Ciril Zlobec (nacido en Ponikve en Carso, 1925) es poeta, prosista, ensayista, traductor y· político. Se 'licenció en lengua y cultura eslovenas en la Universidad deLjubljana. Sus primeras poesías se pubficarcin en varias revistas literarias en los años 50; en 1953 publicó, con otros,t~es poetas eslovenos: Kajetan Kovic, Tone Pavcek y Janez Menart, u~a colección de poemas titulada Pesmi stirih - Po~sías de los cuatro. El verso libre es una de las características de la obra dé Ciril Zlobec, en la que pueden percibirse sus· contactos con la lírica italiana moderna. En cuanto a los temas, sobresalen el del erótismo (obras: Ljubezen - Amor, Najina oaza - Nuestra oasis, Pesmi jeze in ljubezni - Poesías de ira y amor) y el dé la nostalgia de la infancia (Pobeglo otrostvo - La huida infancia) que abarca también el motivo del Carso, su tierra natal (Vraeanja na Kras - Regreso alCarso, Kras - Carso). Ciril Zlobec reacciona en sus versos ante el mundo circundante. Ha obtenido el Premio Preseren, el Premio Internacional Citta dello stretto y el Premio Internacional Eugenio Montale. Por último no podemos omitir su actividad de traductor, sobre todo sus traducciones del italiano (Dante, Leopardi, Montale, Quasimodo, la selección de Poesía italiana contemporánea). 7 Piedra 1 Podría arriesgar una caída mortal por la promesa de un vuelo Como un pájaro bajo la piedra podría levantar vuelo, de un salto, sin ímpetu en las alas. Pero la piedra me esperó desde el origen, me esperó largamente hasta hacerse piedra, petrificada se refugia ahora de los vientos, este único sentido que hizo piedra. De tener manos, las extendería hacia mí, de tener piernas, me perseguiría, de tener cabeza, quizás se arrepentiría, de tener corazón, tal vez se lamentaría, pero como es piedra y atroz como toda piedra, me aplastará bajo su peso apenas quiera levantar vuelo y nadie sabrá jamás a dónde yo hubiera querido volar. 8 Piedra 11 Ni ha nacido ni es fecunda, no semeja la tierra, la hierba, el árbol, viva quizás en otro tiempo lejano en el nuestro apenas existe, dura sin primavera ni invierno, sin un signo de envejecimiento, sin caminos ni viajes, grano de arena, conchilla, guijarro, roca, peña, cueva, petrificada eternidad: piedra, pero bajo su peso, justo ahora, llega serpenteando un lagarto y aparta la cortina de hierba como un campesino erguido desde el alba ante su casa, extasiado por el nuevo día. 9 Como si no fuera En todo estoy y todo soy, como si a un tiempo no fuera ni estuviera, pero en verdad estoy y soy como la montaña, símbolo de la roca, que en los bosques se viste y es sólo bosque, como el grano consistente y maduro que el tierno retoño desmenuza y es aún sólo una semilla, ¿qué soy? ¿quién soy? ¿soy amante o amado? ¿procreador o procreado? ¿soy padre o hijo sólo fortuita y débilmente acuñado entre ambos? ambos al mismo tiempo en pensamiento ocultos apenas, casi entero en las fatigas: soy una totalidad indivisible, y me descascaro, me deshago, me desmenuzo, me disperso y me escurro por los dedos. 10 Verdaderapalabra l. Cuántas palabras por cada palabra, cuántas palabras de los suelos más fértiles, de las alturas y las profundidades de la tierra, cuántas palabras de lluvia en este suelo, palabras de luces, de aires, cuántas palabras buscadas con los ojos vendados y los pies descalzos por fatigosos caminos, cuántas palabras de acercamiento, de adulación, que yo presiento, de deseo de tocarlas ante las cuales me detengo como ante una mújer que me ha esperado, a la que he buscado, única entre las palabras, que es verdaderamente mía, m1 verdaderapalabra. Mi desnuda voz humana. 11 2. ¿Dónde está mi voz? Y sin embargo, desde siempre, también en este instante, cual un pájaro el canto al irrumpir la mañana, yo la siento: esta voz mía, esta desnuda voz humana. La calidez que es su vida y a la cual da vida aún no se ha apagado; de su fuente de medianoche en los muertos claros de luna refulge aún esa luz de mediodía que era aún palabra en el silencio, no de muerte. De un muro a otro de la garganta, como en otro tiempo, las cuerdas tensas, esperanzadas en la palabra, aguardan el roce de un aliento o el estallido de un grito. Todo te poseo, palabra, y no puedo gritar. Poemas publicados en Poesía Eslovena Contemporánea, Ediciones LAR, Madrid - Concepción 1986. Traducción de Juan Octavio Prenz. 12