo I. Buenos Aires: CEAL. Vinas, D. (1998): De Sarmiento a Dios. Viajeros argentinos a USA. Buenos Aires: Editorial Sudamericana. Virginia P. Forace Universidad Nacional de Mar del Plata - CONICET Political regimes and subjects: newimaginariesin Viajes of D. F. Sarmiento Keywords: Sarmiento, travel, society model, United States, Paris. The accounts of D. F. Sarmiento's journey to Europe and USA have attracted the attention of literary critics since their publication because of the political project that they proposed and their exceptional rhetorical construction. His project responded to a major concern of the Ri'o de la Plata intellectuals: the creation of a new country and the inauguration of a new political phase of order and progress which would put an end to Argentinian political instability. The answer to this question lays for Sarmiento in the study and importation of European society models. However, while he was travelling through Europe, he experienced a change in his perspective and he started to look to North American society. This change is the main point of interest of this paper in which the author proposes a discursive analyses of how that change is expressed in two letters: "Paris", sent on September 4th of 1846 -at the beginning of his travel- and "USA", sent on November 12th of 1847 -his last stop. In the last letter Sarmiento also proposes a new society model, the North American one, and tries to persuade the reader, with rhetorical and argumentative means of the adequacy of this model. Virginia P. Forace Universidad Nacional de Mar del Plata - CONICET • V* • • 1*1 a* * * * ••• I • Politični rezimi in subjekti: novi imaginariji v Viajes D. F. Sarmienta Ključne besede: Sarmiento, potovanje, družbeni model, Združene države Amerike, Pariz Potopisi D. F. Sarmienta so med kritiki zbudili pozornost takoj, ko so bili objavljeni, ker je v njih zagovarjal določen politični projekt ter zaradi retorične in diskurzivne spretnosti. Večina intelektualcev Ria de la Plata si je močno želela ustanoviti državo ter začeti obdobje reda in napredka, ki bi ukinilo argentinsko politično nestabilnost. Pri Sarmientu je bilo iskanje odgovorov usmerjeno v študij in pomen evropskih modelov. Vendar pa se je med potovanjem preusmeril na nov, severnoameriški družbeni model, ki ga je navdihoval. Ta sprememba je središče zanimanja pričujočega prispevka, v katerem skuša avtorica na ravni diskurza analizirati, kako pride do tega obrata, in sicer na osnovi branja dveh besedil, ki sta značilni za dva nasprotna si pola njegovega potovanja: »Pariz«, pismo z dne 4. septembra 1846, ki pomeni prvotno približevanje Evropi, in »ZDA«, pismo z dne 12. novembra 1847, ki pomeni konec potovanj. V zadnjem pismu Sarmiento predlaga nov družbeni model, in sicer severnoameriškega, ter z retoričnimi in literarnimi sredstvi skuša prepričati bralca o primernosti tega modela.