ISSN 0024-3922 LINGUISTICA XXXII PAULO TEKAVČIĆ SEXAGENARIO IN HONOREM OBLATA II Ljubljana 1992 ISSN 0024-3922 LINGUISTICA XXXII PAULO TEKAVČIČ SEXAGENARIO IN HONOREM OBLATA II Ljubljana 1992 Revijo sta ustanovila fStanko Škerlj in fMilan Grošelj Revue fondee par fStanko Škerlj et fMilan Grošelj Zbornik so uredili - Melanges rediges par Bojan Čop - Janez Orešnik - Mitja Skubic Natis letnika je omogočilo MINISTRSTVO ZA ZNANOST IN TEHNOLOGIJO REPUBLIKE SLOVENIJE Sous les auspices du MINISTERE DES SCIENCES ET TECHNOLOGIES DE LA REPUBLIQUE DE SLOVENIE Petar Guberina CDU 804.0.07 : 371.3 Zagreb LA ESTRUCTURA EN LA TEORLA VERBOTONAL Y SUPERACIÖN DE ESTRUCTURAS PERCEPTIVAS Y LINGÜISTICAS DURANTE EL PROCESO DE LA REHABILITACIÖN Las leyes de la estructura tienen un papel importante ya en el nivel del "funcio-namiento" mismo del lenguaje, es decir, en la realization concreta de cada comunicacion. Valdria entonces la pena aclarar lo que son "estructuras de funcionamiento". La comprension "estructural" y la comprension "funcional" coinciden. <^Que significa "comprension estructural" del lenguaje? La nocion de estructura corresponde a qui a la signification habitual del termino psicolögico. Se trata de un conjunto formado por fenomenos solidarios. Una estructura puede estar compuesta de elementos muy redu-cidos y, algunas veces, aun identicos desde el punto de vista anah'tico. Lo que real-mente cambia los efectos de la estructura es una distinta disposition de los elementos, otra organization. Las estructuras del lenguaje que mencionamos aquf difieren de aquellas que se apoyan en los anälisis comunmente llamados anälisis estructurales del lenguaje. Por eso podemos decir que el metodo verbotonal no se basa en ninguna de las teorfas estructurales del lenguaje ni en la aplicacion de alguna de ellas. De aquf resulta la oposicion entre la nocion psicologica de estructura y el anälisis lingüfstico de la estructura. En la linguistica contemporanea, la nocion de estructura es por una parte, siempre fiel al metodo anah'tico de los positivistas y por eso se queda en oposicion a otros metodos que comprenden la nocion de la estructura en base a otras disciplinas cientfficas. El funcionamiento mismo, y cada acto de comunicacion, constituye ya una estructura donde estän juntos elementos casuales y concretos. El acontecimiento no es tan solo una ocasion simple para que la estructura del lenguaje se manifieste en uno de los comportamientos, sino que este mismo entra en la estructura como uno de sus elementos constitutivos. Cada comunicacion se organiza, se estructura en funcion de todos sus componentes, aquf y ahora. Lo que define la estructura de la comunicacion, es que esta es una "estructura del sentido" (Estructura de signos lingiii'sticos). Comunicar significa transmitir una signification (un mensaje conteniendo una information). La funcion esencial del lenguaje es la expresiön de la signification por medio del sonido (transmision del mensaje por medio del sonido). El sonido, dentro del lenguaje, no tiene ningün papel por si mismo, sino que tan solo tiene un "papel social": sirve para "vehicular un sentido" (un men- saje). La cadena de la comunicacion se establece, se organiza para transmitir una significaciön (informacion). Las leyes de la estructura de la comunicacion son las leyes de la estructura de la transmisiön de la significaciön (transmisiön de la informacion). Lo que se constituye en la comunicacion son "unidades de sentido" (unidades de signos lingüfsticos), o sea las totalidades significantes estructuradas (totalidades de signos estructurados), donde la significaciön de cada elemento se determina por rela-ciön y otros elementos en su totalidad. Esta es, en el sentido mäs amplio de la palabra, la relaciön que existe entre el sonido y el movimiento por una parte y las significaciones que constituyen el lengua-je, por otra. El sonido y el movimiento o "valores de la lengua hablada", son elementos naturales que el hombre utiliza como portadores de la significaciön (mensajes conteniendo la informacion) en el mundo humano: estos llegaron a ser lenguaje por ser significantes. La estructura del lenguaje estä caracterizada por la ley de büsqueda de lo öptimo: los elementos de la comunicacion se estructuran para hacerla lo mäs eficaz posible. El lenguaje trata de unir de un modo öptimo la inteligibilidad y la riqueza de informacio-nes por una parte, y la rapidez de la transmisiön y limitaciön de modos necesarios por otra parte. El lenguaje busca la aceleraciön en la emisiön del mensaje asf como en su percepciön y su integraciön. (El lenguaje es un "juego combinado por aceleradores de la integraciön"). El lenguaje estä organizado de tal modo que en la recepciön de un mensaje no es necesario poner atenciön en todos los elementos. El esfuerzo de la atenciön estä organizado con momentos de descanso, lo que permite una comprensiön mäs räpida. Este concepto del lenguaje, comprendido como una estructura organizada en fun-ciön de lograr lo öptimo, introduce un sentido particular de la estructura. De tal modo, la estructura es definida como una comprensiön estructural (funcional) de elementos, como la büsqueda de vfas arquitecturales, organizativas; combinaciones que pueden explicar o hacer mäs eficaz la estructura o el funcionamiento de nuestro cerebro, la estructura de la materia y su utilizaciön por el hombre por medio de estructuras y organizaciones diferentes pero compuestas de elementos reducidos y algunas veces aun identicos desde el punto de vista analitico. En la metodologia verbotonal, la estructura no tiene el sentido de la presiön que la sociedad ejerce sobre nosotros para hacernos aprender un idioma. Tampoco tiene el sentido habitual en la lingüfstica estructural, donde la forma de la lengua se reduce a un conjunto coherente de sus elementos. AI contrario, la estructura estä comprendida en el sentido de que nuestra percepciön se estructura sobre la base de elementos öpti-mos de la emisiön. Nuestro cerebro no responde al conjunto de estfmulos ffsicos, sino que mäs bien hace una selecciön para organizar y unificar las percepciones. Es en este sentido que decimos que el ritmo y la entonaciön son elementos öptimos para estruc-turar una buena percepciön. Asimismo decimos que para percibir bien un fonema de un idioma extranjero se necesita transmitir al cerebro la banda optima de este fonema. Primero hay que subrayar el hecho de que emitimos y comprendemos el habla globalmente. Es decir que percibimos al mismo tiempo los fonemas, las entonaciones, los ritmos y los gestos. Es preciso afiadir que eit esta comprension global, el contexto real tiene un papel muy importante, como tambien el contexto de civilization y nues-tros conocimientos en general. Por consiguiente, llegamos asf en nuestra comunica-cion por el habla a la estructura del conjunto. La estructura del habla se forma en su funcionamiento, en el acto mismo de hablar. Es una especie de estructuracion permanente y dinämica. Es en este sentido que se puede comprender el desarrollo historico del habla y el uso individual de la misma, tanto en la comunicacion cotidiana como en la literatura. La estructura del habla, basada en su funcionamiento, organiza sus com-ponentes estructurales en un conjunto no lineal. AI comunicar, nosotros utilizamos las palabras pero tambien los valores de la lengua hablada (entonaciön, etc.): por eso, nuestra expresion no es ni lineal, ni horizontal, sino mäs bien vertical. Al mismo tiempo, y siempre en el mismo eje, utilizamos medios lexicologicos y medios no lexicologicos. Esto es comün, ya sea en los enunciados intelectuales o en los afecti-vos, volviendose estos Ultimos expresivos y muy ricos de significado gracias sobre todo a esta no linealidad de la expresion. La estructura no es una nueva jerarqufa, como muchos lingüistas la conciben, sino una nueva "calidad" donde ciertos elementos adquieren un valor que proviene del conjunto de la estructura. Si aplicamos esta idea a una estructura normal del habla, representada por la oration, podremos ver que los sonidos, las formas y las palabras toman valores diferentes en conjuntos estructurados. Asf, las palabras puestas en fra-ses y contextos diferentes tienen significados que derivan de la estructura. Los sonidos cambian en sustancia y significado, sobre todö afectivo, en funcion de estructuras que expresan varias actitudes del sujeto y distintos contextos y situaciones. Finalmen-te, el ritmo y la entonacion con el gesto (el cuerpo) estän a la base de toda la estructuracion del habla y se realizan globalmente en una frase, donde son percibidos globalmente. Entonces, desde el punto de vista de la comprension de las estructuras del habla o del valor de su forma, todo es global y todo es estructural en el habla. Todo es estructuro-global. Es por eso que nosotros concebimos la existencia de la estructura, su aprendizaje y su estudio teorico en el ramo del diälogo. Ordinariamente escuchamos para entender a alguien, pero sobre todo para responderle. Pensamos y hablamos en diälogo. El diälogo no significa necesariamente conversation entre dos personas; existe un estilo de pensamiento y de escritura que representan una especie de diälogo y que puede ser fäcilmente traspuesto en diälogo. Todo es diälogo; estamos siempre dialogando. Aun-que tengamos la impresion de no conversar con algun ser viviente, siempre respondents al mundo inanimado. Es un hecho que el lenguaje se presenta como un diälogo continuo. A veces el diälogo puede ser una especie de monölogo interior, como tambien un diälogo entre el que habla y el mundo que le rodea, entre el hombre y la naturaleza. Segun Piaget, una estructura es "cuando los elementos estän reunidos en una totalidad que presenta ciertas propiedades en cuanto totalidad, y cuando los elementos dependen entera o parcialmente de estos caracteres de la totalidad". Esta definiciön muestra ya que la totalidad domina los elementos que la componen. Podria tambien interpretarse muy formalmente. Desde luego, todavfa no resulta claro si todos Jos elementos tienen la misma importancia en esta estructura, en esta totalidad. No se sabe aün como llegamos hasta la estructura. Se puede aceptar la idea que ya en nuestro cerebro todo es interdependiente, que las celulas nerviosas representanuna estructura. Pero nosotros no sabemos bajo quć condiciones funcionan mejor. No es suficiente decir que todo es estructura en nuestro cerebro, sino que hay tambien que explicar como podemos provocar un mejor funcionamiento de estas estructuras. Entonces, es nuestra intenciön introducir tambien en esta discusiön sobre la estructura la nociön de funcionamiento y subrayar una vez mäs que la estructura se realiza a traves del funcionamiento. Es aqui que nos apartamos del pensamiento de Jean Piaget, que conside-ra el funcionamiento como la consecuencia de las estructuras o de las subestructuras mentales pre-establecidas. Formaciön de las estructuras perceptivo-psicolingüfsticas y sus transformacio- nes. ^Cömo se forman las estructuras perceptivas y psicolingüisticas? ^Son superadas estas estructuras por las distintas transformaciones? Las estructuras perceptivas y psicolingüisticas se forman: 1) sobre la base de factores öptimos que toman una forma discontinua y 2) las estructuras son superadas en el curso de su realizaciön por distintas transformaciones. ad 1) El funcionamiento sobre la base de lo öptimo con formas discontinuas. Las estructuras psicolingüisticas se forman sobre la base de las posibilidades y disposiciones hereditarias del cerebro humano para responder a los estimulos lögico-lingüfsticos mediante los procedimientos de "filtraje" de los estimulos exteriores. Este "filtraje" es necesario, puesto que la respuesta total (cuantitativamente) al estimulo ffsico volverfa al cerebro humano anärquico, desorganizado y sobrecargado. Es el sistema cerebral, debido a la inhibiciön, que permite al cerebro organizarse, respondiendo prioritariamente a los elementos de la estimulaciön que le son öptimos y que se organizan mejor en sus experiencias anteriores. La respuesta cerebral corres-ponde entonces mäs bien a los procesos de eliminaciön y de estructuraciön, que a los procesos de asimilaciön cuantitativa. Hemos visto ya que todos los elementos no son igualmente importantes. Los estmulos fisicos no llegan en su integridad a la corteza cerebral; las vi'as neurolögicas que van de la corteza hacia la periferia, como la neurofisiologfa moderna nos ensena, tienen una funciön inhibitoria. Esto quiere decir que el estfmulo fisico primero se transforma en vias nerviosas y subiendo siempre hacia la corteza cerebral, pasa por diversas fases de purificaciön y eliminaciön. La teorfa Gestalt ha subrayado ya hace tiempo este fenömeno cerebral. Para percibir un objeto no es necesario ver todos sus elementos, es suficiente ver la forma. El caso mäs citado es el del triängulo. Es sufi-ciente ver tres puntos dispuestos como los vertices de un triängulo para percibir todo el conjunto. El fenömeno de discontinuidad se encuentra, pues, ya presente en la Teorfa de la Forma. Aunque no tuvieramos delante de nosotros el objeto total, perci-birfamos el triängulo en su totalidad porque lo percibirfamos a traves de sus elementos öptimos. Esto quiere decir que si todos los elementos se presentan a nuestros sentidos, nuestra corteza reacciona con una elecciön y no con la suma algebräica de todos sus elementos. Cuanto mäs se desarrolla el cerebro humano, tanto mejor actüa mediante los optimales, la eliminaciön y la estructuraciön. El bebe que aun no tiene siquiera un mes, comienza ya a "dirigir" los reflejos de su boca hacia el seno de la madre (Piaget). La inhibiciön, la eliminaciön y la selecciön actüan ya. En el transcurso del segundo mes, el nino no chupa mäs "por casualidad" su mano, sino dirige su boca al dedo pulgar. Es asi como el cerebro humano se organiza, se estructura y progresa. Para superar y enriquecer las estructuras perceptivas y psicolingüfsticas, es necesario estimular el cerebro con los elementos öptimos para el cerebro, dependiendo esto del nivel de sus adquisiciones. En la teorfa verbotonal llamamos esto "optimales". Podemos citar algunos optimales (elementos öptimos) para la adquisiciön del habla del nino: su capacidad humana para el habla; su alegrfa por emitir los sonidos y despues su alegrfa y la posibilidad de servirse del habla; su desarrollo motor; su desar-rollo täctil, visual y auditivo; el desarrollo de su propiocepciön; su desarrollo afectivo e intelectual; su ambiente social y la calidad de este ambiente social. ad 2) Graduaciön de los optimales y superaciön de las estructuras perceptivo-lingüis-ticas. Para hacer percibir bien los fonemas al alumno, nos serviremos en las primeras fases, antes que nada, del ritmo y de la entonaciön. Por ejemplo, si el alumno no puede pronunciar la vocal (y), que es una vocal aguda, le damos esta (y) en una palabra que se encuentra en el vertice de una entonaciön ascendiente, por ejemplo, "Viens-tu?". Si se trata de una (e) abierta, emplearemos la entonaciön descendiente. Cuando el ha pronunciado correctamente los fonemas dificiles en las condiciones öptimas (aquellas que favorecen un buen funcionamiento del cerebro) comienza ya a ser capaz de pronunciar estos mismos fonemas en unas estructuras mäs complejas y es entonces cuando la primera estructura perceptiva habrä sido superada. La segunda fase, la segunda estructura, sera asi mäs perfecta, superior a la primera. De este modo el alumno podrä pronunciar los fonemas con cualquier entonacion; estas entonaciones le servirän des-pues para corregir una expresividad personal, una comunicaciön personal. Lo mismo sucede en la correction fonetica, donde, en principio, ponemos un fonema diffcil proximo a los sonidos öptimos. Por ejemplo, si en lugar de pronunciar (y) pronuncia (i), logra corregirse cuando se asocia esta (y) a las consonantes bilabiales. Despues podemos poner el fonema cerca de cualquier otro fonema y el alumno pronunciarä bien (y). La estructura serä esta vez superior y mäs avanzada que la primera, donde estäbamos obligados a utilizar una proximidad limitada y determinada para llegar a una buena o mejor pronunciation. Cuando usamos aparatos (SUVAG LINGUA) es el mismo fenomeno el que se produce. En efecto, la octava optima debe limitar nuestra escucha a un cierto nümero de frecuencias para evitar demasiada selection de fonemas, lo que conduciria al alumno hacia su lengua materna. Nos aproximamos al alumno cuando utilizamos la banda optima correctiva. Esto significa que no nos contentamos tan solo con la banda optima, desde el punto de vista de la lengua extranjera, sino que presentamos el fonema en cuestion mediante una banda que es la mäs lejana de la banda optima del error cometido por el alumno. Esta banda se llama banda correctiva y en esta fase es la mäs eficaz para la escucha del alumno. En una fase posterior nos acercamos a la escucha ordinaria (normal), transmi-tiendo progresivamente el espectro total del habla. Esta ampliation hacia el espectro total y las frecuencias de la zona de conversation es entonces algo contrario a lo de las fases precedentes. <;Que es lo que sucede en la superacion de las estructuras en el campo del apren-dizaje de lenguas extranjeras? ^Se trata de nuevas organizaciones o reorganizaciones de actividades cerebrales? Antes de responder a esta pregunta pertinente (y tambien inquietante), vamos a presentar la superacion de las estructuras perceptivas en el campo de la rehabilitation auditiva (en las deficiencias graves del oido). Sabemos que un sordo completo no oye. Pero se puede iniciar la rehabilitation de la comprension del habla a traves del sentido vibro-täctil, sirviendonos de un apa-rato (SUVAG) y de un vibrador. En esta primera fase es el ünico medio de que dispone el sordo completo para poder percibir el habla de forma limitada. Seis meses o un ano mäs tarde, este mismo sordo, que al principio no podia percibir nada a traves del oido, comienza a percibir mejor si se combina el vibrador puesto en la mano con los auricu-lares en la orejas. En la tercera fase puede percibir mejor a traves del oido. Ya que al principio se comenzo la rehabilitation auditiva por medio del sentido vibro-täctil (üni-ca via eficaz para el sujeto en cuestion en la primera fase), esto nos ha permitido pasar gradualmente a la segunda y despues a la tercera fase. Las estructuras se han visto enriquecidas tanto desde el punto de vista perceptivo como del psicolingüfstico. Las investigaciones neurofisiologicas por medio del potencial cerebral evocado, han podido demostrar que los deficientes auditivos completes que han conseguido mediante la rehabilitation verbotonal comprender el habla a traves del cuerpo (el vibrador puesto en la mano, unido con el aparato SUVAG) habi'an reorganizado fun-cionalmente su sistema somato-sensorio. En efecto, las estimulaciones vibrotäctiles alcanzan la latencia de los estimulos auditivos (50 m. seg.), mientras que los oyentes normales, por el mismo tipo de estimulacion vibrotäctil (mediante el vibrador en la mano), alcanzaban la latencia mäs larga y tipica para los estimulos täctiles (80-90 m. seg.). Un estudio neurofisiolögico, esta vez mediante el sueno, ha demostrado igual-mente que una mejor percepcion auditiva y la superacion de las estructuras psicolin-giusticas dejan seiiales, al menos funcionales, en el cerebro. El porcentaje del sueno REM y el numero de movimientos räpidos de los ojos en el curso del sueno (REM s) estän en correlation con la experiencia - maduracion. Las investigaciones en este caso han podido demostrar que los sujetos que sue-nan por debajo de la media presentan ciertas insuficiencias mentales o de otro tipo. La investigation se ha realizado con dos categorfas de ninos sordos, de las cuales una (los no rehabilitados con el metodo verbotonal), comunicaba poco por el habla y no la podfa comprender sin lectura labial; y la otra (los rehabilitados con el metodo verbotonal), hablaba y comprendfa el habla sin lectura labial. El porcentaje del sueno en su totalidad para el primer grupo (no rehabilitados con el metodo verbotonal) alcanzaba el 4 % - 12 %. El porcentaje del sueno en el segundo grupo (rehabilitados con el metodo verbotonal), alcanzo el 22 % y hasta el 24 % de la totalidad. Se observa que la mejor percepcion del habla y el habla mišma se aproximan en los deficientes auditivos bien rehabilitados al habla de los oyentes, mientras que los deficientes de audition que no comunican por el habla y no la comprenden (sin mirar), quedan en los niveles bajos del porcentaje del sueno en la totalidad. Era util, creemos, citar los dos estudios neurofisiologicos que conciernen a los sordos, porque sabemos segün diversos estudios que los sujetos que aprenden lenguas extranjeras se comportan como duros de oido. Se podria pues plantear la hipötesis que las estructuras optimas para la percepcion auditiva y la superacion de las estructuras perceptivo-psicolingiifsticas estän ligadas a la organization y la reorganization fiin-cional de nuestra actividad cerebral. Tales hipötesis son posibles porque en la estructura verbotonal (y por lo tanto tambien en la metodologia SGAV), vemos ante todo el funcionamiento. Ahora bien, el funcionamiento puede partir hacia nuevas organizaciones. Podemos concluir que el funcionamiento cerebral de las estimulaciones optimas (y en general de los optimales), conduce a la superacion de las estructuras perceptivas y psicolingüfsticas. Povzetek STRUKTURA V VERBOTONALNI TEORIJI TER PREMAGOVANJE PERCEPTIVNIH IN JEZIKOVNIH STRUKTUR OB REHABILITACIJI Zakonitosti strukture imajo pomembno vlogo tudi v delovanju jezika, se pravi, pri konkretnem izvajanju komunikacijskega dejanja. Treba bi bilo pojasniti, kaj so "strukture delovanja" in kaj je tisto, kar imenujemo "strukturalno razumevanje jezika". Pri tem je treba poudariti, da pojem "struktura" ni istoveten pojmu v znanih strukturalnih teorijah; treba ga je razumeti v običajnem psihološkem smislu. Naše dojemanje se strukturira predvsem na podlagi optimalnih elementov emisije. Ritem in intonacija spadata mednje. Verbotonalna teorija izhaja iz govora. Dojemanje govora teče globalno. Strukturo jezika karakterizira iskanje optimalnega: vsi elementi komunikacije se strukturirajo tako, da bi ta potekala nemoteno in čimbolj učinkovito. To dejstvo nas pripelje do drugačne definicije strukture. Ni pa docela jasno, kako pride do te strukture; domnevamo, da je v naših možganih medsebojna odvisnost in da živčne celice tvorijo neko strukturo. Ne vemo pa, pod kakšnimi pogoji te strukture najbolje funkcionirajo. Ni dovolj, da povemo, da je v naših možganih vse struktura; treba bi bilo pojasniti, kako lahko spodbudimo te strukture k boljšemu delovanju. Avtor želi govoriti predvsem o pojmu delovanja in pri tem poudarja, da nastane struktura v delovanju. S pomočjo raziskovanj na področju rehabilitacije sluha poskuša pokazati, kako se formirajo perceptivno-psiholingvistične strukture in kakšen je način njihovega premagovanja. Siegfried Heusinger CDU 82.081 Magdeburg WIE FREI IST SPRACHLICHES HANDELN? Es ist eine Binsenwahrheit, daß, wer sich sprachlich äußert, auch Verantwortung für das Gesagte wie auch für das schriftlich Vermittelte übernimmt. Es ist die Verantwortung gegenüber dem Rezipienten für den Äußerungsgegenstand (was wird dem Partner mitgeteilt?), für die der Äußerung zugrunde liegende Absicht, die ihr beigemessen wird und die der Rezipient - zumeist jedenfalls - auch erkennen soll; und es ist die Verantwortung für den Stil der Äußerung, mit dem (nach B. SANDIG 1986,25) die "sozial relevante Art der Handlungsdurchführung" angezeigt wird. Der Stil hat die soziale Situation der kommunizierenden Partner zu berücksichtigen, und er schafft eine Beziehung zwischen dem ausgewählten und zu vermittelnden Gedankeninhalt des Sprechers/Schreibers (S/S) einerseits und dem erwartbaren bzw. angenommenen Textverständnis für den Hörer/Leser (H/L) andererseits. Der Freiheit der "freien" Formulierung sind stets Grenzen nicht nur durch Systemnormen, sondern auch durch Zwänge aus übergreifenden Zusammenhängen gesetzt, in die die sprachliche Kommunikation eingebunden ist (Kommunikation z. B. im Bereich der Wissenschaft, der Kunst, der Lehr- und Lerntätigkeit, der offiziellen Verwaltung/Direktive, der Politik). Es sind Präskriptionen des Sprachgebrauchs, die über Systemnormen hinausreichen. Die Verantwortung hat viele Aspekte, und ich möchte im folgenden solche aus meiner Betrachtung ausnehmen, die sich beziehen auf Wahrheit - Unwahrheit, Unterlassung, Manipulation. Es geht mir also um Verantwortung auf der Formulierungs- und Stilebene. Nach T. A. van DIJK gibt es nur wenige Begriffe, die so vage und mehrdeutig sind, wie der Begriff "Stil" (vgl. 1980, 97), und er empfiehlt deshalb eine Unterscheidung zwischen "freier Varianz" (die Entscheidung liegt im Ermessen des S/S) und funktionaler Varianz (die Entscheidung des S/S ist abhängig von der gewählten Textsorte, der Textfunktion und anderer kommunikativer Einflußgrößen - ebenda, 100 f.). Nicht weniger vage als die Grundkategorie ist in erwartbarer Konsequenz auch der Begriff der Stilnorm. Eine, wenn auch nicht die einzige Erklärung dafür dürfte aus aktuellen Forschungsproblemen der Textsortenspezifik herleitbar sein, d.h., es geht um die Frage, ob neben Textsortennormen auch Stilnormen anzunehmen sind oder ob man sogar von "textsortenspezifischen Stilnormen" sprechen müßte (vgl. G. MICHEL 1985, 46). Wenn der Normbegriff mit zu weiter Extension belegt ist, er z.B. neben Verbindlichkeiten für die Textbildung auch auf Erwartungen im Sinne von Empfängereinstellungen gegenüber Sprachhandlungen und ihren Produkten wie auch auf ästhetische Ansprüche an sprachliche Äußerungen bezogen wird, verliert er seinen Wert als lingustischer Terminus. Den Sinn des Normbegriffs sehe ich vor allem in sozial gültigen Verbindlichkeiten für die sprachlich-kommunikative Tätigkeit und für die Beschaffenheit ihres Produkts. Im Sinne dieser Normauffasung ist unter anderem nach sozial gültigen Verbindlichkeiten für die Texteigenschaft bzw. Textkomponente "Stil" zu fragen. Stil begreife ich nicht als eine Formvariante an sich, sondern als eine nach B. SANDIG (1986,14) "sinnhafte Form". Der Stil erfüllt seine Funktion, indem das vom S/S Gemeinte auch vom H/L verstehend rekonstruiert werden kann. Mit dem Textstil muß also für den angesprochenen Partner eine Sprachform gefunden sein, die es ihm ermöglicht, die denotative Textbedeutung adäquat zu erfassen, ebenso die Textkonnotationen, die intendierten Wirkungen und die Kommunikationsabsicht aufzunehmen wie auch den Textsinn zu erschließen. Mit dieser Funktion von Stil ist der Stilbegriff eine Kategorie, die auf eine Textbeschaffenheit verweist, in der sich die sozial bedeutsame Art der sprachlichen Handlungsdurchführung spiegelt. Aus dieser Sicht ist die Stilnorm vor allem auf die Verständlichkeit von Texten für den angesprochenen Rezipienten zu beziehen. Auch Nonnen, die auf sprachlich ausgedrückte Eindeutigkeit von sozialen Beziehungen im Situationszusammenhang referieren, müssen m.E. als Stilnormen behandelt werden. Ein anderer Aspekt der Normativität ist die gesellschaftlich beanspruchte Sprachverwendung im Rahmen konventionalisierten Sprachhandelns unter den Bedingungen einer bestimmten Tätigkeitssituation und eines bestimmten Tätigkeitsbereiches, z.B. Kunst, Journalistik, Wissenschaft und Forschung, Lehr- und Lerntätigkeit. Konkrete Produkte dieses Sprachhandelns lassen sich zu Textsorten verallgemeinern, für die bestimmte Textsortennormen angenommen werden müssen. Stilnormen und Textsortennormen sind nicht identisch. Die von einer Zeitschrift abgedruckte Glosse sollte für den angesprochenen Leserkreis verständlich sein. Ihre sprachliche Form, die sich durch Knappheit, Prägnanz und Pointierheit auszeichnet, ist durch die Textsortennorm geregelt. Dafür ein Beispiel (aus: Autorenkollektiv: Einführung in die journalistische Methodik. Leipzig 1988, S. 161) Nostalgie? Nachdem Wind und Regen arg am Äußeren des Hauses Hermann-LiebmannStraße 56 genagt hatten, bekam die Fassade vergangenen Monat ein neues Antlitz. Die von abgebröckeltem Putz und halb herausgebrochenen Ziegelsteinen gekennzeichnete Eingangszone des dortigen Eckladens blieb in ihrer alten Schönheit erhalten. - Sozusagen Halbwerterhaltung. Arbeitsweise und Verantwortung - bzw. verantwortungsloses Arbeitsverhalten -wie wir sie nicht dulden wollen, aber noch immer in unserem Alltag beobachten können, werden knapp und prägnant glossiert. Die für eine Glosse beanspruchte knappe Darstellung wird durch Konzentration auf wesentliche Sachverhaltsaussagen erreicht, und sie wird sprachlich unterstützt durch die verdichtende Attribuierung. Mittels der Metaphorik "hatte genagt", "bekam ein neues Antlitz" und der Ironie "Nostalgie?", "in ihrer alten Schönheit" wird mit sprachlicher Prägnanz auf den Sachverhalt Bezug genommen. Die okkasionelle Bildung "Halbwerterhaltung" ironisiert die attackierten Zustände und Verhaltensweisen durch pointierende Konzentration. Diese hier nur knapp gehaltene Analyse weist die für die Textsorte beanspruchte Normgemäßheit nach. Ein anderer Bewertungsgesichtspunkt ist das stilistisch Normative - wie ich es herauszuarbeiten versucht habe. Der durchschnittlich gebildete erwachsene Zeitungsleser, für den die Glosse geschrieben wurde (Kinder noch im mittleren Schulalter würden die Metaphorik und die Ironie nicht verstehen), hat selbst seine Erfahrung gemacht, und er ist - so soll hier angenommen werden - ortskundig, so daß er aus seiner Regionalzeitung auch die angesprochene räumliche Beziehung herleiten kann: "Haus Hermann-Liebmann-Straße". Auch die referenzidentischen Lexeme "Äußeren des Hauses" - "Fassade" - "Antlitz" können vom Leser sicherlich semantisch aufeinander bezogen werden, was natürlich eine Bedingung für die Verständlichkeit ist. Auch die Konkretisierung zur metaphorischen Aussage "hatte genagt" kann aus dem noch erhaltenen Zustand der Eingangszone über die Lexembedeutungen "abgebrök-kelter Putz", "halb herausgebrochene Ziegelsteine" vom Leser - so wollen wir annehmen - dekodiert und zur ironischen Bedeutung des Phrasems "in ihrer alten Schönheit" in Beziehung gesetzt werden. Ausschlaggebend für das Verständnis der Glosse ist ihre Pointe, in der der geläufige Terminus "Werterhaltung" durch den negativ konnotierten Okkasionalismus "Halbwerterhaltung" ersetzt wird. Die Komposition, die aus den usuellen Lexemen "Halb" und "Werterhaltung" vom Schreiber gebildet und als Stilelement aufgenommen worden ist, wird über das aktuelle Textverständnis des Lesers zur Kontamination aus negativ konnotiertem "Halbwert" und positiv konnotierter "Werterhaltung". In dieser Widersprüchlichkeit ist die (gewiß beabsichtigte) ironische Wirkung begründet. Die textinterne semantische Beziehung des Bestimmungswortes "Halbwert" zum attackierten vorangestellten Sachverhalt muß vom Leser geleistet werden, indem er das aus dem Text Erfahrene auch als Halbheit an Arbeitsqualität begreift, der Leser also selbst eine semantische Komprimierung und Wertung vornehmen muß. Die Stilnorm für das vorangestellte Beispiel beansprucht, daß die textinternen semantischen Relationen und die darin eingeschlossenen Bedeutungsübertragungen verstehend aufgenommen bzw. rekonstruiert werden können, so daß der Leser auch die intendierten Wirkungen, die an den Sprachstil gebunden sind, zu erfassen vermag. An dieser Stelle soll eine kurze Ausführung zur Spezifik der Stilnorm eingeschoben werden. Die verständnissichernde Funktion des Textstils besiert auf dem Fremdbild, das der S/S vom H/L hat. Der S/S muß von Erwartungen über die Erwartbarkeit des H/L ausgehen und danach seine stilistischen Entscheidungen treffen. "Erwartung" hat sich zu einem linguistischen Terminus entwickelt, wie U. FIX (1987, 62 ff.) über- zeugend nachweisen konnte. Erwartungswerte, die der Rezipient hat und die der Produzent mitdenkt, sind nicht mit Norm gleichzusetzen, aber wenn sich die Erwartung als durchschnittliche gesellschaftliche Größe manifestiert, bestimmt sie die Norm, die für die Textbeschaffenheit gesellschaftlich gesetzt ist. Die Erwartung an die Verständlichkeit von Texten ist sowohl subjektiv als auch objektiv. Sie ist subjektiv im konkreten Kommunikationsakt, weil auch der mitgedachte H/L weitgehend individualisiert werden kann. Sie ist objektiv, weil sie - auch im konkreten Kommunikationsakt - immer auch den gesellschaftlichen Durchschnitt einschließt, also das Interindividuelle. Mit dieser objektiven Bezugnahme wird die Erwartung zur Handlungsanweisung an den Rezipienten, also zur Norm. Stilnormen - so meine ich - sind allein auf das Objektive, auf die gesellschaftlich durchschnittliche Erwartung zu beziehen. Demnach bleiben sie Abstraktionen, weil ihre Herleitungsbasis in der Vielfalt individueller Erwartungen besteht. Ich stimme U. FIX zu, wenn sie schreibt: "Nonnen liefern Produktionsanweisungen für die Herstellung eines Textes von bestimmter, nämlich adäquater Beschaffenheit." "Normen liefern die Rezeptionsanweisung für die Aufnahme eines in der Regel als adäquat erwarteten Textes" (ebenda 63). Die Textbeschaffenheit - so füge ich ergänzend hinzu - im Hinblick auf Verständlichkiet und sozialer Akzeptanz wird durch die Stilnorm geregelt. Ansprüche an die Wohlgeformtheit von Texten - ästhetische Ansprüche - sind in der wissenschaftlichen Diskussion bisher nur selten behandelt worden. H. ISENBERG (1976, 48) hat mit dem Begriff der Wohlgeformtheit eine textlinguistische Theorie der sequentiellen Textkonstitution angeregt. Unter dem Aspekt der Wohlgeformtheit wird der Text als kohärente lineare Abfolge von nach bestimmten Prinzipien sequentiell verknüpften sprachlichen Einheiten betrachtet. Ich möchte die von ihm herausgearbeiteten Wohlgeformtheitsbedingungen wie auch die semantischen und syntaktischen Bindungsregeln nicht referieren, sondern mich vielmehr intuitiv dem Problemfeld der Wohlgeformtheit zuwenden. Mit intuitivem Verständnis ist Wohlgeformtheit eine im weitesten Sinne (und nicht nur auf kunstvolle Geformtheit anwendbare) sprachästhetische Kategorie, die sich auf die ästhetischen Eigenschaften von Texten und ihren Wirkungen bezieht. In die als wohlgeformt empfundene Äußerung sind nach meiner Auffassung individuelle Realisierungen der Komposition - die Wohlkomponiertheit - eingeschlossen, die dem S/S in den Grenzen funktionaler Zwänge und des für die jeweilige Textsorte beanspruchten Kompositionsprinzips möglich sind, z.B. die Eröffnungsgestaltung einer narrativen Textsorte oder der Beweisansatz und die Beweisfolge einer Argumentation. Das als wohlgeformt Empfundene hat eine Beziehung zur Norm insofern, als es dem S/S erlaubt ist, im Spielraum der Norm freie Stilentscheidungen zu treffen. Was als ästhetisch, als akzeptabel oder als nicht ästhetisch bzw. als wohlgeformt oder nicht wohlgeformt zu gelten hat, wird vom Geschmack bzw. Sprachgefühl her entschieden, den/das der Kommunikationsteilnehmer in sprachlich-kommunikativer Tätigkeit er- fahren hat. Diese Erfahrungen, in denen gesellschaftliche Ansprüche und Regelmäßigkeiten individuell verallgemeinert sind wie auch in didaktisch gelenkter Lerntätigkeit übermittelt wurden, weist dem ästhetischen Empfinden nicht ausschließlich individuelle, sondern ebenso gesellschaftliche Anteile zu. Es wäre beispielsweise interessant zu erfahren, ob sich und in welcher Hinsicht sich Ansprüche an die Wohlge-formtheit von Texten in Ost- und Westdeutschland, die mehr als 40 Jahre ein nationales Eigenleben hatten, unterscheiden. Was der einzelne als ästhetisch bzw. wohlgeformt empfindet, ist der Reflex auf gesellschaftliches Sprachverhalten, das er individuell verarbeitet und aufgenommen hat. Das Ästhetische - und auf dieser Bezugsebene das Wohlgeformte - ist an den Individualstil gebunden. Das Problem liegt darin, diese Erkenntnis für die kritische Textbeurteilung zu nutzen. Eine Auswahl von Gesichtspunkten, die die Beurteilung orientieren kann, sind m.E. 1. die zweckmäßige oder in ihrer Entgegensetzung die unmotivierte Nachahmung von Klischees, Stereotypen; 2. die lexikalische Auffüllung der Textgestalt, soweit sie nicht funktional bedingt ist (z.B. durch Fremdwörter, Termini technici, Regionalismen, Archaismen, Vulgarismen, saloppen oder gehobenen Sprachformen); 3. der Reichtum an individuellen Ausdrucksmitteln und an Variabilität der Sprachverwendung; 4. die verständnissichernde Beziehungsgestaltung in der kohärenten Abfolge sprachlicher Einheiten; 5. die auf Wirkung zielende (angemessene oder nicht angemessene) Abweichung von der erwartbaren Sprachgestalt. Es ist aber auch zu bedenken, daß als wohlgeformt eine sprachliche Äußerung häufig von Rezipienten nur dann empfunden wird, wenn sie der Adressat auch als verständnisfördernd bewerten kann. So gesehen, hat die Wohlgeformtheit von Texten auch eine Beziehung zur Stilnorm, ohne mit ihr identisch zu sein. Meine Studenten beklagen oft, daß ihnen viele der für sie geschriebenen Lehrbücher nur schwerverständlich sind. Wenn die eingeschränkte Verständlichkeit nicht auf mangelnde fachliche Kompetenz zurückgeführt werden kann, ist der Hinweis berechtigt, und wir haben zu prüfen, ob wir unserer Verantwortung für den Stil und die Formulierung (nicht nur unserer Lehr- und Lerntexte) immer gerecht werden. Wir haben jedenfalls einen Grund, darüber nachzudenken. In einer Zusammenfassung seien wesentliche Aussagen meines Beitrages wiederholt. sprachlich-kommunikative Tätigkeit und ihr Produkt Sprachnormen u.a. speziellere Normen (grammatische, lexikalisch-semantische, phonetische...) Textsortennormen Normen für konventionalisiertes Sprachhandeln zur Erzeugung bestimmter klassenbildender Textformen im Rahmen objektiver Erfordernisse des Tätigkeitsbereiches / der Tätigkeitssituation, z.B. Normen an einen Lebenslauf, ein Protokoll, eine Glosse in der Presse Stilnormen • Versändlicheit sichernd • soziale Beziehung reguliernd • u.a. (Handlungsanweisung an den Textproduzenten) Normerwartung des Textrezipienten (Handlungsanweisung an den Rezipienten) Wohlgeformtheit individualstilistiche Entscheidung des S/S t Bewertungsgesichtspunkt des H/L nach Geschmach, Sprachgefühl und Textverständlichkeit • t-Verständlichkeit als verbindender -► • Gesichtspunkt Wie frei ist sprachliches Handeln? - Nach dieser eingangs gestellten Frage wendet sich der Autor sprachlich-kommunikativen Normen und ästhetischen Erwartungen zu, die für die Sprachverwendung beansprucht werden und nur eine mittelbare Beziehung zu den Systemnormen haben. Er hebt speziell die Stilnorm, die Textsortennorm und die soziale Erwartung nach Wohlgeformtheit sprachlicher Äußerungen hervor. Das sie Kennzeichnende, aber auch sie Unterscheidende wird durch Beispiele expliziert. Der Freiheit der "freien" Formulierung sind durch Präskriptionen des Sprachgebrauchs stets Grenzen gesetzt. Die Stilnorm ist vor allem auf die Verständlichkeit von Texten für den angesprochenen Rezipienten zu beziehen, auch Präskriptionen, die auf sprachlich ausgedrückte Eindeutigkeit von sozialen Beziehungen im Situationszusammenhang referieren, werden als Stilnormen angesehen. Die für Textsorten beanspruchte Normgemäßheit - die Textsortennorm - wird am Beispiel einer Glosse verdeutlicht, für die Knappheit, sprachliche Prägnanz und Pointiertheit verbindliche Gestaltungsmerkmale sind. Anders die Stilnorm. Sie beansprucht für das gewählte Beispiel der Glosse, daß die textinternen semantischen Relationen und die darin eingeschlossenen Bedeutungsübertragungen verstehend aufgenommen bzw. rekonstruiert werden können, so daß der Leser auch die intendierten Wirkungen, die an den Sprachstil gebunden sind, zu erfassen vermag. Wohlgeformtheit ist eine sprachästhetische Kategorie, die mit dem Individualstil des Sprechers/Schreibers in Verbindung gebracht wird. Das als ästhetisch Empfundene geht auf den Geschmack bzw. das Sprachgefühl zurück, den/das der Kommunikationsteilnehmer in sprachlich-kommunikativer Tätigkeit erfahren hat. Diese Erfahrungen, in der gesellschaftliche Ansprüche und Regelmäßigkeiten individuell verallgemeinert sind wie auch in didaktisch gelenkter Lerntätigkeit übermittelt wurden, weist dem ästhetischen Empfinden nicht ausschließlich individuelle, sondern ebenso gesellschaftliche Anteile zu. LITERATUR Dijk, Teun A. van: Textwissenschaft. - Eine interdisziplinäre Einführung. München 1980. Fix, Ulla: Erwartung in der Linguistik. Anmerkungen zum Verhältnis von Erwartung, Norm und Adäquatheit. In: Beiträge zur Erforschung der deutschen Sprache. Bd. 7, Leipzig 1987, S. 62 ff. Isenberg, Horst: Einige Grundbegriffe für eine linguistische Texttheorie. In: Probleme der Textgrammatik, studia grammatica XI, Berlin 1976, S. 47 ff. Michel, Georg: Positionen und Entwicklungstendenzen der Sprachstilistik in der DDR. In: Sprache und Literatur in Wissenschaft und Unterricht. H. 55, München 1985, S. 42 ff. Sandig, Barbara: Stilistik der deutschen Sprache. Berlin, New York 1986. Povzetek DO KAKŠNE MERE JE JEZIKOVNA DEJAVNOST SVOBODNA? Po tem uvodoma postavljenem vprašanju se avtor posveti jezikovno sporočevalnim normami in estetskim pričakovanjem, ki jih mora upoštevati jezikovna raba in ki so le posredno povezane s sistemskimi normami. Posebej izpostavlja stilno normo, normo besedilnih vist in socialno pričakovanje lepe oblikovanosti jezikovnih formulacij. To, kar je zanje značilno, pa tudi to, po čemer se razlikujejo, je ponatančeno z zgledi. Svobodo "svobodnih" formulacij stalno omejujejo predpisi o jezikovni rabi. Stilno normo opredeljuje predvsem razumljivost besedil s strani konkretnega naslovnika, tudi predpisi, ki se nanašajo na jezikovno izraženo enoumnost socialnih razmerjih v položajni sovisnosti, se uvrščajo med stilne norme. Izpolnjevanje norm posameznih besedilnih vrst - norma besedilne vrste - je razloženo na zgledu glose, za katero so značilni oblikovalni znaki zgoščenost, jezikovna pregnantnost in poantiranje. Drugače je s stilno normo. Le-ta za izbrani zgled glose postuliia, da morajo biti znotrajbesedilna pomenska razmerja in vsi vanje vključeni pomenski prenosi pravilno razumljeni oz. rekonstruirani, da bi tako bralec mogel dojeti tudi načrtovani učinek, vezan na določeni jezikovni slog. Lepa oblikovanost je jezikovno-estetska kategorija, ki jo povezujejo z individualnim slogom govorca/pisca. Občutje estetskega omogočata okus oz. jezikovni čut, ki si ju je udeleženec sporočanja pridobil z jezikovno sporočevalno dejavnostjo. Te izkušnje, ki so individualne posplošitve družbenih zahtev in pravil, ki pa so bile posredovane tudi v didaktično usmeijenih učnih procesih, dajejo estetskemu občutju ne le individualno, temveč prav tako družbeno noto. Paul A. Gaeng Urbana, Illinois CDU 807.31-193.6 THE EXTENT TO WHICH INSCRIPTIONAL EVIDENCE MAY SERVE AS A SOURCE OF "VULGAR," i.e. SPOKEN LATIN "It is incumbent on Romance scholars to analyze and interpret their exceptionally full stock of linguistic material, using all methods of study at their disposal, working both backward and forward in time. Only thus will Romance linguistics be enabled to do what others expect of it: to serve not only as an end in itself but as a model and training-ground for workers in all fields of historical linguistics." Thus wrote the American scholar, Robert A. Hall, jr. some forty years ago in an essay on the reconstruction of Proto-Romance.1 Indeed, the researcher into the history of the Romance languages is faced with, on the one hand, the schemes of reconstruction (essentially based on the principles of the historical comparative method) and the often puzzling testimonies of reality found in the sources. Put in other terms, he has the choice of working with an abstract system represented by starred Latin forms that do not belong to any real language or the reality of the mass of postclassical written records that have come down to us to be analyzed and sifted through with a view to discovering evidences of trends toward Romance in phonology, morpho-syntax, and vocabulary. And while there are, no doubt, materials whose meaning in terms of future evolution of the Romance languages is difficult, if not impossible to discover, there is an abundance of those that prelude the future. It is the attention to the future that, I believe, can give reality and life to the large number of forms collected from inscriptions, late writers, and other sources of so-called "Vulgar", i. e. non-literary Latin. The schemes of reconstructed Proto-Romance, which could be defined as the earliest stages that can be reconstructed by means of a comparison of all the Romance languages, are not to be thought of as an etat de langue, nor to be equated with what is commonly referred to as "Vulgar Latin," unsatisfactory as this term may be because of its vagueness in terms of time reference and social stratifications involved. Since the reconstruction of Proto-Romance can only go back as far as the available Romance data permit, one can at best arrive at an abstract summary of certain characteristics common to all languages, a systeme d'approchement, to use Meillet's formulation, rather than an historical reality, that is, a living Latin spoken in various regions of the Roman Empire, from which the Romance languages ultimately derive. The treatment of Latin as a real language in historical Romance studies rather than as an abstract system of relationships has given rise to a great deal of discussion 1 "The Reconstruction of Proto-Romance," £a«g«age, 26 (1950), 27. and theorizing. It is not my purpose to review the history of the debate.2 Suffice it to say that ever since Meyer-Liibke modified his rigid neo-grammarian stance around the turn of the century by substituting a chronologically, socially, and regionally differentiated Volkslatein (the term he preferred to Vulgärlatein) for a reconstructed, homogeneous, and unitary Ursprache existing separately from and independently of literary Latin, Romanists have increasingly come to rely on documentary evidence for explaining Romance developments by searching for the testimonies of a real language rather than on the reconstruction of a lingua etymologica, a kind of reconstructed Romance Latin. The publication of Hugo Schuchardt's three-volume Vokalismus des Vulgärlateins,3 a little over a hundred years ago, marked the beginning of documentary research in the field of Romance philology, the first concerted attempt at sifting out Romance features from non-literary written sources, such as inscriptions, manuscripts, glossaries, and remarks by Latin grammarians. The novelty of the Vokalismus, however, did not merely consist of the linguistic analysis of the direct sources of this non-literary Latin but also in Schuchardt's a priori belief that the sermo plebeius he was dealing with must have been locally differentiated from the earliest times on, though he himself had to admit, albeit reluctantly, that this rustic Latin appeared on all monuments of all regions as essentially the same (Vokalismus I, 77). Thus, he posed one of the fundamental problems that has plagued Vulgar Latin and Romance studies ever since, namely the axiom of a locally differentiated Latin, on the one hand, and, on the other hand, the testimony of postclassical texts that seem to show a unified language with no appreciable local variations. The question, in other words, is the following: do linguistic features that differentiate Romance languages and dialects correspond to dialectal differences already in existence in Latin? While the thesis of vertically (i. e. socially) and horizontally (i. e. geographically) differentiated Latin has become generally accepted by Romance scholars, it is the degree of regional differences which, in the present state of our knowledge, is still and, presumably, will continue to be a matter of controversy, for there remains the vexing problem of reconciling linguistic differentiation of a living Latin spread over the vast area of the Roman Empire with the evidence of the available written monuments that reveal an essentially uniform Latin, giving little or no clear indication of local variations. Attempts to show the existence of dialectial characteristics pointing to an "African", "Gaulish", "Hispanic", or "Danubian" Latin have not yielded cogent results, the authors who analyzed inscriptional material of a particular region having only been able to cull post-classical phonetic and morpho-syntactic features that could not be considered as being specific to a given region.4 2 For a concise summary of the debate, cf. G. Reichenkron, Historische latein-altromanische Grammatik, Wiesbaden, 1965, 58-76. 3 Leipzig, 1866-68. 4 The following classic studies need to be recalled in this connection: Karl Sittl, Die lokalen 20 I shall attempt to show, in what follows, the way in which we can utilize inscrip-tional material as a source of spoken Latin and evidence of its regional differentiation. Let me recall that there is no such thing as a text written in the sermo vulgaris, that is a text in-Vulgar Latin and that the best we can hope for is to find hints and to catch an occasional glimpse of the true nature of the spoken language through inadvertances and unconscious mistakes of the writer since, as Einar Löfstedt reminds us, "even the most uneducated person, as soon as he begins to write, if it be only a letter or a few words on a plastered wall, is directly or indirectly influenced by innumerable literary precedents or reminiscences."5 It is generally admitted that private, non-official inscriptions, particularly prose inscriptions of the funerary type, constitute a valuable source of spoken Latin because they frequently deviate from the orthographic and grammatical norms of literary Latin and that many of these deviations are not fortuitous but, indeed, are prompted by spoken language habits that find eventual expression in one or the other Romance language. The validity of Veikko Väänänen's claim, for instance, that the 5,000 Pom-peian graffiti "constituent un monument unique de la vie ordinaire" has been proven by the general recognition and critical acclaim of his monograph first published in 1937, now in its third edition.6 And once the influence of the spoken language is acknowledged, there is no reason to assume that such an influence should be limited to phenomena that are common to all of Romania, to the exclusion of features that are characteristic of a particular region. Furthermore, seeing that inscriptions are localized and in many instances also dated with some accuracy, they yield information that can only exceptionally be gleaned from literary sources during the early post-classical stages of Latin. To illustrate this point, Gerhard Rohlfs, one of the most thoughtful Romanists of our time, adduces the following example: in inscriptions from southern Italy and Rome (volumes IX and VI of the CIL, respectively) one occasionally comes across the form tata in the meaning of "father". This word, we know, has survived in this regions to this day as the more usual one to designate this member of the family, particularly when speaking of one's own father; thus, in the Calabrian dialect tata oje non vene corresponds to a Latin TATA HODIE NON VENIT. The word tatä, also Verschiedenheiten der lateinischen Sprache mit besonderer Berücksichtigung des afrikanischen Lateins (Erlangen, 1882), Jules Pirson, La langue latine des inscriptions de Gaule (Bruxelles, 1901), Albert Carnoy, Le latin d'Espagne d'apres les inscriptions (Louvain, 2 1906) and the more recent studies by H. Mihäescu,Limba latinä inprovinciile dunärene ale Imperiului Roman (Bucarest, 1960) and, in particular, the expanded French version of his book entitled La langue latine dans leSud-Est de l'Europe (Paris/Bucarest, 1978), as well as Sorin Stati, Limba latina in inscripjiile din Dacia ScythiaMinor (Bucarest, 1961). In fact, summing up his substantial research, the Rumanian scholar concludes that: "Pour nombreux et varies qu'ils soient, les faits linguistiques coserves dans les inscriptions et les textes du sud-est de l'Europe ne sont pas specifiques pourcette region, ni uniques" (La langue latine, 1978, 327). 5 Late Latin. Oslo, 1959,15. 6 Le latin vulgaire des inscriptionspompeiennes (3rd ed. Berlin, 1966). attested on inscriptions from the Danubian Provinces, has replaced Lat. PATER in Romanian altogether.7 No one will quarrel with Rohlfs as far as localizing lexical items goes. The problem arises when we want to investigate dialectal differences as they may be reflected in the language in which inscriptions are couched. As Antonio Tovar has pointed out: "there are irregularities in the materials whose meaning in connection with the future evolution of Romance languages is impossible to discover; there are others in which the future annonces itself. Attention to the future is what can vivify the swarm of forms collected from inscriptions, late writers, and the rest of the sources for "Vulgar Latin".8 If, indeed, misspellings can show important trends toward later Romance developments, then we must ask ourselves just how much value we may attach to "mistakes" due to the negligence or the ignorance of the stonecutter, so as not to read into them more than we are entitled to. We must, thus, guard against drawing hasty conclusions concerning phonological and morphological phenomena, while keeping in mind that an isolated instance of a specific phenomenon may turn out to be significant, such as the lunis die formula found on some Italian and Hispanic epitaphs. From a philological point of view, inscriptions have not escaped the critis's eye and limitations placed on their value have been pointed out more than once. For one thing, the variety of language is quite restricted and, except for metric inscriptions which are influenced to a large extent by literary and poetic traditions, they very often are made up of little more than traditional formulae, proper names, abbreviations, etc. Yet, even the severest critics admit that with a sufficient body of material it is often possible to cull some interesting information as to the state of the spoken language.9 Be it said in passing that critics of inscriptional material as being valid evidence of the state of the Latin language at a given time, as well as being a source of information concerning specifically local features, have not spurned citing isolated inscriptional examples to support their theories. Another limitation placed upon the value of inscriptional material which, incidentally, it shares with other documentary evidence, is that certain spellings may not at all represent actual pronunciation but may rather be due to stereotyped orthography, much the way Fr.eau represents the phoneme /o/ in the modern language, while reflecting a former stage of the language. Granting the shortcomings, limitations, and caveats, I firmly believe that, all things considered, inscriptions, particularly Christian prose inscriptions, are a valid source of spoken Latin, provided we do not draw general conclusions about phonolo- 7 In the languages that form the bridge between Southern Italy and Rumania, the word for "father" derived from Lat. TATA is also attested, e.g., Old Dalmatian tata, teta, Vegliote tuota, and Albanian tate. Cf. Wilhelm Meyer-Lübke, Romanisches etymologisches Wörterbuch (3rd ed. Heidelberg, 1935), 710 (#8596). 8 "A Research Report on Vulgar Latin and its Local Variations," Kratylos, 9 No. 2 (1964), 113-114. 9 Thus, W. Kroll, "Das afrikanische Latein," Rheinisches Museum fir Philologie, 52 (1897), 573. gical and morpho-syntactic phenomena from single occurrences of a "misspelling," but on the basis of the frequency of occurrence of a given orthographic deviation or deviant construction with respect to the classical Latin standard.10 Linguistic inquiries into particular regions, having yielded little, if anything, in terms of regional characteristics of spoken Latin, it seemed to me that if we wanted to learn something about such local variations, an important feature of the study of any spoken language, this could only be done so by means of a comparative etude d'ensemble on the language of Roman Italy and its Provinces, such as the one advocated by Sittl nearly a century ago.11 Armed with basically two sources, Ernst Diehl's edition of Latin Christian inscriptions12 and Vives' collection of Christian inscriptions from Iberia,13 I set out, in three separate studies,14 to analyze prose inscriptions of the funerary type, with a view to discovering, by means of counting "mistakes" on a given inscription with respect to the classical Latin norm, certain language features occurring more frequently in one or several regions than in others, characteristics which, at the same time, would also suggest trends pointing to future Romance developments. With a corpus of ca. 5,000 items from the Western Roman Empire, 1,250 items from Africa and 300 items from the Latin speaking provinces of the East,15 I divided my material into five main regions, following the topographical classification of the Corpus Inscriptionum Latina-rum, namely (a) the Iberian Peninsula (further subdivided into Baetica, Lusitania, and Tarraconensis); (b) Gaul (subdivided into Narbonensis and Lugdunensis); (c) Italy (subdivided into Northern, Central, and Southern Italy); (d) Rome (capital of the Ro- 10 Sittl, as a matter of fact, may have well been the first one to realize the importance of frequency when he wrote: "gewisse Lautveränderungen sind vielleicht allen Dialekten einer Sprache gemeinsam, aber der Unterschied besteht dann darin, dass sie in einem äusserst selten, in einem anderen fast regelmässig vorkommen" (Die lokalen Verschidenheiten, 47). 11 "Jahresbericht über Vulgär- und Spätlatein 1884-1890," Jahresbericht über die Fortschritte der classischen Alterthumswissenschaft, 67 (1892), 226. Sittl predicted, as a matter of fact, that once the inscriptional material would be made available through the monumental Corpus Inscriptionum Latinarum - which had barely begun publication in his days - dialectal differences would become quite apparent. 12 InscriptionesLatinaeChristianaeVeteres, ed. Ernst Diehl. 3 vols (Berlin, 1924-1931; rpt. 1961)with Supplementum, ed. J. Moreau and H. I. Marrou (Berlin, 1967). 13 Inscripciones cristianas de la Espana Romana y Visigoda. Barcelona, 1942. 14 Paul A. Gaeng, An Inquiry into Local Variation in Vulgar Latin, as reflected in the Vocalism of Christian Inscriptions (University of North Carolina Stuudies in the Romance Languages and Literatures, No. 77) (Chapel Hill, 1968); A Study of Nominal Inflection in Latin Inscriptions: a Morpho-Syntactic Analysis (UNC Studies in the Romance Languages and Literatures, No. 182) (Chapel Hill, 1977); Collapse and Reorganization of the Latin Nominal Flection, As reflected in Epigraphic Sources (Scripta humanistica) (Potomac [MA], 1984). 15 The paucity of material with respect to the Western Roman Empire and Africa is essentially due to the fact that Christian inscriptions from the Danubian Provinces greatly decrease in number during the fourth century A. D. and are no longer found beyond the end ofthat century, while in Dalmatia they are still attested in the sixth century. Cf. Ion Fischer, Latina dunäreanä (Bucure§ti, 1985), 7. man world whose separate treatment is justified by the abundance of material); (e) Africa; and (f) the East (subdivided into Dalmatia and the Danubian Provinces). Because of the high percentage of dated material in some areas (40 % of all prose inscriptions in Gaul and Italy, better than 80 % in Iberia, 20 % in Africa, but less than 20 % in the East), I was also able to establish, whenever possible, chronological divisions into, roughly, the fourth, fifth, and sixth centuries.1 On the basis of comparative percentage figures obtained whenever the number of examples of a given phenomenon seemed to justify this procedure (e.g., the change from /-um/ to /-o/ in the accusative singular of 2nd declension nouns, as in the frequent phrase titulo posuit), I was able to show that, despite the strongly formulaic nature of inscriptional material and the fact that deviations from the classical Latin norm appear to be more or less identical in all areas of the Empire, it is possible to detect certain features that occur more frequently in one or several areas as against others, thus pointing to regional differentiations in spoken Latin during the period of latinity covered by the monuments in question. A few pertinent examples drawn primarily from both phonology and morpho-syntax, specifically the nominal flection, may serve to illustate my thesis: A. PHONOLOGY 1. We know that in the greater part of Romania Latin Л/ and /u/ in stressed syllable assumed the same quality as /e/ and /5/: e.g. BIBO > bebo and GÜLA > gola. Indeed, inscriptions abound in spellings like menus, veces, tomolo, colomna, fede, etc. reflecting these changes in pronunciation. A statistical analysis shows that, by the fifth century, this phenomenon is particularly pronounced in Gaul. We are also told that the merger of Latin /e/ and Д/ must have preceded that of /6/ and /ü/ by about a centuiy.17 Indeed, comparative statistics reveal that (a) the merger of /e/ and Д/ is particularly pronounced in Gaul and (b) that the merger of /5/ and /u/ is not significant before the sixth century, except for the Central Italian area, suggesting that the front vowels did not universally merge before the back vowels, as suggested by accepted theory;18 16 The Hungarian scholar, Jozsef Herman, proposed a comparative quantitative analysis to epigraphic material in an article entitled "Aspect de la differentiation territoriale du latin sous 1 'Empire." (Bulletin de la Societe linguistique de Paris, LX, 1(1965), 54-70), in which he compared fifth and sixth century Christian inscriptions from Iberia, Gaul, northern and southern Italy, Rome, and Dalmatia. His methodology, however, differs from mine in that he bases his comparison not on the frequency of deviant spellings with respect to the classical Latin norm, but rather on deviations alone, i. e. on the ratio between spellings that are likely to reflect a phonetic feature of the spoken language in a given region and the total number of all deviations in that same region. 17 Edouard Bourciez, Elements de linguistique romane (44th ed. Paris, 1956), 42-43. 18 This conclusion is confirmed by Herman's comparative study: "Nos materiaux permettent d'apporter un leger correctif ä la conception largement repandue selon laquelle le regroupement des timbres dans la serie velaire etait plus tardive que celui dans la Serie palatale." ("Essai sur la latinite du littoral adriatique ä l'epoque de l'Empire," m Sprache und Geschichte. Festschrift für Harri Meier zum 65. 2. While unstressed Latin vowels in the initial syllable appear to be quite stable, the expected Latin /e/ is frequently spelled with i on Roman inscriptions e.g., difun-ctus, dipositus for DEFUNCTUS, DEPOSITUS. In fact, the pattern of orthographic i for Lat. /e/ in this position with respect to other areas is so consistent that Rome may well be considered as the focal point of this feature which is characteristic of modern standard Italian. 3. The loss of the intertonic vowel, specifically the penult, is responsible for a "phonological rift" between the provinces of Gaul (including the Gallia Cisalpina) and the Iberian Peninsula, on the one hand and the rest of Romania, on the other hand, foreshadowing the eventual difference in syllabic structure of the Gallo- and Ibero-Romance languages with respect to the Italo- and Balkan-Romance idioms. Frequent spellings like femena, nomene, comete, domene, famola, regola, secolo, etc. gleaned from Iberian, Gaulish and Northern Italian inscriptions, in particular, suggest a lack of stability of the unstressed vowel in this position signaling its weakening into a schwa and subsequent disappearance though syncopy. Inscriptions from Gaul show the highest percentage of incorrect spellings (46,8 % and 55,5 % of e spellings for Д/ and 70,9 % and 54,4 % of o spelings for /u/ on 6th century inscriptions from Narbonensis and Lugdenensis, respectively) followed by those from Iberia and Northern Italy (with between 10 % and 24 % incorrect spellings), while misspellings in Central and Southern Italy (including Rome), Africa, and the Eastern Provinces (Dalmatia and the Danubian Provinces) are least frequent, never more than 5 %.19 What emerges from these data, then, is a cleavage between Centro-Southern Italy, Dalmatia and the Danubian Provinces, on the one hand and the rest of Romania, on the other hand, announcing future Romance developments, i. e. a trend towards a paroxitonic syllable structure in Gallo- and Ibero-Romance - and a subsequent evolution to an oxytonic structure in modern French -, while most Italian dialects, Sardinian, Dalmatian and the only survivor of Eastern Latin, Rumanian, tend to preserve the proparoxytonic structure of Latin, e.g. FEMINA > Fr. femme, Sp. hembra, Port, femea, It. femmina, Rom. femeie.20 Geburtstag, ed. Eugenio Coseriu and Wolf-Dieter Stempel [München, 1971], 223). 19 Intertonic vowels in African, Dalmatian, and Danubian inscriptions appear to be quite stable. Cf. Stephen W. Omeltchenko, A Quantitative and Comparative Study of the Vocalism of the Latin Inscriptions of North Africa, Britain, Dalmatia, and the Balkans. Chapel Hill, 1977, 206-208 and 304-310. 20 This "macrolinguistic" division does not take account of conservative regions within larger dialectal areas. In northern Italian dialects, for instance, the presence or the absence of syncopy opposes innovative and conservative regions; thus, Lat. TOXICO, gives tosego in Venitian, tosek in Lombardic, and tosk/tözg in Emilian-Romagnolo. Cf. Pavao Tekavčić, "L'epigraphie latine et le probleme de la differentiation du latin." Arfieološki Vestnik, Vol. XXX, (1979), 564, and Gerhard Rohlfs, Historische Grammatik der italienischen Sprache und ihrer Mundarten. Vol. 1 (Bern, 1949), 227. B. NOUN MORPHOLOGY The following noteworthy features pointing to regional differentations deserve to be underscored: 1. In the second class of Latin nouns, the /-i/ ending of the genitive singular, when it expresses a possessive relationship, is often replaced by a form in /-o/ on epitaphs from Gaul (particularly the Lugdunensis), Dalmatia and the Danubian Provinces. Thus, we read fili Magno, area Iucundi puero, Ursiniano subdiacono ossa, etc. An obvious extension of the Latin dative of possession and the dativus sympatheticus, these constructions seem to foreshadow the adnominal dative of Old French and Old Provencal (e.g., lifils le roi), while in Rumanian this construction remains to this day the sole possibility of expressing the possessive genitive.21 Attested sporadically on Italian inscriptions, this adnominal construction is totally absent from Iberian inscriptions and we find no traces of it in Ibero-Romance dialects. The use of the possessive and adnominal dative in genitive function in the Latin of the East seems to be, furthermore, confirmed by the substitution of dativ forms in /-i/ for 3rd declension singular genitives in /-is/, as in filius Eufrasio comiti, a dative form that, in all probability, is reflected in the singular of feminine nouns of this declension.22 2. A feature which, to my mind, is quite in accord with the development of Italian and Romanian plurals of the i cani, le parti, ctnii, parp type (derived, it would seem, from a Latin form. CANIS, PARTIS rather than class. Lat. CANES, PARTES) is the marked preference in Italy, Gaul (especially the Lugdunensis area) and the Latin provinces of the East for an /-is/ nominative and accusative ending of 3rd declension nouns (e.g. tresfratris cursoris, parentis dolientis qui superstitis sunt, etc.) while the Iberian and African areas hold on tho the classical Latin /-es/ ending. Attested on inscriptions and in Latin authors of Republican times (the German Latinist Ferdinand Sommer reports forms like OMNIS, PUPPIS, FINIS, PARTIS from the time of Var- •yi ro ), this alternative nominative form seems to have spread to the Danubian region as early as the 2nd century A.D., reaching Gaul around the 6th century, whence its extension in Merovingian Latin.24 The evidence culled from inscriptions specifically seems to lead to the conclusion that the plural /-is/ ending was able to assert itself in the popular speech of Italy and the Danubian regions, suggesting, furthermore, a chronological continuity between the /-i/ plurals of Italian and Romanian and the classical Latin accusative of i stems, a theory forcefully advanced by the Romanian scholar Sextil Pu§cariu25 but generally rejected by theoretical positions that account for these 21 Cf. in this connection the study by Maria Iliescu and Liliane Macarie, "Aspects de 1'evolution syntaxique du genitif et du datif en latin tardif." Revue roumaine de linguistique, Vol. 9:4,437-444. 22 According to Fischer (Latina dunäreanä, 95) this typically Romanian dative case must be attributed to a specific feature of "Danubian" Latin. 23 Handbuch der lateinischen Laut- und Formenlehre (2nd and 3rd eds. Heidelberg, 1948), 382. 24 Cf. Mario Pei, The Language of Eighth-Century Texts in Northern France. New York, 1932,147. 25 "Une survivance du latin archaique dans les langues roumaine et italienne," in Melanges dephilologie plurals either through analogical replacement of Lat. /-es/ by /-i/ under the influence of the second declension MURI-type plurals or a phonetic development which rests on W. Meyer-Lübke's phonological "law", according to which Lat. /-es/ > It. /-i/ (e.g., Lat. FLORES > It. fiori).26 Excepting the Latin of Gaul, seeing that we are unable to determine the fate of the plural nom./acc. /-is/ ending in the mist that shrouds the passage of this Latin variety to Old French (and the fact that, in principle, all Latin vowels but /-a/ are lost in French anyway), there seems to be ample justification in stating that the regional distribution of the /-es/ - /-is/ plural forms generally follows the present-day borderline that separates Italian and Rumanian /-i/ plural isoglosses form the /-es/ plurals of Western Romance languages, specifically Spanish, Portuguese, and Sardinian.27 3. In time expressions, the regional distribution of annis/annos (also spelled annus) is an interesting one because it seems to be in harmony with the preceding phenomenon, at least as far as the eventual outcome in the Romance languages goes. In fact, the Central and Southern regions of Italy and the Latin regions of the East, particularly the Danubian Provinces, set themselves apart from Northern Italy, Gaul and Iberia, in that the former show a preference for annis, whereas annos predominates in Gallo- and Ibero-roman regions. Keeping in mind the outcome of Italian and Rumanian masculin plurals in /-i/ after the fall of /-s/ (It. anni and Rum. ant), the choice of annis in most of Italy and the Danubian Provinces is not accidental, confirming H. Mihäescu's conclusions to the effect that the prevalence of and preference for the ablative in these regions point to a spoken language phenomenon, namely the trend toward a single plural form in /-i/.28 et d'histoire offerts ä Antoine Thomas par ses eleves et ses amis (Paris, 1927), 359-365. 26 Italienische Grammatik. Leipzig, 19890, 60. Indeed, the literature dealing with the problem of 3rd declension plurals in Italian and Rumanian is quite extensive, since all manuals and studies on the historical morphology of these languages make reference to it. A concise summary of the problem is given in Professor Tekavčić's excellent three volume Grammatica storica dell'italiano (Bologna,2 1980, Vol. II 49-51), in which the author also expresses his own theoretical position. Among the essays specifically devoted to this problem, in addition to the one by Pu§cariu, the following may be mentioned: Robert L. Politzer, "On the origin of Italian plurals," Romanic Review 43 (1952), 272-281, and "Vulgar Latin -es > Italian -i," Italica 28 (1951), 1-5; Paul Aebischer, "La finale -i des pluriels italiens et ses origines "Studi linguistici italiani 2 (1961), 73-111; Francesco Sabatini, "Sull'origine dei plurali italiani: il tipo in -i," Studi linguistici italiani 5 (1965), 5-39; I. £iadbei, "Persistenz cazurilor latine in Romania orientals," Melanges Mario Roques (Paris, 1952), 231-240, and Maria Iliescu, "Notä cu privire la pluralul -i din romänä §i din italiana," Analele Universitafd din Craiova (£tiinje filologice), 5 (1977), 15-17. 27 Christian inscriptions from Sardinia and few are far between. In order to determine whether there might be any instances of consonant-stem plurals ending in /-is/ in inscriptions from this area at all, I have examined the collection edited by Giovanna Sotgiu, Iscrizioni latine della Sardegna (Padova, 1961-1963). I found none. 28 "CTteva observajii asuprä limbii latine dm provinciile latine dunärene ale Imperului Roman," Studii §i cercetäri lingvistice, 10 : 1 (1959), 89. 4. A no less interesting feature, which seems to clash with the contemporary state of affairs, is the frequent /-as/ ending for the expected first declension feminine plural in /-ae/ (or /-e/ with the universal reduction of the diphthong) in all areas of Italy (particularly in Rome) and the Latin speaking provinces of the East, as in the oft-quoted inscription from Pannonia: hie quescunt duas matres duas filias numero tres fa-cunt et advenas II parvolas, while being totally absent from Gaulish and Iberian epitaphs. On the other hand, this plural in /-as/ is well represented in Merovingian documents and later Latin documents from Iberia,29 which leads to the conclusion that this innovation must have spread from Rome (where the earliest attestations are found), reaching Gaul and Iberia rather late, in any event not before the 7th century. What is interesting about the geographical distribution of this phenomenon is that it is in marked contast with the present-day situation, in that this plural in /-as/ has become characteristic of the Ibero- and Gallo Romance dialects (surviving, however, in Sardinian and in some Northern Italian dialects also30), whereas the standard Italian, Rumanian and Old Dalmatian feminine plural in /-e/ seems to derive form the classical /-ae/ ending.31 Other examples could surely be adduced to support the contention that, despite the formulaic and stereotypic nature of prose inscriptions and the generally identical deviations from the classical Latin norm in all areas of the Roman Empire, it is possible to detect by means of a comparative-quantitative study some significant features that occur in a given area with greater frequency than in another, pointing to regional differences during the period of latinity covered by these documents whose language is closely connected with daily life. There is no denying that, at least in its written form, the Latin language on inscriptions, in texts, and documents of the post-classical period appears as very much the same in all provinces of the Roman world and that, in the absence of a substantial document couched in Vulgar Latin, the best we can hope for is to find certain peculiarities and trends reflecting, more of less clearly, features of the spoken language as they emerge in the various regions of Empire. However imperfect they may be as a source of our knowledge of Vulgar Latin in all its manifestations, inscriptions, I submit, afford the best "glimpse" of certain trends that presage Romance developments. 29 Cf. Mario Pei, Northern France, 137. 30 Cf. Gerhard Rohlfs, Historische Grammatik. Vol. II, 227. 31 The derivation of the Italian and Rumanian feminine plurals in /-e/ is still a matter of controversy. Some scholars have postulated the plural form in /-as/ rather than the classical (learned) form in /-ae/ as the origin of Italian and Romanian plurals in /-e/ by way of a phonological process: /-as/ > /-es/ > /-e/, the /-es/ stage being attested in early medieval Latin documents from Italy. Cf. in this connection the exhaustive studies by Berengario Gerola, "II nominativo plurale in -AS nel latino e il plurale romanzo," Symbolae Philologicae Gotoburgenses (Göteborgs Högskolas Arsskrift), 56 (1950), 328-354, and Paul Aebischer, "Le pluriel -as de la premiere declinaison latine et ses resultats dans les langues romanes," Zeitschrift für romanische Philologie, 87 (1971), 74-98. Povzetek JEZIK NAPISOV KOT VIR PRIČEVANJA "VULGARNE", GOVORJENE LATINŠČINE Raziskovalec zgodovine romanskih jezikov ima na voljo z ene strani sheme rekonstrukcije (ki v bistvu temeljijo na načelih zgodovinske primerjalne metode) in z druge strani nemalokrat kar težko razumljivo pričevanje stvarnosti v dokumentarnem gradivu. Ukvarja se lahko z abstraktnim sestavom ozvezde-nih latinskih oblik, ki ne pripadajo nobenemu resničnemu jeziku, ali s stvarnostjo velike količine ohranjenih poklasičnih pisanih spomenikov, ki jih je treba razčleniti in prerešetati, da bi odkrili dokazila o razvojnih težnjah v smeri proti romanskemu v glasoslovju, oblikoskladnji in besedišču. Splošno je priznano, da so zasebni, neuradni napisi, zlasti pa prozni napisi pogrebne vsebine, dragocen vir govorjene latinščine, saj kar pogosto kršijo pravopisno in slovnično normo knjižnega jezika. Številna izmed teh odstopanj niso naključna, temveč so jih povzročile navade govorjenja, ki se pozneje odrazijo v tem ali onem romanskem jeziku. Tak dragocen vir so krščanski prozni napisi, predmet te študije. Seveda pa ne smemo izrekati posplošitev o glasoslovnih in oblikoskladenjskih pojavih zgolj na podlagi posamičnih "pravopisnih napak". Jezikoslovne raziskave poedinih predelov latinsko govorečega rimskega sveta so doslej navrgle le malo podatkov o pokrajinskih značilnostih. Te zmore zajeti samo etude d'ensem-ble, osnovana na opažanjih, kako pogosto neki zapis ali skladenjska zgradba greši zoper klasično knjižno latinščino. Roxana Iordache Universite de Bucarest CDU 807.1-56 IORDANES REMARQUES SUR LA SUBORDONNEE TEMPORELLE A L'EPOQUE CLASSIQUE ET A L'EPOQUE TARDIVE, CHEZ JORDANES Les oeuvres de Jordanes representent, comme on le dit souvent, "une source inepuisable pour l'etude du latin vulgaire"1. Nous y ajoutons certains eclaircisse-ments: le texte de Jordanes est inestimable pour la connaissance du latin tardif, vulgaire et cultive. Jordanes, d'origine ostrogothe, ne et forme en Scythia Minor, quelque part en Dobroudja (province de l'Empire byzantin), est connu d'abord comme clerc d'un chef d'Alains, au debut du Vle siecle (mais on ignore combien de temps exactement il eut cette charge), en Moesia Inferior, puis on le retrouve comme moine et fort pro-bablement eveque d'une communaute gothique dans le nord de l'Italie. Apart la langue maternelle, Jordanes avait encore appris la langue des Alains et, naturellement, le latin et le grec, necessaires d'abord ä sa fonction de notaire et ä l'etablissement des relations des Goths et des Alains avec l'Empire de Constantinople et, plus tard, ä la formation meme de Jordanes en tant qu'ecclesiastique et historien. Ce qui plus est: l'etude de ses oeuvres nous fait voir que l'historiographie de l'epoque imperiale romaine etait familiere ä Jordanes et qu'il connaissait bien d'importants poetes comme Virgile et Lucain. Des ouvrages de Jordanes, rediges en Moesia et Italia, se sont conserves seule-ment deux: De origine actibusque gentis Romanorum, titre abrege en Romana (titres imposes par l'edition de Th. Mommsen, dans la collection "Monumenta Germaniae historica", V: 1, Hannover, 1882; edition anastatique — Berlin, 1961) et De origine actibusque Getarum, titre abrege: Getica (titres cites d'apres la meme edition de Th. Mommsen, ci-dessus mentionnee).2 1 Voir G. Popa-Lisseanu, Introduction ä l'edition des Getica, dans "Fontes historiae Daco-Romanorum", vol. XIV, Bucarest, 1939, p. 9; voir en plus l'etude de A. Kappelmacher, dans Pauly-Wissowa, Real-Enzyclopädie der Klassischen Altertumswissenschaft, vol. IX, Stuttgart, 1916, p. 1925: "er (Iordanes) verwendet die wirklich lebende Sprache des gemeinen Mannes, wie die grosse Masse der zeitgenössischen Inschriften aufweist."; voir aussi l'opinion de Fr. Brunhölzl: "sein stark vulgär gefärbtes Latein." (Geschichte der lateinischen Literatur des Mittelalters, München, 1975, p. 30). 2 Dans notre etude, nous utiliserons seuls les titres abreges Romana et Getica. Pour ce qui est du titre du second ouvrage et de la confusion de Jordanes entre Goths et Getes, voir R. Iordache, La confusion "Getes - Goths" dans "Getica" de Jordanes, dans "Helmantica", XXXIV, Salamanque, 1983. Les ouvrages conserves, d'ailleurs les plus importants de Jordanes, sont en fait deux breviaires, de l'histoire de Rome et, respectivement, de l'histoire des Goths. De Г analyse des evenements exposes en Romana et Getica nous arrivons ä la conclusion que la reduction des deux oeuvres s'achevait pendant les derniers mois de l'annee 550 et les premiers trois mois de l'annee suivante, dans un puissant centre urbain d'Italie, vraisemblablement Ravenne. II s'agit d'une epoque historique speciale, epoque de grands troubles socio-politiques et militaires (parmi les evenements importants rappelons la conquete de l'ltalie par les armees des generaux Belisaire et Narses, au nom de l'empereur d'Orient - Justitien, victoire remportee sur les Ostrogoths du roi Totila). Au point de vue linguistique, Romana et Getica presentent une interessante com-binaison de latin vulgaire (surtout du VIe siecle) et de latin de chancellerie (des juri-stes et ecclesiastiques) de l'epoque tardive, sans qu'il y manque pour autant des elements de pur latin classique. Le degre de difficulte existant dans le texte de Jordanes est des plus eleves, surtout pour les chercheurs qui n'ont pas l'habitude du latin medieval: - c'est ainsi que dans les oeuvres de Jordanes apparaissent aussi bien des faits recents de latin vulgaire, que des faits plus anciens ou fort anciens de latin vulgaire, qui continuent de subsister dans le siecle de Jordanes (et qui se retrouvent dans une large mesure dans les langues romanes). Parmi les faits assez nouveaux de latin vulgaire, citons l'emploi de la locution tantum quod avec le sens d'"aus-sitöt que"; voir aussi la construction de la conjonction mox avec le plus-que-par-fait du subjonctif; parmi les faits anciens, signalons l'emploi depostquam avec le subjonctif imparfait. - П existe aussi des aspects en quelque mesure opposes ä ceux qu'on vient d'indi-quer, en fait les divers elements appartenant au style de chancellerie: l'usage de la conjonction quatenus et d'autres adverbes de la meme famille; l'emploi bien repandu de quasi; l'usage de qualiter; etc.3 - On pourrait parier, dans certains cas, de preferences marquees, relevant de la personnalite de l'auteur. C'est ainsi que le frequent usage de la conjonction dum doit s'expliquer par une veritable predilection de Jordanes pour cet adverbe. II ne faut pas cependant perdre de vue le fait que cette conjonction etait beaucoup employee dans le latin vulgaire et, d'autre part, que ce large usage tombait sous l'incidence de cette loi du latin vulgaire de l'epoque tardive qui substituait aux conjonctions anciennes, usees et manquant d'expressivite, des formules d'ex-pression bien plus precises.4 3 Voir, tant pour l'emploi de quatenus que pour celui de quasi, certaines donnees chez R. Iordache, Observaciones sobre la subordinada causal en las obras de Jordanes, dans "Helmantica", XXVII, Salamanque, 1976, pp. 51-52 et pp. 46-48. 4 Quant a l'usage de dum chez Jordanes, voir R. Iodache, Observaciones sobre la subordinada causal en las obras de Jordanes, op.cit., pp. 29-42. - On retrouve aussi des particularites propres au lieu oü s'est forme l'auteur (Moe-sia Inferior): le large usage de in pour ad et aussi l'usage de in ä la place de per.5 - Pour certaines derogations aux normes du latin cultive de l'epoque classique on peut supposer l'influence du grec tardif: I'utilisation du participe futur ä valeur finale etc. II n'y manque pas non plus des elements de pensee gothique. - Assez frequents sont les hyperurbanismes: absence des prepositions lä oü elles etaient absolument necessaires, utilisation de l'imparfait du subjonctif pour le plus-que-parfait du subjonctif etc.6 Precisons que les hyperurbanismes apparais-sent dans tous les compartiments de la grammaire, ainsi que dans le vocabulaire. L'empressement que met l'auteur dans l'achevement de la redaction de ses Oeuvres (ses efforts de mise au net des ouvrages precedant de peu la conquete de l'ltalie par le general Narses, periode oü Jordanes pouvait reprendre la question de l'impor-tance de la fusion spirituelle et materielle des Goths et des Romains)7 est, en bien des cas, ä l'origine des erreurs d'inattention quant ä la notation de la lettre finale, voire de Г omission de la lettre ou des lettres finales. L'imitation de certains historiens celebres (Tacite, Ammien etc.) et, en outre, sa pretention de s'en distinguer, meme de realiser des phrases superieures aux modeles (sur le plan de la correction et de l'elegance), ont frequemment tourne ä un confus accord d'idees, faisant leur part soit aux omissions, soit aux repćtitions. Si Ton ajoute ä tout cela les enumerations imprecises de tribus, de chefs de peuplades et tribus, de lieux de combats (qui, parfois, ne sont pas indiques par d'autres historiens et qui sont impossibles ä identifier jusqu'ä ce jour), on aura, en grand, un apergu des difficultes que pose le texte de Jordanes. La plupart des phrases qu'on trouve dans les Oeuvres de Jordanes comportent une multitude d'ecarts par rapport aux regies du latin ciceronien. On pourrait dire, ä juste raison, que dans nombre de ses phrasespresque chaque mot comporte unefaute, voire plusieurs, de nature differente, que ce soit au point de vue de la graphie, ou bien de la morphologie, de la syntaxe, du lexique, de Vordre des mots dans la proposition et dans la phrase. La plupart des dćrogations aux normes du latin "d'or" s'expliquent par l'influence du latin vulgaire. Ces ecarts sont non seulement tres nombreux, mais encore de types tres differents. La frequence des types de fautes du texte de Jordanes correspond d'habitude ä la frequence des types respectifs d'erreurs dans le latin vulgaire de l'epoque tardive (par exemple: le large usage de quia causal par rapport ä quod causal; 5 Sur ce point, voir. R. Iordache, Elementos vulgares de la obra de Jordanes, dans "Helmantica", XXIV, Salamanque, 1973, pp. 132-33. 6 En ce qui conceme les hyperurbanismes des Oeuvres de Jordanes, voir R. Iordache, Elementos vulgares de la obra de Jordanes, op.cit., p. 134; voir aussi R. Iordache, Observaciones sobre la subordinada causal en las obras de Jordanes, op.cit., pp. 9 et 54. D'ailleurs la presentation ci-dessus des particularites linguistiques de Jordanes nous appartient entierement. 7 Sur ce sujet, ainsi que sur les buts de la redaction de Romana et de Getica, voir R. Iordache, La confusion Getes" - Goths" dans "Getica" de Jordanes, op.cit. p. 319; pp. 321-23; note 2. l'usage du plus-que-parfait du subjonctif pour le plus-que-parfait de l'indicatif etc.). II s'agit le plus souvent d'ecarts qui se continuent dans les langues romanes. Les oeuvres de Jordanes ne manquent pas cependant de passages correctement construits, selon toutes les regies du latin "d'or" (parfois copies sur ses predeces-seurs). Les phrases, ou les membres de phrase (ces derniers surtout), rediges correctement et meme elegamment au point de vue stylistique, sont cependant rares par comparaison au nombre de phrases ou abondent les derogations aux normes du latin cultive de l'epoque classique. Rappelons que les mots et les tournures vulgaires ne sont pas toujours de simples derogations aux normes classiques. Assez souvent, leur role est d'assurer au texte un plus haut degrć d'expressivity artistique; c'est aussi le cas des elements appartenant au latin de chancellerie, d'autre part - des hyperurbanismes et, naturellement, des elements proprement dits poetiques (de bonne qualite).8 L'etude des subordonnees temporelles dans les ecrits de Jordanes est d'un interet tout special9, vu les caracteristiques de l'utilisation des conjonctions temporelles et de leurs correlatifs, ainsi que les aspects particuliers que presente l'emploi des modes et des temps dans les subordonnees et les principales en question. Certains aspects qui se dćtacheront relevent de l'influence du latin vulgaire sur l'auteur, d'autres ressortent ä sa personnalite, ä sa maniere propre d'utiliser le latin. I. LE RAPPORT DE SIMULTANEITY Les propositions temporelles dont 1'action etait simultanće avec Taction de la principale etaient introduites en latin cultive, ä Tepoque classique, par les conjonctions suivantes: dum explicatif-temporel10, donee, quoad et quamdiu; cum suivi de l'indicatif (que les grammaires appellent souvent cum "temporale" ou cum determi-natif, ou bien cum "temporel proprement dif' - en fait un derive de la valeur originelle de la conjonction cum, ä savoir la valeur instrumentale-modale11), cum narratiuum ou 8 Jordanes connaisait d'ailleuis la recommendation de Ciceron (reprise ensuite par tous les grands historiens latins - notamment par Tite-Live et Tacite) de presenter l'histoire sous une forme litteraire-oratoire. 9 Les ecrits de Jordanes ont ete tres peu etudies jusqu'ä present. Meme la dissertation de Fr. Werner {Die Latinität der "Getica" desIordanes, Halle, 1908), consideree comme la plus importante etude sur les Getica de Jordanes, n'aborde pas d'une maniere satisfaisante les divers aspects du latin de Jordanes. D'ailleurs, les problemes de la temporelle n'y occupent que quelques pages (les pages 98 ä 101). Ces pages contiennent surtout des listes d'exemples, sans commentaires (mentionnons que ces listes sont loin d'etre completes). Une autre etude, plus recente, de Helga Kalen, Studia in Iordanem philologica (Uppsala, 1939) n'aborde aucunement les particularites des subordonnees temporelles. 10 Voir, ä ce sujet, R. Iordache, "Cum" temporal o "cum" explicative?, o Sobre la procedencia y los principales valores de la conjunciön "cum", dans "Helmantica", XXX, Salamanque, 1979, pp. 264-65; ibid., p. 266. 11 Voir, Гetude citee dans la note 10, pp. 238-245 et pp. 270-276. cum historicum (plus rarement appele cum descriptif; toujours un derive du cum instrumental-modal12), construit, generalement, ä l'epoque classique, avec le subjon-ctif, ut et ubi. A) Quand Taction de la principale coi'ncidait totalement comme duree avec Taction de la temporelle et que Ton insistait sur l'idee de duree egale, les conjonctions avaient le sens de "aussi longtemps que". Dans ce cas, les deux actions - celle de la subordonnee aussi bien que celle de la principale - sont duratives. B) L'action de la principale pouvait avoir lieu: 1. dans un seul moment compris dans la duree de Taction ou de Tevenement de la proposition temporelle, ou bien: 2. pendant plusieurs moments compris dans la duree de Taction de la subordonnee; enfin: 3. eile pouvait coi'ncider comme duree avec Taction de la temporelle sans qu'on insi-ste pour autant sur l'idee de durees egales, mais uniquement sur l'idee de simultaneity Dans toutes les situations, Taction dans la temporelle est durative. Dans de telles propositions, les conjonctions temporelles avaient le sens de: "comme", "lorsque", "quand", "dans la periode oü", "pendant que". Parfois - d'ailleurs assez rarement - la subordonnee temporelle du latin cicero-nien indiquait une simple coincidence temporelle. Mais, dans la plupart des exemples, 11 s'agit d'un rapport plus complexe, modal-temporal (ou meme: locatif-modal- tem-porel). A la valeur modale-temporelle s'ajoutait souvent une nuance de cause, de condition, d'opposition concessive etc. Generalement, dans le latin classique, cum narratiuum est suivi du subjonctif. II s'agit d'un subjonctif "de caractćrisation", ou "qualificatif"13, indiquant les conditions speciales dans lesquelles se realisait Taction de la principale.14 12 Voir Гetude citee dans la note 10, pp. 246-249. 13 Pour ce qui est du subjonctif de caracterisation, provenant du subjonctif potentiel, plus rarement volitif, dans les propositions relatives, ä l'epoque preclassique, voir R. Iordache, Relatives Causales ou Relatives Consecutives?, dans "Helmatica", XXVIII, Salamanque, 1977, p. 261, pp. 263-65, 269-73. Voir egalementR. Iordache, "Cum" temporal o "cum" explicative?, op.cit., pp. 248-49. 14 Au dire d'Otto Riemann, le subjonctif apparait pour "caracteriser la situation" (voir Syntaxe latine d'apres lesprincipes de la grammaire historique, Paris, 1935, T ed.. p. 422, par. 219, c); d'apres Ch. E. Bennett, le subjonctif indique "une qualite du temps": "quom took a clause stating a quality of a time..." (pour le sens "quand", "lorsque" et "pendant que" de quom, voir Syntax of early Latin, Boston, Allyn-Bacon, 1910, vol. I, p. 303). M. Bassols de Climent et d'autres encore ont tort d'insister sur la valeur consecutive et non pas qualificative du subjonctif, dans les propositions introduites par cum narratiuum. Voici ce qu'en dit M. Bassols de Climent: "En un principio teman estas oraciones un valor consecutivo muy acusado..." (Sintaxis latina, Madrid. 1976,5e ed., p. 330, par. 322). Les autres conjonctions se construisaient d'habitude avec l'indicatif. Cependant, le subjonctif qualificatif n'est pas exclu, notamment lorsqu'il s'agit de cum determi-natif (ou cum "uere temporale"). C) II y avait aussi des situations contraires ou Taction de la temporelle etait momentanee et s'encadrait dans un seul moment de la duree de Taction de la princi-pale; il se pouvait aussi que les deux verbes (de la temporelle et de la principale) presentassent des actions momentanees. Dans ces cas, les conjonctions avaient le sens de: "comme", "quand", ou "au moment oü". Le role de ces propositions etait d'indi-quer d'une maniere plus ou moins exacte le moment oü s'etait passee, se passait ou allait se passer Taction ou Tevenement de la proposition correlative. A) Au sens de "tant que", "aussi longtemps que", on employait les conjonctions suivantes: 1. dum - construit sou vent avec le veritable present de l'indicatif et le present histo-rique; suivent, par ordre decroissant de la frequence d'apparition dans les textes: l'indicatif parfait, imparfait et futur15; jamais, en latin ciceronien, le plus-que-par-fait de l'indicatif et le futur anterieur; 2. quoad - surtout avec le parfait et le present de l'indicatif; 3. quamdiu - construit avec l'indicatif present, parfait etc.; 4. donee - frequent ä l'epoque d'Auguste et construit pendant cette periode avec le present, T imparfait, le parfait et le futur. B) Au sens de "comme", "pendant que", le latin cultive ä l'epoque classique employait la conjonction dum, construite en general avec le present historique, plus rarement avec le veritable present de l'indicatif16 et encore plus rarement avec d'au-tres temps de l'indicatif: parfait, imparfait, futur. Au sens modal-qualificatif-temporel de: "comme", "lorsque", "pendant que", cum narratiuum suivi de Timparfait du subjonctif etait de regle. Pour le sens de: "comme", "quand", "pendant que", on utilisait cum "temporel proprement dit"17, construit d'habitude avec Timparfait de l'indicatif, parfois avec le 15 Les temps de l'indicatif sont enumeres d'habitude par ordre de leur frequence apres la conjonction en cause. La frequence d'apparition des divers temps de l'indicatif apres chaque conjonction a ete etablie suivant les exemples et les indications du Thesaurus linguae Latinae et des principaux dictionnaires et grammaires du latin. 16 "le veritable present (de rindicatif)" - dans l'acception que donnent a cette forme R. Kühner et C. Stegmann, Ausführliche Grammatik der lateinischen Sprache, Hannover, 1971, 2. Teil, 1. Bd., p. 114, a etc. 17 appele aussi "(relatif) temporel" ou "cum simplement temporel" - voir AI. Ernout - Fr. Thomas, Syntaxe latine, Paris, 1964,3e ed.., p. 363, par. 359; ibid., p. 365, par. 361. prćsent reel, le present iteratif ou pro futuro, le futur, de meme que le perfectum praesens; rarement apparaissait le present historique18. Le sens de "comme", "quand" pouvait aussi etre rendu par ut et ubi construites avec l'imparfait de l'indicatif. Dans ce cas, ä l'idee temporelle - exprimee par les propositions de ce genre - s'ajoutait d'habitude une nuance causale. Vt et ubi appa-raissent aussi avec le present historique, le present reel et le futur. En latin vulgaire, on utilisait au sens de "quand" quando. En correlation avec certains adverbes (tum, tunc etc.) ou locutions adverbiales (eo tempore, postero die etc.), quando pouvait designer un rapport temporel precis entre Taction ou l'evene-ment de la principale et Taction ou Tevenement de la subordonnee. C) Au sens de "quand", "au moment ou", "juste au moment oü", on utilisait cum "temporel proprement dit", construit avec le present reel, le present iteratif et le pre-sent-futur, ainsi qu'avec le futur anterieur et le parfait historique. II etait rarement suivi du present historique et du futur. Pour les actions momentanees, on pouvait employer aussi ut, de meme que ubi, le plus souvent avec le parfait historique et, plus rarement, avec le present historique, le present iteratif et le futur (pour des actions repetees ou qui ne se produisent qu'une seule fois). En latin familier et vulgaire, cum trouve un equivalent plus ou moins exact en quando. Dans les oeuvres de Jordanes, les propositions temporelles de simultaneite sont introduites par les conjonctions suivantes, que nous enumerons par ordre decroissant de leur frequence d'apparition dans les textes: dum, cum, quando, ut, ubi, donee, quamdiu, quousque et quod (sans compter les exemples de conjonctions iteratives). Parmi ces conjonctions, dum est de loin la plus frequemment utilisee pour indi-quer le rapport de simultaneite. Le choix de dum comme la modalite la plus frequente d'introduire des subordonnees temporelles de simultaneite (de divers types), de meme que des temporelles de posteriority ainsi que d'exprimer des relations de subordination causale et adversative-concessive, s'explique tant par la tendance ä remplacer, en latin vulgaire19, la conjonction cum, surchargće de valeurs et manquant d'expressivite et precision, que par la predilection de 1'auteur pour la conjonction dum. 18 voir note 15. 19 Dum, beaucoup employe en bas latin, s'est transmis dans les langues romanes (ä l'exception du roumain), soit sous la forme dune > it. dunque, fr. done, soit uni aux adverbes interim ou interea, voir ancien port.: dementre, anc. esp.: demientre, ancien frangais, ancien portugais: (en)dementres, dementre que et domentre que (voir Wilh. Meyer-Lübke, Romanisches Etymologisches Wörterbuch, Heidelberg, 1935, 3e ed., n° 2794). A noter que dum a donne naissance soit ä des particules conclusives, soit ä des adverbes et conjonctions temporelles, soit enfin ä des conjonctions causales et adversatives-concessives (dans les derniers cas, en se combinant avec la conjonction "quod"). A) Les conjonctions qui, chez Jordanes, indiquent que Taction de la proposition principale se deroule pendant une periode de temps egale ä celle de Taction de la subordonnee sont: dum, donee, quamdiu et quousque. Dum au sens de "aussi longtemps que" est rare chez Jordanes en contraste avec le grand nombre d'exemples de dum au sens "pendant que" - sens que la disparition en bas latin de cum narratif aura probablement renforce. Bien sur, on pourrait donner une autre explication aussi: e'est que les auteurs tardifs preferent ä dum (au sens de "aussi longtemps que") d'autres adverbes ou locutions adverbiales comme quamdiu, quantum, in quantum, in tantum quod, in tantum, qua, in quo etc. Dum au sens "aussi longtemps que" apparait uniquement avec Timparfait du subjonctif - 5 exemples. D'autre part, il existe plusieurs exemples de dum explicatif ä evidente nuance causale, suivi de l'indicatif et du subjonctif (la nuance causale est derivee du sens "pendant que", et du sens "aussi longtemps que"). Le subjonctif precćde par dum (- "aussi longtemps que") apparait des Plaute (voir True., 234) et Terence (Heaut., 1058) et il est assez frequent ä toutes les epoques (voir Varron, R. r., 1, 1, 3; Ciceron, Verr., 2, 2, 50; Tite-Live, 7, 37, 10; Vellerns Paterculus, 1, 2, 3; Pline, Nat. hist., 14, 146; Suetone, Aug., 78, 2 etc. etc.) - il s'agit, evidemement, du subjonctif imparfait et - plus rarement - present, marquant, tous les deux, la simultaneity Apres dum (- "aussi longtemps que"), le parfait et le plus-que-parfait du subjonctif sont extremement rares: le parfait est atteste chez Ciceron, Verr., 2, 3, 224; ibid., 2, 1, 12 et Tacite, Ann., 11, 28; le plus-que-parfait apparait chez Quintilien, Inst, or., 6, 3, 51 et Pseudo Frontinus, S trat., 4,1, 44. Chez Plaute et Terence, tout comme chez les ecrivains classiques oü les ecrivains qui - dans les siecles suivants - imitent le modele classique, l'emploi du subjonctif etait justifie par la presence d'une nuance de repetition, du style indirect, de Tattrac-tion modale, une nuance d'irrealite etc. Chez les auteurs qui subissent l'influence du lätin vulgaire et particulierement dans le latin des IVe-VIe siecles (Ammien etc.), le subjonctif qui accompagne dum explicatif-temporel (avec le sens "aussi longtemps que") n'est pas motive par rapport ä la norme classique. L'apparition du subjonctif dans les subordonnees de ce type, ä l'encontre de 1'u-sage classique, pourrait s'expliquer par la confusion existant en latin parle et surtout en latin vulgaire ä l'egard de l'emploi des modes, confusion qui s'accentue apres la chute de l'Empire Romain d'Occident. Les gens du peuple qui connaissaient vague-ment ou ignoraient les normes du "latin d'or", utilisaient souvent l'indicatif ä la place du subjonctif et vice versa. Ceci a eu pour consequences l'affaiblissement de la valeur modale de l'indicatif et, ä plus forte raison, du subjonctif, et l'utilisation de ces modes d'une maniere etrangere ä 1'usage classique, meme par des ecrivains qui pretendaient etre de bons connaisseurs du latin classique.21. 20 Voir Thesaurus linguae latinae, vol. V, pars 1, Leipzig, 1934, pp. 2222-23. 21 A propos de cette question voir aussi H. Goelzer, Etude lexicographique et grammaticale de la latinite de Saint Jerome, Paris, 1884, p. 362: "En resume, l'indicatif et le subjonctif sont employes dans Saint A la maniere de bien d'ecrivains tardifs, Jordanes emploie frequemment et pour des raisons plus ou moins speciales et evidentes l'indicatif ä la place du subjonctif (dans Гinterrogative indirecte, la relative qualificative ä nuance causale, la subordonnee consecutive, la concessive introduite par cum, quamuis, licet, dans la subordonnee causale introduite par quia - subordonnee qui se trouve dans une etroite dependance subjective vis-ä-vis de la regissante etc.) et le subjonctif ä la place de l'indicatif (dans la relative-adjective depourvue de nuance qualificative, dans la causale introduite par quod et quia exprimant une cause reelle etc). Une explication fort plausible de l'apparition du subjonctif apres dum (= "aussi longtemps que") serait l'influence de la construction de cum narratif avec le subjonctif et meme de la construction avec le subjonctif de dum ayant le sens "pendant que" (voir le commentaire dans les pages suivantes). Comme nous l'avons dejä precise, chez Jordanes, dum explicatif-temporel au sens de "aussi longtemps que" est construit uniquement avec l'imparfait du subjonctif. Aucun des cinq exemples ne presente de correlatif; voici l'exemple des Getica, 296: "...numquamque Gothus Francis cessit, dum uiueret Theodoricus." Remarquons que, dans deux cas, dum forme une locution ä cote de P adverbe usque . Voir Getica, 100: "...suaque in patria feliciter in pace uersantur, usque dum eorumpraeuius existeret23 Ostrogotha."; ibid., 303: "...et usque dum uiueret (Thiu-dis), Vesegothas contenuit.24". Les locutions conjonctives apparaissent neanmoins tres frequemment par rapport au nombre total des exemples oü dum a ce sens. L'ad-verbe usque etait necessaire pour etablir une distinction entre dum au sens de "aussi longtemps que" et dum au sens de "pendant que". Nous mentionnons que les verbes des subordonnees en discussion sont: esse, exsistere (en tant que synonyme de esse), uiuere ou son compose aduiuere25 (compor-tant le sens de uiuere), done des verbes exprimant des actions duratives. C'est pourtant, rappelons-le, le parfait du subjonctif qui aurait dü etre employe. On constate que tous ces exemples, construits avec l'imparfait du subjonctif, apparaissent dans les Getica, dans des passages faisant l'eloge des Goths ou de certains rois des Goths. En de telles situations, l'emploi du subjonctif imparfait nous parait etre une preuve des efforts que fait l'auteur pour s'exprimer d'une maniere elegante, precieuse (voir en plus la presence de la locution usque dum). Jerome, comme dans la latinite posterieure, d'une fagon beaucoup plus libre." (C'est nous qui soulignons les derniers mots du passage cite). 22 Vs<5fMeest,d'ailleurs,unadverbeassez frequent chez Jordanes: il forme des locutions prepositionnelles avec ad et in; seul, suivi de l'accusatif, il a valeur de preposition; il accompagne divers adverbes: hactenus, nunc; il precede dum avec le sens "aussi longtemps que" ou "jusqu'ä ce que". 23 pour exsisteret. 24 contenuit, pour continuit (voir aussi des formes telles que obtenuit, subegeret; en echange, voir autre type d'erreurs: subigisset etc.) 25 compose rarement employe et uniquement en bas latin. En ce qui concerne la concordance des temps, les regies sont observees. D'habi-tude, dans la principale on retrouve le parfait de l'indicatif (voir Getica 246, 296, 303), une seule fois - le present historique (Get., 100) et, une autre fois, l'imparfait du subjonctif (dans le cadre d'une relative consecutive remplissant le role de regissante -Get., 303). Les autres conjonctions qui apparaissent chez Jordanes avec le sens "aussi long-temps que" sont: donec, quamdiu et quousque. Quamdiu (conjonction specifique du sens "aussi longtemps que") et quousque n'apparaissent qu'une seule fois chez Jordanes et avec ce seul sens; donec est atteste une seule fois avec le sens de "aussi longtemps que" et deux fois avec le sens: "jusqu'ä ce que" (voir ci-dessous le paragraphe "la relation temporelle de posteriori te"). Un fait interessant est 1'apparition de quousque en tant que conjonction, compor-tant le sens "aussi longtemps que"26. Le choix de ce compose est dü, en grande partie, ä Гadverbe usque - frequemment utilise ä l'epoque tardive (voir, par exemple, la formation "quoad usque" chez Cassien, Con., 12, 6, 9; voir aussi "usquequo" dans Vitae Patrum, 3, 61). L'emploi rare des conjonctions donec et quamdiu, ainsi que l'absence de quoad chez Jordanes correspond ä une tendance genćrale ä eviter, en bas latin, ces conjonctions, surtout donec et quoad21, situation que confirme l'inexistence de donec et quoad dans les langues romanes (quamdiu est partiellement transmis28). Mais, puis-que quousque - conjonction de date assez recente - apparait, lui-aussi, une seule fois, force nous est de penser ä une autre explication de ce phenomene: c'est que Jordanes n'aura pas eu interet ä construire des subordonnees de ce type. Dans la serie de conjonctions mentioimees, seul donec est construit avec l'indicatif suivant les regies classiques, voir Romana, 107: "Tamdiu superbiam regis popu-lus Romanus perpessus est, donec aberat libido." - passage copie, d'ailleurs, sur Floras, Epit., 1,1, 10. Les autres conjonctions sont suivies du subjonctif, mais ce subjonctif ne saurait etre motive ni par le style indirect, ni par l'attraction modale: 1. "Quod praeceptum quamdiu Athalaricus res eiusque mater aduiuerent, in omnibus custodientes pene29 per octo annos in pace regnarunt", Get., 305; 2. "Cuius Candacis Alanouiiamuthis30 patris mei genitor Paria, id est meus auus, notarius; quousque Candac31 ipse uiueret, fuit (notarius)...", Get., 266. 26 Dans sa dissertation, Fr. Werner (op.cit.) ne remarque pas la presence de la conjonction quousque dans les Getica. 27 Voir Fried. Stolz - J.G. Schmalz, Lateinische Grammatik, München, 1928, 5e ed., 2. Teil, 2. Bd., pp. 754 et 769; voir aussi J. B. Hofmann - A. Szantyr, München 1965,2. Teil, 2. Bd., pp. 606,629,654. 28 II s'est conserve seulement en provengal, sous la forme quandius - voir Wilh. Meyer-Lübke, R. E. W., op.cit., 6929. 29 La graphie pene, frequente chez Jordanes, reproduit l'usage courant depuis longtemps dans la prononcia tion vulgaire. Rappeions que le premier fragment concerne le roi des Ostrogoths, Athalaric, et sa mere, Amalasuentha. Le second fragment concerne le grand-pere de notre auteur. Vu le contenu de ces phrases, nous sommes d'avis que le subjonctif imparfait appartiendrait, ici, au style emphatique, comme dans le cas des passages cites ante-rieurement (contenant la conjonction dum). A noter que les deux passages se trouvent dans les Getica, ouvrage dont on peut dire qu'il indique, dans une plus grande mesure que les Romam, un style propre ä 1'auteur que nous etudions. L'imparfait utilise dans ces exemples (ä la place du parfait) reflete Г influence de la maniere de construire cum narratif. Dans les deux exemples, la concordance des temps est realisee en accord avec l'usage classique. On constate que certaines de ces conjonctions ne sont pas accompagnees d'ad-verbes et n'ont pas de correlatifs dans la principale. Precisons que les antecedents n'apparaissent que dans des contextes oü Ton trou-ve des conjonctions anciennes et ä plusieurs valeurs et ayant, parfois, un corps phone-tique tres reduit. Ainsi, seul dum (au sens de "aussi longtemps que") forme une locution conjonctive avec l'adverbe usque (voir les exemples cites ä la page 39); l'emploi de l'adverbe usque ä cote de la conjonction dum est tres frequent. Donee a pour correlatif l'adverbe tamdiu. Les conjonctions recentes, plus vigoureuses, n'a-vaient pas besoin de pareilles precisions, par exemple, la conjonction quousque. Quamdiu, conjonction dont le sens est evident et qui presente un volume phonetique satisfaisant, n'a besoin d'aucun antecedent. Ajoutons que les quelques antecedents qui apparaissent dans le cadre de ce type de temporelle - usque et tamdiu - sont frequents ä l'epoque tardive. B) Dans le cadre du rapport temporel de simultaneite, dum apparaft tres souvent avec le sens de "pendant que". Avec cette valeur, dum est suivi: 1.1. de l'indicatif present, en fait le present historique, auquel correspond dans la principale: a) le present historique (Jordanes manifeste en general une preference tres marquee pour l'emploi du present historique) - voir Romana, par. 241; 350, 378, 380 etc., Getica, par. 129, 220, 298 etc., ou: b) le parfait de l'indicatif. voh Romana, par. 6, 51, 213, 305, 346, 373 etc., Getica, par. 235, 247, 312 etc.; 2. de l'indicatif parfait (beaucoup moins souvent), tandis que le verbe de la principale se trouve toujours ä l'indicatif parfait - voir Romana, 277 et 349. L'origine expli- 30 A propos de ce nom propre, voir Th. Mommsen, dans sa preface ä Г edition citee, p. 6. 31 Candac pour Candax? (tout comme les formes fautives qui apparaissent chez Jordanes: Xerses, ou senes et senis etc.). Voir cependant£7/ac ("Attilae filius") - Getica, 262. cative, instrumentale-modale de dum est particulierement evidente dans les exem-ples avec l'indicatif parfait; "... dum (Caracalla) contra Persas mouit procinctum (exercitum), Osroene 2 Edessa 33 defunctus est.", Rom., 277 (L'idee est reprise du Breuiarium de uictoriis etprouinciispopuli Romani 21, de Sex. Rufus Festus: "ex-peditionem in Persas parans, in Osroena apud Edessam propria morte obiit.") Dans l exemple cite, dum a le sens de "par le fait que" -» "pendant que". 3. de l'indicatif imparfait (un seul exemple de ce genre), suivi dans la principale de l'indicatif parfait - voir Romana, 279:"Sed imperator, dum nullum genus obsceni-tatis in regno suo quod non faceretpraetermittebat, occisus est tumultu militari." A noter la nuance causale qui se fait sentir dans cet exemple. La norme classique est respectee en ce qui concerne la frequence d'apparition des divers temps de l'indicatif dans la proposition temporelle introduite par dum au sens de "pendant que": le plus souvent, c'est le present de l'indicatif qui est employe, le parfait n'apparais-sant que rarement34 (Cfr. la maniere d'utiliser les temps dans les propositions introduces par cum identicum ou cum coincidens35). L'imparfait de l'indicatif - qui represente un ecart par rapport aux regies classiques - n'apparait qu'une seule fois. L'observation de la soi-disante "regle du present" aura ete, dans une certaine mesure, une consequence de la predilection de 1'auteur pour l'emploi du present histo-rique - temps utilise non seulement dans les subordonnees de divers types, mais encore dans les propositions correlatives respectives, de merae que dans les propositions principales de differentes phrases.36 On peut cependant affirmer que la "regle du present" de dum (au sens de "pendant que") etait connue ä Jordanes qui l'appliqua dans ses deux ouvrages non seulement dans les subordonnees explicatives-temporelles, particulierement nombreuses, mais encore dans les propositions adversatives- concessives commengant par dum (voir Getica, 227 et 312) et, surtout, dans les subordonnees explicatives-causales qu'introduit dum, au sens de "pendant que" -» "puisque", "du moment oü" 37 En ce 32 Nom de region sans la preposition in (moins vraisemblablement congu comme adjectif-ablatif determinant le nom Edessa). 33 Ablatif, ä la place du Locatif (Cfr. Rufus Festus, 21). 34 Pour ce qui est de la frequence des differents temps de l'indicatif apres dum = "pendant que", chez les auteuis classiques, voir Thesaurus linguaeLatinae, vol. V-l, op.cit., pp. 2203-2207 (l'article sur dum); voir aussi AI. Emout - Fr. Thomas, Syntaxe latine, op.cit., p. 371, et d'autres grammaires encore. 35 Au sujet de cette question, voir R. Iordache, "Cum" temporal o "cum" explicativo?, op.cit., pp. 238-43; pp. 245-49. 36 A propos de l'emploi du present historique dans les propositions principales, voir Fr. Werner, op.cit., p. 88. Voir egalement R. Iordache, Observaciones sobre la subordinada causal en las obras de Jordanes, concernant la frequence du present historique dans les subordonnees explicatives-causales introduites par dum provenant du sens "aussi longtemps que", dans les principales regissant les propositions introduites par ut etc. (op.cit., p. 11, pp. 13-14, p. 31, p. 36, p. 41, p. 45 etc.) 37 Voir R. Iordache, Observaciones sobre la subordinanda causal en las obras de Jordanes, op.cit., p. 31, pp. 39-41. qui concerne l'observation de la "regle du present", voir, dans les pages suivantes, le commentaire au sujet de l'emploi du present historique dans les subordonnees introduces, chez Jordanes, par cum, ubi et ut, temporeis et explicatifs-causals.38 Les temporelles introduites par dum (= "pendant que") et construites avec l'indi-catif n'ont pas de correlatifs dans la principale. YL.Dum au sens de "comme", "pendant que", est souvent suivi du subjonctif. L'apparition du subjonctif apres dum (il s'agit en general du subjonctif imparfait et, plus rarement tout le long de la latinite, du subjonctif present), dans des situations oü sa presence ne saurait etre expliquee par une nuance finale ou potentielle, par le style indirect, par une attraction modale etc. etc. est un phenomene specifique du latin parle, du ä l'analogie avec cum narratiuum (ou historicum) exprimant la simultaneity Les premiers exemples indubitables du subjonctif imparfait, ä l'encontre des normes classiques, apparaissent dans le Bellum Africum, 25, 1 et le Bellum Hispaniense, 23, 2; en poesie, les premiers exemples sont de Virgile, Georg., 4, 457; Aen., 10, 79939. Les premiers exemples certains du subjonctif present sont attestes chez Lucrece, R. n.1,499, ensuite dans Lydia, v. 19 (Cfr. Plaut t, Pseud., 629). Tres repandu en bas latin40, le subjonctif imparfait precede de dum au sens de "pendant que" est frequent chez Jordanes aussi, voir Romana, 226: "Se41 quoque dum de inimicis42 ulcisceretur, defunctus Romanos per testamentum heredes reliquid."43; ibid., par. 234: "Pompeius autem maioris Armeniae regem dum persequeretur......ille in Artaxataurbe... diademam suam Pompeio optulit." 4 Voir egalementRomana, 217, 294, 341, 369 etc.; Getica, 27,136,157, 223 etc. 38 Pour l'existence - des la periode preclassique - de la "regle du present" dans le cas de nombreuses conjonctions temporelles et explicatives-causales, telles que cum, quoniam, dum, ubi, ut etc., voir R. Iordache, "Cum" temporal o "cum" explicativo?, op.cit., pp. 260-61. 39 D'autres exemples aux Ier et IIesiecles de notre ere chez: Ylygm,Fak., 12(43,19), 18(51,12); Valere Maxime, 3, 3, 2; 9, 12, 7; Phedre, 1, 4, 2; Valerius Flaccus, 1, 425; Justin, 9, 6, 3 et d'autres. Le subjonctif imparfait apres dum (="pendant que") est cependant absent chez Tacite, Florus et meme Apulee; les auteurs tardifs l'emploient pourtant de plus en plus souvent (voir la note suivante). 40 Voir Aurelius Victor, Caes., 39, 12; Vir ill., 35, 10; Jerome, Ep., 10, 3; 22, 30; 48,18; 52,1; 60, 5; 125,12; 130,16; V, Pauli, 5; V.Malch., 2; Sulpice-Severe,Martin., 8,12; 12,1; Claudien, Gigantom., Ш-JnEutrop., 2,413; Cassien, Con., 12,6,4; ibid., 15,10,1; ibid., 17,5,1 etc.; Sidoine Apollinaire, Ep., 4,11; Victor de Vite, Persec. Vand., 2, p. 14; Avit, p. 64,11; 112, 6 etc.; Boece, Consol. phiL, 1, 1; Fulgence, Myth., 2, 9 etc.; Gregoire de Tours, Hist. Franc., 2, 8; 4, 3 etc. etc. Pour d'autres exemples, voir Thesaurus linguae Latinae, vol. V-l, op.cit., p. 2219, 1. 53 sqq. Voir aussi J. B. Hofmann - A. Szantyr, Lateinische Grammatik, 2. T., 2. Bd., op.cit., p. 614, et d'autres grammaires. 41 se ulcisceretur, ä la place de ulcisceretur (la meme erreur dans les Getica, 275). 42 Ablatif prepositionnel au lieu de l'accusatif nonprepositionnel (Cfr. frang.: "se venger de quelqu'un"; esp.: "vengarse de uno" etc.). 43 reliquid pour rel'iquit apparalt dans d'autres passages aussi (voir Romana, 54, 223 etc.). II y a, chez Jordanes, d'autres formes egalement fautives, dues a la confusion entre d et t, par exemple: ad (pour at) et vice versa, haut, inquid,pugnadetc. La confusion des consonnes d et t est relativement frequente dans les Romana et les Getica. 44 optulit- l'assimilation de la consonne b du prefixe ob- est assez frequente chez Jordanes (voir aussi Les exemples des verbes au subjonctif imparfait sont plus nombreux dans les Getica que dans les Romana, mais cette difference n'est pas grander dans les Romana, on retrouve neuf exemples de la conjonction dum suivie de neuf verbes; dans les Getica, la conjonction dum apparait neuf fois egalement, mais les verbes qu'elle precede sont au nombre de douze - sans compter les situations oü dum a un evident caractere causal. Si les subordonnees sont construites avec 1'imparfait du subjonctif, le verbe de la proposition principale est, en general, ä l'indicatif parfait (voir ci-dessus Romana, 226 et 234; voir aussi Romana, 217,294; Getica, par. 27,305 etc.). Au contraire, si le verbe des propositions introduites par dum (= "pendant que") est ä l'indicatif, le present historique est le plus souvent d'usage dans les principales. Enfin, dans la plupart des cas chez Jordanes, cum narratifde simultaneite a pour correlative une proposition dont le verbe est au parfait de l'indicatif. On pourrait, certes, se demander si le subjonctif utilise apres dum n'a pas, toute-fois, une valeur qualificative, du moins dans certains cas. En voici un exemple tire des Getica, 83: "... dum in Christianos arma commoueret, imperium simul et uitam ami-sit." Voir aussi les exemples cites ci-dessus. Le subjonctif qualificatif etait sans doute familier ä Jordanes qui l'utilise dans un grand nombre de subordonnees, ä savoir: des relatives consecutives, des relatives ä nuance causale et concessive, des subordonnees introduites par cum narratiuum etc. D'autre part, on constate qu'il y a peu d'exemples de cum narratiuum suivi du subjonctif et que, en outre, la subordonnee "narrative" (ä valeur explicative-qualifica-tive-temporelle) introduite par cum est parfois construite, chez Jordanes, avec l'indicatif. Malgre ces faits qui sembleraient infirmer la these de l'utilisation, chez Jordanes, de dum "subjonctive" ä valeur qualificative, notre auteur comprend parfois et emploie correctement la valeur du subjonctif dans les propositions narratives qui commencent par dum et, naturellement, par cum. D'ailleurs, fortuitement ou non, la maniere meme dont Jordanes utilise d'une maniere constante le parfait de l'indicatif dans les principales des propositions introduites par dum suivi du subjonctif est proche de la fagon dont sont construites les principales de propositions de cum narratiuum suivi du meme subjonctif; on en dirait une tentative de diffćrencier dum narratif (suivi du subjonctif) et dum construit avec l'indicatif. Un aspect particulierement interessant est l'apparition, dans la meme phrase, de dum (= "pendant que") suivi de l'indicatif et du subjonctif ä la fois, voir Getica, 93: "... Marciae sororis suae puella, dum lauat45 in flumine illo ... exindeque uellit46 Romana, 366: optulit). Pourtant les Getica, 112 donnent obtulere. Dans le cas d'autres prefixes, on rencontre la situation inverse: le prefixe est restitue dans sa forme originelle, meme si, dans les composes, sa derniere consonne se trouvait couramment assimilee; cela prouve la preciosite qui apparait parfois dans la graphie et, en general, dans la maniere de s'exprimerde Jordanes. 45 lauat au lieu de lauatur. Voir aussi digressimus, Get., 75; ibid., 88; euagaret-Get., 118 etc. aquam haurire, casu uas aureum quod ferebat in profundum decidit... longeque post ab imis emersit." Void la traduction du fragment: "Pendant que la fille de sa soeur, Marcia, se lavait dans cette riviere ... et que (comme, du moment oü) eile voulait y puiser de l'eau, un vase en or qu'elle tenait dans la main coula par hassard au fond de la riviere ... et, longtemps apres, remonta ä la surface." Bien qu'encadre uniquement par des verbes ä l'indicatif (car la phrase, beaucoup plus ample que le passage cite, ne comporte que des verbes ä l'indicatif), uelle se trouve au subjonctif. On se demande alors: s'agit-t-il, dans ce cas, d'une association involontaire des aspects classiques et vulgaires, ou bien Jordanes aura-t-il voulu exprimer, par l'inter-mediaire de uellit (en fait, uellet - voir note 46), un type special de rapport entre la subordonnee et la principale (rapport que le latin classique rend par cum narratiuum, ou cum narratif-causal)? Evidemment, la reponse ä cette question n'est pas facile. L'etude de la concordance des temps dans cette phrase ne nous avance guere, car l'emploi du subjonctif imparfait correspond aux normes classiques. Rappelons toutefois que des situations oü dum est suivi de deux modes apparais-sent chez d'autres auteurs aussi: voir, ä l'epoque classique, Varron, R. r., 1, 2,12 (dum au sens de "jusqu'ä ce que"). D'autre part, il existe, dans les oeuvres de Jordanes, des phrases oü la meme conjonction dum introduit simultanement des subordonnees ä nuances differentes: l'une ä valeur explicative-concessive, l'autre ä valeur explicati-ve-causale, avec, dans les deux cas, le subjonctif imparfait (voir Getica, 290). Mais il se peut aussi que la conjonction et le mode different, bien que les propositions soient proches ou meme identiques au point de vue de leur valeur semantique - voir Romana, 305, oü cum narratif suivi du subjonctif alteme avec dum explicatif-temporel construit avec l'indicatif (nous renvoyons au commentaire concernant cum narratiuum). Ajoutons egalement la reunion du subjonctif et de l'indicatif dans les subordonnees consecutives, ä l'interieur de la meme phrase (voir Romana, 265; Getica, 278), Tres rarement, dum est suivi du präsent du subjonctif, voir Getica, 29: "in quam sententiam47 et nonnulli consensere maiorum: Ioseppus48 quoque annalium relator uerissimus dum ubique ueritatis conseruet regulam et origines causarum a principio 46 uellit poux uellet. A propos de la confusion des voyelles e et i dans divers mots (noms, adjectifs, verbes etc.) et dans diverses positions (syllabes finales, initiales ou medianes), voiraussi les notes suivantes. Dans le cas de uellit, la confusion a ete favorisee par la ressemblance de forme entre Ie subjonctif present et imparfait du verbe uelle. Vellit pour uellet apparait encore une fois chez Jordanes, ä savoir dans les Getica, 283. 47 Complement ä I'accusatif, ä la place de l'ablatif prepositionnel (avec in ou, surtout, de). 48 Ioseppus pour losephus. On rencontre aussi, chez Jordanes, le phenomene contraire: ph pour pp ou p, voirSardanaphalus, meme Sardanafalus (Rom., 49). reuoluat." Si 1'utilisation du temps (present) est correcte, les raisons de l'emploi du subjonctif ne sont pas claires: serait-ce ä cause de l'idee de style indirect, de la nuance causale (subjective) ou bien de l'influence de cum narratif! Un exemple semblable apparait dans les Romana, 7: "Quod quamuis simpliciter reor49 dictum uideri50 doctissimis, gratum tamen fore aestimo mediocribus, dum et breuia sine fastidio legant et sine aliquo fuco uerborum quae lectitauerint sentiant." Bien que dum suivi du subjonctif soit frequemment atteste dans les Romana et les Getica, c'est pourtant la construction classique - ä savoir dum suivi de l'indicatif present - qui predomine numeriquement. En meme temps, precisons-le, dum suivi du subjonctif imparfait est plus frequent que le cum historicum suivi de l'imparfait du meme mode. L'unique correlatif qui existe pour dum suivi du subjonctif, c'est l'adverbe ilico (en fait, il n'apparait que pour dum construit avec le subjonctif imparfait). Ilico, correlatif frequent dans les oeuvres des ecrivainS soumis ä l'influence du latin vulgaire, est atteste, chez Jordanes, deux fois seulement et sous la forme correcte ilico (et non pas illico). II est interessant de remarquer que ces deux exemples font partie des Getica. Dans chacun d'eux, ilico est place au debut de la principale, voir Getica, 136: "Nam in alia parte socios eius reclausos51 dum milites ducis sui iussu trucidare cona- 52 rentur et uox morientium duriter emissa iam suspectis auribus intonaret, ilico aperto dolo cognoscens Fritigernus53 euaginato gladio e conuiuio non sine magna temeritate uelocitateque egreditur..."; voir ćgalement Getica, 102. Une autre conjonction que Jordanes utilise afin d'indiquer la relation temporelle de simultaneite c'est cum narratif. Par rapport ä l'usage classique, cum narratif est rarement employe chez Jordanes. D'autre part, comme nous avons dejä affirme, les subordonnees temporelles introduces par cum narratif construit avec le subjonctif imparfait - abstraction faite de cum narratif ä caractere causal et de cum narratif concessif - sont, chez Jordanes, plus rares que les temporelles introduites par dum construit avec le subjonctif. Pour ce qui est des subordonnees temporelles introduites par cum accompagne de l'imparfait du subjonctif, nous devons en distinguer deux categories, dans les ecrits de Jordanes et d'autres auteurs tardifs: 49 Remarquons la presence de l'indicatif dans la subordonnee introduite par quamuis. 50 Infinitif present au lieu del'infinitif futurou de la periphrase "posse uideri". Pour d'autres exemples de ce type, voir R. Iordache, L'infinitif dans les oeuvres de Jordanes, dans "Linguistica", XXIV, Ljubljana 1984, pp. 144-46. 51 Cas interessant de recomposition, ä l'epoque tardive, du compose qui avait subi la fermeture de la diphtongue du radical. 52 suspectis, au lieu de suspiciosis. 53 Fritigernus pour Fridi genius. La forme fautive est assez frequente chez Jordanes. 1. des subordonnees explicatives-temporelles oü le subjonctif - employe Selon les regies classiques - a une valeur qualificative; 2. des subordonnees temporelles, ä caractere plus ou moins explicatif, oü le subjonctif imparfait est, en fait, Г equivalent de l'indicatif imparfait. Pour la premiere categorie, voir Romana, 139: "... cum per Italiam naufragia sua latius traherent, sic persecuti sunt (Romani), ut..." (passage d'ailleurs copie sur Floras, 1, 13, 19). Voir egalement Getica, 196: "Cumque Attila necem Aetii.... uel cum sua54 perditione duceret expetendam .... circa nonam diei horam proelium sub trepi-datione committit...". Pour la seconde situation, voir Romana, 193: "Denique uix suffecere tabulae, uix scribarum manus..., cum priuatorum opes in publicum referrentur." (passage copie sur Florus, 2, 6, 25). A noter, dans la phrase qu'on vient de citer, la position de la subordonnee. Parfois, la subordonnee introduite par cum est precedee d'expressions temporelles precises qui contribuent ä appauvrir le contenu de la subordonnee. Voir Getica, 85: "Tertia55 post haec die, cum imperator prodiret ad campum, uidit eum exultantem 56 more barbarico iussitque tribuno, ut57. .." (Cfr. Vita Maximini, 3: "tertia forte die cum processisset Seuerus ad campum, in turba exultantem more barbarico Maximinum uidit iussitque statim tribuno ut...".) Mentionnons, dans un autre ordre d'idees, que parfois cum suivi de l'imparfait du subjonctif et dum construit avec l'indicatif alternent, dans la merae phrase, pour des subordonnees rapprochees comme valeur. Voir Romana, 305: "Vnde egressus, dolo cuiusdam transfugae in deserta perductus, cum ui sitis, ardore solis confectus periret exercitus, ipse tantorum discriminum anxius, dum per uasta deserti incautius euaga-tur, ab obuio quodam hostium equite conto ilia58 percussus interiit...". D'ailleurs, le fragment est copie sur Orose, Adu. pagan., 7, 30. 6. On se demande alors: pourquoi Jordanes n'a-t-il pas change la maniere de construire les temporelles copiees sur Orose? A ce qu'il parait, pour des raisons stylistiques, afin d'eviter l'accumulation, dans la meme phrase, des subordonnees introduites par la conjonction cum. Voici une phrase tiree des Getica, 200, construite d'une maniere similaire, bien qu'il soit impossible de supposer, dans ce passage, l'influence d'Orose ou d'autres historiens: "Ibique59 cum diu multumque60 obsidens nihil paenitus61 praeualeret, for- 54 Pour des raisons stylistiques, l'adjectif possessif est place avant le nom qu'il determine. 55 Dies est parfois au feminin chez Jordanes. Le latin vulgaire semble avoir prefere le feminin. Dies feminin apparatt chez d'autres auteurs tardifs aussi - voir Cassien, Inst., 1, 1, 4; ibid., 3,4, 3; 4, 27, 3 etc. 56 pour exsultantem. 57 A propos de iubec suivi d'une completive ayant le veibe au subjonctif, voir R. Iordache, L 'infmitif dans les oeuvres de Jordanes, op.cit., p. 136. 58 Accusatif de relation, imitant la construction classique, affectee. 59 - que est frequemment uni ä des adverbes, ayant le röle de realiser le passage d'une phrase a autre. tissimis intrinsecus Romanorum militibus resistentibus, exercdtu iam murmurante et discedere cupiente, Attila deambulans circa muros, dum, utrum solueret castra an adhuc remoraretur, deliberat, animaduertit Candidas aues, id est ciconias, qui63..,". En ce qui concerne les ecarts aux normes classiques, ils sont de types differents: a) Dans un exemple, l'imparfait du subjonctif est remplace, fautivement, par le present du meme mode: "Quippe cum patrii soli gliba 4 nulla sit, sed statim hostile pomerium65, mediusque (sous-entendu: populus Romanus) inter Latium adque66 Etruscos .... conlocatus omnibus portis in hostem incurreret.... per singulos (uici-nos) itum est ....", Rom., 119. (Cfr. Florus, 1, 3, 7: "quippe cui patrii soli glaeba nulla, set statim hostile pomerium, mediusque inter Latium adque Etruscos .... conlocatus omnibus portis in hostem incurreret .... per singulos - uicinos - itum est..."). b) Parfois, le subjonctif imparfait de la subordonnee de cum narratif est substitue par l'indicatif present: "Cumque his nouis nuptiis delectatus aulam regiam fouit61 Ra-uenna 68, Roma egressus imperialis exercitus munita utriusque Tusciae loca inua-dit", Get., 311. La traduction de cette phrase est la suivante: "Et pendant que Witiges, heureux de ce nouveau mariage, ne bougeait pas de sonpalais de Ravenne, les armees de 1'empereur Justinien, quittant Rome, occuperent les places fortes de l'Etrurie." c) Un cas interessant apparait dans les Romana, 121, oü cum de coordination est construit avec le subjonctif imparfait, d'apres le modele de cum narratif: "Sed ubi, frustrato circa purpuratum eius ictu tenetur, ardentibus mox focis intulit manum terroremque geminat dolo. "En, ut scias", inquid69, "quem uirum effugeris: idem trecenti iurauimus." Cum inter70 inmane dictu hic interritus, ille trepidaret, tam- Horrais l'exemple cite, on rencontre souvent cumque (voir, d'ailleurs, ci-dessus, l'exemple des Getica, 196). On trouve egalement indeque (Get., 178) et d'autres cas pareils. 60 diu multumque - formule classique. 61 pourpenitus-hyperuibanisme; du memepraessus pourpressus (Get., 212). En echange,penitem pourpaenitens (Rom., 342) etc. 62 intrinsecus - adverbe utilise en latin classique et (en latin) imperial. Ici, son sens est separatif. On retrouve aussi, chez Jordanes, forinsecus (indiquant la direction), ä petite distance de intrinsecus, dans la meme phrase - Get., 220. 63 qui au lieu de quae (s'accordant avec aues, ou ciconiae). 64 gliba pour gleba. Voir aussi note 46. 65 pour pomoerium. 66 adque pour atque. Voir egalement set pour sed (Rom., 121) etc. De pareilles graphies apparaissent d'ailleurs chez Florus, qui influence souvent Jordanes. Pour ce qui est du remplacement de t pour d, voir note 43. 67 fouit pour fouet (voir, pour la confusion des voyelles 68 on remarque l'emploi de l'ablatif ä la place du locatif. 69 inquid pour inquit. Voir note 66. 70 cum inter au lieu de cum interim. Cfr. Getica. 195: "inter que" - avec la graphie erronee que pour quam manus regis arderet." (Cfr. Floras, 1, 4, 5-6, d'oü ce passage est copie: "Sed ubi, frustrate circa purpuratum eius ictu tenetur, ardentibus focis inicit manum ter-roremque geminat dolo. "En, ut scias", inquit, "quemuirum effugeris, idem trecenti iurauimus." Cum interim - inmane dictul - hic interritus, ille trepidaret, tamquam manus regis arderet."). Une action (ou un ćtat) simultanee et durative peut etre aussi exprimee dans des propositions introduites par cum "uere temporale". Voir Getica, 22: "hi cum inopes uiuunt, ditissime uestiuntur." II s'agit, en fait, d'un cum "temporelproprement dit" en contexte adversatif-concessif. Pour ce qui est de ubi, ut, quando et quod introduisant des temporelles de simultaneity voir le commentaire ci-dessous. C) Les actions momentanees sont exprimees dans des subordonnees dont les conjonctions introductives ont le sens de: "comme", "quand", "au moment oü". II s'agit des conjonctions: cum, que les grammairiens appellent cum "determinatif ou cum "temporelproprement dit", quando et dum. Assez rarement utilise par Jordanes, cum temporel proprement dit apparait pres-que uniquement dans les Romana. Dans les Getica on n'en trouve que peu d'exem-ples, voir Getica, 22 (l'exemple cite supra). Quant ä l'exemple de Getica, 311, on pourrait dire qu'il s'agit plutot d'un cum ä valeur narrative que d'un cum "uere temporale" (voir le commentaire ä la page 48). Parmi les quinze exemples de cum suivi de l'indicatif existant dans Romana (abstraction faite de la locution cum mox), dans un cas il s'agit d'un cum situe ä mi-chemin entre cum temporel proprement dit et cum narratif. "Sed cum subiectio omnium Maurorum facta est, Iubas rex ueneno hausto defecit...", Rom., 211 (construction differente de Rufus, 4, sur lequel Jordanes a repris l'idee respective). A noter la position de la subordonnee dans l'exemple qu'on vient de citer. C'est toujours le subjonctif de qualification que l'on eüt dü employer dans l'exemple suivant, sans qu'on puisse parier de cum narratif, mais simplement de cum "uere temporale": "cuius quod gaudium fuit, cum Duellius71 imperator non contentus unius diei triumpho per uitam omnem, ubi a cena rediret, praelucere funalia et praeci-nere sibi tibias iussit, quasi cotidie triumpharet.", Rom., 165 (Ce passage est, en general, copie sur Floras, 1, 18, 10, ä cette difference pres que la pause plus grande entre "quod gaudium" et "cum" chez Floras rapproche la valeur de cum de celle de tum: "Cuius quod gaudium fuit: cum Duillius imperator, non contentus unius diei triumpho, per uitam omnes, ubi a cena rediret, praelucere funalia et praecinere sibi tibias iussit, quasi cotidie triumpharet."). Cfr. Jordanes: "Sed alligati miraculo quodam fuere, cum catenas morsibus et ore temptassent, cum offucandas in uicem fauces prebuissent.72", quae - au lieu de interim. Interim appant pourtant chez Jordanes, voir Romana, 86, Getica, 244. 71 archaique pour Duillius, ou, plus probablement, il s'agit de la confusion des voyelles e et i (voir notes 24,46 etc.). 7-2 Rom., 224; voir egalement Romana, 164: "Proelii uero forma mirauilis , cum illas caeleres74 uolucresque hostium naues hae graues tardaeque conpraehenderent,75" (passage copie sur Floras, 2, 2, 8). En d'autres cas - parmi les quinze exemples construits avec l'indicatif des Romana - il faut parier d'un cum ä caractere causal bien marque (voir Romana, 328), d'un cum adversatif-concessif (voir Romana, 299; Getica, 22) et d'un cum de coordination (accompagne de tarnen - voir Romana, 136 et 209). Cum "uere temporale" indique en general, chez Jordanes, des actions momentanees ou considerees comme telles. Le temps de la subordonnee est d'habitude le parfait de l'indicatif (voir Romana, 127,139,140,193 etc.); le present historique apparait peu souvent (Romana, 152); dans un seul cas, c'est le futur anterieur qui est employe (Romana, 52). Dans la proposition correlative, on retrouve le plus souvent leparfait de l'indicatif (voir Romana, 206 etc.); l'imparfait de l'indicatif est rarement utilise (Romana, 127 et 152); le present historique et le futur n'apparaissent qu'une seule fois chacun (voir Getica, 311 et, respectivement, Romana, 52); enfin, dans une seule proposition principale, le verbe (fuit) est sous-entendu (Romana, 193). Cum temporel exprime, dans les oeuvres de Jordanes, soit: I. la parfaite simultaneite entre Faction de la principale et Taction de la subordonnee, soit: II. une anterioritć recente par rapport ä Taction de la principale, situation moins fre-quente. C'est, d'une part, le contexte et, d'autre part, les antecedents, ainsi que les temps employes dans les temporelles par rapport aux temps des principales, qui nous aident ä determiner la nature du rapport entre la subordonnee et sa principale. Nous retrouvons ainsi, les situations suivantes: I. a) "Ludos forte celebrabat (ciuitas), cum adremigantes litore76 Romanam classem77 uident..." Rom., 152. (Cfr. Floras, 1, 18, 4: "Ludos forte celebrabat, cum adremigantes litori Romanas classes inde uident..."); 11 pour praebuissent. 73 pour mirabilis. La confusion entre les consonnes b et u est assez frequente chez Jordanes. 74 au lieu de celeres. 75 pour comprehenderent. Quant ä la forme con- du prefixe, voir aussi Romana, 360: conpraehensum; Romana, 363: conpescuit, Getica, 121: conperimus; Getica, 141: conperisset etc. 76 //'torepour litori, voir les notes anterieures, concernant la confusion entre eet i, confusion que favorise, ici, la position finale de la voyelle. 77 le singulier ä la place du pluriel (voir le participe: adremigantes). Serait-ce une faute des copistes? Dans deux des plus precieux manuscrits apparait: "Romana classe" (Codex Heidelbergensis - VIIIe siecle - et Codex Valenciennensis - IXe siecle). Cependant Floras emploie le pluriel: "Romanas classes". b) "Non fuit maior sub imperio Romano dies quam ille, cum duo omnium et antea et postea ducum maximi duces .... collatis comminus signis direxere aciem.", Rom., 206. (passage copie sur Florus, 2, 6, 58). c) "Semel apud Anienem trucidati, cum singulari certamine Manlius aureum torquem barbaro inter spolia detraxit, unde et Torquatus est dictus.", Rom., 139 (passage copie sur Florus, 1, 13, 20). Voir aussi Romana, 140 (passage copie sur Florus, 1, 13,20). Comparer au type de temporelle introduit par quando: "A confusione ergo linguarum .... et usque natiuitatem Abrahae, quando et primus rex in mundo in gente regnabat Assyriorum Ninus..., fiunt anni DXLI sic.", Rom., 10. II. - "... et cum se locus obtulerit, ad eum ordinem redeam", Rom., 52.78 Pour cum "uere temporale" les correlatifs sont extremenent rares: un seul exem-ple de mox—Romana, 87. Si cum "uere temporale" garde parfois chez Jordanes sa valeur et sa construction classiques, ce qu'il y a de surprenant, c'est sa faible frequence: quando et dum rem-placent en bas latin et chez Jordanes cum "temporale" (ou determinatif). Dans la serie des conjonctions temporelles specifiques du latin cultive ä l'epoque classique celles que Jordanes remplace par d'autres, dans une plus grande mesure, ce sont: cum, ut et priusquam (voir la discussion ci-dessous). Cependant, cum dans ses diverses accep-tions temporelles se conserve mieux, chez Jordanes, que cum causal ou cum adversa-tif-concessif, ces dernieres valeurs substituees, dans une mesures encore plus large, par d'autres conjonctions. Evite par la langue litteraire ä diverses epoques (Terence, Varron, Salluste, Cesar, Ciceron dans ses discours, Tacite, Pline le Jeune, Quintilien et d'autres), quando sem-ble avoir ćte une conjonction temporelle particulierement frequente en latin vulgaire et familier tant ä l'epoque classique que dans les siecles suivants.79 Jordanes, tout comme d'autres auteurs tardifs (voir Vulgata, Luc., 4, 24-27; Pe-regrinatioAetheriae, 4,8; Augustin, Serm., 38,5,7; Orose, Hist., 2,12,2 al.; Gregoire de Tours, Hist. Franc.., 8, 31, etc.), emploie souvent la conjonction quando: nous en trouvons six exemples dans les Romana et dix dans les Getica. De ces seize exemples, dans deux cas il s'agit du quando iteratif, dans deux autres - de quando ä caractere causal et, une seule fois, de quando adversatif(qui equivaut ä cum de coordination). Quando iteratif, de meme qu'un exemple de quando explicatif-causal, sont con-struits avec le subjonctif (voir, pour quando iteratif, le paragraphe concernant les subordonnees iteratives). Dans les autres cas, c'est bien l'indicatif qui est employć. 78 Dans certains cas, il est difficile ä dire si 1'auteur envisage une action comme simultanee ou d'anteriorite recente par rapport ä Paction de la principale, s'il considere une action comme durative ou momentanee etc. En plus, les derogations de Jordanes aux nonnes classiques embrouillent parfois Interpretation des exemples. 79 A propos de la frequence de quando chez Plaute, voir T. Vasilesco, Curs de sintaxa istorica a limbii latine, Bucarest, 1962, p. 262. Quando est l'une des rares conjonctions temporelles latines que les langues romanes aient conservees, voir it.: quando, fr.: quand, esp.: cuando, port.: quando etc. En fait, quando s'est transmis dans toutes les langues romanes. Void quels types d'exemples on rencontre dans les Romana: OA a) Noe uero sexcentorum erat annorum, quando diluuium mundi crudelissima faci-noraexpiauit.",Rom., 9; b) "A confusione ergo linguarum ... et usque natiuitatem Abrahae, quando et primus rex in mundo in gente regnabat Assyriorum Ninus..., Sunt anni DXLI sic.", Rom., 10. Voir egalement Romana, 76: "Sub hoc item uicti Iudaei et sexaginta milia eo-rum caesa ab Anthioco81 rege Syriae, quando er82 pontifex magnus Onias." La majeure partie des exemples des Romana appartiennent ä ce dernier type, voir par. 51, 312, 367. Pour ce qui est de Getica, non seulement quando y est plus frequent, mais encore ses usages sont plus varies. En dehors de l'usage que nous avons dejä mentionne dans les Romana - le type b (deux exemples seulement de ce type dans les Getica, voir par. 104: "Defuncto tunc Decio Gallus et Volusianus regnum 3 potiti sunt Romanorum, quando et postilens morbus .... faciem totius orbis foedauit..." - l'idee est reprise sur Jerome, Chron. ad an. 2269, mais la construction grammatical est differente; voir egalement Getica, 166), nous rencontrons quando ä la place de cum inuersum: "Cui prouinciae tunc post Agrippam Oppius praeerat Sauinus 4, Gothis autem Dorpaneus85 principatum agebat, quando bello commisso Gothi, Romanos deuictos, Oppii Sauini caput abscisum86, multa castella ... depraedaruntsl., Get., 76. Vu l'importance que l'historien accorde dans ses ouvrages aux succes militaires des Goths , nous sommes portes ä croire qu'il s'agit, ici, d'un quando inuersum. Mais il ne serait pas impossible d'interprćter ce quando comme un Substitut de cum "uere temporale", dans une maniere d'expression inadequate (voir, d'ailleurs la note 78). Quando apparait egalement dans les Getica, avec son sens ancien, explicatif-tem-porel: "Eratque tunc in tribus his germanis contemplatio grata, quando mirabilis Thiu- 80 pour sescentorum (quant au phenomene inverse, voir Xerses - Romana, 62, Getica, 64; senis -Romana, 33 etc.). 81 pour Antiocho. 82 Th. Mommsen (edition citee, p. 187) considere que, dans les exemples de ce type, et est superflu. Nous l'interpretons non pas comme superfetatoire, mais comme ajoutant une information en quelque sorte de moindre importance aux faits communiques dans la regissante. 83 complement ä l'accusastif, au lieu de l'ablatif. Potiri apparait assez souvent chez Jordanes avec l'accusatif ä la place de l'ablatif (notamment dans les Getica). 84 pour Sabinas. La confusion entre u et b est assez frequente chez Jordanes, tant pour des noms propres que pour des noms communs, de meme que pour des verbes etc. Voir aussi note 73. 85 Dorpaneus au lieu de Decebalus - Decebale. 86 caput abscisum - accusatif absolu, construction frequente chez Jordanes. 87 la forme active (erronee) au lieu de la forme moyenne. 88 En fait, il s'agit ici des victoires remportees par les Getes, ou, mieux, par les Geto-Daces, sur les Romains. A propos de la confusion frequente entre Goths et Getes dans les ecrits de Jordanes, voir R. Iordache, La confusion "Getes-Goths" dans "Getica" de Jordanes, op.cit.. dimer pro fratris Valamir89 militabat imperio, Valamir uero pro altero iubebat90 or-nando, Vidimer seruire fratribus aestimabaf'91., Get., 253. Le passage est, dans ses grandes lignes, inspire de Cassiodore, Var., 11, 1, mais il est tres different sous l'a-spect de la construction grammaticale. Pour l'usage ancien, explicatif-temporel de quando, voir aussi Getica, 214. C'est toujours dans les Getica que l'on peut rencontrer des exemples de quando itćratif, quando explicatif-causal et quando de coordination (exemples mentionnes pages 51). Jordanes emploie quando soit pour exprimer des actions momentanees, soit pour des actions duratives. L'imparfait de l'indicatif apparait dans les exemples cites -Romana, 10, Getica, 253, et aussi Getica, 214. Le present de l'indicatif, pour des actions et des etats duratifs, apparait dans une subordonnee explicative-causale (voir Getica, 52) et dans la proposition introduite par quando de coordination (Getica, 189). L'imparfait du subjonctif designe une action durative dans la subordonnee ex-plicative-causale des Getica, 213. La concordance des temps est respectee. Dans la principale, on retrouve le plus souvent l'imparfait de l'indicatif (voir Romana, 9, 51, 367, Getica, 76, 213, 253), parfois le parfait de l'indicatif (Romana, 76, Getica, 104, 166), ä deux reprises - le present (non-historique) de l'indicatif (Romana, 10, Getica, 52), et, dans un seul exemple, l'imparfait du subjonctif (puisque la principale est une subordonnee consecutive - Getica, 214). Dans la subordonnee, c'est surtout le parfait de l'indicatif qui est de regle (voir Romana, 51, 367; Getica, 76,104 etc.) - cfr. la frequence de l'indicatif parfait dans les subordonnees introduites par cum "uere temporale" (voir ci-des-sus, p. 50). Pour les autres temps utilisćs dans les subordonnees introduites par quando, voir 1'alinea precedent. Les correlatifs sont rares: c'est seulement l'adverbe tunc, utilise dans les Getica, 76 et 253 (voir les exemples cites). Aucune des subordonnees introduites par quando dans les Romana ne presente de correlatif. Le choix de tunc n'est nullement fortuit: tunc est un adverbe largement utilise par Jordanes, tout comme dans le latin vulgaire de l'epoque tardive9 (chez Jordanes, l'adverbe tunc remplace, en grande mesure, turn). L'adverbe tunc apparait en tant que correlatif aussi pour ubi. 89 forme invariable ici, ä la place du genitif Valameris. 90 iubebat au lieu de Laborabat (ou: uiuebat). 91 aestimabat avec le sens de "magni aestimare". 92 Tunc, simple ou renforce par la particule -ce et precede de in, ad ou ex s'est transmis dans grand nombre de langues romanes (voir Fr. Diez, Etymologisches Wörterbuch der Romanischen Sprachen, Bonn, 1869, 3e ed., vol. II, p. 126; Adolf Zauner, Altspanisches Elementarbuch, Heidelberg, 1921, 2e ed., par. 147; J. J. Nunes, Compendio de Gramatica Historica Portuguesa, Lisboa, 1930, 2e ed., p. 358 et d'autres encore). Bien que moins frequent que quando, dum se substitue egalement ä cum "tempo-rel" (ou "uere temporale"). Dum "temporelproprement dit" est atteste ä partir du premier siecle de notre ere, mais il se peut qu'il füt dejä utilise dans les siecles anterieurs. Dum - forme d'instru-mental (tout comme cum) - a une evolution semantique proche de celle de cum; le sens "lorsque" est vraisemblablement apparu ä l'epoque preclassique dejä. Dum "temporelproprement dif'est utilise tant pour des actions momentanees que pour des actions duratives93. Primitivement, dum "uere temporale" apparait pour des actions momentanees ou considerees comme telles. A l'epoque postclassique, dum est con-struit avec l'indicatif - d'habitude present et futur anterieur, parfois parfait et fiitur (voir Rutilius Lupus, 1,16; Celse, 5,28,1B; Columelle, 7,8,7 -parfait de l'indicatif; ibid., 7, 3,19 - futur antćrieur; voir ensuite Arnobe, Ad Greg., 17, p. 44, 8; Palladius, 2, 8; Benoit de Nursie, Reg. Monach., chap. 48,16 etc. etc.) 4. Nous soulignons que dum "temporelproprement dit" est inusite en latin cultive, ä l'epoque classique. Cette acception de dum - frequente en latin familier et vulgaire ä l'epoque tardive - est rare chez Jordanes. Dans certains passages, le sens de dum est ä mi-chemin entre le sens "par le fait que" et le sens "lorsque". Voir Getica, 273: "Quiescente uero tandem Hunnorum gen-te a Gothis Hunumundus95 Suauorum96 dux dum ad depraedandas Dalmatias transit, armenta Gothorum in campis errantia depraedauit97...". Void la traduction de ce fragment: "Mais, quand enfin les Huns jouissaient de paix de la part des Goths, Hunimun-dus, le roi des Sueves, pilla - lorsqu'il passa (= en passant) dans les Dalmaties pour les mettre ä sac - les troupeaux des Goths qui erraient dans les champs...". Voir egalement Romana, 358: "Contra98quem dum Hypatius nepus99 Caesaris cum exercitu numeroso100 pugnaturus101 egreditur, ante102 ab Hunnis auxiliaribus capitur et Vita- 93 contrairement ä l'opinion de certains chercheurs qui pretendent que dum avec la valeur de cum "temporel proprement dit" est utilise uniquement pour des actions momentanees (voir Thesaurus linguae Latinae, vol. V - 1, op.cit., p. 2218,1. 39). 94 Pour d'autres exemples, voir Thesaurus linguae Latinae. vol. V - 1, op.cit., p. 2218. 95 La forme courante est Hunimundus (c'est eile qui est plus frequente chez Jordanes aussi; d'aileurs, meme pour ce paragraphe - Getica, 273, certains manuscrits precieux indiquent la forme Hunimundus - voir Codex Valenciennensis, IXe siecle et Codex Breslaviensis, XIe siecle.) 96 pour Sueborum, ou Sueuorum. 97 une fois de plus, forme active du verbe depraedari (voir aussi note 87). 98 On remarque Pemploi de la preposition contra ä la place de in. La preposition contra apparait frequemment chez Jordanes, suivant d'ailleurs la tradition vulgaire. 99 nepus pour nepos. Ce nom presente toujours, chez Jordanes, la graphie nepus — au nominatif. La confusion entre o et u est relativeinent frequente dans les ecrits de Jordanes. 100 Numerosus au sens de "abondant", "nombreux", appartient ä l'epoque imperiale (voir aussi Romana, 363: "numerosus ruit exercitus"; Romana, 366: "numerosos milites"). Dans les Getica on rencontre aussi le substantif numerositas (par. 119 et 181). liano .... turpiter uenditur, antequam aperto proelio ... sese inimicum ostenderet", fragment dont la traduction est: "Lorsque Hypatius, neveu de l'empereur, s'avanga (= s' avangant) pour combattre celui-lä, ä la tete d'une armee nombreuse, il fut capture par les auxiliaires huns et fut honteusement vendu ä Vitalien, avant meme d'avoir pu montrer dans un combat ouvert combien il hai'ssait cet ennemi." A cöte du present historique, on peut aussi rencontrer le parfait de generalisation - il s'agit, en fait, d'une subordonnee explicative iterative: "Sic humana fragili-tas, dum suspicionibus occurrit, magna plerumque agenda103 rerum occasione104 inter cepit", Get., 217. Si, dans certains cas, le sens de dum oscillait entre "par le fait que" et "quand", il y a des situations oü le sens "quand" et meme le sens "au moment (exact) oü" sont indubitables. Voir Romana, 351: "Qui parens praeceptis reginae, dum auidus ferit in capite105 ense, non ceruices, ut cupiebat, sed aurem illius amputauit." (l'idee de ce passage etait inspiree de Marcellin, a. 484; la construction grammatical appartient ä Jordanes). Voir egalement Getica, 97, oü dum est suivi du parfait de l'indicatif (coe-pit). Les subordonnees qu'introduit dum "temporelproprement dif' precedent, en general, la principale, mais il se peut qu'elles soient intercalees entre le sujet et le verbe de la principale. Dum avec la valeur de cum "temporel proprement dit" est, chez Jordanes, plus rare que dum remplagant cum narratifde simultanćite. En tout cas, dum "uere temporale" est un peu plus frequemment employe dans les Getica que dans les Romana. Le rapport de simultaneity de meme que le rapport d'anteriorite immediate, sont rendus aussi par des propositions relatives proprement dites. Voici des exemples illu-strant le rapport de simultaneity "Dicineus106 uenit in Gothiam107, quo tempore Romanorum Sylla potitus est principatum.108, Get., 67. Voir egalement Getica, 174 etc. Et void des exemples d'anteriorite immediate: ".... uidens Valia Vandalos in suis finibus109.... egressos et cuncta in praedas uastare, eo fere tempore, quo Hierius et tot Le participe futur actif ä valeur finale est caracteristique du latin familier et vulgaire. 102 ante - antecedent de la conjonction antequam. A propos de cet exemple, voir le paragraphe "Le rapport temporel de posteriorite". Pour ['accumulation de marques, voir aussi le paragraphe "Le rapport temporel d'anteriorite". 103 au lieu de la forme de genitif de la construction avec l'adjectif verbal - le gerundiuum. 104 forme d'accusatif oü la finale -m n'est pas marquee. 105 in capite au lieu de in caput. 106 Dicineus pour Decaeneus (ou Decaineos). 107 in Gothiam au lieu de in Daciam. 108 complement en accusatif ä la place du genitif. 109 ablatif a la place de 1'accusatif (le complement depend de egressos). On remarque aussi l'adjectifsuis place avant le substantif - effet de style. 110 111 112 113 Ardabures consules processissent , nec mora mox contra eos mouit exerci-tum", Get., 166. La traduction de ce fragment est: "Voyant que les Vandales etaient entres dans ses terres et qu'ils saccageaient tout, ä peu pres dans la meme periode oü Hierus et Ardabures etaient devenus consuls, Valia leva bientöt, sans tarder, une armee contre eux." Voir aussi Getica, 251: "... et tempus accederet, quo Valamer114 habitum repararet115 uirilem...". La simultaneity mais dans un sens plus large, peut etre indiquee par des conjonctions itćratives aussi. La proposition itćrative - qui marque le fait que 1'action de la principale se realise toutes les fois que Taction de la subordonnee se repete - exprime toujours un rapport de simultaneity Les conjonctions iteratives specifiques: quotiens et quotienscumque manquent totalement dans les ecrits de Jordanes. D'ailleurs, dans les textes influences par le latin vulgaire elles penetrant rarement. Les langues romanes n'ont pas herite quotiens et quotienscumque. L'indicatif - mode employe pour la repetition en latin preclassique et dans le latin cultive de l'epoque classique - est souvent remplace par le subjonctif, un subjonctif dit "de repetition" qui, ä la fin de l'epoque republicaine, mais notamment ä l'epoque postclassique, est usuel apres cum, quando, si, ubi, quotiens, ut quisque etc. (voir de tels exemples chez Ciceron, Cesar, bien frequemment chez Nepos1 6, souvent chez Tite-Live 17, Velleius Paterculus, Tacite, Suetone118, Justin, Ammien, dans la Vulgate etc.). Le subjonctif "de repetition" avait ete prepare, depuis des siecles, par les liens etroits qui unissaient Tidee de repetition ä celle d'eventualite119. Aceux-ci s'ajoute, 110 subjonctif plus-que-parfait au lieu de l'indicatif plus-que-parfait. 111 nec mora au lieu de sine mora, ou statim. Nec mora apparait dans d'autrespassages aussi: Getica, 28 - "nes mora ilico ad gentem Spalorum adueniunt"; Getica, 65: "nec mora soluta acie"; Getica, 307; ibid., 309 etc. Nec mora appartient, sans doute, au langage familier et vulgaire. Chose remarquable, nec mora est combinee avec l'adverbe mox, ou avec ilico (pour ce dernier cas, voir l'exemple cite dans cette note meme, un peu plus haut). De pareils pleonasmes apparaissent dans les Romana aussi (voir le paragraphe 163: "statim ac sine mora") et sont typiques du latin vulgaire. 112 Adverbe particulierement frequent chez Jordanes (voirnotre discussion la-dessus, dans le paragraphe concernant la conjonction mox). 113 contra ä la place de in. 114 pour Valamir. 115 au lieu de pararet. Jordanes emploie assez souvent des verbes composes au lieu des verbes simples; relativement ä ce sujet, voir Th. Mommsen, Index, op.cit., p. 182. 116 Chez Nepos, la construction avec le subjonctif est dominante (voir A. Tovar, Gramtica histörica latina-Sintaxis, Madrid, 1946, p. 220, par. 381). 117 voir O. Riemann - E. Benoist, Remarques sur la langue de Tite-Live, XXIH-XXV, Paris, Hachette, 1904,8e ed., pp. 362-63, n° 178. Voir egalement A. Tovar, op.cit., p. 220, par. 381. 118 Pour Tite-Live, Tacite, Suetone, voir R. Kühner - C. Stegmann, 2. Teil, 2. Bd., op.cit., pp. 206-07, par. 182,8°; quant ä Tite-Live, Tacite, Vulgate, voir AI. Ernout-Fr. Thomas, op.cit., p. 400, par. 389; pour Velleius, Tacite, voir R. Ochesanu, Istoria limbii romane, Bucarest, 1965, p. 327. tres probablement, 1'analogie avec la construction de cum narratif20 (mentionnons, dans cet ordre d'idees, le choix de l'imparfait et du plus-que-parfait du subjonctif dans les subordonnees iteratives - nous parlons, bien sür, des auteurs classiques et de ceux qui, dans les siecles suivants, imitent les classiques.). Les propositions iteratives, assez rares chez Jordanes, sont introduites par ubi, quando et dum (enumeres par ordre de leur frequence dans cet usage). Toutes ces trois conjonctions sont frequentes en latin vulgaire ä l'epoque tardive. II faut ajouter la conjonction ut - un seul exemple. La subordonnee iterative apparait surtout dans les Getica. C'est toujours ici que l'on retrouve une plus grande variete de constructions. Parmi les quatre conjonctions citees, seuls dum et ut sont construits exclusive-ment avec l'indicatif - d'ailleurs, il n'en est qu'un seul exemple pour dum, Getica, 217 (que nous avons commente pages 54-55) et un autre exemple pour ut, Getica, 70 (voir ci-dessous). Apres ubi et quando, c'est le subjonctif qui est predominant. Voir Getica, 200: "Reliqua autem, si dici fas est, turba regum diuersarumque nationum ductores ac si 191 199 satellites notibus Attilae attendebant, et, ubi oculo annuisset, absque aliqua mur-muratione cum timore et tremore123 unusquisque adstabat, aut certe, quod iussus fue-rat124, exequebatur125." Le subjonctif precede de ubi apparait aussi dans les Romana, 165 - nous renvo-yons ä la phrase citee page 49 (il s'agit d'un subjonctif imparfait); en fait, la construction est reprise sur Florus, 1,18,10. C'est toujours le subjonctif qui apparait apres ubi dans les Getica, 165 (en fait le subjonctif parfait) et Getica, 119. Dans ce dernier exemple, le subjonctif parfait alterne avec l'indicatif. Pour ce qui est de la conjonction quando, voir Getica, 70: "Qualis erat, rogo, uoluptas, ut uiri fortissimi, quando ab armis quantolumcumque126 uacassent, doctri- 119 Voir AI. Ernout - Fr. Thomas, op.cit., pp. 399-402, par. 389 et 390. 120 Voir R. Kühner - C. Stegmann, 2. T., 2. Bd., op.cit., pp. 206-07, par. 182,8°. 121 notibuspour nutibus. Voir aussi Getica, 157: notu pour nutu. Cependant, dans le passage cite -Getica, 200, on trouve la forme correcte: annuisset. La confusion entre les voyelles o et u est un phenomene relativement frequent chez Jordanes. 122 absque apparait trois fois chez Jordanes (et uniquement dans les Getica). 123 "cum timore et tremore" - exageration stylistique. 124 iussus fuerat au lieu de iussus erat. L'auxiliaire esse se trouve, parfois, chez Jordanes, au parfait au lieu d'etre au present, au plus-que-parfait au lieu de l'imparfait, au futur anterieur ä la place du futur (voir, par exemple: fuerat erectus, Get., 100; fuerant adepti, Get., 65; fuisse exortos, Get., 38 etc.). ILes formes de ce genre sont particulierement frequentes dans le latin vivant ä l'epoque tardive. 125 exequebatur, au lieu de exsequebatur. Voir aussi extingui, Rom., 265 etc. 126 quantolumcumque, pour quantulumcumque (voir, ä propos de la confusion entre o et u, nos notes anterieures). On constate, de plus, la preference de Jordanes pour les diminutifs, voir aussi Romana, 177: quantulum (avec la valeur de aliquantulum-, Getica, 63 et 172: aliquantulum etc. Le diminutif quantolum est mis en evidence (et complique) par la juxtaposition du suffixe -cumque. nis philosophicis inbuebantur ?". Deux questions se poseraient au sujet de l'exem-ple que nous venons de citer: a) Est-ce que "uacassent" est un subjonctif "de repetition", ou bien s'agit-il d'une forme de subjonctif plus-que-parfait ä valeur d'indicatif plus-que-parfait?; b) Le plus-que-parfait utilise ici a-t-il valeur de plus-que-parfait, ou bien substi-tue-t-il l'imparfait (du meme mode)? a) La forme "uacassent" (pour "uacauissent"), ainsi que l'utilisation frequente chez Jordanes et en latin vulgaire, ä l'epoque tardive, du subjonctif plus-que-parfait ä la place de l'indicatif plus-que-parfait , plaiderait contre 1'hypothese d'un subjonctif de repćtition. Cependant, puisque d'une part ce type de subjonctif predomine, chez Jordanes, dans la subordonnee iterative et que, d'autre part, il apparait assez souvent ä un autre temps aussi, ä savoir le parfait (du subjonctif) - voir ci-dessous - nous sommes penches ä croire qu'il s'agit en effet du subjonctif de repetition. b) Ce subjonctif plus-que-parfait se substitue-t-il ä l'imparfait du subjonctif, ou bien s'agit-il de marquer, par l'emploi du plus-que-parfait, un rapport d'anterioritć? On sait qu'en latin vulgaire, ä la fin du Ier siecle av. J. C., de meme que dans les siecles suivants (et notamment durant les IIIe-Ve siecles de notre ere), l'imparfait du subjonctif est peu ä peu remplace par le plus-que-parfait du subjonctif129. Chez Jordanes aussi, mais rarement, le plus-que-parfait du subjonctif prend la place de l'imparfait du meme mode (voir la subordonnee consecutive: "... ita sunt preliati, ut... non remansissent...", Get., 276)130. Mais puisque, d'une part, quando iteratif suivi de l'indicatif est construit avec le parfait (ä valeur de parfait - voir ci-dessous Getica, 193) et que le subjonctif parfait (ä valeur de parfait) apparait dans des subordonnees iteratives introduites tant par quando, que - surtout - par ubi et puisque, d'autre part, l'imparfait du subjonctif fait reel-lement son apparition (en fait, une seule fois, dans une subordonnee construite avec 127 inbuebantur ä la place de imbuebantur. Voir aussi la forme: inbueret, Get., 35. En dehors de la tendance que manifeste Jordanes ä rendre leur forme originelle aux prefixes, on peut parier de son souci tout ä fait special de conserver (ou restaurer) le prefixe in- (voir Getica, 199: inlustrabat, Getica, 197: inponitur etc.) 128 Pour ce qui est de l'utilisation du subjonctif plus-que-parfait ä la place de l'indicatif plus-que-parfait, voir R. Iordache, Observaciones sobre la subordinada causal en las obras de Jordanes, op.cit., p. 9 et note 13 etc. Voir egalement ci-dessus note 110. Fr. Werner, dans la dissertation mentionnee, ne remarque pas la presence de ce phenomene chez Jordanes. 129 Le plus-que-parfait du subjonctif employe ä la place du subjonctif imparfait est courant dans le Bellum Africum (voir W. Meyer-Lübke, Die lateinische Sprache in den romanischen Ländern, Grundriss, I, 2, p. 451 sqq.). Pendant la periode comprise entre le IIIe et le Ve siecle, les attestations de ce genre sont de plus en plus nombreuses (voir H. Rönsch, Itala und Vulgata. Das Sprachidiom der urchristlichenltalaund der katolischenVulgata unter Berücksichtigung derrömischenVolkssprache, Marburg, 1875,2e ed., p. 431; C. H. Grandgent, Introducciön al latin vulgar, Madrid, 1928, p. 95, et d'autres encore). 130 On trouve egalement, chez Jordanes, la situation inverse, ä savoir l'utilisation du subjonctif imparfait ä la place du subjonctif plus-que-parfait (voir Getica, 210). Voir aussi notre commentaire infra. ubi-Romana, 165), nous sommes penches ä considerer que, dans la subordonnee en discussion, le plus-que-parfait indique 1'anteriorite, d'apres le modele de cum narra-tif31. Un autre aspect interessant que met en evidence l'etude de la temporelle iterative, c'est l'alternance, dans la meme phrase, du subjonctif de repetition avec l'indicatif de repetition132. De telles situations apparaissent tant apres quando qu'apres ubi. Voir Getica, 193: "Probatum est humanuni genus regibus uiuere, quando unius mentis insano impetu strages sit facta populorum et arbitrio superbi regis momento defecit quod tot saeculis natura progenuit. ("On a pu constater que l'espece humaine vit pour les rois, toutes les fois que la fureur d'un seul fou provoque le massacre des peuples et chaque fois que le caprice d'un roi orgueilleux renverse dans un instant tout ce que la nature a mis tant de siecles ä produire."). Voir aussi Getica, 119: "Sed nihil ualet multitudo inbel 1 ium133, praesertim ubi et deus permittit et multitudo armata aduenerit." L'indicatif, dans la subordonnee de la derniere phrase, est reclame aussi par le contenu de la proposition "Deus permittit" (verite generalement valable). L'emploi, dans la subordonnee iterative, de l'indicatif est restreint. Vbi apparait quatre fois, accompagne de cinq verbes dont un seul ä l'indicatif. Quando apparait deux fois accompagne de trois verbes dont un seul ä l'indicatif. Dum et ut iteratifs sont employes une seule fois, mais avec l'indicatif. Dans les cas de ubi et notamment de quando, l'indicatif n'est pas independant, mais il forme un couple avec le subjonctif. La situation statistique des temps se presente de la maniere suivante: subjonctif plus-que-parfait - deux verbes; subjonctif imparfait - un verbe; subjonctif parfait -trois verbes; parfait de l'indicatif - deux verbes; indicatif present - un verbe. Et voici maintenant Г evidence numerique des temps et des modes pour chaque conjonction: ubi - 1 subjonctif plus-que-parfait; 1 subjonctif imparfait; 2 subjonctifs parfait; 1 indicatif present. quando - 1 subjonctif plus-que-parfait; 1 subjonctif parfait; 1 indicatif parfait. dum - 1 indicatif parfait. ut -1 indicatif imparfait. 131 Fr. Werner, op.cit., p. 87, soutient que, dans cet exemple, le plus-que-parfait du subjonctif se substitue ä l'imparfait du subjonctif. 132 Pour l'alternance du subjonctif de repetition avec l'indicatif de repetition, voir Ciceron, Verr.,4,48. Cesar lui-raeme rattache parfois (dans De betto Gallico et De hello ciuili) le subjonctif de repetition ä l'indicatif de repetition. 133 inbellium, pour imbellium (genitif pluriel). Voir aussi note 127. On peut observer que l'imparfait du subjonctif et le present de l'indicatif n'appa-raissent qu'apres ubi, l'imparfait de l'indicatif fait son apparition apres ut, tandis que quando, qui subit en plus grande mesure l'influence de la conjonction cum, est construit avec des temps indiquant une anteriorite evidente (voir les exemples cites -Getica, 70 et 193). Autre remarque: le parfait du subjonctif est la forme la plus courante chez Jordanes dans la subordonnee iterative. Evite chez les ecrivains classiques et chez les grands prosateurs du latin postclassique (voir, ci-dessus, p. 56), le subjonctif parfait n'apparait qu'accidentellement dans les ouvrages des auteurs qui imitent, ä l'epoque tardive, le style classique (voir, par exemple, Avit134). Cependant, chez Gregoire de Tours, l'emploi du subjonctif parfait dans la subordonnee iterative introduite par cum, est un trait caracteristique135. Chez Jordanes non seulement la proportion de l'emploi du parfait du subjonctif est grande, mais, parfois, l'utilisation de ce temps contrevient aux regies de lä concordance des temps (regies que Jordanes observe en general). Voir Getica, 165: "... ita conuenit pacisci, ut Placidiam sororem principis redderet suaque solacia136 Romanae rei publicae, ubi usus exegerit, non denegaret." (idee proba-blement reprise sur Orose, 7, 43, 12. La construction grammaticale appartient nean-moins ä Jordanes). Dans cette phrase, il eüt ete plus convenable d'employer le plus-que-parfait du subjonctif. (A suivre.) 134 Voir H. Goelzer.Le latin de S. Avit, Paris, 1909, p. 340, note 1 et p. 340,2° (par. 212). 135 Voir M. Bonnet, Le latin de Gregoire de Tours, Paris, 1880, pp. 684-85. 136 solacia avec la valeur du substantif auxiliares (avec la meme acception dans les Romana, 223, Getica, 110 etc.). Matjaž Babič Ljubljana CDU 807.1-25 : 801.56 DE VERBORUM DEPONENTOM USU PASSIVO IN COMOEDIIS PLAUTINIS ADNOTATIONES QUAEDAM1 Nonnullis formis verborum deponentium Romanos et voce passiva uti satis constat. Quarum de origjne et ratione grammatici certant et adhuc sub iudice lis est: sunt,2 qui formas passivas e formis activis (quae etsi nusquam reperiuntur, tamen restitui possunt) fieri, quorum iudicio alii viri docti3 resistant, qui istas verborum deponentium formas passivas esse contendunt. Plurima exempla vocis passivae in formis periphrasticis, praecipue e copula et participio perfecti compositis, inveniuntur. In formis non periphrasticis thematis prae-sentis apud Plautum unum tantum exemplum vere passivae notionis repperimus: Ep. 267: continue arbitretur uxor tuo gnato /.../ Si aliud quoddam exemplum non periphrasticum invenitur, certe forma passi-vum, notione impersonale putandum est; quae ad exempla adnotatiunculae nostrae pertinent. Einarus Löfstedt in Syntacticis4 huiusmodi verborum constructiones formas ad notionem accomodatas (Angleichung der Form an die Bedeutung) nominat quaerit-que, qua de causa id saepissime in modo infinitivo, rarius alibi in usum veniat. Re-spondet formas personales paradigmate velut in acie se tutari, infinitivum sine ope eorum stantem impetui notioonis propriae resistere non posse formaque passiva vin-ciri. Petrus Flobert in mirabili suo libro De linguae Latinae verbis deponentibus omnia fere exempla impersonalia collegit (sola Most. 960 et Am. fr. XII eum effugisse videntur); quas si legiones in manipulos cohortesque divisisset, dubium non est, quin omnem sibi laudem habiturus fuerit. 1 Gratias ago maximas professori Gantar, viro docto, qui hoc opusculum non indignum inspectu putaverit. Ad ipsius Plauti verba ponenda usus sum editione Friderici Ritsehl, Lipsiae MDCCCLXXXVII -MDCCCXCIV. 2 Prisciani Institutiones; Keil, Grammatici Latini, II, 425, Lipsiae 1885; Gonzalez Lodge, Lexicon Plautinum, Lipsiae MCMXXIV 3 Pierre Flobert, Les verbes deponents latins des origines ä Charlemagne, Paris 1975; R. Kühner - C. Stegmann, Ausführliche Grammatik der lateinischen Sprache, Hannover 1912 (ed. secunda), p. 111 4 Einar Löfstedt, Syntactica, Studien und Beiträge zur historischen Syntax des Lateins, Lund 1933, II, pp. 124 s Verba deponentia voce passiva apud Plautum in huius generis sententiis usurpan- tur: 1. Sententiae proverbiorum instar, in quibus agens ne e contextu quidem orationis conici potest; quamquam Plautus in huiusmodi sententiis formas deponentium impersonales quovis modo evitat, potest et aliter dicere, potest 2. persona singularis activi uti (ut quidem nostra, id est Slovenica, lingua): True. 662: Nullam rem oportet dolose adgrediri, nisi astute adcurateque exsequare. Verbis deponentibus hoc modo in comoediis suis bis tantum usus est: Trin. 367: Non aetate, verum ingenio apiscitur sapientia. Am. 651: libertas salus, vita, res etparentes, patria etprognati tutantur, servantur. 2. Verbis, quae natura minus commode sonant, forma impersonali incrementum affertur; qua oratione Romanus agentem quasi nihili putans, etsi novit, praeterit: Most. 959 ss: Triduom unumst haud intermissum hie esse et bibi, scorta duci, per-graecari, fidicinas tibicinas conducti. (sc. Philolaches cum amicis pergraecantur) Ps. 687: sed iam satis estphilosophatum. (sc. satis philosophatus sum) Poen. 524 s: praesertim in re populi placida atque interfeeds hostibus non decet tu-multuari. 3. Personae in comoediis ad imperandum non solum imperativo modo, sed etiam circumlocutionibus utuntur; quibus in circumlocutionibus indicativum volo/iubeo in-finitivus praesentis passivi sequitur. Huiusmodi sententiis praecipue domini servis nobilesque minus nobilibus mandata dant. Modus infinitivus in huiusmodi circumlocutione cum nulla forma alternari potest, praesertim cum Plautus hoc modo et verba activa saepissime usurpet. Itaque activis his verbis utitur: Cas. 170: iussin colum ferri mihi? Most. 181: Ego verum amo, verum volo did mihi. itidem et deponentibus: Most. 371: iube haec hinc omnia amolirier. Am. fr. XII: quaeso advenienti morbo medicari iube. 4. Ubi, qui loquitur, opus ipse perfecturus est, saepe urbana quadam forma futuri temporis utitur: dabitur pro dabo dicit, videbitur pro videbo. Eodem modo pro nil moror invenimus: Men. 326: nihil morabitur. Mil. 1305: non morabitur. Formae impersonales verborum deponentium apud Plautum raro in usum ve-niunt (nam supra paene omnes enumerantur) idque eodem genere sententiarum, quo et verba activa interdum impersonaliter usurpantur. Vicinitas verborum formam impersonalem exigens nec verbis deponentibus ignoscere videtur, videlicet modo infinitivo et tertia persona singularis vel pluralis. Itaque doctissimi Löfstedt opinio infinitivum proniorem in mutandam vocem esse et ad formas tertiae personae valet. Hac notione deponentia rariora tantum apud Plautum reperiuntur, nusquam ilia, quae deponentia esse nemo ignorat, velut loquor, utor, sequor eorumque composita (cf. supra True. 662). Povzetek NEKAJ OPOMB O PASIVNI RABI DEPONENTNIKOV PRI PLAVTU Pri nesestavljivih oblikah gre večinoma za brezosebno pasivno rabo. Najdemo jo le v 4 stavčnih tipih: a) pregovori in splošne resnice, b) izpovedi in prepovedi po obrazcu volo/iubeo + inf. prez. pas., c) izjave tipa dabitur: brezosebni pasiv najdemo pri nedoločniku in oblikah za 3.os.edn. in mn., a le pri manj pogostih deponentnikih, č) pasiv pri glagolih s slabšalnim pomenom. Emanuele Banfi Universitä degli Studi di Trento CDU 807.74/809-0862.2(497) LA LINGUISTICA BAL C ANI CA IN ITALIA: ORIGINI, EVOLUZIONE E LINEE TEORICHE1 1. Qualsiasi analisi relativa a temi di Linguistica Balcanica (LB, d'ora in poi) in Italia risulterebbe incompleta se non si considerassero i legami che tale settore di ricerca ha avuto (ed ha ancora) con i paralleli sviluppi della ricerca balcanologica di ambiente europeo. In altre parole: e impossibile identificare una LB "italiana" che possa essere con-siderata indipendente rispetto alle linee di ricerca sviluppatesi in numerosi Centri di ricerca fuori d'Italia, in Europa, soprattutto, da parte di ricercatori che si sono occupati della situazione storico-culturale e linguistica del Sud-Est europeo, ovvero dell'area di cui i Balcani sono parte integrante. 2. Per cominciare io credo che occorra considerare la ricerca italiana nel campo della Balcanologia entro parametri di riferimento che, per la loro particolare natura, devono essere etichettati come pienamente "europei" o, per essere piü precisi, "mitte-leuropei". 3. Come disciplina, la LB e stata formalizzata e codificata ad un livello accade-mico in tempi relativamente recenti. Come e noto, le sue radici sono da rintracciarsi nell'ambiente scientifico proprio della seconda metä del secolo XIX, quando, nei maggiori centri di ricerca linguistica dell'Europa tedescofona, studiosi del calibro di J. Kopitar, A. Schleicher, Fr. Miklosich, Th. Kapidan e H. Schuchardt cominciarono ad occuparsi in modo sistematico dei problemi del plurilinguismo sud-est europeo. Non e casuale, del resto, che alcuni dei ricercatori premenzionati furono tra i fondatori del primo Centro di ricerca che si occupo di problemi linguistici dell'area balcanica, considerati in prospettiva interdisciplinare: storica, etnografica, demologi-ca. II riferimento e alla Balkankommission Viennese, che divenne celebre soprattutto grazie all'attivitä di Fr. Miklosich e di Th. Kapidan. Non e una coincidenza il fatto che la Balkankommission Viennese si sviluppö in stretta connessione con gli ultimi bagliori dell'espansionismo asburgico: quando, al-l'inizio della seconda metä del secolo scorso, mentre l'impero ottomano cominciava a declinare e a segnare definitivamente i destini dell'Europa sud-orientale, i funziona- 1 II presente lavoro e la rielaborazione, in molti luoghi radicale e con opportuni aggiornamenti bibliografici, di un testo di una conferenza, originariamente in lingua inglese, preparato per un Seminario di Balcanologia tenutosi a Mosca, presso 1 'Istituto di Slavistica e Balcanologia della GUM, mell'ottobre del 1990. ri delYAustria Felix pensavano di poter conquistare ed assimilare i territori balcanici sottoposti al giogo ottomano. Alio stesso modo, non e un caso che il primo progetto della Balkankommission Viennese fu la definizione di un rigoroso programma di "politica linguistica" che si pensava di poter applicare ed estendere alle genti del Sud-Est europeo, il cui territorio fu considerato come l'area per eccellenza caratterizata da lingue e culture diverse. II programma era, di fatto, straordinariamente avanzato e si fondava su un reale, effettivo rispetto dell'identitä etnicolinguistica, religiosa e culturale delle genti balca-niche. Inoltre, il suo primo e fondamentale scopo fu la descrizione della situazione linguistica dell'area balcanica secondo i metodi d'indagine propri della ricerca linguistica e dialettologica del tempo. 4. La LB nacque, di fatto, in ambiente tedescofono: per essere piü precisi a Vienna, Lipsia e Berlino. Sulle prime la LB si sviluppo in modo assai differenziato, grazie a ricerche relative al settore morfosintattico (riduzione dei sistemi flessivi delle lingue balcaniche; sviluppo dell'articolo determinativo postposto; riduzione dell'infinito; formazione del futuro analitico). Oltre a ciö, settori di ricerca particolarmente seguiti furono i problemi relativi al lessico: definizione del lessico "balcanico" ereditario; analisi dell'influsso greco-bizantino, latino-romanzo e turco sui sistemi lessicali delle lingue balcaniche. 5. Fu soltanto durante la seconda decade del nostro secolo che apparvero le prime sintesi relative alia situazione linguistica dell'area balcanica. Mi riferisco, owiamen-te, ai lavori di A. Seliščev, uno slavista bulgaro, ma, soprattutto, alia prima ampia monografia dedicata ai problemi linguistici dei Balcani, visti all'interno di un quadro di riferimento socio-culturale: il lavoro di Kr. Sandfeld, Linguistique balkanique, pro-blemes et resultats, apparso dapprima in edizione danese, a Kopenhagen, nel 1926; quindi fu pubblicato, in edizione francese, a Parigi, nel 1930. I lavori di A. Seliščev e di Kr. Sandfeld contribuirono a diffondere nell'ambiente scientifico internazionale i risultati delle ricerche scientifiche di ambito balcanologico condotte durante il secolo XIX e nel primo ventennio del nostro secolo. Grazie al lavoro di A. Seliščev e di Kr. Sandfeld, non possiamo dimenticare che l'area balcanica - in cui si erano incontrate e fuse le lingue slave meridionali, il greco, il rumeno e il dalmatico, l'albanese, il veneziano, il turco, lo jiddish, l'armeno, i dialetti zigäni -parve essere il terreno di ricerca piü conveniente per studiare i meccanismi del contat-to linguistico tra sistemi diversi. Non e una coincidenza poi che, tra il 1926 e il 1928, i ricercatori della Scuola linguistica di Praga considerarono il "modello balcanico" come l'esempio piü chiaro di area linguistica ove poter sperimentare le teorie relative al contatto linguistico: a loro si deve, tra l'altro, la prima definizione del concetto di Sprachbund ("lega linguistica"). 6. Come disciplina autonomamente fondata, la LB sorse cosi dall'intersezione tra problemi storico-linguistici, evidenziati giä dal dibattito ottocentesco, e da alcuni elementi, di diversa natura, orientati e basati su problemi teorico-generali. Questi ultimi furono, di fatto, l'esito del dibattito scientifico che, negli anni Venti, interessö la Scuola di Praga. A livello internazionale ebbero grande eco le "tesi" del primo Congresso dei Linguisti, tenutosi a Praga nel 1928: la LB, considerate come la linguistica delle "lingue in contatto", fu utilizzata come modello teorico e come punto di riferimento principale da parte dei ricercatori che cominciavano ad occuparsi, pur su diversi terreni d'analisi, di tematiche relative al plurilinguismo. Tale duplice interesse, storico-linguistico, da un lato, linguistico-generale, dal-l'altro e, oggi, la caratteristica saliente della ricerca balcanologica: ciö e testimoniato dalle linee di ricerca in generale e, in particolare, ciö vale per la LB italiana, caratte-rizzata per altro da alcune peculiaritä che esporrö nel paragrafe seguente. 7. In Italia, a livello accademico, la LB non ha mai avuto, fino ad oggi (1991), un riconoscimento ufficiale: non ci sono mai stati, ne ci sono, Centri di ricerca completa-mente dedicati agli studi sud-est europei, paragonabili agli Istituti di Balcanologia o ai Centri di ricerca presenti in quasi tutte le universitä dell'Europa Orientale: da Mosca a San Pietroburgo; da Bucarest a Sofia; da Belgrado a Sarajevo; ma anche in Grecia, a Salonicco, presso I'lnstitute for Balkan Studies (IöpujAa MeXetijov tt]5 Xepao-\nf|aou xou A((xod); ma, anche, in Turchia, presso l'Universitä di Istanbul. La ricerca balcanologia e comunque, ben presente anche in alcuni Centri di studio dell'Europa occidentale, soprattutto in Germania: a Berlino, alia Freie Universität e alia Humboldt Universität; a Monaco, presso l'Ost-Europa Institut. In Italia la LB e stata sempre considerata una disciplina extramoenia, una sorta di "condominio", in cui ricercatori con diversi percorsi formativi e diversi orientamenti teorici hanno lavorato e tuttora lavorano. La LB e stata soprattutto "promossa", e ancora lo e, sia da studiosi di linguistica storica e sia da classicisti. Gli studiosi di linguistica storica, ossia i comparatisti, gli indeuropeisti, interessati all'antica vicenda storica dei Balcani, considerati come "crocevia" dell'ambiente indeuropeo. I classicisti, a loro volta distinguibili in: i] studiosi che si sono occupati, e si occupano, delle fasi seriori delle lingue classiche: latinisti, interessati ai temi dell'evoluzione del latino nella sua fase tarda, preromanza; ii] studiosi di lingua greca bizantina e medievale; iii] romanisti (interessati alio studio dei rapporti tra la cosiddetta "Romania Balcanica" e l'Occidente romanzo, con particolare riferimento per il processo di formazione del latino balcanico e per l'origine del rumeno e dei suoi dialetti; iv] studiosi di albanolo-gia (interessati all'origine antica dell'albanese, ai suoi rapporti con il protorumeno e studiosi del ruolo linguistico dell'ambiente albanese nella piü recente storia dei Balcani; v] slavisti (con particolare riferimento per ricercatori che si sono occupati del processo di formazione dell'ambiente bizantino e medievale e dell'ambiente roman-zo-orientale); infine: vi] studiosi che si occupano di definire modelli di analisi linguistica in chiave tipologica e di tipologia comparata. 8. Di seguito offrirö un quadro dei contributi offerti da studiosi italiani nel campo della LB. II mio lavoro e soprattutto focalizzato sui principali temi trattati dagli studiosi italiani: esporrö i loro orientamenti teorici e i risultati raggiunti. Seguirö, nella mia esposizione, un criterio "tematico" piuttosto che un criterio cronologico. 8.1. II primo, importante tema trattato dagli studiosi italiani, a partire dagli anni Trenta, fu la definizione della situazione linguistica dell'area balcanica prima che intervenissero i processi di grecizzazione e di latinizzazione della penisola. In altre parole, gli studiosi italiani - da F. Ribezzo2 ad O. Parlangeli3, da V. Pisani4 a C. De Simone5 - si sono occupati delle cosiddette "lingue di sostrato balcanico", ossia delPHlirico, del Tracio, del Daco-Misio. Essi sottolinearono i reciproci contatti tra le varie lingue, i loro rapporti con le altre lingue indeuropee e, infine, quando possibile, studiarono la loro evoluzione fino alia piü recent t fades delle lingue balca-niche, con particolare attenzione per i dialetti rumeni e albanesi. In questo particolare settore vanno menzionati soprattutto alcuni studiosi: in primo luogo, di nuovo, V. Pisani, per lunghi anni attivo nelle universitä milanesi, i cui importanti contributi sulla preistoria dell'ambiente illirico e della sua evoluzione fino al moderno quadro linguistico albanese sono ancora di grande importanza. Vanno poi ricordati O. Parlangeli , allievo di V. Pisani, e C. De Simone, i cui studi sulla posizione del messapico, considerato come una "derivazione" dell'Illirico in ambiente pu-gliese, sono degni di particolare attenzione. La medesima linea teorica e stata poi, in anni recenti, ripresa da alcuni studiosi che hanno seguito l'impianto teorico di O. Parlangeli e di C. De Simone: in particolare, vanno menzionati i risultati delle ricerche di C. Santoro7. 8.2. U secondo orientamento della ricerca italiana nel campo della LB si e accen-trato sullo studio delle componenti proto-balcaniche nella formazione degli ambienti linguistico-culturali greco e italico (pre-latino). La scuola italiana, a questo proposito, ha prodotto alcuni studi originali il cui valore va ben al di la delle tematiche relative ai Balcani e includono anche alcuni temi connessi con il processo di formazione di tutto l'ambiente linguistico europeo-occi-dentale. Di nuovo, accanto a G. Devoto e a M. Laviosa Zambotti, va ricordato il contributo di V. Pisani. A loro dobbiamo la precisa definizione della funzione della componente "balcanica" osco-umbra nella formazione della componente italica e, 2 Cf. i suoi importanti, numerosi contributi apparsi in "Rivista Indo-greco-italica di filologia, lingua, antichitä" (Napoli (1917-1937). 3 Cf. O. Parlangeli, La penisola balcanica e I'ltalia, in Atti del III Congresso di Linguisti, Milano, 1961, pp. 12.37. 4 Tra le opere di V. Pisani dedicate al sostrato balcanico, cf. quelle citate nella nota 7. 5 Cf. C. De Simone, Die messapische Inschriften, Wiesbaden, 1964. 6 Cf. O. Parlangeli, Studi messapici, iscrizioni, lessico, glosse e indici, Milano, 1960. 7 Cf. C. Santoro, Nuovi studi messapici, voll. 3, Galatina, 1982-1984. inoltre, la determinazione della componente "balcanica-eolica" nel processo di formazione dell'ambiente greco pre-classico8. Secondo questi studiosi, e assai probabile che tra il I e il II millennio a.C. si fosse formato un antichissimo Sprachbund comprendente le predette componenti: tracce della sua presenza sono visibili nella fase tarda delle lingue nelle due tradizioni lingui-stiche, sono evidenti nel latino volgare e nel greco volgare: come ho cercato di dimo-strare in un mio lavoro, Riflessi degli antichi contatti eolico osco-umbri nel neogreco e nei dialetti italomeridionali (Atti deli'Accademia di Scienze Lettere e Arti di Palermo, Serie IV, vol. XXXV - 1977), in cui ho sviluppato alcune posizioni teoriche proposte da V. Pisani e da G. Devoto tra gli anni Cinquanta e gli anni Sessanta. 8.3. D terzo, importante campo di ricerca sviluppato dai balcanologi italiani si riferisce ai rapporti interlinguistici tra la cosiddetta "Balcania graeco-romana" e i lem-bi inferiori della penisola italiana (Calabria meridionale, Puglia meridionale, Sicilia). Mi riferisco owiamente ad un settore di ricerca che ha prodotto importanti risultati e che puö essere suddiviso, per ragioni puramente espositive, in tre principali sotto-set-tori: i] lo studio delle relazioni tra latino-balcanico (soprattutto nell'area danubiana, la dove si formarono i dialetti rumeni) e i moderni dialetti italo-romanzi della Calabria, del Salento, della Sicilia9; ii] lo studio delle relazioni tra ambiente dalmatico ed ambiente italo-romanzo; con particolare attenzione per il contatto tra le due opposte sponde dell'Adriatico (un mare che fu sempre facile da attraversare e che facilitö, piuttosto che ostacolare, i rapporti tra Italia e i Balcani). In questo particolare settore di ricerca occorre owiamente ricordare M. Bartoli, il cui lavoro e, ancor oggi, assolutamente fondamentale. Nei suoi studi sui dalmatico, pubblicato a Vienna nel 1906, egli suppose l'esistenza di una "catena" apennino-dal-matica e, soprattutto, egli collegö al dalmatico i dialetti italo-romazi parlati lungo la costa adriatica10. La teoria bartoliana e stata recentemente riconsiderata da alcuni 8 Su questo tema, cf; G. Devoto, Italo-greco ed italo-celtico, Archivio Glottologico Italiano, XXII-XXII (1929), pp. 200-240; Id., Gli antichi italici, Firenze, 1931; Id., Problemi e orientamenti di grammatica storica e di storia delle lingue classiche, Milano, 1951. Tra i la vori di V. Pisani intorno a questi temi, vanno menzionati, almeno, i seguenti: V. Pisani, Le lingue dell'Italia antica oltre il latino, Torino, 1953; Id. Über eine pälignische Inschrift (Co. 208 bis. PI. 246 d) und die Herkunft des Oskisch-Umbrischen, "Rheinisches Museum", XCV (1952), pp. 1-22 (anche in Saggi di Linguistica Storica, Torino, 1959, pp. 137-159); Id., Le lingue indeuropee in Grecia e in Italia, "Rendiconti dell'Istituto Lombardo" 89 (1956), pp. 93-112; Id., Zum Sprachgeschichte des alten Italiens, "Rheinisches Museum", XCVII (1954), pp. 47-68. Infine, va ricordato l'importante lavoro di M. Laviosa Zambotti, IBalcani e l'Italia nella Preistoria. Premessa alia comprensione del mondo classico, Como, 1954. 9 Cf; G. Alessio, Concordanze lessicali tra i dialetti rumeni e quelli calabresi, "Annali della Facoltä di Letteie e Filosofia dell'Universitä di Bari" I (1954), pp. 3-53; E. Banfi, A ree latinizzate nei Balcani e una terza area latino-balcanica (area della via Egnazia), "Rendiconti dell'Istituto Lombardo -Accademia di Scienze e Lettere LII (1972). dialettologi italiani (A. Melillo e M. Giammarco)11. Questi studiosi hanno sottolinea-to le straordinarie affinitä, a livello fonetico, tra dialetti italo-adriatici e alcuni elementi dalmatici tramandatici dal Bartoli e, soprattutto, da alcune testimonianze presenti nelle "lettere Zaratine", le piü antiche fonti scritte relative a questa lingua. 12 Accanto ai lavori del Bartoli occorre ricordare gli studi di C. Merlo , dialettolo-go pisano, che prese in considerazione i rapporti tra dialetti dalmatici e dialetti italo-settentrionali in una serie di importanti saggi (talvolta assai polemici nei confronti del Bartoli). Secondo il Merlo, il dalmatico altro non e se non un anello di una catena romanza-settentrionale che lega i parlari retoromanzi, ladini e friulani con i parlari romanzi danubiani, ossia con 1'area linguistica da cui prese origine il rumeno. iii] infine, 1'ultimo settore di ricerca ampiamente percorso da studiosi italiani si riferisce alle relazioni tra la componente latino-romanza e greco-bizantina in area balcanica. Tale argomento e stato trattato soprattutto alia luce del processo di cristianizza-zione del Sud-Est europeo. Cio prevede la considerazione di una fase antica (secc. II-IV d.C.) durante la quale i Balcani erano ancora parte delle dinamiche di irradiazio-ne romana. Quindi, un altro elemento preso in considerazione, e stato il secondo momenta del processo di cristianizzazione dei Balcani (secc. VII-IX), awenuto in un contesto politico e culturale rinnovato: i Balcani erano completamente indipendenti da Roma e giä ampiamente dominati dalle componenti avaro-slave. D messaggio cri-stiano vi si diffuse muovendo sia dai poli della cristianitä bavarese, romano-germani-ca (Salisburgo e Krems, soprattutto), sia dai poli della cristianitä bizantina (Bisanzio; i centri monastici bizantino-slavi). Dal punto di vista linguistico, sulla base di lavori di A. Zamboni, di G.B. Pellegrini e miei13, quest'ultima fase della cristianizzazione sud-est europea ebbe una fun- 10 Cf. Matteo Bartoli, Das Dalmatische, Altromanische Sprachreste im Veglia bis Ragusa und ihre Stellung in der Apennino-balkanischen Romania, Wien, 1906. 11 Sull'argomento, in generale, con ampi riferimenti bibliografici, cf. C. Tagliavini, Le origini delle lingue neolatine, Bologna, 1982, pp. 374-377. 12 cf. C. Merlo, Studi glottologici, Pisa 1934. 13 Su questo argomento, cf. G.B. Pellegrini, Introduzione alia lingua albanese, Padova, 1977; A. Zamboni, Note linguistiche dalmatiche, "Atti della tomata di studio della Societä Dalmata di Storia Patria", Venezia, 1976, pp. 9-65; E. Banfi, Aree latinizzate nei Balcani e una terza area latino-balcanica (area della via Egnazia), "Rendiconti dellTstituto Lombardo - Accademia di Scienze e Lettere - Classe di Lettere", 106 (1972), pp. 185-243; E. Banfi, Problemi di fonetica delle aree latino-balcaniche, in H.M. Ölberg (ed.), Akten des internationalen albanologischen Kolloquiums zum Gedächtnis an N. Jokl, Innsbrucker Beiträge zur Kulturwissenschaft, Sonderheft 41 (1977), pp. 269-285; E. Banfi, Note sull'elemento lessicale neogreco di origine latina alia luce della romanizzazione interadriatica, "Abruzzo" 19,3 (1981), pp. 79-102; E. Banfi, Linguistica balcanica, Bologna, 1985; Id., Cristianizzazione nei Balcani e formazione della lega linguistica balcanica, "Zeitschrift für Balkanologie" 23/1 (1987), pp. 2-18.; E. Banfi, Intorno al concetto di confine linguistico latino-greco nei Balcani, "Die Slawischen Sprachen" 11 (1987), pp. 5-24; E. Banfi, Per la storia del confine linguistico greco-latino nei Balcani, "Zeitschrift für Balkanologie" 24/1 (1988), pp. 144-131; E. Banfi, Storia linguistica del Sud-Est europeo, Crisi della Romania zione fondamentale nel processo di stabilizzazione della situazione linguistica dei Balcani in etä medievale e nella formazione di una "Balcanica romano-germanica" opposta ad una "Balcanica greco-ortodossa". La prima influenzö le componenti slo-vena, croata, dalmatica, albanese settentrionale; la seconda le componenti serba, ma-cedone, bulgara, albanese meridionale, rumena. 8.4. Inoltre, gli studiosi italiani hanno esaminato anche i rapporti tra l'ambiente balcanico esposto all'influsso greco-balcanico e le regioni balcaniche caratterizzate dalla presenza di componenti slavo-meridionali e valacche: in questa prospettiva, at-tenta ai portati delle ricerche storiche e demologiche, occorre tener presenti alcune teorie di C. Tagliavini (i cui contributi sull'elemento balcanico nell'ungherese sono assai importanti)14 e alcune ricerche di G.B. Pellegrini e mie personali. Nel mio sag-gio La sostanziale balcanizzazione del territorio romeico e della lingua neogreca ("Memorie dell'Istituto Lombardo - Accademia di Scienze e Lettere, Classe di Lette-re - Scienze Sociali e Storiche", XXXVII/5 . 1982, pp. 285-324), ho suggerito di analizzare l'ambiente greco (bizantino, post-bizantino, medievale e moderno) all'interno della realtä balcanica in modo da trovare una chiave interpretative per la com-prensione della situazione linguistica e culturale della Grecia medievale e moderna. Sono infatti convinto che, anche sul piano linguistico, il mondo neogreco non possa essere compreso se non a patto che esso venga correttamente inserito entro le dinami-che socio-culturali e linguistiche dell'area balcanica. In area balcanica, l'amministrazione bizantina, erede della politica romano-imperiale, creö una vera e propria "unitä" culturale. Tale "unitä" e riflessa nell'organiz-zazione dell'ambiente balcanico medievale (origine ed evoluzione delle genti slave meridionali, dell'ambiente rumeno, dell'ambiente albanese). Quindi, dopo che la fun-zione del mondo bizantino divenne irrilevante all'interno dei Balcani, un simile ruolo fu assunto dalla componente turca, che giocö una funzione privilegiata, di polarizza-zione per gran parte dell'area balcanica tra i secc. XV e XIX (ma, in alcuni casi, in particolare nella Grecia del Nord, fino alia metä del primo decennio del nostro secolo). Sono convinto sempre piü che la componente turca, caratterizzata da un'organiz-zazione solida e sovrannazionale, giä propria dell'impero bizantino, contribui a creare una forte rete di legami linguistici, culturali, politici. Dopo la caduta dell'impero ottomano e dopo che le genti balcaniche ripresero la loro specifica identitä nazionale, in un'atmosfera di forte ricerca della propria tradi-zione storico-culturale, alcuni studiosi greci, slavi, rumeni, albanesi tentarono di limitare il ruolo della componente turca nella formazione delle loro specifiche realtä nazionali. Tuttavia, io credo che sia compito dei linguisti, sulla base di dati concreti, il ricondurre la ricerca di ambito balcanico entro parametri oggettivi, non viziati da atteggiamenti di sterile nazionalismo: una storia comparata delle lingue balcaniche balcanica tra alto e basso medioevo, Franco Angeli, Milano, 1991. 14 Cf. C. Tagliavini, Le origini, cit., pp. 324-325; G.B. Pellegrini, Introduzione, cit., pp. 38-42. non puö se non essere basata su questa "rivoluzione copernicana", per il cui avvento, io credo, i tempi siano maturi. 8.5. Un altro campo d'indagine privilegiato dagli studiosi italiani di cose balca-niche si riferisce al settore dell'albanologia. Sull'evoluzione dell'albanese dobbiamo a V. Pisani pagine ancor oggi fondamentali: Pisani, sulla base di considerazioni preva-lentemente lessicologiche, sostenne l'ipotesi dell'autoctonia delle genti albanesi, ere-di dell'antica tradizione illirica15. Nel settore albanologico, particolare menzione deve essere data ai lavori di C. Tagliavini e di G.B. Pellegrini, maestri insigni dell'ateneo patavino: in particolare vanno ricordati i loro saggi sulla stratificazione del lessico albanese, la cui straordina- classici, elementi latini (di epoche diver- Importanti, ancora, i lavori di G. Valentini e di P. Di Giovine: al primo si deve la pubblicazione dei documenti relativi all'ambiente albanese derivati dagli archivi me-dievali (una vera miniera di dati, di interesse sia storico che linguistico); al secondo si devono importanti contributi alia definizione della fonetica storica dell'albanese17. 8.6. Negli anni Ottanta gli studi di LB in Italia si sono soprattutto aperti a tema-tiche linguistico-generali: il dibattito sui cosiddetti "balcanismi", sulla loro natura storico-linguistica, ha portato alcuni studiosi ad inserire tali problemi entro i principi della Tipologia Linguistica. P. Ramat18 ha cercato di fornire uninteressante definizione tipologica della situazione storico-linguistica dei Balcani. Di orientamento tipolo-gico, con una costante attenzione, tuttavia, per i dati storici, sono anche alcuni miei recenti lavori19, lo stimolante saggio di G. Raffo20 e i saggi, intorno al concetto di Sprachbund, di V. Orioles21. 15 Cf. V. Pisani, L 'Albanais et les autres langues indo-europeemies in "Saggi di Linguistica Storica", Torino, 1959, pp. 96-114; Id., Lexikalische Beziehungen des Albanesischen zu den anderen indogermanischenSprachen, in "Saggi di Linguistica Storica", Torino, 1959, pp. 115-136. 16 Cf. C. Tagliavini, La stratificazione della lingua albanese, Bologna, 1966; G.B. Pellegrini, Introduzione, cit. 17 Cf. G. Valentini, Acta Albaniae Juridica, München, voll. 2, 1968-1973; Id., Acta Albaniae Veneta saec. XIV et XV, München, voll. 30, 1967; P. Di Giovine, II gruppo CT latino in albanese, Roma, 1982. 18 Cf. Paolo Ramat, II tipo linguistico balcanico, "Lingua e Stile" ХХП1/2 (1988), pp. 301-311. 19 Cf. E. Banfi, Tipologia della convergenza linguistica in area balcanica, "Atti del Convegno della Societä Italiana di Glottologia", Bergamo, 17-19 XII1987, Pisa, 1988, pp. 43-91; Id. Typologies of Standardization in the Balkan languages, The case of two Balkanisisms; the loss of the infinitive and the periphrastic future, "Europa Orientalis" 8 (1989), pp. 175-189; Id., The infinitive in South East European languages, in Bechert, Bernini, Buridiant (eds.), Toward a Typology of European Languages, Berlin-New York-Amsterdam, 1990, pp. 1-32. 20 Cf. A.M. Raffo, Balcanismi e non, "Europa Orientalis" 8 (1989), pp. 199-213. 21 Cf. V. Orioles, Saussure e i contattifra lingue, "Incontri Linguistici" XVIII (1990-91), 165-176; Id., Alle örigini delle nozioni di convergenza e lega linguistica, in "Studi Linguistici Salentini" XVII (1989/90), pp. 163-177. Nell'analisi dei "balcanismi", considerati come esempi di "tipi linguistici", gli studiosi italiani ne hanno studiato la distribuzione geografica, la loro penetrazione in diversi ambiti linguistici, la loro appartenenza ai livelli sia popolari che dotti/sorve-gliati. In particolare, i linguist! italiani hanno cercato di determinare se i "balcanismi" siano l'esito di un processo di convergenza linguistica originatosi da matrice popolare (determinata da influssi "dal basso", colleganti tra di loro le diverse lingue balcaniche) oppure se essi siano il risultato di un processo di influssi colti o semi-colti (determinati da influssi 'dall'alto', imposti sulle diverse lingue balcaniche dalla graduale evoluzio-ne delle scriptae e da ampi fenomeni di omologazione culturale, trasmessi rispettiva-mente dalle componenti latino-balcanica, slava, greco-bizantina e, infine, turca. Particolare attenzione e stata data soprattutto al ruolo "standardizzatore" impo-sto, in ambiente balcanico, dagli orientamenti religiosi, propri di singoli gruppi etni-co-linguistici (ortodossia vs. cattolicesimo/protestantesimo) e dall'adozione di specifici modelli amministrativi (bizantino vs. romano-germanico). Povzetek BALKANISTIKA V ITALIJI: ZAČETKI, RAZVOJ, TEORETIČNE POSTAVKE Balkanistika se je rodila na germanskih univerzah, vendar ima tudi italijansko jezikoslovje z M. Bartolijem pomembnega raziskovalca jezikovne stvarnosti na Balkanu. Z jezikoslovnimi problemi balkanskih jezikov so se ukvarjali številni italijanski jezikoslovci (V. Pisani, G. Devoto, C. Tagliavini, G.B. Pellegrini, E. Banfi). Nekateri zaradi poznoantične faze grščine in latinščine, drugi zaradi črt, ki jih kažeta italska jezika oskijščina in umbrijščina in imajo nekaj skupnega z balkanskimi jeziki, večina pa zaradi izoglos med balkanskimi jeziki in južnoitalijanskimi narečji. Avtor opozaija na dve različnni fazi pokri-stjanjenja Balkana: prva je nekako sočasna rimskemu osvajanju Dakije, ob drugem valu (VII-IX stoletje) pa Rim ne igra prav nobene vloge in torej tudi jezikovno ne more vplivati. Anna Laura e Giulio Lepschy Universitä di Londra; Universitä di Reading CDU 805.0-25 : 801.56 I TEMPI DEL PASSATO 0. Normalmente in italiano, in una frase principale, per riferirci al passato, abbiamo la scelta fra Imperfetto (scrivevo), Passato Prossimo (PP) (ho scritto), e Passato Reinoto (PR) (scrissi). Trascuriamo qui il fatto che Imperfetto e PR appartengano inequivocabilmente al paradigma morfologico del verbo, mentre il PP e una forma composta, costruita sintatticamente, che si potrebbe voler affiancare ad altri costrutti, come sto scrivendo ecc.; del resto ci sono proposte generativiste di considerare il PP come risultante dall'inserimento di una frase al passato entro un predicato al presente (l'ausiliare). Postuliamo invece che, a qualche livello, si ponga, nel sistema verbale italiano, la scelta fra i tre paradigmi citati (indipendentemente dalla constatazione che essi di fatto compaiono nelle tradizionali grammatiche italiane). Notiamo anche che il Trapassato Prossimo, in maniera esplicita o implicita, e il Trapassato Remoto in ma-niera esplicita, nell'italiano moderno indicano anterioritä relativa, rispetto a un altro punto di riferimento passato. Se cerchiamo di enunciare le modalitä d'uso di questi tre paradigmi (Imperfetto, PP e PR), ci scontriamo con notevoli difficoltä. 1. La grammatica tradizionale suddivide il sistema verbale in base alle due grandi categorie dei modi e dei tempi. I modi, si dice di solito, hanno a che vedere col 'grado di realtä' dell'azione; oppure, riferendosi alla struttura sintattica delle frasi: 1'indicativo e il modo tipico della reggente, e il congiuntivo, della dipendente. All'interno dell'indicativo troviamo dei tempi cosiddetti assoluti, che si riferi-scono al presente, al passato, e al futuro, cioe alla contemporaneitä, anterioritä, e posterioritä rispetto al momento dell'enunciazione; e, come abbiamo detto sopra, dei tempi cosiddetti relativi, che esprimono Гanterioritä rispetto non al momento dell'enunciazione, ma a quello di altri eventi. Reichenbach (1947) ha formulato efficacemente la distinzione fra (a) punto del discorso o dell'enunciazione, (b) punto dell'evento, e (c) punto di riferimento (una specie di punto prospettico da cui si considera l'evento). Nel Presente (Mario scrive una lettera) tutti e tre i punti coincidono, e nel Trapassato Prossimo (Mario aveva scrito una lettera) sono tuti e tre separati: nel PP (Mario ha scritto una lettera) il punto dell'enunciazione (a) e il punto di riferimento (c) coincidono, e sono posteriori al punto dell'evento (b); nel PR (Mario scrisse una lettera) il punto dell'evento (b) e il punto di riferimento (c) coincidono, e sono anteriori al punto dell'enunciazione (a). Ma e chiaro che la distinzione fra Imperfetto, PP e PR non e relativa soltanto al tempo, bensi anche a qualche altro elemento. Una terza categoria, corrente nella de-scrizione del sistema verbale di varie lingue, e quella dell'aspetto. Come e noto, in russo, il verbo ha una doppia coniugazione (con i modi e i tempi opportuni): una per 1'imperfettivo, che presenta l'azione nel suo svolgersi, e una per il perfettivo, che presenta l'azione in quanto compiuta. Per dire scrivere in russo bisogna scegliere fra due verbi diversi, 1'imperfettivo pisat' ("scrivere" come azione in corso di svolgi-mento), e il perfettivo napisat' ("scrivere" come azione compiuta). Una distinzione aspettuale simile, ma triplice invece che duplice, e familiare a chi ha studiato il greco classico, con l'opposizione di Imperfetto (egraphon "scrivevo"), Perfetto (gegrapha "scrissi e finii di scrivere"), e Aoristo (egrapsa "scrissi", con riferimento all'atto in se, senza riguardo al suo svolgimento o compimento). In latino troviamo l'lmperfetto (scribebam, con valore corrispondente a quello dell'Imperfetto greco), e il Perfetto (scripsi con valore corrispondente a quello sia del Perfetto sia dell'Aoristo greco). In italiano, come abbiamo visto, si trovano tre forme per il passa-to, i cui valori sono diversi da quelli citati per il greco e per il latino. 2. Poträ interessare una parentesi terminologica (per cui si veda Dietrich 1973, pp. 117-119; Knobloch 1961-1986). Aspetto e la traduzione del termine russo vid e si trova nella versione francese di Ch.Ph. Reiff della grammatica russa di N.I. Greč (Gretsch 1828, vol. I, p. 251: aspect); altri termini sono 'gradi' (degrees in Reiff 1857, p. 86), e 'rami' (branches, in francese in Reiff 1851, p. 110, e in inglese in Nestor-Schnurmami 1884, p. 97). Vid corrisponde etimologicamente al greco eidos, che in Dionisio Trace era usato per la distinzione di verbi semplici e derivati. Di fatto, nella grammatica slava di M. G. Smotrickij, all'inizio del Seicento, vid si riferisce alla differenza fra verbi primari e derivati (incoativi e iterativi). Non si tratta ancora della distinzione aspettuale. Questa emerge chiaramente, nella riflessione grammaticale, nel primo Ottocento, con J.S. Vater. Un altro termine diffuso, a volte come sinonimo di 'aspetto', a volte per indicare una nozione distinta, e quello di Aktionsart (modo, genere, carattere o tipo dell'azione, o, come propone Bertinetto (1986, p. 83), 'azione verbale'). G. Curtius aveva distinto per il greco fra Zeitstufe 'grado temporale', e Zeitart o 'modo o categoria temporale', con riferimento a una azione (Handlung) duratura, momentanea, o compiuta. Brugmann ha usato, per questa nozione, il termine Aktionsart (actio verbi), che e poi stato in seguito spesso usato riguardo al valore lessicale del tema verbale, riser-vando 'aspetto' alla distinzione grammaticale. Converrä dunque tenere separata una distinzione come quella di verbi momenta-nei e durativi da quella dell'aspetto perfettivo e imperfettivo (Šabršula 1961, p. 149): a verbi durativi come vivere poträ corrispondere in russo oltre all'imperfettivo proživat' anche iJ perfettivoprožit'-, cosi a verbi momentanei come morire poträ corrispondere oltre al perfettivo umeret' anche l'imperfettivo umirat'. Nella tradizione grammaticale greca, Dionisio Trace distingue tre khrönoi (tempi): enestös (presente), pareleluthös (passato), e mellön (futuro); e per il passato introduce quattro distinzioni (diaphorai): paratatikös (l'Imperfetto), parakelmenos (il Perfetto), hupersuntćlikos (il Piuccheperfetto), aöristos (l'Aoristo). La nozione di aspetto, che qui e subordinata a quella di tempo, emerge invece, a quanto pare, con la suddivisione stoica fra tempi hörismenoi (definiti) e adristoi (indefiniti), e per i defi-niti con la suddivisione fra paratatikös (durativo) e suntelikos (compiuto). La suddivisione temporale e secondaria rispetto a quella aspettuale. Secondo M. Pohlenz, Zenone avrebbe usato gli aspetti come criterio di classificazione in quanto era predi-sposto a metterli in rilievo dalla sua origine semitica. Come e noto il verbo semitico presenta in origine distinzioni aspettuali piü che temporali. Anche in Varrone trovia-mo una distinzione fondamentale fra infectum eperfectum, e solo all'interno di questa troviamo le distinzioni temporali di presente, passato e futuro (scribo, scribebam, scribam, per Yinfectum, e scripsi, scripseram, scripsero per il perfectum) (Holt 1943, p. 4; Matthews 1990, pp. 238-239). 3. Tornando ai tempi italiani, una prima distinzione che si puö fare, riprendendo celebri saggi di Benveniste e di Weinrich, e quella che contrappone da un lato il Presente e il PP, come tempi commentativi, usati nel discorso, cioe nel dialogo, fra i due attori dell'atto comunicativo (la prima e la seconda persona), e dall'altro l'lmper-fetto e il PR, come tempi narrativi, usati nel racconto, o nella storia (riguardante tipicamente la terza persona, un non-attore estraneo all'atto comunicativo). Da questo punto di vista il PP e stato collegato a una prospettiva soggettivizzante, che avvicina l'azione a chi la enuncia, e il PR a una prospettiva oggettivizzante, che da lui la allontana. 4. Una seconda distinzione, relativa alla dinamica narrativa, e quella fra Imper-fetto, che da informazioni di sfondo (Mario continuava a star seduto), e ci lascia in attesa che succeda qualcosa, e il PP o il PR, che presentano un evento che fa procedere la narrativa (si sentirono le prime fucilate). Si tratta, ovviamente, di punto di vista narrativo, e non di caratteristiche obiettive degli eventi. Basta cambiare i tempi perche le fucilate diventino sfondo, e lo star seduto diventi l'evento: si sentivano le prime fucilate: Mario continuo a star seduto. 5. Ci sono certe espressioni che sembrano prestarsi particolarmente all'uso del-l'Imperfetto, a quanto pare in relazione al loro significato, generalmente stativo. Le grammatiche parlano a volte in questi casi di imperfetto descrittivo: il cielo era limpido. Anna aveva i capelli scuri. Stammeqohann (1970, p. 333) nota che nel suo corpus di testi toscani di tipo parlato si ha prevalenza di Imperfetti con verbi come essere, avere, stare, volere, potere, dovere, e di PR con verbi come dire, fare, andare, venire, vedere, mettere, prendere. Ci si puö chiedere se non si tratti di un caso partico-lare del paragrafo precedente, cioe di espressioni che, per il loro significato, di prefe-renza vengono usate, rispettivamente, o come sfondo o come evento, nella narrativa. In questo uso rientrano forse anche le designazioni delle date e dell'ora: era il 3 maggio, erano le due e 25. In un testo come: Guardd I'ora. Erano le due e 25. Decise di telefonare, si puö pensare che i due PR indichino eventi che fanno procedere la narrativa, e che l'lmperfetto appartenga alio sfondo (come un'informazione che il narratore dä direttamente al lettore); oppure che esso si inserisca nel tessuto narrativo attraverso un presupposto vide che (erano le due e 25) (in stile indiretto libero, ci verrebbe allora detto ciö che il personaggio pensa guardando l'orologio, o comunque l'informazione ci viene data dal suo punto di vista). 6. Esistono ovviamente altri valori che questi paradigmi possono assumere. Per esempio l'lmperfetto puö designare un'azione ripetuta, abituale: scriveva delle lettere gentili. Ma se tale azione e situata in un periodo compiuto, l'lmperfetto e impossibile, e si riccore al PR: Per un anno scrisse delle lettere gentili. E cosi via, dall'Imperfetto narrativo, che si diffonde dall'inizio dell'Ottocento, a tanti altri usi a cui non accenniamo qui. 7. Dal punto di vista dell'aspetto si tratta di opposizione fra l'imperfettivita dell'Imperfetto, per cui l'azione e concepita nel suo svolgimento, a prescindere dal suo inizio e dalla sua fine, e la perfettivitä del PP e PR, per cui l'azione e concepita nella sua totalitä, globalmente, come una singola unitä, entro la quale possono acqui-stare rilievo, nel PP, il momento finale (aspetto di compiutezza), e nel PR una consi-derazione puntuale (aspetto aoristico), per cui l'azione e presentata in se, indipendentemente dalla sua durata; il PR puö anche mettere in luce il momento ini-ziale dell'azione, e avrä allora un valore ingressivo. Su questo argomento si veda Bertinetto, 1986, p. 19 segg. Cerchiamo di vedere come si specifichi concretamente la distinzione di base fra 1'aspetto di compiutezza del PP e quello di aoristicitä del PR, concentrandoci in particolare sul primo. Ci riferiamo alla lingua contemporanea, pur tenendo presente la difficoltä, particolarmente sensibile per l'italiano, di escludere usi arcaici che restano sempre disponibili come scelte stilistiche. Va perö notato che il valore dei tempi del passato era notevolmente diverso nell'italiano antico: si veda Ambrosini 1961, Stussi 1961, Ageno 1964. II PP e un tempo bifronte che, come del resto il Perfetto latino, puö valere, per la concordanza dei tempi (la consecutio temporum della grammatica latina) come un tempo principale (per usare la tradizionale terminologia scolastica): ho visto quello che fai, come vedo quello che fai, o come un tempo secondario o storico: ho visto quello che facevi, come vidi quello che facevi. Ci sembra di poter distinguere i seguenti valori: (a) Risultativo. Questo uso mette in luce l'aspetto di compiutezza del PP, cioe il punto finale del processo, mentre il PR indica l'azione in se, a prescindere dal suo compimento. II PP puö avere un valore parafrasabile con un Presente (a volte designa-to come 'risultativo'), che indica uno stato conseguente all'azione, particolarmente con verbi momentanei, ingressivi, terminativi, ecc.: eccomi, sono arrivato ("sono qui"), e partito ("non e piü qui"), me lo sono dimenticato ("non me lo ricordo"), ho capito ("mi e chiaro"), ho finito ("smetto"), si e raffreddato ("e freddo"), mi sono preso un raffreddore ("ho il raffreddore"), mi sono innamorato di lei ("la amo"), e morto ("non vive piü"), ecc. Si noti che in casi come e morto si puö essere incerti se si tratti di un PP o di una copula seguita da una forma aggettivale. Con verbi durativi o stativi il PP situa l'azione al passato. Se mi sono innamorato di lei vuol dire "la amo", la ho amata sembra voler dire che "non la amo piü". Si noti anche la differenza fra l'ho amata per un anno e l'amo da un anno: l'inglese I have loved her for a year ha la struttura esterna della prima frase, ma il significato della seconda. Naturalmente in contesti o co-testi opportuni anche nei casi citati il PP puö rife-rirsi al passato (per es.: e arrivato il primo dell'anno ed e ripartito dopo due giorni), e occorre allora precisare come il suo valore si differenzia da quello del PR (arrivd il primo dell'anno e riparti dopo due giorni). Nella scelta fra PP e PR possono entrare in gioco considerazioni diverse. (b) Pertinente. Una pare essere la pertinenza (che si trova nel PP, manca nel PR) rispetto alia situazione attuale: gli ho prestato un libro il 3 gennaio 1990 (e non me I'ha ancora restituito), vs gli prestai un libro il 3 gennaio 1990 (me lo restitui dopo una settimana, e da allora non l'ho piü visto). (c) Inclusive. Un'altra pare essere il situarsi dell'azione (per il PP e non per il PR) entro lo stesso ambito cronologico del momento dell'enunciazione: negli ultimi cinque anni ho cambiato casa tre volte vs nel 1990 cambiai casa tre volte. (d) Indefinite. Un'altra pare considerare l'azione compiuta bensi, ma spostata in un periodo anteriore indefinite, piuttosto che concentrata in un punto identificabile del passato; il PR invece si riferisce a un momento o a un'occasione nel passato in cui l'azione appare come compressa e precisamente localizzata: ho passato vari periodi a Parigi (spaziati in un passato indeterminato, senza riguardo alia loro durata o lonta-nanza nel tempo), ma nel 1990 passai a Parigi le vacanze di Pasqua (un periodo definito, visto come un'unitä, indipendentamente dal fatto che sia stato lungo o breve, e che si sia verificato molto o poco tempo fa). (e) Recente. Un'altra ancora pare riferirsi alia distanza cronologjca dal momento dell'enunciazione, minore per il PP che per il PR, quasi a giustificare la designazione di 'prossimo' e 'remoto': I'ho visto cinque minuti fa, ma lo vidi cinque annifa. Giä a metä del Quattrocento Leon Battista Alberti (1964, p. 49) nella Grammati-chetta illustra la differenza fra PP e PR con: Ierifui ad Ostia: oggi sono stato a Tibulv, e nelle Prose (1525) il Bembo (1966, p. 244) osserva: »Ora tra queste due usanze di dire, Io feci e Io ho fatto, altra differenza non mostra che vi sia, se non questa: che l'una piü propriamente si da al passato di lungo tempo, e questa e Iofeci, e l'altra al passato di poco. Che se io volessi dire d'aver scritti alcuni fogli, che io teste avessi forniti di scrivere, io direi Io gli ho scritti, e non direi Io gli scrissi. E se io questo volessi dire d'altri, che io di lungo tempo avessi scritti, direi Io gli scrissi diece anni sono, e non direi Io gli ho scritti«. Nell'insegnamento scolastico si diceva tradizionalmente che il PP era adatto per gli eventi awenuti entro la giornata in corso, e il PR per quelli precedenti. La norma si trova nella Grammaire generale et raisonnee di Port-Royal (1660, p. 104): »j'ćcri-vis, jefis, j'allay, je disnay, &c. Ce qui ne se dit proprement que d'un temps qui soit au moins eloigne d'un jour de celuy auquel nous parlons. Car on dit bien par example: j'ecrivis hier, mais non pas, j'ecrivis ce matin, ni j'escrivis cette nuit; au lieu dequoy il faut dire, j'ay escrit ce matin, j'ay escrit cette nuit &c«. A questo segue un commen-to interessante: »Nostre langue est si exacte dans la propriete des expressions, qu'elle ne souffre aucune exception en cecy, quoy que les Espagnols & les Italiens confon-dent quelquefois ces deux preterits, les prenant l'un pour l'autre«. Skubic (1967; 1970, p. 383) osserva che la distanza cronologica dell'evento, con l'opposizione fra un passato lontano (espresso dal PR), e uno recente (espresso dal PP) aveva pochissimo peso nel toscano antico: pare si sia diffusa nel Quattrocento e imposta nel Cinquecento. Essa diventerä 1'elemento principale di distinzione fra PP e PR nelle regole dei grammatici, e si imporrä sempre piü anche nella lingua letteraria. Col generalizzarsi del PP il limite si e venuto peraltro spostando all'indietro, verso il passato, anche a Firenze; ma nelle parlate toscane rustiche esso corrisponde ancora a quello che troviamo nell'Alberti, che segna la separazione fra ieri (col PR) e oggi (col PP). 8. Non e ben chiaro fino a che punto i cinque fattori che abbiamo elencato siano necessari e sufficienti a caratterizzare l'uso del PP rispetto al PR. Si tratta di conside-razioni semantiche e pragmatiche che non tanto derivano necessariamente dalla distinzione di base fra valenze aspettuali di compiutezza (per il PP) o di aoristicitä (per il PR), quanto ad esse possono accompagnarsi. Questi cinque fattori non si escludono l'uno con l'altro, ma possono valere simultaneamente per spiegare un dato singolo esempio. II motivo per distinguerli e la possibilitä che si presentino dei casi in cui uno solo di essi, senza gli altri, sia l'elemento determinante per la scelta del PP o del PR. Vanno tenute presenti due difficoltä. Una e costituita dal fatto che la scelta del tempo dipende di solito dal punto di vista assunto dal parlante, piü che da dati esterni obiettivi, relativi al contesto extralinguistico. L'altra e che i valori in questione possono entrare in conflitto. Per esempio, se ci riferiamo a un articolo scritto nel 1990, senza indicarne la pertinenza rispetto al momento delPenunciazione, o senza mettere in luce il carattere compiuto del processo, possiamo dire, ricorrendo al valore aoristico del PR: Questo saggio fu scritto nel 1990. Ma, pur senza cambiare per nulla l'inter-pretazione aspettiva della frase, possiamo ritenere il PR inappropriato alla vicinanza cronologica dell'evento, ed esprimere quest'ultima con il PP: Questo saggio e stato scritto nel 1990. In questo caso la scelta del tempo dipende non tanto da un'interpre-tazione diversa dell'azione quanto dalla scelta di far prevalere l'uno o l'altro dei due fattori che si riconoscono, comunque, compresenti nella caratterizzazione dell'evento. Skubic (1965; 1967; 1970; 1978) ricorre a tre opposizioni: la prima, fondamentale, fra valore di 'Aoristo' (per il PR) e di 'Perfetto Presente' (per il PP), che pare coprire i nostri tre fattori (a), (b), (c); la seconda fra 'Azione Punto' (per il PR) e azione non puntualizzata (per il PP), che corrisponde al nostro (d); e la terza fra azione remota (per il PR) e recente (per il PP), che corrisponde al nostro (e). L'opposizione primaria, fra valore di aoristo (per il PR) e di perfetto presente (per il PP), caratteristica del toscano antico, e ancora viva in quello contemporaneo (ma piü nella parlata rustica che a Firenze) e viene illustrata da Skubic (1970, p. 361) con la frase seguente, pronunciata da un commerciante di Poppi (paese del Casentino, in provincia di Arezzo) nel 1956: Questa macchina [nella quale siedono gli inter locuto-ri\ io l'ho comprata nel 1953 per un milione: due mesi dopo uscifuori un altro tipo per sole ottocento mila [lire]. Di questo contrasto puö render conto il nostro fattore (b):pertinente. Bertinetto (1986, pp. 414-428) specifica tre tipi di usi deittici (cioe rapportati al momento delPenunciazione) per il PP: (1) persistenza del risultato: Giorgio e arriva-to, che corrisponde al nostro (a): risultativo, e ho comprato questa macchina un paio di lustrifa (e ce l'ho ancora), che corrisponde al nostro (b): pertinente; (2) esperien-ziale o esistenziale: sei mai stato in Francia?, che pare assimilabile al nostro (d): indefinite; (3) inclusivo: negli ultimi due mesi, Bernardo ha vissuto in condizioni molto disagevoli, che corrisponde al nostro (c): inclusivo; e cinque tipi di non-deittici (cioe conpunti di riferimento sganciati dal momento delPenunciazione): (4) anterio-ritä nel futuro: gli dirai che sei venuto; (5) anterioritä nel passato (equivalente al trapassato prossimo): la casa e crollata dopo che tu sei uscito; (6) atemporale: una persona che ha studiato non deve comportarsi cosi; (7) abituale: tutte le volte che lo incontro miparla dell'ultimo libro che ha letto; (8) imminenziale: prima di sera siamo arrivati, o domani ho finito. Ci pare che i casi (4)-(7) possano rientrare nel nostro (d): indefinite; (8) esemplifica un interessante modo di vivacizzare l'esposizione, pre- sentando il futuro come giä arrivato, appena compiuto sotto i nostri occhi, in maniera che ci pare corrispondere ai nostri (a) e (d). La ricerca di esempi in cui sia possibile il PP e non il PR, o viceversa, si scontra con qualche difficoltä. Un elemento come la distanza temporale (fattore (e): recente) dovrebbe essere abbastanza obiettivamente misurabile; e di fatto, durante un semina-rio alla Scuola Normale di Pisa nel 1976, con la partecipazione anche di parlanti toscani, si rivelö difficile ottenere delle frasi al PR che si riferissero ad awenimenti della stessa giornata. Non e perö che esse siano impossibili. Bertinetto (1986, p. 428) cita: Venendo qui, vidi Gennaro che andava alla stazione: sarä stato cinque minuti fa, precisando perö che un esempio di questo genere si puö avere »in certe varietä di italiano, che pure utilizzano correntemente« sia il PP sia il PR. La formulazione fa pensare che non si tratti di toscano. Del resto la reazione dei parlanti toscani a cui ci siamo rivolti, riguardo ai cambiamenti di significato implicati dall'alternanza fra PP e PR, e spesso incerta. Piü definiti sembrano i casi in cui si hanno specificazioni avverbiali che siano compatibili con uno dei valori aspettuali (compiutezza o aoristicitä) ma non con l'al-tro. Per esempio, Bertinetto (1986, pp. 195, 203,412) nota che "da X tempo" si rife-risce al punto terminale del processo, ed e compatibile con l'aspetto compiuto del PP, ma non con quello aoristico del PR: Mario e arrivato da almeno due ore, ma non *Mario arrivö da almeno due ore. Cosi con giä e non ancora (p. 196): ha giä letto (Hesse) il libro che gli hai pre stato; non e ancora uscito (*usci). Con avverbi come finalmente (p. 227) il valore di compiutezza del PP si riferisce al momento finale dell'azione: finalmente ha mangiato ("ha finito di mangiare"), mentre l'aspetto aoristico del PR introduce un valore ingressivo: finalmente mangid ("si mise a mangiare, decise di smettere il digiuno"). Bertinetto (1986, pp. 428-429) nota anche che il PR, essendo sempre deittico (indicando cioe il passato rispetto al momento dell'enunciazione), non puö costituire un'alternativa, sia pure con significato diverso, per il PP non deittico. AI posto di vengo dopo che ho mangiato non possiamo avere *vengo dopo che mangiai. Altri casi possono essere piü incerti. Bertinetto (1986, p. 431) osserva che vissi a lungo in quel posto e accettabile solo se il proceso e terminato, cioe se in quel posto non ci vivo piü; ma Toti Scialoja (1985, p. 431) scrive: »C'era un geco presso Amalfi / all'ingresso del suo speco / ridacchiava sotto i baffi / e mi disse: 'Pissi, pissi. / E cen-t'anni che qui vissi'. / Poi mi disse: 'Passi! passi! / Non vedrä che sassi e sassi'«. 9. Abbiamo parlato della presenza di toscani nel citato seminario alla Normale. Questo e pertinente perche, come e noto, l'uso del PP e del PR nel parlato spontaneo differisce regionalmente. L'immagine tradizionale e che nell'Italia settentrionale non si usi affatto il PR (in molti dialetti addirittura scomparso, non piü disponibile nella morfologia verbale); che la distinzione fra PP e PR sia viva in Toscana e nell'Italia centrale; e che nell'Italia meridionale, e particolarmente in Sicilia, prevalga il PR. Borgato (1976, p 95) ritiene che l'uso toscano riveli non una distinzione sistematica, assente sia al Nord sia al Sud, bensi un'incertezza fra il PP settentrionale e il PR meridionale: »Nell'Italia centrale la situazione e fluida, ma per quanto alcuni abbiano voluto vedere, nelle parlate della Toscana, deH'Umbria e in parte delle Marche e del Lazio, nelle quali vengono impiegate entrambe le forme, una sopravvivenza di oppo-sizione aspettuale e/o di locazione temporale tra PP e PR, penso sia piü rispondente alla realtä parlare invece di influenze diverse in contrasto tra loro«. L'italiano letterario, ovviamente, usa sia il PP sia il PR, ma tale uso e meno univoco e definito che in altre lingue, come per es. l'inglese, presumibilmente anche in rapporto alla diversitä rispetto al parlato. Per un settentrionale la presenza del PR e giä di per se un indice di letterarietä, e ci sono forme di italiano scritto piü vicine al parlato (per es. la corrispondenza con i familiari, particolarmente su argomenti privati e domestici) in cui un settentrionale, anche colto, tenderä a non usare il PR, in quanto esso indicherebbe un salto di registro ("ti scrivo come se si trattasse non di una conversazione ma di un testo letterario"). Di fatto l'uso caratteristico del PR nell' italiano letterario si trova all'interno di un racconto, per indicare fatti collegati in una succession cronologica. Se e come l'uso letterario si differenzi dal parlato toscano, non sapremmo dire con precisione, e non abbiamo presenti analisi sistematiche sull'argomento. Dagli studi disponibili risulta che l'uso colloquiale toscano presenta il PR anche in certi casi in cui la lingua letteraria ricorrerebbe probabilmente al PP. Per esempio, per eventi vicini: tu venisti sabato sera, vero?; e ieri, noi si andö apranzare da Gigi (Skubic 1965, p. 86); I' Torino vinse un'a zero com'ho giä detto; e Un ti dico come successe (Stammerjohann 1970, pp. 306-307). D'altra parte, di fronte a un testo come Cuore, scritto dal ligure De Ami eis anche come modello di lingua, si ha la sensazione che ci sia un eccesso ipercorretto di PR: bisogna leggere varie pagine di questo diario, prima di trovare un PP. Giorgio Pasquali (1951, p. 190) osserva che De Amicis »apparteneva a quei settentrionali per i quali il passato remoto e un'eleganza estranea alia lingua comune, e che quindi ne abusano, anzi ne usano a sproposito«, citando appunto l'inizio di Cuore: »Oggi primo giorno di scuola. Passarono come un sogno quei tre mesi di vacanza in campagna! Mia madre mi condusse questa mattina alla sezione Baretti«. II problema e che si ha un processo di espansione del PP rispetto al PR, giä dal Medioevo nell'Italia settentrionale (dove si e arrivati alia scomparsa del PR), e dal Rinasdmento, in maniera piü limitata, anche in Toscana. II fatto che il PP possa assu-mere le funzioni del PR provoca una situazione incerta e confusa nella lingua letteraria (che si riflette anche nelle insufficienze della tradizione grammaticale su questo punto). 10. Come si e accennato, con un testo inglese non sarebbe possibile sostituire tutte le ricorrenze di Simple Past con un Present Perfect senza introdurre casi di agrammaticalitä, o cambiamenti di significato. Potrebbe essere interessante.(abbiamo fatto qualche prova, di cui parleremo altrove, accostando testi originali e in traduzio-ne; si vedano considerazioni contrastive in Wandruszka 1968, Saronne 1971, On-draček 1971, Borgato 1976, Miklič 1983) fare un confronto preciso fra il sistema inglese e quello italiano. Le differenze sono sufficienti a creare difficoltä per i nostri alievi anglofoni (e viceversa per gli italiani che si servono dell'inglese). L'inglese distingue dunque il Present Perfect (/ have written a letter "ho scritto una lettera") dal Simple Past (/ wrote a letter "scrissi/scrivevo/ho scritto una lettera"), e dalla forma progressiva (/ was writing a letter "scrivevo/stavo scrivendo una lettera"). II Simple Past si riferisce, implicitamente o esplicitamente, al momento specifi-co, alla singola occasione in cui il fatto si e verificato. II Present Perfect lascia inde-terminato il momento dell'evento, entro un periodo che arriva al momento dell'enunciazione (uso inclusivo). II motivo per cui in inglese la presenza di una indicazione temporale precisa richiede il Simple Past e esclude il Present Perfect si puö spiegare ricordando le considerazioni di Reichenbach. II Simple Past pone un punto di riferimento nel passato, e questo e ulteriormente specificabile con un dato piü preciso, mentre il Present Perfect ha come punto di riferimento il momento dell'enunciazione, e non e perciö compati-bile con l'indicazione di un diverso punto di riferimento nel passato (Guenthner 1977, p. 96; Äqvist 1978). Questo rivela subito delle differenze rispetto all'italiano. In inglese non c'e difficoltä a dire I saw him a moment ago "l'ho visto un momento fa" (il nostro caso (e): recente), mentre */ have seen him a moment ago sarebbe impossibile. Cosi in italiano possiamo avere Shakespeare ha scritto, con I'Amleto, il dramma piü famoso della letteratura inglese, in corrispondenza del nostro caso (d): indefinito, in quanto non ci riferiamo al momento esatto in cui e stato scritto, o anche in base a (b): pertinente, se riportiamo YAmleto direttamente al nostro ragionamento, o a (c): inclusivo, se ritenia-mo che la letteratura inglese sia ancora in corso. In Inglese invece dovremo avere Shakespeare wrote, with Hamlet, the most famous play in English literature, mentre *has written suonerebbe strano, perche parrebbe indicare che l'autore e ancora vivo e in grado di produrre altre opere. Quindi anche condizioni che sembrano formulabili in maniera analoga per le due lingue funzionano in realtä diversamente. Del resto anche in inglese l'uso e passibile di incertezze e disaccordi (McCoard 1978), sia pure meno vistosi che in italiano. Comrie (1976, pp. 60-61) dissente da Chomsky e McCawley nella valutazione di Princeton has been visited by Einstein come accettabile in quanto Princeton, soggetto, esiste ancora (mentre Einstein has visited Princeton e anomalo in quanto si sa che il soggetto, Einstein, e morto). Un esempio analogo e Newton has explained the movements of the moon, che pare accettabile se si sta parlando della luna piuttosto che di Newton; e infatti la frase diventa piü normale se diciamo the movements of the moon have been explained by Newton (Guenthner 1977, p. 92). La differenza fra Simple Past e Present Perfect e tale che essa da sola e sufficiente a cambiare il valore di veritä di una frase inglese. Una affermazione puö essere falsa col Simple Past e vera col Present Perfect, come si puö vedere da due battute consecutive (riportate sul Times del 24 luglio 1963) in un famoso processo in cui furono coinvolti vari personaggi altolocati. »Did you have intercourse with the defendant?« viene chiesto a una signorina, e la risposta e: »No«. La domanda successiva e: »Have you had intercourse with the defendant?«, e questa volta la risposta e »Yes«. Non si tratterä dell'inglese piü scorrevole e familiare, ma l'esempio e autentico, ed esplicito. In italiano sembrerebbe necessario che il contrasto fra le due domande si appoggiasse su specificazioni avverbiali oltre che sull'uso dei tempi: »Ebbe allora rapporti con l'imputato?« e »Ha mai avuto rapporti con l'imputato?« (Lepschy 1988, p. 130). Riferimenti (a) Per il tempo e l'aspetto: ÄQVIST, Lennart, 1978, On the Distinction between the Present Perfect and the Simple Past in English, in Rohrer, Christian, ed., Papers on Tense, Aspect and Verb Classification, Narr, Tübingen, pp. 37-48. BENVENISTE, Emile, 1966, Problemes de liguistique generale, Gallimard, Paris (tr. ital. Problemi di linguistica generale, il Saggiatore, Milano 1971). -, 1974, Problemes de liguistique generale II, Gallimard, Paris (tr. ital. Problemi di linguistica generale II, il Saggiatore, Milano 1985). COMRIE, Bernard, 1976, Aspect. An Introduction to the Study of Verbal Aspect and Related Problems, Cambridge U.P., Cambridge. -, 1985, Tense, Cambridge U.P., Cambridge. 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Začenjata s kronologijo pojava, ki mu je ravno slovansko jezikoslovje dalo ime "glagolski vid", "aspekt"; opozarjata, da je vid pravzaprav napačen prevod: eidos pomeni v grščini 'visto', 'kategorijo'. Razmejujeta aspekt od (na nemških univerzah zraslega izraza) Aktionsart. Tehtata, nadalje, ustreznost definicij za te glagolske paradigme v italijanskih slovnicah od najstarejše, neizdane, ki je delo italijanskega renesančnika Leona Battiste Albertija pa vse do današnjih dni. Študija opozarja, da je bila raba v starih toskanskih besedilih dokaj drugačna, arhaična raba pa da je še zmeraj mogoča, seveda kot stilistično sredstvo. Zelo natančno je analizirana raba enostavnega preteklika proti sestavljenemu, posebej še v Toskani, opozarja pa se tudi na primere, kjer je raba ene ali druge paradigme izključena: v stavku Mario e arrivato da aimeno due ore 'Mario je prišel vsaj že pred dvema urama' enostavni preterit ni uporabljiv; so pa stavčne dvojnice, kjer izbira paradigme spremeni pomen: Finalmente ha mangiato/Finalmente mangiö: v drugem primeru gre za ingresivni aspekt 'končno se je spravil k jedi/sklenil je, da bo nehal s postom'. Studijo končuje kratka, zgoščena primerjava med sistemom v italijanščini in angleščini; opozarja se na negotovost italijanskega govorca (velja pa seveda tudi obratno), ko skuša glagolski sistem svojega jezika uporabiti v angleščini. Pier Marco Bertinetto Scuola Normale Superiore Pisa CDU 805.0-25 : 801.56 METAFORE TEMPO-ASPETTUALI 1. INTRODUZIONE II ricorso alia nozione di "metafora", a proposito di fenomeni appartenenti al dominio tempo-aspettuale, non e certo cosa nuova. L'idea e giä presente in Quintilia-no, come ci ricorda Dietrich [1987], ed e stata ripresa in tempi moderni almeno a partire da Weinrich [1964].1 Nell'accingermi a stendere queste pagine, non ho dunque la presunzione di proporre un'ottica innovativa, bensi di delineare un quadro d'insie-me che aspiri ad una certa sistematicitä. Tutt'al piü, se proprio devo rivendicare a me stesso un intento teorico nobilitante, avanzerö la speranza che la compilazione di un elenco di fatti ascrivibili alla categoria delle metafore tempo-aspettuali possa servire a definire meglio i contorni di questo insieme di fenomeni. Su questo punto ritornerö al termine della mia esposizione. L'estensione del concetto di metafora a fatti estranei all'ambito prettamente les-sicale non richiede una giustificazione particolarmente elaborata. Se assumiamo che la metafora consista essenzialmente, nella sua manifestazione piü tipica, nell'inseri-mento di una parola (o sintagma) in un contesto semanticamente "controdeterminan-te",2 apparirä chiaro che tale nozione puö essere facilmente ampliata, fino ad includere analoghe violazioni delle attese che si registrino anche in ambiti diversi da quello lessicale. Del resto, qualunque sia l'ambito, il meccanismo di decodifica sarä evidentemente il medesimo. Di fronte alia comparsa di un elemento contestualmente 1 II modo in cui Weinrich utilizza tale nozione e peraltro criticato da Rohrer [1986: 94-95]. Tra i lavori recenti in cui si fa apertamente riferimento al concetto di metafora temporale, vorrei subito ricordare Fleischman [1989], che avrö occasione di citare ripetutamente, nonche Berrettoni [1972] per quanto attiene il dominio propriamente aspettuale. Un esplicito riferimento compare anche in Caubet [1986], a proposito del Participio Imperfetto dell'arabo (marocchino), che in particolari contesti puö assumere valore di passato o di futuro. 2 Evitero studiatamente di affrontare qui il problema, tutt'altro che scontato, della definizione del concetto di MF. La bibliografia disponibile suH'argomento e, notoriamente, alquanto imponente. Ritengo comunque che la nozione di "controdeterminazione" (un termine applicato per la prima volta in quest'ambito, se non vado errato, da T. van Dijk), sia sufficientemente neutra per poter essere accolta da tutti. Vorrei soltanto precisare che la nozione di "controdeterminazione" non implica necessariamente la presenza di esplicite violazioni a livello di compatibilitä sintagmatica; il processo di metaforizzazione puö infatti esplicarsi anche nel rapporto che un enunciate, superficialmenteprivo di scarti dalla norma, instaura con la realtä denotata (es. II gallo ha cantato, detto ironicamente di un essere umano). La radice ultima della metafora e quindi da ricercarsi a livello pragmatico, piuttosto che strettamente semantico. inatteso, in quanto controdeterminato, si instaura una sorta di reazione "terapeutica", consistente nella costruzione di un percorso mentale che oscilla tra i due poli del senso letterale e del senso figurato. Credo sia legittimo, a questo riguardo, il richiamo alle massime griceane della conversazione, in particolare alla massima della "pertinenza", che vuole che il contenuto di un atto comunicativo sia sempre consono alle intenzioni comunicative del locutore. Se, localmente, puö sembrate che tale pertinenza venga meno, e se peraltro si hanno buone ragioni per ritenere che il locutore sia nel pieno possesso delle proprie capacitä verbali e animato da intenzioni collaborative, non re-sta appunto che far ricorso ai meccanismi restaurativi imposti dalla decodifica dei messaggi figurati, che consistono nell'assegnazione di nuovi significati a significanti giä noti. Una creazione metaforica davvero inconsueta e sorprendente determina una condizione di incessante andirivieni tra i due poli del senso letterale e del senso figurato, senza che la mente possa insistere su un preciso bersaglio semantico, definito giä in partenza e direttamente richiamato dal particolare significante adoperato. Quando questi presupposti si verificano, abbiamo una metafora alio stato puro, che produce come risultato un ampliamento delle possibilitä di senso, e che non a caso viene fre-quentemente sfruttata, oltreche in poesia, in tutte le circostanze in cui si abbia l'esi-genza di colmare una lacuna nelle potenzialitä espressive del lessico. Ma un elemento risulta autenticamente controdeterminato dal contesto solo quando la metafora si presenti, appunto, alio stato puro, ossia prima della sua (piü o meno spinta) standardizzazione. In ambito lessicale si e soliti distinguere, a questo riguardo, tra metafora "viva" e metafora "morta"; ed e chiaro che non si tratta di una dicotomia netta, bens! di un gradatum avente ai suoi estremi i due termini indicati. Questa stessa distinzione (e gradazione) si applica peraltro anche ad ambiti diversi, quale ad esempio quello che viene preso in considerazione in questo scritto. La differenza rispetto all'ambito lessicale e, in effetti, del tutto trascurabile: se lä si parla, a proposito delle metafore morte, di completa "lessicalizzazione", nel dominio tempo-aspettuale si parlerä piuttosto di completa "grammaticalizzazione." Quali sono allora, a parte il lessico, gli ambiti in cui possiamo aspettarci di trovare fenomeni di metaforizzazione? Owiamente, tutti quelli dotati di un intrinseco contenuto designativo. Questa constatazione ci porta subito ad escludere la fonologia e la sintassi3 che agiscono a livelli di notevole astrazione. Resta invece disponibile la mor-fologia, che mantiene una propria capacitä designativa, certamente variabile a secon-da degli specifici sottosettori, ma pur sempre presente. Dietrich [1987] cita, a questo riguardo, una serie di fenomeni, tra cui merita menzionare ad esempio (a parte le 3 Tutt'al piü, potremo parlare del potere evocativo dei suoni a livello propriamente fonetico, ma in assenza sempre di un'autentica capacitä designativa. In effetti, non sembra possibile ipotizzare una MF a livello fonosimbolico. Quanto alla sintassi, non si vuole qui certo negare che essa possa rendersi disponibile per usi figurati; semplicemente, non si trattera di metafora. Per una trattazione recente e sistematica dei fenomeni retorici, cf. Mortara Garavelli [1989]. metafore tempo-aspettuali, che sono P oggetto di questo lavoro): il "pluralis maiestatis", certi usi dei diminutivi, l'uso dell'impersonale per la prima persona plurale, etc. Un caso particolarmente eclatante di metaforizzazione a livello morfologico ci e offerto dall'operapoetica di E.E. Commings (ovvero "e.e. cummings", com'egli ama-va firmarsi), in cui si trovano frequenti violazioni della grammatica, alle spese speci-ficamente della morfosintassi. Troviamo ad esempio awerbi o verbi che diventano nomi (they said their nevers, he danced his did), verbi che entrano a far parte di costrutti avverbiali (little by little and was by was), e via elencando. Owiamente, queste torsioni semantiche riguardano anche la sintassi, e non potrebbe essere diver-samente; ma mentre le violazioni della sintassi, com'era prevedibile, restano imbri-gliate al livello esclusivamente grammaticale, le torsioni cui venne sottoposta la morfologia sono suscitatrici di nuovi sensi designativi, ossia generano la necessaria reazione terapeutica nel lettore cha voglia individuare un senso (tra i tanti possibili) nella pagina di Cummings. Tra i vari comparti della morfologia, la morfologia verbale costituisce certamente un settore privilegiato per l'instaurarsi di superfetazioni metaforiche. I Tempi4 verbali possiedono infatti un owio contenuto designativo, in quanto segnalano ad es. una certa localizzazione temporale, opportunamente orientata rispetto al momento dell'e-nunciazione. Merita dunque studiare il fenomeno in tutta la sua portata, come mi propongo di fare nei paragrafi che seguiranno. A questo scopo, pur senza rinunciare occasionalmente a citare lingue diverse dall'italiano, fonderö la mia argomentazione soprattutto su esempi tratti dalla mia lingua nativa; e ciö non solo per mia comoditä, ma anche e soprattutto per rendere omaggio alla personalitä dell'omaggiato, che proprio all'italiano ha dedicato i prodotti piü cospicui della sua intensa vita di studioso. 2. UNO SCHIZZO DEL SISTEMA TEMPO-ASPETTUALE Ai fini del discorso che intendo svolgere, occorre innanzi tutto rammentare gli elementi portanti su cui si articolano i sistemi tempo-aspettuali delle lingue naturali. La questione potrebbe sembrare ovvia, se non fosse in realtä oggetto di discordia tra gli specialisti: e noto infatti che in questo settore della ricerca linguistica sussistono tuttora notevoli divergenze d'opinione. Seguendo un'impostazione largamente condivisa tra gli specialisti, assumerö dunque che i sistemi tempo-aspettuali siano fondati sull'interazione dei tre seguenti fattori [Bertinetto 1986]: - L'Azione verbale (ted. Aktionsart), che definisce la natura dell'evento. Per es.: stato vs. processo, telico vs. non-telico, durativo vs. non-durativo. Si tratta di un fattore necessariamente presente in ogni lingua, anche se non sempre sottoposto 4 Adopero l'iniziale maiuscola per segnalare che la parola "Tempo" va presa nella sua accezione linguistica, nettamente distinta dall'accezione fisico-cronologica. Lo stesso farö per i concetti di Azione, Aspetto e Modo verbale, nonche per le designazioni dei singoli Tempi. a processi di esplicita morfologizzazione (come awiene tipicamente nelle lingue slave). L'Aspetto verbale, che esprime la particolare prospettiva, o punto di vista, assunta dal locutore rispetto all'evento descritto. A ciö fanno riferimento etichette quali "perfettivo vs. imperfettivo",5 "aoristico vs. compiuto", "progressivo vs. abitua-le". - II riferimento temporale, ossia la specificazione delle relazioni temporali che gli eventi indicati dai vari Tempi verbali assumono nei confronti del "momento dell'enunciazione" (riferimento deittico), o nei confronti di opportuni "momenti di riferimento", a loro volta situabili rispetto al "momento dell'enunciazione" (riferimento anaforico). La nozione di Tempo verbale nasce dall'interazione dei due ultimi fattori, e rap-presenta la grammaticalizzazione precipua, all'interno di una determinata lingua, delle opzioni teoricamente disponibili. Ciö significa, specificamente, che i Tempi manifestati in concreto in una data lingua possono anche limitarsi ad attivare un ri-stretto sottoinsieme di potenzialitä, a livello di Aspetto e di riferimento temporale; e in effetti, questa e la norma, anche se si danno sistemi tempo-aspettuali eccezional-mente ricchi (vedi il bulgaro). A tale fenomeno di precipua grammaticalizzazione, realizzato da ogni singola lingua, si allude, tra l'altro, ogni qual volta ci si riferisca alio scarto che esiste tra la nozione di tempo fisico e la nozione di Tempo linguistico. Cosi, per fare un esempio (tanto ovvio da apparire quasi scontato), una certa lingua puö essere priva di uno specifico Futuro, in quanto Tempo verbale, senza ovviamente mancare della possibilitä di alludere ad eventi futuri. Ovviamente, la relativa povertä che puö caratterizzare il sistema tempo-aspettua-le di una lingua rappresenta di per se un fattore scatenante di metaforizzazione. Con questo espediente, una lingua povera di mezzi espressivi puö riuscire ad accrescere le proprie potenzialitä. Ma per trovare esempi di metaforizzazione, nell'ambito che ci interessa, non e necessario pensare a sistemi particolarmente poveri sul piano aspettuale (come il tedesco) o del riferimento temporale (come il russo). Anche lingue relativamente ricche sull'uno e sull'altro piano, come 1'italiano, presentano indubita-bili fenomeni di espansione metaforica a livello tempo-aspettuale. Nei paragrafi seguenti cercherö dunque di individuare, senza peraltro aspirare all'esaustivitä, una serie di metafore ascrivibili ai tre settori sopra elencati: Azione, Aspetto e riferimento temporale. 5 Come e noto, attorno alle etichette di "perfettivitä/imperfettivita" ruota un profondo contrasto d'opinioni. Le medesime etichette sono adoperate sia per riferirsi a fenomeni quale l'opposizione tra Imperfetto e Perfetti (osservabile per es. nelle lingue romanze), sia per designare le opposizioni lessicali tipicamente manifestate nelle lingue slave. Non intendo affrontare l'argomento in questa sede: la mia posizione al riguardo e comunque espressa, oltreche in Bertinetto [1986], in Bertinetto & Delfitto [1992]. Mi limiterö a dire che, nella mia concezione, le opposizioni lessicalizzate nelle lingue slave appartengono piü propriamente alla categoria dell'Azione verbale, piuttosto che a quella dell' Aspetto. 3. METAFORE AZIONALI Dei tre settori indicati nel paragrafo precedente, Г Azione verbale e indubbiamen-te il meno caratterizzante ai fini della nostra analisi. Si direbbe infatti che la creativitä metaforica trovi, nel dominio dell'Azione verbale, cospicui ostacoli al proprio dispie-garsi. A meno che non si tratti invece di un fatto talmente pervasivo, da risultare proprio per questo difficilmente apprezzabile. Questo potrebbe in effetti essere il caso della nozione di "non-durativitä", che appare spesso rappresentata in maniera inter-mittente nei singoli predicati. Si pensi ad un tipico verbo non-durativo, quale partire: esso e, prevedibilmente, compatibile con awerbiali puntuali (cf. [1]) ed e invece in-compatibile, di nuovo secondo le attese, con awerbiali durativi quali i culminativi ed i delimitativi (cf. [2-3]): [1] Giorgio e partito alle 5 in punto [2] *Giorgio e partito fino alle 5 [3] * Giorgio e partito dalle 3 alle 5. Tuttavia, e stavolta contro le attese, questo verbo e anche compatibile con un avverbiale durativo quale "in X Tempo": [4] Giorgio e partito in due ore. Le considerazioni da fare a questo proposito sono di duplice natura. Da un lato, occorre notare che il concetto stesso di non-durativitä e necessariamente vago e im-preciso, poiche qualunque evento, per quanto istantaneo, richiede sempre un interval-lo di tempo per il proprio espletamento. Dall'altro lato, tuttavia, se si tiene conto del fatto che l'atto del partire, in se stesso, non puö che essere un evento non-durativo (come mostra [1]), dobbiamo concludere che l'accettabilitä di [4] presuppone un in-tervento terapeutico nei confronti di un elemento che appare controdeterminato dal contesto in cui e inserito. In casi simili, infatti, la durata cui fa riferimento l'awerbiale non viene attribuita all'atto del partire, bensi alia fase preparatoria di tale atto. II carat-tere specifico di tale fase preparatoria dipende, in concreto, dai precipui connotati dell'evento considerato; esso e dunque regolato, in ultima analisi, da fattori di natura squisitamente pragmatica. Resta comunque il fatto che i parlanti sanno compiere sen-za sforzo alcuno questi adattamenti, che restituiscono plausibilitä all'inserimento del verbo non-durativo in un contesto apparentemente controdeterminante. In effetti, l'e-sigenza di attuare simili interventi e ulteriormente ribadita dall'esistenza di enunciati come: [5] Giorgio sta partendo in cui il progressivo produce l'effetto di durativizzare l'evento, secondo l'analisi che ormai si tende a dare di simili contesti. Si tratta dunque di una metafora azionale? Confesso di non avere una risposta definitiva a questo riguardo. La dinamica di generazione del senso sembra essere affine, se non identica, a quella del processo di metaforizzazione. Tuttavia, la genera- litä del fenomeno (che si applica a tutti i verbi non-durativi6) sembrerebbe indicare che il fenomeno dipende da precisi connotati semantici, comuni a tutti questi predica-ti, anziehe da un meccanismo di restaurazione del senso attuato caso per caso. Questo e un fatto che va sottolineato, perche si assume normalmente che la metaforizzazione si applichi a singole parole (o sintagmi) in rapporto a specifici contesti, piuttosto che ad intere classi di parole. Comunque sia, e chiaro che se di metafore si tratta, deve trattarsi di metafore decisamente "morte", in quanto rigidamente codificate. Riprenderemo il discorso su questo punto nel paragrafo conclusivo. 4. METAFORE ASPETTUALI. II comparto dell'aspetto verbale risulta decisamente piü generoso, per quanto riguarda l'esito della nostra ricognizione. Un tipico caso di metafora aspettuale e notoriamente costituito dal cosi detto Imperfetto "narrativo", che consiste essenzialmente nell'inserimento di un Imperfet-to, un Tempo di natura imperfettiva, in contesti perfettivizzanti. Si vedano questi due caratteristici esempi: [6] Quel pomeriggio, messo alle strette, l'imputato parlava ininterrottamente per due ore [7] Quell'anno, Luigi lo veniva a trovare tre volte. In [6] abbiamo un evento di cui viene dichiarata esplicitamente la durata; in [7] abbiamo invece una serie numericamente determinata di occorrenze, che compongo-no nel loro insieme un macroevento. Nell'uno e nell'altro caso mancano, evidente-mente, i presupposti per poter avere una visione autenticamente imperfettiva, dal momento che quest'ultima e incompatibile con indieazioni di durata determinata, o di iterazione determinata [Bertinetto 1986]. Siamo dunque in presenza di contesti con-trodeterminanti, che richiedono un intervento "terapeutico" da parte dell'utente linguistico. E l'intervento consisterä, appunto, nell'assumere un punto di vista "pseudo-imperfettivo", in cui la situazione viene messa a fuoco "come se" dawero se ne potesse ignorare la conclusione, nonostante il fatto che questa venga esplicitamente indicata dal contesto. Questo e, senza alcun'ombra di dubbio, un procedimento di metaforizzazione. Difatti, e proprio in relazione ad esempi di questo tipo che Berret-toni [1972] ha invocato il concetto di "metafora aspettuale". E come in ogni metafora che si rispetti, anche qui possiamo avere livelli diversi di "vitalitä", anche in rapporto al particolare ambito discorsivo. In certi stili di discorso (come la cronaca sportiva o il verbale di polizia o la commemorazione), l'uso 6 Per la verita, questa affermazione non e esatta. A mio avviso, infatti, la categorfa dei verbi non-durativi si scinde in due sottoclassi; i puntuali ed i trasformativi. Solo questi Ultimi hanno la proprietä di combinarsi conl'avverbiale "нг X Tempo". Si veda, a questo proposito, l'analisi proposta in Bertinetto [1986]. Tuttavia, poiche nella classificazione di Vendler [1967], cui generalmente si fa riferimento, tale distinzione non viene falta, ho preferito evitare di complicare inutilmente la discussione. dell'Imperfetto "narrativo" sembra soggiacere ad un processo di standardizzazione, che ne riduce alquanto l'impatto. La sua presenza, in simili contesti, appare relativa-mente prevedibile. Cosi non e invece nella lingua letteraria, in cui la comparsa di questo stilema non e regolata da consuetudini codificate, ma dipende sempre da precise intenzioni stilistiche. Si veda il seguente esempio: [8] "A queste parole, Gertrude rimaneva come sbigottita." (A. Manzoni, I promessi sposi, cap. X) Una puntuale ricognizione sul testo ci fa comprendere quanto sia calcolato questo inserimento dell'Imperfetto. Nei capoversi immediatamente precedenti, infatti, troviamo sempre dei Perfetti ("...esclamö Gertrude... riprese incontanente il principe... scosse un campanello... disse... seguitö..."). L'irruzione dell'Imperfetto in una sequen-za di eventi cronologicamente concatenati, e dunque necessariamente visti secondo un'ottica perfettiva, ottiene un vistoso effetto di sottolineatura, con una sorta di rallen-tamento e dilatazione del flusso temporale.7 Ciö che contraddistingue l'uso letterario dell'Imperfetto "narrativo" e quindi la consapevole ricerca di una condizione di am-bivalenza, generatrice di un'oscillazione o sospensione del senso, che resta catturato in un complesso gioco di rifrazioni semantiche. L'Imperfetto "narrativo" che troviamo invece nei contesti caratterizzati da un elevato grado di codificazione stilistica, come la giä citata cronaca sportiva, non gode di queste prerogative. L'accentuata consunzione dell'espediente figurale invita ad una ricezione puramente "transitiva", consistente nella mera riassegnazione di un significato aspettuale perfettivo ad un significante normalmente deputato ad esprimere senso imperfettivo. Cosi, evidentemente, non doveva essere agli inizi, quando l'lmperfetto "narrativo" era ancora sentito come una novitä stilistica, persino nell'ambito della cronaca sportiva; ma l'uso intensivo di questo stilema ha finito per annullarne le po-tenzialitä di sollecitazione semantica, trasformandolo inun semplice segnale di specificitä discorsiva, secondo le consuete procedure semiotiche della connotazione.8 Un altro esempio di metafora aspettuale e quello che si riscontra in ciö che po-tremmo chiamare Presente "inattuale". Si tratta certo di un impiego limitato, ed osser-vabile solo nella lingua colloquiale, ma non per questo privo di interesse. Si veda il seguente scambio di battute tra amici, che possiamo ambientare in un bar: [9] -Suwia, prendi ancora un bicchierino! - No grazie, sto guidando. Data la situazione, e evidente che il secondo locutore non puö trovarsi alia guida del proprio automezzo. Ciononostante, egli si considera idealmente impegnato in tale 7 Si noti che il Perfetto Semplice di rimanereavrebbe, nell'es. [8], senso ingressivo, come spesso accade coi verbi stativi. L'Imperfetto produce invece una situazione ambigua: da un lato, esso si vede assegnare un'inteipretazione ingressiva dal contesto di natura perfettivizzante, dall'altro mantiene, almeno in parte, le proprie valenze imperfettive, che ne garantiscono il consueto senso durativo. 8 Si ritiene comunemente che l'lmperfetto "narrativo" sia un'invenzione relativamente recente, prodottasi sul fmire del secolo scorso. In realtä, e lecito ritenere che prodromi indubitabili di questo stilema si siano avuti fin dalle fasi antiche dei volgari romanzi, caratterizzati non a caso da una maggiore flessibilitä per quanto riguarda le commutazioni aspettuali [Bertinetto 1987]. attivitä, che presumibilmente ha interrotto solo per un breve istante. L'inattualitä dell' evento si scontra dunque con la supposta attualitä che ad esso viene conferita dal locutore. Ciö e evidentemente legato all'uso del progressivo, che di solito coglie l'e-vento in un preciso istante del suo svolgimento.9 In sostanza, il locutore vede se stesso "come se" fosse impegnato nella guida; e l'interlocutore, presupponendo nell'altro (correttamente) una leale intenzione comunicativa, trasferisce l'attualitä dell'evento su di un piano puramente metaforico. Lo stesso accade, del resto, in un enunciato quale il seguente, che puö essere pronunciato da qualcuno che sia in tutt'altre faccen-de affaccendato: [10] Questa settimana sto riordinando la mia biblioteca. Questo particolare meccanismo designativo richiama, per analogia, quello che e all'opera in svariate accezioni "modali" dell'Imperfetto, che non a caso e stato spesso definito il Tempo dell'inattualitä per eccellenza (cf., per es., Coseriu [1976]). Si pensi all'Imperfetto "onirico" e "fantastico", o allTmperfetto "stipulativo" (quello impiega-to dai bambini nella predefinizione dei rispettivi ruoli, nel gioco che stanno per intra-prendere).10 Si tratta di altrettanti casi di proiezione degli eventi in un mondo possibile, frutto di immaginazione (magari legata a processi deH'inconscio, come av-viene nel sogno). Questi usi appaiono perfettamente canonici nelle lingue romanze; anzi, come abbiamo appena notato, secondo certi studiosi si potrebbe addirittura asserire che questa e la caratteristica saliente dell'Imperfetto, almeno nella sua presente fisiono-mia. Tuttavia, preferisco pensare che questi usi "modali" siano sorti, all'origine, come naturale estensione, in seguito perfettamente riassorbita nella grammatica, di talune potenzialitä di senso implicite nelle proprietä aspettuali di questo Tempo. Trattandosi infatti di un Tempo decisamente imperfettivo, e dunque disponibile all'interpretazione progressiva, esso si presta naturalmente bene, secondo le regole della concatenazione dei Tempi, ad esprimere la nozione di simultaneitä nel passato (es. Quel giorno, Luca mi disse che sua sorella si stava preparando alia partenza). Questo significa che l'Imperfetto puö rinunciare ad indicare una propria localizzazione temporale, limitan- 9 E' importante rammentare che la visione progressiva comporta una radicale indeterminatezza, circa la prosecuzione dell'evento al di lä dell'istante focalizzato. NelPesempio citato, dunque, la frase non verrebbe falsificata dal fatto che il locutore non riprendesse poi la guida del proprio veicolo. Ciö che conta e la prospettiva che si ha dell'evento in un particolare istante, detto "istante di focalizzazione" [Bertinetto 1986], Un fenomeno in qualche modo connesso con quello del Presente "inattuale" e il senso "imminenziale" o "conativo" che, com'e risaputo, l'aspetto progressivo induce nei verbi telici (rispettivamente, trasformativi o risultativi; cfr. Bertinetto [1986] peruna proposta organica di classificazione azionale dei predicati). Penso ad esempi quali: Ancora un po', e la corda si spezzava (seil, "stava per spezzarsi"), oppure: Ti ricordi quella volta, quando Mario disponeva ifogli sultavolo, ineurante del vento? (seil, "tentava di disporre"). Anche questo e un effetto di natura metaforica, in cui I'evento viene presentato "come se" si fosse verificato; e la sua origine sta, chiaramente, nelle intrinseche proprietä della visione aspettuale progressiva. 10 L'Imperfetto "stipulativo" e sostituito, in inglese, dal Future. Si tratta, comunque, di un'altra forma di distanziamento dalla realtä attuale [Fleischman 1989:16]. dosi a riflettere quella che gli viene trasmessa dal contesto. Non per nulla, esso viene spesso impiegato a proposito di eventi che sono tuttora in corso, per i quali potrebbe essere utilizzato altrettanto bene un Presente (es. Galileo affermd, contro I'opinione corrente al suo tempo, che la terra girava attorno al sole). In tali casi abbiamo allora una sorta di dislocazione del punto di osservazione, secondo un procedimento che analizzeremo meglio nel prossimo paragrafo, parlando delle metafore temporali. Ne consegue che questo Tempo appare facilmente suscettibile di sganciarsi dalla designa-zione del mondo attuale, per riferirsi a circostanze slegate da una precisa collocazione temporale. La via per ottenere opportune estensioni delle potenzialitä semantiche di base, verso accezioni di natura modale, era insomma insita fin dall'inizio nelle pro-prietä aspettuali di questo Tempo. II che non toglie che debba esserci stata una fase aurorale (certamente anteriore alla costituzione dei volgari romanzi) in cui queste utiliizzazioni, che a noi paiono ormai del tutto scontate, possono aver avuto carattere di rottura, ossia appunto di infrazione metaforica della legalitä grammatical. 5. METAFORE TEMPORALI L'ambito di gran lunga piü fertile, tra quelli che stiamo considerando, e comun-que rappresentato dalle relazioni temporali propriamente dette. Anche in questo caso, beninteso, ci imbattiamo in creazioni metaforiche largamente convenzionalizzate, e dunque soggette a radicale addomesticamento. Ciö e confermato anche dalla frequen-za con cui alcuni di questi fenomeni tendono a presentarsi nelle diverse lingue. Tuttavia, non mancano neppure qui, e lo mettero in evidenza, delle utilizzazioni capaci di conservare, almeno in parte, le proprie potenzialitä informative. L'esemplare piü tipico di metafora temporale e costituito dal cosi detto Presente "storico". Su questo particolare stilema, di antichissimo impiego, non occorre certo fornire illustrazioni.1 Basterä qui osservare che le connotazioni di drammaticitä e vividezza, frequentemente invocate dai grammatici, sono dovute all'illusione prospet-tica derivante dall'apparente avvicinamento del punto di osservazione. L'evento de-scritto, benche distante nel tempo, viene idealmente riavvicinato dal locutore, per sottolinearne l'importanza entro lo svolgimento complessivo della narrazione, o ma-gari per mettere in risalto la transizione tra due successive fasi della narrazione stes-sa.12 L'impiego del Presente "storico" e piü frequente di quanto non si pensi, dal mo-mento che esso compare abbastanza spesso anche nelle narrazioni a viva voce, e co-stituisce anzi un modulo stilistico piuttosto consolidato in certi ambiti discorsivi (si pensi alia barzelletta). Nessuna sorpresa desterä comunque la frequenza d'uso del Presente "pro futuro", che a quanto pare costituisce un'opzione sempre disponibile 11 Cf. comunque, per una recente trattazione, Bertinetto [1992] 12 Su questo punto ha insistito soprattutto Wolfson [1979]. Si veda comunque la discussione di questa proposta in Bertinetto [1992]. nelle lingue naturali, a prescindere dal fatto che vi siano altri mezzi per esprimere l'idea di futuritä. E' significativo, infatti, che a proposito del Presente "pro futuro" non si sia raai parlato (per quanto ne so) di metafora, mentre questo e stato fatto fin dai tempi antichi in merito al Presente "storico". La ragione risiede probabilmente nel diverso impatto psicologico dei due espedienti. La riattualizzazione di un evento pas-sato mediante un Presente e avvertita come piü saliente, rispetto alia predizione di un evento futuro attuata attraverso il medesimo tempo. In effetti, 1'impiego del Futuro comporta sempre un meccanismo fondato sulla previsione attuale di ciö che avverrä poi: il processo di metaforizzazione e, per cosi dire, giä implicito nella natura stessa dell'atto designativo. Si obietterä che anche la descrizione del passato si fonda sulla rimemorazione attuale di eventi accaduti in precedenza; ma la simmetria e meno per-fetta di quanto non possa apparire, perche il passato possiede una corpositä psicologi-ca del tutto assente nel caso degli eventi futuri. II passato e, insomma, un dato di fatto, mentre il futuro e spesso soggetto agli arbitri del destino. Se non fosse cosi, non ci spiegheremmo il motivo per cui sono molte di piü le lingue prive di Futuro, rispetto a quelle prive di Tempi Passati. Cio non toglie che anche 1'uso del Presente con designa-zione futurale appartenga al dominio dei fatti metaforici, quanto meno nelle lingue che dispongono di un Futuro morfologico. Se la cosa non viene di solito avvertita nella sua dimensione figurale, cio e dovuto alia standardizzazione dello strumento, 13 piuttosto che ad una sua scontata "letteralitä". Analogo ai due casi precedenti, per quanto riguarda la localizzazione metaforica rispetto aWorigo del locutore, e il Presente "di passato recente", che non di rado si riferisce ad eventi tutt'altro che vicini: [11] Antonio esce da un'esperienza traumatica; trattalo con cautela. Quest'uso si trasmette facilmente all'Imperfetto, stanti le prerogative di questo Tempo, che si merita spesso l'appellativo di "Presente nel Passato" (es.Antonio usci-va da un'esperienza traumatica...). Naturalmente, questo particolare uso sfrutta, in maniera determinante, le prerogative azionali dei predicati impiegati, che sono sempre di tipo non-durativo (e piü specificamente trasformativo; cf. la nota 6). Resta comunque il fatto che si osserva, anche qui, una violazione del senso letterale, poiche il locutore intende riferirsi alle conseguenze dell'evento, piuttosto che all'evento in se stesso. Un caso sostanzialmente inverso e invece rappresentato dal Perfetto Composto adoperato in dipendenza di un Futuro (o di un Presente futurale): [12] Verrö quando ho finito. Qui accade che un Tempo normalmente deputato a designare eventi passati venga impiegato con riferimento ad una situazione ancora da venire. Si tratta, certo, di un uso pienamente codificato dalla grammatica; ma e pur sempre significativo che la 13 Un fenomeno probabilmente affine a quelli appena segnalati si osserva nelle lingue bantu, quando il Passato Recente viene usato laddove ci si aspetterebbe il Passato Remoto, o il Futuro Prossimo dove si attenderebbe il Futuro Remoto [Fleischman 1989: 21-22]. lingua abbia dilatato il campo d'azione di questo Tempo, nonostante la disponibilitä del Futuro Composto, che assolverebbe esattamente la medesima funzione. Un caso piü marcato di metafora temporale e costituito dal Futuro "epistemico", manifestato da esempi quali i seguenti: [13] A quest'ora atterrerä a Parigi [14] A quest'ora avra ottenuto ciö che chiedeva. Come & noto, il Futuro Semplice "epistemico" esprime una supposizione (di natura congetturale o inferenziale) circa un evento presente, mentre il Futuro Composto "epistemico" esprime un'analoga supposizione circa un evento che presumibilmente si e verificato prima del momento dell'enunciazione.14 Questo peculiare meccanismo di riferimento temporale si basa, in ultima analisi, sui presupposti modali del futuro romanzo, ben rintracciabili nella sua evoluzione diacronica. In esso si realizza infatti una delle piü tipiche Strategie di formazione del Futuro morfologico: la presentazione di un evento a venire come effetto della volontä o possibilitä che esso si verifichi, o venga portato a realizzazione [Ultan 1978; Bybee & Pagliuca 1987]. Si tratta, e chia-ro, di un'estensione figurata del senso letterale espresso dai modali impiegati nelle locuzioni originarie. Ma, a ben vedere, la creazione dei Futuri sembra sempre imper-niata sull'utilizzazione di processi figurali: si pensi ad un'altra tipica strategia costrut-tiva, quella che si sviluppa a partire da espressioni indicanti moto o distanza, in cui (caso tutt'altro che unico) si attua una transizione metonimica dalla condizione spa-ziale a quella cronologica.15 Sempre in merito al Futuro, va segnalato l'uso "retrospettivo" di questo Tempo, spesso denominate "Futuro degli storici", per la sua tendenza a ricorrere soprattutto in quel dato tipo di testi (ed anche li, beninteso, con frequenza alquanto contenuta). Se ne veda questo esempio: [15] Gli esperimenti durarono a lungo. In seguito ad essi, Alessandro Volta scoprirä poi la pila, che tanta importanza ebbe nello sviluppo tecnologico. Qui il locutore-scrittore assume prowisoriamente un punto di osservazione fitti-zio, situato nel passato (quasi collocandosi sullo stesso piano degli eventi narrati), per prodursi in una sorta di metaforica fuga in avanti, presto riassorbita dal ritorno ai consueti Tempi della narrazione. 14 In raolti casi, uno stesso costrutto futurale e passibile di duplice interpretazione, normale o "epistemica", a seconda del contesto. Ma in qualche caso la lettura "epistemica" e Tunica disponibile; questo accade, tipicamente, col Futuro Composto dei verbi stativi (es. Luca sarä stato arrabbiato). Secondo Traugott [1989: 49-51], l'espansione del Futuro verso Taccezione "epistemica" non dipenderebbe da un processo di metaforizzazione, bensi dalla convenzionalizzazione di implicature conversazionali. E' impossibile pronunciarsi in merito a questa proposta senza avere prima definite con esattezza cosa si intende, in senso tecnico, per metafora. Credo comunque che la prospettiva "ingenua" qui adottata, che interpreta la nozione di metafora in senso lato, non comporti grossi rischi di fraintendimento, e sia compatibile anche con la posizione di Traugott. 15 Circa la dilagante presenza di metafore spaziali nella costituzione di svariate perifrasi verbali, alcune delle quali consolidates! in autentici Tempi verbali, cf. ad es. Traugott [1978], Fleischman [1982] e Dik [1987], Altrettanto noti, e catalogati, sono i casi dell'Imperfetto, Piucheperfetto e Futuro "attenuativi". Si vedano questi enunciati: [16] Scusi, volevo sapere se il treno da Roma e giä arrivato [17] Via, non prendertela cosi! Avevopensato che il giornale fosse mio. Se avessi saputo, mi sarei regolato diversamente. [18] Ti dirö che questa faccenda non mi piace. II meccanismo che genera questi usi e facilmente spiegabile. Rigettando in un fittizio passato 1'evento presente, il locutore di [16] mira ad attenuare 1'impatto della richiesta, che potrebbe essere avvertita come troppo invadente dall'interlocutore, e dunque potenzialmente aggressiva. Siamo, e chiaro, nell'ambito di quelle raffinate Strategie interattive, che regolano i complicati galatei pragmatici della comunicazione umana: l'Imperfetto "attenuativo" puö essere infatti impiegato con intenti sia di inco-raggiamento (come appunto in [16]), sia di dissuasione (es. Sono molto indaffarato: voleviparlarmi?). L'es. [17] e di tipo analogo, con la sola differenza che, in questo caso, un evento recente viene presentato, di nuovo alio scopo di smorzarne il possibile effetto, "come se" si fosse verificato in un momento antecedente, distanziato dal momento attuale daH'intromissione di un fittizio "momento di riferimento" (secondo le prerogative del meccanismo di rappresentazione inerente al Piucheperfetto).16 L'es. [18], infine, riporta un uso assai frequente nelle lingue romanze. Come nei due casi precedenti, il meccanismo semantico e fondato sulla dislocazione fittizia dell'evento, che viene cosi a perdere il proprio valore di immediatezza, e puö essere proposto all'interlocutore con un minor effetto di pressione psicologica.17 Se il Futuro "attenuativo" e un fatto relativamente ristretto sul piano tipologico, l'uso di un Tempo Passato con valore attenuativo sembra invece un espediente abba-stanza diffuso, indipendentemente dalla specifica struttura del sistema tempo-aspet-tuale. In inglese si adopera (oltre al Piucheperfetto) il Past Progressive (es. I was wondering whether you might help me), o il Simple Past, come in tedesco (es. I wanted to askyou...; Ich wollte Sie einmal fragen...) [Dietrich 1987: 257]. In finnico, oltre al Preterito, si adopera anche il Condizionale Composto [Helkkula et al. 1987:19-20]. Quest'ultimo espediente, com'e owio, fa pensare ad analoghi usi italiani (es. Vorrei sapere se...), con la differenza tuttavia che in italiano sembra assai meno appropriato, in tali circostanze, il ricorso al Condizionale Composto. Interessante e anche l'impie-go del Congiuntivo Imperfetto in spagnolo antico per esprimere un ordine attenuato [Fleischman 1989: 11]; un uso che fa ovviamente pensare a certe varietä italiane me-ridionali.18 16 Per una puntuale definizione della nozione di "momento di riferimento", cf. Bertinetto [1986]. 17 Benche il Futuro attenuativo sia generalmente osservabile nelle lingue romanze, vi sono anche delle differenze. In italiano, per es., sarebbe scarsamente accettabile il seguente enunciato francese, che si puö facilmente mettere in bocca ad un negoziante [Vet 1988: 181]: Ce sera tout, Monsieur? 18 Molto simili alle metafore temporali appena considerate sono gli usi "ipocoristici" (o vezzeggiativi) dell'Imperfetto, usati nel cosi detto "baby-talk", che peraltro compaiono molto piü spesso in francese che in italiano. Anche in queste circostanze si compie infatti una fittizia dislocazione temporale. Ma 6. CONCLUSIONI D breve elenco di fatti analizzati nei paragrafi precedenti dovrebbe essere suffi-ciente, credo, a dimostrare quanto sia invadente il processo di metaforizzazione nel dominio tempo-aspettuale. Trattandosi di fatti appartenenti all'ambito strettamente grainmaticale, piuttosto che lessicale, si sarebbe portati a credere che sussistano forti restrizioni circa l'emergere di simili fenomeni. Gli spazi lasciati all'inventiva personale non possono che essere alquanto limitati, quando gli oggetti da manipolare siano le strutture della lingua, che rappresentano un insieme chiuso e ristretto, di contro all'ampiezza ed apertura del serbatoio lessicale. Ciononostante, sono emersi dati piuttosto significativi, ed in numero tutt'altro che trascurabile. Una specifica conseguenza delle restrizioni che gravano sulle possibilitä di metaforizzazione in ambito grammaticale, oltre alla limitata quantitä dei fenomeni osser-vabili, sta nella spiccatissima tendenza alla convenzionalizzazione. Le metafore su base morfologica tendono, comprensibilmente, a radicarsi nella struttura della lingua, divenendo parte costitutiva dell'inventario espressivo a disposizione dei parlanti. II che non toglie, tuttavia, che in alcuni casi possa persistere un residuo margine di creativitä. Per chiarire questo punto, si confrontino il Futuro "epistemico" e l'Imper-fetto "narrativo". II primo, come si e detto, si e sviluppato a partire dal fondamentale processo di metaforizzazione che presiede sempre alla costituzione di un Tempo Futuro, ma appare ormai una presenza pienamente stabilizzata nella grammatica di certe lingue. II secondo, invece, si fonda sull'impiego, in contesto controdeterminante (nella fattispecie, perfettivizzante), di un Tempo che conserva tuttora un valore aspettuale imperfettivo. II contrasto sta dunque nel fatto che il Futuro "epistemico", a differenza dell lmperfetto "narrativo", non viene piü avvertito come un espediente in qualche modo deviante dalla norma, ciö che invece doveva certamente avvenire al momento in cui quest'uso si e costituito. II Futuro "epistemico" e, insomma, una metafora aspettuale completamente "morta", mentre l'Imperfetto "narrativo" risulta potenzialmente "vivo", nonostante la standardizzazione cui e stato sottoposto in certi ambiti discorsi-vi. Ed altrettanto vivificabili, metaforicamente parlando (sia pure con diverse grada-zioni), sono il Presente "storico", il Futuro "retrospettivo", il Presente "inattuale", il Presente e l'Imperfetto "di passato recente". Per ciö che concerne i diversi comparti in cui si articola il sistema tempo-aspet-tuale, abbiamo visto che il settore piü fecondo, in merito alla creazione di sensi figurati, e quello temporale propriamente detto, seguito (nell'ordine) dai domini aspettuale ed azionale. Ma non va dimenticato che la nostra analisi si e basata preva-lentemente sull'italiano, e quindi ha verosimilmente risentito dei rapporti quantitativi e altrettanto ragionevole, beninteso, interpretare tali casi come altrettanti esempi di dislocazione nell'universo dell'inattualitä, come viene spesso proposto. II motivo per cui preferisco inserire questo tipo tra le metafore tempo rali, assieme agli usi "attenuativi", sta nel fatto che qui e pur sempre possibile pensare ad uno slittamento sull'asse del tempo, mentre per ciö che riguarda l'Imperfetto "onirico/fantastico" non c'e dubbio che si tratti di uno spostamento verso l'inattuale. esistenti in tale lingua, in ordine al numero di opposizioni pertinenti nei diversi domini. E' ipotizzabile che nelle lingue in cui le distinzioni aspettuali prevalgono su quelle temporali, si debba osservare una diversa proporzione tra questi due settori. E' possi-bile, viceversa, che la scarsa propensione del dominio azionale ad innescare fenomeni figurali dipenda da fattori strutturali. Le caratterizzazioni azionali dei predicati verbali, per quanto non di rado oscillanti a seconda del contesto, rappresentano infatti una proprietä definitoria del significato lessicale (o di una sua particolare accezione). E' comprensibile, quindi, che esse non si rendano facilmente disponibili per le incerte avventure della significazione metaforica. In fondo, piuttosto che ad autentici processi di metaforizzazione, i fenomeni qui osservati a livello azionale sembrano far riferi-mento alla costituzionale vaghezza di certe componenti del significato. Diverso e il caso dell'aspetto e delle relazioni temporali.19 In questi Ultimi ambiti e possibile reperire non soltanto gli esempi piü chiari di metaforizzazione, ma anche quelli che maggiormente sono suscettibili di assicurare al locutore-scrittore una residua capacitä di sorprendere il destinatario con esiti semantici inattesi (si veda il breve elenco di metafore tempo-aspettuali potenzialmente "vive", riportato poc'anzi). Non e dunque un caso che alcuni di questi espedienti figurali, quali l'Imperfetto "narrati-vo" o il Presente "storico", continuino ad essere strumenti duttili e sempre disponibili nelle mani dei letterati, i quali sanno all'occorrenza reinventarne le potenzialitä evocative (si rammenti la discussione relativa all'es. [8]). Pur nella limitatezza dei proce-dimenti disponibili, sempre ancorati (come si e detto) alla sostanziale rigiditä delle strutture grammaticali, resta virtualmente aperta la possibilitä di agire sul rapporto che collega il senso letterale al senso figurato. Accade cosi, non di rado, che nei testi letterari sia arduo stabilire con certezza se un dato Imperfetto e un autentico Imperfet-to "narrativo", o qualcosa che sta a metä tra l'uso figurato e quello letterale. Per converso, le metafore tempo-aspettuali che si osservano nella lingua colloquiale ten-dono molto piü spesso a convenzionalizzarsi, fissandosi come espedienti canonici tipizzati nelle descrizioni grammaticali. Fino ad ora, abbiamo considerato le metafore tempo-aspettuali secondo un'ottica parcellizzata, prendendo separatamente in esame i vari settori di cui si compone il sistema tempo-aspettuale delle lingue naturali. Ma e lecito chiedersi se non vi siano metafore che appartengono contemporaneamente a due settori. Una curiositä perfetta-mente giustificata, questa, poiche sappiamo che il dominio tempo-aspettuale e intrin- 19 Fenomeni di metaforizzazione in ambito temporale si osservano anche nel comparto degli avverbi. Si pensi agli esempi, tutt'altro che rari nei testi letterari, di "deissi dislocata", per usare la denominazione di Tucker [in stampa]; ossia gli usi "pseudodeittici" degli avverbi di deissi temporale [Bertinetto 1991]. E' noto infatti che ora e adesso, ed in misura minore ieri, oggi e domani (per non citare che i casi piü evidenti) si prestano a comparire in contesti passati, con riferimento a momenti del tutto sganciati dali'origo del locutore. Qualcosa del genere si osserva anche con altri avverbi temporali di natura non deittica (o non necessariamente tale), quali giä e ancora. Anche in questo caso, come mostra ad es. Fuchs [1988], si sono generati per estensione figurata ulteriori significati, derivati dal senso temporale di base e spesso pregni di sottili connotazioni pragmatiche. secainente caratterizzato da cospicui fenomeni di interazione tra le diverse componen-ti [Bertinetto, in stampa]. Del resto, la stessa denominazione adottata per i fenomeni qui presi in esame, fondata sull'accostamento delle nozioni di Tempo e di Aspetto (si parla infatti di metafore "tempo-aspettuali") suggerisce la plausibilitä dell'ipotesi. In effetti, se ripercorriamo i casi sopra analizzati, ci rendiamo conto che in alcuni di essi si possono rintracciare delle interferenze intersettoriali. Per esempio, il dominio azio-nale e quello temporale interagiscono nel Presente e Imperfetto "di passato recente" (cf. § 5), nonche nel senso "imminenziale" e "conativo" posseduto dall'aspetto progressive nei contesti appropriati (cf. la nota 9); e possiamo cogliere un'interferenza tra il dominio aspettuale e quello temporale nel cosi detto Presente "inattuale" (cf. § 4, ess. [9-10]) e nel Perfetto Composto futurale (cf. § 5, es. [12]). Tuttavia, a ben vedere, il fatto che nei casi citati si riscontrino delle interazioni non significa necessariamente che (a parte gli Ultimi due esempi) esse siano pertinenti anche rispetto al processo della metaforizzazione in quanto tale. Per chiarire il discorso, prendiamo il primo esempio, tra quelli appena riportati. II Presente "di passato recente" richiede, per ma-nifestarsi, un verbo trasformativo; tuttavia, il valore azionale serve qui da mero pre-supposto per la comparsa dell'effetto metaforico, che resta interamente circoscritto al dominio temporale. Le uniche eeeezioni, a tal riguardo, mi sembrano proprio quelle del Presente "inattuale" e del Perfetto Composto futurale. Nel primo caso, la fittizia attualitä, indotta dalla perifrasi progressiva, crea un effetto congiuntamente valutabile sul piano aspettuale (progressivitä metaforica) e temporale (attualitä metaforica dell'evento). Nel secondo caso, la dislocazione temporale dipende, in ultima analisi, dal forte valore di "compiutezza", ossia di anterioritä rispetto al momento di riferimento, che il Perfetto Composto conserva (anche in italiano) in simili contesti. Dobbiamo dunque concludere che, di tutti i casi analizzati nei paragrafi prece-denti, soltanto due rappresentano autentiche metafore intersettoriali. Ammesso che ciö non dipenda dalla limitatezza dell'indagine esperita, si direbbe quindi che le metafore tempo-aspettuali tendano a consumarsi interamente entro un singolo settore. Sono anche emersi, peraltro, alcuni esempi di sconfinamento nell'ambito della "modalitä", da intendersi qui nell'accezione che tale parola assume in casi quali l'Im-perfetto "onirico/fantastico" e "stipulativo" (cf. § 4, nonche la nota 18), o gli usi "atte-nuativi" di Imperfetto, Piucheperfetto e Futuro (cf. § 5). Tuttavia, non credo che a questo proposito si possa parlare propriamente di metafore (per dir cosi) "tempo-as-spettuo-modali", perche gli esempi indicati sono tutti riconducibili, per quanto riguar-da la metaforizzazione propriamente intesa, all'ambito aspettuale o temporale. Valgono cioe, con i debiti aggiustamenti, le medesime considerazioni appena svolte circa alcuni presunti casi di metafore intersettoriali. Possiamo invece chiederci se esistono delle autentiche metafore "modali", facenti specifico riferimento alla catego-ria del Modo del verbo. A prima vista parrebbe di no, dato che l'uso di un Modo in luogo di un altro (tipicamente, Indicativo invece di Congiuntivo) non viene solitamen-te avvertito come un intervento creativo, ma piuttosto come libera oscillazione, quando non addirittura come violazione della norma, variamente tollerata o respinta dai parlanti. Tuttavia, e possibile che sussista, a questo riguardo, un qualche margine d'azione, purche ci si rifaccia, ancora una volta, alia lontanissima fase aurorale di costituzione dello strumento espressivo, anziehe alla prassi testuale consolidate. Ven-gono subito in mente, a questo proposito, l'Imperfetto e Piucheperfetto usati, nel periodo ipotetico italiano, in luogo dei piü canonici Tempi del Congiuntivo e del Condizionale. E' chiaro che quest'uso e stato legittimato dal valore di inattualitä che l'Imperfetto ha saputo sviluppare, a partire dalle proprie valenze imperfettive di base (cf. quanto detto, al riguardo, nel § 4). Altre illustrazioni pertinenti potrebbero essere individuate in certi enunciati iussivi, in cui non viene usato il Modo Imperativo. Ciö si osserva, tipicamente, in enunciati che impiegano a tale scopo un Presente Indicativo (es. Ora mi dai quella roba, senza fare tante storie!) oppure, come puö accadere ad esempio in francese, il Futuro (es. Tu ne voleras pasf). E non vanno poi dimenticati gli sviluppi dei Perfetti verso aeeezioni "evidenziali", come si puö riscontrare, e non e un caso isolato, in bulgaro.20 Ma questo tema richiederebbe, certo, un apposito lavoro. RIFERIMENTI BIBLIOGRAFICI Berrettoni, P. [1972], "La metafora aspettuale," Studi e Saggi Linguistici 12: 250-259. Bertinetto, P.M. 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Vendar pa se te oblike lahko znajdejo v sobesedilu, ki docela jasno kaže na to, da je dejanje časovno omejeno, zaključeno. Iz tega kontrasta ravno izvira stilna moč take rabe, tudi tukaj je podobnost z metaforo v semantiki, saj vemo, da je ta toliko močnejša, kolikor bolj sta si pomenski polji oddaljeni. Skupno črto med metaforo v semantiki in v morfologiji pa najdemo tudi v počasnem izgubljanju ekspresivnosti, torej stilne vrednosti: jezikovno sredstvo je v novi rabi izrazito učinkovito, s časom pa kot novost obledf. Glagolski vzorci nudijo bogato bero za tako primerjavo: poleg romanskega imperfekta tudi sedanjik z vrednostjo prihodnega dejanja ali tudi sedanjik, ki ne izraža dejanja tistega trenutka. Enako tudi sedanjik kot pripovedovalni čas, prihodnjik, ki izraža sodbo ali verjetnost; ali tudi vse glagolske paradigme za preteklost in za prihodnost, ki se nanašajo na dejanje v sedanjosti, pa mu s tem odvzamemo ostrino. Pojav je verjetno zaznaven v velikem številu jezikov. Avtor upravičeno misli, da gre za enak proces, kot ga poznamo iz semantike, in navaja kot protidokaz primer iz sintakse romanskega glagola: nima karakteristike metafore, npr., opuščanje konjunktiva in naraščajoča raba indikativa. Tu ne gre za neko kreativnost, gre samo za dopustno oklevanje ali celo za kršenje norme. Nora Galli de' Paratesi Roma CDU 805.0-086.2 (-924) IL GIUDEO-ITALIANO EI PROBLEMI DELLA SUA DEFINIZIONE: UN CAPITOLO DI STOMA DELLA LINGUISTICA1 1. INTRODUZIONE Lo scopo di questo articolo e di portare all'attenzione dei linguisti che lavorano sull'italiano un argomento poco noto perche e stato trattato per lo piü, per le caratteri-stiche del suo materiale, al di fuori dell'italianistica: il cosiddetto giudeo-italiano. II termine si riferisce alle varietä dialettali usate in una serie di documenti che sono stati oggetto di studio, con poche eccezioni, da parte di specialisti di ebraico. I testi hanno, aldilä del loro immediato valore come documenti della cultura ebraica italiana, anche un interesse linguistico: e questa appunto l'angolatura di questo lavoro, perche il ten-tativo di definire tali parlate all'interno delle varietä di italiano ha avuto varie soluzio-ni da parte di studiosi diversi, che costituiscono un itinerario teorico molto interessante. Si tratta di uno spezzone di storia della linguistica italiana e romanza in cui si ripercorre un itinerario simile a quello della definizione di italiano standard. Si tratta di un percorso che e parallelo all'evoluzione della linguistica stessa e che e stato fino a non molto tempo fa, come si cercherä di dimostrare, dominato in larga parte dalla visione delle varietä linguistiche come sistemi discreti, unitari ed omogenei, propria della descrizione linguistica fino alia messa a punto dei modelli macrosocio-linguistici che hanno incorporate sistematicamente la variazione e il continuo linguistico. In particolare nel nostro caso l'immagine del giudeo-italiano risentiva della concezione di un'entitä quanto mai elusiva, che ha dominato la linguistica italiana, quella dell'italiano standard. D termine giudeo-italiano copre tutta una serie di documenti linguistici molto eterogenei e si riferisce a sistemi linguistici non piü in uso. Infatti in Italia oggigiorno non abbiamo differenze di comportamento linguistico tra ebrei e non ebrei che siano tali da farci parlare di giudeo-italiano o di dialetti giudeo-italiani, come di un sistema 0 di una serie di sistemi a se stanti in uso2. II materiale in giudeo-italiano e diviso in 1 Ringrazio il Centro di Cultura Ebraica della Comunitä Ebraica di Roma e il Centro Bibliografico dell'Unione delle Comunitä Ebraiche Italiane per il loro cortese aiuto nell'aiutarmi a reperire la bibliografia per questo articolo. 2 L'unica eccezione e Roma dove alcuni individui, generalmente residenti nell'antico ghetto, presentano ancora tratti diversi dalla parlata regionale locale, ma si tratta di un fenomeno di entitä molto ridotta. due corpus distinti e molto diversi tra di loro che sono stati analizzati da studiosi di discipline diverse. Un corpus e quello redatto in alcuni dei dialetti regionali italiani (non quindi, malgrado il nome, in sottosistemi dell'italiano nazionale standard) come erano parlati dagli ebrei in diverse cittä d'ltalia. Alla fine del secolo scorso appaiono i primi intervene sulle parlate italiane come vengono usate dagli ebrei nelle diverse cittä d'ltalia (Sacerdote 1893 e Modona 1893). All'inizio di questo secolo fu lanciata una proposta da Cammeo (1909) su un periodico ebraico, II Vessillo Israelitico, di raccogliere con l'aiuto dei lettori tutte le voci che, nelle diverse cittä d'ltalia dove ci fosse una comunitä ebraica, venivano usate comunemente solo dagli ebrei e non avevano circolazione al di fuori della comunitä. Questa iniziativa ebbe un certo seguito e Cammeo continuö a pubblicare voci raccolte con l'aiuto dei lettori dal 1909 al 1911: alla discussione partecipa anche Camerini (1909: 358-9 e 1909: 505-6). L'iniziativa attirö anche l'at-tenzione di un noto studioso di ebraismo, U. Cassuto, che contribui con una breve descrizione del giudeo-fiorentino, e soprattutto risvegliö l'interesse per queste varietä linguistiche che stavano scomparendo, che s'inquadra perfettamente nel clima cultu-rale della fine dell'Ottocento, epoca della nascita degli studi glottologici e dialettali, da una parte, e etnologici dall'altra. Nel 1926, questa volta su La Rassegna Mensile d'Israel, viene lanciato un altro appello di raccolta da Bachi, in chiave apertamente antropologica. Nasce cosi un filone antiquario di raccolta e catalogazione, in larga parte frutto dell'entusiasmo di non specialisti, il cui interesse dura tuttora, con tentativi di fissare o ricostruire le varietä moribonde sotto forma di poesie, testi teatrali (alcuni tradizio-nali altri scritti per far rivivere la parlata, come tuttora a Roma) o liste di unitä lessicali ed espressioni linguistiche, tipiche dei soli parlanti ebrei. II materiale inviato alla7?as-segna consegnato verrä conservato e consegnato poi a Terracini che lo studierä dal punto di vista linguistico. Terracini ricevette anche altro materiale raccolto da Giaco-melli3, un appassionato di ricerche dialettali che aveva lavorato a Roma, Pitigliano, Ferrara e in altri centri. Terracini pubblicherä il frutto delle raccolte di Giacomelli in un articolo del 1962. Tutto questo materiale e in qualche modo di tipo orale anche se trascritto ed e stato in seguito oggetto di studio da parte di vari studiosi tra cui glotto-logi e dialettologi, alcuni dei quali hanno aggiunto raccolte nuove: si vedano, tra gli altri, Modena Mayer e Massariello Merzagora (1973) per il giudeo-modenese, Color-ni (1971) per il giudeo-mantovano, Massariello Merzagora (1977 e 1980) che produce una rassegna generale delle diverse parlate come ci sono giunte, Fortis e Zolli (1979) per il giudeo-veneziano, Sestieri Scazzocchio (1970) e Pavoncello (1978, 1986, 1988), Milano (1963b) per il giudeo-romano, Beccani (1941, 1942) e Fornaciari (1983) per il giudeo-livornese. 3 Terracini, che lo conobbe personalmente, da una presentazione bio-bibliografica di Giacomelli (1962). Accanto alle raccolte di voci fiorisce anche il desiderio di fissare poesie tradizio-nali e produme di nuove: Terracini stesso nel 1938 pubblica e commenta due compo-sizioni in versi. Nasce una fiorente produzione con I sonetti giudaico-romaneschi di Del Monte del 1927 (apparsi per la prima volta nel 1908), seguiti da altre due raccolte nel 1932 e 1955; Bedarida pubblica Ebrei diLivorno. Tradizioni e gergo in 180 sonetti giudaico-livornesi del 1956, seguiti da altri contributi minori, come Colombo (1970) per Moncalvo e Stock (1970) per il triestino. Per il teatro abbiamo vari contributi di Bedarida a partire dal 1924 in poi, sempre in giudeo-livornese e uninteressante versione un giudeo-fiorentino di un canovaccio tradizionaleLa GnoraLiuia edito dai Bene Kedem, pseudonimo dei figli dello studioso di ebraismo U. Cassuto. Esistono canovacci ripresi in giudeo-romano a cui recen-temente s'e affiancata una produzione nuova sulla stessa scia che viene rappresentata da una compagnia locale: questo materiale teatrale e stato raccolto in un volume cura-to da Fortis (1989). Come per tutte le raccolte antiquarie, l'oralitä di questo materiale e ovviamente piuttosto dubbia, cosi come lo e in parte l'attendibilita delle forme stesse, spesso ricordate vagamente da chi in realtä non le usa piü. Soprattutto dal punto di vista sociolinguistico manca un riferimento di contesto alle forme studiate, che ci giungono attraverso liste raccolte pazientemente, ma non all'interno di interviste dall'uso vivo. Tuttavia, poiche ormai sono Tunica fönte che abbiamo, questi resti costituiscono un corpus divenuto ormai classico sull'argomento e insostituibile. L'altro filone, invece, appartiene all'ambito scritto ed e stato 1'oggetto di studio di filologi ed esegeti, piü che di linguisti. Si tratta di un'ampia messe di testi scritti coi caratteri dell'alfabeto ebraico in un italiano come era parlato e compreso dagli ebrei, quindi con caratteristiche proprie rispetto alle equivalenti varietä parlate dai gentili. La parte maggiore di questi documenti e di tipo religioso ed essi si situano cronologi-camente tra i secoli XI e il XVTII. Poiche gli ebrei in Italia avevano smesso giä in epoca romana di usare 1'ebraico come lingua parlata, si presentava il problema che chi non lo conosceva non poteva seguire i testi sacri e recitare le preghiere prescritte. Gli studiosi e, in molti casi, gli uomini delle comunitä avevano almeno una conoscenza della lingua scritta, perö le donne e i bambini avevano bisogno di una traduzione per poter pregare e seguire le funzioni in sinagoga. Abbiamo perciö traduzioni della Bib-bia; glosse al testo biblico; glossari di termini ebraici tradotti in italiano; traduzioni di preghiere, rituali e formulari; prediche e composizioni poetiche religiose. Oltre al materiale religioso abbiamo anche documenti legali, sempre scritti in italiano ma in caratteri ebraici, e una produzione poetica non religiosa, ma la parte laica del materiale e piü ridotta4. 4 Una prima descrizione dei documenti scritti si trova in Cassuto (1929). Cuomo (1981:429-435) offre una presentazione tipologica del materiale sia scritto che sui dialetti parlati, Freedman (1972, Cap. I) da una bibliografia ragionata su tutto il materiale, mentre Colorni (1971), Massariello Merzagora (1977) e Fortis e Zolli (1979) rendono conto delle raccolte antiquarie, poetiche e teatrali e Fortis (1989) in particolare della produzione teatrale. II termine giudeo-italiano appare per la prima volta in un articolo di U. Cassuto (1909) ed e ormai diventato canonico, ma si presta ad equivoci, in quanto puö far pensare ad una varietä linguistica sovraregionale come l'italiano letterario5. Sia i testi scritti che le raccolte di voci dei dialetti parlati documentano invece delle parlate regionali cosi come venivano usate dagli ebrei che, per ragioni intrinseche alla loro condizione, hanno dato loro una impronta peculiare. Per evitare equivoci si propone di usare qui varietä o parlate giudeo-italiane. 2. CENNI DI STORIA DEGLI EBREI ITALIANI Prima di poterci addentrare in una discussione sull' origine e sui rapporti recipro-ci delle varietä giudeo-italiane, e bene mettere in rilievo alcuni tratti della storia degli ebrei italiani6, che sono fondamentali per impostare correttamente il problema linguistico. La storia degli ebrei italiani e essenzialmente una storia di movimenti migratori particolari e, in generale, piü frequenti che per il resto della popolazione e di segrega-zione. Gli insediamenti piü antichi in Italia sono quello di Roma e quelli dell' Italia meridionale, dove le comunitä ebraiche erano giä numerose e fiorenti nell' alto me-dioevo. Con l'espulsione dal Regno delle Due Sicilie decretata dai Re Spagnoli nel sec. XV, abbiamo un vasto movimento migratorio che muove da tutto il Sud. Nelle comunitä del Meridione tutti coloro che non si convertirono scelsero di emigrare e la mag-gior parte di essi si trasferi a Roma, da dove molti si spostarono ancora piü a Nord. A parte questo flusso migratorio dalla direzione e datazione chiare e definite, vi furono una miriade di spostamenti da una cittä all'altra della Penisola, dovuti alle alterne vicende a cui le comunitä erano sottoposte. Le concessioni di permanenza e di lavoro fatte agli ebrei cambiavano continuamente nei diversi luoghi, a seconda delle pressioni esercitate dalla Chiesa, delle condizioni economiche e perciö del bisogno che i governanti avevano occasionalmente di sviluppare questo o quel commercio o artigianato (per esempio quello della seta) o del prestito di capitali e a causa dell'in-tolleranza religiosa creata a ondate dai predicatori7. E difficile riassumere quella che fu una continua e particolare instabilitä geografica e sociale: la formulazione piü chia-ra e utile per noi in questa sede e che gli ebrei furono sollecitati e spinti a molti e continui spostamenti da una cittä all'altra, da uno Stato all'altro, piü di qualsiasi altro gruppo ed e questa mobilitä, diversa e maggiore di quella dei cristiani, che produrrä delle commistioni di forme linguistiche infra e intraregionali del tutto particolari. Ba- 5 E stato suggerito da Gold (1980) di sostituire questo termine con Italkian : si veda la discussione in proposito in Cuomo (1982: 9). 6 Per una storia degli ebrei italiani si veda A. Milano, Storia degli Ebrei italiani, Milano 1963a. 7 Per un quadro esauriente delle cause anche antropologiche-sociali delle cacciate e della segregazione si veda Bonfil 1991. sta leggere la storia delle diverse comunitä italiane per vedere come in quasi ogni caso si assista a un andirivieni di concessioni e restrizioni di soggiorno, chiamate e caccia-te, che resero estremamente mobili gli abitanti della maggioranza delle comunitä. Poche di esse furono stabili: come eccezioni abbiamo quella romana e quella livorne-se (che e perö una comunitä relativamente tarda, di epoca rinascimentale) che godet-tero, pur nelle alterne vicende, almeno di una stabilitä geografica. Quest'ultima non signified perö stabilitä linguistica perche le comunitä stabili funsero da rifugio per gli ebrei in fuga dalle altre, anche straniere, francesi, tedesche, spagnole, portoghesi e quindi ricevettero apporti linguistici diversi. Aparte gli spostamenti geografici particolari e particolarmente numerosi, l'altra caratteristica delle comunitä ebraiche fu la segregazione dal resto della popolazione. Giä nelle cittä medievali e nell'antichitä, la popolazione ebraica conduceva una vita a parte, ma non si trattava necessariamente di una segregazione forzata. Nel migliore dei casi era quel fenomeno naturale per cui gruppi di immigrati tendono sempre a radunarsi nella stessa area di una cittä semplicemente in quanto condividono lo stesso stile di vita, gli stessi usi e costumi. Anche nelle migliori condizioni era naturale che la popolazione ebraica si radunasse insieme per facilitare il culto religioso e l'osser-vanza delle regole dietetiche. Spesso, perö, era anche il rifiuto della popolazione cri-stiana e la conseguente autodifesa che costituivano una spinta alla separazione spontanea che veniva anche in parte incoraggiata dalle autoritä. Apartire dalla prima metä del secolo XVI vengono istituiti i veri e propri ghetti, chiusi fisicamente da porte invalicabili di notte: a Venezia prima, nel 1516, e poi a Roma nel 1555. Su pressione dei Papi la segregazione coatta nei ghetti venne imposta con 1'andar del tempo, in epoche diverse, anche negli altri Stati italiani dove vi fosse una comunitä. L'unica eccezione rimane Livorno dove il ghetto non fu mai istituito. Agli effetti linguistici 1'istituzione dei ghetti chiusi non fece che esasperare una coe-sione linguistica giä presente all'interno delle comunitä, dove si viveva spesso giä nella cosiddetta "giudecca", il quartiere ebraico, che ancora esiste nella toponomastica di tanti paesi e cittä italiane. 3. CARATTERISTICHE LINGUISTICHE DELLE VARIETÄ GIUDEO-ITALIANE8 Le vicissitudini storiche delle Comunitä ebraiche hanno dato alle varietä parlate al loro interno delle caratteristiche linguistiche particolari, che potremmo riassumere come: arcaicitä, mistilinguismo italiano e mistilinguismo esterno all'italiano. 8 L'esistenza di una forma peculiare di lingua parlata e scritta dagli ebrei, con caratteristiche proprie rispetto a quella dei gentili, e un fenomeno che si trova in tutti i paesi in cui vi e stata una presenza ebraica. Puö trattarsi di un sistema linguistico completamente diverso come lo yiddish in Germania e Europa Orientale o il ladino (antico spagnolo) parlato ancora in Turchia e in Bosnia, o di una variante solo parzialmente diversa. L'interesse per le varianti linguistiche usate dagli ebrei nasce nel secondo Ottocento. Per quanto riguarda l'area romanza il primo ad avviare gli studi sulle cosiddette parlate 3.1 ARCAICITÄ La patina arcaica di queste parlate e la conseguenza del conservatorismo linguistico che si verifica sempre quando un gruppo di parlanti subisce una segregazione fisica e/o sociale. Le parlate dei quartieri ebraici prima e ancor piü quelle dei ghetti in seguito, furono sottratte in parte all'evoluzione storica subita dalle parlate dei non ebrei che Ii circondavano. Non va dimenticato anche perö che d'altra parte si verifica-vano delle innovazioni linguistiche all'interno delle comunitä ed esse non venivano diffuse all'esterno, rimanendo pertanto forme caratteristiche solamente del gruppo: per esempio (Massariello 1977: 76-77) il giudeo-modenese mostrava di essere piü italianizzante, e quindi innovativo, del dialetto non ebraico, data la preponderanza di borghesi aH'interno della comunitä. In generale, perö, in tutta la letteratura sull'argomento, per tutte le parlate scritte o orali di cui ci e giunta documentazione, appare una patina arcaica, che e stata accet-tata da tutti gli studiosi come una caratteristica fondamentale delle parlate giudeo-ita-liane. Essa d'altra parte e un fenomeno noto ai linguisti storici perche appare in molte altre situazioni dove si e avuta una segregazione di natura geografica, come per esempio in comunitä linguistiche isolate in villaggi mal collegati coi contesto geografico circostante. Tuttavia, e stata attirata giustamente l'attenzione sul fatto che puö accadere di attribuire al conservatorismo dei tratti linguistici arcaicizzanti la cui presenza puö essere spiegata in altro modo: essi possono provenire da altri luoghi dove la parlata era piü conservatrice anche per i non ebrei (differenza cittä-campagna) o essere dei casi di italianizzazione. L'arcaicitä, inoltre, come la presenza di forme ebraiche, se da una parte e sempre presente, dall'altra incide quantitativamente in modo molto marcato solo laddove la segregazione e molto forte e puö perciö essere presa come un indice delle condizioni sociali delle comunitä. 3.2 MISHLINGUISMO INTERNO L'altra caratteristica saliente e il mistilinguismo, cioe la presenza di forme prove-nienti da altre lingue o altre varietä, portate dal di fuori come conseguenza dei movi-menti migratori particolari di cui s'e detto. Abbiamo due tipi di mistilinguismo: interno all'italiano ed esterno all'italiano. giudeo-romanze fu Blondheim nel 1923, con la pubblicazione di uno studio comparativo dei termini romanzi usati per le traduzioni bibliche, avanzando in un suo ulteriore studio del 1925 l'ipotesi dell'esistenza di una vera e propria koine romanza nella parte sud-occidentale dell'Europa. L'ipotesi di Blondheim ha avuto naturalmente una forte influenza sulla concezione che vedremo di una koine ebraico-italiana unitaria (M. Weinreich 1956, Birnbaum 1942e 1971 danno una visionedel panorama globale delle varietä ebraiche; per l'origine delle varietä ashkenazite si veda Agus 1974). II mistilinguismo interno a sua volta si divide in infraregionale, quando vengono importate forme dalle zone circostanti della stessa regione, e interregionale, quando i prestiti provengono dal di fuori della regione, da dialetti diversi. Le forme infraregionali giungevano nelle cittä con 1'arrivo di gente da paesi e cittadine della provincia circostante, soprattutto in etä recente con la mobilita creata dalla scomparsa dei ghetti e la conseguente urbanizzazione, che introduceva nei dialetti di cittä tratti linguistici provinciali9. Questi tratti erano di regola piü arcaici di quelli cittadini, come spesso accade: infatti l'asse di variazione linguistica centro-pe-riferia vede una distribuzione di forme piü innovanti nei centri e piü conservative nelle societä piü ristrette, specie se rurali. E frequente incontrare nelle parlate ebraiche degli arcaismi che non si sa se ascrivere alla segregazione o ai movimenti migratori dalla provincia alia cittä: i due fattori infatti hanno in questi casi lo stesso risultato. L'esempio piü noto, invece, di tratti interregionali, cioe provenienti da altre regioni italiane, sono i meridionalismi riscontrati sia nelle trascrizioni di "parlato" dialettale, sia nei testi piü antichi di giudeo-italiano scritto10. Gli esempi di tratti provenienti da altre regioni sono numerosi: il dialetto giudeo-pitiglianese ha una base romana, in quanto era parlato da una comunitä composta in larga parte di ebrei provenienti da Castro, cittä del viterbese distrutta dal Papa nel sec. XVI, e prima ancora da Roma. Elementi romani si trovano anche nel giudeo-livornese (Midgali 1990). A Mo-dena appaiono affinitä linguistiche con Mantova che possono essere interpretate come risultato di migrazioni: "Questa analogia con Mantova non ci deve far concludere in favore dell'esistenza di una koine nei due centri, ma e piü semplicemente spiegabile con la frequenza di spostamenti e di contatti tra i nuclei ebraici dell'una cittä e dell'altra" (Massariello, 1977:48). Un esempio chiaro questo della particolaritä delle parlate giudeo-italiane: una mobilita geografica non solo diversa, ma maggiore, rispetto al resto della popolazio-ne, mette la variante giudaica del dialetto al di fuori dei normali sviluppi storico-lin-guistici, che di solito mantengono differenze tra due cittä nella popolazione cristiana stabile. 3.3 MISTILINGUISMO ESTERNO Si tratta della caratteristica forse piü evidente di queste parlate e quella che non solo si e conservata fino a oggi, ma che e ancora produttiva: l'immissione di prestiti da lingue straniere. La fönte piü rappresentata e l'ebraico, ma nelle varie comunitä 9 Terracini spiega, per esempio, come monferrine alcune forme antiquate che riscontra per Torino (1938) e lo stesso avviene per il giudeo-ferrarese, dove si ritrovano voci provenienti da Lugo e da Cento (Massariello Merzagora, 1977:42): l'arcaismo in questo caso e il risultato del mistilinguismo. 10 L'esempio piü frequentemente citato di influenza interregionale e quella meridionale, accertata per Roma (si veda peres. Scazzocchio 1970),ridimensionata da alcuni autori (Cuomo 1981) e recisamente negata per alcuni dialetti giudeo-italiani del Nord (Colomi 1971 per il mantovano e Fortis e ZoIIi 1979 per il veneziano). sono entrati anche prestiti dal tedesco, dallo spagnolo e dal portoghese, portati dai transfughi delle persecuzioni in quei Paesi. 3.3.1 Prestiti da altre lingue europee Gli esempi di prestiti dallo spagnolo e dal portoghese sono molti, soprattutto per quelle comunitä che accolsero molti ebrei iberici cacciati dalla Spagna e dal Portogal-lo nell 'ultimo decennio del sec. XV. La comunitä livornese, per esempio, fu fondata dagli esuli iberici, il giudeo-spagnolo e il giudeo-portoghese furono lingue vive per seeoli (il primo come lingua orale, il secondo anche come la lingua scritta della comunitä) e la parlata locale che si sviluppö, chiamata bagito, era piena di iberismi, come appare ancora dalle composizioni poetiche di Bedarida. Alcuni termini di derivazione iberica valicarono le mura delle comunitä dove vivevano molti ebrei sefarditi, di origine iberica, e divennero comuni in altre parlate ebraiche, come negro, che non ha nessuna connotazione razziale, ma significa 'cattivo', 'brutto', 'negativo', come per l'italiano nero in espressioni come una giornata nera, una sfortuna nera. I prestiti germanici sono meno numerosi, ma sono documentati, per esempio, sia per il giudeo-veneziano (Fortis e Zolli 1979) che per il giudeo-piemontese: proprio su questo punto nel 1893 G. Sacerdote apriva la nota su II Vessillo Israelitico che costi-tuisce l'inizio della presa di coscienza dell'esistenza delle parlate giudeo-italiane. 3.3.2 Prestiti dall'ebraico I prestiti dalla lingua ebraica sono molti e presenti in ogni varietä di giudeo-ita-liano (e non italiano) di ogni area ed epoca, sia parlato che scritto: sono ancora oggi un tratto distintivo piü o meno marcato dell'italiano parlato dagli ebrei. I prestiti venivano a volte italianizzati, ma un largo numero sono rimasti intatti, sia pur con un adattamento dal sistema fonologico dell'ebraico a quelli dei singoli dialetti o dell'italiano sovraregionale (si veda per questo Artom 1962). In generale si e osservato che le alterazioni delle unitä lessicali ebraiche sono scarse, minori di quanto non siano le alterazioni che subiscono generalmente i prestiti da lingue straniere. Ciö potrebbe essere attribuito alia familiaritä data dalla presenza dell'ebraico nella cultura e nel rito, anche se esso smise di essere usato come lingua parlata in epoca romana. I prestiti non sono sempre gli stessi in tutte le varietä, ma coincidono in larga misura. La diffusione degli stessi prestiti in comunitä diverse potrebbe essere dovuta agli spostamenti di famiglie e nuclei di cui abbiamo parlato, al valore universale di essi (termini ovvi del culto e dei realia ebraici) e, come suggerisce Massariello Mer-zagora (1977: 73), al fatto che i rabbini, che conoscevano e studiavano l'ebraico e che si spostavano da una comunitä all'altra, potevano esserne i portatori. La ragjone piü ovvia dei prestiti e quella di riferirsi a concetti e oggetti relativi al culto, alle festivitä e a realia della vita ebraica, come, per esempio, al cibo. Le ragioni in questo caso sono di tipo culturale e pratico. L'uso, a volte anche scherzoso, di espressioni del culto ricorda il ruolo del latino a livello popolare tra i cristiani, il cosiddetto 'latinorum', anch'esso, come l'uso dell'ebraico, sia serio che umoristico. Abbiamo pero anche ragioni di tipo psicologico per questi prestiti: l'uso di termini ebraici a scopo gergale e per ragioni eufemistiche. II ricorso a termini stranieri come copertura dei termini proibiti, e un classico del procedimento eufemistico11.1 termini colpiti da proibizione vengono investiti spesso violentemente di valenze negative a livello profondo, che risalgono all'infanzia. Per un procedimento psicologico naturale e molto forte, per esempio, la paura della morte e delle malattie mortali viene trasferita alle parole che le indicano, lo stesso avviene per la vergogna del sesso e della vita fisiologica, che in etä infantile viene trasmessa alle parole e, in epoche piü religiose della nostra, per il timore di Dio (o di potenze magiche come la sfortuna e i suoi simboli). II latino e stato ed e tuttora per I'italiano (e non solo per l'italiano) il serba-toio classico dei termini eufemistici. II francese lo e stato nel secolo scorso e nella prima parte di questo secolo. E naturale che l'ebraico si sia prestato a questa funzione. Di questa origine sono, per esempio12: ber ahaim dall'ebr. bet hahayim, lett. 'casa della vita', a sua volta eufemismo per indicare il cimitero; AzazeV sta per 'demonio'; satan per 'diavolo'; ain ara per 'malocchio'; zona per 'prostituta'; sosanimme per 'seni'; musciau per 'gabinetto'; aveV per 'lutto' e 'persona in lutto'; teena per 'genitale femminile' e mila per 'membro virile'. Un'altra ragjone psicologica che ha portato alia proliferazione dei prestiti dall'e-braico e il loro uso gergale. Vi sono diversi modi di definire i gerghi. Un gergo e una parlata condivisa da un sottogruppo di parlanti all'interno di una comunitä linguistica, che condividono una condizione particolare. La condizione condivisa puö essere di natura diversa: abbiamo gerghi legati a un mestiere che rende necessaria tutta una serie di termini specifici, e in questo caso si parlerä, per esempio, di gerghi scientifici o di mestiere; oppure il gergo puö servire a difendere il gruppo da attacchi esterni ed essere perciö un gergo segreto, come per la malavita o i partigiani e gli Alleati nella seconda guerra mondiale che usavano parole d'ordine e comunicavano in un codice cifrato; infine, il grupo puö condividere una solidarietä piü o meno scherzosa, come nei gerghi che si formano tra i giovani, o tra gli študenti o tra i soldati: in quest'ultimo caso lo scopo non e quello di nascondersi, ma di dare un segno di appartenenze al gruppo di identitä. Per gli ebrei, la funzione della lingua ebraica e forse stata nel passato anche quella di una lingua segreta, ma, in epoche recenti, l'uso gergale piü produttivo e stato quello del linguaggio d'identitä di gruppo e di gergo scherzoso. Tale e la natura del-l'uso di molte delle parole, dei soprannomi scherzosi, dei proverbi, dei modi di dire di origine ebraica (ed anche non necessariamente solo di origine ebraica) che sono pecu- 11 Peri procedimenti eufemistici in generalee l'uso delle lingue straniere edi cultura a scopo di copertura dei termini proibiti, si veda Galli de' Paratesi N. (1964). 12 Questi esempi sono tratti da Modena Mayer 1978 per il giudeo-livornese. liari dei dialetti giudeo-italiani. E questa una delle ragioni principali del fascino delle poesie di Bedarida e Del Monte e del teatro ebraico. La vivacitä delle formazioni gergali ebraiche e stata tale che dalle varietä giudeo-italiane, alcuni termini ebraici sono entrati nei dialetti locali: dal bagito degli ebrei di Livorno pare che in passato fossero passati dei termini al livornese dei gentili (Forna-ciari 1983), lo stesso si era verificato per i dialetti del Nord e diversi termini del ghetto romano figurano in Belli e nei versi in romanesco di Luigi Zanazzo (Pavoncello 1978). Primo Levi nel suo libro II sistema periodico parla di un gergo, con molte parole di giudeo-italiano, usato dai commercianti di stoffa, di cui esiste anche una versione ferrarese che e stata raccolta e che circola in forma solo dattiloscritta. L'italiano nazionale e debitore all'ebraico di una parola solidamente affermata a livello nazionale, fasullo, per 'falso', 'non autentico' e di sciammannato, di diffusione romana e toscana, col signicato di 'sciatto, disordinato'. 4. DEFINIZIONE, ORIGINI E RAPPORTI DELLE PARLATE EBRAICHE ITALIANE Dalle prime prese di coscienza dell'esistenza di parlate ebraiche dialettali tra la fine dell'Ottocento e 1'inizio del Novecento ad oggi, si e assistito ad un fiorire di studi, soprattutto intorno ai documenti scritti religiosi del passato, oltre che naturalmente a quelli che Terracini aveva chiamato i residui delle parlate dialettali scomparse ormai definitivamente (con la sola eccezione del giudeo-romano). La pubblicazione dei documenti scritti si e intensificata negli ultimi anni e permette di avere oggi uno sguardo d'insieme nuovo sul problema. In sostanza le domande che ci si sono poste nella letteratura sull'argomento possono essere cosi formulate: 1. Esisteva una koine scritta di giudeo-italiano che stava ai diversi dialetti locali come l'italiano letterario stava alle diverse forme di vol gare? 2. Se si, quale era? Cioe di che origine regionale era? 3. Se esisteva una koine scritta di giudeo-italiano, in che misura era anche parlata? Si puö parlare di un "giudeo-italiano illustre"? Da una risposta positiva a questa do-manda deriva che esso potrebbe avere influenzato le diverse forme dialettali locali. 4.1 TEORIA DELLA KOINE GIUDEO-ITALIANA La prima di queste questioni e entrata d'impeto nella letteratura proprio nel momento in cui cominciavano gli studi dei testi scritti in giudeo-italiano. Infatti essa fu affrontata da Cassuto13 in uno dei suoi primi saggi sull'argomento: nel 1929 pubblica 13 Giä prima di Cassuto altri studiosi avevano assunto implicitamente che esistesse un dialetto parlato dagli ebrei italiani piuttosto che delle versioni parzialmente diverse delle parlate locali: per esempio, Cologna nel 1829 afferma: "Noi abbiamo tra le mani un Breviario in rito italico in antico vernacolo l'edizione critica di un testo di una poesia religiosa in giudeo-italiano che fa risalire al sec. ХП1, l'Elegia del 9 di Av, e qui presenta per la prima volta14 la sua tesi linguistica. II punto saliente della tesi di Cassuto e che i MSS in giudeo-italiano che lui esamina hanno, come quello pubblicato nell'articolo, una patina centro meridionale: "Tutte le traduzioni piü antiche [di testi religiosi dall'ebraico in italiano] e i piü antichi glossari ci presentano dialetti assai vicini tra loro, da classificarsi come dialetti centro-meridionali, e in particolare da assegnarsi alia sezione marchigiano-umbro-romanesca; vi prevalgono per lo piü i caratteri dell'antico romanesco, non senza perö qualche congruenza con altri dialetti della stessa sezione e anche con dialetti delle sezioni piü meridonali." (375) Su questa base, tenendo presenti gli eventi storici che investirono l'ebraismo italiano, ciofe la cacciata dal Regno Spagnolo del Sud e le conseguenti migrazioni dal meridione a Roma, 'centro principalissimo dell'ebraismo', Cassuto postula: "...una specie di Koine ebraica, in cui prevaleva l'elemento romanesco, ma erano rappresentati anche elementi di altre provincie dello Stato della Chiesa e dell'Italia meridionale." (375 Le tendenze diacroniche che lo studioso mette in luce puntano ad un processo di convergenza, di standardizzazione verso la koine, almeno a livello scritto: "I testi piü antichi ci presentano ancora divergenze dialettali abbastanza notevoli tra l'uno e l'altro, per il maggior rilievo che in ogni singola provincia vengono ad avere gli elementi locali, ma poi le differenze vanno attenuandosi". (376) Non solo questa koine creerebbe un polo di standardizzazione scritta attraverso l'iniitazione del modello linguistico del corpus costituito dai testi religiosi tradotti, ma dal livello scritto si riverserebbe anche a livello orale, costituendo un riferimento anche per l'evoluzione delle lingue parlate dagli ebrei in tutta le penisola, anche al Nord: "E poiche al nord di Roma le comunita di ebrei italiani... si costituirono in gran parte con elementi provenienti da Roma, la koine giudaica a fondo romanesco si diffuse anche verso il nord in territori dialettali toscani, gallo-italici e veneziani, formando la base delle parlate giu-daiche delle singole comunita, modificandosi via via piü o meno rapidamente e piü o meno profondamente sotto 1'influsso dei dialetti locali...anche nei dialetti parlati restarono a lungo saldi molti elementi deli'originaria koine centro-meridionale, e in parte essi persistono anche oggi in ciö che tuttora rimane dei dialetti giudaici: la grammatica del giudeo-fiorentino, ed esempio, coincide anche oggi in parte con quella del romanesco antico." (376) Queste argomentazioni verranno riprese e ripetute in diversi scritti di Cassuto15 negli anni a venire, in pratica senza sostanziali cambiamenti, anzi in alcuni di questi scritti assumeranno formulazioni ancora piü recise, data la sede in cui appariranno, come l'Encyclopaedia Judaica (1932), dove la teoria e sintetizzata schematicamente in poche parole, o assume una forma divulgativa e quindi semplificata, come in 1930a. ebreo-italiano [corsivo mio]..." 14 Si vedano 1930a, 1930b, 1930c,1932,1934. 15 Si vedano 1930a, 1930b, 1930c,1932,1934. Su questi argomenti Cassuto si riproponeva di tornare in modo organico, cosa che fu resa impossibile dagli eventi drammatici della guerra e della persecuzione. La sua teoria ebbe fortuna e fu ripresa forse in modo ancor piü schematico da molti degli studiosi che seguirono, con poche eccezioni. Non e possibile qui ripercorrere 1'uso che ne fu fatto dai suoi seguaci16: tra di essi abbiamo anche Spitzer (1942,1961). Non mancarono perö colore che dissentivano come fanno, piü cautamente, la Fiorentino (1937 e 1951-52)17 e, in modo reciso, Berenblut (1949) e, piü tardi, Freedman (1972). Tanto Berenblut che Freedman possono essere portati come esempi tipici di opposito-ri alla teoria di Cassuto: ambedue sono molto recisi nel rifiutare la possibilitä di una koine. La loro critica e radicale, quello che intravedono e un caos dialettale, destruttu-rato e impossibile da descrivere, neppure in termini di tracce sistematiche anche con-trastanti. Ambedue questi autori, che offrono un contribute valido come filologi dei testi, rifiutano di offrire per la parte linguistica una pars construens accanto a quella distruttiva. Berenblut in particolare, vede solo una polimorfia dialettale dei testi legata alla provenienza dialettale dei singoli estensori, appena mitigata dal ripetersi di formule fisse tradizionali di traduzione18. 16 Tra le rassegne critiche della letteratura quella che rende in modo completo e dettagliato ogni intervento e Freedman (1972, Cap.I) dove si poträ seguire la fortuna della teoria della koine. 17 "Under such conditions we can consider Judeo-Italian as 'un veritable Yiddisch italien' [parole di Cassuto] only by a first glance, since Yiddish is a real linguistic entity isolated amidst alien languages and has its own characteristics very remote from those of the Judeo-Italian dialects" (1951-2: 77). L'infuenza dello Yiddish e del giudeo-spagnolo nel postulare un giudeo-italiano e stata in effetti molto forte. Cosi come e stata fondamentale l'influenza esercitata dal giudeo-francese e dal giudeo-romanzo. Ambedue questi termini furono usati da Blondheim, che Cassuto conosceva e stimava (si veda Blonheim 1931), e ripresi, senza le cautele critiche dell'originale, da una letteratura contro cui si scaglia Bannit (1963) che definisce senz'altro il giudeo-francese 'une langue fantome'. La parabola della nascita, fortuna e confutazione del giudeo-francese come lingua a se stante e in effetti parallela a quella del concetto di koine giudeo-italiana. 18 La questione delle modalitä fisse di traduzione dei testi biblici e rituali e molto interessante in se e si interseca strettamente con la questione linguistica che stiamo trattando, perche il ripetersi di formule puö essere dovuto a volte non al formarsi di una koine ebraica scritta, ma al tramandarsi di formule usate solo in connessione con certi testi o tipi di testi. Quasi tutti gli autori che studiano i testi giudeo-italiani se ne sono occupati, da Cassuto (1929a, 1930c) in poi (si vedano Blondheim 2925, Berenblut 1949: 242-251 e passim, Fiorentino 1951). Lo scopo di queste traduzioni dall'ebraioo (e di quelle in latino prima e in tante altre lingue in vari momenti) era quello di rendere trasparente 1'originale del testo sacro per chi non conosceva piü l'ebraico o lo conosceva appena. Esse quindi fungono come un testo a fronte spesso senza una sua autonomia o ricerca di buona lingua, al contrario piü fedele possibile all'originale al punto da costituire una serie di calchi lessicali e sintattici e di formule ripetitive. Schwabb (1888:285) descrive questo tipo di traduzione: "Diese Bedingung kann nur eine Übersetzung erfüllen, die nicht satzweise, sondern nur wortweise überträgt, die also die Wortstellung nicht ändert, die in Stil, Grammatik, ja so gar in Etymologie dem hebr. so gleichzukommen sucht, daß sie mehr hebr. fremdsprachlich ist: ja, daß sie ohne Original oft unverständlich bleibt". In realtä ognuno di noi ha prodotto simili traduzioni negli appunti fatti a scuola perpoter ricordare il significato dei testi latini e greci da leggere. Freedman (1972:103) usa addirittura il termine translationese. Sermoneta (1976:10, n. 19) fornisce un bell'esempio di questa forma mentis particolare, in cui mostra non solo che si passa dall'italiano all'ebraico traducendo alia lettera e non a senso, ma che avviene anche il contrario e che si ricalcano frasi italiane in ebraico. II tradurre a Sarä perö Terracini che affronterä per primo il materiale sia scritto che orale trascritto, con la doppia preparazione di glottologo e in particolare italianista e cono-scitore dei problemi di ebraistica. II primo intervento e del 1938, sulla scia dell'inte-resse antiquario e consiste nella pubblicazione di due poesie tradizionali in dialetto di Moncalvo commentate linguisticamente. II secondo intervento nel 1957 e una lunga recensione-saggio al lavoro di Berenblut e il terzo la pubblicazione di materiale antiquario di varia origine nel 196219. La posizione di Terracini nei confronti della quereile sulla koine e di equilibrata equidistanza e, in sostanza, le sue posizioni costituiscono ancora l'ossatura dell' inter-pretazione attuale, che e stata solo arricchita e collocata in una teoria esplicita socio-linguistica a partire dagli anni settanta. Le proposte interpretative di Terracini partono dalla critica che egli fa di Berenblut che accusa di essere troppo reciso e schematico nelle sue posizioni. Da una parte e vero secondo Terracini che, come sostiene Berenblut, non e dimostrabile (e ancor meno lo era allora quando i testi pubblicati erano meno numerosi di oggi) se esistesse una koine parlata ne una vera e propria koine scritta. Tuttavia da questo non si puö passare a sostenere che i testi esaminati abbiano ciascuno solo un carattere dialettale idiosincratico. Infatti, il terreno che sta fra una koine scritta e l'uso di un dialetto interamente locale, e molto vasto e vi sono varie posizioni intermedie. D quadro che Berenblut si prospetta e, secondo Terracini, troppo radicalizzato, tra un'entitä concepita troppo rigidamente, la lingua letteraria da una parte, e una serie di entitä, i dialetti regionali concepiti in modo altrettanto irrealistico, dall'altra: "[Berenblut parla]...come se l'italiano del '500 [epoca dei testi da lui esaminati] fosse stato quello che e oggi e non piuttosto una lingua il cui uso unitario era piü che altro un ideale letterario ed estetico, espressione riservata ai piü alti strati della cultura, non ancora scesa a penetrare di se tutta la lingua viva ed estranea, quindi alla gran massa degli Ebrei per i quali l'italiano a maggior ragione rimaneva "volgare" e dialettale... In realtä questo concetto rigido della lingua italiana circola in tutto quanto il volume (nel quale tutt'al piü si ricorre ad una distinzione vaga e del tutto inadeguata come quella di 'italiano antico') e si accompagna ad un'idea altrettanto rigida e statica delle partizioni dialettali" (251-2). Partendo da un'idea entificata e rigida di italiano letterario, da una parte (e non piuttosto di modello astratto o corpus scritto di riferimento in se variegato) e dall'im-magine ad essa speculare dei dialetti come sistemi a loro volta stagni (l'antitesi al concetto moderno del continuum linguistico), si finisce col crearsi, come quasi sempre nelle dispute scientifiche, un adversus quern in parte artificiale, una interpretazio-ne schematica e semplificata della teoria del Cassuto sulla koine scritta, a cui Cassuto, secondo Terracini, avrebbe solo accennato come tendenza. Partendo alla ricerca della calco, e: "...abitudine scolastica, appresa durante l'infanzia ...si che il testo stesso, tradotto con questo metodo, acquistava un valore e una patina di sacralitä, essendone parimenti garantita la serieta scientifica. Eil metodo di tradurre a calco diveniva addirittura un habitus mentale cheaccompagnava l'ebreo per tutta la vita" (1978: 68). 19 Sui contributi di Terracini si veda Segre 1968. koine scritta e avendo in mente, come altra polaritä possibile, dei dialetti completa-mente separati l'uno dall'altro, si finisce con passare dal primo estremo al secondo. La tinta dialettale c'e, ma, secondo Terracini: "E una tinta dialettale diffusa piü che esattamente determinata, una specie di conato di lingua letteraria che si profilava in questa scarna letteratura di scuola, il cui crogiuolo e centra di diffusione era Roma. Ciö e sicuro, e ne dobbiamo la precisa dimostrazione al Cassuto... Questo sfondo comune si alimentava poi di apporti regionali secondo la patria, o meglio la provenien-za e residenza, dei singoli redattori" (244-5). A questo "conato di lingua letteraria" limitata a una "scarna letteratura di scüola", si sovrapporrä piü tardi, nel XVI sec., l'influenza della tendenza standardizzatrice verso il modello di lingua offerto dal corpus letterario italiano di impronta toscana: ... chiaro e ... il conato per svincolarsi dai ceppi dell'antica tradizone, chiarissima l'aspirazione ad avvicinarsi a quel tipo comune di lingua letteraria che incominciava allora a profilarsi in Italia, aspirazione che qualche anno piü tardi diverrä proposito nel famoso glossario biblico di Leone da Modena" (p.245). Queste due tendenze di convergenza verso modelli di lingua scritta, quello cen-tro-meridionale ebraico prima e quello toscano nazionale poi, "conati" diversi di standardizzazione verso una forma di lingua sovraregionale non necessariamente al-largata al parlato, coesisteranno nei diversi autori coll'inerzia dei sistemi di prove-nienza di ciascuno di essi, che costituiranno l'elemento base della mistura. Questa mistura portera Berenblut a concludere, quasi con disperazione: 'The impression gathered from the preceding survey of the language of our MSS is one of utter confusion. We find ourselves faced with a muddle of contradictory phenomena and seemingly irreconciable influence. Not only do we encounter opposing data in different MSS, but even in one and the same..." (p.197). Si tratta del fenomeno ben noto dell'oscillazione di chi si muove tra sistema proprio e sistema di riferimento, o comunque di interferenza, fenomeno che il socio-linguista considera centrale nei suoi dati e non caotico, ma coerente e in effetti siste-matico, tanto da essere descrivibile, nella sociolinguistica moderna, come tendenza statistica, mediante 1'uso delle regole variabili. Per Terracini sono chiare le tracce meridionali e romanesche nel dialetto di Fer-rara, come la marcata resistenza alla riduzione e dileguo delle vocali atone: tracce, anche se ormai pallidissime, molto scarsamente documentate e quindi poco analizza-bili, non da intendersi come resti di una vera e propria koine, ma piuttosto, di mistilin-guismo esterno portato sulla scorta degli spostamenti verso Nord (per Ferrarra va ricordato il dominio papale a partire dal sec. XVI). In modo analogo si possono spiegare tracce meridionali nel giudeo-pitiglianese (gli ebrei di Pitigliano provenivano da Roma attraverso Montalto di Castro), nel giudeo-livornese (Midgali Delia Torre 1990) e nel giudeo-fiorentino e le unitä lessicali, per Ja veritä rare (Modena Mayer e Massariello Merzagora 1973: 936-937), presenti nei dialetti del Nord: Colorni (1971) interpreta queste forme come veri e propri prestiti, esempi di mistilinguismo esterno piuittosto che prove di un'antica koine centro-meridionale espansa al Nord. L'interpre-tazione di Terracini e il rifiuto di Colorni di accettare la koine per i dialetti giudeo-ita-liani del Nord vengono ripresi e articolati da Jochnowitz (1972). Negli ultimi quindici anni abbiamo un largo numero di traduzioni di testi giudeo-italiani. II materiale a disposizione quindi si e notevolmente ampliato. Inoltre, nelle discussioni sull'argomento si riflettono i cambiamenti avvenuti nella linguistica, dove ormai l'impostazione di fondo della ricerca e permeata dagli studi di sociolinguistica. Con l'avvento del modello di Labov, cioe l'introduzione dei parametri extralin-guistici a cui puö essere correlata rigorosamente la variazione, l'uso delle tecniche statistiche della sociolinguistica quantitativa e l'introduzione delle regole variabili nel modello generativo dove vanno a convivere con le regole categoriche, abbiamo ormai gli strumenti per misurare la variabilitä che prima era o trascurata da parte di molti studiosi in quanto variazione libera o casuale, o avvertita anche con molta finezza (per l'argomento che stiamo trattando e il caso di Terracini) ma non descritta e misu-rata, perche mancavano ancora gli strumenti tecnici. Rimanendo aH'interno del sistema linguistico stesso, ancorati alle regole categoriche della linguistica strutturale e chomskiana, prima dell'introduzione dei parametri extralinguistici, delle tecniche statistiche e delle regole variabili, non si poteva scorgere il valore sistematico e non casuale delle distribuzioni di tratti in variazione e variabilitä e sistematicitä venivano viste come due fatti contradditori. Negji ultimi anni le posizioni degli studiosi sono molto piü sfumate e articolate dal punto di vista sociolinguistico: Sermoneta, che era partito dall'accettazione della teoria di Cassuto di una koine scritta e parlata (1963 e 1971), se ne allontana di fatto e introduce, in un un lungo articolo pubblicato in due parti (1976 e 1978), una definizio-ne senz'altro molto piü sfumata, che e, in sostanza, una riformulazione, basata su un'analisi puntuale di vari testi, della posizione di Terracini e non molto lontana dall'accettazione senza riserve di quest'ultima che si trova in Jochnowitz (1974). Quello che caratterizzerebbe, secondo Sermoneta, le varietä di questi testi non sarebbe una koine che li accomuna tutti, ma un modo linguistico (8) dovuto ad un atteggiamento linguistico (17)20 particolare degli ebrei d'Italia, che avrebbe prodotto caratteristiche peculiari dei testi, come Yarcaicitä e una fluiditä particolare rispetto alle date situa-zioni linguistiche locali. Poiche pet fluiditä si intende quello che si indica tecnicamen-te con variabilitä, quello che Sermoneta sostiene qui e che le varietä giudeo-italiane hanno una loro variabilitä diversa e aggiunta a quella delle varietä italiane non giudai-che, quindi una doppia variabilitä, quella interna alle varietä di italiano e quella propria, rispetto a queste ultime. 20 In realtä il termine atteggiamento linguistico proviene da L. Cuomo, come lei stessa dichiara (1981: 436, n. 32). Va ricordato perö che il termine in linguistica e comunemente usato ad indicare qualcosa di diverso. Esso traduce linguistic attitudes si riferisce alla valutazione linguistica positiva e negativa, cioe la percezione della propria varietä e di quelle degli altri, in termini di lealtä linguistica, accettazione o rifiuto, fino alle opinioni stereotipanti. Per quanto riguarda Гatteggiamento linguistico e un'espressione che suggerisce la coscienza da parte del parlante delle proprie scelte linguistiche, che e possibile solo in parte (per esempio per la scelta di vocaboli ebraici o ebraicizzanti e per l'abitudine alla traduzione a calco), ma che non e postulabile per una larga parte dell'uso fatto dagli ebrei dei sistemi o sottosistemi linguistici, dovuto alla loro storia. Per esempio, nel caso dell'oscillazione tra sistema nativo e sistema di prestigio ebraico romano-me-ridionale nei testi giudeo-italiani, oppure tra sistema locale usato anche dai gentili e sistema precipuo usato solo dagli ebrei nell'uso linguistico all'interno delle comunitä, e piü esatto, come per tutti i parlanti che oscillano tra due o piü sistemi, descrivere la variabilitä linguistica come una serie di scelte in larga parte inconscie ai parlanti, condizionate dal loro appartenere ad un gruppo sociale particolare. II comportamento che sta dietro la variabilitä linguistica, di oscillazione tra sistemi o sottosistemi in lizza, e il risultato di forze che sono al di sotto della soglia della decisione conscia. Tant'e vero che molti parlanti scelgono e credono di avere un determinate accento per ragioni di prestigio e di immagine, ma in realtä oscillano tra quello che vorrebbero avere e quello che hanno di fatto, senza avere il pieno controllo del proprio comportamento linguistico. E per questo che si preferisce parlare in sociolinguistica di condi-zione sociolinguistica o sociale, come fattore che determina le scelte. La studiosa che recentemente ha mediate in modo brillante la sua specialitä di esegeta e filologa di studi ebraici con un'approfondimento teorico-linguistico e L. Cuomo, che, rifacendosi all'impostazione data da Terracini, la articola con gli stru-menti analitici della sociolinguistica della variazione (1981 e 1982). Benche manten-ga il termine giudeo-italiano, da ad esso il valore di "varietä linguistiche specifiche di un gruppo sociologico", non di una lingua o dialetto unitario. L'autrice e anche conscia della complessitä delle tensioni centrifughe e centripete all'interno della societä italiana durante tutto il periodo in cui furono stesi i testi nelle varietä giudeo-italiane, delle tenderize alia formazione di koine regionali, della dicotomia parlato-scritto e tiene conto di tutte le dimensioni di variazione che possono razionalizzare la descri-zione dell'eterogeneita linguistica di questi documenti e mostrarne la sistematicitä. 5. CONCLUSIONI II modo nuovo di concepire l'universo dei dati linguistici, ormai fatto proprio anche dagli studiosi di questa tematica, permette di mettere a punto una definizione delle varietä giudeo-italiane sia scritte che orali. La rivoluzione operata dalla sociolinguistica non ha solo permesso di ristudiare in modo piü approfondito realtä linguistiche, invero molto rare, di relativa omogenei-tä, per esempio lingue altamente standardizzate come inglese o francese, ma ha so-prattutto fornito un modello per comprendere realtä non standardizzate, come quella che abbiamo esaminato, dove l'estrema variabilitä spingeva le interpretazioni in due direzioni opposte e polarizzate. Da una parte, si rischiava di entificare una lingua fantasma unitaria, la koine giudeo-italiana, dall'altra si tendeva a liquidare l'universo dei dati linguistici, come quelli del gjudeo-italiano, come un caos dialettale dove regnava la variazione casuale (come facevano Berenblut e Freedman). Tale variazione puö invece essere messa a fuoco in un quadro teorico se la ricon-sideriamo alla luce della nuova concezione dell'universo dei dati linguistici come vengono concepiti nella macrosociolinguistica moderna. Nell'analisi sincronica questo approccio teorico permette la misurazione della variabilitä non piü come 'libera' o 'casuale', ma come sistematica e perciö ordinata. Addirittura dati empirici di questo tipo possono essere letti al di lä della sincronia, in termini di tendenza diacronica, come io stessa ho cercato di fare per l'italiano standard (1984), dove la particolare distribuzione delle varianti standard e non, vista in termini di previsioni di tendenza puö essere misurata statisticamente. Nel caso delle varietä di giudeo-italiano, invece, trattandosi di varietä estinte (escluso forse il caso di Roma), il modello di Labov non puö piü essere usato a livello di misurazione empirica, ma puö fornire comunque un quadro di riferimento e una struttura esplicativa potente, su cui situare a livello di ipotesi teorica articolata l'universo dei dati variabili che ci sono giunti. Le varietä giudaico-italiane scritte presentano chiaramente fenomeni di tendeza e di variabilitä, risultati di forze diverse, attrazioni verso varietä che fungono da modello e reazioni verso un sistema portante di fondo, quello dell'estensore. Nulla vieta di ipotizzare che quest'ultimo potesse contemporaneamente subire l'influenza dei mo-delli di traduzione letterale di cui s'e parlato, con i calchi dall'ebraico e formule fisse e anche una tendenza standardizzatrice verso il modello di lingua scritta centro-meri-dionale diffusa dalla Roma ebraica. Queste due tendenze diverse potevano coesistere e dover mediare le scelte lingui-stiche che ne risultavano col sistema di fondo della parlata del nostro estensore ipote-tico, se era diverso: la tendenza standardizzatrice in questo caso esercitando una forza antitetica a quella del sistema nativo. Sulle scelte dell'estensore, poi, possono essersi sommate quelle del copista o dei copisti, a loro volta posti di fronte, come sempre tutti i parlanti, a piü di un sistema in lizza. Come minimo vi e la scelta tra sistema nativo e quello del modello letterario, quando i due non coincidano. Questa differenza si elimina, o piuttosto diventa una differenza solo di registre quando vi e una stan-dardizzazione molto avanzata, sia scritta che orale, cioe per l'ltalia solamente in epoca recente e non per tutti i parlanti. La provenienza diversa delle forme che appaiono nei testi e frutto di questa variabilitä e quello che puö essere definito come peculiare dei testi stessi e della lingua in essi usata, come nota Jochnowitz (1974: 214), non e necessariamente il singolo tratto, che si puö anche ritrovare in testi non ebraici, ma 1'insieme delle co-occorrenze di tratti, ciascuno dei quali, preso separatamente, puö essere comune anche con altre parlate. Quello che e precipuo non e il singolo tratto (e la polemica sul singolo tratto21 21 Molta dell'energia dei ricercatori che si sono occupati dei documenti di giudeo-italiano e stata dedicata in gran dettaglio alio studio dei singoli tratti (quelle che Freedman ha chiamatopainstakingly written monographs), nella presunzione che essi isolatamente dessero indicazioni che permettessero di polverizza il concetto di tendenza), ma la co-occorrenza di fasci di tratti, ciascuno dei quali puö non essere precipuo se preso isolatamente. I fasci di co-occorrenze poi formeranno non necessariamente un sistema, ma caratteristiche con occorrenze ten-denziali non prevedibili sulla base di regole categoriche ma descrivibili in teoria con regole variabili. Definire le parlate giudeo-italiane significa tentare di descriverle a due livelli: all'esterno e all'interno. La definizione esterna significa descriverle rispetto alle varietä di italiano contigue nel tempo, nello spazio e sul parametra sociale e di registro. Descriverle all'interno significa mettere in luce la variabilitä precipua che esse pre-sentano. 5.1 DEFINIZIONE DELLE VARIETÄ GIUDEO-ITALIANE COME VARIETÄ ETNICHE Abbiamo visto che le varietä giudeo-italiane sono state spesso anche indicate come dei "dialetti". Nel contesto italiano il termine dialetto indica dei sistemi regio- 22 nali diversi dalla lingua nazionale o standard , situati lungo un continuo rispetto a quest'ultima. Ad un estremo di questo continuo linguistico abbiamo 1'italiano e all'al-tro abbiamo parlate che non possono essere descritte come sottosistemi dell'italiano, ma come qualcosa di diverso, che in realtä potremmo considerare in certi časi lingue diverse. Ad esse riserviamo il termine dialetto invece di lingua per ragioni extralin-guistiche: esse infatti non hanno lo status sociale di ufficialitä che si associa al termine lingua. E evidente che le parlate giudeo-italiane non possono essere dialetti in quanto non sono sistemi diversi dall'italiano legati ad una variazione geografica. Si puö, in effetti, usare il termine dialetti giudeo-italiani, solo intendendo pero le varianti giu-daiche dei singoli dialetti italiani. Per esempio, il dialetto giudeo-piemontese e la variante ebraica del dialetto piemontese, ma non un dialetto con sistema a se stante rispetto all'italiano e al piemontese. In nessun caso abbiamo sistemi completamente diversi dall'italiano, dalle sue varietä o dai dialetti, parlati dagli ebrei (come accade per lo yiddish e per il giudeo-spagnolo in Turchia e Bosnia), tanto meno poi sull'asse di variazione geografica, definire geograficamente la varietä in questione. Per esempio, quasi tutti gli autori (Berenblut 1949: 201;Terracinil951:63, n.l; 1957: 254; 1962: 267, n.ll; Bedarida 1956: XVII; Scazzocchio 1970: 114; Hijmans-Tromp 1989: 233) considerano la desinenza plur. femm. -i come un indicatore di influenza meridionale. Si tratta in realtä di un tratto fuorviante se considerato in isolamento, come nota la Cuomo: "...il fenomeno del plurale femminile di prima declinazione in -i e largamente diffuso,...in area centro-meridionale, toscana e settentrionale (1982: 26)". Secondo Terracini (1957: 254) era "ben marcato in certe parti della Toscana, per es. nell'antico lucchese.-.verso Nord e verso il centro si diffuse, probabilmente come segno delFirradiare toscano..." ben lungi da essere un segno marcato inequivocabile di influenza meridionale. 22 Nella linguistica anglosassone invece si parla non solo di dialetti regionali ma anche di dialetti sociali, per indicare le varietä diastratiche o socioletti. come varianti regionali, ne sull'asse periferica, come varianti urbane rispetto a quelle rurali o viceversa. Neppure il parametro sociale ci aiuta a definire le parlate giudeo-italiane, perche gli ebrei non sono definibili come una classe sociale e queste varietä non sono socio-letti. Esse presentano in realtä una loro stratificazione sociale interna, anche se pro-babilmente leggermente diversa da quella dei socioletti dell'italiano, in quanto gli ebrei come comunitä linguistica hanno avuto e hanno tuttora una stratificazione sociale diversa in parte da quella del resto della popolazione. Per definire lo status di queste varietä all'interno dei sottosistemi dell'italiano, sarebbe utile forse un'analogia con lo status linguistico del Black English: in tutti e due i casi la differenziazione linguistica e funzione di una differenza etnica che e legata a condizioni sociali diverse e comporta una cultura diversa. Si propone quindi di definire queste varietä varietä etniche o etnico-culturali all'interno delle parlate di italiano. 5.2 RAPPORTI TRA LE VARIETÄ ETNICHE GIUDEO-ITALIANE Le particolari condizioni degli ebrei rispetto alia societä circostante e le peculia-ritä della loro cultura condizioneranno il loro comportamento linguistico lasciando tracce nella fisionomia e nell'evoluzione delle loro parlate. Abbiamo giä discusso altrove nel testo (par. 3) le caratteristiche linguistiche che differenziano le parlate giudeo-italiane dalle altre varietä di italiano e i fattori extralin-gustici che determinano queste differenze. Vorremmo soffermarci su un aspetto dia-cronico: le diverse spinte che le parlate ebraiche hanno subito nel contesto della standardizzazione dell'italiano. Per processo di standardizzazione si intende 1'effetto di attrazione e sovrapposi-zione che una determinata varietä esercita sulle altre, se e quando viene dotata di particolare prestigio sociale, politico o culturale. Questo crea un movimento centripe-to in favore della varietä di prestigio che entra in conflitto, sia con le forze centripete di coesione dei singoli sistemi, sia con altre possibili tendenze standardizzatrici in atto. Le altre tendenze standardizzatrici possono essere di due tipi: locali, a livello geografico piü ristretto, oppure forze alternative alio stesso livello sovraregionale, a raggio piü o meno vasto. Vorrei suggerire qui il modello del cono che ho giä usato altrove per descrivere questo processo (1984: 47). Se si immagina di circoscrivere la carta geografica dell'Italia nella base di un cono, il cui apice e su Firenze, il cono ci rende la sovrapposizione dell'italiano di Firenze sulle varietä del resto del paese, che giocano il ruolo di sostrato, e il cerchio alla base visualizza il concetto di forza centri-peta esercitato dalla varietä di prestigio. Ma per ciascuna regione, all'interno del cono che ha come apice la varietä dotata di prestigio sovraregionale, dobbiamo immaginare a sua volta dei coni regionali, ai cui apici si trovano le varietä maggiormente dotate di prestigio locale, spesso quelle dei capoluoghi, che sono bacino di immigrazione e di scambi (asse di variazione centro-periferia). Sotto questi coni se ne possono immagi- nare altri minori, sempre su altri assi centro-periferia, che ne possono sottendere altri ancora minori e cosi via all'infinito. Per la cultura ebraica dobbiamo immaginare che, oltre a questa stratificazione vera e propria di coni che visualizzano tensioni centripete e controtensioni centrifughe nei confronti di varietä dotate di prestigio o importanza via via minore, vi fosse un cono alternativo a livello di lingua scritta sovraregionale: quello sotteso dalla varietä centro-meridionale che veniva usata a Roma. La differenza di cultura creava infatti, all'interno delle comunitä ebraiche, dei riferimenti di prestigio linguistico diversi e in piü rispetto a quelli della cultura italiana. Abbiamo visto che la Roma ebraica, sede della maggiore comunitä del Paese e centro di studi illustre, ebbe, nel Medioevo, un'influenza culturale paragonabile a quella della Firenze di Dante, Petrarca e Boccaccio per il resto del Paese (dell'influenza culturale di Firenze risenti naturalmente anche la minoranza ebraica, che non rimase mai, anche nei momenti peggiori, com-pletamente isolata dalla cultura circostante). II prestigio culturale della varietä centro-meridionale parlata a Roma fu rafforzato dalle migrazioni di ebrei meridionali da Roma a Ferrara, Pitigliano, Firenze e Livorno.e altrove. E chiaro quindi adesso il quadro teorico con cui si possono in teoria definire le varianti che si presentano nei testi: sono in gioco varianti diatopiche, cioe quelle locali contro quelle sovraregionali provenienti dalle spinte di due tendenze stan-dardizzatrici, quella solo ebraica centro-meridionale e quella nazionale toscana; sono sempre diatopiche, ma di origine diversa, le varianti di mistilinguismo interno portate fisicamente dalle migrazioni, incluse quelle sull'asse centro-periferia in epoca moderna, con l'urbanesimo susseguente alla scomparsa dei ghetti dei piccoli centri; abbiamo varianti diacroniche tra testo e testo legate ai diversi momenti in cui i documenti furono redatti: bisogna ricordare che i riferimenti linguistici diacronici per le varietä giudeo-italiane sono diversi da quelli del resto delle varietä italiane, perche l'isola-mento introduce conservatismo e perciö arcaismi; abbiamo varianti di registro innanzi tutto tra parlato e scritto e anche, all'interno dei documenti scritti, tra testo e testo, a seconda del livello di formalitä e letterarietä a cui i diversi testi si pongono, date le diverse destinazioni funzionali e di pubblico che essi avevano. Ai due estremi abbiamo forse YElegia del 9 diAv da una parte e i manuali di preghiere dall'altra23 e, in mezzo, tutta una gamma di testi la cui differenziazione risulta interpretabile se viene posta su un parametro che e insieme funzionale e di registro (ma anche diastratico dato il diverso livello educativo dei destinatari dei diversi testi) in cui le diverse destinazioni di pubblico e il tipo di materia trattata dettavano livelli diversi di formalitä, dialettalitä vs. letterarietä e proporzioni diverse di letteralitä nella traduzione dall'e-braico. Accanto alle varianti sociolinguistiche, abbiamo altre di altra natura, legate non a variabilitä di sistema, ma all'uso. Sono le varianti lessicali e sintattiche, legate alla 23 Si veda a questo proprosito Cuomo (1981:440-441). L'una e unpregevole testo poetico, gli altri sono traduzioni pedisseque concepite per i semi-letterati, donne e bambini. partieolare tradizione delle traduzioni bibliche, che porta a formule, calchi e modalitä di traduzione, che costituiscono quasi una vera e propria lingua settoriale, specifica del corpus della letteratura giudeo-italiana. Infine non dobbiamo dimenticare che abbiamo delle varianti legate alia stratifi-cazione filologica: sono quelle introdotte dai copisti sui particolari idioletti giä com-positi dei traduttori o autori dei testi. Lo stato di cose che stiamo descrivendo ricorda quello che e stato scritto per l'italiano dei secoli passati ed e valido ancora per l'italiano di oggi a livello orale, anche se a livello scritto adesso abbiamo uno standard nazionale di riferimento: si veda la discussione nel mio lavoro sulla standardizzazione dell'italiano (1984: 48, in partieolare II.3 "Dinamica dei rapporti tra standard e altre forme di lingua: forze cen-tripete e forze centrifughe"). Da quando l'eterogeneita e la differenziazione possono essere descritte come strutturate in distribuzioni statistiche significative e sono quindi occorrenze chiare in termini sia matematici che esplicativi, vengono ormai viste come intrinseche e fisiologiche a tutti i sistemi linguistici. E cosi che si possono vanificare molte delle "lingue fantasma", per usare il termine di Bannit, supposti sistemi unitari e discreti, che hanno popolato la glottologia prima e la linguistica strutturale poi, tra la fine del secolo scorso e questo secolo, come il giudeo-francese, il Vulgärlatein, il "francese popolare", lo "spagnolo popolare" e, in Italia, l'"italiano popolare" che ancora si cita come un tipo di italiano a se. Anche l'italiano standard orale non e per il momento che un modello di prestigio astratto, al vertice di un cono, limpidamente e caratteristicamente strutturato in termini distributivi lungo i parametri classici, diastratico, diatopico e di registro (si veda, nel mio lavoro sulla standardizzazione (1984), in partieolare II.6, "I risultati statisti-ci"). Evocarlo come un sistema discreto in uso sarebbe un'entificazione impropria. Proprio questa analogia, tra l'italiano orale "colto parlato dai fiorentini" e il giu-deo-italiano, fa pensare che Cassuto nel postulare quest'ultimo, avesse come riferimento in qualche modo, come modello mentale inconscio, la storia dell'italiano, come se gli fosse venuto spontaneo di ipotizzare per gli autori della letteratura giudeo-italia-na, un modello di riferimento, quello romano di origine centro-meridionale, con la stessa funžione storica e unificatrice che la varietä di Firenze ha avuto per l'italiano. Non a caso, in apertura del mio Lingua toscana in bocca ambrosiana mettevo dei versi di Lewis Carroll da The Hunting of the Snarck, che in effetti richiamano il concetto del fantasma inafferrabile: "You may seek it with thimbles - and seek it with care You may hunt it with forks and hope; You may threaten its life with a railway-share; You may charm it with smiles and soap". "But oh, beamish nephew, beware of the day, if your Snark be a Boojoum! For then You will sofly and suddenly vanish away, And never be met with again!". Si potrebbe dire che, in tutti e due i casi, se si commette l'errore di valicare i limiti teorici e si va al di la di modelli astratti di prestigio normativo, di tendenze e co-occor-renze, e si entificano sistemi discreti, questi si vendicano trasformandosi in un Boojoum. Ho riconosciuto con immediata simpatia, l'"effetto Boojoum" in alcune osservazioni di L. Cuomo (1982: 29), che era giunta per vie lontanissime dalle mie alia stessa sensazione, nel suo caso per il giudeo-italiano. Cuomo, infatti, parla del giudeo-italiano come di un Proteo: "[Gold con il conio del termine Italkian] ...chiude la gabbia in cui si e creduto di intrappolare un Proteo: ma questo, in una delle sue innumerevoli trasformazioni, se ne sguscia fuori, la-sciando la gabbia ben chiusa, ma vuota" La similitudine dell'animale da catturare mi era stata anch'essa suggerita dall'i-taliano standard, quando, insieme ai versi di Lewis Carroll, sceglievo il seguente brano dantesco come intestazione in apertura al mio libro: "Quam multis varietatibus latio dissonante vulgari, decentiorem atque illustrem Italiae vene-mur loquelam, et ut nostrae venationi pervium callem habere possimus, perplexos frutices atque sentes prius eiciamus de silva" (Dante Alighieri, De vulgari eloquentia, 1.11.1), dove la selva mi pareva descrivesse bene l'intricatezza dell'eterogeneitä data dalle variabili, prima che l'introduzione dei moderni metodi analitici permettesse di mostrarne il disegno in effetti coerente e strutturato. 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POGLAVJE IZ ZGODOVINE JEZIKOSLOVJA Študija načenja vprašanje t.i. judovske italijanščine. S tem izrazom razumemo jezik, v katerem so judovske skupnosti v Italiji pisale med XI in XVIII stoletjem, dokazana pa je tudi raba v živem govoru, ponekod celo do začetka našega stoletja. V prispevku se tehta teorija U. Cassuta iz tridesetih let, po kateri naj bi imela judovska koine svoje temelje v južni in srednji Italiji, kar je pač bilo v duhu historičnega in strukturalnega gledanja tistega časa. V luči modernega sociolingvističnega gledanja ne gre toliko za jezikovne kot za etnično-kulturne variante. Renato Gendre Universitä di Torino CDU 801.311 : 805.0 NOTE DI TOPONOMASTICA ITALIANA. I Nella Prefazione ad un importante contribute negli studii sulla toponomastica italiana1, pubblicato del Dipartimento di Linguistica dell'Universitä di Firenze, Carlo Alberto Mastrelli scriveva: "LTtalia non si e ancora data un 'Istituto Italiano di Ono-mastica', nonostante i voti piü volte espressi da almeno cento anni a questa parte. Ma all'indifferenza e all'insensibilitä di uno stato che non ha avvertito la necessitä di provvedere alia raccolta completa dei 'nomi di luogo' e dei 'nomi di persona' per assicurare un servizio di informazione e di orientamento per la societä contempora-nea, non poteva corrispondere una pari indifferenza e insensibilitä da parte del mondo universitario, che vede in una impresa del genere una fonte inesauribile di dati rilevan-ti e preziosi anche per le loro implicazioni scientifiche"2. E, infatti, per l'antroponimia ha dato un consistente contribute Emidio De Felice3, giä dell'Universitä di Genova, mentre per opera di un gruppo di specialisti di varie Universitä - Genova, Padova, Torino, Udine - e stata recentemente pubblicata la prima summa toponimica italiana4. Essa raccoglie, in grande formato e bella veste tipografica, i nomi di tutti i comuni e quelli (principali) di regioni, mari, laghi, fiumi, monti, isole d'ltalia, accompagnati da precise indicazioni geografiche, cenni essenziali sulle singola-ritä del paese e sugli eventuali mutamenti del nome e, sopra tutto, dall'indicazione delle fonti, dalla discussione dell'etimologia e da riferimenti bibliografici5, che sono poi - questi ultimi - i dati che conferiscono spessore e validitä scientifica all'opera6. 1 F. GRANUCCI, Prontuario bibliografico di toponomastica italiana, con prefazione di C.A. MASTRELLI, Firenze, 1988. 2 C.A. MASTRELLI, Prefazione, in F. GRANUCCI, Op.cit., p. non numerata. 3 E. DE FELICE, Dizionario dei cognomi italiani, Milano, 1978; I cognomi italiani. Rilevamenti quantitativi dagli elenchi telefonici: informazioni socioeconomiche e culturali, onomastiche e linguistiche, Bologna, 1980; I nomi degli Italiani. Informazioni onomastiche e linguistiche, socioculturali e religiose. Rilevamenti quantitativi dei nomi personali dagli elenchi telefonici, Venezia, 1982; Dizionario dei nomi italiani. Origine, etimologia, storia, diffusione efrequenza di oltre 18.000 nomi, Milano, 1986. 4 G. GASCA QUEIRAZZA - C. MARCATO - G.B. PELLEGRINI - G. PETRACCO SICARDI -A. ROSSEBASTIANO, Dizionario di toponomastica. Storia e significato dei nomi geografici italiani, Torino, 1990. 5 Questi si trovano sia all'interno delle singole voci, sia nella lista delieAbbreviazioniBibliografiche, che a dispetto del titolo ha lo spessore (pp. XIII-XXVII) di una vera e propria bibliografia. Nel nostro sondaggio - s.u. Gamalero -abbiamo, perö, incontrato Fabbreviazione di un lavoro (Passaggio 1963) che non e registrato e che purtroppo non compare neppure in F. GRANUCCI, Op.cit. 6 Gli elementi che abbiamo elencato, partecipano tutti a formare il coipo della voce. Abbiamo notato, I meriti di quest'impresa, che resterä nella storia della ricerca toponomastica, vanno attribuiti "anzitutto alia principale collaboratrice [Carla Marcato]" e agli altri "eccellenti specialisti delle regioni di cui si sono occupati: Giulia Petracco Sicardi che ha elaborato i lemmi liguri. Giuliano Gasca Queirazza e Alda Rossebastiano che hanno rivolto le loro cure alla sezione piemontese"7, mentre Giovan Battista Pellegrini "si e riservato di redigere la parte che si riferisce a due regioni: l'Alto Adige e la Sicilia"8. Tipica opera di consultazione, il Dizionario di toponomastica poträ essere utiliz-zato da tutti, ma non letto tutto di seguito9. Le sue settecentocinquanta pagine saranno invece scandagliate secondo le esigenze di ciascuno: dagli studiosi, per la messe dei dati scientifici prudentemente ma sapientemente valiati; dagli altri, per soddisfare spesso una semplice ma comprensibile curiositä. "La toponomastica troppe volte lascia aperti i problemi o ne pone di piü di quanti ne possa risolvere"10, per questo le osservazioni che seguono vanno considerate delle semplici note di lettura, scaturite da un primo sondaggio, operato senz'altro criterio che quello di 'andare a vedere' quale proposta era stata accolta, per quei toponimi di cui abbiamo qualche conoscenza. PALERMO A Giovan Battista Pellegrini, che ha redatto la voce, "non pare destituita di fon-damento la spiegazione dal gr. Пбд 'tutto' e брцо^ 'ancoraggio', cioe 'ampio porto'". A noi sembra, francamente, una prudenza eccessiva, perche il nome e sicuramente greco11; infatti, Gerhard Rohlfs1 lo cita come esempio13 del predominio di questa lingua in Sicilia fin dai tempi dei Cartaginesi14. Secondo lo studioso tedesco la forma perö, che quelle relative al Piemonte sono arricchite da un dato esclusivo: le citazioni di passi di poesie - spesso preziose - in cui compare il toponimo. Noi non sappiamo spiegare tale disparita. E' certamente da rifiutare (lectio facilior) che sia dovuta al fatto che la sede della casa editrice e a Torino. Si puö forse pensare (lectio difficilior) che sia il segno distintivo di una formazione filologica dell'Autrice. 7 Per la veritä Giuliano Gasca Queirazza non ha firmato che una trentina di agiotoponimi; per contro un certo numero di toponimi di area alessandrina, porta la firma di Elena Papa. 8 G.B. PELLEGRINI, Presentazione, in G. GASCA QUEIRAZZA et alii, Op. cit., p.VIII. 9 Una simile lettura, mirata cioe a cogliere le vicende storiche dell'Italia attraverso il dato toponimico, puö essere fatta per il volume: G.B. PELLEGRINI, Toponomastica italiana. 10.000 nomi di cittä, paesi, frazioni, regioni, contrade, fiumi, monti spiegati nella loro origine e storia, Milano, 1990. 10 T. BOLELLI, Schiavi-Liberi una sola cittä, "La Stampa", 12.03.1991. 11 Ad 'ampio porto', altri preferiscono 'porto completamente sicuro' (cfr. G. ROHLFS, Historische Sprachschichten im modernen Sizilien, München, 1975, p.12; G. BONFANTE, Ree. a G. Rohlfs, Op. cit., "Paideia", XXXI/3-4 [1976], p. 210 [= Scritti Scelti di G. Bonfante, a cura di R. GENDRE, Alessandria, 1986-1992. III. Siciliano, 1992, p.221]). 12 G. ROHLFS, Op.cit., p. 11. 13 Insieme a Trapani ehe deriva dal greco dialettale, ma certamente antico 6pcotavog(attico öpellavog) 'falce'; come si legge anche in G.B. PELLEGRINI, s.u. Trapani. moderna Palermo deriva - come non puö essere diversamente - dal gr. ndvop[xog attraverso il latino Palermus, che presenta la dissimilazione non rara di n...r a l...r e il passaggio ö > e 15. Poiche le prime attestazioni della forma moderna si hanno in ara-bo, Giovan Battista Pellegrini pensa invece che "Panormus sia stato reso con Baler-mus soprattutto in bocca degli Arabi, cioe con balarm ma pronunciato, con la nota imäla, balerm"16. TEKAMO/TERM L'odierna Teramo era l'antica Interamna Praetutiörum (citata s.u. Terni senza 1'indicazione della quantitä), mentre Terni era YInteramna Närs (Nahars). Entrambe, infatti, sorgono alia confluenza di due fiumi (inter amnes): il Vezzola con il Tordino, quella sul cui territorio erano stanziati i Praetütn; il Serra con il Nera (Närs/Nahars) l'altra. Non c'e dubbio, dunque, che i due toponimi odierni derivino da Interamna1 , con accentazione proparossitona, che si spiega con la positio debilis della penultima breve (Interämna). Per questo, s.u. Terni (ma meglio sarebbe stato s.u. Teramo), si doveva evitare di considerare quasi come alternativa l'ipotesi secondo cui "Interamna [...] e un adattamento latino di una voce italica che ha riscontro nell'umbro (tremnu 'tabemäculö') e nel greco (xžpativa,xžp£|j.va n.pl. 'case, abitazioni') [...] tratto dal tema che appare nell'osco trffbüm 'domum' [...], considerando in- (da *en-) come la preposizione agglutinata"18. Bene ha fatto, invece, ГAutrice ad ignorare la proposta di Ernesto Giammarco19, che ipotizza per Teramo una fase di mediazione 'sabina' con-tinuata anche dopo la latinizzazione dell'italico e documentata dall'accento proparos-sitono, attraverso le fasi *Trebnu > *Tremnu > Teramum, giä lapidariamente liquidata da Giuliano Bonfante come "assolutamente indefendibile"20. ANGRI D'accordo con Giovanni Alessio 21, l'Autrice della voce prende le distanze dalla posizione di Gerhard Rohlfs 22, che considera il nome di origine greca23 e lo fa deri- 14 Infatti Palermo, pur essendo uno dei grandi centri d'irradiazione cartaginese, ha un nome greco; cosi Trapani, che si trovava in pieno territorio cartaginese. 15 Cfr., per esempio, il latino hospes < *hösti -potis. 16 G.B. PELLEGRINI, Toponomastica cit., p. 296. 17 Per Terni, naturalmente si deve postulare un passagio ad Interamnia. 18 G. ALESSIO-M. de GIOVANNI, Preistoria eprotostoria linguistica dell'Abruzzo, Lanciano, 1983, P- 27. 19 E. GIAMMARCO, Per la storia linguistica di Interamna e di Teate, "Abruzzo" 21 (1983), pp. 161-168. 20 G. BONFANTE, II nome di 'Teramo', "Lincei - Rendiconti", XLII/5-6 (1987) (ma 1988), p. 91. 21 G. ALESSIO, Panorama di toponomastica italiana, Napoli, 1958, p. 80. 22 G. ROHLFS, Lexikon graecanicum Italiae inferioris. Etymologisches Wörterbuch der vare invece "dal latino ancrae 'convalles' da cui anche il calabrese dialettale angra 'pezzo di terra coltivata vicino al fiume', il siciliano angru 'rupe' e nella toponomasti-ca calabrese Angra, Angri, ecc."24. Come si vede, non si fa cenno ad una tutt'altro che improbabile derivazione di Angri dal nome degli Angrivari 25. Poiche essi sono una delle tribü germaniche che, dopo varie vicende, contribuiscono a formare la lega dei Sassoni, e logico pensare che tra i ventimila Sassoni, che secondo Paolo Diacono26 vengono in Italia al seguito di Alboino, ci sia anche un contingente di Angrari o Angri, come ormai si chiamano28. E'ben vero che dopo qualche anno questi se ne tornano delusi al di la delle Alpi, ma la toponomastica centro-meridionale testimonia che schiere piü o meno numerose di Sassoni sono rimaste in quelle regioni29. Di conseguenza, si puö ipotizzare che tra di esse non mancassero gruppi di Angri, che avrebbero cosf lasciato traccia della loro presenza nel toponimo Angri30. AOSTA Che "l'odierna Aosta" non sia "che la continuazione di Augusta'^1 ci sembra almeno una formulazione imprecisa. La forma italiana Aosta, confermata dalla forma francese Aoste, presuppone un antecedente diretto *Agusta, non diversamente da Ascoli, che correttamente 32 e fatto derivare da Ausculum ma attraverso una forma intermedia *Asculum, con la riduzione del dittongo au ad a. unteritalienischen Gräzität, Tübingen, 1964. 23 Vi vede, infatti, il greco аукеа, аукрба. 24 C. MAJRCATO, s.u. 25 II nome di questa popolazione, che intorno al sec. I d. C. e stanziata sul corso inferiore del Weser, deriva dal germanico *angria 'spiazzo erboso' (cfr. alto tedesco antico angar 's.s.', nordico antico angr anche 'baia') e dal suffisso - wari. Gli Angrivari, dunque, sono gli 'abitanti delle praterie'. 26 Histöria Longobardorum, II, 6. 27 Intorno al 97 d.C., gli Angrivari, costretti ad abbandonare le loro sedi sotto la pressione dei Cauci, si uniscono ai Camavi e, sconfitti i Bructeri, ne occupano il territorio. Piü tardi, in un'area un po'piü meridionale di quella da loro occupata, compaiono nella storia gli Angrari o Angri. Questa coincidenza - la scomparsa dei primi e la comparsa dei secondi pressoche nello stesso tempo e nella stessa area - fa pensare che debba trattarsi dello stesso popolo. Se cosi e, il nuovo nome non sarebbe altro che 1 'esito delle contrazioni o delle sincopi che una parola polisillabica germanica sempre subisce a causa dell'accento intensivo protosillabico. 28 Giä nel libro XIII del Laterculum Ueronensis (sec. IV), l'elenco delle "gentes barbarae quae pullulaverunt sub imperatoribus", registra gli"Angri-Angriuari". 29 Cfr. Sassinoro (BN), contrada Sassonia (sia presso Castrovillari, CS; sia presso Farindola, PE), podere Sassogna (presso Orvieto) riportati in F. SABATINI, Riflessi linguistici della dominazione longobarda nell'Italia mediana e meridionale, Firenze, 1963, p. 46. 30 Ulteriori notizie si trovano in R. DEL PEZZO, £' 'Angri' un toponimo germanico?," AION-Filologia Germanica", XXII (1979), pp. 333-340. 31 C. MARCATO, s.u. Aosta. 32 C. MARCATO, s.u. Ascoli. SESTO CALENDE "La specificazione Calende, giä nota nell'anno 1240 'Sexto Kalendarum' [...] pare alluda al periodo in cui, fin da epoca antica, si teneva il mercato; dimenticata per un certo tempo o sostituita da Mercatum ricompare poi alla metä del sec. XIII"33. Queste notazioni richiedono qualche precisazione. Intanto il toponimo, nella forma Sexto Mercado, e giä regjstrato quattro secoli prima, nell'anno 89234. Inoltre Sextus Calendarum, poi Sextus Calendas, allude sicuramente al mercato che si teneva ogni mese, allineandosi cosf ad altri tipi toponimici, quali lat. Forum35, lat. crist. Fem36, ill. Terg31 che fanno tutti riferimento a particolari condizioni di mercato. TRIESTE/ODERZO In una voce38 si legge che "il toponimo [sc//. Tergeste] e stato interpretato come un derivato dalla base *terg- con il significato di 'mercato' [...1 attribuito dapprima all'illirico, poi al venetico, ma e ipotesi discutibile". Nell'altra3 , sempre a proposito di *terg- (in Opitergium) si dice che "non e assolutamente certo" che abbia il significato di 'mercato' e che "non e ascrivibile con sicurezza" al venetico. Ma e una prudenza - quella sui significato del tema - che ancora una volta non ci sentiamo di condividere. Non c'e dubbio, infatti, che sulla base sia del confronto con lo sl.ant. trüg 'mercato' e con l'alb. treg 'mercato', sia dell'interpretazione "assai verosimile", secondo Giovan Battista Pellegrini40, del Negotiator dell'iscrizione di Scarbantia41, come resa tautolo-gica dell'indigeno Tergitio, che il tema *terg- voglia dire 'mercato', commercio"42. 33 C. MARCATO, s.u. Sesto Calende. 34 Cfr. CodexDiplomaticusLongobardiae, in MHP, XIV, Torino, 1873. 35 'Mercato'. Cfr. C. MARCATO, s.uu. Forli (< Forum Livii); Forlimpopoli (< Forum Popilii); Fossombrone (< Forum Sempronii); Fornovo (< Forum novum). A proposito di quest'ultimo toponimo, l'Autrice fa una distinzione tra Fornovo di Taro e Fornovo San Giovanni (v. s. uu.). Per entrambi, infatti, e correttamente accolta la derivazione da forum novum, ma, mentre per il secondo "il toponimo pare essere [...j'mercato nuovo'", per il primo registra anche il significato di 'forno nuovo' sulla base della denominazione dialettale/ornov, dando cosi piü credito di quanto meriti alla proposta di Dante Olivieri (D. OLIVIERI,iV«ova seriedi appunti toponomastici emiliano-romagnoli, in Ioanni Dominico Serra ex munere laeto inferiae. Raccolta di studi linguistici in onore di GiandomenicoSerra, Napoli, 1959, p. 294). 36 'Grande mercato in occasione di feste religiose'. Cfr. C. MARCATO, s.u. Fiera diPrimiero. 37 'Mercato, Commercio'. V. infra. 38 C. MARCATO, s.u. Trieste. 39 C. MARCATO, s.u. Oderzo. 40 G.B. PELLEGRINI-A.L. PROSDOCIMI,Ia lingua venetica, Padova, 1967.1.Le iscrizioni, a cura di G.B. PELLEGRINI -A.L. PROSDOCIMI, p. 602. 41 L'iscrizione, rinvenuta nella Pannonia Superior, suona P. DOMATIUS P. [F.] TERGITIO NEGOTIATOR (CIL, III, 4251). Per quanto riguarda l'origine del toponimo, c'e chi assegna Tergeste al venetico43 e chi all'illirico44. L'opzione non e facile, anche perche la conoscenza dell'illirico e quella che e. Noi, comunque, propendiamo per la seconda ipotesi, perche riteniamo illirici sia il tema *terg-, sia il suffisso -st-45 cui si aggiunge l'accertata presenza di un elemento illirico nella toponomastica istriana46. Da Tergeste, concordemente, non si possono separare ne Opitergium, ne Tergolape41. Povzetek OPOMBE K ITALIJANSKI TOPONOMASTIKI, I Obravnava se slovar krajevnih imen v Italiji (Dizionario di toponomastica. Storia e significato dei nomi geografici italiani, Torino 1990), pomembno delo, saj Italija tako celostnega pregleda krajevnih imen z vsem znanstvenim aparatom še ni imela, medtem ko so bila osebna in rodbinska imena že zelo dobro obdelana. Avtor pa vendarle kritično tehta nekaj razlag, zlasti etimoloških, dodaja pomembne podrobnosti ali predlaga drugačno razlago vira. Posebej je zanimivih nekaj toponimov iz grškega jezikovnega vpliva (Palermo, Trapani, Teramo/Terni), iz severne Italije (Aosta, Šesto Calende), za nas pa seveda latinsko krajevno ime TERGESTE. Ni dvoma, da je trg v slovanskih jezikih istega izvora. Enak vir kot Trst kaže še lat. krajevno ime OPITERGIUM (danes Oderzo v Benečiji). Ce ni mogoče dvomiti o pomenu osnove terg, pa med etimologi ni soglasja, ali naj bi bil izraz venetski ali ilirski. Avtoiju se zdi ilirski vir veijet-nejši, tudi zaradi pogostnih ilirskih jezikovnih prvin v istrski toponomastiki. 42 Questa conclusione e rifiutata senza fondati motivi, come giustamente rilevano Aldo ILuigi Prosdocimi e Giovan Battista Pellegrini (G.B. PELLEGRINI - A.L. PROSDOCIMI, Op.cit., rispettivamente alle pp. 27 e 602) da Michel Lejeune (M. LEJEUNE, Les inscriptions venetes, Trieste - Udine, 1965, p. 11 n. 31). E forse la 'prudenza' dell'Autrice delle voci si spiega con 1'autorevolezza dello studioso transalpino. 43 G.B. PELLEGRINI - A.L. PROSDOCIMI, Op.cit., pp. 601-602; M. DORIA, Toponomastica preromana dell'Alto Adriatico, in Antichitä Altoadriatiche, Udine, 1972, П, pp. 17-42; G. FOGOLARI - A.L. PROSDOCIMI, I veneti antichi. Lingua e cultura, Padova, 1988 [non 1987 come compare nella voce], pp. 397-401. 44 G. MEYER, Etymologisches, "IF", I (1892), pp. 319-329 [Der Stadtname Triest, pp. 323-324]; H. KRÄHE, Die alten balkanillyrischen geographischen Namen, Heidelberg, 1925, p. 109; G. BONFANTE, Trieste e l'Italia, "Intervento", 38-39 (1979), pp. 1-4; G. BONFANTE, II nome di Trieste, "Lincei-Rendiconti", XLII/1-2 (1987) (ma 1988), pp. 11-12. 45 H. KRÄHE, Op.cit., pp. 68 segg.; G. BONFANTE, II nome di Trieste cit., p. 11. 46 M. DORIA, Art dt, pp. 30-32. 47 Cittä del Norico, regione notoriamente abitata anche da Illiri. Mario Doria, CDU 801.311 (ISTRA) Trieste DUE TOPONIMI COSTIERIISTRIANI, BARBARIGA E BARABICA 0. Avranno pazienza i lettori se ancora una volta in questa Rivista - e con ciö ritengo anche di far cosa gradita al valoroso collega e amico Pavao Tekavčić - mi soffermo sull'analisi di due toponimi costieri istriani, precisamente Barbariga e Ba-rabiga, toponimi i quali, sebbene designino due oggetti geografici distinti e lontani l'un l'altro, abbiano quindi storia e tradizione fra loro indipendenti, risalgono senz'al-tro - a mio modesto parere - ad uno stesso etimo. Ma vediamo un po', per ordine, come stiamo con la documentazione. 1. Barbariga e il nome, piuttosto noto, di una punta della costa occidentale istria-na a metä strada circa tra Rovigno e Fasana, punta detta anche Cissana (o Cisana o Česana oppure Pisana). A differenza di Barbariga questo Cissana e denominazione data alle volte, soprattutto nel passato (ad es. in Prospero Petronio), anche ad una punta piü settentrionale, chiamata solitamente Punta San Paolo, qualche volta erro-neamente Punta Gustigna (cfr. A. Sonje, ACRSR 11, 1980-81, p. 125); e quindi da presumere che questa singolare ambivalenza denominativa nasca dal fatto che Cissana fu denominazione, un tempo, di tutta la fascia costiera che si protende nell'Adria-tico tra le due suddette punte e che solamente in epoca piü vicina a noi si cercasse di tenere ben distinti i due capi che la delimitano, Punta San Paolo (erroneo Gustigna), appunto, a Nord e Barbariga a Sud. Non mi dilungherö troppo in questa sede sulla denominazione Cissana, che costituisce, dato il suo riferimento, presunto o reale, con la quasi mitica localitä istriana di Cissa, un problema a se ed anche piuttosto aggrovi-gliato (a causa dell'omonimia con la localitä dalmatica, sull'isola di Pago, di Cissa o Gissa). Mi limiterö, piuttosto, a sottolineare che questo nome ha tutta l'aria di essere un prediale in -ANUM (o meglio in -ANA), forse da CAESIUS, e che proprio per questo motivo esso e stato esteso ad un'area piuttosto ampia. Aggiungerö, ancora, a riprova di questo possibile etimo, che nella zona sono stati scoperti anche i resti di una villa rustica romana (S. Zucchi, AMSIA 91, 1991, p. 294). Ad ogni modo anche Barbariga e denominazione, almeno oggi, piuttosto estesa, in quanto che, oltre la summenzionata punta, esiste anche una Stanzia Barbariga (cfr. VP 25-10-1985, p. 4) e volentieri si parla, in ambito turistico, di un insediamento Barbariga-Mandriol (VP 24-1-1983 ecc.).2 1 Su insediamenti paleocristiani nell'area adiacente (abbazia diSant'Andrea) v. G. Cuscito "II Piccolo" 15-6-1985). 2 Mandriol(gikMandariol) e localitä lungo la Via Flavia, dopo la chiesa di S. Martino e presso la Punta Rammentiamo ancora che esiste, accanto alla forma "standard" Barbariga, anche Barberiga (Carta geografica C. Salmon, a. 1703, cfr. Pellizzer p. 58). Ambedue, ad ogni modo, vanno considerate forme italianeggianti (o meglio venezianeggianti), in netta opposizione alia forma istriota che suona Barbareiga (cfr. G. Curto in "Con-corso Istria Nobilissima" XIV, Trieste-Fiume 1984, p. 135 e P. Tekavčić "Čak. Rev." XVI, 1988, p. 95). La forma italianeggiante e accettata anche nella toponomastica del "registro" croato (es. kod Barbarige B. Marušić in "Arheološka Istraživanja u Istri ecc.", Pula 1987, p. 91), mentre sara certo un lapsus il Bargariga (sic) di A. Mirković "Concorso Istria Nobilissima" XVI, Trieste-Fiume 1983, p. 223, e, possibilmente anche il Barabeiga di G. Pellizzer p. 48 (in netto contrasto con il Barbareiga di due pagine prima!). Di ben altro tenore, rispetto a queste due ultime "varianti", la dizione impiegata dal Coppo nel suo Portolano (a. 1528, cfr. Lago-Rossit Le "tabulae" I, Trieste 1986, p. 353) ualbarica, ossia Valbarica. Questo Valbarica, proprio perche non sospettabile di contaminazione con altro toponimo e, diversamente da quanto ricavabile dal Barabeiga del Pellizzer, lezione indubbiamente originale (quindi da tenersi nel massimo conto nell'analisi etimologica di questi nostri toponimi). 3. Barabiga e, invece, denominazione di una punta, di un seno di mare (valle) e di un prato in declivio ad esso prospiciente (ed esposto a mezzogiorno), tutti localiz-zati a N. di Rovigno, ai margini settentrionali dell'insenatura maggiore di Valdibora (dial. Valdabora - Maldabora). Si tratta di una denominazione di tradizione piuttosto recente: la piü antica e quella della Carta Milit. Austriaca (Rilievi a. 1894), cui segue quella dello Jurišić (1956), p. 10, nonche quella del Portolano del Mediterraneo vol. VI (2,1972/85) p. 81, il quale riporta la dizione "Rt Barabiga". Si confronti anche G. Giuricin "II Piccolo" 7-5-1975, Al. Cella AMSIA 81 (1981) p. 18 (e di nuovo G. Giuricin, "Voce della Famia Ruvignisa", N. 41, ge.-fe. 1989, p. 47, n. 1, il quale ammonisce a non confondere Barabiga con Barbariga). II toponimo, nel registro istriotizzante, suona Barabćiga, come annota il Pellizzer, pp. 28-34, il quale Pellizzer a sua volta tiene a distinguere tra Ponta da Barabeiga e sottostante Valistrćin da Barabeiga (distinzione giä operata dallo Jurišić). Nella carta dell' IGMBarabiga non compare, la punta e chiamata col nome alternante di Punta Figarola o della Cava e la relativa insenatura e senza nome. D'altro canto la stessa comporta, in dialetto rovigne-se, anche un altro nome, Val da lisso ("lo specchio d'acqua di fronte ai prati di Barabiga", cosi la testimonanza di un vecchio pescatore, PV 29-ll-1991-p.5, la quale serve nello stesso tempo anche come attestazione del terzo impiego - v. sopra - di Barabiga), nel registro venezianeggiante Val de Lesso (VP 14-10-1982, ecc.) o anche Valle del Lesso (TSO 4-12-1991), er. Uvala Lisso3, localitä venuta piuttosto recente-mente alla ribalta della cronaca, causa il nome del vicino camping, Kamp Beograd o Campo Belgrado, al quale un gruppo di profughi da Ragusa non voile accedere se non Barbariga, cfr. B. Benussi, Geografia dell'Istria (Trieste 1877), p. 118. 3 Si parte, a dir il vero, da voci dialettali locali significanti "leccio" (cfr. presso Pola Monte Lesso, anticamente [Schiavuzzi] Monte Lezze), da lat. ILICIUM (per gentile suggerimento della laureanda sig. na Samantha Rocco, di Rovigno). si fosse provveduto immediatamente a ripristinare il nome locale originario. Val da Lisso per l'appunto. La situazione denominativa relativa a Barabiga/Barabeiga si presenterebbe, cosi, abbastanza omogenea, piü di quanto non sia per Barbariga/Barbareiga, se nel Portolano del Mediterraneo del 1927 non comparisse inaspettata e piuttosto disturban-te Fisolata dizione Punta Barbariga. Come giudicarla? Lapsus per Barabiga (dovuto ad una banale confusione con il piü noto Barbariga "Punta Cissana"), o forma alternate di Barabiga, quindi in qualche modo originale, per lo meno rappresentante di un usus linguistico particolare? Al momento attuale dello status della documentazione non possiamo decidere. Conviene, perciö, ai fini della discussione etimologica che fira breve seguirä, non utilizzarla, anche se questo Barbariga al posto da Barabiga (cosi come il Barabeiga del Pellizzer al posto di Barbariga) ci tornerebbe, in ultima analisi, assai comodo. 4.1. Etimifinora proposti. Dato lo scarso spessore cronologico in cui si dispon-gono le attestazioni di Barabiga, lo sforzo, se cosi possiamo chiamarlo, etimologico si e concentrato su Barbariga. L'etimo piü convincente sembrerebbe quello per cui si partirebbe da un nome di famiglia o Barbarighi (i quali avrebbero posseduto dei terreni in quei pressi, G. Fabro in "Dignano e la sua gente"; Trieste 1975, p. 121) o Barbariga (Rosamani s.v.); A. Coglievina ("Arena di Pola" 22-7-1989, p. 4) sottolinea a questo proposito che una famiglia Barbariga viveva in quel di Padova, precisamente a Vigonza, e a questo punto si innesta anche la possibilitä che cotesto Barbariga si possa raccostare in qualche modo con Barbarigo, bastione della cinta fortificata di Curzola (G. Ziliotto R. Dalm. 5,1985, p. 11). Ipotesi queste abbastanza suggestive dal momento che i topo-nimi molto spesso derivano da un personale (ma alle volte succede proprio l'opposto). Pero altrettanto valida si presenta l'ipotesi anche di chi vedrebbe in Barbariga un prediale in -ICUM (tipo Lavarigo < LABERIUS), dal nome latino BARBARIUS o BARBARUS. 4.2. Sennonche in nessuna di queste proposte si tiene nel debito conto della testi-monianza del Coppo, il quale, come si e giä detto, ci offre la variante Valbarica. Di fronte a questo fatto non sussistono altre possibilitä se non quella per cui il nostro Barbariga, derivi, insieme e Valbarica, da VALLIS APRlCA. Non solo, ma VALLIS APRlCA e base accettabile per spiegare anche l'altro toponimo che ci sta a cuore, il rovign. Barabćiga. Attraverso semplici fenomeni di metatesi e/o sincopi dissimilative VALLIS APRlCA "valle soleggiata" passa a *VALBRICA e di qui a *Valbariga (che il Coppo modifica, lievemente italianeggiando, in *Valbarica) e a *Balbariga, da cui i nostri Barbariga (-eiga) da una parte e Barabiga (-eiga) dall'altra. In altre parole, Barbariga e Barabiga hanno lo stesso etimo, indipendentemente dal fatto che una volta sola compaia attestata per Barbariga la forma (Pellizzer) Barabeiga e per Barabiga la forma (Portolano 1927) Barbariga. I supporti a questo nostro etimo sono tutti validi. Prima di tutto il passaggio di V iniziale a B e abbastanza diffuso nella nostra area (coste istriane e di Cherso-Lussino). Basti rammentareBaldarca di Sansego, parallelo a Valdärika di Arbe e Valdarche di Lussino, evidentemente "Valle (=baia) dell'E RICA", poi Babiska, a Veglia, variante di Valbisca (Bartoli II 237), nonche Balvanida, insenatura sulla costa occidentale di Lussino, da Valbanida, ossia "valle bandita" (cfr. G. Maver RL 2,1953, p. 185). E non e nemmeno da dimenticare la denominazione er. Bale per Valle (d'Istria), da lat. VALLIS. In secondo luogo APRlCUS "solatio" non puö definirsi estraneo alia toponoma-stica ne italiana ne di aree contermini. Ricorderemo il toponimo lig.L'abrigasu (presso Pigna) "pendio erboso rivolto a mezzogiorno" (LEI III, 19, 1985, c. 360 [Fazio-Pfister]), nonche il piü noto colle dell'Aprica (dial, l'abriga, l'avriga, la vriga) in provincia di Sondrio (Dizionario di toponomastica U.T.E.T., Torino 1990, p. 53 [C. Marcato]). Nel dalmatico APRlCUS sta certo alia base del toponimo Japirk (presso Salona), a sua volta connesso con er. jäprk "solatio" (a. 1550, V. Vinja RLIR 21,1957, p. 51. P Skok ERHiSJ II s.v., ecc: scettico comunque L. Rocchi p. 48), possibilmente da APRICUM incrociatosi con AFRICUM. Ma questo non e l'unico caso del genere: proprio lungo la costa istriana occidentale esiste un toponimo ben netoÄbrega (nome di centre abitato e anche di insenatura, a N. di Parenzo) con testimonianze a partire dal 1530 (Abriga) e comportante anche forme del registro croato lievemente divergenti ma molto sintomatiche tipo Öbriga (a. 1806), Väbriga o Vöbriga (dove V-rappresen-ta, come spesso, l'agglutinazione della preposizione locativale slava v o u). Precisere-mo che forse non tanto l'incrocio con AFRICUS (cfr. F. Crevatin PIstr. 1979 f. 4, p. 35) quanto il passaggio alia forma dialettale croata abbia favorito lo spostamento d'accento. Tutto ciö (altro argomento), in netta opposizione al talasson. Valdabora (o Val di bora), il quale pone in rilevo l'esposizione a Nord, al vento di Tramontana (o di Bora), del resto dell'insenatura rovignese. Ma anche per Barbariga valgono le stesse osser-vazioni, qualora detta punta la si giudichi nella sua posizione con riferimento alia sottostante insenatura di Val Casematte (v. IGM). In terzo luogo non va sottaciuto, a parer mio, nemmeno il fatto che 1'etimo immediate da un sintagma con valore di appellativo ("valle aprica"), anziehe da altro nome proprio (famiglia Barbarighi ecc.), potrebbe essere comprovato dal fatto che talora detto toponimo, al pari del lombardo l'Aprica, richieda l'uso dell'articolo deter-minativo, es. "La Barbariga", G. Rieger Costa occid. d'Istria (1845) r. 50, "fino alia vecchia Barbariga" VP 9-7-1988, p. 5. Infine, e questa volta con riferimento unicamente ai Realien, rammentiamo che la denominazione rovignese Barabiga si applica, come del resto abbiamo giä accen-nato, non solo ad uno specchio d'acqua ma ad un prato in pendio lungo la costa stessa, quindi, dato l'orientamento del sito, esposto effettivamente a mezzogiorno. ABBREVIAZIONIIMPIEGATE ACRSR "Atti del Centro di Ricerche Storiche di Rovigno, Trieste-Fiume." AMSIA "Atti a Memorie della Societä Istriana di Archeologia e Storia Pa- tria," Parenzo e poi Trieste. Bartoli Matteo Bartoli, Das Dalmatische, Wien 1906. Jurišić Blas Jurišić, Toponimika zapadne Istre, Cresa iLošinja, Anali, Lek- sikografski Zavod FNRJ 3, Zagreb 1955. LEI "Lessico Etimologico Italiano", a cura di M. Pfister, Wiesbaden 1979. Pellizzer Giovanni Pellizzer, Toponomastica della costa rovignese, Settala 1975. PIstr. "Pagine Istriane". Organo dell'Associazione Istriana di Studi e Sto- ria Patria, Parenzo, poi Trieste. RDalm. "Rivista Dalmatica", Associazione Nazionale Dalmata, Roma. RL "Ricerche Linguistiche", Istituto di Glottologia, Universitä di Roma. RLiR "Revue de linguistique Romane", Paris. Rocchi Luciano Rocchi, Latinismi e romanismi antichi nelle lingue slave meridionali, Udine 1990. Rosamani Enrico Rosamani, Vocabolario Giuliano, Bologna 1958 (rist. 1991). Skok ERHiSJ Petar Skok, Etimologijski rječnik hrvatskoga ili srpskoga jezika, Zagreb 1971-74. TSO "Trieste Oggi. Giornale della Cittä." VP "La Voce del Popolo", Fiume. Povzetek DVE KRAJEVNI IMENI Z ISTRSKE OBALE: BARBARIGA IN BARABIGA Dva kraja na istrski obali, Barbariga, na pol pota med Rovinjem in Fažano, in Barabiga, majhen rt severno od Rovinja ob zalivu Valdabora/Maldabora, imata po avtorjevem mnenju isti etimološki vir. Večina razlagalcev je enotna v prepričanju, da je treba iskati vir za Barbarigo v imenu družine Barbarigov. Avtor pa opozarja na manj znano, a zapisano različico krajevnega imena Valbarica, kar gotovo izhaja iz latinskega VALLIS AFRICA 'osončena, k soncu obrnjena dolina'; izbrano ime se lepo sklada z lego enega in drugega kraja. V prispevku se navaja v potrdilo take razlage vrsta toponimov, ki imajo v sebi latinski APRICUS. Tudi nekateri hrvaški kraji, npr. Japirk pri Solinu. Razlago podpira tudi raba določnega člena v italijanskih virih: La Barbariga. Ta je prav naravna ob občnem imenu, je pa vsaj močno presenetljiva ob lastnem imenu. Maria Rosaria Cerasuolo Pertusi Trieste CDU 801.54 STORIA DI PAROLE ED ETIMITRIESTINI Petes "grappa, acquavite" 0. Dopo quanto esaurientemente esposto da M. Doria in GDDT e GDDT Suppl. sussistono ancora - a mio modesto parere - elementi validi per riscrivere, almeno parzialmente, la storia della parola "caratterizzante"1 triestinapetes "bevanda superal-coolica (soprattutto di pessima qualitä)", "grappa, acquavite" e simili, anche se questi stessi elementi non si appalesino, purtroppo, decisivi - come vedremo - per fissare definitivamente l'etimo della medesima. Vale, comunque, sempre la pena di ripercor-rerne la documentazione, al fine di recuperare almeno una parte della "storia" della parola in questione. Seguiamo, quindi, passo per passo le tappe di questo nostro nuovo approccio: 1. Impiego di petes nel triestino. Non vi recuperiamo nulla di sorprendentemente nuovo. Si puö, al massimo, tener presente la variante "arcaica" petesse (1851), forse utilizzabile per il discorso che faremo succesivamente. Formalmente essa ha l'area di una forzata italianizzazione a partire da petes, quasi alia pari del petesso fiumano (giä citato del GDDT). La spinta potrebbe essere stata data da coppie alternanti preesistenti nel triestino tipo cales/calesse "calesse" o anchepes/pesse "pešce". Tra i derivati giä noti una postilla possiamo fare a petessaria "liquoreria", che si e formata nel nostro dialetto ben prima del neologismo italiano grapperia (cfr. G. Pittana "Passaparola" sett. 1987 p. 196), che non ho trovato registrato in nessun dizionario italiano moderno. Un derivato "nuovo", ma comunque prevedibile, e il verbo petessar "bere liquori" (var. di ciuciar e sbevazar), cfr. i giä elencati petessante, petesser, e petesson GDDT, che presuppongono, appunto, un *petessar, anche se casualmente non fosse attestato, cfr. P. Sancin "Daghe de bora" (Udine, 1987) p. 95 "la me andava zö a petesar". E si rammenti anche Petesson, soprannome di un pellicciaio triestino (certo Bruno Kufer-sin, cfr. L. Santin-L. Valentini "II Meridiano" 1-12-1988). Sono tutte voci che ricon-fermano - se ce n'era bisogno - la vitalitä in ambito dialettale della parola-basepetes. 2. Diffusione in area istriana. Ne danno conferma L. Farina VP 3-6-1988 p. 8 (per l'istroveneto in genere), S. A. Stell "Da la fersora ale bronze" (Trieste-Fiume 1990) p. 34 (Pola), B. Mangini AMSIA 90 (1990) p. 282 e F. Ursini LRL III (1989) p. 54 (sempre per Pola). Ad Isola petes era sentito come triestinismo (Vascotto), a Pola, 1 Sul concetto di "caratterizzante" v.M. Doria,L 'anima del dialetto triestino. Le parole caratterizzanti, "II Banco di Lettura" 1,1 (1988) pp. 9-13. a Fiume e a Isola risultano attestati anchepetesseria epetesson (N. Milani-Kruljac VP 17-8-1989 p. 6 (A. Vascotto cit., N.N. VP 9-1-1988 p.6). 3. Diffusione nello sloveno istriano. Troviamo attestata a Valmovrasa la forma peteš "acquavite" (F. Paclich p. 365) 4. Zona friulana (Gorizia compresa). Accanto a petes e petessarie, citati in GDDT, saranno da aggiungere le forme petez (accanto a petes) "acquavite, liquore alcolico, superalcolico" e petezarie "liquoreria": cosi il Faggin. Si tratta di forme preziose, in quanto corroborano la genuinitä della forma bisiacca petez (v. avanti), pure con l'affricata: se ne deduce, quindi, che b petes la forma secondaria rispetto a petez, primario, e non - come si poteva anche sospettare - viceversa. Nel Faggin petes, -ez e tenuto separato da peteč "pettegolezzo", anche "impiccio, imbarazzo", benche sia noto che nel friulano di tipo udinese i due suoni di affricata, zee, tendano a confondersi e a sostituirsi l'uno con 1'altro. Come a dire che in ultima analisi peteč e petez (-es) potrebbero essere anche corradicali. Infine, importantissima, l'attestazione gorizianapeteze (ancora masch.) "acquavite, per favorire la digestione" dell'a. 1628 (R.M. Cossar "Cara vecchia Gorizia", Gorizia 1981, p. 26), unica attestazione della nostra voce risalente a un'epoca sufficientemente "antica" e nuovamente, caratteriz-zata dall'affricata -z (nonchć da una -e epitetica, come nell'attestazione triestina di due secoli piü tardi). 5. Zona bisiacca. Vi accenna anche Doria GDDT Suppl. La situazione comples-siva a prima vista puö sembrare ancora un po' confusa: I. Esiste un petez sia (a) col significato di "grappa, acquavite" ecc., sia (b) al pl. col significato di "affari intimi, pettegolezzi". Da (a) abbiamo i derivati petezon, petezar, e petezaria, sempre con l'affricata (naturalmente sorda). Evidentemente nel bi-siacco sono espressi con la stessa forma i significati che nel friul. del Faggin risalgono a due voci separate, petes, -ez e peteč. II. Esiste, accanto apetezar anche unpetezar, con affricata sonora, col significato di ital. (s)petezzare. E, distinto dal petezon sopra menzionato, un petezon (sempre con l'affricata sonora) "scoreggione". E' assai probabile che questipetezar epetezon siano tali e quali (o coincidano) con ital. (s)petezzare, caratterizzato anch'esso dall'affricata sonora, siano quindi voci che non hanno nulla a che fare, almeno direttamente, con il nostropetez, petes ed indeboliscano - a mio avviso - l'etimo di quest'ultimo (v. avanti) da peto "flatulenza". Sfrondata di questa appendice, ripetiamo, la famiglia di parole bisiacche incen-trate su petes ricalca abbastanza da vicino la situazione ricostruibile per il friulano. 6. Zona ladina. Risulta in parte giä tratteggiata dal Doria, il quale cita il cortin. impetezä "brillo" (e inoltre - e su ciö ritorneremo piü avanti - "contagiato da malattia venerea" e anche "indebitato"). La stessa parola e inclusa anche nel nuovo dizionario del Croatto (impetesä), provvisto perö, dei soli due primi significati. II semplice petes risulta perö attestato anche nell'auronzese (Zandegiacomo-Lugan) e l'aggettivo (in veritä un part, pass.) Hmpetesse va posto alia base del roccapietorese (gerg.) insepete (nota la metatesi!) "ubriaco fradicio" (Pallabazzer, cfr. A. Zamboni in "Saggi Zolli", Padova 1991, p. 460). 5.1. Etimi giäproposti. Ai cinque etimi elencati dal Doria 1. retrogrado dapetes-saria, fr. patisserie "pasticceria-liquoreria", 2. slov. pitje, 3. lat. pitisso, 4. ital.petec-chia (Vidossi), 5. da ital. (venez.) suffissatopeto "flatulenza" (Doria), ne aggiungo un sesto, franc. pete(-)sec "uomo forte, rigido, autoritario" (il carattere del diente che frequenta la liquoreria), F. de Farolfi in L. Grassi "Le insegne dell'ospitalitä" (Trieste 1985 p. 8), etimo di cui perö e fin troppo evidente l'infondatezza; potrebbe, piuttosto, aiutarci nella nostra ricerca un interessante dettaglio riguardante l'immigrazione a Trieste agli inizi del XIX secolo: nel 1839 arriva a Trieste certo Nicolö Pitt "di Zerzi-vento" (dunque dalla Caraia), cui viene concessa la licenza della vendita di "bibite spiritose" (P. Covre "II Piccolo" 29.7.1990). Da questi molteplici dati, presi nel loro insieme (l'esistenza di un petes, -ez in friulano e ladino cadorino, la circostanza che nelle zone bisiacca, friulana e cadorina compaiano varianti con l'affricata anziehe con la sibilante, il fatto che nei primi del-Г800 immigrano a Trieste liquoristi carnielli) si ricava l'impressione che la voce (e la "cosa") sia, rispetto, a Trieste, di provenienza settentrionale e, contemporaneamente, che le attestazioni in Istria e nel Quarnero (tutte tardive) siano dovute al successivo espandersi del triestino, con le sue voci piü caratterizzanti, a S. e a S.E. (fin nello sloveno istriano) della cittä adriatica. Un movimento inverso (da Trieste, o, addirittu-ra, da Pola o Fiume) verso il Friuli e il Cadore, cui sembra dar credito - se ho ben capito - lo Zamboni (cit.), pare qui, effettivamente, da escludersi, qualora si tenga ben presente la funzione particolare, quasi di cemiera, del dialetto triestino, che accoglie e smista verso S. termini lessicali provenienti da N., in virtü della sua posizione geo-grafica e del prestigio che esso godette in ambito giuliano, verso la metä dell'800, all'epoca delle massime fortune emporiali della cittä2. 5.2. Nuove proposte etimologiche. Se e stato relativamente facile ricostruire la strada per la quale la parola, giä carica del suo significato specifico, e giunta dal N. o N.O. a Trieste per proseguire, poi, sorta di Wanderwort, verso S. e S.E., non altrettanto agevole e lo stabilirne l'etimologia; ossia giustificare il suo particolare assetto, sia dal lato del suo signifiant che del suo signifie nella lingua o gruppo di lingue d'origine. Qui veramente troviamo interrotti quei "ponti" che tanto ci servirebbero per fissare la parola all'interno di un ambito particolare, ben preciso e concreto, ambito che a priori non e possibile, appunto, ipotizzare dato l'intrecciarsi, in coteste lingue e dialetti, che possiamo ben definire come "alpini" o meglio "prealpini", di vari filoni definibili via via come indigeni (locali), veneti, tedeschi, anche slavi, ognuno dei quali puö essersi congelato in una forma e/o significato del tutto particolari e irripetibili. In altri termini, 2 Un altro chiaro esempio, proprio all'interno della stessa sfera nozionistica, di parola che "scende" da N. verso S. e il triestino trapa "acquavite di vinacce". Tratta da ted. Treber "vinacce" mantiene intatto questo suo significato solo nel friul. (trape) e nel bisiacco, mentre gia in gradese, oltre che "vinacce" significa anche "acquavite (di vinacce)" e in triest. possiede solo questo secondo significato (che e anche 1 'unico attestato per questa voce in Istria) (cfr. GDDT e GDDT Suppl.). non possiamo procedere ulteriormente se non per tentativi. Ora si da il caso che e giusto affermare che petes o petez e parola cadorina (o carniella), ma quivi, ci doman-diamo, che cosa essa veramente rappresenta? Essa aveva sempre questa forma e questo significato (/-i) e quest'ultimo si concilia, a parte che la distillazione delle vinacce e pratica non certo antichissima, con tutta una serie di Realien cronologicamente fis-sabili? Tre, a mio modo di vedere, sono le vie che si possono battere in vista di un etimo accettabile. Le tratterö qui in modo molto schematico, rimandando ad altra occasione il compito di studiarne i singoli particolari. 1) La voce e connessa con friul.peta "focaccia" (da PITTA, REW 6546), di cui sarebbe una specie di diminutivo-peggiorativo, il quale avrebbe assunto il significato di "protuberanza cutanea appiattita", "pustoletta", poi "eritema", "la faccia paonazza delPubriaco", l'ubriachezza stessa. Gli inizi di questo sviluppo semantico sarebbero riscontrabili in altre voci neolatine facenti capo alio stesso PITTA "Kuchen", precisa-mente rum. 'patä', "Fleck, Flicken" e portogh. peta "Fleck im Auge des Pferdes". Siamo vicini, come si vede, per la parte semantica, alPetimo del Vidossi, anche se egli vi era arrivato per altre vie. L'etimo, comunque, si semplificherebbe qualora a base della voce rumena (e portogh.) e di petez si postulasse anziehe PITTA la base PICTÄ-RE "dipingere" (cosf il Cioranescu s.v. per la voce rumena, nonostante alcune difficol-tä d'ordine fonetico). Come a dire che il ricostruito cador. o friul. peta "pustola rossastra" o, sim. manterrebbe l'accezione coloristica insita nell'etimo PICTÄRE. Tutto ciö a condizione che friul. peta "focaccia" fosse una parola d'etimo completa-mente diverso e solo casualmente omofona alia base di partenza da noi ipotizzata. Ci sorreggerebbe in questa nostra etimologia l'esistenza nel rum. stesso di un dimin. pet 'qa sf. "mancha pequena" ecc. e anche in ambito veneto il chiogg. petecia "macchia rossa, scalmana" nonche petassier "che ha la faccia paonazza" (non necessariamente italianismi tratti dapetecchia). 2) La voce e connessa con ital. petecchia, quindi tratta, come questa, da lat. (IM)PETlCULA (DEI, DELI), variante di IMPITIGINEM, da cui triest. pe- e pidin, istr. (pir.) lipidin, friul.pedign (per altre forme rimandiamo al REW cit.). Per accettare tale etimo sarebbe, perö, necessario, causa il t intervocalico conservato, ritenere la parola un prestito dalla lingua letteraria. Resta, naturalmente, anche da spiegare, pa-rallelamente a quanto supposto per 1'etimo precedente, il passaggio semantico da "im-petigine" o "pustoletta" ad "eritema", "rossore dell'ubriacone" ecc. Ovviamente con questo etimo petes non avrebbe nessun legame con il quasi omofono friul. peteč e nemmeno con la serie di venez.pettegolo e affini (e, di riflesso, con venetopetar). 3) La voce, in questo caso un tutt'uno con friul. peteč "chiacchiera" e anche "imbroglio", apparterrebbe alia vasta famiglia (radicale pet(t)-), cui risalirebbero alcune voci veneziane (e poi ital.) pettegolo (il cui etimo, perö, nonostante il DELI non e affatto chiaro)3. Nel caso si intenda stabilirne l'etimo nell'ital. (o/e venez.) peto 3 Fra i vari significati di ven. (anche friul. e bis.)petez(o) e sira. da scartare, ai fini della nostra ricerca, "flatumenza" (lat. PEDITÄRE), ricordiamo che questo ha contro di se il fatto che 1'ital. (e il veneto) hanno unpettezzare epetezzo (con l'affricata sonora), quindi non raccordabile in nessun modo ai nostri petes o petez e derivati (v. avanti), a meno che non si ammetta, antieconomicamente, una pluralitä di suffissi per giustificare, separa-tamente, le due serie di derivati. Qui i passaggi semantici sono ancora piü numerosi e complessi, anche se e facile un'evoluzione da "imbarazzo" o "imbroglio" a "indebita-mento" o "malattia venerea" (in ambedue i casi chi ne e colpito si trova "nei guai"). Le implicazioni, per un controllo dei Realien, sono numerose, ne si dimentichi che il radicale pet(t) - potrebbe essere lo stesso di veneziano petar "affibbiare" ecc., per il quale non si esclude nemmeno un'origine onomatopeica (v.C. Marcato RELV p. 115) o un ricorso, in extremis, al PICTÄRE di cui si e giä discusso. Concludendo, non ho voluto far altro, in questa sede, che illustrare sommaria-mente alcune proposte etimologiche che mi son sembrate a un primo momento, abba-stanza sensate. Ovviamente, in previsione di una scelta finale, ognuna di queste ipotesi richiederebbe un trattamento piü approfondito, tenendo nel debito conto tutti i valori possibili assunti da ciascun termine delle famiglie lessicali elencate, sia in am-bito veneto, che friulano e "ladino"; tanto piü che, con tale approfondimento, potrebbe capitarci sotto mano qualche attestazione-chiave, tale da rischiarare tutta la documentazione in nostro possesso e condurci verso la sospirata soluzione. Ma non osando sperare che ciö possa arrivare tanto presto, accontentiamoci di aver tratteggiato le vie essenziali della ricerca e aver risolto efficacemente il problema della "storia" piü re-cente del nostro petes. ABBREVIAZIONI BIBLIOGRAFICHE AMSIA "Atti e memorie della Societä Istriana di Archeologia e di Storia Patria", Parenzo (poi Trieste). Cioranescu A. Cioranescu, Diccionario etimologico rumano, La Laguna/Teneri-fe 1958-1966. GDDT (Suppl.) M. Doria, Grande dizionario del dialetto triestino, Trieste 1987. LRL "Lexikon der romanistischen Linguistik", Tübingen 1989. DEI C. Battisti-G. Alessio, Dizionario etimologico italiano, Firenze 1950-1957. DELI M. Cortelazzo - P. Zolli, Dizionario etimologico della lingua italia- na, Bologna 1979-1988. Marcato RELV C. Marcato, Ricerche etimologiche sul lessico veneto, Padova 1982. quello del bellun. petez e venez. (far dei) petez "(fare) delle smorfie, delle affettazioni ridicole". F. Paclich, Slovenski dialektološki leksikalni atlas Koprske Pokrajine SDLA-KP (II), Tesi Scuola Super. Interpreti e traduttori, Univ. Trieste, a.a. 1989-1990. W. Meyer-Lübke, Romanisches etymologisches Wörterbuch, Heidelberg 1935. "Saggi di linguistica e di letteratura in memoria di Paolo Zolli", Padova 1991. A. Vascotto, Voci della parlata isolana nella prima metä di questo secolo, Imola 1987. "La voce del Popolo", Fiume (quotidiano). Povzetek ZGODOVINA IN ETIMOLOGIJA TRŽAŠKIH IZRAZOV Prispevek daje zgodovinski pregled rabe izrazapetes 'žganje, močna alkoholna pijača slabe kakovosti' v zadnjih 150 letih. Izhaja sicer iz Dorijevega narečnega slovarja, ponuja pa nekaj novih etimologij, obenem pa opozarja na možnost onomatopeične razlage. Izraz ni samo tržaški; pozna ga vsa Istra in del Furlanije. Paclich REW Saggi Zolli Vascotto VP Goran Filipi Pola CDU 805.0-022-087 (ISTRA) ORNITONIMIAISTRIANA: ILPETTIROSSO 0. II lavoro presenta un commento linguistico (soprattutto etimologico) ai nomi del pettirosso nelle parlate istriane (istroveneto, istrioto, istrorumeno, croato, sloveno e montenegrino). Abbiamo raccolto i nomi in 135 luoghi della regione istro - quarneri-na (isola di Veglia compresa). Un elenco completo di tutti i nomi raccolti per questa specie verrä dato alla fine del saggio. Per non confondere il lettore le parole di tutti gli idiomi si riportano con la stessa grafia (l'alfabeto croato). L'accento viene segnato come si usa nelle rispettive parlate, tranne per le parole rumene dove si adotta il sistema croato (perche corrisponde alia realtä fonetica dell' istrorumeno). 1. II pettirosso (Erithacus rubecula) e "un uccelletto paffuto, 'senza collo'. Gli adul- ti hanno petto e fronte arancio, parti superiori bruno oliva....." (PETERSON 154) La macchia rossa sul petto distingue nettamente il nostro uccello dagli altri simili. 2. II sema "rosso" si rispecchia anche nel termine latino erithacus, -i, trascrizione del greco spi^axog (ANDR 68) - greco £pi"0pog "rosso". 2.1. Per gli idiomi istroveneti e istrioti i nomi di Erithacus rubecula sono di tipo peti-rdšo1 - nome composto da ven. peto (< PECTUS, REW 6335) e roso (< RÜSSUS, REW 7466). I nomi di questo tipo (alcuni derivati in -ić e -ica) nelle parlate slave della zona sono prestiti dall'istroveneto. 2.2. La maggior parte dei nomi sull'isola di Veglia corrispondono al termine ornitolo-gico croato crvendač (SKOK 1/275). 1 Lo stesso tipo prevale anche nelle parlate dell'Italia settentrionale. Cfr. ASLEF, tav. 214, carta 181; AIS III/490e ALI 4628. 2.3. I nomi krvđvčić (Pićan - croato) - da krv, krvav "sangue, insanguinato" (BE-ZLAJ11/92; SKOK 11/216) + -čić; pikeš (Valle - croato) - da pika "punto, macchia" (SKOK П/655) + -eš; e puntarudšu (Žejane) sono isolati. L'ultimo nome e composto. II primo elemento potrebbe essere il sostantivo rumeno punt "punto" (DLRM 680), oppure il verbo rumeno puntd "marcare con un punto" (DLRM 680), ma anche il veneto punto (< PÜNCTUM, REW 6847). II secondo elemento e rumeno rč§u "rosso" (DLRM 726) - per 1'etimologia v. sopra. 3. I rumeni di Žejane hanno ancora un nome: puljiču de ne. II sintagma significa "uccello della neve", perche viene con la neve (come dicono i nostri informatori). L'elemento nominale del sintagma e una forma ibrida: rum. pulj "uccello" (1'etimologia verrä data in seguito) + -ič (suffisso slavo) + -u (desinenza rumena per il genere maschile). La parte aggettivale che segue e composta da de + ne (rum. nea "neve", DLRM 532) < NIX, NIVE, REW 5936. 3.1. Esprime lo stesso semantismo anche il nome ciacavo sntgarič - derivazione in -ič da ciacavo snig "neve" (SKOK III/297). 4. L'onomasiologia popolare mette in "relazione di parentela" il pettirosso e lo scricciolo (Troglodytes troglodytes). In molti luoghi dove vengono parlati i dialetti ciacavi il nome del nostro uccello viene espresso con un sintagma di tipo aggettivo possessivo dai nomi di scricciolo + punica "suocera": triličeva punica, trljeva punica, potrljeva punica, činčiričova punica ecc.2 Vogliamo dimostrare che questa "parentela" nasce come frutto deli' etimologia popolare. Per dimostrarlo bisogna spiegare le forme di tipo tašča/taščica. Queste forme sono piü comuni nei dialetti sloveni che in quelli croati. II contenuto di base di queste forme e "suocera" (croato punica). Nonostante il tipo di denominazione sia vivo nel-1'onomasiologia popolare, per questi nomi vogliamo accettare la proposta etimologi- 2 Lo stesso tipo di denominazione e diffuso anche altrove: trkovapunica (HIRTZ 515 - Lič, Sveti Juraj, Alan, Živi Bunari, Vlaka, Jesenice in Dalmazia); krajeva petnica (HIRTZ 213 - Vrbnik); kraljeva punica (HIRTZ 213 - Vrapče, Remete); vranjkova punica (HIRTZ 551 - Brač); banj punica (HIRTZ 7 - Poljica in Dalmazia). 3 Cfr. ugorova mati, JaFa 17.4.2. ca di Metka Furlan che (in litteris) presuppone per le nostre forme un protoslavo *pbtašbka "uccellino". Secondo quest' ipotesi i nomi del tipo discusso avrebbero come significato di base semplicemente "uccello, uccellino". Secondo noi, anche i sintagmi di cui il secondo elemento e punica partano dallo stesso contenuto, "uccello". A ciö ci fa pensare la forma ciacava trljevapülica (Pačići, Ližnjan). II secondo elemento del sintagma e, secondo noi, una forma ibrida (il suffis-so -ica e slavo) d'origine rumena (istrorum. pulj, pul "uccello" < lat. *PULLIUS, REW 68265). II prestito rumenopuljiič "uccello" esiste ancor' oggi sull'isola di Ve-glia (a Skrbčići, Kornić,... - nella zona che gli abitanti chiamano "Šotovento" - abbiamo sentito la parola da molti informatori). Per concludere, pensiamo che il secondo elemento dei sintagmi di tipo "Troglodytes troglodytes" + -ova/-eva + punica siano frutto dell'etimologia popolare che ha avvicinato la forma pulica alia forma punica, probabilmente sotto 1'influsso delle forme Slovene e croate di tipo tašča/taščica, di cui, come abbiamo detto, il significato originario e "suocera" (slov. tašča). 4.1. Appartiene alio stesso gruppo anche il nomepotrljevapunica (Gajana). II primo elemento del sintagma ciacavo presenta un incrocio tra due nomi che in Istria indicano lo scricciolo: potrnčič e trlj. 4.2. Abbiamo ancora un nome che mette in relazione (in questo caso non di parentela) i due uccelli. A Kostrćan il pettirosso viene chiamato taška čamđre. II primo elemento del sintagma, come si vedra in seguito, e in Istria molto frequente come denominazio-ne di pettirosso. II secondo elemento čamare "grande, cioe quella grande" (rum. märe "grande", DLRM 479 < MAJOR, -ÖRE, REW 5247) mette questo nome in opposi-zione con quello dello scricciolo che a Kostrćan dicesi tuaškica čamtka - istrorum. čamika "piccola, cioe quella piccola" (rum. mic "piccolo", DLRM 497 < MICA "bric-ciola", REW 5559). 4.3. Alcuni nomi del pettirosso derivano dai nomi di scricciolo. Sono le forme di tipo trljevica/trljevka. 4 Anche questo tipo di denominazione e frequente. Cfr. ptičak "regulus" (SKOK 111/64) e tička "Hirundo rustica, Delichon urbica" (Šmarje). 5 Secondo Skok *pullius > rum. puiu,puicä appartiene al latino dei Balcani. 4.4 Da menzionare anche che in alcuni posti della zona le due specie hanno la stessa denominazione: per es. a Marušići e a Rovinjsko selo il pettirosso e lo scricciolo hanno lo stesso nome, rispettivamente taščica e trljevovapünica. 4.5. II nome babarušica (Skrbčići) e composto da baba + rušica. II secondo elemento deriva dal sema "rosso" (l'etimologia l'abbiamo spiegata sopra). II primo elemento e lo stilema baba6 che mette questo nome nella stessa categoria con quelli di tipo "suo-cera" (croato baba "nona"). 5. II nome smrekunčić (Trget) e isolato. Deriva dal ciacavo smrekva "Juniperus sabina" (SKOK 1П/295). La forma e in Istria piü comune per i tordi e le bigie. 6. La forma kotlarič (Vele e Male Mune) non ci e chiara. 7. Segue l'elenco completo dei nomi di pettirosso che abbiamo raccolto nella zona istro - quarnerina. I nomi dei luoghi sono segnati cosi come si chiamano oggi ufficial-mente in Croazia e in Slovenia. Abbreviazioni: T - parlate istrovenete; I - parlate istriote; R - parlate istrorumene; H - parlate croate; S - parlate Slovene; C - padata montenegrina. 1 PLAVJE S: peterös 2 ŠKOFIJE S: petorös, petorosić, petirošo 3 BIVJE T: petarošo 4 DEKANI S: petaroš, taščica 5 BERTOKI T: pitarös 6 STRUNJAN T: petirošo 7 POBEGI S: petorošo 8 PRADE S: petirošič 9 LUCIJA T: petorošo 6 Lo stilema baba potrebbe avere lo stesso valore anche nelFittionimia. Cfr. babaćaće "Uranoscopus scaber", JaFa 6.2.1.1.; babadlaka" Penaeus kerathurus", JaFa 38.1.; ba bajegulja " Ca rcinus maenas", JaFa 38.5.2. 7 GREGORI7 riporta babica "Erithacus rubecula". 10 KUBED S: taščica, peterös 11 MALIJA S: taščica, petirošič, peterošo 12 ŠMARJE S: taščica 13 GRAČIŠČE S: taščica 14 MAREZIGE S: peterös 15 KORTE S: taškeca 16 DRAGONJA S: taščica 17 SOČERGA S: taščica 18 BREZOVICE S: täscica 19 SAVUDRIJA T: petirošo 20 UMAG T: peterošo 21 MARUŠIĆI H: petiröso, petarošo 22 ŠKRINJARI T: petorošo 23 BUJE T: petirošo 24 KRASICA T: petorošo PERTIĆI H: taškica 25 T: peterošo 26 GROŽNJAN T: petorošo 27 OPRTALJ T: petorošo 28 ŠVERKI T: petirošo 29 BRTONIGLA T: petirošo 30 VIŽINADA T: petoröso 31 MOTOVUN T: petorošo BELETIĆEV BRIJEG H: trličeva pünica 32 H: taščica, petorošo 33 TAR T: petirošo, trlevica 34 LABINCI T: petorošo 35 SOLDATTĆI H: taščica 36 VIŠNJAN T: peterošo 37 ŽBANDAJ H: taščica 38 BADERNA H: trličeva pünica, tašča, petirošo 39 TINJAN H: taščica 40 LOVREČ T: petirošo H: trleva pünica 41 KRINGA H: taščica 42 FUNTANA T: petirošo H: petiröso 43 VRSAR T: petirošo H: petiroš 44 GRADINA H: petiroš 45 MARIĆI H: petorošo, snigarič 46 KANFANAR T: petirošo H: činčinčova pünica 47 ROVINJSKO SELO H: petorošo 48 KRMED H: trličeva pünica 49 SALAMBATI H: trličeva pünica 50 SVETVINČENAT 51 PETEHI 52 DRAGUZETI 53 BARBAN 54 REŽANCI 55 PAČIČI 56 BANKOVIĆI 57 GAJANA 58 HREUIĆI 59 FILIPANA 60 RAKAU 61 KRNICA 62 KRNICA LUKA 63 PEROJ 64 MARČANA 65 VELI VAREŠKI 66 VALTURA 67 PULA (VELI VRH) 68 Š KATARI 69 POMER 70 LIŽNJAN 71 MEDULIN 72 PREMANTURA 73 ROVINJ 74 BALE 75 VODNJAN 76 FAŽANA 77 GALIŽANA 78 ŠIŠAN 79 ŠTRPED 80 VIDACI 81 MALI MLUN 82 VELI MLUN 83 PREMCI 84 ČIRITEŽ 85 ROČ 86 GRADINJE 87 PIRELIĆI 88 PRAĆANA 89 FORŠIĆI T: petorošo H: petorošo H: trljeva punica H: trljeva pünica T: petorošo H: trljeva punica H: trljeva punica H: trljeva pülica H: potrljevica H: potrljeva punica H: trljevka H: trljevka, trljewka H: trljevica T: peteroš H: trljevica, petorošo C: peterošič H: trljeva pünica H: trljevica H: petirošo T: petorošo H: peterošo H: petirošić H: trljeva pülica, petirošo, petor6ščič T: petirošo H: petirošo H: petirošo I: pitorüso I: pitarošo H: trljeva pünica, pikeš I: petirošo H: petirošo I: petirošo I: petorošo I: petorošo, petarošo H: taščica H: taščica, peteroš H: taščica H: taščica H: taščica H: taščica H: taščica T: petorošo H: taščsca, petorošo T: petorošo H: taščica, petorošo H: taščica 90 VRH H: tastica 91 KRUŠVARI H: taščica 92 LIPOGLAV H: taščica 93 DRAGUĆ T: petirošo, taščica 94 BORUT H: taščica 95 MAVRI H: taščica 96 CEROVUE H: taščica, peterošo 97 KATUN H: taščica 98 BERAM H: taščica 99 VELA TRAB A H: taščica 100 LINDAR H: petirošo, taščica 101 PIĆAN T: petorošo ČEPIĆ H: taščica, krvavčič 102 H: taščica 103 SVETI PETAR U ŠUMI H: taščica 104 PARIŽI H: taščica 105 KATUNI H: taščica 106 ŠUMBER H: taščica 107 BLAŠKOVIĆI H: taščica 108 ŽMINJ T: petorošo H: petorošo 109 PLOMIN T: petorošo H: petirošo 110 STRMAC H: petorošo 111 VELI GOLJI H: taščica 112 BREG H: taščica 113 TRGET H: smrekunčič, tašča, taščica 114 SKITAČA H: taščica 115 BROVINJE H: taščica 116 VELE MUNE H: kotlarič 117 MALEMUNE H: kotlarič 118 ŽEJANE R: puntaruošu, puljicu de ne 119 MALI BRGUD H: taščica 120 BRUS H: taščica 121 ŠUŠNJEVICA R: täska, taškica 122 KOSTRČAN R: taška čamare 123 NOVA VAS R: tuaškica 124 JESENOVIK R: taškica 125 IČIĆI H: taščica 126 BRSEČ H: taščica 127 OMIŠALJ H: crvendač 128 DOBRINJ H: crvendač 129 SVETI IVAN H: petarös 130 BRUŠIĆ H: crvendač 131 SKRBČIĆI H: babarOšica 132 KORNIĆ H: crvendač 133 KRK T: peterošo 134 PUNAT 135 BASKA H: crvendač H: crvendač H: pitarošica ABBREVIAZIONI DELLE OPERE CITATE: AIS Sprach - und Sachatlas Italiens und der Südschweitz, hgg. K. Jaberg und J. Jud, Zofingen 1928-40 ALI Atlante Linguistico Italiano, inedito; materiale consultabile presso l'Universitä di Torino ANDR Jacques Andre, Les noms d'oiseaux en latin, Librairie C. Klin- cksieck, Paris, 1967 ASLEF Atlante storico - linguistico - etnografico friulano, I-IV, G.B. Pelle- grini, Padova-Udine, 1972-1986 BEZLAJ France Bezlaj, Etimološki slovar slovenskega jezika, I-П (A-O), SA- ZU, Ljubljana, 1977,1982 DLRM Dictionarul limbii romine moderne, Academia republicii populäre romine, Bucurefti, 1958 GREGORI J. Gregori -1. Krečič, Naši ptiči, DZS, Ljubljana, 1979 HIRTZ Miroslav Hirtz, Rječnik narodnih zoologičkih naziva, JAZU, Zagreb, 1938-1947 JaFa Vojmir Vinja, Jadranska fauna , I-II, JAZU, Zagreb, 1986 PETERSON R. Peterson - G. Mountfort - P.A.D. Hollom, Guida degli Uccelli d'Europa, Franco Muzzio and c. Editore, Padova, 1983 REW W. Meyer - Lübke, Romanisches Etymologisches Wörterbuch, Heil- derberg, 1972 SKOK Petar Skok, Etimologijski rječnik hrvatskog ili srpskog jezika, I-IV, JAZU, Zagreb, 1972-1974 Povzetek ISTRSKI IZRAZI ZA TAŠČICO Prispevek obravnava imena za taščico (ERITHACUS RUBECULA) v vseh govorih v Istri (istriot-sko, istrobeneško, istroromunsko, hrvaško, slovensko). Predstavi nam etimologije različnih poimenovanj za to ptico. Izrazi so bili zapisani v 135 istrskih krajih. August Kovačec Zagreb CDU 805.90-3 (ISTRA) ELEMENTS ITALIENS DU LEXIQUEISTROROUMAIN La peninsule d'Istrie est une aire de contacts linguistiques millenaries entre les idiomes romans et les idiomes slaves. Des leur arivee en Istrie au VIIe s., les Creates et les Slovenes sont entres en contact avec les populations romanes autochtones (les ancetres des Istroromans dans le sud, les ancetres des Frioulans dans l'arriere-pays de la ville de Trieste). C'est ä partir du Xe s. que commence, en Istrie, une expansion politique et linguistique venitienne et un contact permanent entre les langues slaves et differentes formes de la langue italienne, en premier lieu avec le dialecte venitien. Parmi les populations qui, ä la fin du XVe s., affluaient en Istrie du nord de Dalmatie, il y avait, entre autres, un certain nombre de sujets parlant une variete de la langue roumaine qui, plus tard, sera designee par les romanistes comme istroroumain. C'est sur la base de ces faits que le professeur Pavao Tekavčić proposait - dans un article publie en 1976 (SRAZ, № 41-42, pp. 227-240) - 1'elaboration d'un Atlas linguistique d'Istrie qui permettrait une etude systematique des emprunts et caiques linguistiques et des stratifications lexicales dans differents idiomes d'Istrie (Te-kavčić, 1976, 227). La nature et Fintensite des contacts entre les cinq idiomes en cause (les idiomes slaves: le croate et le Slovene; les idiomes romans: l'italien, l'is-troroman et l'istroroumain) dependent des conditions d'ordre social, economique, politique, culturel etc. Langues d'enclave et langues d'un prestige reduit, l'is-troroman et l'istroroumain ont exerce une influence presque insignifiante sur les autres idiomes. En tant que langue d'une grande puissance coloniale pendant presque un millenaire, en tant que langue de premiere importance internationale et qui disposal d'un grand nombre d'institutions, la langue italienne (au debut, avant tout sous forme de dialecte venitien) a laisse de nombreuses traces dans tous les idiomes d'Istrie. Le croate sur le territoire de la presqu'ile proprement dite et le Slovene dans sa peripheric du nord s'imposaient surtout par une masse importante de sujets parlants; ce n'est qu'ä partir du XIX® siecle que ces deux langues commencent ä agir par l'intermediare de toute une serie d'institutions culturelles et administratives et en tant que veritables 'langues nationales'. Les villages istroroumains represented une sorte d'enclave ä l'interieur du territoire compact de langue croate. A part quelques exceptions parmi les enfants d'äge prescolaire, toute la population istroroumaine est bilingue; ä cote de l'istroroumain, elle se sert activement aussi du croate (Petroviči et Neiescou, 1965, 352-3; Kovačec, 1968, 80). Ce n'est qu'au village de Žeian (dans le nord) qu'on peut rencontrer des personnes possedant des connaissances du Slovene. Un certain nombre de personnes adultes (avant tout les hommes, plus particulierement dans les villages du sud) ma- nient aussi la langue italienne, qu'il s'agisse de la koine venitienne d'Istrie ou de l'italien standard. Par consequent, le croate est une composante obligatoire du bi-linguisme (/plurilinguisme) des Istroroumains (Kovačec, 1984, 551). Les contacts entre l'istroroumain et l'italien sont tres anciens, mais dans la region de Ćićarija (dans le village isole de Zejän) ils ont depuis toujours ete sporadi-ques et superficiels. Les villages istroroumains du sud (Sušne vi£§, Noselo, Bardo, Letäi etc.) faisaient partie du comte de Pazin qui, pratiquement de tous les cotes, etait entoure des domaines de l"Istrie Venitienne' oü la langue italienne beneficiait d'un statut de langue officielle, langue des relations publiques, langue de culture (Kovačec, 1984, 552) et oü une partie de la population au moins ne parlait d'autre langue que l'italien (surtout sous sa forme venitienne). C'est grace aux contacts assez frequents et relativement reguliere avec la population italophone que les Istroroumains du sud ont adopte, dans leur langue, un bon nombre de mots italiens. Au cours du XIXes., et surtout pendant l'occupation italienne de l'lstrie (1918-1943), l'impor-tance de l'influence linguistique italienne sur l'istroroumain n'a fait qu'augmenter. L'istroroumain et le croate d'Istrie etaient exposes au meme type d'influence italienne pendant plusieurs siecles et dans des conditions plus ou moins identiques. La consequence en est que l'istroroumain et le croate ont emprunte ä l'italien presque les memes unites lexicales. Cependant, si l'on tient compte du fait que tous les Istroroumains parlent croate et qu'il n'y a qu'un petit nombre de Creates capables de se servir de l'istroroumain, si l'on prend en consideration aussi le fait qu'une partie seulement des Creates et des Istroroumains arrivent ä manier l'italien d'une maniere active, on pourra conclure qu'une partie des emprunts ä l'italien sont entres en istro-roumain par 1'intermediate de la langue croate (Pu§cariu, 1926,223; Kovačec, 1971, 197; 1984,552; Flora, 1975,56). On peut supposer qu'un emprunt ä la langue italienne se maintiendra en istroroumain plus facilement s'il existe en croate. La preuve en est aussi le fait que - en ce qui concerne les emprunts ä l'italien - entre le croate de Ćićarija et le croate au sud de la montagne Učka on pourrait etablir le meme type de rapports qu'entre l'istroroumain du nord et Гistroroumain du sud. II faut souligner qu'entre les Istroroumains du sud et les Istroroumains du village de Žeian il n'y a pratiquement pas de contacts. Le resultat de cette evolution indepen-dante et divergente des deux varietes de Г istroroumain est un certain nombre de differences, entre les deux types linguistiques, dans tous les compartiments de la langue. Ces differences sont particulierement importantes justement par rapport au nombre et au röle des elements d'origine italienne: dans les parlers du sud, le nombre des emprunts ä l'italien depasse plusieurs fois leur nombre dans le parier de Žeian. Dans les lignes qui suivent, nous allons presenter les emprunts istroroumains ä l'italien, classes par groupes semantiques (pour les substantifs) ou suivant les parties du discours auxquelles ils appartiennent. Les emprunts ä l'italien designant des phenomenes atmospheriques sont peu nombreux en istroroumain. Le mot ärij.e 'air' est caracteristique pour les parlers du sud; dans le parlerde Žeian on emploie, avec la meme signification, le mot d'origine croate zräc, le terme proprement roumain ajer etant reserve pour la signification 'tourbillon del l'air'. On peut mentionner aussi deux noms de vents: bor§ 'bora' (Žeian: bora) et tramuntan§ 'tramontane'. Termes designant des unites de temps. Le mot ur§ (Ž.: lira) 'heure' est emprunte par 1'intermediate du croate (cf. Skok, 1972,562). Les termes setiman§ 'semaine' (ä Žeian presque exclusivement le mot d'origine croate f'edan), primaver§ (ä cote de proUt"e, mlado leto, < er.) et аџтпо 'automne' (ä cote deiesen, pozimäc, < er.) sont typiques pour les villages du sud; le mot setimana est courant dans les parlers croates de la region tandis que les deux autres n'y apparaissent pas. A c6te des noms de mois empruntes ä l'italien, par la langue croate, ä une epoque plus ancienne (jenär 'janvier', Skok, 1971,15A\febrär 'fevrier', Skok, 1971, 508; setembär 'septembre' etc.), on trouve dans les parlers du sud aussi quelques emprunts directs comme aprile 'av-ril" et otöbre 'octobre'. Noms d'animaux. En istroroumain, les noms d'animaux empruntes ä l'italien sont peu nombreux. II s'agit de deux noms d'oiseaux - rondön '(une espece d') hi-rondelle, Hirundo Apus' (it. rondone, Zingarelli, p. 1658; ven. rondön, Boerio, p. 583) et catöm§ 'Tetrao rufus' (cf. ven. cotömo, Boerio, 205) et du substantif scröva (Z.) designant la 'femelle du pore, truie' (ce mot s'explique par un emprunt au veni-tien scrova, Boerio, 636, ou eventuellement au frioulan scröve, Pirona, 990). Le nom d'un poisson, bacalfy 'morue sechee, stockfish', repandu aussi dans les parlers croates d'Istrie, appartient en realite aux emprunts designant des aliments. Noms de plantes. Les noms des plantes sauvages empruntes ä l'italien sont peu nombreux en istroroumain. Nous signalons les noms pin 'pin', brüla '(une espece de) jonc' (cf. brüla, Boerio, 102) etpalüd '(l'ensemble des) vegetaux d'un marecage'. II semble que les mots brüla et palüd ont ete apportes par les ouvriers italiens qui, entre les deux guerres, ont pris part ä l'assainement du lac (/marecage) de Čepic. En Istrie, la plupart des innovations dans le domaine de l'agriculture se propa-geaient du nord d'Italie. C'est pourquoi, en istroroumain et dans les parlers croates d'Istrie, on trouve un grand nombre de noms de plantes cultivees qui sont empruntes ä l'italien. Le mot pour 'mai's' est, dans les parlers istroroumains du sud, une traduction croate approximative de l'expression italienne grano turco, granturco ('grano esotico, forestiero', cf. Zingarelli, 843, 2070), trukme (en croate trukinja '(la) tur-que'), et dans le parier de Zeiän un emprunt ä l'italien färmentin (avec changement de suffixe; cf. formentön, Boerio, 282; frumentone, formentone, Zingarelli, 753, 772). Deux plantes fourrageres repandues en Istrie sont designees par des noms d'o-rigine italienne: järba späria 'luzerne' (ä cote du nom croate diteling; mais le croate d'Istrie se sert aussi du nom emprunte ä l'italien erbašpanja) et trefojön 'trefle'. Pour 'plante ornementale' 1'istroroumain du sud emploie tout simplement le mot italien Plänt§ (it. pianta). Les '(petits) pois' (Pisum sativum) sont designes par le mot bi'zi (sud), bizi (Žeian), emprunte au venitien biso, bisi (Boerio, 83; it. pisello), et le 'haricot' par le mot fazo (sud),fažo (Z.) (forme determinee: fazölu, fažolu, cf. ven. fasdlo, Boerio, 262; it.fagiolö). Comme terme d'ensemble pour les 'legumes', l'is-troroumain emploie le mot emprunte ä 1'italien verdür§ et, de la meme fagon, pour exprimer la notion generique des 'fruits' il se sert du mot d'origine italienne/шГг (pl.; sing, frut, parfois avec une prononciation alteree hruti, yruti). Le mot petärsm (Z.: petärsm) 'persil' remonte, par de nombreuses formes intermediates creates, au veni-tien petersemolo (Skok, 1972, 643), le mot medin 'carrote' a ete emprunte au triest. medino (d'origine allemande; Skok, 1972,409), carvtg 'radis noir' ä 1'italien (carv-ta),pes§ 'betterave (rouge)' (mot courant en create d'Istrie et en Slovene) remonte au lat. beta ä travers le vieux-haut-allemand pieyx (Skok, 1971, 164). Le mot capüz 'chou' est un element venitien tres repandu en create (cf. capuzzo, Boerio, 135), le terme pomidör (pl. pomidöri) 'tomate' remonte ä une forme italienne populaire po-midöro (pl. pomidöri, Zingarelli, 1431; ven. pomi d'oro, Boerio, 519). Les termes [ükg 'courge' et [uket§ 'courgette' ont probablement ete empruntes au venitien (cf. Boerio, zuca, 822, zucheta, 823). Les mots pour designer les 'concombres' cucü-mat(i) (Z.) remontent, par 1'intermediate du create, au venitien cucuma.ro (it. cocö-mero). Enfin, sont d'origine italienne les noms de deux plantes ä fruits tres apprecies, melon 'melon' et ax]güriie 'pasteque. Parmi les arbres fruitiers, le nom du 'marronnier', marun (comme en create, le nom designe aussi le fruit), est emprunte ä 1'italien. Un type special de cultiver la vigne 'treille, pergola', qui, en Istrie, s'est propage de l'Italie du nord, porte un nom emprunte ä 1'italien du nord brazdi (pl.; sg. brfyd§). Enfin, la 'recolte', les 'produits agricoles ou les fruits d'une annee', que les Istroroumains et les Creates vendaient tres souvent ä la population de langue italienne des villes d'Istrie, est designee par un emprunt au venitien intrada (cf. intrada, Boerio, 350; Skok, 1971,727). Noms des aliments, plats et repas, boissons etc. Pays avec une tradition culinai-re millenaire et avec une culture de la nourriture et des boissons ancienne, Italie fornissait des produits de son art alimentaire et culinaire toute l'Istrie, et un nombre important de termes italiens relatifs ä ce domaine a penetre en create et en istrorou-main. C'est ä cause du plus grand prestige de 1'italien, ou parfois tout simplement ä cause de la mode, que les termes italiens ont elimine les termes creates, istroroumains ou slovenes plus anciens. A cöte du terme croate mäslo 'beurre', 1'istroroumain du sud a emprunte aussi les mots italiens butiro et büro (ä Zeiän: unt, roum.). Les produits d'epicerie, qui ont penetre en Istrie par Fintermediaire des villes de l'Italie du nord, portent en istroroumain (comme en croate et en Slovene) les noms empruntes par l'intermediaire de la langue italienne, p. ex. cafe 'cafe' (forme determinee: cafelu, sud, cafetu, Z.; cf. aussi: color ccife) et oriz 'riz'. La 'fleur de farine' est designee en istroroumain par un mot emprunte au venitienßoret (ven.fioreto, Boerio, 274). D'une maniere semblable, le 'petit pain', en tant que produit 'de luxe' qui provenait des villes, porte un nom emprunte ä 1'italien litt, panm (it. panino). Les 'pätes' sont un des produits alimentaires d'ltalie les plus connus et 1'istroroumain (aussi bien que le croate d'Istrie) designe les 'pätes' par un mot emprunte ä 1'italien past§ (sud; pasta, Z.). Le mot it. polenta est repandu en istroroumain {palentsud, palenta, Z.) comme dans un grand nombre de parlers creates occidentaux (cf. Skok, 1972, 592). Le 'le-vain' est designe en istroroumain par la forme crim§ (Ž.: crima) qui, ä ce qu'il semble, aurait pu etre empruntee ä un parier de l'Italie du nord. Sont d'origine italienne aussi les mots sügo 'sauce', martadelg 'mortadelle', pärsüt, pärsüt 'jambon (cru)' (it. pro-sciutto), $ücor 'sucre' (ven. zücaro, avec changementde suffixe en create). La 'soupe aux legumes et au riz' est designee en istroroumain (comme en create d'Istrie) par le mot manestrg, manestra (Z.) emprunte au venitien (cf. manestra, Boerio, 393; it. mi-nestm). Le mot pour 'casse-croute, collation', marendg, marenda, emprunte au venitien (cf. marenda, Boerio, 393; it. merenda), est un doublet etymologique du mot roumain merinde qui se conserve dans le parier de Zeiän avec la signification 'dejeuner, repas du midi'. Parmi les noms de boissons, sont d'origine italienne birg, bira 'biere' et malvasfte 'malvoisie, espece de vin doux et aromatique'. C'est par rintermediaire des villes de l'Italie du nord que s'est propagee en Istrie l'habitude de joui'r du tabac. En istroroumain (de la meme maniere qu'en croate d'Istrie) sont d'origine italienne les termes comme tabac 'tabac', spanuleti 'cigarettes' (cf. Skok, 1973, 409) etprez§ 'tabac ä priser'. II n'y a en istroroumain que quelques termes designant des parties du corps (ou formes des parties du corps) qui sont empruntes ä l'italien. Un terme frequent de ce type est stümig (sud), stümiy (Z.) 'poitrine' mais aussi 'estomac' (comme std-mego en venitien; cf. Boerio, 706). Est generalement employe aussi le terme göb§ (sud), vöba (Ž.) 'bosse' ainsi que son derive gobast (Ž.: gobast) 'bossu' et le substantif correspondant gobo, yobo avec la signification '(le) bossu'. Sont tres peu nombreux aussi les termes d'origine italienne qui designent des maladies ou des etats du corps. Parmi les mots les plus frequents appartenant ä cette categorie on peut citer p. ex. oret"oni 'oreillons', malarije 'paludisme, malaria' (un mot qui pourrait etre, aussi, un emprunt au croate malarija), brofül' 'bulle, vesicule' et febre 'fievre'. Parmi les emprunts istroroumains ä l'italien on trouve quelques termes designant des matieres et materiaux etc. (ainsi que differentes formes des matieres). Nous citons dans cette categorie les mots comme cärbün 'charbon', salbün 'sable' (cf. Skok, 1973, 181), batüdg 'pieixes concassees, cailloutis', tavalön 'madrier', räm 'cuivre; airain', razing 'rouille' (ven. ruzene, Boerio, 586), petrol'a, pitröl'a, petrö-vel' (sudXpetröliio (Ž.) 'petrole (ä lampe)' etc. II n'y a que quelques mots designant des mesures, comme cvartin 'quart', tonolätg 'tonne', duzm§ 'douzaine' (ven. doze-na, Boerio, 246); est apparente ä cette categorie aussi le mot fašmg, fasina 'fagot'. Dans le mot navil'ädg (sud) 'fourchee', ce n'est que le suffixe qui est d'origine veni-tienne (-add), tandis que la partie lexicale du mot est un element croate (na vile 'sur la fourche, avec la fourche'; ä Zeiän, on trouve la forme navil'ai avec un suffixe croate -aj). Pour Istrie, l'Italie du nord a depuis toujours ete l'un des centres les plus impor-tants d'oü se propageaient differentes innovations techniques. C'est pourquoi un certain nombre de mots designant des dispositifs techniques ou differentes machines est d'origine italienne, aussi bien en istroroumain que dans les parlers croates d'ls-trie. Appartiennent ä cette categorie les mots comme making 'machine; dispositif; voiture' (Z.: mäkina), vetürg 'voiture', carö{g 'voiture, fiacre', bificletg 'bicyclette' (peut-etre, le resultat d'un croisement entre l'it. bicicletta, avec [tš], et le create bicikl, avec [ts]; mais il faut retenir qu'on trouve, dans les parlers croates, bicikleta et bičikleta), corijerg 'autocar', trebijatriče 'batteusе',/егоуце 'chemin de fer', acvedö-to 'aqueduc', calün 'canon', brostuUno 'brüloir', etc. Appartiennent au meme do-maine semantique les noms de differents outils, instruments et accessoires, comme p. ex. segün 'scie' (it. segone), t ami z § 'tamis', t imün 'timon (de voiture)', pezg 'balance, bascule', manig '(le) manche', man^g '(le) manche, poignee', cavalet 'cheva-let', läma (de fl'er) 'jante', sesula 'ecope; petite pelle' (ven. sessola, Boerio, 649), puntel 'etai, etangon', ma£g 'masse', armg 'armes' etc. Sont apparentes ä cette categorie les mots designant differents produits techniques ou materiel technique, comme p. ex. balm, balötg 'grain de plomb; boule', bälg 'balle; ballot', br&ntg 'com-porte' (cf. Skok, 1971, 207), caj.bg 'cage', cäreg 'cartouche', casetg 'caisse, boite', cördg 'corde', feräl 'lanterne' (yen. feral, Boerio, 265), färminänti, furminänti 'allu-mettes' (it.fulminanti; pour fiammiferi), härtg 'papier', läpez, läpiz 'crayon', Ubär 'livre', mäste 'baquet, cuve', medizije 'medicament' (derive ä partir du ven. medesi-na), sedije 'seile', šcatulg 'boite', späg 'ficelle', pasarelg 'passerelle' etc. Termes designant des pieces de la vaisselle et du couvert. Les pieces de la vaisselle et du service de table representent les objets dont 1'usage en Istrie a depuis toujours ete influence par les usages et les produits de l'Italie du nord. Appartiennent ä ce groupe les mots comme važ 'vase', bo{g 'carafe' (cf. ven. bozza, Boerio, 96), kikerg 'tasse' (it. chicchera), pijät 'assiette', scodelg 'bol; ecuelle', padelg 'poele', pinatg 'marmite, pot', fuger§ 'brasero' (ven. foghera, Boerio, 277). Pour dire 'couvert', l'istroroumain emploie le mot italien de forme venitiennepošadg ou pašadg (cf. possada, Boerio, 528; it. posata), mais qui signifie en meme temps 'couteau (du service de table)'; 'fourchette' se dit pirün. Mots designant les parties de la maison et les meubles. Avec la signification 'chambre', on emploie la forme camarg au sud (ven. cämara, Skok, 1972, 24) et la forme cambra ä Zeiän (ibid.); on peut citer encore les mots comme scale, scale 'esca-lier'; štufg 'poele', fogoler 'foyer' (ven. fogoler, Boerio, 277), cantun 'coin' (Skok, 1972,31-32), cundöt 'lieux d'aisance' (Skok, 1972,138) etc. Dans le parier de Žejan on trouve le mot miza 'table', comme en Slovene et dans certains parlers croates d'Istrie; il s'agit probablement d'un emprunt ä l'italien du nord (Skok, 1972,435). Le mot casetin 'tiroir' est emprunte a l'italien standard, aussi bien que le mot casün. L'element trejpičor 'trepied' represente un caique d'apres l'italien treppiede et s'em-ploie ä cöte de la forme empruntee Мрце. Se rapprochent de cette categorie quelques termes designant les constructions ou les espaces autour de la maison: portün 'grande porte', šterng 'citerne', stälg 'etable', cörta 'cour' ,j.ardin 'jardin'. Termes designant des pieces de vetements, chaussures, literie etc. Le mode de s'habiller a depuis toujours ete influence, en Istrie, par les usages de la Peninsule et differentes pieces de vetement portent, en istroroumain, un nom d'origine italienne: vestid 'vetement' (forme venetienne), capelin 'chapeau', baretg 'bonnet' (ven. bareta, Boerio, 64), capot 'manteau', jafcefe 'veste, veston' (ven.), bragesi 'pantalon' (ven.), bäthän 'jupe', cötul§ 'robe' (ven.), trovers 'tablier',pnturin 'ceinture, courroie', bärsg (sud), borsa (Z.) 'sac', tacuiin (sud), tacvin (Z.) 'portefeuille', šcarpme (pl.) 'bas de laine', šcafumtg (pl.) 'chaussettes' (cf. Skok, 1973, 397) etc. Chaussures: puntal 'semelle', šcapm 'empeigne (de chaussure)' (ven.), spigete 'lacets'. On peut ajouter aussi les noms de quelques pieces de literie ou de linge qui sont empruntes ä l'italien: šugaman 'essuie-main', stromal 'matelas', lan}ün 'drap', cüsin 'oreiller'. On peut mentionner ici aussi le mot štraf§ 'chiffon' (ven.). Appartiennent au meme type d'in-fluence italienne quelques termes pour les parures et les bijoux: coding 'chaxne, chai-nette' (Z.: cadenza, dimin.)(ven.), color 'collier', urekm (Z.: rir\km) 'pendant, boucle d'oreille', bmpleto (Ž.) 'bracelet' (ven. brazzaleto, Boerio, 98). Noms des personnes qui exercent une profession ou une activite. II y a en istroroumain une liste assez longue de termes de provenance italienne qui designent une personne exergant une profession ou une activite quelconque. Meme le mot si-gnifiant 'metier', ärät, est d'origine italienne. Cela s'explique par le fait que la plupart des metiers et professions modernes, aussi bien que differentes innovations techniques, se sont propagees en Istrie de l'Italie du nord. Nous presentons une liste d'-exemples: ccdiger 'cordonnier' (ven. calegher, Boerio, 118), butiger 'boutiquier, marchand' (ven. boteghier, Boerio, 95), carnal'er 'gargon' (it. cameriere), bil'etaj.o. 'controleur' (it. bigliettaio), bicär 'boucher', cantunjer 'cantonnier', šarto 'tailleur', šartg 'couturiere' (ä cöte des termes creates Шц§ et žmdarifg; it. sorto, sarta), тагац-gün 'menuisier' (it. marangone). Le terme d'origine italienne administrative fäbro (it. fabbm) est employe, dans le parier de Sušrievi{§, comme surnom, tandis que l'em-prunt au croate cov&l, coväc fonctionne comme appellatif ('forgeron'). Pour la notion 'instituteur, institutrice' les parlers istroroumains du sud ont recours aux emprunts ä l'italien majestro, maještrg, tandis que le parier de Zeiän se sert de l'emprunt ä l'alle-mand Schulmeister (штаЏЊт, šumajsteri/a). Pour la notion 'medecin' 1'istroroumain emploie le mot d'origine venitienne medigo (sud; mediy, Z.; medego, Boerio, 408). Le terme boscar 'garde-forestier' est un derive croate ä partir du substantif emprunte ä l'italien boška 'foret' (istror. boskq, boškg, sud). Les mots stng§, strigön (aussi: strigün) 'sorciere, sorcier' sont des emprunts au venitien (striga, strigdn, Boerio, 715). L'element g#ardijän, gvardijän 'gardien' (aussi bien que g#ardije 'garde (cham-petre), veilleur (de nuit)') est emprunte ä l'italien. Le terme qui jouit d'une frequence relativement elevee dans les textes, manaval '(un) manouevre' (d'habitude sans labialisation de 1' Ш accentue), remonte ä l'italien populaire manovale (cf. Zingarelli, 1102, 1104). Les termes soldät 'soldat', zandarmi 'gendarmes', secretar 'secretaire' font penser plutot aux sources creates dialectales (soldat, žandarmi, sekretar). Bien que, au point de vue semantique, ce substantif ne designe pas une personne active, le mot pätiuner 'prisonnier' (ven. presonier, Boerio, 533) pourrait etre classe parmi les mots du present type ä cause de son suffixe. Le terme impj,egäto, impj.egdt§ (sud) 'employe, employee' (avec un [ä]) est un italianisme encore vivant mais. pas trop frequent, tandis que 1'expression capuml (magor) (ou capurđ, avec un [ä]) 'caporal (-chef)' appartient ä la langue des hommes qui ont fait leur service militaire ä l'epo-que de l'ltalie fasciste. Noms des exploitations, ateliers, activites professionnelles etc. Les italianis-mes minierg 'mine (souterraine)' et cävg 'carriere, mine' datent de la fin du XIX6 s., epoque oü etaient organisees les premieres mines modernes en Istrie. Le terme fa-brik§ 'usine' pourrait etre aussi bien un emprunt ä l'italien (fabbrica) qu'au croate familier (fabrika). Quant au mot fabrerije 'forge', il s'agit d'un derive istroroumain ä partir du lexeme fabbro 'forgeron', mais sur le modele du mot d'origine croate co-va$e (Ž.: covačfte) 'forge'. L'italianisme gverg 'guerre' coexiste, dans le sud, avec son synonyme d'origine croate vöiskg. Sont d'origine italienne aussi les mots butigg 'boutique, magasin' (cf. it. bottega) et ostanke 'bistrot' (cf. it. osteria). Termes relatifs au domaine administratif, juridique etc. Dans les villages du sud, les sujets possedant des connaissances actives de l'italien emploient le terme abstrait a^oritd 'autorite', qui reste invariable comme en italien et qui n'est pas adap-te au point de vue phonetique (on s'attendrait ä /au/>/av/, /a/>/a/). Ce terme n'est pas admis dans les parlers creates d'Istrie. Les mots comün 'commune' et cunfin 'limite (d'une propriete)', empruntes probablement au venitien, s'emploient couramment aussi dans les parlers creates. C'est de cunfin que derive le mot cunfinanti 'voisins'. A cote de l'italianisme campäne 'terrain cultive, champs' (sud), il faut mentionner le mot paiz 'pays, village' emprunte probablement au frioulan (bien que revolution it. paese >paiz ne soit pas ä rejeter). Le terme potestative 'palais du podestat's'applique parfois encore pour designer le siege de 1'administration communale. Le mot pärfün 'prison', employe dans toute 1'Istrie et en Dalmatie, est emprunte au venitien. Bien que le terme generalement admis pour 'argent' soit, dans le sud, le mot pmezi (cr.), on se sert parfois aussi de l'italianisme soldi, qui fonctionne comme le seul terme dans le parier de Zeiän (soldi). Le mot prebije 'prix (convenu)' represente probablement un derive istrien sur la base du verbe italien preziare (ven. preziär). L'it. fitto (ven.fito) a donne en istror. fit 'location, bail'. La forme bandjerg 'drapeau' se rattache directement ä l'italien bandiera, tandis que la forme bandira, de Žeian, s'ex-plique comme pseudo-ikavisme croate. On peut ajouter ä ces termes les noms de quelques documents, comme p. ex. matricula (za neviggf) 'matricule (de marin)' et pört§ de ärmi 'port d'armes' (it. porto d'armi). Un groupe special d'italianismes est represente par les termes relatifs aux relations sociales, conditions sociales, coutumes etc. Le terme cärstiian 'homme' est emprunte au venitien (cf. cristian, crestiän, Boerio, 209), mais il est courant aussi dans les parlers croates (krstjan, kßcan; Skok, 1972,197-8) et en frioulan (cf. Pirona, 197). Pour designer un 'etranger', Г istroroumain se sert - comme la plupart des parlers croates d'Istrie et de Dalmatie — de l'emprunt ä 1' italien fürest (it.; ven.foresto). Pour les notions 'camarade' et 'compagnie', on a recours aux emprunts ä l'italien cumpdn (rarement cumpan) et ситрапце, ä Zeiän cumpäne (it. compagna). Les ter- mes uzänfä (sud), užan^a (Ž.) 'coutume', vizita (Ž.) 'visite', bal (sud) 'fetedansante' sont employes aussi dans les parlers croates et remontent ä l'it. usanza, visita, ballo (ven. balo). Termes relatifs ä la vie religieuse. Pour exprimer le sens 'messe', l'istrorou-main utilise le latinisme create mis g (sud), misa (Ž.) (cf. Skok, 1972,430-431), mais les mots miräcul 'miracle', deštin 'destin, destinee' et les termes techniques comme lemözing 'aumone', funeral 'funerailles', cas 'cercueil, biere (it. cassa da mortoY, nönjulo (pl. nönfuli) 'croque-mort, fossoyeur' sont des italianismes (it. miracolo, destine, lemosina, funerale, nonzolo). A ces termes, on pourrait ajouter aussi les mots candel§ 'chandelle' et candelir 'chandelier'; ce dernier mot represente un pseudo-ika-visme du meme type que bandira (Skok, 1972, 283). La forme äriel 'ange' est une adaptation čakavienne de l'it. angelo (cf. Skok, 1971, 43; cf. aussi le frioul. ägnul), tandis que vilice 'jeüne, jour maigre' est un emprunt au frioulan (cf. Skok, 1971, 147-8, s. v. bigla; Pirona, 1277, s. v. vilie). Le terme pmiter 'cimetiere' est proba-blement un latinisme create, bien que, dans le parier de SušrieviJ?, il pourrait repre-senter aussi l'aboutissement phonetique de l'it. cimitero (ä Sušrievije, on ne distingue pas entre les sifflantes et les chuintantes). De la meme fagon que les Creates d'Istrie, les Istroroumains utilisent assez souvent les formes italiennes des noms de bapteme (berto, romdno/rumano, gulio, mania etc.) et des noms de fetes (Sveti Silvestro 'la Saint-Sylvestre'). Les formes alterees des expressions italiennes sont parfois ä la base des sobriquets de certains Istroroumains (p. ex. banasera ä la base de l'it. b(u)ona sera). Termes de parente et termes relatifs aux relations familiales. Pour dire 'parent, -e, cousin, -e', l'istroroumain du sud utilise l'italianisme cuii'n, сиџпе (it.: cugi-no, cugina); le parier de Zeiän a recours au venitianisme repandu en Istrie zärmän (ven. zerman, Boerio, 811; Skok, 1973, 651). Dans les parlers du sud, l'emprunt au venitien cunädo, curiäd§ 'beau-frere (man de la soeur); belle-soeur (femme du frere, soeur du mari)'; dans le parier de Zeiän, cunädo et curiäda veulent dire avant toute autre chose 'cousin, -e' ('fils, fille de l'oncle ou de la tante'; signification admise: cunädo 'beau-frere'; cf. Skok, 1972, 144). Le terme nöno 'grand-pere', nön§ (Ž.: nöna) 'grand-mere' est un emprunt ä l'italien qui a gagne une bonne partie des parlers creates d'Istrie et de Dalmatie. A Zeiän, on emploie ä cote de nöno, nöna aussi les expressions čela betäru cä}e, ča betära maje qui traduisent mot ä mot la formule create čakavienne stari čača, stara mama (region de Kastav) qui, ä son tour, ne represente qu'un caique approximatif d'apres l'allemand Grossvater, Grossmutter. II sera utile de signaler que c'est ä partir du pluriel nöni, et sur le modele du create pmdje-dovi 'ancetres, aieux', que certains sujets parlants de ristroroumain du sud utilisent le caiqueprenoni ('ancetres'). Le mot nipöt 'petit-fils' represente peut-etre un croise-ment entre le roum. nepöt et l'it. nipote (ä Zeiän: unüc). Le terme spözo, spöz§ (sud) 'jeune marie, fiance; jeune mariee, fiancee' (spözi 'nouveaux maries') est un italianisme de mode et probablement recent. L'istroroumain utilise le mot bärba (parfois aussi bärba) non seulement en tant que terme de parente ('oncle maternel ou paternel') mais bien aussi comme terme de respect pour s'adresser aux hommes adultes. Ce venitianisme est repandu un peu partout en Istrie et en Dalmatie. Le parier de Žejan emploie, comme terme de politesse villageoise, le mot cumpär(ven. compäre 'parrain') qui est employe en Istrie et dans certaines partie de Dalmatie (kumpär)\ ä Žeian, ce mot a en meme temps la signification de 'un tel, (un) type, individu'. Pour exprimer la condition d'un enfant naturel, on se sert de l'italianisme mülo (fem. mulifg) ou baštardo (fem. bastardy, baštdrdcr, avec un [a]). II faut retenir qu'un certain nombre de termes echappe ä toute classification precise, qu'il s'agisse des termes ä un sens tres general (qui pourraient figurer dans plusieurs categories) ou bien des elements qui, ä eux seuls, constituent un groupe semantique ä part. Nous signalons quelques substantifs qui n'ont ete mentionnes dans aucune des categories presentees: bandg 'partie', criiänfye 'pollitesse', festq 'fete', fmt§ 'feinte', Његфопе 'liberation', рафоп 'portion\pez§ 'poids\ punti 'coutures', pörät 'port', speze 'frais', storile 'conte, histoire', st"orifä 'fable', väl§ 'vallee', vöt§ (sud), v 6ta (Z.) 'fois' etc. Adjectifs. C'est avant tout dans les parlers istroroumains du sud qu'on trouve un nombre relativement eleve d'adjectifs empruntes ä l'italien:fin,fm§ (Z.: fina) 'beau, joli' (courant en croate), cuntenat, -nt§ 'content' (usuel dans les parlers creates d'ls-trie), debol, 'faible, fragile' (exclusivement dans les parlers istror. du sud; rare dans les parlers croates), dispergp, -g 'desespere', spore, spörk§ (Z.: spöräc, spored) 'sale', scüro '(l')obscur' (subst.), Ubero, -g (sud) 'libre', mercantile (sud; plutot individuel), tenere 'couleur de cendre, gris', drit, -g 'droit', jeleste (sud) 'couleur du ciel', tond, 'rond', Iis, (sud) 'lisse', criianfyöz, -§ 'poli' (cf. criianfiie 'politesse'), scädät '(l')ecarlat' etc. L'adjectif brünast, 'brunätre, brun' represente une forme derivee ä l'aide d'un suffixe croate. Pour exprimer la notion de 'couleur', l'istroroumain utilise un emprunt ä l'italien color (sud), colür(Z.). Verbes. A cote d'un certain nombre de substantifs designant des actions ou leurs resultats (tir 'tir', caštig 'chätiement', špij.e 'action d'epier, mouchardage' etc.), on trouve en istroroumain aussi plusieurs dizaines de verbes qui remontent ä l'italien. Tandis que parmi les substantifs et les adjectifs d'origine italienne on peut trouver des elements qui ne s'emploient pas en croate, tous les verbes istroroumains dont 1'origine italienne est transparente apparaissent normalement aussi dans les parlers croates d'Istrie. Les plus nombreux sont les verbes en (cr. en -at, it. en -are), mais il y a aussi quelques verbes en -i (cr. en -it; it. en -ire ou en -ere). A Zei.an, on trouve aussi quelques verbes en -üj. (sur le modele des verbes croates čakaviens en -ovat). Sauf quelques emprunts tres anciens (comme p. ex. spam (Z.) 'tirer (un coup de)' < it. sparare), qui proviennent directement de l'italien, tous ces elements pourraient etre traites comme des emprunts ä la langue croate. Voici la liste des principaux verbes de ce type: ambarhgi 'embarquer', coculgj. 'dorloter', cumparigj. 'accompagner', castig^i 'punir', dur§j. 'durer', fermgi 'preparer', gambij.g. 'changer', guštgj. 'jouirde', making 'moudre', m antral 'torturer', meritvi 'meriter', mol§i 'arreter', necärg§l 'charger', nevigei 'naviguer', pas§i 'convenir', pärzent§i 'presenter', p(i)iaž4i 'plaire', prontgl 'preparer', piturgj. 'teindre, badigeonner', pestmi 'fendre; torturer' (aussi speštgi, popestri), regul§i 'resoudre, mettre en ordre', rovin§i 'ruiner', ricam§j 'broder', šcart§i 'plaisanter', špii§i 'epier', stuf^j 'ennuyer', scalgi 'diminuer', scapulgi 'esquiver, eviter', tamiz4l 'tamiser, sasser', timbrel 'marquer', urdingj 'commander', užgi 'avoir l'habitude (de)', t"ap§i 'saisir', zecäntgj. '(commencer ä) chanter' etc. Les verbes en -i: diverti (se) '(se) divertir', parti 'partir', posurbi 'siroter', span (t"a) 'disparaitre', cresi 'grandir'. Les verbes en -мј (Z.): respetü). 'respecter', splodiruj 'exploder'. Quoi qu'il en soit, un nombre assez eleve de verbes empruntes suppose un bilinguisme actif, et de longue date, italo-croate d'un cote et croate-istroroumain de l'autre. La presence de quelques adjectifs numeraux empruntes ä l'italien parle en fa-veur des contacts linguistiques intenses en Istrie. Dans le parier du sud, on trouve le mot mil'ar 'mille' qui provient de l'italien migliaw, il faut signaler que l'istrorou-main de Zeiän emploie, avec la meme signification, le mot create tisüt" ou un em-prunt ä l'allemand (par l'intermediaire du Slovene) tävzänt. Le mot cvomär, cvamar '(une) quarantaine, quarante' represente un emprunt ä l'istroroman, probablement par l'intermediaire du croate (cf. Skok, 1972,251). L'expression döpijo dem (type de farine) ne fonctionne en realite pas comme un numeral. Les conjonctions ma 'mais' et m dear (Ž.: mäyar) 'bien que' sont courantes dans les parlers croates d'Istrie. La preposition secondo 'selon, d'apres' semble etre un emprunt individuel. Les exclamations d'origine italienne bravol (et bmvil), dial conserved la realisation [ä] sous l'accent ce qui prouve qu'elles ne sont pas complete-ment integrees dans le systeme. II semble que les adverbes italiens sont entres en istroroumain en tant qu'unites inanalysables. En meme temps, il faut retenir qu'un bon nombre des adverbes istro-roumains d'origine italienne est employe aussi dans les parlers croates d'Istrie. Voici une liste des adverbes les plus frequents et generalement admis: alöra 'alors' (ä cöte de (a)tünfe, sud), dr\ke 'aussi, de meme', ndx\ke, ndr\ca (< ven. nanca) 'non plus, pas meme', almeno 'au moins', ben (ben) 'bien', dor\ke 'done', drito '(tout) droit', försi 'peut-etre'jMŠto '(tout) juste, justement', largo 'loins' (ä Zeiän: departe, roum ,),pena 'ä peine', proprio 'proprement, justement', tdnto 'cependant' (it. intanto), t"&ro 'tres, beaucoup' (< ven. chiarv) Le nombre des elements que 1'istroroumain a emprunte ä la langue italienne (directement ou par l'intermediaire de la langue croate) est assez eleve et notre liste des italianismes istroroumains pourrait facilement etre augmentee. Neanmoins, il faut tenir compte du fait que beaucoup de ces elements n'apparaissent que rarement dans la langue de tous les jours (surtout ä cause de leur caractere plutöt technique) et que leur frequence dans les textes est reduite. Sextil Pu§cariu a demontre qu'un nombre relativement limite des elements lexicaux herites du roumain commun represente, dans les textes de Sušrievije, 82 % des occurences lexicales, tandis que les nombreuses unites lexicales empruntees au croate, ä l'italien etc. ne correspondent qu'ä 18 % des occurences dans les textes (Pugcariu, 1926, 220-221). D'apres nos analyses statistiques, le rapport entre les elements lexicaux herites et les emprunts serait comme il suit: a) Textes de Sušrievi^: elements herites du roumain commun -77,4 % des occurences dans le texte, elements slaves (plus particulierement creates) - 15,7 %, elements italiens - 6,9 %; b) Textes de Zejän: elements herites du roumain commun - 81,6 %, elements slaves (plus particulierement creates) - 16,4 %, autres elements (y compris l'element italien) - 2,0 % (Kovačec, 1984, 581). Pu§cariu affirme que l'element lexical italien en istroroumain est represente avant tout par des emprunts au venitien (Pu§cariu, 1926, 223). Une etude minuteuse du probleme pourrait, peut-etre, prouver que les emprunts au dialecte venitien constituent la majeure partie des italianismes anciens. II faut cependant mettre en valeur le fait que le dialecte venitien et l'italien standard du type toscan, en tant que deux varietes de la meme langue, ont en commun une quantite considerable du materiel linguistique et il n'est pas toujours possible de faire une distinction systematique entre leurs elements. Dans les cas oü il est possible de faire une distinction formelle claire entre les formes lexicales venitiennes et Celles qui proviennent de l'italien standard du type toscan (cf. Tekavčić, I, 1972, 180-191, 193, 275, 281, 285 et passim), on constate que le nombre des elements du lexique istroroumain qui remontent ä l'italien standard depasse de beaucoup le nombre des elements du type venitien. Les elements de provenance frioulane et istroromane ne constituent que des cas iso-les. Quoi qu'il en soit, il n'y a pas de doute que 1'istroroumain a emprunte au venitien les termes suivants: catorng, brula, bizi, fazo, petarsin, merlin, capüz, $ük§, {uketg, cucümari, intradg, floret, /ücor,; manestrg, marendg, stümig, batüdg, mzin§, duzm§, sesula, feräl, mediziie, böfe, fuger§, pošadg, cämarg/cämbra, foguler, veštid, baret§, cadm§/cadeni{a, caliger, butiger, medigo/mediy, strigg, pärzuner, pärzün, cärstiian, zärmän, cunädo, cunäd§, nöno, nönq, cumpär, nar\ca. II est cependant difficile de faire une distinction entre les elements qui representent des emprunts directs au venitien et ceux qui sont entres en istroroumain par l'intermediaire du croate. Isole dans la montagne, le village de Žeian avait peu de contacts avec le reste du pays. Les rapports que ses habitants entretenaient avec les populations de langue italienne n'etaient que sporadiques et superficiels. Dans les villages istroroumains du sud, au contraire, les contacts avec les groupes italophones ont depuis toujours ete plus reguliere et plus intenses. Depuis le milieu du XIX6 s., les hommes des villages istroroumains du sud, tres souvent, s'embarquaient ä bord des bateaux de commerce oü l'italien etait utilise normalement comme langue de metier et langue 'interethni-que'. C'est pourquoi dans les villages du sud il y a toujours eu un certain nombre de personnes capables de se servir activement de la langue italienne. Etant donne les circostances que nous venons d'esquisser, 1'istroroumain du sud a emprunte ä l'italien un nombre de mots presque trois fois plus eleve de ce qu'a fait l'istroroumain du nord. Une partie au moins des elements d'origine italienne dans le vocabulaire istroroumain accuse un caractere ephemere et assez instable, et il est parfois difficile de porter un jugement sur la question s'il s'agit d'un italianisme generalement accepte ou bien d'un emprunt individuel ou occasionnel. II faut tenir compte aussi du fait que le nombre et la nature des emprunts ä l'italien dependent du caractere du texte oü ils apparaissent ou bien du sujet dont on parle. Neanmoins, il arrive sou vent que l'istro-roumain du sud se serve d'un emprunt ä l'italien lä oü l'istroroumain de Žeian utilise un element d'une autre provenance. Nous avons analyse ailleurs les differences lexi-cales entre les deux varietes de l'istroroumain (Kovačec, 1981, 57-83; 1984,584-6), et nous allons presenter ici quelques differences qui reposent sur la presence d'un emprunt ä l'italien dans les parlers du sud et son absence dans le parier de Žeian. Pour quelques notions de temps, les parlers du sud utilisent des emprunts ä l'italien, comme p. ex. otöbre (ä cöte du croate mihösnacu) 'octobre', setimang 'semai-ne', primaverg (ä cote des mots creates prvlife, mlddo leto) 'printemps', аџтпо (ä cöte du er. jesen) 'automne', tandis que le parier de Zeiän se sert des mots herites du roumain commun (tömna 'automne', primav§m 'printemps') ou bien des emprunts au croate (t"edan 'semaine', otöbär 'octobre', qui est un emprunt ä l'italien adapte au point de vue phonetique et morphologique). On retrouve le meme rapport entre les deux varietes de l'istroroumain pour toute une serie de notions: sttyrg/stevrg 'impot', Ubri 'livres', cläsq 'classe', majestro (-§) 'instituteur (-trice)', mänig, (le) 'manche', sapün 'houe, hoy au', butiro, büro (ä cöte du er. mäslo) 'beurre', mz7 'är 'mille, millier' etc. dans le parier de Sušrievi{§, alors que le parier de Žeian utilise des emprunts au croate ou bien des elements herites du roumain commun: pörez 'impot' (er.), ernye 'livres' (er.), razred 'classe' (er.), sumajster (-Ца) 'instituteur (-trice)' (cr./sl. < all.), dätzäc '(le) manche' (er., bien que mäniy ne soit pas inconnu), motica 'houe, hoyau' (er.), unt 'beuire' (roum.), tisüt" (er.) ou täviänt 'mille' (all., par l'intermediaire du Slovene) etc. De meme que dans le cas de mäniy, les parlers du sud utilisent le mot italien campane 'champs (campagne)' lä oü le parier de Zeiän se sert du mot croate pöl'e, mais le terme campane n'est pas tout ä fait inconnu au nord. On trouve aussi les cas oü, pour la meme notion, le sud et le nord emploient un element d'origine italienne, mais qui etait introduit en istroroumain par voies differentes: cämarg 'chambre' (sud), cämbra (Zeiän). Dans les deux varietes de l'istroroumain, se constituent parfois des paires de synonymes sur la base d'un emprunt au croate (commun aux deux varietes) et un emprunt ä l'italien dans le sud, ä l'allemand ä Zeiän. On trouve p. ex. dans le parier de SušneviJ? les synonymes dar (er.) et pärzent (it.) et ä Zeiän dar et šer\c 'cadeau' (all.; le mot senk est courant dans les parlers creates de la Ćićarija et dans les parlers slovenes limitrophes). Dans d'autres cas, au lieu d'un emprunt ä l'italien dans le sud (surtout pour les adjectifs, les adverbes et les verbes) le parier de Zeiän utilise un mot emprunte au croate, ä l'allemand etc. Par exemple, aux elements d'origine italienne cuntenat 'content, satisfait', debol 'faible, fragile', feleste/čeleste 'bleu clair, couleur du ciel' etc.,pena 'ä peine', almeno 'au moins', försi 'peut-etre' etc., caracteristiques pour les parlers du sud, l'istroroumain de Zeiän utilise de preference les elements d'une origine differente: zadovöl'än 'content', svöhän 'faible' (all.), v (ret 'bleu' (mum.) etc., cömat" 'ä peine', barem 'au moins', mörke 'peut-etre etc. On peut ajou-ter ä cette liste plusieurs verbes, comme p. ex. spari t"ä 'disparaltre', durgj, 'durer', capi 'comprendre', scometgj. (it. scommettere), 'parier', parit"& (ven. parechiäf), pront§i 'preparer' etc. dans les villages du sud, auxquels correspondent dans le parier de Žeian les verbes nestani 'disparaitre', traigi 'durer', anfelgže (roum.), razumi (er.) 'comprendre' (dans le sud, aussi le mot rezumi), vadl'4l (se) 'parier', pripravi/pri-pravl'üi 'preparer' etc. Dans le parier de Žeian, les emprunts ä l'italien s'adaptent normalement aux normes morphologiques de l'istroroumain (p. ex. mediy 'medecin', pl. mediž), et les cas oü cette adaptation n'est que partielle sont plutot rares (p. ex. nöno 'grand-pere'). Dans les parlers du sud, au contraire, un nombre important d'em-prunts semble avoir influence la structure morphologique de l'istroroumain (medigo, nöno, аџтпо, sarto; libero, -§ etc.; v. infra). Sont tout ä fait exceptionnels les cas oü le parier de Žeian se sert d'un emprunt ä l'italien (p. ex. soldi 'argent', par 1'intermediate du croate), et que l'istroroumain du sud utilise un element d'origine croate (pinez 'argent'; le mot soldi est admis aussi dans le sud). A un examen plus attentif de la forme des emprunts ä l'italien, on peut se rendre compte que les unites de ce type se component de differentes manieres. II y a des emprunts qui se soumettent systematiquement aux normes phonetiques et morphologiques de l'istroroumain. Par exemple, dans les villages du sud, quelques individus qui ont termine une ecole italienne, ou qui entretiennent des contacts reguliere avec les italophones, se servent parfois, en parlant istroroumain, des mots čitd 'ville' (au lieu de grad, er.), a#toritd 'autorite' (er. vlast). On peut constater que dans des cas semblables /č/ de čitd ne se realise jamais comme [/] ([ts]), un phenomene auquel il faudrait s'attendre dans un parier, comme celui de Sušrievi{§, qui ne connait pas d'opposition entre les sifflantes et les chuintantes (Kovačec, 1971, 72). D'une maniere semblable, les deux mots ont systematiquement la realisation [ä] (čita, a^orita, de meme que impiegdto, -g, ацке, barem, mäcar, bravo, пацса, tanto etc.) et le mot afloritd n'admet pas le passage /au/ > /av/ (il n'y a pas de realisations *fita, *avtori-tä). Ces deux mots ne changent pas au pluriel. Les elements čitd et aytoritd, qui n'appartiennent pas ä la langue generale, fonctionnent sel on des regies particulieres. Bien que la majeure partie des emprunts istroroumains ä l'italien se soient adap-tes ä la morphologie istroroumaine, il y a des emprunts qui ont apporte des modifications au systeme morphologique istroroumain. Dans le parier de Žeian, le substantif avec le sens 'medecin' est completement integre dans le systeme morphologique (mediy-mediž, comme äntrey-antrez, luny-lunz; cf. Kovačec, 1984, 560-1), alors qu'ä Sušrievi{§ on trouve les formes medigo (rarement medig) pour le singulier et mediz/mediž pour le pluriel. D'une maniere semblable, le mot emprunte au veni-tien, cunädo, a au pluriel curiäz (comme sused-susez; ibid.). Malgre le fait que les substantifs dont il est question ici se sont integres dans les schemes morphologiques existants, il est necessaire de relever plusieurs faits importants. Premierement, e'est grace aux emprunts ä l'italien que l'istroroumain a introduit une nouvelle variante du moneme 'masculin singulier' /-o/ (aux variantes dejä existantes 1-0, -e, -ul: lup-0, frnt-e, socr-u on a ajoute la variante l-ol: cunad-o, non-o, попџ1-о, impiegat-o, gob-o, mul-o, spoz-o etc.). Deuxiemement, c'est grace ä l'introduction des pluriels italiens en l-il (non-i, nonpil-i, impiegat-i, gob-i, mul-i, spoz-i etc.) que le moneme /-i/ 'mase. pl.' - qui, jusque la, n'etait possible qu'apres un groupe consonantique (socr-i, hlap$-i) -cesse d'etre condi tionne par le contexte phonetique. Enfin, la troisieme consequence importante est que le systeme des alternances consonantiques, qui servent pour l'ex-pression du nombre, ne s'applique pas systematiquement ä ce type de substantifs et cesse, par consequent, de fonctionner comme un automatisme: nönfuli, impiegäti, müli, särti et non pas попџГ, impjegd}, mul', Sätj. En meme temps, un nombre plus eleve des cas oü le signifiant pour 'mase. pl.' est l-il contribue ä l'effacement de la distinction 'indetermine'-'determine' (lup~lüpi: nöni-nöni) ä la fin des substantifs. Selon le meme modele, les adjectifs empruntes ä l'italien (comme Ubero, -§) accusent les memes caracteristiques morphologiques (liber-o, -i, -e en face du type bur-0, -{?, -0, -e). Quoi qu'il en soit, les emprunts ä l'italien ont modifie les modeles de l'expression du genre et du nombre des substantifs et des adjectifs. II est necessaire pourtant de souligner que les substantifs de ce type sont peu nombreux dans le parier de Zeiän et que les adjectifs du type Ubero, n'y existent pas. On sait bien que la variete septentrionale de l'istroroumain conserve assez bien la declinaison synthetique des substantifs et des adjectifs, alors que dans les parlers du sud les fonetions du substantif dans la phrase s'expriment presque exclusivement ä l'aide des prepositions ou autres elements preposes (Kovačec, 1984, 567-9). Bien qu'il soit difficile d'affirmer que cette revolution, dans le sud, est la consequence d'une influence italienne, et non pas le resultat d'une evolution interne, l'influence italienne n'est pas ä rejeter. Enfin, une importante innovation dans le systeme verbal des parlers istrorou-mains du sud ne peut etre expliquee que par l'influence de la langue italienne. Le verbe istroroumain veri 'venir' a developpe, sous l'influence italienne, deux significations nouvelles caracteristiques pour les dialectes italiens du nord. D'un cöte, le verbe istroroumain veri a developpe le sens 'devenir' (it. venire - 'diventare'): veri bogat 'devenir riche' ('s'enrichir'), veribetär 'devenir vieux ('vieillir'). Ce calque est courant aussi dans le parier de Žeian. De 1'autre cöte, si l'italien exprime normale-ment le passif ä l'aide de l'auxiliaire essere et du partieipe (Tekavčič, 1972 (II), 318-320), c'est sur le modele de l'italien du nord, oü le passif est exprime aussi ä l'aide du veibe venire en tant que verbe auxiliare (Rohlfs, 1970, 129; Zingarelli, 2125), que l'istroroumain du sud a developpe un moyen nouveau pour exprimer le passif ä l'aide de l'auxiliaire veri: väca virit-a ufisg 'la vache a ete tuee', a cöte du type väcaföst-a u(is§ (it. la vacca e stata uccisa). II est cependant indispensable de mettre en evidence au moins deux restrictions ä cette possibility. En italien, ce type de passif est restreint aux 'temps simples' (Zingarelli, 2125), alors qu'en istroroumain la construction dont il est question ici peut etre employee dans n'importe quel temps. Dans les parlers istroroumains du sud oü eile apparait, cette tournure n'est pas generalement employee et eile n'est meme pas admise par tous les sujets parlants: nous l'avons enregistree dans la parole de quelques personnes ayant des connaissan-ces actives de 1'italien. Un contact linguistique intense et durable, et qui se realisait dans des conditions favorables, a eu pour resultat un grand nombre d'emprunts lexicaux en istroroumain. Cette masse d'emprunts a provoque d'importantes restructurations dans le systeme grammatical de la langue emprunteuse. Au cours de notre analyse, il a ete relative-ment facile d'etablir les correspondances entre les elements istroroumains et les elements italiens dont ils sont issus. Mais l'etude des voies par lesquelles les mots italiens ont penetre en istroroumain se heurte ä de nombreuses difficultes, surtout ä cause du fait que beaucoup de chainons indispensables pour retracer l'histoire des mots font defaut. Ce n'est qu'un atlas linguistique du domaine istrien, comme celui propose par le professeur Tekavčić, qui pourrait suppleer ce manque. Notes Par opposition au dialecte venitien, nous designons par le terme italien (it.) aussi bien 1'italien standard du type toscan ('italien litteraire et officiel') que la langue italienne en general. Valeur des signes particuliers dans notre notation phonetique. Voyelles: g - voyelle palatale la plus ouverte (ae, ä); ä - voyelle velaire la plus ouverte, labialisee. Semi-voyelles: j - semi-voyelle palatale (et fricative palatale sonore); u - serni-voyelle labio-velaire. Consonnes: sifflantes: i (=ts), ^ (=dz), s, z; chuintantes: č (=tš), g (=dž), š, ž; palatales: t" - occlusive palatale sourde; 1' - laterale palatale; ri - nasale palatale. BIBLIOGRAPHIE Boerio (1856): Giuseppe Boerio, Dizionario del dialetto veneziano, Seconda edizio- ne aumentata e corretta, Venezia; Flora, 1975: Radu Flora, Gli italianismi nell'istroromeno, Italica Belgradensia, I, Belgrado (pp. 45-59,4 cartes); Kovačec, 1968: August Kovačec, Observations sur les influences creates dans la grammaire istroroumaine, La Linguistique, 1968/1, Paris (pp. 79-115); Kovačec, 1971: A. Kovačec, Descrierea istroromänei actuale, Bucure§ti (230 p.); Kovačec, 1981: Les differences lexicales entre 1'istroroumain du nord et l'istrorou-main du sud, Studia Romanica et Anglica Zagrabiensia (SRAZ), XXVI (1-2), Zagreb (pp. 57-83); Kovačec, 1984: A. 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Povzetek ITALIJANSKE LEKSIKALNE PRVINE V ISTROROMUNŠČINI Po kratki predstavitvi kulturnozgodovinskih in sociolingvističnih dejstev, ki se tičejo usode istroro-munščine, so navedeni italianizmi v istroromunščini, in sicer neposredne in posredne izposojenke iz različnih zvrsti italijanskega jezika. Samostalniki so razvrščeni po pomenskih poljih, druge izposojenke po besednih vrstah. Posebej se tehta vloga beneškega narečja in pa odnos hrvaškega in italijanskega jezika (hrvaščina je lahko tudi posrednik). V luči izposojanja iz italijanskega besedišča so predstavljene tudi razlike med severno in južno varianto istroromunščine. Članek se končuje z analizo posledic, ki jo je izposojanje leksikalnih prvin imelo v nekaterih delih istroromunskega slovničnega sestava. Ines Loi Corvetto Universitä di Cagliari CDU 805.0-023(459.1) PRASSISCRITTORIA NEL XIV SECOLO: LINGUA E CULTURA NEL GIUDICATO SARDO DI ARBOREA1 I documenti del giudicato di Arborea costituiscono una fönte preziosa per lo studio della complessa situazione linguistica in Sardegna. La varietä sarda parlata nell'area arborense, come e noto, e considerata ormai un sistema autonomo rispetto alle altre varietä rappresentate in particolar modo dal campidanese e dal logudorese. Caratterizzato da tratti alcuni dei quali sono condivisi dal campidanese mentre altri sono tipici del logudorese, l'arborense e stato definito per lungo tempo come una varietä "mista", tipica delle aree di confine, delle zone grigie, influenzata dai due dialetti sardi contigui che sono appunto il campidanese e il logudorese. Nell'indagare la lingua della Carta de Logu, uno dei piü importanti documenti del giudicato di Arborea, Guarnerio (1905) sottolinea la caratteristica "mista" della parlata arborense dovuta al fatto che l'area costituisce il punto nel quale vengono in contatto il logudorese e il campidanese; la diffusione del campidanese nella zona di Orisitano e il mantenimento di fenomeni tipici de! logudorese, con l'innovazione di altri tratti sempre del logudorese, avrebbero contribuito a rendere sempre piü compo-sito il carattere dell'arborense. AI contrario Sanna (1975) rileva la specificitä dell'ar-borense che non puö essere considerato come la parlata di una zona grigia, un miscuglio di campidanese e di logudorese, bensi come una varietä dotata di una propria autonomia che si contrappone agli altri dialetti sardi. Lo studioso sottolinea so-prattutto talune peculiaritä dell'arborense rappresentate dall'oscillazione nelle terminazioni in -e e in -o e dall'alternanza di -os e di -us per la formazione del plurale; queste terminazioni caratterizzano i sistemi linguistici contigui, dal momento che -e ed -os sono tipici del logudorese, mentre -i ed -us sono peculiari del campidanese; tuttavia queste alternanze caratterizzano anche la fase arcaica del campidanese, come e possibile constatare nelle antiche carte campidanesi (le Carte Volgari dell'Archivio Arcivescovile di Cagliari pubblicate dal Solmi 1905, la Carta cagliaritana in caratteri greci a proposito della quale vd. Blancard-Wescher 1874). Secondo Sanna quindi talune caratteristiche dell'arborense, che sono state considerate dagli studiosi come tratti peculiari del logudorese contrapposti a quelli campidanesi, compaiono nelle due maggiori varietä sarde nella fase arcaica, prima che intervenisse il processo di diver-sificazione tra il logudorese e il campidanese che in quest'ultima varietä ha condizio-nato il cambiamento delle terminazioni -e ed -os rispettivamente in -i ed -us. L'arborense si presenta pertanto come una varietä autonoma "con caratteri antichi e 1 La ricerca e stata effettuata con un contribute del M.U.R.S.T. nuovi che si incontrano: per intenderci, caratteri di tipo logudorese (che non sono perö imitazioni logudoresi, ma forme genuine) e innovazioni campidanesi, in un'area intermedia, come ci dimostrano chiaramente i dialetti odierni di questa zona" (Sanna 1975: 124). Questi tratti sono rilevabili nelle antiche carte arborensi, ovvero nella carta del XII secolo concemente la conferma da parte di Orzoccor de Zori delPaffrancamento delle ville di Nuraghe Nigellu e di Masone de Capras, deciso da donna Nibata, (cfr. Besta 1906: 423-33; Volpicella 1926: 63-90; Monteverdi 1935: 34-6; Lazzeri 1942: 58-66) e nella carta del 1102 relativa ad una permuta di beni tra il giudice Torbeno e Costantino d'Orrubu (cfr. Merci 1978). Oltre a queste carte, i documenti piü importanti redatti nella varietä arborense sono rappresentati dal condaghe di Santa Maria di Bo-narcado del XII secolo, dal Brogliaccio di San Martino di Oristano, dal Condaxi Ca-brevadu, dal condaghe di Santa Chiara di Oristano e dalla Carta de Logu de Arborea. I tratti che consentono la caratterizzazione dell'arborense rispetto alle principali varietä sarde sono stati indagati da Sanna (1975: 121-68) e recentemente da Virdis (1982 e 1988) e da Maninchedda (1987 e 1987 a). Mentre rinviamo soprattutto a Virdis (1988) per una esauriente analisi delle principali caratteristiche dell'arborense, ci soffermiamo su un aspetto linguistico dell'area arborense, rappresentato dall'inter-ferenza rilevabile negli antichi documenti e derivante dalle altre lingue (il toscano e il catalano) che, per le note vicende storiche che hanno riguardato la Sardegna e in particolar modo il giudicato di Arborea2, hanno influenzato la parlata locale e la prassi scrittoria. Come vedremo, la presenza di altri sistemi non favorisce solamente il feno-meno dell'interferenza; dall'epistolario dei regoli del giudicato di Arborea, per esempio, si ricavano suggestive informazioni sul plurilinguismo che doveva caratterizzare il giudicato e si nota l'alternanza dei codici nella stesura delle lettere da parte dei regoli e dei loro familiari. L'influenza del toscano e, in un periodo piü tardo, del catalano e dello spagnolo nei documenti arborensi testimonia lo stretto contatto che si manifesta fra la cultura locale e quella dei dominatori, ma non solo dei dominatori poiche il toscano e impie-gato nella prassi scrittoria anche in un periodo in cui la Sardegna faceva parte ormai del regno di Aragona. Merci (1978: 365) sottolinea l'occorrenza del toscano mezetima "mercoledi" nella carta del 1102, esito che erroneamente e stato interpretato "giovedi" dagli studiosi precedenti; come rileva Merci (1978: 376) la presenza di questa forma toscana nell'area sarda e stata segnalata da Wagner (1951 e DES), ma e attestata solo da questa carta. Altri toscanismi sono attestati invece da altre carte; le forme toscane del condaghe di S. Maria di Bonarcado ancu "anche", preiti "prete" ricorrono rispet-tivamente nelle Carte Völgari dell'Archivio Arcivescovile di Cagliari, negli Statuti Sassaresi, negli Statuti di Castelsardo e nella Carta de Logu (ancu), e nei condaghi di San Pietro di Silki e di San Nicola di Trullas, nelle Carte Völgari cagliaritane (preiti)3. 2 Cfr. Artizzu (1973 e 1985), Casula (1978 e 1979). 3 Segnaliamo anche l'occorrenza nello stesso condaghe del toscanismo mustarolu "tipo di panno"; per Sanna (1975:167) rileva alcuni esiti del condaghe che possono essere considerati dei toscanismi: si tratta delle forme sincopate quattru e atru (=antico toscano atro; cfr. Wagner DES, s.v. ätteru) che si contrappongono alle forme logudoresi battoro e atte-ru. Altri testi arborensi, appartenenti al XVI secolo, sono il Brogliaccio del convento di San Martino di Oristano, edito da Atzori (1956), e il Condaxi Cabrevadu, la cui edizione t stata curata ugualmente dall'Atzori (1957); questi testi, come afferma Sanna (1975:158), costituiscono uninteressante fönte per lo studio del'evoluzione subita dalla varietä arborense e, per quel che concerne la nostra indagine, rappresentano una testimonianza dell'influenza esercitata dalle altre lingue con le quali l'arborense e in contatto, il toscano e lo spagnolo. Nel Brogliaccio di S. Martino Sanna (1975: 160-1) rileva la presenza di toscanismi (per esempio voltas, considerato dallo studioso come un prestito non assimilato) e di esiti fonetici che riproducono il modello toscano (per esempio rj > i in nodaiu, oberaiu), mentre a proposito della lingua del Condaxi Cabrevadu si osserva che "Trattandosi di linguaggio e di formulario notarile abbonda l'influsso culto latino. Frequenti gli influssi lessicali spagnoli: piü numerosi quelli toscani" (Sanna 1975:163). D condaghe di Santa Chiara di Oristano, la cui edizione e curata da Maninchedda (1987), conferma l'influsso toscano nella prassi scrittoria dell'area arborense; questo condaghe, che risale agli anni tra la fine del Quattrocento e gli inizi del Cinquecento come afferma il curatore, manifesta una notevole infuenza proveniente dagli ambienti culturali della penisola italiana ed e una fönte preziosa per lo studio delle componenti linguistiche che interagiscono nell'isola. Redatto prevalentemente nella varietä sarda arborense, il condaghe contiene testi scritti in catalano; il procuratore del convento Bartolo Passiu che ha redatto la maggior parte dei contratti "scriveva in sardo mentre gli altri procuratori scrivevano prevalentemente in catalano; alcuni sono bilingui" (Maninchedda 1987 a: 366). Nei contratti redatti in sardo Maninchedda (1987 e 1987 a) rileva l'influsso del toscano e del catalano; per l'influenza della lingua iberica si vedano per esempio buida, che risente della forma catalana vuyt, mongas dal cat. monja, complidos in annos passados e complidos (cfr. la forma cat. coplit, Maninchedda 1987: 20). Nell'ambito dell'influsso esercitato dalle lingue iberiche Maninchedda (1987 a) rileva l'occorrenza di alcuni esiti influenzati dallo spagnolo, quali patiu < patio, co-stadu a proposito del quale il Wagner (DES, s.v. kdsta) afferma "probm. = spagn. costado, cat. = costaf, e infine calongu che "potrebbe non essere l'esito della caduta della postonica di CANONICUS, ma dell'influsso dello spagn. calonge agevolato dalla dissimilazione consonantica n-n> l-n tipica del campidanese" (Maninchedda 1987 a: 370). L'influenza del toscano e certamente piü sensibile e puö essere rilevata non solo a livello lessicale, ma anche a livello morfo-sintattico: la terminazione -o al posto di le forme toscane nel condaghe di S. Maria di Bonarcado cfr. Wagner (1951: 250 e 255). -u in numerosi esiti lessicali, l'occorrenza di sequenze quali sa suprascrita, sa propria manu, su quallii4 testimoniano una certa incidenza del toscano; ma e soprattutto a livello lessicale che ne notiamo l'influsso come confermano i numerosi toscanismi forniti da Maninchedda (1987 e 1987 a), molti dei quali non sono registrati dal Wagner: si vedano gli esiti lessicali largamenti, pezu, protanti, confinis, medianti, quar-teri, dimmodo, apartamentus, ecc.5 II condaghe di S. Chiara costituisce un interessante documento per l'esame non solo dell'interferenza linguistica, ma anche dell'alternanza dei codici nelle carte re-datte da una stessa persona: le carte 10 v., 53 v., 37 r. scritte da Perot Porrita sono redatte in catalano e in sardo, e ugualmente le carte 82 v. e 83 v., il cui scrivente e ignoto, sono redatte rispettivamente in sardo e in catalano. "II condaghe di S. Chiara rappresenta, dunqe, il chiaro esito di un confronto tra tre codici linguistici: il sardo, il catalano e l'italiano" (Maninchedda 1987: 19). Fra i documenti dell'area arborense occupa un posto privilegiato la Carta de Logu, un documento di particolare importanza per gli studi giuridici e per la cono-scenza delle antiche consuetudini del giudicato. La Carta, promulgata da Eleonora di Arborea nel 1392, e un'opera composita, il cui nucleo originario e costituito proba-bilmente dalle leggi del regolo Mariano IV; ma alio stato attuale delle ricerche non e possibile operare una distinzione fra le disposizioni attribuibili al giudice e quelle dovute alla figlia Eleonora. Della Carta de Logu de Arborea possediamo un unico manoscritto, quello cagliaritano, e disponiamo di numerose edizioni, non tutte affida-bili; l'edizione Besta-Guarnerio (1905) rimane l'unica stampa che presenti una relativa correttezza nella lettura del manoscritto, mentre l'edizione di Mameli (1805), pur corredata di un'utile traduzione in italiano, risente degli errori delle stampe precedenti delle quali il Mameli si serve per la sua edizione. Nello studio sulla lingua della Carta de Logu Sanna (1975: 121-40) rileva piü volte i tratti linguistici peculiari del documento, appartenente ad un'area che fino al XV secolo non risente dell'influenza del catalano; infatti per quanto "riguarda l'area arborense non va dimenticato che, se vi erano penetrate le forme toscane, essa aveva opposto resistenza militare e politica, prima di tutto alia penetrazione aragonese. II che significa che mentre l'influsso catalano era assai diffuso nel campidanese, esso fu assente quasi del tutto fino al XV secolo nell'area arborense. E [...] proprio la conser-vazione nella Carta di una forma come ebba (equa) rispetto all'innovazione aqua (dal toscano acqua) che sostitui l'esito sardo autentico abba dimostra questa mancata penetrazione del catalano. Egua infatti, giä presente ai tempi della compilazione della Carta nel campidanese (ma non nella zona arborense) e forma catalana" (Sanna 1975: 126). Tanto il Guarnerio (1905) quanto il Sanna (1975) sottolineano la preponderanza dell'influsso toscano nella redazione della Carta. Sanna (1975: 136) manifesta dei dubbi circa la presenza dell'influsso iberico nella scrittura; forme lessicali del tipo 4 Gli esempi sono tratti da Maninchedda (1987: 20). 5 Un elenco completo e contenuto in Maninchedda (1987 a: 388). desviadu, mescladura, biage con le varianti biagio e biatgio potrebbero essere attribute a cause differenti, senza escludere la possibilitä della presenza di uno scrivano spagnolo nel giudicato di Arborea; gli esiti desviadu e mescladura potrebbero essere forme sarde, secondo Sanna, mentre 1'occorrenza di biage puö essere dovuta ad una scrittura o ad una lettura non attendibile. Ugualmente la resa grafica que-, gue- per che-, ghe-, che potrebbe essere considerata di tipo iberico, richiama la grafia genovese (cfr. Sanna 1975: 136). Una lingua composita, quindi, quella della Carta de Logu, nella quale certamente e presente un notevole influsso toscano (e su questo aspetto concordano il Guarnerio e il Sanna); nello stesso tempo perö non possiamo escludere altri tratti esogeni. Vogliamo soffermarci ora proprio sulla compresenza dei sistemi linguistici nel-l'area arborense, prendendo in esame non solo l'interferenza linguistica ma anche l'alternanza dei codici. L'uso delle diverse lingue da parte di un medesimo utente e significativo ai fini dell'approfondimento delle componenti linguistiche che interagi-scono in una data area, sia perche quest'uso e una prova della familiaritä che l'utente ha con le diverse lingue che fanno parte del proprio repertorio, sia perche l'impiego alternativo e la testimonianza della scelta consapevole di questa o quella lingua ai fini comunicativi, scelta che e condizionata da molteplici fattori; ma l'impiego alternativo dei codici e un'ulteriore testimonianza soprattutto della variegata composizione cul-turale della zona. L'assetto linguistico diversificato dell'area arborense e riflesso negli antichi document^ nei quali i prestiti potrebbero costituire solo una conferma della progressiva penetrazione delle culture esogene dovuta alle diverse dominazioni che si sono succe-dute in Sardegna. Come e noto, nell'isola si sono avute le dominazioni pisana e genovese a partire dall'XI secolo e fino al 1323, anno in cui la Sardegna entra a far parte della compagine catalana e in seguito, con l'unificazione dei regni di Aragona e di Castiglia (1479), di quella spagnola. In un periodo in cui la lingua dei dominatori e quella catalana o spagnola, i prestiti toscani potrebbero rappresentare delle forme penetrate precedentemente e che sono state ormai assimilate dalla varietä sarda; ma i documenti dell'area arborense testimoniano l'uso del toscano durante la dominazione catalana e spagnola. Di particolare importanza a questo proposito sono i documenti della cancelleria del giudicato di Arborea, l'unico stato indigeno che sopravvive fino al 1410. II giudicato di Arborea, a proposito del quale esaminiamo l'uso di diverse lingue negli scritti dei regoli e dei loro familiari, e un'area privilegiata per lo studio del plurilinguismo. La storia del giudicato di Arborea segue certamente le sorti dell'isola6; vediamo i giudici di Arborea allearsi con i pisani e i genovesi, a seconda degli eventi, durante la dominazione delle due repubbliche in Sardegna, cosi come assistiamo all'alleanza dei regoli sardi con i catalani a partire dal 1323, anno in cui 1'isola entra a far parte della 6 Per gli eventi storiti della Sardegna a partire dali 'XI e fino al XIV secolo rinviamo ad Artizzu (1985) e ad Anatra (1984). compagine iberica, e fino al 1353 quando fra l'Arborea e i catalani scoppia.la guerra che segna 1'opposizione dei regoli nei confronti dei dominatori aragonesi. L'ultimo giudicato sardo, dopo la fine degli altri giudicati isolani awenuta in seguito alia sot-tomissione della Sardegna alia Corona di Aragona, sopravvivera fino al 1410. Nella prima fase della dominazione catalana, owero fino al 1353, i giudici con-dividono gli interessi aragonesi e, tramite un'abile politica matrimoniale, intensifica-no i rapporti con le piü importanti casate iberiche. Come rileva Casula (1979: 75) il "giudice Ugone II (1321-1335) [...] fece sposare ben sei dei suoi dieci figli - escluso il primogenito e successore Pietro III (1335-1347) - con donzelli e donzelle di fami-glie iberiche, dando origine a grandi e prestigiose casate spagnole, quali quelle dei Vilamarin, dei Medinaceli, dei Montalto, dei Soma"; lo stesso giudice preferisce che due dei suoi figli, Mariano e Giovanni, si formino alia corte aragonese dove soggior-nano a lungo e dove ricevono un'adeguata istruzione. D'Arienzo (1968) ha messo in rilievo i profondi legami che sussistono fra gli ambienti catalani e i giudici arborensi, che nella penisola iberica hanno ricchi possedimenti comprendenti numerosi castelli e terre. Nonostante questi legami, la cultura del giudicato di Arborea risente dell'in-fluenza dei maggiori centri della nostra penisola. Questa presenza dei moduli toscani o genovesi durante la dominazione catalana puö essere intesa come il perdurare dei modelli importati dai dominatori precedenti, cosi come puö essere considerata come un'accettazione volontaria di nuovi istituti al fine di affermare l'indipendenza rispetto al potere aragonese; tuttavia se "questa influenza fosse di natura nuova o tradizionale, se, cioe, vi fosse stato da parte degli Oristanesi un riavvicinamento alia penisola italiana nel periodo di guerra dell'Arborea, dal '53 in poi, o se il forte istinto conservativo dei Sardi si manifestasse ancora una volta nella conservazione dei modi e degli istituti italiani pre-aragonesi, incon-sciamente, o magari per affermare di fronte agli Iberici la propria indipendenza e la propria sovranitä, questo e ancora da chiarire" (Casula 1979: 77). L'esame di alcuni aspetti della vita sociale del giudicato conferma comunque la presenza di una marcata influenza toscana e genovese e l'adozione di moduli culturali provenienti dalla nostra penisola. Nell'indagare il contesto sociale del giudicato di Arborea, Casula (1979: 80) fa notare come importanti cariche siano attribuite a personaggi appartenenti agli ambienti culturali dell'oltre Tirreno: l'arcivescovo di Oristano Guido Cattaneo e pro-babilmente, secondo Casula, un pisano; il notaio Giovanni Seile ed il medico dei giudici Grazia Orlandi provengono dai centri della nostra penisola. Altri aspetti del-l'ambiente giudicale, e soprattutto dello scrittorio, riconducono ad una matrice non catalana: la carta impiegata, grigia con filigrana a vergelle, e diversa da quella usata dalla cancelleria catalana (cfr. Casula 1979: 81); ugualmente la scrittura delle carte arborensi riconduce per le sue caratteristiche ai moduli peninsulari. Non bisogna pensare, perö, che questi tratti dello scrittorio giudicale possano essere attribuiti al ruolo dell'arcivescovo Guido Cattaneo, forse cancelliere del giudicato, perche sottolinea Casula (1979: 84) "L'appunto sarebbe valido se... non si notasse nello Scrittorio di Oristano una costante prelazione per i tipi della nostra penisola fino alia caduta del piccolo regno sardo, nel 1410". Anche per quel che concerne la datazione il giudicato di Arborea si differenzia rispetto al regno di Aragona; nel giudicato sardo infatti e adottato lo stile dell'Incarna-zione pisana, mentre nel regno di Aragona il computo del tempo awiene secondo lo stile dell'Incarnazione fiorentina. Casula (1978 e 1979) rimarca in piü punti "Palteritä" culturale del giudicato di Arborea rispetto all'ambiente dei dominatori; lo studioso esamina questo aspetto del giudicato sardo approfondendo lo studio della variegata composizione culturale che caratterizza il contesto arborense. I moduli che possono essere attribuiti all'influenza culturale della penisola vengono analizzati sia nel periodo che vede i regoli alleati degli aragonesi, sia nell'arco di tempo durante il quale gli arborensi si contrappongo-no al potere catalano. La datazione secondo lo stile pisano, per esempio, e adottata anche durante il periodo precedente la ribellione degli arborensi, per quanto il re ara-gonese, Pietro IV il Cerimonioso, avesse ordinato nel 1350 "che in tutti i territori della Corona (compresa la Sardegna), per evitare Peterogeneita cronologica nelle scritture, si adottasse lo Stile della Nativitä (25 dicembre del 753 di Roma)" (Casula 1979: 88). L'alteritä culturale, tuttavia, viene intesa anche come un atteggiamento di opposizione nei confronti dell'ambiente iberico: "e evidente che la diversitä di lingua, di costumi, di mentalitä e, forse, un atteggiamento di superioritä nei confronti dei Sardi da parte degli Aragonesi, mal accetto in generale e, in particolare, in un Paese che si conside-rava sovrano, fece si che 1'Arborea rimanesse sostanzialmente fedele alla tradizione italiana, ormai recepita da secoli ed adattata alle esigenze locali" (Casula 1979: 85). Persino l'esame delle opere artistiche dell'area arborense riconduce all'ambiente culturale della nostra penisola: il polittico di Ottana, per esempio, la cui esecuzione av-viene presumibilmente fra il 1338 e il 1343, secondo i critici e opera di un pittore toscano o meridionale, influenzato comunque dalla cultura toscana: l'anonimo pittore potrebbe essere un giottesco pisano, un meridionale, verosimilmente un napoletano, che risente dell'influsso della cultura toscana oppure un artista dell'ambiente napoletano formatosi sotto P influenza di Oderisi da Benevento (cfr. Casula 1979: 90). Questa prevalenza della cultura proveniente dalla penisola non deve essere intesa, perö, come una tendenza che mira ad escludere o, per lo meno, ad emarginare altre componenti culturali. Come rileva Maninchedda (1987: 19) riferendosi al condaghe di Santa Chiara, l'area arborense rappresenta un punto di incontro di piü culture, dove diversi codici linguistici si alternano nei contesti comunicativi. Precedentemente abbiamo accennato al fatto che non solamente le interferenze linguistiche costituiscono per l'area arborense una testimonianza della compresenza di piü sistemi linguistici, poiche l'interferenza e dovuta prevalentemente all'esposizione o alla pratica, anche relativa, che Putente ha con due o piü codici. Per l'area arborense disponiamo di documenti che testimoniano l'uso alternativo delle lingue da parte di una stessa persona. Le carte reali del giudicato di Arborea, pubblicate da Casula (1970 e 1977) e da D'Arienzo (1970), confermano la diffusione di piü codici linguistici nella prassi scrit- tona. Fra le carte reali di Alfonso III il Benigno segnaliamo una lettera di Munillio Cicirera (?) e di Giovanni Uta diretta ad Ugone di Arborea, in data 7 febbraio 1331, che e redatta in sardo (cfr. Casula 1970: 114); il 9 febbraio 1331 Ugone di Arborea scrive in latino una lettera al governatore di Sardegna Raimondo de Cardona (cfr. Casula 1970: 114), mentre lo stesso Ugone riceve due lettere redatte in toscano, una da un anonimo I'll gennaio (s.a.) (cfr. Casula 1970: 120) e l'altra da Francesco Satio, marito della sorella del regolo, in data 2 febbraio (s.a.) (cfr. Casula 1970: 201). Fra le carte reali di Giovanni il Cacciatore segnaliamo le lettere di Brancaleone Doria, marito della reggente Eleonora, redatte in catalano e in toscano; la prima lettera, datata 8 marzo 1393, e diretta al governatore del Capo di Logudoro Francesco Montbui ed e scritta in catalano, mentre la seconda lettera del 10 febbraio 1392 e diretta ad un nobile siciliano Andreotto Chiaramonte ed e redatta in toscano; quest'ultima lettera, come vedremo, e di particolare importanza in virtü di alcuni tratti dovuti all'interferenza di altre varietä linguistiche. Le carte reali di Alfonso III il Benigno, di Pietro IV il Cerimonioso e di Giovanni I il Cacciatore forniscono utili informazioni sui contatti che i sardi, e non solo gli arborensi, hanno con gli ambienti dell'oltre Tirreno. Numerosi sono i documenti nei quali gli autori delle lettere, soprattutto catalani, manifestano le proprie preoccupazio-ni per le continue presenze pisane e genovesi. U 13 marzo 1388, in seguito ai soprasi subiti dai genovesi ad opera di alcuni catalani, Giovanni I ricorda al governatore di Sardegna il patto tra Pietro il Cerimonioso e il comune di Genova che esclude simili atti (cfr. Casula 1977: 38-9). II 31 (sie!) settembre 1391 Giovanni de Montbui, governatore dell'isola, i consiglieri ed i probiuomini di Cagliari inviano una lettera ad Antonio de Pujalt e Francesco Roig con la quale informano "sui movimenti bellici di Brancaleone Doria e sulla presa del castello di Sanluri da parte degli Arborea. Sempre i mittenti chiedono poi rinforzi per difendere il quartiere del porto di Cagliari e la villa di Alghero, e chiedono altresi un intervento del re presso i Comuni di Pisa e Genova affinche in virtü della pace stipulata cessino d'inviare vettovaglie e armi in Sardegna ai ribelli" (Casula 1977: 56-7). Abbiamo segnalato solamente due documenti che te-stimoniano la presenza, e l'ingerenza, dei pisani e dei genovesi nelle vicende della Sardegna ormai catalana, ma le carte reali aragonesi pubblicate da Casula (1970 e 1977) e da D'Arienzo (1970) forniscono un interessante quadro dei contatti fra i sardi e gli ambienti pisani e genovesi. Durante il primo secolo della dominazione catalana in Sardegna, i rapporti militari, ma anche commerciali, dei sardi con gli operatori della nostra penisola non sono limitati agli ambienti pisani e genovesi. II 12 novembre del 1334 il re Giacomo di Majorca scrive ad Alfonso di Aragona informandolo che un'armata "composta da 700 cavalieri genovesi, milanesi, pisani e di altri Comuni italiani" (Casula 1970: 183) si accinge a partire per la Sardegna alio scopo di conquistarla; con la carta del 5 agosto 1341 Pietro IV il Cerimonioso ordina "al governatore generale, al vicario, ai baiuli, agli amministratori, ai doganieri e agli altri ufficiali dell'isola [...] di usare molte at-tenzioni nei confronti dei veneti che vengono in Sardegna con le loro merci" (D'A- rienzo 1970: 64). Durante il giudicato di Mariano IV, ricaviamo da Casula (1979: 90-1), quando ormai si ha la contrapposizione fra gli arborensi ed i catalani, viene data la caccia agli aragonesi; uno dei mezzi utilizzati per riconoscere un catalano e la verifica della competenza del sardo, ma purtroppo due giocolieri siciliani che si trova-no a Bosa vengono uccisi perche, non dimostrando di conoscere il sardo, sono consi-derati aragonesi. Nel XIV secolo l'ambiente arborense, e anche 1'intera Sardegna, appare come un ambiente composito, nel quale operano componenti provenienti da diverse aree; cer-tamente in molti casi si tratta di stanziamenti temporanei, di contatti anche commer-ciali saltuari che comunque presuppongono un non-isolamento della Sardegna rispetto alia realtä d'oltremare. L'isola, ormai iberizzata con 1'affermazione degli aragonesi, continua ad avere contatti soprattutto con i pisani ed i genovesi non condizio-nati solamente dai possedimenti sardi delle nobili famiglie, mentre si assiste alle presenze sporadiche di operatori che provengono da altri punti della nostra penisola. II giudicato di Arborea e legato all'ambiente catalano; Mariano IV sposa la cata-lana Beatrice de Cabrera-Roccaberti; "Aveva trascorso parte della propria giovinezza in Catalogna, dov'era trattato come un principe; nel 1333 gli era stato conferito perfi-no il cingolo militare; I'll settembre 1339 era stato creato, dal re d'Aragona, conte del Goceano" (Casula 1979: 88); ma questi contatti con l'ambiente aragonese non in-fluenzano fondamentalmente il giudicato sardo, che mantiene i moduli soprattutto pisani. Nell'esaminare le caratteristiche della cancelleria del giudicato di Arborea Casula (1978) rileva i tratti fondamentalmente pisani, sottolineando taluni aspetti che, durante il regno di Barisone I, riconducono ad una matrice genovese. La scrittura delPOristanese, afferma Casula, rimane quella gotica cancelleresca italiana; ma 1'ade-sione ai moduli estranei alla cultura catalana e testimoniata da altre caratteristiche; la cultura del giudicato di Arborea e fondamentalmente composita, formata da tratti pisani, genovesi e catalani in un contesto sardo. Lo stesso Mariano IV usa la lingua catalana e toscana, oltre owiamente al sardo; scrive in sardo oppure in toscano a seconda della lingua del destinatario; le stesse soldatesche del regolo, composte da toscani, tedeschi, inglesi, vengono assoldate a Pisa e alla loro guida sono Cicarello di Montepulciano, Giuliano di Massa, Meylun Birri, Mariano Sassone, oltre ai sardi Guantino de Serra e Cino de Sori (cfr. Casula 1978: 57 e 129). Le differenti componenti culturali emergono chiaramente nella prassi scrittoria. Come si e detto, Mariano IV redige i propri ordini in sardo oppure in toscano; cosi scrive in una lettera riportata nei Procesos de Arborea, della quale citiamo un brano tratto dall'edizione di Casula (1978: 57): "Ecco que due sclavus, unu gregu que at nomine lorgi et unu acteru niellu qui at nomine Nigola, sunt fuidus dae Castellu de Castru et sunt benidus in sas dictas terras nostras pro sos qualis vat so portadore de sa presente lictera nostra que llos conoscet. Et perö vos mandamus que sos dictos sclavus in qualuncha logu et parti de sas terras nostras siant accatadus a peticione et requesta dessu portadore dessa presente los de-piadis tenere et mandari suta bona guardia die nostru de presente que non venguant minus. Veramente per issa presente lictera et comandamentu non intendemus derogari nen rumpiri sos privilegios et immunitadis de cussos logos qui sunt privilegiaduis et ant franquicies que talis hominis bogare non si 'nde potant, ma cussos privilegios et minitadis deppiant esser conservadus et conservadas in sa firmitä issoro, senga muta-cione alcuna."7 II testo presenta i caratteri tipici dell'arborense: l'alternanza delle vocali finali -i ed -e nelle forme verbali tenere, bogare, mandari, derogari, rumpiri, mentre negli esiti nominali ed aggettivali e costante 1'impiego di -e: nomine, portadore, peticione, mutacione, presente; l'oscillazione nella desinenza del plurale -os ed -us in dictos, privilegios, logos, sclavus, fuidus, benidus, accatadus, privilegiadus, conservadus, con una marcata prevalenza del tipo in -us. Un dato rilevante del nostro testo e rappre-sentato dall'assenza della prostesi sia di i- davanti a s+ consonante sia di a- dinanzi a r, fenomeno che invece e largamente attestato nei testi arborensi dei secoli XII-XVI. II pronome atono di 3° persona e rappresentato da los che compare scritto anche con la geminata llos, tratto diffuso negli altri documenti arborensi (cfr. Virdis 1982, XXIV). Nel nostro testo ricorrono numerosi toscanismi, alcuni dei quali sono attestati negli antichi documenti sardi. Ascopo esemplificativo riportiamo talune forme tosca-ne: Ecco e un toscanismo attestato nei condaghi di San Pietro di Silki (XII sec.) e di San Nicola di Trullas (XII-XIII sec.) (cfr. Wagner DES, s.v. akkof; qualis, qualuncha, che ricorre negli Statuti sassaresi (XIV sec.), nel condaghe di Santa Maria di Bonar-cado e nella Carta de Logu nelle varianti qualunqua, calunqua, kalunka, calunca (cfr. Wagner DES, s.v. kdle, -i); requesta, probabile toscanismo che compare anche nella Carta de Logu (cfr. Wagner DES, s.v. rekedere); guardia (cfr. Wagner DES, s.v. gwar-dare); nomine che risente della forma toscana in relazione all'esito della vocale tonica (cfr. Wagner DES, s.v. nümene);portadore (cfr. Wagner DES, s.v.portare, -ai);perö; veramente; privilegios; privilegiados; firmitä; senqa, un toscanismo presente anche negli Statuti di Sassari nella variante senza e nella Carta de Logu de Arborea, nella quale le forme sono costantemente senza e senqa (cfr. Wagner DES, s.v. sene). Citia-mo mfme franquicies come forma che potrebbe far pensare ad un influsso iberico (cfr. Wagner DES, s.v.fränku). 7 "Da poco due schiavi, uno greco che ha nome Giorgio e un altro nero che ha nome Nicola, sono fuggiti da Castello di Castro e sono venuti nelle dette terre nostre, per i quali va il latore della presente nostra lettera che Ii conosce. E perciö vi ordiniamo che i detti schiavi in qualunque luogo e parte delle terre nostre siano trovati, a domanda e richiesta del latore della presente Ii dobbiate arrestare e mandare sotto buona sorveglianza cosi che, al momento, non vengano meno. In veritä con la presente lettera e ordine non intendiamo derogare ne contravvenirc ai privilegi e alle immunitä di quei luoghi che sono privilegiati e hanno franchigie per cui tali uomini non ne possano essere chiamati in giudizio, ma quei privilegi e immunitä debbano essere conservati e conservate nella loro legittimitä, senza che vengono mutali". 8 Per l'esito que rinviamo a Sanna (1975: 136). I prestiti che abbiamo riportato, alcuni dei quali non sono registrati dal Wagner, possono essere considerati come forme ormai inserite nelle varietä sarde; Mariano IV, tuttavia, nella prassi scrittoria impiega il toscano del quale ha una certa competenza; cosi scrive il regolo: "Et se compratore altro aver non ne potrano, che la corte lo comprarä; et chiuncha vendere non lo vorrä, lo poträ avere ad ogna loro voluntä e piacere, cussi da Arestano come da Murreali, dechiarando ad ciascuno que questo si fa per que, se li predicti venissino forgatamente, che resistencia non si potesse avere, over, essendo la gente nostra in alcuna parte che succurrere acconciamente non si potesse, andando scurren-do per quelle parte, non possano trovare nen grano nen panaticha nen reffreschamento e victualia alcuna; e non trovando victualia nen grano, lo dito stolo non poträ stare, e conviene che partire si debbia, per che elli non anno victualia, nen da Castello avere non potrano." Nella lettera di Mariano IV ricorrono alcune forme rilevanti che riportiamo, rife-rendoci non solamente al brano riprodotto ma all'intero testo: luocho con il dittonga-mento tipico pisano (ma la forma non e sonorizzata) contro stolo; parte (in nele parte) con la formazione del plurale in -e, presente nel pisano ma anche nelle varietä di altre aree toscane; tra le forme verbali notevoli segnaliamo serano e venissino, esito pisano con la formazione della terza persona plurale deH'imperfetto congiuntivo in -n-. Altri tratti del nostro testo rinviano all'area toscana occidentale quali l'occorrenza di ogna (ma compare anche ogni), l'impiego del tipo preposizionale in nel (in nel campo, in nele parte de Kallari), la presenza del dittongo au in paraula, la sonorizzazione in seguro contro secundo. Segnaliamo inoltre la modificazione di o in u in cussi e l'occorrenza di predicti, dito tipica, come e noto, del pisano e del lucchese (cfr. Castellani 1952, 1965, 1974 e Dardano 1967); si rileva infine l'assenza dell'assimilazione del gruppo consonantico -cf- in victualia e in predicti contro dito con la scempia. Casula (1979: 95-6) indaga l'ambiente culturale nel quale vive Mariano IV; cir-condato da persone istruite quali i giurisperiti Filippo Mameli, fra' Leoni di Ravenna, Bartolo Catone, Guido de Vada, i medici Grazia Orlandi, Maestro Giacomo e Maestro Corardo, "anche Mariano IV doveva essere colto e raffinato. Sapeva [...] il latino, l'italiano, il sardo e il catalano; era in corrispondenza epistolare con la giovane Cate-rina da Siena; conosceva l'astrologia e le teorie di Tolomeo; aveva sempre a portata di mano una Bibbia" (Casula 1979: 96-7). Tuttavia a prescindere dalla lingua impiegata nella scrittura, rileva sempre Casula (1978: 59), Mariano IV usa il formulario della cancelleria regia aragonese; lo studioso individua i tratti catalani sia negli ordini di esecuzione sia nelle comunicazioni dirette ai sudditi. Anche alcune caratteristiche esterne dei documenti richiamano il modello aragonese: "gli scritti "chiusi" erano sigillati, in genere, col sigillo segreto; quando, invece, erano "aperti" avevano il sigil-lo maggiore, che in Catalogna si chiamava sigillo della maestä. Entrambi erano sigilli "aderenti" di autenticazione, solo in speciali casi usati anche per chiudere il documen- 9 Cit. da Casula (1978: 58-9). to e rendere riservato il contenuto" (Casula 1978: 59). La cancelleria arborense si presenta composita, con caratteristiche tipiche catalane e con peculiaritä invece penin-sulari, le prime limitate all'apparato di produzione dei documenti e alia loro sigillatu-ra, le seconde riguardanti 1'aspetto culturale documentario e derivanti soprattutto dall'assorbimento dei modelli pisani e genovesi; il tipo di scrittura, l'assenza della nota marginale, la disposizione delle righe sono tratti che avvicinano lo scrittorio arborense al modello peninsulare. Come si e detto precedentemente, la scrittura e la minuscola cancelleresca italiana, secondo la definizione di Casula (1978: 83), impor-tata probabilmente da religiosi; tanto la formulazione del documento quanto la sua stesura sono affidate, sottolinea Casula, a persone dotate di una cultura che richiama la nostra penisola. La mancanza della nota dorsale, rileva Casula, e caratteristica anche dei documenti prodotti da altre cancellerie peninsulari; ugualmente la disposizione del rigo di scrittura non e parallelo al lato maggiore, ma segue "il lato minore, come si faceva piü a Pisa che in Catalogna" (Casula 1978: 80). In seguito, con Brancaleone Doria, lo scrittorio arborense avrä taluni tratti genovesi. Anche con Ugone III, succeduto al padre Mariano IV nel 1375, si ha un persistere dell'ambiente culturale che conduce alle cittä dell'oltre Tirreno, con l'accentuazione perö di un atteggiamento anticatalano; ma e nel periodo durante il quale il giudicato e retto da Eleonora di Arborea che si nota un'ulteriore influenza dei modelli peninsulari sull'ambiente giudicale. La presenza nel giudicato di Brancaleone Doria, marito della reggente, contribuisce a rafforzare infatti la componente genovese nell'area arborense. Brancaleone Doria, afferma Casula (1979: 104), conosce il sardo, il toscano, il latino e il catalano. II10 febbraio 1392 invia al nobile siciliano Andreotto Chiaromon-te una lettera, redatta in toscano, della quale riportiamo un brano secondo 1'edizione di Casula (1979: 106). "Et questo sarä in voluntä de la potentia divina, sigondo che la sua gratia volrä administrare; et lantora non vi calirä piü dubitare dilloro, et che seguramente porrete stare in vostra Casa et prospero stamento. Et se per aventura la dicta armata [terra dirita] via cotesta [isula] sensa venire di qua, piacciavi, caro frate, che la vostra vertu con operi valorosi et maneri laudabili vi sia efficaci in [loro] dampagio et crudele destructione. Ma piacesse a lo omnipotente Dio che per sua gratia et misericordia ni consentisse che da questa isula di Sardigna a cotesta isula di Cicilia havesse un ponte che per terra si potesse passare, perche lantora volunterimente vi soccorririamo ala dicta armata, et noy personivilmente ni troveriemo insieme con voy con cinqui milia pedoni sardi et mille sardi da cavallo almeno, inperciö che con la vostra posansa insieme, et con lo vostro senno et virtü, sensa dubio li dieti iniqui et malvagi Cathalani meteriamo ad morte et ad crudelissimo destrugimento, et la loro superbia et presum-ptuosa arrogantia conculchariamo, in manera che sariamo pagati di tutti loro traitioni et malvastai che anno usati in ver di noy. Et voy, come ditto havemo di sopra, staresti a segurtä sensa paura dilloro." Fra i tratti rilevanti che riguardano le consonanti segnaliamo la sonorizzazione in sigondo, seguramente, segurtä, 1'occorrenza di s al pošto di z -caratteristica tipica del pisano e del lucchese- in sensa, posansa, l'assenza dell'assimilazione, in seguito alla sincope vocalica precedente r, in volrä, il rafforzamento sintattico iniziale in dilloro. Per quel che concerne il vocalismo notiamo invece le forme pisano-lucchesi dieta, dieti, ditto, il mantenimento del dittongo in laudabili, il dittongamento in troveriemo, 1'occorrenza di u in luogo di o in volunta, volunterimente. Segnaliamo infine la forma notevolzfunno e 1'impiego del suffisso -ivil- in personivilmente10. In questo brano che abbiamo riportato occorre la forma lessicale lantora "allora" in "et lantora non vi calirä piü dubitare dilloro" e in "perche lantora volunterimente vi soccorririamo ala dieta armata"; si tratta di un prestito genovese (dall'antico geno-vese lantör, lantora; cfr. Wagner DES, s.v.) che negli antichi documenti sardi ricorre, sempre secondo il Wagner, solamente negli Statuti di Castelsardo. Brancaleone Doria, corne e noto, e di origine genovese e la sua cultura, rileva Casula (1979: 103) e di tipo ligure; sono dovute pertanto all'interferenza del genovese, varietä compresente con il toscano nel repertorio linguistico del Doria, le occorrenze di lantora. Persino lo scrit-torio di Casteldoria di Brancaleone segue il modello, afferma Casula (1978 e 1979), del comune di Genova; ma con l'insediamento del Doria nel giudicato di Arborea i tratti genovesi si fondono con quelli pisani e sardi. Oltre che il toscano e, come vedremo, il sardo anche il catalano e il codice che viene utilizzato nella redazione delle lettere di Brancaleone Doria. L'8 marzo 1393 Brancaleone Doria scrive a Francesco de Montbui e la lingua impiegata e il catalano (cfr. Casula 1977: 79-80); ugualmente, e redatta in catalano la lettera (s. d.) diretta a Giovanni de Montbui, governatore di Sardegna (cfr. Casula 1977: 185-9), nella quale il Doria rimarca le origini storiche, autonome del giudicato di Arborea. In altri documenti il Doria dimostra di possedere una buona conoscenza del sardo; cosi scrive il 10 luglio 1391 in un "mandato", del quale riportiamo un brano secondo l'edizione di Casula (1979: 104): "In tanto que sos ambaxadoris proprios qui si mandant in Cadalongja dae Cicilia per issu comte de Piralta et atteros seguacis suos sont istados in sa citadi nostra de Aristani, arrivados per fortuna de tempus, et nos ant contadu per ordine tottu su fattu, et qui in ogni modu sa armada si istabiliscit et mittet se in punta de passare a tottu podere, pro ssa quale causa, considerando vos sa suspecione qui iay in sa predicta letra nostra declarato vos amus, et dubitando qui su governadore de sa Lighera su quali sendu qui semus certo quirchat de frunire et istabilire cussu castellu de cussa citade, non vos illos condugat a deberlu frunire et istabilire cussu castellu ad medu suo cum inganni et vitiu, cum sa presente letra nostra vos faghimus avistos et pro utile et bene vostru cum salvamento, et per consequente de tottu sa nacione sardischa, vos consi- 10 Per la caratterizzazione di questi esiti diffusi in differenti aree toscane rinviamo a Castellani (1952, 1965,1974) e a Dardano (1967). giamus et mandamus qui in neuna manera non depiades consentire nen suffejre qui su castellu fruniat et non istabilischat de vituagia nen de cosa alcuna."11 Ad eccezione dell'esito -is in ambaxadoris e in seguacis, in questo testo si rivela una netta prevalenza dei tratti che l'arborense condivide con il logudorese: la termina-zione -os per la formazione del plurale (proprios, atteros, istados, arrivados, avistos contro Tunica occorrenza di -us in tempus); l'esito della vocale finale -e nelle forme nominali e aggettivali (ordine, suspecione, governadore, citade, bene, nacione, utile, presente contro -i in citadi); la terminazione verbale costantemente in -e (passare, frunire, istabilire, consentire, suffer re). Fra i numerosi toscanismi presenti nel brano riportato citiamo le seguenti forme, alcune delle quali non sono registrate dal Wagner: in tanto que (cfr. Wagner DES, s.v. intäntu), arrivados (cfr. Wagner DES, s.v. arrivare), ogni (cfr. Wagner DES, s.v. on-nia), fattu (con il significato di "evento" giä segnalato da Maninchedda 1987), modu (cfr. Wagner DES, s.v.), quale, quali (cfr. Wagner DES, s.v. kdle, -i), istabiliscit, istabilire e istabilischat (cfr. Wagner DES, s.v. istabilire), dubitando (cfr. Wagner DES, s.v. dudare), certo (cfr. Wagner DES, s.v. čertu), avistos, nacione (cfr. Wagner DES, s.v. natsiöne), neuna (cfr. Wagner DES, s.v. niunu), vituagia che ricorre anche nello Statuto di Castelsardo e nel codice di Sorres (Wagner DES, s.v. vittuaVa rifiuta l'in-terpretazione secondo la quale la forma vituagia sarebbe un genovesismo), cosa (cfr. Wagner DES, s.v. kosa), alcuna (cfr. Wagner DES, s.v. alicunu), ecc. A proposito di frunire e di fruniat Wagner (DES, s.v. frunire) segnala la corrispondenza della voce sarda con le forme dell'italiano fornire e del catalano fornir. Abbiamo citato solo alcuni toscanismi, ma nella lettera di Brancaleone Doria si rilevano numerosi esiti dovuti al contatto del sardo con il toscano. La compresenza di piü varietä nel repertorio linguistico di Brancaleone Doria e dovuta certamente ai rapporti che il nobile genovese intrattiene con gli ambienti pe-ninsulari. Spesso si tratta di rapporti di tipo stategico, miranti ad instaurare un contatto con forze che possono agevolare i disegni espansionistici del Doria ai danni degli aragonesi. La stessa lettera inviata ad Andreotto Chiaramonte, della quale abbiamo riportato un brano, ha lo scopo di esortare il nobile siciliano ad opporsi ai catalani che si accingono a sbarcare in Sicilia; il 12 marzo 1393 il governatore di Sardegna comu-nica al re aragonese che i genovesi "non rispettano la pace, danneggiano l'isola e armano navi a Bonifacio per assalire legni catalani con atti di pirateria, e come rinfor- 11 "dal momento che gli ambasciatori particolari inviati in Catalogna dalla Sicilia ad opera del conte di Firalta ed altri suoi seguaci sono stati nella nostra cittä di Oristano, (ivi) arrivati percircostanze legate alle condizioni del tempo, e ci hanno raccontato ordinatamente tutto il fatto, e che in ogni modo l'armata si va rafforzando e sta per raggiungere la piena operativitä; per la qual causa, tenendo conto del sospetto che vi abbiamo giä dichiarato nella predetta lettera, e temendo che il governatore di Alghero, il quale cerca di rifornire e di rafforzare il castello di codesta cittä, vi induca a rifornire e a rafforzare tale castello a modo suo, con l'inganno e l'imbroglio, per mezzo della presente lettera vi rendiamo avvertiti e per il vostro utile, per il bene vostro e per la vostra salvezza, e quindi di tutta la nazione sarda, vi consigliamo e vi ordiniamo che in nessuna maniera dobbiate consentire e tollerare che rifornisca il castello e lo provveda di vettovagliamento, ne di alcuna cosa". zano il potenziale bellico di Brancaleone Dona il quale avrebbe in mente di occupare Cagliari con uno stratagemma" (Casula 1977: 83). Le azioni del nobile sardo-genove-se e 1'occupazione del castello di Sanluri da parte degli Arborea costituiscono un pericolo, tanto che Giovanni de Montbui informa alcuni nobili sugli avvenimenti con la lettera datata settembre 1391, della quale si e parlato precedentemente (cfr. Casula 1977: 56-7); il 12 agosto 1391 Giovanni Castello informa il catalano Lorens Loques sui tentativi di Brancaleone Doria di occupare Alghero (cfr. Casula 1977: 50-5). Le mire espansionistiche del Doria preoccupano i catalani e richiedono 1'impegno di ingenti forze aragonesi e dello stesso re Giovanni I per contrastare le azioni degli arborensi (cfr. Casula 1977: 88); il 5 febbraio (s.a.) i "consiglieri e i probiuomini del Castello di Cagliari scrivono all'infante Martino, duca di Montblanc, per metterlo al corrente sulla situazione militare dell'isola e della necessitä di un intervento armato del re d'Aragona per fermare Brancaleone Doria" (Casula 1977: 122). I continui contatti del Doria con gli ambienti d'oltremare comportano certamente l'assorbimento dei moduli peninsulari; si tratta di rapporti di tipo politico alio scopo di assicurare all'Arborea l'alleanza con altre forze, accomunate dall'atteggiamento anticata-lano, e al fine soprattutto di reclutare soldatesche per contrastare gli aragonesi. L'assoibi-mento dei moduli peninsulari, perö, e dovuto in modo particolare all'ambiente d'origine del nobile, quello figure, e al contesto composito, per quel che concerne la componente culturale, del giudicato di Arborea nel quale Brancaleone Doria ormai opera. L'Arborea, come si e visto, rimane sempre legata agli ambienti delle cittä dell'ol-tre Tirreno; nell'esaminare i manoscritti arborensi contenenti notazioni musicali Milia (1987: 215-7) sottolinea i legami che intercorrono fra l'area oristanese e gli ambienti culturali della penisola, legami che sono attestati negli antichi documenti del XII-XIII secolo e del XIV secolo. La prima attestazione e contenuta in "quattro frammenti pergamenacei [...] conservati nella Cattedrale di Oristano, dove furono utilizzati come materiale di recupero per la rilegatura di alcuni piü tardi codici liturgico-musicali. I suoi neumi, disposti su un tetragramma con una linea rossa indicante il fa, ci riportano ad un tipo di notazione neumatica particolarmente in uso nell'Italia meridionale, fino a Roma, che viene definita beneventana (Milia 1987: 216). La seconda attestazione del XIV secolo, piü significativa perche prodotta in un contesto politico catalano, e un codice conservato nell'archivio del monastero oristanese di Santa Chiara e che contie-ne, oltre alia regola delle monache, "antifone e salmi in notazione musicale su tetragramma" (Milia 1987: 218). II manoscritto, che e stato rinvenuto e pubblicato da Meie (1985), rappresenta un importante documento per la conoscenza della variegata composizione culturale del giudicato di Arborea. Scritto "in una gotica libraria [...] orientata verso quella sempli-ficazione [...] che caratterizza la littera textualis italiana della seconda metä del "300" (D'Arienzo 1985: 7), il codice oristanese fornisce numerose informazioni sulla vita del giudicato arborense caratterizzato, e stato affermato, da una civilta autoctona12. 12 Cfr. D'Arienzo (1985). Nella sua interessante analisi sulle caratteristiche della musica arborense nel Trecento, Meie (1984) indaga i tratti relativi ai cerimoniali di corte e riconducibili all'ambiente catalano-aragonese e queste peculiaritä vengono ribadite da Meie (1985: 34): alia "corte di Oristano, all'epoca di Mariano IV, l'inizio e la fine dei pasti del giudice erano sottolineati dall'intervento di diversi strumentisti [...]. Nel cerimoniale arborense e evidente un forte influsso catalano-aragonese, poiche nelle Ordinanze di Corte di Pie-tro IV il Cerimonioso (1344) si prescrive che quattro juglars (due trompaäors, un tabaler e un trompeta) erano tenuti ad annunciare appunto l'inizio e la fine dei pasti reali". II codice oristanese perö, che risale al periodo in cui il giudicato t retto da Mariano IV, Ugone III e da Eleonora, rivela delle caratteristiche che riconducono anche all'ambiente culturale della penisola. Oltre alla scrittura, i cui tratti salienti sono rap-presentati dai moduli in uso nelle cancellerie penisulari, alcuni aspetti del tipo di notazione musicale, talune informazioni sulla vita monastica risentono dell'influsso dei modelli provenienti dall'oltre Tirreno; a proposito della pratica dei salassi, per esempio, D'Arienzo (1985: 9) sottolinea la differenza che intercorre fra la prescrizio-ne prevista per le ciarisse oristanesi, che possono ricorrere al salasso non piü di tre volte all'anno, e la norma riguardante le monache parigine alle quali e consentita la pratica del salasso per sei volte all'anno. II codice di Oristano ha una notevole importanza sotto molteplici aspetti, non ultimo il fatto che si tratta di uno dei pochi codici coevi alia fondazione del monastero (cfr. D'Arienzo 1985: 9). Anche la lingua del documento si rivela di particolare interesse poiche, afferma Meie (1985: 18), e redatto "in un latino tipicamente medievale e scorretto, nel quale talvolta sono presenti fenomeni di interferenza tra la fonetica propria del copista e il testo latino"; nella c. 32r, per quanto aggiunta da una mano piü tarda, compare la scritta in sardo "pro sa benedicioni dessu ora(cio) Domine lesu Christe in su missali et pustis sas siguitivas". Sarebbe auspicabile uno studio partico-lareggiato delle caratteristiche linguistiche di questo documento prodotto in un'area linguisticamente composita e che, nella prassi scrittoria, risente dell'influenza di piü codici. La pregevole edizione di Meie, che opportunamente ha fornito "una trascrizio-ne fedele del testimone arborense tesa a restituire la lezione dello scriba in tutta la sua integritä, anche quando si presenta sotto forme astruse e scorrette" (Meie 1985: 41), consente uno studio approfondito delle peculiaritä, anche grafiche, del latino medievale in Sardegna, proprio in virtü della fedele riproduzione del codice priva degli interventi del curatore che, nelle edizioni critiche, mirano e rendere piü accessibile il testo; questi interventi, perö, sottraggono e modificano un dato importante per un'in-dagine storica che voglia esaminare l'evoluzione delle forme grafiche. Casula (1978: 82-9) indaga le particolaritä della grafia adottata nel giudicato di Arborea alio scopo di fornire un quadro dei tratti che caratterizzano la scrittura can-celleresca arborense e che consentono di contrapporre la pratica scrittoria giudicale a quella catalana. Basandosi sull'esame dei documenti orginari della curia del giudicato, documenti che coprono un arco di tempo compreso fra il 1297 e il 1410, Casula metle in evidenza la specificitä dei documenti della curia di Oristano, "la quale ci sembra facesse qualcosa di piü che abbandonarsi all'esecuzione passiva e sciatta della grafia gotica appresa in Italia o importata dagli italiani, verosimilmente dai Pisani: i Sardi oristanesi, infatti, calligrafarono questa scrittura fino alia fine del giudicato. In poche parole: con essa crearono la propria cancelleresca, che dopo il 1323 puö essere contrapposta alla cancelleresca catalana delle scrivanie regie dell'isola" (Casula 1978: 83). La matrice della gotica cancelleresca arborense sarebbe la minuscola cancelleresca italiana, la cui essenza, secondo Casula, e costituita dalla minuscola dei documenti pontifici. I tratti individuati da Casula sono elementi costanti presenti nei documenti dei giudici Ugone II, Pietro II, Mariano IV ed Eleonora, rappresentati da un tracciato acuto nei vertici delle lettere i, m, n, t, u e dai caratteristici terminali delle lettere gambate/,p, q, s. Nonostante l'arco di tempo che separa la stesura del primo e dell'ul-timo dei documenti esaminati da Casula, la scrittura "e sempre la stessa, tracciata in maniera tale che supera ed aimulla i personalismi o "ductus" dei diversi scrivani [...], venendo a formare una scrittura caratteristica, facilmente riconoscibile, rappresentati -va della cancelleria giudicale ed alia quale si puö attribuire senz'altro il nome di cancelleresca arborense" (Casula 1978: 84). Nell'esaminare i moduli delle cancellerie sarde lo studioso sottolinea l'eteroge-neitä di taluni documenti, derivante dall'ambiente composito culturalmente ed in-fluenzato appunto da molteplici fattori, quali la circolazione dei notai e il ruolo dell'amanuense: in Casula (1978), per esempio, e trascritta una pergamena datata 5 febbraio 1326, di particolare interesse per la presenza di piü tipi di scritture. Si tratta di una richiesta tendente ad ottenere la conferma delle immunitä e delle franchigie previste per coloro che lavorano nelle saline del Cagliaritano, vantaggi che sono stati annullati dall'infeudazione della villa di Cepolla a Raimondo Qa Vail. Come rileva Casula (1978: 87) la pergamena ha la "completio" di un notaio proveniente dalla penisola, redatta secondo i tipi della gotica documentaria italiana, mentre il documen-to e scritto con i tipi della gotica cancelleresca catalana da un amanuense catalano e rappresenta, nota sempre Casula, l'espressione giuridica di una comunitä sarda. II giudicato di Arborea costituisce solo un tassello nella variegata composizione isolana, rappresentativo di un'area linguistica, quella sarda, nella quale i differenti influssi culturali si intersecano dando luogo ad un multiforme assetto linguistico. Tan-to piü significativa appare l'alternanza delle lingue ed i fenomeni di interferenza che si manifestano nella prassi scrittoria se consideriamo il periodo al quale i documenti dell'ambiente arborense si riferiscono: si tratta di un arco di tempo che sotto il profilo politico vede 1'Arborea, e la Sardegna, ormai legate all'ambiente iberico del quale vengono assorbiti taluni moduli; ma questi moduli coesistono con la tradizione sarda e con quella proveniente dalla penisola, tanto che persino in un documento piü tardo, il condaghe di S. Chiara di Oristano, e possibile rilevare il coesistere della lingua sarda, toscana e catalana. Non si puö "escludere che anche gli scriventi del XV-XVI secolo facciano riferimento ad una tradizione scritta sarda, in cui l'influenza della penisola italiana era giä notevole" (Maninchedda 1987: 20). BIBLIOGRAFTA Anatra, B., Dall'unificazione aragonese ai Savoia, in Storia d'Italia, vol. X, Torino (UTET), 1984, pp. 189-654. 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Povzetek JEZIK IN KULTURA PISARJEV V 14. STOLETJU: SODNA PISANJA V ARBOREI (SARDINIJA) V poznem srednjem veku raba latinščine popušča, vsaj za dokumente manj tehtne vsebine. Tudi na Sardiniji je to čas vzeveta ljudskega jezika, sardščine. 14. stoletje pomeni kritično obdobje: otoku vladajo sodniki, ob katalonščini (Aragonska krona je formalni gospodar otoka) je sardščina še do konca stoletja deloma jezik uprave. Toskanski vpliv je zaznaven, tudi zaradi ekonomskega pritiska Pise. Avtorica analizira jezik notarjev in pisarjev na sodnikovem dvoru v Arborei, vseskozi pa tehta vpliv toskanizmov. Ti so včasih samo grafični, včasih morfološki, vidni zlasti pri morfemih: sardščina, npr., je iz latinščine ohranila končni -s, italijanščina in tako tudi toskanščina, pa ne; v dokumentih so vidna oklevanja. Pojavljajo se tudi sardščini sicer znane besede, vendar v pomenu, ki je bil v Toskani domač, sardščina tiste dobe pa jih v takem pomenu ni poznala. Roland Bauer Salzburg CDU 805.99 L' INF ORMATIZZAZI ONE DELL'ATLANTE LINGUISTICO SONORO ALDI (ATLANTE LINGUISTICO DEL LADINO CENTRALE E DIALETTI LIMTTROFII) 1. CENNIINTRODUTTIVI L'ALD sonoro1 rappresenta, all'interno del progetto di ricerca ALD I, il settore piü innovativo in merito alle strutture informatiche. Si tratta infatti dell'incorporazio-ne di tutti i dati acustici (raccolti sul campo) in una delle varie catene di pubblicazione. Cio comporta non solo notevoli vantaggi materiali (conservazione della qualitä dei dati sonori a lungo termine, accesso rapido alia realtä acustica e facile duplificazione dei risp. dati), ma anche un considerevole incremento delle attuali possibilitä di tratta-mento strettamente linguistico dei dati, oltre al valore generale dell'intera base documentaria messa a disposizione della ricerca diacronica dei secoli futuri. La rete d'esplorazione di ALD copre gran parte delle varie regioni dell'Italia settentrionale che stanno attorno alla Ladinia dolomitica (Trentino/Alto Adige, Friuli, Veneto, Lombardia), nonche, su territorio svizzero, il lato Orientale dei Grigioni (En-gadina, Valle Monastero). Per ulteriori dettagli si rinvia alia fig. 7. II ns. interesse principale riguarda, come si vede dallo scioglimento della sigla ALD in italiano, il ladino centrale2, anche se i basiletti limitrofi vengono documentati in maniera analoga. In alcune isole linguistiche vengono inoltre rilevati i mesoletti romanzi (l2) usati dagli autoctoni locutori germanofoni (cf. anche fig. 2). II questionario della prima parte del progetto ALD (= ALD I) comprende 806 domande d'ordine fonetico e morfosintattico (cf. Goebl/Kattenbusch/Stehl 1985). Le 216 inchieste di ALD I sono durate circa sei anni e mezzo (ottobre 1985 - aprile 1992). In tutto sono stati coinvolti cinque esploratori di origine, italiana, austriaca e tedesca, rispettivamente mista. L'archivio di ALD I (Istituto di Filologia Romanza, Universitä di Salisburgo) consta della documentazione scritta (216 questional! con le trascrizioni delle risposte basilettali effettuate in loco), della documentazione acustica (registrazione delle risposte su dispositivi magnetici), della documentazione fotogra-fica (all'incirca 12.000 diapositive etno-fotografiche) e delle rispettive documentazio- 1 II termine sonoro e stato scelto per evitare I'assonanza provocata dalla ns. originale denominazione italiana Atlante parlante. In tedesco ("Sprechender Sprachatlas") e in francese ("Atlas parlant") abbiamo perö mantenuto Pelemento parlante. 2 Terminologia di G.I. ASCOLI (1873) corrispondente al termine tedesco Zentralrätoromanisch introdotto da Th. GARTNER (1883). ni elettroniche, di cui tratteremo qui sotto. Ogni anno di lavoro e stato accompagnato da una dettagliata relazione di lavoro retrospettiva, pubblicata sulla rivista scientifica sud-tirolese Ladinia, edita dall'Istitut Ladin "Micurä de Rii" di San Martin de Tor in Val Badia (cf. a questo proposito Kattenbusch/Goebl 1986, Szekely et al. 1987, Bauer et al. 1988, id. 1989, id. 1990, id. 1991, in corso di stampa3). Eprogettato continuare questa prassi sino al termine del progetto ALDI (1994/5). In merito all'impostazione scientifica, l'ALD si definisce come atlante linguistico inter-regionale, seguendo il modello microscopico degli atlanti linguistici regionali francesi. Per il ns. sistema di trascrizione fonetica ci basiamo in gran parte sulle norme dell'atlante macroscopico AIS (cf. Jaberg/Jud 1928-1940; id. 1928, 24-36). La bipar-tizione dell'intero progetto in ALD I (fonetica e morfosintassi elementare) e ALD II (lessico e morfosintassi elaborata) risale ai modelli dei dizionari nazionali svizzeri e cioe GPSR, DRG e VSI. A questa generale progettazione logistica di ALD va aggiun-ta, come si e giä accennato, l'integrazione innovativa della documentazione sonora ed etno-fotografica, che verranno - entrambi - trattate in catene additive di pubblicazio-ne (cf. anche Bauer/Goebl 1991, 76). II finanziamento del progetto viene realizzato esclusivamente con fondi terzi (ted. Drittmittel), ricorrendo alle periodiche sovvenzioni da parte del CNR austriaco (FWF, Vienna), del Ministero alla Pubblica Istruzione (Vienna), del governo nord-ti-rolese (Innsbruck), degli Istituti Culturali Ladini "Micurä de Rti" (San Martin de Tor, Val Badia (BZ)) e "Majon de Fashegn" (Vich/Vigo di Fassa, (TN)) e della fondazione PRO HELVETIA (Svizzera). 2. LA PROGETTAZIONE INFORMATICA GENERALE DI ALD I Puö parere quasi superfluo sottolineare nuovamente l'importanza incontestabile dell'informatica per lo sviluppo della ricerca linguistica generaliter e per quella geo-linguistica e dialettologica specialiter. L'istituzione della nuova disciplina linguistica computazionale (CL4) che ha dato vita a vari sub-settori, tra cui la geolinguistica computazionale, puö essere uno degli indici piü significativi (si veda a questo proposito l'esemplare manuale di Bätori/Lenders/Putschke (1989) che presenta su ben 800 pagine 65 articoli su teoria, metodi e campi di applicazione di CL, nonche una vasta bibliografia di altre 200 pagine; per la geolinguistica computazionale italiana cf. anche il contributo di Pennisi (1990) sul piano di informatizzazione dell'ALS). Nell'ambito della ricerca dialettologica italiana si e, da circa 10 anni, iniziato qualche progetto geolinguistico semi- o totalmente informatizzato. In seno all'ALD si 3 Si vedano inoltre le regolari recensioni di Ladinia da parte del Festeggiato, pubblicate in questa sede (per i volumi IX (1985) - XII (1988) cf. ad es. Tekavčič 1987 e 1990). 4 La sigla CL deriva dalla denominazione anglo-americana Computational Linguistics (in ted. Computerlinguistik, in franc, linguistiquecomputationnelle, ma anche linguismatique, da /inguistique + mioimatique). e, per la prima volta, realizzato un sistema automatico per il trattamento sia dei dati scritti sia di quelli sonori. La lingua parlata, indubbiamente l'oggetto piü autentico e "prezioso" della ricerca geolinguistica in genere, costituisce quindi, assieme alia sua rappresentazione ausiliare tramite trascrizione fonetica (lingua scritta), la base di par-tenza non solo per la costituzione dell'atlante in folio e per quello sonoro, ma anche per ogni futuro studio dei materiali pubblicati. 2.1 BREVE DESCRIZIONE DEL TRATTAMENTO ELETTRONICO DEI DATI SCRITTI Son le circostanze logistiche (di tempo, personale, fattibilitä generale) che danno, nonostante le ns. posizioni "ideologiche"5 delineate prima, anzitutto preferenza alla realizzazione di un atlante linguistico tradizionale, cioe stampato su carta. Diamo alcune cifre esemplari che possono trasmettere la dimensione dell'immensa mole di lavoro per il solo primo volume di ALD (I): A) INDICAZIONITEMPORALI (in parte incroci tra i vari settori elencati): a) predisposizione del progetto, rilevamenti di prova ecc.: 5 anni. b) esplorazione di 216 PP.: 6 anni e mezzo. c) sistema informatico (programmazione, immissione, correzione, emissione dati via PC): 7 anni. d) stampa delle cartine: 2 anni. B) INDICAZIONI QUANTITATIVE: a) 216 punti d'esplorazione = 216 questionari = 216 banche dati di ca. 1.500 records ciascuna = ca. 324.000 singole risposte basilettali = ca. 54 Megabytes di memoria b) ca. 1.600 cassette magnetiche (C 90) = ca. 2.400 ore di registrazione = ca. 648.000 singole risposte basilettali (due informatori per luogo d'inchiesta) = ca. 16 Gigabytes di memoria (un informatore per luogo d'inchiesta) c) ca. 12.000 diapositive etno-fotografiche La fase iniziale del trattamento elettronico di ALD riguarda esclusivamente i dati del tipo B)a) riportati. II primo ostacolo incontrato dall'informatico-geolinguista si presenta con il numero e con la varietä dei segni di trascrizione in uso. II codice standardizzato dei Personal Computers (il cosiddetto ASCII6) prevede Tuso al massimo di 256 segni distinti nella sua versione elaborata. Pensando alle possibilitä di 5 In senso di strategia politico-scientifica. 6 "American Standard Code for Information Interchange", valido per i cosiddetti PC compatibili-IBM (sistema operativo DOS). combinazione tra segni diacritici e segni di base di tutti i sistemi di trascrizione, si puö facilmente intravedere la divergenza quantitativa tra l'offerta ASCII e la richiesta atlantistica. II mercato mondiale di software mette a disposizione dell'utente certi prodotti, che permettono la rappresentazione di segni non inseriti nell'ASCII, tramite la rappresentazione grafica, adoperata spesso nei recenti sistemi di trattamento testi e di editoria elettronica. Questa prospettiva non si poteva perö sfruttare per Г ALD, dato che avevamo, sin dalPinizio, scelto come sistema banca dati un prodotto (dBase IJJ+) che non accetta la rappresentazione dei segni in modo grafico. La nostra scelta era sempre strettamente legata alia rispettiva diffusione del software a livello universita-rio internazionale, per permettere ad un numero piü grande possibile di utenti l'acces-so standardizzato ai dati elettronici di ALD. La soluzione del problema di gestione elettronica dei dati di trascrizione e stata raggiunta in due fasi consecutive, tramite l'adoperamento di programmi, che permettono la codificazione di innumerevoli segni speciali attraverso combinazioni sostitu-tive di segni ASCII. II primo prodotto (Lettrix) adattato alle esigenze di ALD I rendeva possibile, oltre alia gestione di tutti i dati in dBase, l'emissione della trascrizione su stampanti ad aghi (cf. Bauer et al. 1988,31-42; Bauer 1990a). Data l'apertura e la trasparenza del ns. sistema di codificazione, si potevano in seguito facilmente sostituire sia il programma di controllo (Lettrix ALD-TeX7) sia il tipo di stampante (24 aghi laser) (per ulteriori dettagli cf. Bauer et al. 1991, in corso di stampa). Le figg. 1 e 2 qui sotto, stampate ambedue attraverso ALD-TeX su una HP Laseijet III8, rappresentano l'inventario attuale (1992) dei segni di trascrizione di ALD I (fig. 1) ed un esempio di emissione dalla banca dati delle trascrizioni ALD I (fig. 2). 2.2 L'ATLANTE SONORO La necessitä di mettere a disposizione dell'utente geolinguista una completa do-cumentazione sonora di facile accesso (ed additiva alia documentazione scritta tradi-zionale) viene messa in rilievo, anche se indirettamente, da un articolo pubblicato recentemente sulla ZrPh (Wolf 1991). L'autore critica in maniera molto decisa la scar-sa qualitä delle trascrizioni fonetiche riscontrate in due pubblicazioni di geolinguistica sarda. Non e certo compito nostro riprendere in questa sede l'argomentazione di Wolf. Ci sembra invece molto utile mettere in evidenza, che un lavoro geolinguistico pro-fondo ed obiettivo si puö effettuare solo, se anche il ricercatore secondario ha la possibilitä di ricorrere alia documentazione acustica originale, che sta alia base del lavoro descrittivo in questione9. II caso sopraindicato ci sembra inoltre sintomatico 7 II sistema ALD-TeATsi e potuto realizzare grazie ad una stretta ed amichevole collaborazione tra ALD e SSA (SüdwestdeutscherSprachatlas, "Atlante linguistico della Germania sud-orientale", Universitä di Friburgo in Brisgovia; cf. anche Kelle/Schiltz in corso di stampa a e b). 8 Come introduzione generale al sistema TeX risp. LaTe:t si vedano Knuth (1986), Kopka (1991) e Lamport (1985). 9 Nel caso citato si tratta del disco (analogico) pubblicato assieme al volume 20 del Profile dei dialetti 200 1 Courier a A e E i I 0 0 u U 7 ALD A з i> e 3 ALD E e e ? e f e i f 4 ALD I ■ i i 2 ALD 0 0 ö 0 0 9 0 9 5 ALD U b У u u Џ 6 aldneu a or s d 3 3 ä ü Ü ü 8 ALTGR з i n f 1 Courier b C d f g h j k 1 Ш n p q T s t v w X У z 7 ALD A a a a a 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 ALD E e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e 4 ALD I i Г i i i % i i i i Г Г 2 ALD 0 ö Ö 6 6 ö ö ö ö ö ö 0 ö ö ö Ö ö ö ö ö ö ö 5 ALD U п П v. ü п п i П ü п П ü П ü п V u п п п п 6 aldneu ß 6 б 9 9 X š č l ž n š 9 r s г1 z u X i z 8 ALTGR Ü i i 0 u а 6 e ■u Ö e e 3 1 Courier B C D F G H J K L M N P Q R S T V W X Y Z 7 ALD A # 4 ? 4 4 ? 4 3 3 5 3 ALD E f f f f f ? f f 1 e e f f f f f f f 4 ALD I f f г г" i f f f i 2 ALD 0 . \ 21 23 T ions TRASCRIZIONE la moröna Treviso 0 60 Calfosch 61 Corvaia 62 S.Ćiascian 63 S.Linert 64 La Ual 65 San Martin de Tor 66 La Pli 67 Cortina d'Ampezzo.* STIMULI cancellare stimulus scelta nuova 105.1 la catena 113.1 egli chiama 122.1 la chiesa Fig. 7: Schermo modulo applicazione Atlante linguistico sonoro ALD I. Esempio CD-ALD I: luogo scelto: 65 San Martin de Tor; domanda scelta: ALD 1105 la catena. Oltre a queste due versioni pilota si sono realizzati altri due moduli con dati non appartenenti all'ALD. Nel primo caso (1991) si tratta dell'elaborazione di un piccolo corpus acustico di italiano regionale (9 luoghi x 5 stimuli, cf. Bauer in corso di stam-pa, b), nel secondo caso (1992) si e messa in azione una versione di prova di un futuro EHHA sonoro (Euskal Herriko Hizkuntz-Atlasa, "Atlas linguistique du Pays Basque") assieme agli autori baschi. Tornando al menu principale del modulo di applicazione (cf. fig. 6) si osservino i due elenchi (per luoghi e stimuli) nell'opzione scelta, che permettono un libera accesso ai dati rispettivi nonche una prima determinazione dell'ordine d'emissione. I luoghi d'inchiesta si possono anche caricare (i.e. scegliere e mettere negli elenchi 16 Per eventuali richieste indirizzarsi a: Progetto di ricerca ALD I, Institut für Romanistik, Akademiestraße 24, A-5020Salisburgo. Prezzo di costo = prezzo di vendita per CD -ALD I+booklet bilingue (44 pp.) + estratto (45 pp.) + 3 cartine ingrandite (formato A3): Lit. 10.000,- / DM 15,- / öS 100,-. emissione, cf. fig. 7, finestre a destra dello schermo) direttamente sulla cartina, clic-cando col mouse nei piccoli quadrati accanto ai risp. numeri dei luoghi d'inchiesta. L'effetto della scelta dei punti (sia dopo l'attivazione nell'elenco luoghi sia dopo l'ac-cesso diretto sulla cartina attraverso il mouse) e sempre lo stesso: tutti i luoghi d'inchiesta vengono rappresentati come attivi sulla cartina stessa (tramite quadrati rossi accanto al numero del luogo17) e nell'elenco di emissione luoghi (indicazione del nuniero e del nome del luogo scelto). Gli stimuli scelti appaiono ugualmente nell'elenco di emissione stimuli (indicazione del numero della domanda e del lemma). La terza opzione principale (ascolto) permette l'uso vero e proprio del modulo. L'ordine di emissione viene determinato dalle sub-opzioni secondo luoghi (il che corrisponde all'ascolto sequenziale di una serie di studi monografici dialettali locali) e secondo stimuli (il che corrisponde alia consultazione acustica di una cartina d'atlante linguistico). Durante 1'ascolto il quadrato del luogo attivato viene rappresentato in verde18 sulla cartina, i rispettivi nomi di luogo e domanda vengono evidenziati negli elenchi di emissione (sottolineati nella fig. 7). Nell'angolo inferiore a sinistra dello schermo appare una finestra che fa vedere la trascrizione fonetica della risposta in ascolto. Cosi l'utente riceve contemporaneamente tutte le informazioni scritte (relative al luogo d'inchiesta, alia domanda ed alia trascrizione) e quelle sonore rispettive. L'attivazione delle opzioni del punto-menu ascolto mette a disposizione un altro gruppo di parametri per determinare il modo di ascolto (cf. fig. 6, punti 3.1.-3.3.). Ripetizioni stimuli serve a regolare il numero delle ripetizioni di ogni singola risposta durante 1'ascolto. Lunghezza pausa permette l'inserimento di pause (da 0 fino a 10.000 millisecondi) traun'emissione-risposta e l'altra. Emissione infineprovoca una riduzione dei dati prescelti (i.e. messi negli elenchi di emissione) tramite il marcaggio di singoli dati. L'opzione info e analoga a quella descritta per il modulo di sviluppo. Stato attua-le: SprachAt, versione 3.02, (c) RST 1989-1991. Per ragioni di spazio non possiamo trattare tutti i moduli dell'atlante sonoro in maniera dettagliata. II programma globale mette ancora a disposizione altri arnesi elettronici, che servono ad es. alia rappresentazione dei segni fonetici sullo schermo (modulo FontEdit), alia determinazione delle coordinate dei punti d'inchiesta sulla cartina (modulo RST-Position) o alia progettazione grafica della cartina stessa (Paint-Show Plus, MS-Paintbrush, ecc.). Va ancora una volta messo in rilievo, che tutti gli strumenti elettronici sviluppati per il progetto ALDI possono facilmente essere adat-tati ad ogni altro tipo di progetti e dati geolinguistici. Le prospettive di pubblicazione di ALD I prevedono i segg. quattro tipi di docu-mentazione: 17 Sulla fig. 7 (per ragioni di tipografia in bianco e nero) i quadrati rossi in questione (cf. ad es. PP. 45, 46,47ss.) sono sostituiti da quadrati bianchi (vuoti). 18 Sulla fig. 7 (per ragioni di tipografia in bianco e nero) il quadrato verde in questione (P. 53, Vich/Vigo di Fassa) e sostituito da un quadrato nero. 1. atlante cartografico stampato in mani era "tradizionale" con vari indici in aggiunta (previsto per 1994-1995), 2. banca dati elettronica relativa ai dati di 1) su dispositivo magnetico o ottico-digitale (previsto per 1994-1995), 3. atlante sonoro su dispositivo ottico-digitale (CD-ROM, WORM) (data di pubblica-zione non ancora fissata), 4. documentazione etno-fotografica su dispositivo ottico-digitale (CD-ROM, WORM) (data di pubblicazione non ancora fissata). 3. BIBLIOGRAFIA AIS: Jaberg, Kari / Jud, Jakob (eds.) (1928-1940): Sprach- und Sachatlas Italiens und der Südschweiz. Zofingen, 8 voll. Ascoli, Graziadio Isaia (1873): Saggi ladini, in: Archivio glottologico italiano 1, LVI, 1-556. Ristampa: Torino 1972. 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Nous esperons pouvoir publier un jour un "dictionnaire des dictionnaires portugais" (c'est pour l'espagnol qu'existe une teile oeuvre, restee malheureusement fragmentaire: le "Tesoro lexicogräfico" de Samuel Gili Gaya, Madrid 1947-1952). Dans les "Beihefte" de Lusorama (Messner 1993), nous publierons un echantillon qui embrasse l'espace de temps limite par la publication du dictionnaire de Rafael Bluteau en 1712 ("Vocabulario Portuguez et Latino, etc., autorizado com exemplos dos me-lhores escritores portuguezes, e latinos, e offerecido a El Rey de Portugal, D. Joäo V pelo Padre D. Rafael Bluteau, Coimbra 1712") et la 6e edition du dictionnaire de Antonio de Moraes Silva en 1858 (Diccionario da Lingua Portugueza composto por A. de Moraes Silva, Lisboa 1858.). Les premiers dictionnaires portugais dont l'auteur est Jeronimo Cardoso datent du milieu du 16e siecle. Cardoso a ete caracterise comme "Celui qui fut ГAntonio de Nebrija du Portugal" (Teyssier 1990). C'est en 1611 qu'apparait un "Dictionarium lusitanico-latinum" (Agostinho Barbosa), et en 1634, Bento Pereira publie "Prosodia in Vocabularium Trilingue, Latinum, Lusitanum et Castellanum", suivi, en 1647, du "Thesouro da lingua portugueza". Ces travaux de Pereira sont rapidement devenus les oeuvres de base et ont connu plusieurs editions (la lere est de 1750). C'est enfin en 1712, qu'apparait le dictionnaire de Bluteau qui allait devenir le point de reference de tous les lexicographes posterieurs. A cote de ces dictionnaires existent aussi d'autres oeuvres qui fournissent des renseignements tres precieux pour la connaissance du lexique portugais; il est curieux de constater que ces livres n'ont pas encore 6te analyses quant aux premieres datations de beaucoup de mots portugais. A notre connaissance, personne n'a pas encore utilise le "Vocabulario que se sigue en seys lenguas, de los nombres de los Arboles, yervas, frutas, y otras cosas contenidas en el presente Libro de los secretos de Agricultura" que Frei Miguel Agustrn avait ajoute ä son oeuvre "Libro de los secretos de la agricultura casa de campo y pastoril". Ce livre, d'abord ecrit en Catalan, avait ete traduit en espagnol en 1626. 1 Nous remercions le Fonds zur Förderung der Wissenschaftlichen Forschung, Wien, pour le support qu'il nous donne. Dans un livre qui decrit l'histoire de la lexicographie catalane, les auteurs ne peuvent pas donner d'information precise d'oü venaient les connaissances lexicologi-ques de Augustfn: "No resulta facil d'esbrinar on degue informar-se Agusti per com-pondre aquestes llistes" (Colon/Soberanas 1985, 102). Iis ne pouvaient pas le faire parce qu'un autre livre ne leur avait pas ete assez bien connu: il s'agit de la traduction espagnole d'un livre pharmaceutique de l'antiquite. Ce texte espagnol apparaissait pour la premiere fois en 1555 sous le titre:" Pedacio Dioscorides Anazarbeo, Acerca de la materia medicinal...traduzida de lengua Griega, en la vulgar Castellana...por el Doctor Andres de Laguna." Sur plusieurs centaines de pages sont decrites des plantes et des animaux (v. les reproductions ci-jointes). Pour le lexique portugais, il est important de constater que presque tous les petits chapitres monographiques contiennent une rubrique appellee: Nombres. Et lä, on trouve souvent le terme en plusieurs langues: en grec, en latin classique, en latin vulgaire ou tardif, en arabe, en espagnol, en Catalan, en italien, en frangais, en allemand et en portugais. Nous avons reuni tous les mots portugais de Laguna (ä peu pres la moitie des mots espagnols est accompagnee d'un mot portugais), et nous publions cette liste en ordre alphabetique dans le "Beiheft" de Lusora-ma, ci-devant cite. Ce vocabulaire nous permet de constater que Miguel Agustin avait copie Laguna. Lä oü Laguna n'avait pas donne le mot portugais correspondant au mot espagnol, Agustin aussi ne le mentionnait pas non plus. Exemple: Laguna: Lat. Rapum & Rapa, Ar. Seliem, Cast. Nabo redondo, Cat. Naps redons, It. Rape, Fr. Rave, Tud. Ruben. Agustin: Lat. Rapum, Cast. Nabo redondo, Cat. Naps redons, It. Rape, Fr. Rave. D'autre part, Laguna permet de retrodater toute une serie de mots portugais enre-gistres dans les dictionnaires historiques et etymologiques modernes (Machado 1977; Cunha 1982): Valeriana, amieiro, oregäo, etc. (les trois mots sont dates pour 1813 dans Cunha 1982). Nous n'avons pas non plus rencontre des references ä une autre oeuvre, un dic-tionnaire volumineux de plus de 500 pages: John Minsheu publiait ä Londres, en 1617, un dictionnaire sous le titre "Ductor in Linguas, The Guide into Tongues", oü il fait suivre les mots anglais des formes correspondantes en dix langues, dont le portugais: il parait que ce soit le repertoire le plus riche en etymologies portugaises au 17e siecle. Ce livre permet, d'ailleurs, de donner ä beaucoup de mots portugais une nou-velle datation. C'est surtout des expressions scientifiques qui apparaissent attestees pour la premiere fois dans Minsheu: corrosivo (1813), coscinomancia (XVIII), etc. (les dates sont celles de Cunha 1982). La source portugaise de Minsheu n'est pas encore connue: il cite souvent les oeuvres du fameux lexicographe Calepin, mais celui-ci ne mentionne pas la langue portugaise dans ses dictionnaires multilingues. Un exemple de Minsheu 66b est le suivant: CHALKE. British) C dich. G(allicum = French) Croye, ou Craye, f. I(talian) Creta, Creda. H(ispanicum = Spanish) Gredo, Cal. f. ä Lat: Calx, eis, idem, q. calida ä calore, of the heat of it. T(eutonick) kreide. B(elgick) kryd. L(atine) Creta, ae vel ä Creta insula, in qua optima provenit: vel ä crescendo, quoniam proprietas ejus est, ut macerando crescat. § Calep.: of the Hand of Crete, where the best Chalke groweth. G(reeke)... Les dictionnaires de Cardoso n'ont pas non plus ete utilises par Minsheu. Dans le titre complet, notre auteur dit: "Ductor in linguas cum illarum harmonia et etimolo-giis, originationibus, rationibus et derivationibus in omnibus his undecim linguis." II n'est pas vrai que tous les mots portugais sont accompagnes de leur etymologie immediate, mais au 17e siecle, le lecteur instruit de l'oeuvre de Minsheu ne pouvait pas manquer d'etablir une relation entre le mot portugais et son homologue latin: la forme portugaise p.ex. contraer est accompagnee de la latine contrahere, et le mot portugais bragas du latin braccae, etc. Plus important pour l'historie de la philologie portugaise est le fait que Minsheu donne toute une serie d'explications etymologiques explicites d'un certain nombre de mots. Nous reproduisons dans la liste suivante des 227 mots que nous avons rencontres sur les 100 premieres pages tous ceux qui commencent avec la lettre A (34). Cela permettra de suivre les progres de la recherche etymologique, par ex. en comparant les explications de Minsheu avec celles d'autres chercheurs. Nous citons de temps en temps Cunha 1982, Machado 1977, et en contraste, Constancio 1836. * acrecentar 23a: ab accrescendo (Cunha 1982: do latim accrescentare baseado em accrescens) agujentar 93a: ä $ujo, i. sordidus (Constancio: assujentar de sujar). acustumarse 5a: ex ad & consuetudinem (Constancio: a & costumar; Machado 1977: de acostume). ädro 72a: ä Lat: ager (Constancio: Lat. atrium; Cunha 1982: do lat. atrium), afagar 69b: forte ä gr. agalliao, i. exulto, laetitia gestio (Constancio: do grego eu, bem, e kharis, amor, carinho; Cunha 1982: do arabe). albernoz 64a: Vox maura (Constancio: ar.; Cunha 1982: ar.). alcachofre 35a: vox Arabica (Constancio: ar.; Cunha 1982: do är. hisp.). alcoviteiro 33b: Vox Arabica (Constancio: de alcoveto; Machado 1977: de alcovitar). algälia 74b: vox Barbara (Constancio: ar.; Cunha 1982: ar.). algodam 57a: diet: quod ex ilia arbore proveniat quam Barbari Cotum vocant. (Constancio: ar.; Cunha 1982: är. hisp.). almofaga 84b: ab Arab: Almohaza. (Constancio: em Cast, almorzar, do Alem. morgen, manham e essen, comer; Cunha 1982: är.). almoxarife 31a: vox arabica (Constancio: ar.; Cunha 1982: är.). alsine 70a: Gr. alsine, dicta est quod in lucis nascatur quos Graeci alse vocant. (Machado 1977: lat.-gr.). alvayade 66a: ab Arab. Bayad (Constancio: ar.; Cunha 1982: är.). alvo 58b: ä lat. albo signo quod in scopo ponitur (Constancio: lat.; Cunha 1982: lat.), ameas 33b: Vox arabica (Constancio: do lat. moenia; Cunha 1982: mina + a), amizade 5a: ab amicitia (Constancio: do Cast.; Cunha 1982: lat. * amicitatem). amorinho 80b: dim. ab amore. amorteger 39a: ä morte (Constancio: a pref., morte, e ecer des.; Cunha 1982: de mor-te). ampola 55b: ä Lat: ampulla (Constancio: lat.; Cunha 1982: lat.). apertar 97b (rede 79b): ab apertus (Constancio: a pref., perto, ar des. inf.; Cunha 1982: do lat. appectorare). area 19a: ab arcere (Constancio: lat. area; Cunha 1982: lat. area.), arribar 20a: ex arriba, i. supra (Constancio: a pref., riba do lat. ripa, praia, ar des. inf.; Cunha 1982: lat. arripare). artilleria 20a: forte ab arte quia est ars terribilis, aut ä Gallico quasi Art tirerie, i. tirer par art (Constancio: do fr.; Cunha 1982: franc.), assalto 21a: ab assiliendo (Constancio: lat.; Machado 1977: ital.). assossego 60a: ab assossegar, i. tranquillare, sedare (Constancio: v. socegar). atadura 41b: ab atar, i. ligar (Constancio: de atar). ataüd 81a: forte ä Lat: Tumba, aut ab Hisp: ataviar, to make fit, quia accomodatur cadaveri (Constancio: ar.; Cunha 1982: är.). ataviar 7a: a voce Lat. aptare (Constancio: ar.; Cunha 1982: gotico), atavio 50a: ab aptare (Constancio: de ataviar; Cunha 1982: der. regr. de ataviar). atirar 64a: ä Lat: attrahere (Constancio: a pref., tiro, ar des. inf.; Cunha 1982: origem desconhecido). atrevimento 23a: ex atrever, i. audere (Constancio: do verbo). avisado 73b: ä Lat. visus (Constancio: do verbo: Cunha 1982: do verbo). avisar 7b: ä Gal. adviser (Constancio: do franc, aviser; Cunha 1982: do fr.). azemel 62b: ab agenda, i. conducenda mula (Constancio: ar.; Cunha 1982: är.). Notre specimen de 34 mots contient, selon Minsheu, 14 mots d'origine latine, 9 d'origine arabe et 6 derives. La correspondance entre Minsheu et les autres etymolo-gistes est tres grande pour les mots arabes et frangais, tandis que Minsheu enumere beaucoup plus de mots d'origine latine que Constancio ou Machado. Constancio est, d'ailleurs, le seul qui explique des mots portugais par une provenance espagnole (l'e-xemple le plus curieux est almorgo). II faut dire, que lä oü l'origine d'un mot n'etait pas si claire, Minsheu construisait une etymologie assez artificielle. Nous esperons avoir pu, par ces quelques lignes, montrer Г importance d'analyser les anciens textes lexicographiques du portugais. Bibliographie: G. Colön/A. J. Soberanas, Panorama de la lexicograffa catalana, Barcelona: En-cicl.Catalana, 1985. Fr. Solana Constancio, Novo Diccionario critico e etymologico da Lingua Portugue-za, Paris: A.F. Carneiro, 1836. A.G. Guncha, Dicionärio etimologico da Lingua Portuguesa, Rio: Nova Fronteira, 1982. S. Gili Gaya, Tesoro lexicogräfico, Madrid: CSIC, 1947-1952. J.P. Machado, Dicionärio Etimologico da Lingua Portuguesa, Lisboa: Confluencia, 1977. D. Messner, Dictionnaire chronologique portugais, Heidelberg: Winter, 1976. D. Messner, Historia do lexico portugues, Heidelberg: Winter, 1990. D. Messner, Ein "dicionärio dos dicionärios Portugueses" in: Beihefte zu Lusorama, 1993. D. Messner/J. Aglassinger, Die portugiesische Sprache zwischen 1700 und 1850, ein Forschungsprojekt, in: Lusorama 17/1992,14-25. J. Minsheu, Ductor in Linguas, The Guide into Tongues etc., Londini: J. Browne, 1617 (Scholar's Fascimilies & Reprints, Delmar New York, 1978). P. Teyssier, Jeronimo Cardoso et les origines de la lexicographie portugaise, in: id., Etudes de Litterature et de Linguistique, Paris: Fund. Gulbenkian, 1990, 199230. Povzetek PORTUGALSKE ETIMOLOGIJE JOHNA MINSHEUA (1617) Avtor ugotavlja, da so iberoromanski jeziki v slovarjih šestnajstega, zlasti pa sedemnajstega stoletja bogato zastopani, in obžaluje, da gradivo, ki ga nudijo, ni bilo dovolj izrabljeno. Veliko specializiranih besednjakov, npr. farmakologije, nudi obilico izrazov za rastline in živali, ki sicer v literarnih portugalskih delih, pa tudi kastiljskih in katalonskih, niso izpričani. Podrobneje je obravnavan desetjezični slovar Johna Minsheua (London, 1617). Dodan je kratek del tega slovarja (besede, ki se začenjajo z glasom a-). Nekajkrat je mogoče ugotoviti, da so poznejši etimološki slovarji celo manj zanesljivi. Illuftradopor el Doćt. Lag. 139 toxico. De mas dcfbo.fu eftomago rellenado de culantro.y dcxado fecar, fi fe beuc molido, fo corre ä las mordeduras de las ferpientes.y es vtil contra la gota coral. La cenila de toda la Co-madreja.quemada en vna olla dc tien-a/i con vinagre fe aplica,es conuenientc a la gota.Con fu fangre fe vncan vtilmente loslaroparones:la qual tambien lirue 1 la gota coral MVS TELA. GriVg.o^xJ.LauM^fteli.Caft.Coinidfcja.Pott.DofliDba.y Comiinoti.ltil.DoDDoIa.'Tud.Eiö Vvifel* nomSiRIS Dluidefe en muchл eßmics U СотЉја. Vorfc drxad* a parte la domctoca, ylafalaaje, los HtronrJ, ANNOTA, Im Maros,yfinalmente las Fimasfin del mefmo linige.LotLatmos particuUrmrntc ILmurotl t !o:Hu TmN _ roncs Vitienät.y fon aducüos inimalejes.con quelos mclxchos-perßgucn los paxanHos, facandolosdcjM ц«И!. proprio! nidošsirucnfc aßimcfmo dcOos los capdorcs, ptrdfacar loreoHejos deßf cauernas ry malrtgue* М«ш. rai.Todosefioskittmalcs fon capialcs enemigos de Us ferpientrs, con 1« qualcs bauiendo dc pclear-, Пеиап vn Fmd^. pora dc ruda cn U boca.Us comadre\as eftcdalmcve тлап los Hajüfcos, munendo jiibmbctic eüat roll V,UCI «• bataSla^or razqn de fit bidior.lcz peüijcru. R A N AE. Cap. 25 DelasRanas. Cap.XXV. L As Ranas fritas con azey tc y Tai, y comida; anfi con fu caldo, fon remedio faludjbje con« traqualquiera lirpicmeiy firuen contra los apoftemas dc las cucrdas ya inuetcrados. ■ La reniza dc las quale? poluorcacb, reftana las effufiQncs dc fangre, y aplicada con pez liquiea cd forma dc vngüento,haze renaccr los cabellos bolados del alopecia. La längre dc las Verdes ranas impidc que no renazean en las ctjas lospclos.fi Fe inftüa cn cl proprio lugar del qual fc V* rancaron.El eozimiento delas heruidjsen ago» y virugre: trahido en Ii boca , mitiga el dolor de los dientes. Olle go Bir{«;c«i.tai.&2{>X.Ač.Diftbli j.Caft.Raius.Cu.CuDOC2t.Pott.Ruiix. iM.Ranocchic. Fian.Gu? N o fci B ß T KnU£,yKalDe.TQccn4dales,otT4S entre Lu motat,yßiuimcmoqnufc engenirm ßbilo fcireU baz de U tinrt, quicro dezjric U BmAfy iel polno,«« Im ioebomu tie pal baze crecr i'dgun&S; tpijhicua raiut.Vör le mayor p/rtc fon buenM caracamtr аЦu dias,qut fclonun en corrientcs,ö enJgpios efpaciofos 7 mio cl. A nonsonorant, whether voiceless or voiced, can form a cluster with all sonorants. In a cluster of two nonsonorants, however, both must be either voiceless or voiced (e.g. Was - glas, srati - zdeti). There are, moreover, no voiced nonsonorants at the end of a word before a pause (e.g. gozd [gost] / gost [gost]). The above stated formula can, naturally, vary though always in agreement with the basic formula. Thus any consonant class can be omitted or repeated. Some possible alternations are thus: NNVNN, SSVSS, NNSVSNN, NSSVSSN or a combination of one of the initial clusters with one of the final ones. All this is well known in Slovene grammar. Clusters on the pattern SNVNS are, however, impossible. In such cases as vprašati, vdreti, (traditionally interpreted as SNS-) we have to do not with the 1 I should like to thank Margaret Davis for correcting my English. phoneme /v/ but with a syllabic or nonsyllabic /u/, which thus cannot form part of a cluster (T. Srebot Rejec, 1985, pp. 240-241). What then about such sequences as butelj, siten, oken, in a common colloquial pronounciation ['butl, 'sitn, 'okr|], where with the omission of the shwa sound [a] we get a final sequence -NS, while in such a word as tekem ['tekam] [a] cannot be omitted? In the first two words we are dealing with a sequence of two homorganic alveolar and dentoalveolar sounds, and in the third sequence /n/ has to be assimilated into velar [r]] to get a pronounceable homorganic sequence in which [a] can be omitted. Sonagrams show and auditive evaluation confirms that in this case the duration of the sonorants is extended to take up the same time as [a] + sonorant. As a result all three sonorants become syllabic and we have to deal not with a cluster but with a sequence of two consonants with a syllabic boundary between them since the second consonant, the sonorant, has the value of a syllable. With tekem ['tekam] the shwa cannot be omitted because neither of the two sounds can change so that they would have the same place of articulation; assimilation is impossible here. Although sonority varies with different vowels, all vowels as such, regardless of their degree of sonority, as the most sonorous group of sounds occupy a central position in the syllable. The same holds for nonsonorant consonants: different degrees of sonority do not play any part in their distribution. They all have a small degree of sonority although not all the same. These different sonorities, however, in a cluster containing nonsonorants do not at all affect their distribution. Thus in spite of the fact that /s/ is more sonorous than /p/ there exist such initial clusters as sp- (e.g. spati) and ps- (e.g. psi) where the "wrong" cluster has a far bigger functional load. The study of sonorant clusters has made it clear that this does not apply at all to sonorant clusters. J. Toporišič in his "Slovenska slovnica" 1984, p. 86 says: "Consonant sequences with a marked sonority difference are unpronounceable word initially if the first sound is more sonorous than the second (/«a-, In a-, Ika- are unpronounceable)," which of course holds. We should, however, distinguish between the two initial sequences jn- and In- consisting of two sonorant consonants in which the first is more sonorous than the second, on the one hand, and Ik- which is impossible initially already on account of the basic syllable formula NSVSN, on the other. In clusters consisting of two sonorants - in contrast to nonsonorants - the more sonorous sonorants must be nearer to the vowel. This does not apply to initial clusters only (i. e. before a vowel) but also to final clusters (i. e. after a vowel), with the difference that final sonorant clusters are not compulsory, which means that a final sonorant cluster can split, that /9/ can be inserted, while there is no such choice in initial position, a sonorant + /a/ + sonorant sequence being impossible. Let us enumerate the sonorants according to their scale of sonority, starting with the least sonorous: v Son /_## i. e. 1/ In initial clusters the less sonorous sonorant is followed by the more sonorous sonorant. 2/ In final clusters the more sonorous sonorant is followed by the less sonorous sonorant. In such sequences /з/ can be inserted before the five sonorants that can form the second member of the cluster thus splitting the sequence. Possible sonorant clusters in Slovene: 1/ Initially: [vm-], [vn-], [vl-], [vr-], [vj]; (only in certain dialects) [mn-], [ml-], [mr-], [mj-], [nr-], [nj-]; [ij-Ш-]; nonexistent: [nm-], [nl-], [lr-]. 2/Finally: [-jr],[-jl],[-jn],[-jm]; [-rl], [-rm], [-rn], [rf] (only in certain dialects, final [v] is devoiced) [-mn]. Examples: 1/ 'vnema, vlak, 'vreči, vi'jolica; 'mnogo, mlad, 'mrena, mi'javkati, nrav, nje'gov; ljub, Rja'vina. 2/ Moir (?), e'majl, vojn, ujm; vrl, srn, grm, vrv; go'stiln, palm, želv; himn (alternative pronunciations [himn, himm, himan]). According to its sonority [v] is not really a true sonorant, it is placed in this group on account of its distribution as it can stand after voiceless and voiced nonsonorants (Toporišič, 1984, p. 67). In careful standard pronunciation it is a genuine fricative and besides functioning as a sonorant (e.g. tvoj, dva) it can also function as a voiced positional allophone of the phoneme /f/ before voiced nonsonorants (e.g. grof gre [grov gre]), i.e. in a position where the sonorant /v/ cannot appear at all. [v] can thus belong to two phonems, to the sonorant /v/ and to the nonsonorant /f/. This is contrary to the principles of classical phonology, breaking the biuniqueness principle (T. Sre-bot Rejec, 1987, p. 51). As a sonorant /v/ cannot stand before another consonant in Standard Slovene since syllabic or nonsyllabic /u/ is pronounced in this position and there is thus no cluster here. The final /j/ + sonorant sequences are not really clusters, Q] forms a diphthong with the previous vowel, at least phonetically. This explains why the clusters in go'sti/и, grm are possible in Slovene while in žanr ['žanar,] 'kamer, go'rovij (a -»• i/_j) they are not. By applying this rule long lists of words with permitted and with split final sonorant clusters can be avoided. It also makes possible a computer formalisation with which to set up an algorithm for generating Slovene words containing sonorant clusters. REFERENCES T. Srebot Rejec, 1981, On the Allophones of /v/ in Standard Slovene. Scando-Slavica 27, 233-241. T. Srebot Rejec, 1987, The Sound Systems of English and Slovene Compared: A Distinctive Feature Analysis. Linguistica XXVII, 47-61. J. Toporišič, 1984, Slovenska slovnica. Maribor. Povzetek ZAČETNI IN KONČNI ZVOČNIŠKI SKLOPI V SLOVENŠČINI Začetni in končni sklopi sestoječi iz dveh zvočnikov so možni v slovenščini, če je zvočnik z večjo zvočno polnostjo bliže samoglasniku. Lestvica zvočne polnosti začenši z najmanj zvočnim zvočnikom: [v] < [m], [n] < [1] < [r] < [j]. Na osnovi tega dejstva je možno sestaviti algoritem za generi-ranje slovenskih besed, ki vsebujejo zvočniške sklope. VSEBINA - SOMMARIE Petar GUBERINA, La estructura en la teoria verbotonal y superacion de estructuras perceptivas y lingiii'sticas durante el proceso de la rehabilitation - Struktura v verbotonalni teoriji in premagovanje perceptivnih in jezikovnih struktur ob rehabilitaciji........................3 Siegfried HEUSINGER, Wie frei ist sprachliches Handeln? - Do kakšne mere j e j ezikovna dej avnost svobodna? ................... 11 Paul. A. GAENG, The extent to which inscriptional evidence may serve as a source of "vulgar", i.e. spoken Latin - Jezik napisov kot vir pričevanja "vulgarne", govoqene latinščine ..................... 19 Roxana IORDACHE, Remarques sur la subordonnee temporelle ä l'epoque classique et ä l'epoque tardive, chez Jordanes - Opombe k časovnemu odvisniku v klasični in kasni dobi latinščine: Jordanes ........ . 31 Matjaž BABIČ, De verborum deponentium usu passivo in comoediis plautinis adnotationes quaedam - Nekaj opomb o pasivni rabi deponentni-kov pri Plavtu................................. 61 Emanuele BANFI, La linguistica balcanica in Italia: origini, evoluzione e linee teoriche - Balkanistika v Italiji: začetki, razvoj, teoretične postavke 65 Ana Laura e Giulio LEPSCHY, I tempi del passato - Glagolske oblike za preteklost ................................... 75 Pier Marco BERTINETTO, Metafore tempo-aspettuali - Časovne in vid- ske metafore.................................. 89 Nora GALLI DE' PARATESI, II giudeo-italiano e i problemi della sua de-finizione: un capitolo di storia della linguistica - Judovska italijanščina in problemi definicije. Poglavje iz zgodovine jezikoslovja...........107 Renato GENDRE, Note di toponomastica italiana, I - Opombe k italijanski toponomastiki, I..............................133 Mario DORIA, Due toponimi costieri istriani, Barbariga e Barabiga - Dve krajevni imeni z istrske obale: Barbariga in Barabiga .........139 Maria Rosaria CERASUOLO PERTUSI, Storia di parole ed etimi triesti- ni - Zgodovina in etimologija tržaških izrazov................145 Goran FILIPI, Ornitonimia istriana: ilpettirosso - Istrski izrazi za taščico . 151 Avgust KOVAČEC, Elements italiens du lexique istroroumain - Italijanske leksikalne prvine v istroromunščini ...................159 Ines LOI CORVETTO, Prassi scrittoria nel XIV secolo: lingua e cultura nel giudicato sardo di Arborea - Jezik in kultura pisarjev v 14. stoletju: sodna pisanja v Arborei (Sardinija)......................177 Roland BAUER, L'informatizzazione dell'Atlante Linguistico Sonoro ALD I (Atlante Linguistico del ladino centrale e dialetti limitrofi I) - Govoreči jezikovni atlas ladinskih osrednjih in mejnih narečij ALD I .....197 Dieter MESSNER, L'etymologie portugaise selon John Minsheu (1617) -Portugalske etimologije Johna Minsheua (1617)...............213 Hussein REHAIL, Equivalence, culture et traduction - Prevajanje: jezikovna in zunajjezikovna ustreznost......................221 Tatjana SREBOT REJEC, Initial and final sonorant clusters in Slovene -Začetni in končni zvočniški sklopi v slovenščini............. 227 LINGUISTICA XXXII Izdala in založila Filozofska fakulteta Univerze v Ljubljani Revue publiee et editće par la Faculte des Lettres et Philosophie de l'Universite de Ljubljana Glavni in odgovorni urednik - Redacteur en chef Mitja Skubic Tajnica redakcija - Secrćtaire de la redaction Jožica Pire Nasloviti vse dopise na naslov Priere d'adresser toute correspondance ä Mitja Skubic, Filozofska fakulteta, Aškerčeva 12, 61000 Ljubljana (Slovenija) Tisk - Imprimerie Tiskarna Pleško, Rožna dolina, c. IV/36, Ljubljana Po mnenju Ministrstva za znanost in tehnologijo RS št. 415-13/92 z dne 2. 12. 1992, šteje publikacija med proizvode, za katere se plačuje 5% davek od prometa proizvodov.