Mitja Skubic Ljubljana UNA INSULA, QUE HASTA AGORA LA ESPERO l. En su novela sobre el caballero andante y su escudero Cervantes emplea una estruc- tura sintáctica que parece violar la norma vigente del español: al introducir la subordinada relativa el pronombre relativo que, con valor de objeto directo, excepcionalmente también ( á) quien, a veces, muestra una especie de flexión, no sintética, característica del latín, sino analítica, sirviéndose del sintagma costruído de pronombre relativo y de pronombre perso- nal átono en el acusativo. Trátase de las subordinadas relativas, más exactamente de las atributivas, definidas en general como especificativas, cf. GILI 1970, pár. 229. Distintamente, la subordinada defini- da explicativa por la pausa que la precede y sigue, y en la grafía por las comas, aunque los signos de puntuación no son jamás enteramente convincentes, puede muy a menudo inter- pretarse como inserción en la oración; por su valor semántico ésta es bastante independiente y refiérese a la oración entera, no sólo a un elemento de ella. Por consecuencia, nuestro interés se centrará en las relativas especificativas. Para el español contemporáneo las gramáticas no mencionan tal estructura o lo hacen escasamente; tampoco se encuentra reflejada en los estudios de las fases históricas. Hay una mención en el Esbozo de la RAE, donde (3.20.6 c) se lee: "En el habla coloquial y vulgar moderna es muy frecuente esta construcción; por ejemplo: Uno que le llaman Chato." Por lo visto, al Esbozo más que otro le interesa constatar el valor genérico del relativo que; lo que es un fenómeno conocido en muchos idiomas, no sólo los romances. 2. Podemos creer1 que dicha estructura, es decir, el pronombre relativo "declinado", forma parte de lengua hablada y que el uso escrito, la norma impuesta por la lengua litera- ria, no lo permite. La lengua hablada tiende siempre a ser lo más clara posible; el pronom- bre relativo que por sus varias funciones no lo es y, además, puede figurar también como con- junción y de muy amplio uso. Sólo que sería difícil afirmar la existencia de tal estructura para la época de Cervantes, a no ser que tuviéramos a disposición una cantidad de textos por su lengua decididamente po- pulares, por ejemplo un cierto número de obras teatrales, mejor aún de comedias. 2 La con- vicción de ver en el uso cervantino el reflejo del habla coloquial es legítima, pero no fácil- mente comprobable. Insiste sobre la existencia en el español contemporáneo de la "cláusula relativa con conjunción", tal es su término, Car- los Cid Abasolo, véase ABASOLO 1999, p. 274. Cita ejemplos del francés, pero el ejemplo del español actual Pudo escapar uno de los ladrones, el cual lo detuvieron horas después en un descampado, parece ser más bien una subordinada explicativa, a no ser un cultismo sintáctico, una coniunctio relativa á la latina; de consecuencia es menos probante. 2 En las églogas del teatro de Juan del Encina, por ejemplo, véase Obras completas, IV, Teatro, Madrid, 1983, pasajes con tal estructura no se encuentran. Las relativas mismas son escasas. 213 3. Podría pensarse en la influencia lingüística del árabe con todo que se trata de dos lenguas del sistema sintáctico diferente. 3 Estamos convencidos de que una influencia sintác- tica, un calco estructural puede ser la consecuencia de una simbiosis o, por lo menos, que las influencias sintácticas necesitan un contacto directo, ya sea de una etnia, de preferencia, o ya sea de un individuo inmerso en un ambiente lingüísticamente extranjero. Y sabemos de los cinco años y medio del cautiverio de Cervantes en Alger de cuyo hecho nos atestigua él mismo en el prólogo a las Novelas ejemplares: de aquel período habrá conservado, supo- nemos, el uso de esta estructura sintáctica, no sólo el conocimiento de algunas palabras y frases enteras como, por ejemplo, las que aparecen en la historia de Zoraída. El calco, como se sabe, es menos visible que el préstamo. 4. Hemos intentado analizar la subordinada relativa. Es preciso afirmar, desde el inicio, que el relativo simple que la introduce, es decir que, es absolutamente predominante, de la misma manera a que estamos acostumbrados a encontrarlo en la literatura española con- temporánea. Queremos decir que Cervantes construye la subordinada relativa en la mayoría de los casos introducida por el relativo simple que: De la libertad que dió don Quijote a muchos desdichados, 1, 22; la relación que os hiciere, 1, 28; a los caballeros andantes no les toca ni atañe averiguar si los afligidos, encadenados y opresos que encuentran por los caminos van de aquella manera o están en aquella angustia, por sus culpas, 1, 30; miémbresele á la vuestra merced el don que me tiene prometido, 1, 30; De la respuesta que dió don Quijote á su reprehensor, 11, 31. Pero, la construcción insólita, la que atrae nuestro interés, es decir, la que aparece en el títu- lo, está presente a lo largo de toda la novela cervantina, aunque en un número escaso. En las notas de varias ediciones de la novela el fenómeno ha sido ya notado e interpre- tado. Clemencín sentenció, a mi modo de ver, muy justamente, tal uso como redundante, por ser contrario a la norma, mientras Francisco Rodriguez Marín4 interpreta la subordinada no como relativa sino como una adverbial, consecutiva, seguida de la elipsis de tal, tales: con tal visión la estructura es otra y, además, rellenar un supuesto vacío, una supuesta elipsis resul- ta siempre por lo menos dudoso, si no erróneo. Sobretodo, porque hay en la novela pasajes donde el valor consecutivo de la subordinada es indudable: solo sé que hay algunas señoras Cf. un ejemplo que ofrecen las gramáticas del árabe: - /hadha huwa at-Talib aladhi qabiltuhu fil halla/ 'es el estudi- ante a quien /le/ encontré en la fiesta'. Del Quijote podemos citar II, 54: thumma iltahyqtu bi hawla' il-hujjaj, aladhi- na i'atadu an yusajiru kul/ sana i/a isbanya li zayarat a/-amakin al-muqadisa alati yu'adunuha ke hinduhum 'que los tienen por sus Indias'. 4 En la nota de su edición al pasaje Más sucedió/es otra desgracia, que Sancho la tuvo por la peor de todas, !, 13, encon- tramos la siguiente anotación: - En opinion de Clemencín, "debió borrarse el pronombre la que es superfluo, estando representado el nombre por el otro pronombre relativo: más sucedió/es otra disgracia, que Sancho tuvo por la peor de todas". No acertó el ilustre comentador con el hito de este pasaje, pues no estaba sino en que, como en otros muchos, hay una elipsis de la palabra tal: "Mas sucedióles otra desgracia, tal, que Sancho la tuvo por la peor de todas." Comentando el pasaje ... me hizo en darme á ti por amigo y á Camila por mujer propria, dos prendas, que las esti- mo, si no en el grado que debo, en el que puedo, i, 33, opina Clemencín que el pronombre sobra; Marín rechaza tal interpretación, diciendo: - "Como en otro lugar del capítulo cree ahora Clemencin que redunda el pronombre las. No sobra nada, y falta algo: falta, después de prendas, una coma, que, con trasladarla de la edición príncipe, pues en ella la hay, habría indicado a Clemencín que la frase es elíptica, y que se sobrentiende tales, como en el dicho capítulo: dos prendas, tales, que las estimo ... " 214 de aquellas tan crueles, que las llaman sus caballeros tigres y leones, 1, 32; las importunaciones del Duque fueron tantas, que la ('la cabecera de la mesa') hubo de tomar, 11, 31. Por conse- cuencia, se buscará eliminar de nuestro análisis todos los pasajes donde es verosímil ver en la subordinada una adverbial de valor consecutivo. En tal caso, trátase de una conjunción, no de un pronombre relativo. 5. Para la valoración presentamos algunos pasajes de la novela. La pura constatación estadística del número de que no sirve: estamos obligados a distinguir su funcion de conjun- ción, y en tal caso la subordinada puede ser consecutiva, y de pronombre relativo, y en tal caso tenemos que hacer con una subordinada relativa, especificativa o explicativa que sea. Nos servirá, quizás, paragonar los pasajes de Cervantes en la traducción de una otra lengua romance. Elegimos la traducción italiana 5, la cual, por regla, diverge de la estructura hallada en El Quijote, recurriendo al relativo simple che. No es una sorpresa: una traducción está siempre sometida a la norma literaria y el texto original, al contrario, es también lingüís- ticamente producto de un genio creativo. Claro está que la traducción que tenemos como parangón no necesariamente concuerda en todo con el original: recurre, a veces, con una estructura implícita, lo que hace inútil la comparación con el pasaje en el original cervantino. Dijimos ya que los pasajes que han despertado nuestro interés no son muchos, y aun eli- minamos algunos donde la interpretación podría resultar dudosa; son bastantes, todavía, para constatar la violación de la norma literaria española, por lo menos la norma válida hoy en día. Y, no es quizás superfluo añadir que tales violaciones de la norma aparecen - más frecuentes, sí - en el discurso directo, en las palabras de don Quijote, de Sancho o de otros personajes, pero aparecen tambien en el cuento de Cervantes narrador. Encuéntrase tal estructura sintáctica en varios pasajes: - ¿Qué gigantes? - dijo Sancho Panza. Aquellos que allí ves - respondió su amo - de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas, 1, 8; - y otras cosas que, aunque dellas no me acuerdo, las doy aquí por expresadas, 1, 10; - Más sucedió/es otra desgracia, que Sancho la tuvo por peor de todas, 1,19; - cosa que la juzgó a milagro, según fue lo que llevaron y buscaron los galeotes, 1, 23; Para la versión en el italiano nos hemos servido de dos traducciones, publicadas a casi cien años de distancia, sin poder constatar en lo que toca el problema que nos interesó divergencias sustanciales. Trátase de la traducción bajo el título L'ingegnoso idalgo Don Chisciotte della Mancha con Sancio Pancia suo escudero, Milano 1883, y Don Chi· sciotte della Mancia, Einaudi, Torino 1972. Concuerdan, en la estructuración de la frase y no en la del pronombre relativo, el original y la versión italiana: "per chiedergli dei denari per pagare sei cavalli, che compró lo stesso giorno in cui si offri di parlare a mio padre", 1, 27; "mi ha dato te per amico e Camilla per moglie; due tesori che apprezzo se non quanto dovrei, almeno quanto posso", 1, 33; "e mi promise un'isola che sto sempre aspettando", 11, 2; "che egli non poté condurre a termine a modo che aveva pensato e voluto", II, 28; "e mi accompagnai con questi pellegrini che costumano di venire ogni anno in buon numero a visitare i santuari di Spagna, ch'essi tengono perle loro Indie", 11, 54. 215 - quiero, digo, que me veas en cueros, y hacer una ó dos docenas de locuras que las haré en menos de media hora, 1, 25; - para pagar seis caballos, que de industria [. .. ], el mesmo día que se ofreció á hablar á mi padre los compró, 1, 27; - las mercedes que Dios me ha hecho [. . .]en darme á ti por amigo y á Camila por mujer propia, dos prendas, que las estimo, 1, 33; - Todo esto ha dicho una criada de Camila, que anoche la halló el Gobernador, descolgán- dose con una sábana por las ventanas de la casa de Anselmo, 1, 35; - quiero hacer una cosa con vosotros que ha muchos días que la tengo pensada, 1, 39; - él me sacó de mi casa con engañifas, prometiéndome una ínsula, que hasta agora la espero, 11, 2; - el mal suceso que don Quijote tuvo en la aventura del rebuzno que no la acabó como el quisiera, 11, 27; - la desgracia de mi señora la Condesa Trifaldi, a quien los encantadores la hacen llamar la Dueña Dolorida, 11, 36; - juntéme con estos peregrinos, que tienen por costumbre de venir á Espagna muchos de- llos, cada año, á visitar los santuarios della, que los tienen por sus Indias, 11, 54. 6. El empleo del pronombre relativo, (¿sería permitido, en sus formas compuestas que los pasajes citados presentan, nombrarlo analítico?), que encontramos en El Quijote, es con- trario a la norma en español y, en general, a las lenguas romances. Otras lenguas conocen el relativo "declinado", las eslavas, por ejemplo, también el alemán, donde la forma es sinté- tica. Pero, se ha constatado tales formas en el español hablado en concurrencia a el cual que no parece muy popular. Por eso, la opinión de ver en el uso de tal estructura la influencia del habla popular, espontánea, deseosa de expresarse por medios más claros, es decir de menos funciones, es respetable. De todos modos, como tenemos que hacer con un fenómeno sin- táctico, sería posible ver en dicha estructura un calco sintáctico, estructural donde un con- tacto inmediato es, creemos, inprescindible, y Cervantes se encontró en tal situación; por consiguiente, una eventual explicación de tal uso en El Quijote con la influencia lingüística del árabe no se puede rechazar a priori. Obras citadas o consultadas CERVANTES, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, Edición y notas de Francisco Rodriguez Marín, de la Real Academia Española, Espasa-Calpe, Madrid 1941. Miguel de CERVANTES, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, Colección Austral, Espasa-Calpe, 33ª ed., Madrid 1985. Andrés BELLO - Rufino José CUERVO, Gramática castellana, 23ª ed., París 1928. Samuel GIL! GAYA, Curso superior de sintaxis española, Bibliograf, 9ª ed., Barcelona 1970. R.A.E., Esbozo de una nueva gramática española, Espasa-Calpe, 11ª reimpresión, Madrid 1986. Alonso ZAMORA VICENTE, Dialectología española, Gredos, 2. ed., Madrid 1967. Rafael LAPESA, Historia de la lengua española, Escelicer, 7ª ed., Madrid 1968. Werner BEINHAUER, El español coloquial, Gredos, 2ª ed., Madrid 1968. 216 Manuel ALVAR - Bernard POTTIER, Morfología histórica del español, Gredos, Madrid 1983. Carlos Cid ABASOLO, Cláusulas relativas con conjunción en las lenguas románicas, eslavas y vasca, Revista de filología románica, 16, Madrid 1999, págs. 267-288. OTOK, K1 GA SE ZMERAJ GAKAM V Don Kihotu najdemo skladenjsko zvezo, ki je norma spanskega jezika ne dopusca: odvisni zaimek ima za direktni predmet obliko, zgrajeno tudi z nenaglasenim osebnim zaimkom v tozilniku, ne le z iz latinscine podedovano okostenelo obliko que. Ta oblika paje lahko tudi veznik, ki uvaja posledicne, namerne odvisnike, in mogoce je, da so pojavi take sklonske oblike - zgradba odvisnega zaimka je cisto slucajno prav taka kot v slovenscini - posledica teznje v govorjenem jeziku, da se predmet izrazi jasneje. Taki primeri so znani tudi iz sodobne govorjene fran- coscine. Podobno rabo pri Cervantesu lahko razumemo kot vpliv govorjenegajezika, seveda paje res, da go- vorjenega jezika njegove dobe, se pravi z zacetka 17. stoletja le ne moremo poustvariti. V prispevku se ome- nja kot ena od moinosti vpliv arabSCine, ceprav sta arabscina in kastiljscinajezika iz dveh razlicnih sistemov. Yerno pa, da je Cervantes arabsko znal, saj je pet !et in poi prezivel kot jetnik v Alziru, tako da ta hipoteza, ki ostaja zgolj hipoteza, le ni cisto nemogoea. 217