UDK 860 Cervantes Saavedra M. d. 7 Don Quijote .06 DULCINEA Y SU PAPEL Ludovik Osterc Dulcinea representa para la crítica, sobre todo tradicional, el caso más desconcertante e incomprensible de la literatura universal Es personaje y no lo es, ya que nunca se llega a ver ni a tener noticia certera de su existencia a lo largo de la novela, y, sin embargo, llena de sí toda la obra al punto que sería inconcebible el QUIJOTE sin la presencia de Dulcinea del Toboso. Muchas son las obras iliterarias que tienen como protagonista un elemento no humano que, por consiguiente, no se puede considerar como personaje en el sentido propio de la palabra. Es el caso de la selva en la novela La vorágine de J. Eustasio Rivera. La jungla indomable es la que hace vibrar el corazón del lector y es la que mueve y domina a los personajes humanos con un poder incontenible y feroz. Otro ejemplo nos lo ofrece Moby Dick, obra novelesca cuya figura principal es una ballena asesina. Otros animales, como zorros, gallos, lobos, ranas y leones, son protagonistas de las fábulas de Esopo, Fedro, La Fontaine, Iriarte y otros. Hay obras, además, cuya acción se desarrolla en torno a un personaje humano que aparece fugazmente o del cual se habla y que, no obstante, constituye el eje del suceso narrado, la causa inicial como Helena en Ilíada, por ejemplo. Otras veces, el protagonista verdadero es un ente abstracto y de ello hay tantos ejemplos que no cabe citar en el marco de un artículo. Pero el caso de Dulcinea se muy distinto. Y lo es, porque contrariamente a los casos de Rivera, Melville, Esopo y Homero, no es, por así decirlo directa del autor, sino de don Quijote, su personaje principal. Dulcinea no es, por lo tanto, propiamente un personaje, puesto que no es de carne y hueso ni tiene fisonomía, aspecto o identidad biem definidos, fuera de la mente de don Quijote. ¿Quién es, entonces, Dulcinea y qué papel desempeña en la magna obra? Muchas y muy variadas han sido las respuestas a esta cuestión. A título de ejemplo, mencionaré unas cuantas emitidas por algunos de los más destacados críticos y eruditos. Según N. Díaz de Benjumea, Dulcinea es luz, sabiduría, verdad, libertad. Baldomero Villegas la considera como espíritu liberail y reformador de España. En opinión de Unamuno y Madariaga representa la fama y la gloria. Para Joaquín Casalduero es la forma y función barrocas del ideal. Pero, la interpretación más común es, que Dulcinea y el amor que don Quijote le tiene, sirven para hacer burla del amor cortés. Pues bien, cada uno de estos juicios contiene sólo una parte de la verdad y muy pequeña, por cierto, dado que ni tomados aislada ni conjuntamente, esclarecen todas las figuras y aspectos que toma Dulcinea, ni explican el por 39