Gloria Bautista Clemson U niversity USA EL REALISMO MÁGICO: HISTORIOGRAFÍA Y CARACTERÍSTICAS El término realismo mágico ha sido empleado frecuentemente por la crítica literaria sin delinear concretamente sus características. Por esta razón me propongo bosquejar cronológicamente las definiciones dadas por prominentes críticos con el fin de precisar características que son endémicas al realismo mágico. En 1925, Franz Roh, crítico alemán, acuñó el término realismo mágico para explicar la pintura post-expresionista. Roh lo definió así: Realismo mági,co es el procedimiento de realización de adentro hacia ajitera para desentrañar el misterio que se esconde y palpita en el mundo1. Esto quiere decir que el objeto, imagen de lo existente y escudo ante la fluidez eterna de las cosas, brota misteriosamente del artista, quien lo expresa en su forma integral y recreativa, haciendo que el objeto experimente una nueva creación. Lo significativo de este tipo de técnica es que restablece la importancia de los objetos dándoles un significado más profundo que penetra en el misterio. El arte ya no es sólo la copia externa de la realidad sino que crea su propia realidad, la cual emana del interior del artista, haciendo que la obra de arte se sienta como una creación donde la magia no está en oposición a lo místico sino que se complementan. Al examinar la literatura desde esta perspectiva descubrimos que la realidad emerge del interior en una maravillosa creación entre la naturaleza y el espíritu, entre lo permanente y la eterna fluidez. Lo que hace el escritor mágicorrealista es exponer lo extraordinario de lo ordinario. El escritor, empleando técnicas como el detallismo, la yuxtaposición, el sincretismo, logra multiplicar la realidad. En 1931, Massimo Bontempelli empleó el término realismo mágico para referirse al dualismo entre realidad y misterio, exponiendo la magia encubierta entre la materia y la atmósfera mágica que se siente sin verse. Lo novedoso de este método es que expresa el dualismo realidad-misterio sin permitir la absorción de la una por el otro ni viceversa, sino que se funden creando una nueva realidad. Las huellas del realismo mágico en Latinoamérica se remontan a los años 1940-50, cuando la narrativa empezó a sufrir cambios importantes. Los críticos Fernando Vela, "Realismo mágico: Problemas de la pintura europea más reciente de Franz Roh", Revista de Occidente XVI, junio, 1927, p. 274. 19 literarios y escritores se dieron cuenta de que estaba ocurriendo algo de gran importancia pero no sabían cómo explicarlo. ÁJ.varo Lins anotó que la novela moderna latinoamericana era mágicorrealista porque en ella ya no se observaban sólo los aspectos externos, sino también la intuición penetrando una realidad más íntima y misteriosa. En 1949, Alejo Carpentier publicó su libro El reino de este mundo y en el prólogo presentó las ideas que revolucionarían la literatura latinoamericana. Declaró que el continente americano poseía un misterio inherente y una esencia mágica que él llamó lo real maravilloso. Este fenómeno es autóctono de América por su historia, su geografía, su mitología y sus gentes que contienen una riqueza inexplorada. Según Carpentier, lo maravilloso surge de una inesperada alteración de la realidad (el milagro), que exaltado por el espíritu produce una revelación privilegiada de dicha realidad. Para verbalizar tan revolucionaria idea era necesario encontrar las formas de expresión apropiadas y esto es lo que los escritores mágicorrealistas intentan. José Antonio Portuondo explica el realismo mágico como una postura ante la realidad, surgida por el choque del escritor con sus propias circunstancias2, o sea, que la realidad puede tener varios aspectos dependiendo del ángulo que tome el escritor. Hay aspectos físicos, sociales, síquicos, poéticos, y muchas combinaciones de los anteriores. El realismo que muestra la realidad social es realismo crítico, y el que se basa en la realidad síquica es realismo mágico. Portuondo considera que esta técnica literaria es el producto de la angustia de la generación que creció en la atmósfera belicosa del siglo XX. Por eso divide a los escritores mágicorrealistas según su temática, como una generación subdividida en síquica y filosófica. El término realismo mágico fue popularizado por Ángel Flores, quien no sólo intentó definirlo sino que detalló algunas características de éste: interés en transformar lo cotidiano en irreal... lo irreal acaece como parte de la realidad ... el tiempo existe en una especie de fluidez intemporal... gran preocupación estilística ... Flores concluyó que el realismo mágico es la auténtica expresión que tanto ha buscado Latinoamérica3. Enrique Anderson Imbert y Tzvetan Tudorov contribuyeron a diferenciar el realismo mágico de lo fantástico. En lo fantástico el escritor crea caprichosamente seres fantásticos como hadas, duendes, elfos, que intervienen en un mundo encantado, sin contradicciones, donde la única lucha es entre el bien y el mal. En lo maravilloso, el escritor no inventa nada sino que penetra profundamente la realidad 2 José Antonio Portuondo, "La realidad americana en la literatrura", El heroismo intelectual, México, Tezontle, 1955, p. 126. 3 Ángel Flores, "Magic Realism in Spanish American Fiction" Hispania XXXVII, mayo, 1955, p. 190. 20 para desentrañar sus misterios; estos misterios no están fuera de la realidad sino que forman parte integrante de élla. Así pues, lo maravilloso y lo sobrenatural no entran en conflicto con la realidad sino que la complementan. Miguel Ángel Asturias dice que en América la realidad y lo maravilloso son inseparables. Las personas se mueven en una mezcla de magia y realidad. .. Vivimos en un mundo sin fronteras entre lo real y lo maravilloso4• No siempre todo lo que es maravilloso pertenece al realismo mágico, aunque sí se puede decir que el realismo mágico está impregnado de lo maravilloso. El realismo mágico no tiene relación con la literatura fantástica, ya que no distorciona la realidad. Más que todo, el realismo mágico es una actitud hacia la realidad. El escritor mágicorrealista no "reta" al lector a entrar en el juego en la forma en que lo fantástico lo hace sino que recrea un mundo en el que la magia y la realidad coexisten como si nacieran del interior mismo de las cosas. Para lograr tal génesis, el escritor mágicorrealista se apoya en creencias, actitudes y acciones de los personajes que están guiadas por una cosmovisión que incluye lo maravilloso y lo metafísico como parte de la vida cotidiana convirtiendo la realidad en mágica y que al mismo tiempo el lector puede entenderla a través de la lógica. El origen de muchas de estas creencias se encuentra en libros sagrados como El Popol Vuh y La Biblia. A pesar de la diferencia entre los términos lo fantástico y el realismo mágico hay quienes se empecinan en usarlos intercambiablemente. La confusión estriba en que las dos corrientes coinciden en que para dar sentido a la realidad americana se necesita una dimensión ilusoria, mágica, mítica, pero sin crear seres o situacienes fantásticas, sino solamente exponer la magia de la realidad.En el realismo mágico el mundo es muy diferente. El sentido de irrealidad se alcanza a través del asombro ante la realidad, sin destruirla. En vez de presentar la magia como si fuera real, presenta la realidad como si fuera mágica: personajes, cosas, acontecimientos, son reconocibles y razonables; lo que el escritor se propone es provocar sentimientos de extrañeza y se abstiene de aclaraciones racionales. El realismo mágico planta sus raíces en el ser real y su orden físico exponiendo lo absurdo de su existencia. El escritoroscila entre la disolución de la realidad (magia) y la copia de la realidad (realismo). Fernando Alegría fue quien primero desarrolló una teoría del realismo mágico. Basándose en la definición de Carpentier, Alegría concluyó que lo real maravilloso y el realismo mági.co eran términos sinónimos. Examinó las obras de Miguel Ángel Asturias y de Carpentier y concluyó que en el realismo mági.co no se encierra idealización alguna, de origen romántico: por el contrario, ese realismo vive de una constatación de hechos históricos que se toman leyendas en la imagi.nación del pueblo, y actúan luego, como mitos desde una subconsciencia colectiva5• 4 Miguel Ángel Asturias, "Quince preguntas", Revolución, agosto 17, 1959, p. 23. 5 Fernando Alegría, "Alejo Carpentier: realismo mágico", Humanitas 1, 1960, pp. 355-356. 21 A medida que aumentan las teorías e intentos de definir el término realismo mágico se advierte que hay otros elementos integrales que nutren esta nueva técnica literaria; tales como mitos, supersticiones y leyendas, ya que el realismo mágico no es sólo estético sino también ideológico; se valoran los regionalismos con elementos absurdos, algunos acontecimientos históricos y antropológicos peculiares del mundo americano. Los escritores mágicorrealistas se valen del substrato cultural para exponer las raíces comunes del hombre americano con el hombre universal, ya que la sociedad latinoamericana se levanta entre los mitos de diferentes civilizaciones y es el producto de la fusión de varias culturas y .grupos étnicos. Roberto González Echeverría señala que en el realismo mágico hay dos vertientes: la fenomenología y la ontología. La primera es el realismo mágico propuesto por Rob en el que la magia se encuentra en el acto perceptivo. La ontología resulta de lo real maravilloso expresado por los escritores hispanoamericanos situados en la margen creyente del acto perceptivo. La percepción resulta ser un acto de fe en el que el poder de trascender altera el orden narrativo tradicional 6. Gabriel García Márquez dice que en América Latina todo es posible, todo es real. Vivimos rodeados de esas cosas extraordinarias y fantásticas; por eso, el escritor mágicorrealista no necesita crear mundos imaginarios; lo que hace es penetrar en la realidad latinoamericana y encontrar lo mágico en lo cotidiano. Las creencias de la gente determinan lo que es real o irreal, y estas creencias le dan al escritor un sistema de referencias donde él puede presentar la realidad en su texto7. Resumiendo lo anterior y aceptando que el realismo mágico nace del misterio de la realidad hay que dar cabida a procesos psíquicos que impulsados por la expresión lírica penetran la realidad cotidiana donde encuentran la magia y los elementos misteriosos de la realidad; o sea, lo que el escritor hace es tomar situaciones comunes y corrientes y expresarlas tan realistamente hasta el punto de maravillar. Cuando estas cualidades mágicas son presentadas en una forma objetiva, aunque no sean explicables por la razón o por la lógica, son reales dentro del contexto cultural americano. Los temas del realismo mágico frecuentemente se relacionan con lo americano y su gente, su historia, religión, mitos, leyendas y folklore que ofrecen un manantial inmenso de ideas para el escritor. Dichos temas son elevados líricamente a un nivel mítico-universal dándoles un aura de verosimilitud. Así como los temas del realismo mágico son legendarios y primitivos, sus personajes también lo son; ellos ven al 6 Roberto González Echeverría, "Carpentier y el realismo mágico", XVI Congreso internacional de literatura iberoamericana, Pittsburg, K and S Enterprises, 1967, p. 41. 7 .Jaime Alazraki, "Para una revalidación del concepto realismo mágico en la literatura hispanoamericana", The American Hispanist, 1976, p. 21. 22 mundo desde otro punto de vista, desde una perspectiva que ha surgido del aislamiento y de la hibridación cultural; ellos tienen una concepción mágica del universo y por eso se pueden mover de un plano de la realidad a otro sin incomodarse. En Latinoamérica, el realismo mágico tiene dos realidades: la objetiva y la maravillosa. La objetiva comprende lo político, lo social, lo económico lo cual ha sido condicionado por una explotación histórica, desde la jerarquía indígena al feudalismo español, hasta la más reciente supeditación norteamericana y criollo-burguesa. Esta herencia de siglos ha condicionado también el medio ambiente en el que nace el realismo mágico. Hay dos elementos esenciales en el realismo mágico según Carpentier: la presencia de lo maravilloso y la fe. Lo maravilloso es el resultado de la inesperada alteración de la realidad o sea el milagro (magia). Para que un milagro se lleve a cabo hay que tener fe que exalte el espíritu y lo conduzca a un estado límite8• La fe incluye la aceptación de acontecimientos extraordinarios como algo normal. La fe produce milagros que se aceptan normalmente como parte de la realidad objetiva, pero son en verdad la realidad maravillosa. Estos son los milagros-crónicas que los escritores mágicorrealistas narran. El realismo mágico es muy natural en Latinoamérica ya que su gente está llena de fe, crédulos en mitologías antiguas que yuxtapuestas a las cristianas producen la maravilla del milagro; debido a este elemento de credibilidad, lo sobrenatural o mágico no provoca ninguna reacción especial. En la literatura mágicorrealista, los personajes, el autor-narrador y el lector mantienen una actitud de impasibilidad ante lo relatado. Mircea Eliade dice que el mito se hace tal a consecuencia de la fe: si no hay fe no es posible acceder a la verdad sobrenatural o mitológi.ca9• La fe hace posible lo imposible. La realidad vista desde una perspectiva mágica diluye el tiempo; este ya no fluye lineal y cronológicamente, sino según el sentir y actuar de los personajes; por lo tanto, los recuerdos pueden tener un pasado, un presente y un futuro. El tiempo se convierte en un elemento más de la imaginación del autor para crear la maravilla, el milagro. Para verbalizar la realidad mágica el escritor se vale de técnicas empleadas por los surrealistas (sueños, intuición) y utiliza figuras retóricas como la hipérbole, la ironía, la elipsis, la silepsis, la catacresis, etc; también se sirve del humor, lo onírico, lo telúrico, el mito y lo metafísico, fundiendo así diferentes elementos de la realidad. Para entender el realismo mágico es necesario exponer sus características más constantes. Después de leer la mayoría de la crítica y opiniones sobre el realismo 8 Alejo Carpentier, El reino de este mundo, Prólogo, México, Iberoamericana de publicaciones, S.A., 1949, p. 10. 9 Mircea Eliade, Mito y realidad, Madrid, Ediciones Guadarrama, 1968, p. 18. 23 mágico, pude substanciar diez elementos que considero como los esenciales para catalogar una novela como mágicorrealista: l. Exactitud de la descripción realista aplicada a un asunto sobrenatural o mágico, y expresada en un estilo sencillo, preciso y claro. · 2. La yuxtaposición de elementos, temas, hechos y situaciones para mostrar la relatividad de la realidad. 3. El empleo de técnicas surrealistas como el automatismo síquico y la recreación de atmósferas oníricas e imprecisas para explorar el subconsciente. 4. La sorpresa como resultado de la combinación de elementos reales e irreales, concretos y abstractos, lo trágico y lo absurdo. 5. Sincretismo: magia y religión, civilización y salvajismo, ricos y pobres. 6. El empleo del mito; no es que el autor se preoeupe por ser completamente fiel a la historia o mitos de su país, sino que se vale de ellos para forjar el deseado mundo autónomo de la novela, ya que el escritor mágicorrealista no es sólo un imitador, sino también un explorador de la realidad. 7. La disrupción limitadora del tiempo cronológico y del espacio objetivo. 8. Familiarización y aceptación de lo insólito. Por eso, lo real yJo irreal son posibi- lidades válidas. Lo maravilloso y lo mágico es aceptado como algo cotidiano y normal. Una vez que esto sucede, lo demás sigue con precisión lógica. Lo difícil es lograr esa encadenación, ese instante de suprema lucidez que crea la chispa de contacto entre la imaginación y la realidad. Es ese segundo en el que el escritor y su personaje se entienden, y los misterios les son revelados. El escritor busca estas experiencias o estados límite donde se da testimonio de la identificación total del hombre con el cosmos. 9. Los personajes funcionan en un plano de realidad autónoma, carente de un "debe ser", es decir, de criterios pre-establecidos. El escritor mágicorrealista suspende todo juicio y trata cuanto dato tiene a su alcance de igual manera, sin discriminar nada. 24 10. Preocupación del autor por los problemas sociales de Hispanoamérica; hay una especie de solidaridad entre el escritor y su pueblo solidificando dialécticamente la realidad natural y la social sin fundamentarse sólo en consideraciones teóricas sino también en una serie de fenómenos reales. El realismo mágico presenta sucesos que la imaginación popular ha transformado en leyendas o viceversa. Al apoderarse profundamente de la realidad, el escritor puede decirle más al lector sobre su realidad humana que muchos estudios científicos; es por esta razón que las obras mágicorrealistas cuentan con un gran número de lec- tores. Definir absolutamente el realismo mágico es imposible, ya que nadie sabe dónde termina la realidad y comienza la magia o viceversa; lo que sí sabemos es que la magia, siendo la certeza inesperada de lo increíble, subyace en la realidad y el papel del escritor mágicorrealista es desentrañar toda la realidad, tanto la objetiva como la maravillosa. 25