Mitja Skubic Ljubljana SI A TI TE MANTEARON UNA VEZ ... l. Esta oración compuesta, palabras pronunciadas por don Quijote* en el segundo capítulo de la segunda parte de la novela cervantina, "Si a ti te mantearon una vez, a mí me han molido ciento", solo en aparencia un período hipotético, representa en realidad un conjunto paratáctico de dos unidades contrapuestas en su significado. Suscitan nuestro interés por hallarse en el mismo período los dos paradigmas del pretérito español que llamaremos pretérito simple y pretérito compuesto. Es sabido cuán variada es la denominación de estos dos paradigmas verbales en las gramáticas y en los tratádos españoles. 1 Seguiremos la nomenclatura del francés: se prefiere, en cuanto sea posible, dejar a parte el contenido limitándose a la forma. El paso citado demuestra, si fuere necesario, que en la lengua de Cervantes aparecen las dos formas del pretérito, sintética y analítica. Es nuestro intento averiguar cuáles son los valores de una u otra. En El Cid, por ejemplo, los investigadores constatan para el empleo de las formas pre- teritales una situación caótica, es decir, difícilmente analizable. En El Quijote, al contrario, podrá verse que los dos paradigmas verbales tienen cada uno su valor propio y que, por lo general, no son intercambiables. Podemos anticipar que los dos paradigmas verbales no expresan una oposición estrictamente aspectual, tan conocida en las lenguas eslavas; ésta, reservada a expresar perfectividad e imper- fectividad, es visible en el español en la naturaleza de unos pocos verbos y, además y sobre todo, en la oposición entre el pretérito simple (o compuesto) y el imperfecto; éste sirve para expresar una acción imperfectiva o una situación en el pasado, como puede atestiguar el empleo del mismo verbo en el capítulo citado: Así había de ser, dijo Sancho; pero cuando a mí me manteaban como a miembro, se estaba mi cabeza detrás de bardas/ . ./ ¿Querrás tú decir agora, Sancho, respondió don Quijote, que no me dolía yo cuando a ti te manteaban? 2. El latín, por lo menos el latín llamado clásico, literario, no conocía más que el perfectum sinté- tico, simple, DIXI; es obvio que los investigadores del verbo latino y romance buscaron esclarecer la situación en la cual se creó el paradigma analítico por medio del verbo HABERE que llega a ser el verbo auxiliar y el participio pasado. Los latinistas y cultivadores del latín vulgar nos enseñan que el origen del paradigma he dicho está en la búsqueda de un paradigma verbal que pueda expre- sar, en oposición al perfectum -la nomenclatura latina es sumamente equívoca- el resultado en el presente de una acción en el pasado: el griego antiguo, por ejemplo, poseía dos formas, distin- guiendo aoristo y perfecto; pero el latín no, y sólo excepcionalmente el perfectum de un verbo, como MEMINI, sirvió para expresar el resultado en la esfera presente de una acción preterital. Los estudiosos del latín tardío han encontrado en los textos latinos tardíos ejemplos para constatar en los sintagmas con el verbo HABERE su debilitación y la consiguiente formación de un nuevo paradigma verbal cuyo valor no era el de aoristo. La señal más evidente estaría en el hecho de no estar el participio pasado ligado a un objeto o, más claro aún, de no concordar con él, como en OMNIA PROBATUM HABEMUS. Es suficiente remitirse a Thielmann.2 159 3. En estas pocas páginas nos limitaremos a analizar los valores que revelan las dos formas verba- les que aparecen en el paso cervantino citado. Es evidente que el valor de la forma analítica de nuestra cita no puede ser primario, es decir, no es explicable como resultado de una acción ante- rior. Diremos que hay que ver en la forma verbal un valor secundario y buscaremos la justificación de tal empleo. Es de señalar, todavía, que en El Quijote el pretérito simple, estadísticamente, es el paradigma preterital predominante. Es obvio: trátase de narración y, para presentar las acciones ocurridas en el pasado, el pretérito simple es el paradigma verbal más adecuado, incluso en las lenguas donde ha desaparecido ya en la lengua coloquial, en el hablado, como ocurrió en el francés.3 Un cóm- puto estadístico sería engañador. El empleo de los dos paradigmas, sintético y analítico, al contra- rio, puede y debe ser analizado en los diálogos. Y en estos se encuentran casos donde es visible el valor de un resultado como consecuéncia de una acción anterior. El valor de perfectum praesens está asegurado, creemos, cuando todavía no se verificó la generalización de las formas analíticas. Esta generalización no es sorprendente: sabemos que el perfectum latino, además de carecer de un importante valor sintáctico, era también heterogéneo en sus formas y como consecuencia muy poco apropiado para el habla de la gente humilde, con poca o ninguna instrucción escolar; sobre todo, si se tiene en cuenta que el latín, a lo largo de los siglos de la expansión militar y política de Roma, había sido aprendido forzosamente por naciones que no tenían motivación alguna de apren- derlo. Con la generalización de las formas compuestas el análisis se oscurece. No es necesario sub- rayar las razones que hablan en favor del empleo de la forma compuesta en vez de la simple; es suficiente pensar en la historia del futurum desde el latín hasta las lenguas romances. Con todo, en unos pasos cervantinos estamos seguros de que se trata del valor de perfeto presente4: Su gloria y fama, pues cuanta yo he alcanzado, alcanzo y alcanzaré por las armas en esta vida, 1, 31; Finalmente, quiero, Sancho, me digas lo que acerca desto ha llegado a tus oídos, 11, 2; Sírvate este advertimiento, Sancho, para que discreta y bienintencionadamente pongas en mis oídos la verdad de las cosas que supieres de lo que te he preguntado, 11, 2; ¡No en mis días, marido! ¡Para eso, por cierto, he criado yo a mi hija!, 11, 5; Aceptólo Carrasco, y ofreciósele por escudero Tomé Cecial / ... / y, finalmente, dieron con ellos en el bosque donde les sucedió todo lo que el prudente ha leído, 11, 15; Paréceme que vuesa merced ha cursado las escuelas: ¿qué ciencias ha oído?, 11, 18; Aunque eso así suceda, ¡oh Sancho! -respondió don Quijote-, nunca llegará tu silencio a do ha llegado lo que has hablado, hablas y tienes que hablar en tu vida, 11, 20; ¿Has acabado tu arenga, Sancho? -dijo don Quijote.- Habréla acabado -respondió San- cho-, porque veo que vuesa merced recibe pesadumbre con ella, 11, 20; Que de nuevo y con mayores ventajas que en pasados siglos ha resuscitado en los presentes la ya olvidada andante caballería, 11, 23; ¿Quién te mete a ti en esto, Sancho? -dijo don Quijote.- ¿Quién, señor? -respondió San- cho-. Yo me meto, que puedo meterme, como escudero que ha aprendido los términos de la cortesía en la escuela de vuesa merced, 11, 37. Todavía, en la novela encontramos también casos de claro valor perfectivo, -de perfeto pre- sente,- donde el Autor se sirve del pretérito simple. Puede ser la herencia de la sintaxis latina o, a veces, reminiscencias de los oratores latinos en la conclusión de su arenga (DIXI), como ocurre en la conclusión de las palabras del escudero Trifaldín quien al pedirles a los Duques recibir a la condesa Trifaldi, deseosa de encontrar a don Quijote "en cuya busca viene a pie y sin desayunarse desde el reino de Candaya". La comicidad de la situación no permite ver en tales pasos el reflejo 160 del habla popular; trátase, a pesar de ser utilizada una forma absolutamente castellana, de un calco sintáctico del latín: Ella queda a la puerta desta fortaleza o casa de campo, y no aguarda para entrar sino vues- tro beneplácito. Dije, 11, 36. Sin el matiz de ironía o comicidad anterior, vemos empleadas las formas simples en otros pasos que hacen pensar al uso en el latín: Todo es morir, y acabóse la obra, 11, 24; Las misericordias / ... / son las que en este instante ha usado Dios conmigo, a quien, como dije, no las impiden mis pecados, 11, 74. En tales situaciones, y con tal valor, alternan las dos formas del pretérito como se constata en el empleo del pretérito compuesto con el auxiliar haber, a veces también con tener, lo que no es el uso del castellano actual: Yo fui loco, y ya soy cuerdo: fui don Quijote de la Mancha, y soy agora, como he dicho, Alonso Quijano el Bueno, 11, 74; Hay, pues, pasos donde preferimos ver un uso romance, castellano sin que sea necesario bus- car un equivalente en el latín: Hízome el cielo, según vosotros decís, hermosa, 1, 14. El uso romance y no imitación de un molde latino son también refranes con el verbo nacer, engendrar, pero por ser refranes no es tan significativo si tienen conservadas formas simples, las cuales no son necesariamente latinas, como en ¡Desdichado de padre que te engendró!, 1, 18; Sancho nací, y Sancho pienso morir, 11, 9. Sancho amigo, has de saber que yo nací, por querer del cielo, en nuestra edad de hierro, para resuscitar en ella la de oro, 1, 20. Duerme tú, que nacist~ para dormir, 1, 20. Podemos concluir que en la lengua del Quijote el valor de perfeto presente, con raras pero importantes excepciones, está expresado con la forma compuesta del pretérito. Repetimos que consideramos esta oposición primaria, nacida con la formación del pretérito analítico por medio del auxiliar haber y consideramos otros valores del paradigma romance secundarios. * 4. Nos ocupará de modo particular la oposición que presenta el paso cervantino con el cual hemos iniciado nuestro análisis y para la cual nos serviremos de los términos de acción puntual : acción no puntualizada. Dejamos de parte la otra oposición secundaria llamada en general de acción lejana : acción reciente, donde, convencidos de la irresistible generalización de un paradigma compuesto, aparece sólo el problema de dónde poner el límite entre lejano y reciente.5 En El Quijote Cervantes no recurre siempre al pretérito compuesto cuando en un paso halla- mos un adverbio de tiempo que fija la acción preterital a una esfera más o menos cercana. Lo encontramos con últimamente: Detuve el movimiento a la Giralda, pesé los Toros de Guisando / .. / En resolución, última- mente me ha mandado que discurra por todas las provincias de España/ .. ./ que ella sola es la más aventajada en hermosura de cuantas hoy viven, 11, 14. 161 Constatamos, todavía, el empleo abundante del pretérito simple para la expresión de una acción realizada en un pasado reciente, a veces inmediato: Pues sabed -prosiguió el mozo- que murió esta mañana aquel famoso pastor estudiante llamado Grisóstomo, y se murmura que ha muerto de amores de aquella endiablada moza de Marcela, 1, 12; Perdonad, amigo --dijo don Quijote-; que por haber tanta diferencia de sarna a Sarra os lo dije; pero vos respondisteis muy bien, 1, 12; Pues no ha dos días que viste por tus mismos ojos la hermosura y la gallardía de la sin par Dulcinea, U, 16. 5. Volviendo al paso cervantino que ha suscitado nuestro interés, repetimos que en las dos partes refleja claramente los valores que tienen los dos paradigmas del pretérito: el simple sirve para expresar una acción puntual y el compuesto una acción no puntualizada; en el paso citado, varias acciones, ocurridas en el pasado, no en un ciclo riguroso, en cuyo valor está reservado el empleo del pretérito imperfecto. Esta oposición secundaria está fundada en los valores de la oposición primaria: la posibilidad de la forma compuesta de expresar un estado en el presente, un resultado, revierte en el hecho de que el resultado se opone a la expresión de una acción realizada en el pasado: una acción no pun- tualizada se opone a la presentación de una acción puntual. El pretérito compuesto expresa una situación temporal genérica, mientras el simple una acción condensada en un punto bien definido, una acción temporalmente determinada, delimitada, como atestiguan los pasos en el párrafo prece- dente. La falta de determinación de la acción verbal puede ser subrayada por un adverbio tem- poral o cuantitativo indefinido, como es justamente el numeral, numeral sólo por su forma, en el ejemplo citado: No te he dicho mil veces, U, 9; Como yo tengo dicho muchas veces, U, 24; Governadores he visto por ahí --dijo Sancho- que, a mi parecer, no llegan a la suela de mi zapato, 11, 3; Antes al revés; que como stultorum infinitus est numerus, infinitos son los que han gustado de la tal historia, 11, 3; Y esto ya otras veces lo he dicho a mi señor, Il,4; Siempre, Sancho, lo he oído decir: que el hacer bien a villanos es echar agua en la mar, 1, 23; Mira, Teresa: siempre he oído decir a mis mayores, U, 5. 6. Por todo lo anteriormente expuesto no sorprende que el paradigma compuesto aparezca mu- chas veces en las frases negativas; no cuando se niega una acción aislada, sino cuando la negación se extiende a toda la situación. Los más persuasivos son los pasos con el adverbio jamás (u otro adverbio de significado semejante) que pueden servir para la negación, aunque no necesaria- mente. 6 Otras veces, en muchos pasos, la frase es temporalmente genérica: 162 Y verdaderamente tiene vuestra merced la más mala figura, de poco acá, que jamás he visto, 1, 20; Sepamos agora, Sancho hermano /es soliloquio de Sancho// .. ./ Y, habéisla visto algún día por ventura? - Ni yo ni mi amo la habemos visto jamás, U, 10; ¿No has visto tú representar alguna comedia adonde se aducen reyes, emperadores y pontí- fices?, U, 12; Nunca he visto yo escudero -replicó el del Bosque- que se atreva a hablar donde habla su señor, II, 12; ¿He sido yo su enemigo por ventura? ¿Hele dado yo jamás ocasión para tenerme ojeriza?, Il,16; Porque me parece vuesa merced el primer santo a la jineta que he visto en todos los días de mi vida, II, 16; Déjeme con mi desgracia; que no será tanta, que no sea mayor la que me vendrá de su ayuda de vuestra merced, a quien Dios maldiga, y a todos cuantos caballeros andantes han nacido en el mundo, 1, 31; Dime, fadrón vagamundo, ¿no me acabaste de decir / .. ./ con otros disparates que me pusieron en la mayor confusión que jamás he estado en todos los días de mi vida?, 1, 37; 7. El empleo de las formas del pretérito, simples y compuestas, éstas nacidas en el latín hablado, no tiene en El Quijote nada de caótico. Cervantes se sirve del pretérito simple a lo largo de toda la novela en primer lugar para narrar: en la cadena de los hechos preteritales no hay puesto para otro paradigma que no sea éste, heredado del latín literario. Pero, encontramos el pretérito simple tam- bién para referirse a hechos aislados, en diálogos, en discurso directo, y no raras veces también para expresar un hecho, una acción en un pasado reciente. El paradigma analítico es utilizado con frecuencia para expresar el resultado en el presente de una acción preterital; a veces, aparece con este valor también el pretérito simple. El pretérito compuesto aparece por regla general para expre- sar hechos, ocurridos en un pasado reciente, inmediato, aunque no puede hablarse de una gene- ralización de dicho uso. Además, lo que valoramos también es una importante oposición secun- daria: si las formas simples sirven para expresar una acción puntual, condensada en su duración, las formas compuestas del pretérito sirven para expresar un hecho no realizado o no puntualiza- do o hechos discontinuos y de todos modos no fijados en la línea temporal. Notas 2 4 6 Citase según Miguel de Cervantes, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, Collección Austral, 33.ª ed., Madrid 1985. Cfr. Bello-Cuervo, Gramática de la lengua castellana, 23.a ed., París 1928, párr. 635-650; Gili Gaya, Curso Superior de Sintaxis Española, 9.a ed., Barcelona 1970, cap. XI; Real Academia Española, Esbozo de una nueva gramática de la lengua española, Madrid 1973, párr. 3.14. Cfr. Thielmann, Habere mit dem Part. Perf Pass., ALLG 2, Leipzig 1885, pág. 543 y ss.; Leumann-Hofmann-Szantyr, Lateinische Grammatik, München 1955, pág. 317-320. Cfr. Barthes, Le degré zéro de /'écriture, Paris 1964, pág. 29 y 32. L. Foulet, Petite syntaxe de f'Ancien franr;ais, Paris 1923, párr. 256. En Dauzat, Grammaire raisonnée de la langue franr;aise, Paris 1947, a pág. 214 leemos: . Claro está que el limite con la generalización de las formas compuestas puede cambiar. Además, la ingeniosa expli· cación en Bello-Cuervo, op. cit., párr. 639, y ya no tiene desde hace mucho validez en la realidad de nuestros tiempos. Ocurre lo mismo con jama is, mai en francés e italiano. 163 AKO SO TEBE ENKRAT NATREPKALI ... Za naslov smo si izbrali don Kihotove besede Sancu (11,2). V slovenskem prevodu vzbujata glagolski obli- ki skladenjsko zanimanje zaradi izraza glagolskega vida, natancneje naCina glagolskega dejanja: Ce so tebe enkrat trepka/i, so mene stokrat do krvi pretep/i (Stanko Leben, 1935-37); Ako so tebe enkrat natrepka/i, so mene stokrat premikastili (Niko Kosir, 197 3 ); spanski izvimik zoperstavlja obe obliki preteklika, enostavno in sestav- ljeno: Si a ti te mantearon una vez, a mí me han molido ciento. Latinski sinteticni perfectum ima v romanskih jezikih vzporedno sestav)jeno obliko. Clanek poskusa dogna- ti, katere so v Cervantesovem romanu vrednosti teh dveh oblik, ki sta poimenovani enostavni oz. sestav{jeni pre- terir ( sp. pretérito simple - pretérito compuesto), natancneje, v kaksnem pomenskem in skladenjskem nasprotju se pojav)jata. Ugotavlja se, da je ena od pomembnih opozicij izrafanje easovno natanko preciziranega, dolo- cenega, oziroma, s sestavljeno obliko, na easovni premici nezgoscenega preteklega dejanja. 164