Santiago U. Sanchez Jimenez Universidad Autonoma de Madrid NOTAS SOBRE LA GENESIS DE LA INDETERMINACION r r GRAMATICAL Y DISCURSIVA DE NO SE QUE1 Palabras clave: sintaxis historica, marcadores del discurso, gramatica historica La secuencia no se que demuestra en el espanol actual un comportamiento sintactico y un valor pragmatico de caracter diverso, como se aprecia en los ejemplos que se presen-tan a continuacion. No obstante, en todos los casos, se reconoce un contenido conceptual comun de naturaleza epistemica (la idea de indeterminacion). Por otro lado, estos ejem-plos ilustran la estrecha imbricacion que se establece entre el registro de esta construccion y su aparicion en modelos textuales o en generos discursivos muy condicionados por la presion del eje de la enunciacion. (1) A mi al menos solo me acompanan, desde un punto de vista humano, los recuerdos que se resisten a quedarse atras, las vivencias que se aferran a no se que recondito rincon del cerebro (CREA) (2) -No se que hacer, dice Arturo, ^es normal o es para preocuparse? (a sus amigos). (CREA) (3) Algo tiene ese tipo, un no-se-que, y me desespera no saber exactamente que es. (CREA) (4) Bueno, que tengo Entraba en la casa, por pisar la casa ya te cobran. Tengo cinco chapuzas a ver si manana en un minuto me acerco y no se que. Y tarda quince dias en venir el tipo de marras. (CREA) (5) Ahora, yo creo que eso no va en eso, porque en otras partes decian: no, esa educacion tan rigida hace que los muchachos se vayan solos en un momento dado, no se que. Eso depende. (CREA) (6) jQue raros son los mayores! Mi padre me dijo el otro dia que segun un estudio o no se que, muchisimos ninos se quejan de que cuando quieren ir a un sitio en Internet, acaban en otro, con fotos de sexo, y tal. (CREA) (7) Siguiendo las explicaciones de una de vuestras respuestas he accedido al directorio de las cookies, pero no se que significan ni cuales son las que puedo borrar. (CREA) En el ultimo ejemplo se advierte el uso pleno de saber que, sumado a la negacion, puede definirse como 'no tener conocimiento de algo'. En este sentido, es practicamente inmediata la relacion que se establece entre el contenido lexico de saber (modulado por la Agradezco a Luis Eguren, Jacinto Gonzalez, Lola Pons y Jose Portoles sus valiosas observaciones, que han contri-buido a mejorar sustancialmente este estudio. Este trabajo es una version mejorada de la comunicacion leida en el VIII Congreso Internacional de Historia de la Lengua Espanola (Santiago de Compostela, septiembre de 2009), que cuenta con la ayuda de dos proyectos financiados por el Ministerio de Ciencia e Innovacion: FFI2009-10817 (subprograma FILO), dirigido por Ines Fernandez-Ordonez y FFI2009-12191 (subprograma FILO), dirigido por Elena de Miguel. negacion) y la idea de indeterminacion que, a modo de instruccion interpretativa, aportan otros terminos.2 El ambito de la indeterminacion (no se) -y asi se observa en (7)- se circunscribe al alcance del interrogativo (que o cuales), ya que el resto de la subordinada es contenido presuposicional:3 se infiere que las cookies tienen un significado y que algunas pueden borrarse. Ademas, las marcas deicticas de la enunciacion hacen responsable del descono-cimiento al yo enunciador. Desde el punto de vista sintactico-semantico, como se comprueba en (2) y (7), saber selecciona sustantivas interrogativas, aunque realmente no son preguntas sino semipre-guntas, «ya que expresan una proposicion o, dicho de otro modo, pese a tener apariencia de preguntas, introducen respuestas», (Bosque y Gutierrez-Rexach, 2009: 715).4 Se trata, atendiendo al analisis de los actos de habla, de un enunciado asertivo que no se orienta al oyente.5 En todos los ejemplos aducidos se reconoce el anclaje de la enunciacion en el discur-so a traves de las marcas gramaticales yo/aqui/ahora, impresas en la variante morfologica se, que descubren el reflejo de la enunciacion o, de otro modo, las situaciones comunica-tivas interactivas -de escasa formalidad (al menos en los ejemplos aportados)- propician el uso de la secuencia no se que. La estrecha asociacion que se establece entre la variante se y el resto de las que conforman el paradigma verbal hace dificil hablar de una lexicalizaciön o de una gra-maticalizaciön.6 No obstante, ha de tenerse en cuenta que -en (1), (3), (4), (5) y (6)- la secuencia no se que se comporta practicamente como una locucion. Esta fijacion sintag-matica (proxima a la lexicalizacion, si atendemos a su conformacion como pieza lexica) es lo que explica que al prescindirse, en cualquiera de estos cinco ejemplos, del adverbio negativo la construccion resulte cuando menos extrana. En el ejemplo (1) la fijacion de no se que se encamina a cubrir los espacios es-tructurales de un indefinido, de hecho la construccion subordinada ha dejado de ser una clausula oracional, ya que carece de la propiedad mas esencial de una clausula: tener un verbo. La negacion y el verbo de conocimiento (no se) + la determinacion La modalidad epistemica, entendida como compromiso del hablante con la verdad proposicional, se manifiesta, por ejemplo, a traves de marcadores del discurso -(Zorraquino y Portoles, 1999: 4146-4161)-o adverbios -Kova-cci (1999: 755 y ss.)-. Para el estudio de la modalidad, vease Palmer (1986). Tanto saber como el interrogativo indirecto son generadores de presuposiciones: el verbo «presupone la existencia de su complemento en el mundo real» y del interrogativo «se infiere la existencia de un referente del argumento oracional por el que se pregunta», (Garcia Fajardo, 2009: 161-162). Para un estudio de las preguntas indirectas verdaderas (Me pregunto que hora era) y las indirectas impropias o semipreguntas (No sabia que hora era) en espanol actual, vease Suner (1999) y, para su analisis desde una pers-pectiva historica, vease Giron (1988). En latin clasico son los verbos de conocimiento y los de sentimiento los que con mas frecuencia introducen subor-dinadas interrogativas indirectas (Banos, 2009: 557). Segün Elvira (2009: 217-218), los «fenomenos de gramaticalizacion y de lexicalizacion [...] no son necesaria-mente contrapuestos, pues estan definidos en niveles o dominios conceptuales diferentes». La lexicalizacion es un proceso conforme al cual una expresion analitica o sintactica se «archiva como un bloque en la memoria» y la gramaticalizacion es el uso gramatical o funcional de un elemento lexico 6 del interrogative (que) se orientan al alcance de la construccion nominal a la que preceden.7 Ademas, no se que supera -en (4) y (5)- el nivel proposicional y funciona como un marcador de relleno que ocupa un espacio del discurso en que el enunciador vacila ante su produccion lingüistica.8 En el ejemplo (3) se puede hablar de una lexicalizacion nominal, ya que la operacion denominativa -instauracion del referente, en (Simone, 2006: 240)- debilita la naturaleza verbal de la estructura. En el ejemplo (6) la construccion o no se que constituye un segmento textual me-tadiscursivo, ya que la actividad de enunciador se vuelve hacia su propia enunciacion con la idea de reorientar y -en cierto sentido- rectificar lo dicho. Los marcadores del discurso que desempenan esta funcion son reformuladores, «marcadores que presentan el miembro del discurso en el que se encuentran como una nueva formulacion de lo que se pretendio decir con un miembro anterior» (Portoles, 2004: 2004). Ha de precisarse que, en el caso que nos ocupa, la marca reformuladora rectificativa9 es, en realidad, la conjun-cion o y no se que es la unidad conceptual que establece con el segmento corregido una conexion hiperonimica: el hiponimo (estudio) es el termino corregido y se propone, en su lugar, un hiperonimo indeterminado (la secuencia nominal no se que). El enunciador muestra sus reservas ante el hecho de que el item estudio sea adecuado pero, reconoce su incapacidad para dar con el termino exacto ('un estudio o algo asi'). En resumen, al in-troducir una secuencia hiperonimica de escasa precision significativa que desempena un valor de rectificacion, el intento se reduce a una insuficiente aproximacion denominativa: una operacion onomasiologica fracasada. En algunos ejemplos analizados la secuencia no se que adquiere una independencia prosodica y funciona como un segmento autonomo que, alejado de la sintaxis de las pre-guntas indirectas impropias (o semipreguntas), flota por el enunciado oracional y por el discurso, ocupando distintos huecos funcionales dentro de estos ambitos. Tras estas apreciaciones centradas en el uso de no se que en la lengua actual, preten-do explicar su comportamiento en la epoca medieval y en la primera etapa del espanol clasico. Para ello parto de un corpus de mas de 800 registros, enmarcados en un periodo que va desde 1250 hasta el ultimo cuarto del siglo xvi.10 En uno de los primeros casos en que aparece no se se advierten las posibilidades pragmaticas de la estructura. Segun Haspelmath (1997: 132), hay un patron de gramaticalizacion para la creacion de indefinidos que deriva del significado 'I don't know'. Este patron solo funciona cuando el referente es, aunque desconocido, especifico (specific-unknow function). La especificacion se expresa por medio del interrogativo (que) y el desconocimiento por la suma de negacion (no) y verbo de conocimiento (se). Andrews (1989: 196) considera que los marcadores de ruptura del discurso «ils s'inserent la ou il y a une ruptura dans le deroulement de la chaine parlee». Dentro de estos marcadores se encuentran los marcadores de vacilacion o duda (marqueurs d'hesitation) que rellenan espacios discursivos en los que el enunciador se muestra dubitativo. «Los reformuladores rectificativos sustituyen un primer miembro, que presentan como una formulacion incorrec-ta, por otra que la corrige o, al menos, la mejora», (Portoles, 2004: 290). Al proponer la fecha de 1250 no atiendo solo a la paulatina conformacion de una norma castellana, sino a consi-deraciones inherentes al estudio. Advierte Giron (1988: 202) que decir introduce las interrogativas indirectas hasta 1200 y que, a partir del siglo xiii, se utilizan contar, (de)mostrar, leer, escribir, fablar, saber, ver, catar, entender y alguno mas. 9 (8) En dezir mucho 'nan se' mengua el yerro, e si callase el que /81b/ non sabe, folgarian los omes. Por tan bueno tengo el 'nan se', que uso-lo en las cosas que se. (Bacadas de ara, a. 1250)11 Al estudiar esta secuencia, considero su doble comportamiento: 1) segmento com-puesto que consta de clausula principal (na se) e introductor de la semipregunta (que) y 2) segmento complejo autonomo, o canstruccion.12 1. No se + que... (interrogativa impropia o semipregunta) Resultan de interes, en mi opinion, a la hora de analizar la secuencia na se que dentro de la relacion sintactica interpredicativa, dos aspectos: a) la referencialidad de los sujetos y b) la relacion temporal entre los eventos. En (9) y (10) se fija la posterioridad del evento subordinado respecto del presente de enunciacion (se). En los ejemplos (11) y (12) nos encontramos ante un evento simultaneo y otro anterior, respectivamente, conforme al eje de enunciacion. (9) cuidades que vos fablo en engano e en folia, / e nan se que me faga cantra vuestraparfia. {Libra de buen Amar, 1330-1343) (10) jO descortes y mal cryado! Na se que sera de vas, pues con las damas y mugeres queres usar de engano y tramas [...] (La caronica de Adramon, c. 1492) (11) Esta boz me tovo aqui en este lugar et nan se que es. Enpero, veo que la persona que la faze deve ser tan grande commo la boz, et su fuer^a tan grande commo la persona. (Calila e Dimna, 1251) (12) y estando ambos a dos caidos en el suelo punando cada uno por vencer al otro na se que nas acaecio. (Primaleon, 1512) En (9) -donde el evento activo de la subordinada es posterior y se da, ademas, la correferencialidad entre los sujetos- el verbo principal sufre un desplazamiento: de lo epistemica se pasa a lo deontica, ya que la indeterminacion se proyecta sobre una accion futura en que esta involucrado el sujeto enunciador. Esta accion, por lo general, presenta un caracter impreciso (propio de la proforma hacer) o responde a una accion lingüistica (integrada en el espectro hiperonimico de decir). A pesar del valor prospectivo del evento subordinado, hay casos de inmediatez en que este evento es casi simultaneo a la enuncia-cion, como en (13): (13) Na se que me diga, sina que diga que has caydo en caso desesperado con lo que te es-criue, o tu estas no se como despues de leerla. (Terceraparte de la tragicamedia de Celestina de G. Gomez de Toledo, 1536) 11 Los ejemplos citados a continuacion se toman del CORDE. 2 Segun Simone (2006: 232-235), las canstruccianes son «accesibles como unidades en el lexico y en el procesa-miento lingüistico por parte de los hablantes», tienen un «sentido construccional» y, en ciertos casos, «una peculiar fuerza pragmatica». Este desplazamiento hacia lo deontico, que he senalado, se refleja en el comporta-miento semantico del verbo saber. En (14) expresa -junto a la negacion- la incapacidad del emisor para proseguir su discurso; mientras que en (15) y (16) se coordina con auxi-liares de perifrasis deonticas: tener o poder. (14) [...] n'os quiero mas embargar / son deziros a que vengo, / que, a la fe, con el parlar / muchas vezes me detengo. / Si quereis escuchar, mira, vereis: / que, que, que, no se que diga, / nos' me aliembra lo que es, joh mamorria de boniga! (Comedia llamada Tidea de F. de las Natas, c. 1550) (15) «Senora,» dyxo el rrey, «no tengo, ny se que dezyr mas de lo dycho.» (La corönica de Adramön, c. 1492) (16) Mandastesme ser amigo / de teneros enemiga: / ni puedo ni se que diga / sino que mi culpa digo. (Cancionero de Juan del Encina, 1481-1496) La forma habitual en las subordinadas deonticas es el presente de subjuntivo, que aporta temporalidad prospectiva y contenido de imprecision.13 Aparece tambien el infinitivo, pero es menos asiduo, a diferencia de lo que ocurre en el espanol actual.14 (17) Ay tantas cosas contrarias, hermano, / no siento ni alcan^o que determinar. / Atonito es-toy y muy agenado, / no se que me pueda dezir en verdad, / por una parte la su santidad, / por otra su muerte me tiene turbado. (La apariciön de Nuestro Senor de P. Altamirando, 1553) Dentro de las relaciones eventivas de posterioridad, es resenable la presencia de un pronombre que, anadido al verbo subordinado, anula la agentividad y destaca la falta de control del agente ante la accion, como se aprecia en (9), (13) y (17). Esta marca pronominal es un efecto sintagmatico de la indeterminacion proyectada desde la clausula principal y, aunque se da en la expresion deliberativa de sujetos correferenciales -como en (9)-, aparece tambien en contextos puramente epistemicos, como en (18) y (19). (18) No se que se ha visto Calisto por que deja de amar otras que mas ligeramente podrla haber y con quien mas el holgase, sino que el gusto danado muchas veces juzga por dulce lo amargo (La Celestina, 1499-1502) (19) Esmere -dixo el enperador-, tu me demandaste un don, mas non se que se es. (Cuento muy fermoso de Otas de Roma, 1300-1325) Segun Banos (2009: 560-561), en las interrogativas indirectas latinas se empleaba el subjuntivo como «mera mar- ca de subordinacion y la eleccion de la forma esta condicionada por la consecutio», si bien la relacion semantica entre el sentido de la interrogacion y el contenido que asume a veces el subjuntivo justificaria su consolidacion en este contexto. Por otro lado, Plauto y Terencio usaban el indicativo en las interrogativas indirectas. Con respecto al uso del subjuntivo en el espanol actual, Suner (1999: 2185) precisa que «Fernandez Alvarez (1984: 47-48) dice que tanto las totales como las parciales se construyen con el indicativo pero aclara en una nota que el verbo saber puede alternar entre subjuntivo e infinitivo en la expresion (129) y que ademas algunos hablan-tes de origen no castellano, como los asturianos y gallegos, usan el subjuntivo en No se si venga. (129) a. No se que te diga / b. No se que decirte. Esta misma alternancia ocurre en algunos dialectos hispanoamericanos [...]». Este uso pronominal provoca, a veces, una colision homonimica. Asi sucede en (17): el pronombre (me) puede ser marca de inagentividad (y decir es un verbo de lengua) o pronombre reflexivo (y ese decirse a si mismo se asimila a los verbos de pensamiento). No siempre el contexto permite discriminar los significados, pero si resulta decisivo en (20) -verbo dicendi- y (21) -verbo de pensamiento-: (20) No se que me diga sino rogaros, pues Dios os fizo tan sesudo y de tan gran saber, que fagais la paz entre nosotros de tal manera que sea onra y descanso de todos. (Primaleon, 1512) (21) Fabricio (Por Dios, no se que me diga. Esta tierra debe ser de barbaros; el uno me toma por estranjero, el otro por mujer, el otro por paje; no hay quien los entienda.) (Los enganados de Lope de Rueda, 1545-1565) Frente a no se que la estructura se que subraya la certeza del contenido proposi-cional.15 Hay recursos lingüisticos de distinto valor gramatical que funcionan tambien como refuerzo de la certeza o incertidumbre del evento: la explicitud del pronombre sujeto (yo), la incorporacion de un adverbio intensivo (bien) o, incluso, la insercion de un operador epistemico (por cierto, de verdad...). La marca pronominal, concordada con el sujeto enunciador y anadida al verbo de la subordinada, destaca certeza o incertidumbre. No obstante, su caracter es bien diferente: el dativo telico o enfatico refuerza la certeza -(24) y (25)-; mientras que el pronombre que destaca la incertidumbre es mero indice de inagentividad: (22) y (23). (22) A la villa voy, / de la villa vengo: / si no son amores, / no se que me tengo. (Poesias del Cancioneiro musical d'Elvas, 1500-1550) (23) -A vos, ^cömo os va? -jHey! No se que me he hoy, que, de verdad, yo estoy tan contento que no puedo caber en mi de placer. (Sermones de Dionisio Vazquez, c. 1530-a. 1539) (24) Fermosa es por ^ierto la que es buena de su cuerpo. Pues, yo se que me se, e desto callarm'e. jQuien osase ora fablar! (Arcipreste de Talavera (Corbacho) de A. Martinez de Toledo, 1438) (25) Bien se que me tengo en mi hija Marihuela. (Refranes o proverbios en romance de Her-nan Nunez, c. 1549) He atendido hasta aqui a las relaciones sintacticas dentro del ambito de la oracion. Sin embargo, la dinamica del discurso genera contenidos contextuales. Esta es la razon de que saber experimente desplazamientos semanticos: en (26) se comporta como un verbo de conocimiento activo 'enterarse', 'averiguar'; en (27) mas que desconocimiento hay incomprension ante el evento.16 Al referirse a saber, Suner (1999: 2171) senala que "aunque la negacion invierte el valor de verdad de la oracion para reflejar el estado de conocimiento de uno (...) no tiene el poder de cambiar el objeto semantico con el cual es compatible el verbo". Estas clausulas son, mas bien, exclamativas subordinadas a verbos "que denotan actos de entendimiento como saber, recordar, olvidar, descubrir [...]" (Alonso-Cortes, 1999: 4011). 15 16 (26) Y como Primaleön vino tan cerca, oyo aquel gran ruido, maravillöse que cosa podia ser y preguntö a los marineros en que parte estavan; ellos gelo dixeron. - jNo me ayude Dios -dixo el- si yo no se que cosa es esta! Y entrö luego en una barca y mandö a los marineros que echassen ancoras y estuviesen quedos. (Primaleön, 1512) (27) jO!, cruel Macrina, no se que iusti^ia es esta, que maten a los hombres que hurtan dineros y dissimulen con las damas que roban cora^ones. Pues cortan las vidas a los que cortan las bolsas, ^por que perdonan a las damas que desentranan nuestras entranas? (Libro aureo de Marco Aurelio de Antonio de Guevara, 1528) Entre los efectos de sentido que, originados en el discurso, alcanzan relevancia prag-matica, pueden destacarse el foco informativo, la negaciön atenuada o la intensificaciön. Como se aprecia en (28), la distribuciön sintactica del enunciado se encamina a focalizar la informaciön nueva, foco que abre el nexo restrictivo sino, que corrige lo dicho.17 En (29) se reconoce una negaciön atenuada -'no hay razön para'-, propia de situaciones interlocutivas en que el receptor condiciona el discurso. Por ultimo, en (30) la indetermi-naciön de no se que se orienta a la intensificaciön. (28) Duena, ^cömo guardastes tan mal cosa que tanto a tal tiempo nos convenia? -Senor -dixo ella-, no se que diga en ello, sino que el arqueta halle cerrada, y yo he tenido la llave, sin que de persona la haya fiado (Amadis de Gaula, libros I y II de Rodriguez de Montalvo, 1482-1492) (29) [...] pero digo que ya que V. M. quiera disimular su propio interese, no se que razon hay para que no haga justicia a los que lapretenden, como es al capitan y maestre y otras perso-nas que en la dicha nao vinieron forzados, y que querian seguir lo que debian, y asimesmo lo del capitan general Hernando de Magallanes, que con tanto trabajo y costa deseaba complir este viage (Discurso presentado alReypor Diego de Barbosa sobre algunos sucesos del viaje de Magallanes, 1523) (30) El faze, mas que otra cosa, los hombres osados y mas fuertes,y no se que mayor exemplo se pudiesse aqui traer quel de Perseo, el qual hizo por Andrameda cosas de mucho esfuer^o. (Traducciön del Laberinto de amor de Juan Boccaccio, 1546) Por otro lado, esta estructura oracional esta capacitada para desempenar funciones de organizaciön textual: introduce el turno comunicativo -en (31)-, sirve de cierre o pre-cierre secuencial que -en (32)- se ajusta a un esquema de focalizaciön o, desempena la funciön -en (33)- de cierre enumerativo. (31) «jA la fe, nuestrama, / ya suena mi fama! / Y aun pues en la cama / soy muy mas artero.» / «No se que te diga: / tu amor me fatiga; / tenme por amiga, / se mi companero.» (Cancionero de Juan del Encina, 1481-1496) «El valor restrictivo de sino surge del exceptivo a partir de apödosis negativa y un cuantificador indefinido que satisface un argumento del verbo (No saben {nada/otra cosa} sino alborotar). Esta construcciön manifiesta, dis-cursivamente, "un recurso retörico en el que se niega el primer miembro... para que, de esta manera, cobre mayor fuerza el segundo" (Alcina/Blecua, 1975:1180), de modo que el cuantificador puede suprimirse para dar lugar a una estructura en la que el termino introducido por sino se integra en el predicado (No saben sino alborotar).» (Octavio de Toledo y Huerta, 2008: 881, nota 10). (32) Cansado soy de fablar le non se que mas te diga, / mi bien y mi dul^e amiga, / sinon tanto que pensar / deves que mi conclusion l es sin fallir pades^er, penar, morir so tu pendon. (Decires liricos de Inigo Lopez de Mendoza, 1430-1447) (33) Mas ella, que entendia el destruimiento del reino mas que no su pro, no quiso que que-dase consigo el fijo, antes creo que lo mato o lo emtio matar o no se que sefizo del, de guisa que nunca del sopimos cosa. (El baladro del sabio Merlin con sus profecias, 1400-1498) 2. No se que (construccion)18 Cuando la secuencia no se que se desliga de la interpredicacion y se presenta como segmento complejo o construccion, asume cuatro valores: a) compuesto sintagmatico nominal, b) indefinido, c) intensificador y d) marca de la actividad discursiva. Es habitual el uso de no se que como sustantivo amplio de escasa intension significa-tiva. En este caso la construccion no se que suele estar precedida de un, aunque tambien se registran esporadicamente determinantes fuertes como el, aquel o este; e incluso se combina con cierto,19 como en (34). (34) Ved cuanto puede, joh celestial secreto!, l una cierta deidad que a nuestras almas, l donde pasion o amor vive, o recelo, l es propria y natural, sin que se entienda, y un cierto no se que que la sospecha l infalible nos hace, no se como. (Poesias de F. de Aldana, c. 1560-a. 1578) He de precisar que la extension de esta lexicalizacion nominal20 empieza a propagar-se a traves de tradiciones discursivas -de resonancias ovidianas (35)- en que el amor es un sentimiento de expresion inefable. (35) Dize Ovidio en el libro Del arte de amar: «Amor es un no se que, viene por no se donde, embiale no se quien, engendrase no se como, contentase no se con que, y sientese no se quan-do, y mata no se por que»; (Litro aureo de Marco Aurelio de Antonio de Guevara, 1528) El primer caso que registro se halla en el Cancionero de Encina, pero es frecuente en la poesia amorosa y mistica del siglo xvi.21 El fenomeno de intertextualidad explica su 18 «Con la negacion y los interrogativos forma el verbo sater una curiosa organizacion que tiende a adquirir la autonomia de un semantema» (Fernandez Ramirez ,1987 vol. 3.2: 275). Mas adelante, anade: «los elementos del grupo no han sufrido, sin embargo, degradacion acentual y es probablemente prematuro considerarlo como un compuesto, cuya categoria gramatical, por otra parte, es problematica». Para Simone (2006: 237-238), algunas oraciones enteras funcionan como 'nombres' y estas construcciones, "al crecer en su frecuencia, se convierten en candidatas para entrar en el sistema". 19 Para el uso de un + cierto como determinante indefinido, vease Sanchez Lopez (2007). A proposito de la gramatica de cierto como indefinido desde un punto de vista sincronio y diacronico, veanse Eguren y Sanchez Lopez (2007a) y (2007b). 20 La presencia del adjetivo relacional (amoroso, celestial o divino) junto a (un) no se que demuestra su alcance gramatical (su estatus nominal de la construccion lexicalizada) y el contexto discursivo (la solidaridad entre el significado del adjetivo y el universo referencial de los textos en que aparece la construccion nominal). Para un analisis de los adjetivos relacionales en la Baja Edad Media, vease Garcia Gonzalez y Serradilla (2009). 21 Se pone de relieve la necesidad de recurrir a una forma lingüistica que, paradojicamente, de cuenta de un senti-miento de nombre imposible: «un no se que -no se como nombrallo-», de Juan de Boscan. presencia en obras de distinta filiacion generica que abordan asuntos amorosos, a veces con intencion parodica: (36) Natera.-No me mates, Parrado. Dimelo, por el siglo de tu padre: ^que le an dicho? Cata que me muero por saberlo. Parrado.-No es nada, senor, para que Vm. haga agora tanto caso. Anle dicho... Natera.-Acaba ya, que me estoy finando, y tu estas maxcando las palabras. Parrado.- Es que diz que Vm. tenia un no se que... Natera.- j Un no se que! ^Que es un no se que? Dimelo claro. jJesus! jJesus! Dimelo ya, Parrado, si no quieres que aqui me entierren. Parrado.- Ya lo digo. Que diz que Vm. era quevrado. (Comedia de Sepulveda, c. 1565) Es logico que (un) no se que experimente una generalizacion paulatina: deja de alu-dir a la inefabilidad amorosa y designa de manera imprecisa cualquier otro referente, como en (37); o sirve de cierre enumerativo, en (38). (37) ^pareceos cosa de fruir quel Emperador haya hecho en Roma lo que nunca infieles hi-cieron, y que por su pasion particular y por vengarse de un no se que, haya asi querido destruir la Sede apostolica [...]? (Dialogo de las cosas acaecidas en Roma de A. de Valdes, 1527-1529) (38) Mas ^que sera en aquel dia, cuando hieda, y haya narices para oler, y ojos para veer, y manos para palpar? De modo que este es el fuego que hay alla y habra entonces, que da una afeccion, una tristeza, un atamiento, un no se que. (Sermones de Dionisio Vazquez, c. 1530-a. 1539) De otro lado, hay otro espacio sintactico en que indefinidos como cierto o unos ocupan, junto a no se que, posiciones determinativas. En (39) no se que destaca la imprecision referencial ('algunos, ciertos').22 Por el contrario, en (40) la indeterminacion se orienta a matizar el significado del sustantivo: ('algo parecido a la antigüedad'). La imprecision se aplica en (41) al modo de significar del adjetivo. (39) [...] antes nos trabajan confundir que ensenar, porque han inventado unos no se que generos de setas y opiniones que nos lan^an en toda confusion. (El Crotalon de Villalon, c. 1553-1556) (40) Ca, por porque, ha recibido injuria del tiempo, siendo injustamente desechado, y tiene un no se que de antigüedad que me contenta. (Dialogo de la lengua de Valdes, 1535-1536) (41) Ya entonces mi dolor me fatigava, / mas, al cabo, a mi mal dava salida / un blando discurrir de pensamientos / que un no se que trayan de contentos. (Poesias de Boscan, 15141542) En (42) se registra el primer uso de no se que como proforma indefinida dependiente de un verbo dicendi. La tematizacion -ademas de la tonicidad- podrla explicar la sepa- Estamos ante un adjetivo intensional y no ante un determinante, (Eguren y Sanchez Lopez: 2007a). rabilidad de no se que: de una organizacion no se que (rema) ha respondido (tema) se pasaria a otra como ha respondido (tema) no se que (rema). En (43) no se que -primer caso de determinante indefinido- se subraya la distancia epistemica del emisor. (42) Al serle demandado de que nation fuesse, aver rrespondido non se que, con el son turbado & la boz confusa (Traduccion de Juego de Claudio emperador de L. A. Seneca, 1441-1500) (43) Pues como ellos viniesen cansados una manana de acompanar a su amo toda la noche, muy airados de no se que cuestiones que dizque habia habido (La Celestina, 1499-1502) Ya he indicado que la imprecision de no se que puede orientarse a la modulacion del significado. En (44) esta aproximacion se concreta en un recurso lexico: un sustantivo de valor epistemico -apariencia- matiza el significado del termino verdura. (44) Y navegando vido un senalado cabo que hacia la tierra * y salia hacia el poniente, al cual llamo cabo Verde porque le parecio mostrar no se que aparencia de verduras. (Historia de las Indias de Bartolome de las Casas, 1527-1561) Otro aspecto relevante es la relacion que, dentro de los indefinidos, mantienen en el siglo XVI cierto y no se que. Se trata de usos gramaticalizados cuyo contenido epistemico es, al menos en origen, distinto: cierto se aplica a un referente conocido por el emisor y no se que, a uno desconocido. En ocasiones es dificil precisar -como en (45)- si esta di-ferencia originaria ha desaparecido. Con respecto a no se que, hay casos en que el emisor conoce el alcance referencial (46) y otros en que lo desconoce (47). (45) No les fue tanpoco bien a los de Tornay de no se que parlerias y ciertos motes que dixeron al emperador Maximiliano (La lengua de Erasmo nuevamente romangada por muy elegante estilo de Perez de Chinchon, 1533) (46) Y hablando como platico, aleganme a este proposito no se que conseja mas larga que la esperanza de los cortesanos, de un cierto pastor que, teniendo mas ojos que una red, no pudo ver tanto que Mercurio no le hurtase una sola vaca que guardaba. (Cartas del Bachiller de Arcadia al Capitan Salazar de Hurtado de Mendoza, c. 1550) (47) Dezia ciertas palabras, echaua quatro vezes la pelota por el juego, y con tanto quedaua consagrado, y podian jugar en el que hasta entonces no en ninguna manera; y aun el dueno del trinquete, que siempre era senor, no jugara pelota sin hazer primero no se que cerimonias y ofrendas al ydolo (Segundaparte de la Cronica general de las Indias de Lopez de Gomara, 1553) Si en el complejo no se que se potencia el valor exclamativo del pronombre que, este puede comportarse como un intensificador: por ejemplo de un sustantivo eventual, como en (48). (48) [...] que ya que hubo no se que estruendo, que las piedras se hirieron unas con otras; pero habian de quedar perpetuas tinieblas en Jerusalem por este tan grande maleficio, y no habia de quedar memoria della mas que de Sodoma y de Gomorra [...] (Sermones de Dionisio Vazquez, c. 1530-a. 1539) Como construccion, no se que es una marca de actividad discursiva: a) interviene en operaciones de rectificacion o b) funciona como proforma discursiva. En (49) se recoge el primer caso de empleo rectificativo: se corrige un termino, utilizando una expresion menos precisa que adquiere un valor aproximativo: ('liviano o algo asi'), semejante al valor de (6). La posicion del segmento no se que es, obviamente, fija; se pospone al ele-mento corregido. (49) en las flores que me distes, / que siento que me sentistes / por liviano o no se que, / o quifä que lo hezistes / por ser el mas de los tristes (Cancionero de Juan del Encina, 14811496) La proforma discursiva no se que parece derivar de la indefinida, seleccionada por el verbo dicendi. De este modo, la proforma discursiva, que registro por primera vez en (50), remite a una informacion que el enunciador no hace explicita, si bien la proforma funciona como un marcador que rellena la falta de contenido. El alcance de las proformas se ajusta a una variatio enumerativa: la serie de acontecimientos elididos. (50) yo quiero la mo^a, la mo^a me ruega, / par Dios, de tomalla y dalla al diabro. / Se bien, dicho m'an, / que la a reto^ado Miguel sacristan, / y que no se que, que no se que alla... (Diä-logo del Nascimiento de Torres Naharro, c. 1505-1517) En los sermones del siglo xvi aparecen pronombres indefinidos que anuncian la consolidacion de los marcadores de relleno -como los de (4) y (5)- en etapas posterio-res. Sin duda, su documentacion obedece a las circunstancias comunicativas, propias de la modalidad oral, que caracterizan este genero discursivo: presencia del interlocutor, interactividad alta, adecuacion a un receptor amplio... En (51) y (52) la proforma esta seleccionada por el verbo dicendi y su imprecision referencial se orienta al relato de un episodio anterior o a la condensacion de todo aquello que pueda decirse. El segmento complejo no se que -como vemos- se integra en un tipo de textualidad fragmentada que solo se entiende desde la creacion discursiva surgida de la inmediatez comunicativa propia de la concepcion oral.23 (51) No vemos nada. Unas mujeres andan diciendo no se que, que han visto; pero al fin es cosa de mujeres; no sabemos. (Sermones de Dionisio Vazquez, c. 1530-a. 1539) (52) que, de verdad, si nosotros quitasemos estos turquitos de entre nosotros, que fuese uno de nosotros para diez dellos. Y no digais «spanoles somos», y no se que; que de verdad, que El analisis de una construccion como no se que exige «pasar del 'comodo' examen de secuencias oracionales -o de sus constituyentes- aisladas [...] a la observacion y analisis de discursos autenticos [...] sin olvidarse nunca de sus agentes, circunstancias y condicionamientos», (Narbona, 2003: 17). si no somos buenos, que no se lo que Dios permitira. (Sermones de Dionisio Vazquez, c. 1530-a. 1539) BIBLIOGRAFIA Alonso-Cortes, Ä. (1999): «Las construcciones exclamativas. La interjeccion y las expresiones vocativas». En: I. Bosque y V. Demonte (dirs.): Gramatica descriptiva del espanol. Madrid: Espasa-Calpe, 3993-4050. Andrews, B. (1989): «Marqueurs de ruptura du discourse». En: LeFrangaisModerne, 57, 196-203. Banos, J. M. (coord.) 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Sekvenco no se que v obeh primerih zaznamuje mnogotera sintaktična in diskurzivna funkcionalnost -z nespremenjenim osnovnim konceptom nedoločenosti-; ter morfološka transparentnost, ki se manifestira bodisi v govornem diskurzu bodisi v govorjenem besedilu.