Received: 2014-02-05 UDC 332.021.8:63(498)"1864/1921" Original scientific article LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS Y CONSECUENCIAS DE LA REFORMA AGRARIA RUMANA DE 1918/1921 Jose DIAZ-DIEGO Universidad Catolica de Temuco, Facultad de Ciencias Sociales, Departamento de Antropologia, Manuel Montt, 56. Temuco, Chile jose.diaz@uct.cl RESUMEN Tras la Revolucion Rusa de 1917y en plena I Guerra Mundial, los gobernantes ruma-nos decidieron publicitar y emprender luego una reforma agraria liberal para impulsar la modernizacion del campo y la tecnificacion de su agricultura, esperando frenar los posibles amagos revolucionarios, apaciguar las revueltas campesinas, minimizar las de-serciones de guerra y activar la economia nacional empezando por paliar el desabaste-cimiento de alimentos en los mercados. En terminos socioagrarios, la reforma consiguio corregir algunos desajustes en la estructura agraria como el sobrepeso del latifundio rumano, sin embargo no se resolvieron, mäs bien al contrario, otros problemas fundamentales de los entornos rurales como el reducido tamano de las parcelas y las elevadas deudas de las familias campesinas con el Estado relativas al pago de las nuevas tierras. Palabras clave: Reforma agraria, Ruman^a, campesinado, 1918, 1921 THE LAND IN THE ROMANIAN INTER-WAR PUZZLE: REASONS, PROCEDURES AND CONSEQUENCES OF THE ROMANIAN AGRARIAN REFORM OF I9I8/I92I ABSTRACT After the 1917 Russian Revolution and during the First World War, the Romanian rulers decided to advertise and undertake then a liberal land reform to boost the countryside modernization and the agriculture tecnification, in order to try to stop the possible revolutionary attemps, to appease the peasant revolts, to minimize the war desertions and to active the national economy starting to alleviate food shortages in markets. In socio-agrarian terms, the land reform got to correct agrarian structure imbalances like the huge representation of the Romanian large farms but other main problems of the rural contexts were not resolved, quite the contrary, like the small size of the plots and the hight debts of the peasant families with the State related with the payment of the new lands. Key words: Land reform, Romania, peasantry, 1918, 1921 Jose D^AZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 ANTECEDENTES DE LA REFORMA La primera y unica reforma agraria llevada a cabo en Ruman^a antes de la aplicada entre 1918 y 1921, fue la de 1864. Tal reforma no consiguio invertir los desequilibrios im-perantes en el medio rural sino que, en algunos casos, los acentuo debido a una prevision insuficiente, a una gestion ineficaz y a un contexto inflacionario que dificultaron la emer-gencia de una clase campesina cuyas producciones ni repercutieron decididamente en el aumento de la produccion y el saneamiento de la economia nacional, ni consiguieron o les permitieron lograr una mejora sustancial de sus propias vidas. Mas al contrario, la reforma agraria de 1864 y el posterior contexto externo e interno arruinaron a buena parte de los pequenos propietarios, obligados a fragmentar ilegalmente sus fincas y a vender parcelas a los terratenientes, haciendo de sus propiedades explotaciones aun menos rentables. Entre la reforma agraria de 1864 y la primera decada del siglo XX, la superficie de tie-rra destinada al cultivo de frutales y especies de rotacion anual se duplico en detrimento de los bosques y prados, es decir, se ocuparon y trabajaron muchas mas tierras con cul-tivos y aprovechamientos a priori mas rentables, sin embargo ello no mejoro sustancial-mente la calidad de vida del campesinado rumano en la medida en que estuvieron subyu-gados, entre otros elementos, por una estructura de la propiedad excesivamente reducida. De hecho, a principios del siglo XX, el tamano medio de la explotacion familiar rumana estaba por debajo de las 2 hectareas, lo que distaba mucho de las 1,25 hectareas/ano que, segun Tomasevich, resultaban imprescindibles para la subsistencia de una persona en la Rumania de comienzos del siglo XX, y no de una familia (citado en Cartwright, 2001). De forma desagregada, los datos son aun mas reveladores, pues el 25% de las explotaciones agrarias, que resultaba casi tanto como decir, el 25% de las familias campesi-nas dedicadas a tareas agricolas, no tenian tierra. Y mas del 58% de las familias que si la poseian, estaban por debajo del umbral de superficie/ano calculado por Tomasevich (Rusu et al., 2001; Rusu, 2002). Tal estructura de la propiedad determinaba, obviamente, la capacidad de las familias rumanas de sacar redito a su trabajo en la explotacion, de modo que aproximadamente 1.240.000 pequenas explotaciones ten^an beneficios que no superaban los 95 lei anuales. Evidentemente correspondian con las tierras de las familias campesinas menos pudientes. A continuacion, un grupo mas pequeno de explotaciones, que no superaban las 15.200, alcanzaban rendimientos de 110 lei al ano. Otro grupo aun menor, de unas 3.100 explotaciones, lo suficientemente extensas ya, alcanzaban un ren-dimiento economico de 7.260 lei anuales. Finalmente, al otro lado de la balanza, mas de 2.200 grandes explotaciones, en manos incuestionablemente de familias terratenientes, producian rentas por encima de los 45.400 lei al ano. Ello suponia que a comienzos del siglo XX una gran explotacion (> 100 ha) era 50 veces mayor que una pequena (< 2 ha), sin embargo, el rendimiento era un 47.689,47% mayor. Dicho de otra forma, las familias terratenientes tenian rentas, al menos, 478 veces mayores que las del promedio de las familias campesinas (Axenciuc, 1996 y 1997). Como cabe esperar, tal disparidad no redujo la crispacion social del campesinado. Algunos politicos avezados, aunque algo distantes de las preocupaciones de los campesinos, percibieron en la crisis del mundo rural un importante escollo para el desarrollo econo- Jose DIAZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 mico del pais, lo que les llevo a proponer la necesidad de una nueva reforma agraria. Este fue el caso de Ion Brätianu (1864-1927), presidente del Partido Nacional Liberal, quien conocia bien la estructura economica rumana pues habia sido ya Primer Ministro durante dos anos, desde el 27 de diciembre de 1908 al 28 de diciembre de 1910. En 1913, aun bajo el reinado de Carol I y en la oposicion, Brätianu planteo la necesidad de corregir la situacion agraria de Rumania a traves del reparto de tierras entre los campesinos (Roberts, 1951). El Partido Nacional Liberal perseguia poner en produccion de forma intensiva toda aquella tierra capaz de serlo, de tal forma que un pais mayorita-riamente rural tuviese un sector primario lo suficientemente dinamico como para permitir generar la riqueza necesaria para, ahora s^, afianzar el verdadero sector en el que los liberales depositaban su fe: la industria. No obstante, aquello quedo practicamente en una declaracion de principios pues tras la subida nuevamente al gobierno, como Primer Ministro, el 4 de enero de 1914, Brätianu no consiguio convencer en el parlamento ni a los miembros del Partido Conservador, ni a los mas conservadores de su partido. Habria que esperar a un hecho trascendental en la historia de Europa para que los dirigentes rumanos se concienciasen de la importancia de aliviar el hambre de tierras del campesinado, agravada por las esperanzas frustradas tras la abolicion de los privilegios feudales y la reforma agraria de 1864: la Revolucion Rusa de 1917. Pero antes resulta preciso destacar otro periodo funesto en la historia rumana y europea, mas determinante aun para el impulso de la reforma agraria de 1921: la I Guerra Mundial. LA CRISIS BELICA Y EL TEMOR AL ESTE EN EL IMPULSO DE LA REFORMA AGRARIA Entre el 28 de julio de 1914 y el 11 de noviembre de 1918, tiempo que duro la Gran Guerra, Rumania sufrio graves perjuicios economicos, estructurales y humanos. Estos Ultimos ascendieron a mas de 755.000 damnificados, lo que supuso la perdida de 1/5 parte de la poblacion activa del pais. Las reservas nacionales de trigo se agotaron antes de terminar la guerra. La produccion agricola rumana, que oscilaba a principios de siglo en torno a los 4,6 millones de toneladas se desplomo durante el conflicto belico hasta las 109.000 toneladas, en parte tambien porque mas del 30% de la maquinaria agricola se destruyo ademas del incontable numero de animales de tiro (Berend, 1985). La produccion industrial descendio mas de un 50%. El leu, la moneda rumana, se devaluo 40 veces por debajo de su valor en 1916, lo que agravo mas aun la precaria si-tuacion economica, con poco que exportar y mucho que importar. Rumania no notaria un cierto desarrollo economico hasta 1922, ano en el que los precios del trigo en el mercado internacional subieron y su produccion agroindustrial en ascenso consiguio aprovechar el diferencial de su moneda aun devaluada. No terminada la guerra todavia, con una acusada crisis economica, los dirigentes rumanos asistieron con nerviosismo a la Revolucion Rusa de febrero de 1917, que acabaria con el regimen zarista un mes mas tarde. Una revolucion de tal envergadura en uno de los paises vecinos mas influyentes de Rumania condiciono el curso de su historia. Inmedia- Jose D^AZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 tamente, el rey Fernando I hizo un comunicado publico prometiendo una reforma agraria basada principalmente en la expropiacion a los grandes terratenientes y su reparto entre los jornaleros y pequenos campesinos. De hecho, para demostrar su voluntad reformista prometio ceder al Estado todas las fincas de la Casa Real para que, igualmente, fuesen distribuidas entre aquellos que las necesitasen. En plena I Guerra Mundial, el rey y un importante sector liberal y agrarista del gobier-no plantearon una reconversion del medio rural que cumpliese, al menos, tres objetivos fundamentales. En primer lugar, atenuar las tensiones sociales presentes en el mundo rural, lo que a su vez frenar^a la influencia bolchevique e impedir^a una revolucion roja en Rumania. En segundo lugar, mejorar la situacion economica impulsando cambios liberales en el sector agricola, de modo que la produccion agraria, especialmente de grano, permitiese por un lado aumentar las exportaciones y por otro aliviar las penurias de un campesinado empobrecido y hambriento tras 4 anos de guerra y un anquilosado sistema que de lo feudal habia pasado a lo burgues sin producir mejoras substanciales en sus vidas (Diaz-Diego 2013a y 2013b). Y en tercer lugar, insuflar animo a un ejercito masacrado en el campo de batalla, con una promesa de tierras que debia evitar las deserciones al tiempo que animar a los campesinos a alistarse y combatir. El imperio ruso se desmoronaba a manos de una revolucion apoyada por amplios sectores populares, al comienzo dominada por los moderados mencheviques pero rapi-damente radicalizada por el movimiento bolchevique. Habian derrocado al zar y a su gobierno, y se proponian, como finalmente consiguieron, transformar la estructura del Estado aboliendo, entre otros derechos, el de la propiedad privada. Unas medidas de tal calado, formuladas con anterioridad y planteadas, entre otros mo-mentos, durante la Revolucion Rusa de 1905, que daria lugar al conocido "Domingo san-griento" de San Petersburgo, pululaban por toda Europa, especialmente entre los sectores mas proximos al campesinado y a la clase obrera. Tales ideas eran conocidas sobradamen-te en Rumania gracias, en buena parte, al proselitismo que, durante la segunda decada del siglo XX, realizaron algunos futuros dirigentes de la Rusia sovietica en la capital rumana, como Christian Rakovski y Lev Davidovich Bronstein 'Leon Troski'. Sin embargo, hasta la fecha, las revueltas campesinas, como las de 1908, habian sido sofocadas con exito por medio de la fuerza, ahorrandose el gobierno cualquier medida tendente a una verdadera reconversion del medio rural, hecho que permitia a la clase dominante prolongar en el tiempo sus privilegios y con ellos su modus vivendi. Durante los primeros meses de 1917, antes aun de la decisiva entrada de Estados Unidos en la contienda mundial, Rumania estaba practicamente bajo el control de las po-tencias centroeuropeas y los dirigentes rumanos no alcanzaban a saber con seguridad cual seria el devenir de la guerra, no obstante, si sabian que la perdida de la guerra no supon-dria una inversion de la estructura socioeconomica. Quizas otro gobierno, otra politica economica, otros mercados^ pero las bases fundamentales del sistema capitalista-bur-gues continuarian siendo las mismas. Los contendientes tenian intereses enfrentados pero no ideologias opuestas. La Revolucion Rusa, por el contrario, amenazaba justamente eso, las ideas, el sistema, la estructura, el orden y el modo de comprender las relaciones de poder dentro del Estado, desde lo social a lo economico pasando como no por lo politico. Jose DIAZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 La clase proletaria rusa, inteligentemente dirigida, habia conseguido horadar los pila-res de todo un imperio, lo que trasladado al caso rumano podia suponer que los campesi-nos, probadamente contestatarios, ciudadanos de segunda que vivian bajo una suerte de neoiobagia (neoservidumbre), tal y como la calificar^a uno de los mas destacados pensa-dores social-democratas de la Rumania de principios del siglo XX, Constantin Dobrogea-nu-Gherea (1910), esos, junto a los politicos mas radicales, podrian poner en grave riesgo el regimen de exenciones, dispensas, prerrogativas y demas privilegios semi-feudales que, basados en la propiedad privada, constituian la base de las desiguales relaciones entre la oligarquia rural y el campesinado. Ante esta situacion, parece obvio que la actitud de la clase politica rumana cambiase diametralmente. De ahi que el llamamiento del rey prometiendo tierras fuese sin duda un acontecimiento crucial y cargado de una importancia trascendental pero no fuera el unico. Hasta el propio general Alexandru Averescu, que habia sido nombrado Primer Ministro tras la salida del gobierno de Brätianu, el 11 de diciembre de 1916, estaba de acuerdo con la idea de establecer un regimen de expropiaciones de la clase terrateniente para repartir lotes de tierra entre el campesinado, y eso que fue precisamente uno de los mas altos car-gos militares responsables de aplastar las revueltas campesinas de 1907. Sin duda, vieron peligrar seriamente sus intereses. LA DIVERSIDAD NORMATIVA ANTE LA GRAN RUMANIA Desde el pronunciamiento del rey, el 23 de marzo de 1917, el parlamento rumano se puso manos a la obra. Una de las primeras leyes que hubo que modificar para implemen-tar la reforma agraria fue la misma Constitucion, vigente desde 1866 y no remplazada luego hasta 1923. Los parlamentarios modificaron el articulo 19 de la carta magna en el que se recogia que las propiedades del Estado, de cualquier naturaleza, eran sagradas e inviolables, y no se podian expropiar en su totalidad salvo en contadisimos casos de utili-dad publica, constatados y sujetos a resarcimiento. Las expropiaciones estaban sujetas asi a la promocion de infraestructuras publicas del tipo vias de comunicacion o estructuras de saneamiento y poco mas1. Tras la modificacion del articulo, finalizada victoriosamente la guerra pero con una crisis economica que demoraria en dar senales de mejora mas de cuatro anos, y al alcance de las transformaciones radicales bolcheviques, el gobierno, nuevamente en manos de Brätianu, aprobo por decreto el 15 de diciembre de 1918 el regimen de expropiaciones 1 "La propiedad de cualquier naturaleza al igual que todos los creditos del Estado son sagrados e inviolables. Ninguno puede ser expropiado salvo por la causa de utilidad publica legalmente comprobada y despues de una justa y previa compensacion. Por causa de utilidad publica se entiende solamente la comunicacion y el saneamiento publicos asi como los trabajos para proteger la tierra. Las leyes que existen acerca de la alineacion y la ampliacion de las calles en las comunas asi como las leyes acerca de las orillas de las aguas que corren al lado de las comunas siguen en vigor. El procedimiento y la forma de expropiacion seran regu-ladas por leyes especiales. El libre e ilimitado empleo de los rios navegables y flotables, de las carreteras y de otros medios de comunicacion pertenece al dominio publico". Articulo 19 de la Constitucion rumana de 1866. Traduccion propia. Jose D^AZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 del Veche Regat o Antiguo Reino2 (Decreto-Ley 3697 de 1918). Las expropiaciones co-menzaron en ese mismo ano de 1918, y aunque oficialmente duraron hasta 1926, colearon reclamaciones, juicios y sentencias apelables durante toda la decada de los anos 30. No obstante, la Rumania posbelica comprendia ya territorios mucho mas extensos que el Antiguo Reino. Una de las consecuencias inmediatas de entrar a formar parte en el ultimo momento del bando que terminar^a ganando la guerra, fue el reconocimiento de Rumania como pais co-beligerante en la firma de la Paz de Par^s (1919-1920), lo que le valio anexionar Transilvania, Maramure§, Cri§ana, el Banat, Besarabia y el sur de Bucovina, hecho que transformo el mediano pais carpato-balcanico en la Romania Mare o Gran Rumania, un pais con 18 millones de habitantes, de los cuales practicamente el 79% vivian en areas rurales, y 294.030 km2, es decir, el doble de sus proporciones iniciales (Censo rumano de 1930). Por fuerza, la reforma agraria inicialmente prevista debia ajustarse a la nueva realidad pues no solo habia aumentado la poblacion y el territorio sino tambien la complejidad juridica y la diversidad etnica. Se incorporaban al proyecto rumano gentes y lugares con una historia social y agraria distintas, que durante siglos habian permanecido bajo otros Estados, con estructuras de poder distintos, relaciones sociales distintas, distintas cultu-ras, distintos intereses^ desiguales realidades, en suma. Inevitablemente, este hecho obligo al parlamento rumano a adoptar nuevas medidas para la puesta en marcha de la reforma agraria en los nuevos territorios. Ademas, dado el cambio que ello suponia y el apremio, tipo de procedimiento y norma por la que se habia impulsado la reforma en el Antiguo Reino, recordemos que fue por decreto, los politicos rumanos decidieron ademas elaborar para las regiones historicas una nueva ley que, de forma mas minuciosa, reportase mayor seguridad juridica y ayudase a alcanzar los obje-tivos marcados en la norma anterior. Asi, el parlamento aprobo el 11 de marzo de 1920 el Decreto para la Reforma Agraria de Besarabia, publicado en el Monitorul Oficial (Bolet^n Oficial del Estado, en adelante MO) num. 258, dos d^as mas tarde, el 13 de marzo de 1920. Al ano siguiente, el 14 de julio de 1921 se aprobo la Ley 3093 para la Reforma Agraria de Oltenia, Muntenia, Moldavia y Dobrogea (Antiguo Reino), publicada en el MO num. 82 del 17 de julio de ese mismo ano. Cinco dias despues, el 23 de julio de 1921 se aprobaba la Ley 3608 para la Reforma Agraria de Bucovina, publicada en el MO num. 93 de 30 de julio. Y finalmente, se aprobaba ese mismo dia y se publicaba en ese mismo MO la Ley 3610 para la Reforma Agraria de Transilvania, Banat, Cri§ana y Maramure§. Del tal forma, el parlamento daba cuenta de la diversidad de realidades que se daban cita en cada territorio, intentando dar soluciones espec^ficas a cada una de ellas. No obstante, y aunque se promulgaron distintas leyes y decretos para cada region, no pueden considerarse medidas particularistas sino que hay que identificarlas y comprenderlas en 2 Nombre con el que los rumanos designaban al territorio que abarcaba los limites de los principados unidos de Valaquia y Moldavia, ahora ya con la distincion de reino, mas alguna adquisicion tras la Segunda Guerra de los Balcanes (1913), como la del Cuadrilatero dobrogeano. Este territorio se componia de las regiones de Oltenia, Muntenia, Moldavia y Dobrogea. Jose DIAZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 las coordenadas del mismo proyecto de reforma agraria dado que su caracter, su filosof^a, su proposito, sus objetivos y sus procedimientos eran los mismos. LA LEY DE REFORMA AGRARIA EN EL ANTIGUO REINO La norma que afecto a un mayor numero de propiedades, campesinos y terratenientes, la Ley para la Reforma Agraria del Antiguo Reino, conto con dos partes diferenciadas, la primera sobre la expropiacion de las tierras y la segunda sobre la apropiacion de las mismas. La ley se estructuro en 21 capitulos y 160 articulos. Establecio que las expro-piaciones debian llevarse a cabo por "interes nacional" con el objetivo de aumentar las propiedades del campesinado, los pastos comunales asi como para responder al interes general, economico y cultural del pais3. Como criterio general, las expropiaciones se realizarian sobre aquellas fincas que su-perasen las 100 hectareas, pudiendo ser expropiaciones o totales o parciales. El articulo 7, que regia el sistema de expropiaciones totales, establecia que las autoridades embargarian integramente las propiedades rurales de todos los ciudadanos extranjeros ya lo fuesen por nacimiento o porque hubiesen perdido la nacionalidad rumana por medio del matrimonio, de una condena judicial, etc. Se expropiarian igualmente en su totalidad todas aquellas explotaciones propiedad de los absentei§tilor o ausentes, esto es, de aquellos de quienes se demostrase que llevaran al menos 5 anos ininterrumpidos sin trabajar sus fincas, lo que suponia un extendido e improductivo sistema de manos muertas. Se expropiarian, con algunas excepciones, aquellas propiedades rusticas que llevasen arrendadas de forma continua 10 anos (9 anos en el caso de Bucovina), desde el 23 de abril de 1910 al 24 de abril de 1920. Se enajenarian tambien, y de ahi el necesario cambio de la Constitucion, las explotaciones arables de la Corona, las propiedades de las Casei Rurale u oficinas de la Casa Rural4 asi como las propiedades de toda institucion o funda- En una propuesta de clasificacion de los de paises en funcion de la pervivencia actual de la cuestion agraria, Victor Martin (2007), siguiendo a Jean Le Coz (1976), habla, entre otros modelos, del que constituyen aquellos paises que durante las primeras decadas del siglo XX realizaron sus reformas agrarias a traves de la "via prusiana" de transicion hacia el capitalismo, como Alemania o Italia. Es el caso igualmente de Rumania (si bien con algunas diferencias, como se expondra mas adelante) y de algunos de sus vecinos, cuyas reformas agrarias no estuvieron detonadas por revoluciones internas (como habia ocurrido siglos antes en Francia o antes aun en Inglaterra) sino por el interes de sus clases dominantes -burguesas- de reconvertir el sector agrario en una empresa integrada en una estructura economica nacional, dirigida desde politicas economicas liberales y alineada con los intereses industriales, que a la postre eran los intereses particulares de dichas clases dominantes. Evidentemente, el impacto contemporaneo de tales reformas agrarias ha sido bien distinto debido, entre otras causas, al bloque geopolitico en que se integraron estos paises culminada la II Guerra Mundial. Alemania e Italia (con excepcion del sur) resolvieron la cuestion agraria aplicando medidas socioliberales mientras que Rumania y vecinos como Polonia, la ex Yugoslavia o la antigua Che-coslovaquia, entre otros, invirtieron el modelo liberal por uno colectivista hasta 1989/1991 y posteriormente neoliberal, sufriendo en las ultimas decadas un considerable aumento de las desigualdades socioeconomicas en el campo (Giosan, 1964; Sandu, 1975 y 2000; Stanescu, 1975; Dumitru, 1983; Ianos, 1992; Tanasescu, 1992; Kideckel, 1993; Meurs, 1999; Iancu, Tarau y Trasca, 2000; Ovidiu, 2000; Cartwright, 2001; Roske et al., 2004; Dropu, 2007; Roske, Abraham y Catanus, 2007; Ioardachi y Dobrincu, 2009; Diaz-Diego, 2013a). Institucion publica que gestionaba las propiedades rusticas del Estado. 3 Jose D^AZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 cion publica o privada aun cuando sus objetivos de fundacion estuviesen cumpliendo un servicio publico. Finalmente, se expropiar^an en su totalidad aquellas fincas que hubiesen continuado reproduciendo antiguas formulas de privilegios nobiliarios y monasticos anteriores a la reforma de 1864, especialmente en lo tocante al arrendamiento y al cobro de diezmo, como el bezmän o el embatic. En cuanto a las expropiaciones parciales, el articulo 8 de la ley permitio enajenar la parte que excediese de 100 hectareas de toda finca que estuviese siendo trabajada por su dueno o por un arrendatario a 23 de abril de 1920. Con mayor detalle, la ley previo la expropiacion de las explotaciones privadas fijando el umbral en 100 hectareas en zonas de colina y montana, 150 hectareas en zonas de llanura donde hubiese mucha demanda de tierra, 200 hectareas en zonas de llanura donde la demanda de tierra no fuese muy alta y 250 hectareas en zonas de llanura donde la demanda estuviese satisfecha. Dado que la reforma tenia entre unos de sus principales objetivos el de mejorar la econom^a aumentando la produccion agraria, la ley beneficio e impulso todo acto de inversion y modernizacion de las fincas, de tal modo que el apartado 'c' del art^culo 8 permitio un mejor trato a aquellos propietarios que, trabajando ellos mismos sus fincas, demostrasen a traves del inventario de sus infraestructuras, una inversion continuada en la mejora de sus explotaciones. De tal suerte, la ley aumentaba el umbral minimo necesario para expropiar parcial-mente una propiedad rustica, lo que permit^a a los terratenientes conservar mas tierra. En concreto, el anteriormente nombrado apartado 'c' recogia que la enajenacion de estas fincas con inversion se har^an a partir de 100 hectareas en zonas de colina y montana, 200 hectareas en zonas de llanura con alta demanda de tierras, 300 hectareas en zonas de llanura con una demanda de tierras no muy elevada, 500 hectareas en zonas de llanura donde la demanda de tierras estuviese satisfecha. En cualquier caso y segun el art^culo 10, ningun terrateniente podria continuar po-seyendo fincas de mas de 500 hectareas, a razon de explotaciones no superiores a 200 hectareas en zonas de montana, 250 hectareas en zonas de llanura con alta demanda de tierras, 400 hectareas en zonas de llanura con una demanda de tierras no muy elevada, 500 hectareas en zonas de llanura con la demanda de tierras satisfecha. En la misma l^nea, la ley fomentaba la tecnificacion de la agricultura, tal y como lo ha-cian los programas de fomento agrario implantados o en vias de aplicacion en Checoslo-vaquia, Yugoslavia, Polonia, Finlandia, Grecia, Bulgaria, Reino Unido, Francia, Belgica, Holanda, Dinamarca, Suecia, Noruega o Suiza, entre otros (Ovidiu, 2000). As^, con el proposito de optimizar los recursos incorporando personal cualificado, el articulo 12 de la ley permitia que los umbrales de expropiacion respetasen 50 hectareas mas por cada hijo titulado en agronomia o estudiandola que tuviese el propietario, con la condicion de que, si aun era estudiante, la terminase en 5 anos a partir de la promulgacion de la norma. En caso contrario, esas hectareas serian enajenadas. Obviamente, se trataba de una medida que beneficiaba solo a los grandes terratenientes, capaces de sufragar tales estudios y de prescindir durante anos de la colaboracion o la fuerza de trabajo de uno o varios hijos, para que se formasen en escuelas tecnicas o en la universidad. Jose DIAZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 Se considero objeto de expropiacion toda tierra cultivable ya hubiesen sido aradas previamente o bien destinadas a pastos, vinedos, campos de frutales, prados para el pas-toreo e incluso zonas inundables. De hecho, la ley promovio la desecacion de las zonas pantanosas, estableciendo que todos aquellos terrenos improductivos por causa de inun-dacion serian expropiados en su totalidad siempre y cuando su propietario no se respon-sabilizase de desecarlo en un periodo de 10 anos. En cuanto al usufructo de la campana agricola de 1921, todo propietario que, en el momento de la resolucion de expropiacion tuviese cultivada su finca, ten^a derecho a re-coger sus frutos, aunque la tierra ya no le perteneciese. No ocurrio lo mismo durante las primeras expropiaciones de 1918, en las que una laguna legal permitio que los campesi-nos no solo obtuviesen las tierras expropiadas sino que, en muchos casos, se quedasen la cosecha, dado que el Decreto-Ley 3697 no lo aclaraba. La Ley de 1921 obligo de forma retroactiva a que aquellos terratenientes que se hubiesen quedado sin los beneficios de sus cultivos fuesen ahora recompensados por ello. De cualquier forma, la lentitud de las tareas tecnicas de medicion y parcelado bene-ficiaron en este sentido a los antiguos propietarios, pues en regiones como Bucovina o Besarabia, ningun propietario ten^a la obligacion de dejar de trabajar sus fincas hasta la intervencion de las autoridades para el reparto efectivo de la tierra. En el Antiguo Reino, no existio esta prebenda gratuita si bien se permitio a los antiguos propietarios arrendar al Estado sus tierras ya parceladas hasta el momento en el que fuesen finalmente repartidas. Las expropiaciones disolvieron ademas todos los contratos de arrendamiento, de forma que no pudiesen continuar proyectandose en el tiempo formas preteritas que contravi-niesen el espiritu de la reforma. En este sentido, el propietario estaba obligado a resarcir al arrendatario si el contrato disuelto estaba sujeto a una finca de la que no se habia ex-propiado mas del 25%. Solo en el caso de que efectivamente, mas de Va de la explotacion le hubiese sido detraida a su dueno, entonces se veia libre de indemnizar al arrendatario por danos y perjuicios. Esta medida contaba, como otras muchas, con excepciones, pero sin embargo la mas llamativa de ellas estaba estrechamente vinculada con ese afan de tecnificacion de la agricultura referido con anterioridad. Y es que el contrato de arrendamiento no podia ser disuelto y por tanto era de obligado cumplimiento hasta la fecha de su finalizacion, en caso de que el arrendatario fuese agronomo titulado. Los nuevos contratos de arrendamiento no podian tener una duracion inicial inferior a 7 anos, de modo que el campesino pudiera desarrollar un proyecto economico y de vida en la finca. Se pretendia asi fijar a la poblacion, especialmente en aquellas zonas menos pobladas, frenar la escalada de precios de la tierra tras la reforma y evitar una posible reproduccion del sistema de manos muertas, asegurando al menos 7 anos de produccion agricola tras la aplicacion de la ley. En cuanto a la indemnizacion a los propietarios, esta debia ser pagada bien en efectivo, bien con bonos publicos llamados titluri de renta (titulos de renta), amortizables durante un periodo maximo de 50 anos a un interes anual del 5%. Tanto el montante de esa indemnizacion como el que debian hacer frente los nuevos compradores debia ser fijado en primer lugar por una comision provincial -del judet- y en segunda instancia, de haber desacuerdo, por un tribunal de apelacion. Una vez valoradas las tierras de todos los Jose DIAZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 distritos, las tablas de precios se pasaban al Comite Agrario, de ambito nacional, para que armonizara y unificara los precios estimados por el trabajo de las anteriores comisiones. Finalmente, cada finca alcanzaba un valor distinto pues se calculaba en virtud de la calidad de la tierra, del desnivel, del aprovechamiento, del rendimiento que hubiese teni-do y como no, del precio de la hectarea en el mercado. Asi, por ejemplo, para el calculo del precio de las tierras cultivables, fueran aradas o en barbecho para pastos, se tuvo en cuenta la calidad del suelo, las caracteristicas fisicas del terreno, especialmente aquellas que facilitasen o mejorasen la produccion, el valor del suelo rustico en el pueblo, as^ como otros criterios que condicionarian el exito de la nueva explotacion, como la proximidad de estaciones de tren, puertos de mar o de rio e incluso la existencia de ferias y la buena venta de sus productos en ediciones anteriores. Con tales indicadores, cada comision provincial calculaba el precio por hectarea se-gun los ingresos netos que considerasen que iban a conseguir producir, lo que no pod^a exceder el precio maximo que las comisiones regionales habian establecido como techo para el arrendamiento de fincas en esa misma zona desde 1917 hasta la fecha, multipli-cado por 40, con excepcion de los suelos que habian sido usados tradicionalmente para pastos, a priori menos productivos, que poseerian el mismo sistema de calculo para la fijacion de su precio y el mismo techo determinado por el precio de los arrendamientos, pero esta vez multiplicado como maximo por 20. El Estado haria frente al pago de las expropiaciones con lo percibido de los nuevos propietarios. En cualquier caso, el Estado se hacia responsable de la diferencia si tales pagos no alcanzaban el valor real de la finca expropiada. Para ello, el gobierno aprobo un impuesto especial sobre las rentas mas altas a razon de un 1% para las rentas iguales o superiores a 200.000 lei, con recargos del 0,5% por cada tramo de 300.000 hasta un maximo del 5%. Los organos encargados de aplicar tales medidas fueron el Comite Agrario (Comitetul Agrar), las Comisiones Provinciales de Expropiacion (Comisiunea Judefeanä de Expro-priere) y las Comisiones Locales para la Expropiacion (Comisiunea de Ocol pentru Expro-priere). Por su parte, el Comite Agrario era el organo asesor del Ministerio de Agricultura en todo lo tocante a la reforma agraria, lo que suponia, entre otras responsabilidades, gestionar las solicitudes de apelacion a nivel nacional, las sentencias firmes de expropiacion y apro-piacion, aconsejar sobre las contradicciones de la ley si las hubiera, etc. Estaba formado por 18 miembros, de los cuales la mitad abogados y la otra mitad agronomos y economistas. El presidente era designado por el Ministerio de Agricultura y el Consejo de Ministros. Finalmente, conto con tres secciones, compuestas al menos por tres miembros: Seccion para el Antiguo Reino, Seccion para Transilvania y Seccion para Bucovina. A continuacion, cada judef o distrito contaba con una Comision Provincial de Expropiacion compuesta por cuatro miembros: un presidente, miembro del Tribunal de Apelacion y nombrado por el Ministerio de Justicia; un delegado provincial de la Oficina Central de Apropiacion (Casa Central a Improprietäririi); y un delegado de los ciudada-nos. Ademas, cada comision provincial debia contar con un secretario encargado de las citaciones y de las actas. Como se ha dicho con anterioridad, estas comisiones eran las principales responsables del calculo del precio de la tierra. Jose D^AZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 Finalmente, cada partido judicial (circumscripfie de judecätorie de ocol) contaba con una Comision Local para la Expropiacion, compuesta por cuatro miembros: el juez co-marcal como presidente, un delegado de la Oficina Central de Apropiacion, un delegado de los propietarios y un delegado de la poblacion local. Igual que la comision provincial, la local tambien debia contar con un secretario. Dado que estas ultimas eran las comisiones mas proximas a la realidad cotidiana de cada pueblo y por tanto mejor conocedoras de su contexto, las comisiones locales fueron las encargadas de pronunciarse en primera instancia sobre la situacion juridica de los propietarios y sus explotaciones, prestando especial atencion al valor de las fincas segun lo dispuesto por la ley y el Decreto 3697/948 sobre el precio de la tierra y los arrenda-mientos, y en cualquier caso, atendiendo a la calidad de las tierras, su productividad y la presencia de bosques, vinedos, plantaciones de otro tipo, edificios, recursos industriales, estanques, lagunas, zonas inundables, etc. Las comisiones locales debian informar sobre la parte que correspondia expropiar de cada finca y sobre las posibilidades de intercambio de tierras cuando no correspondia una expropiacion pero sin embargo parte de la propiedad resultaba de una significativa uti-lidad pubica. Para ello, las comisiones ten^an la facultad de constituir subcomisiones de expertos, ademas de escuchar a las partes interesadas y recabar cuanta informacion fuese necesaria para el cumplimiento de sus responsabilidades. Tales tareas comenzaron 70 dias despues de la publicacion de la ley en el Monitor Oficial. Las tierras expropiadas debian quedar libres de toda hipoteca o carga fiscal sujeta al dueno anterior de modo que, por norma general, si el pago por la expropiacion no cubria el importe, el Estado se hacia responsable de afrontar el resto de la deuda. EL CARACTER ETNONACIONALISTA DE LA NORMA En relacion con los criterios establecidos para el reparto de las tierras, es necesario decir que la ley fue etnicamente discriminatoria. La reforma agraria, como se ha sostenido con anterioridad, ten^a claros objetivos relacionados con la pacificacion del mundo rural y la activacion de la economia, no obstante, cumplia tambien otras finalidades de caracter nacionalista que no deben quedar fuera del analisis. La Gran Rumania habia anexionado territorios que llevaban cientos de anos bajo soberania extranjera y tanto la distribucion etnica como de poder de los distintos grupos nacionales eran bastante dispares. Por ejemplo, en Transilvania, mas de 82.600 familias de las que recibieron tierras, pertenecian a minorias etnicas, es decir, aproximadamente el 30% de todas ellas. Las minorias etnicas suponian en Transilvania el 42,4% de toda la poblacion pero su historia agraria habia seguido caminos singularmente distintos a los del resto de regiones. Transilvania habia permanecido mas tiempo bajo dominacion de las minorias, anexionada al Reino de Hungria, despues Sacro Imperio Romano Germanico y mas tarde Imperio Aus-tro-Hungaro, con periodos de influencia otomana. La estructura etnica de su poblacion era mas igualitaria, a favor de las minorias y estas, ademas, habian conseguido acumular la mayor parte de las tierras, convirtiendo a la poblacion rumana en campesinos al servi-cio de senores feudales de origen magiar o germanico. Jose DIAZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 Obviamente, la reforma agraria suponia en este contexto una importantisima herra-mienta ideologica para el gobierno rumano en la medida en que bien aplicada, contri-buiria a la correccion de tales desequilibrios o al menos, y simbolicamente no era poco, al resarcimiento moral de un campesinado sin voz ni voto en su propia tierra, historicamente excluido de sus principales instituciones de poder, como la Dieta Transilvanie o camara de representantes. De ahi que el articulo 77 de la ley recogiese literalmente que la tierra expropiada por el Estado se parcelase para ser vendida en lotes a los habitantes "rumanos" que cultivasen la tierra, en las condiciones y modos recogidos por la norma. Evidentemente, en un texto juridico posbelico aprobado en la Rumania de 1921, al decir "rumanos" se referia a los ciudadanos con nacionalidad rumana, no obstante, no se pue-de dejar escapar el caracter etnico del parrafo pues la desintegracion de los tres grandes imperios vecinos: el Imperio Austro-Hungaro, el Imperio Otomano y el Imperio Ruso, junto a la ampliacion de Rumania, habia hecho que muchos grupos nacionales distintos quedasen ahora bajo soberania rumana. Las minorias que quedaron dentro de las am-pliadas fronteras rumanas no estaban conformadas por habitantes de otras tierras pero ni les beneficiaba la norma, pues habian sido en muchos casos ostentadores del poder y la riqueza, ni eran afines a la nacion impuesta, por lo cual muchos fueron excluidos, espe-cialmente alla donde mas poder habian conseguido, es decir, en Transilvania (grafico 1). El Gobierno se defendio de las criticas al caracter excluyente de la reforma arguyendo que si bien se estaban produciendo algunas de estas circunstancias no eran sino reflejo del sobreesfuerzo necesario para superar el injusto reparto de riquezas que habian heredado de las regiones anexionadas (Cartwright, 2001). Grafico 1. Perfil etnonacional de los campesinos tomadores de tierra, 1930 Fuente: lonescu-Sisesti, 1920; Hunya, 1987; Axenciuc, 1996 y 1997. Elaboracion propia. A continuacion, el articulo 78 de la ley desgrano con mayor detalle los grupos de ciudadanos que efectivamente tenian derecho a solicitar tierras, antes incluso que los campesinos de los que, exclusivamente, se habia tratado en el articulo precedente. Asi, pasaban Jose D^AZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 a tener derechos de propiedad, en el siguiente orden de prelacion, los soldados que habian combatido en la I Guerra Mundial, los soldados que habian combatido en la Guerra de los Balcanes, las viudas de guerra, los jornaleros, los pequenos campesinos y los huerfanos de guerra. Ademas, en caso de producirse algun tipo de encuentro de intereses por paridad de condiciones, el articulo 79 establecia otra serie de criterios, como la edad, las cargas familiares o la invalidez, para jerarquizar las personas dentro de sus respectivos perfiles. En cualquier caso y si persistia el empate, la ley establecia el sorteo como formula de resolucion de conflictos. Cuadro 1. Grupos prioritarios para la adquisicion de tierras, 1921 Art. 78. Pämäntul expropriat se vinde celor indreptäfifi in urmätoarea ordine de precädere: Art. 78. Las tierras expropiadas se venderan conforme al siguiente orden de prioridad: 1. Mobilizafilor in räzboiul 1916-1919 2. Mobilizafilor in campania din 1913 3. Väduvelor de räzboi pentru copii 4. Agricultorilor mici lipsifi de pämänt 5. Agricultorilor cu proprietäfi mai mici de 5 ha. 6. Orfanilor de räzboi Art.79. La condifiunile egale de indrep-täfire se vor prefera in aceea§i categorie: a) Invalizii b) Cei care in trecut au muncit pe mo§ie c) Cei care au inventar §i gospodärie in- temeiatä d) Cei mai in värstä 1. Movilizados durante la guerra entre 1916-1919 2. Movilizados durante la campana de 1913 3. Viudas de guerra con hijos 4. Pequenos agricultores desprovistos de tierras 5. Agricultores con propiedades menores de 5 ha. 6. Huerfanos de guerra Art.79. Las condiciones de igualdad de derechos se veran priorizadas atendiendo a las siguientes categorias: a) Los invalidos b) Los que hubiesen trabajado anteriormente en la finca c) Los que conformen o mantengan una unidad familiar d) Los de mayor edad Fuente: Ley de 17 de julio de 1921 para la reforma agraria de Oltenia, Muntenia, Moldavia y Dobrogea (Antiguo Reino), MO num. 82, de 17 de julio de 1921. Traduccion propia. Jose D^AZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 Ademas de los anteriores perfiles de nuevos propietarios, el caracter solidario de la norma abarco un mayor conjunto de personas con derecho a tierras y que, sin embargo, no suelen recogerse en los estudios y analisis elaborados sobre este periodo de la historia de Rumania, sin duda por el escaso numero e impacto de tales repartos, lo que no detrae importancia social a que tambien fuesen incorporados a la norma como sujetos con derecho. Se trata por un lado de los sacerdotes, maestros y funcionarios residentes en el medio rural, ademas de los titulados por una Escuela Tecnica de Agronomia, en cualquier nivel, siempre y cuando se comprometiesen a trabajar la tierra que se les cediera. A este grupo se les sumaban ademas todos aquellos artesanos, herreros, sastres, musicos e incluso ta-berneros y pequenos comerciantes que hubiesen poseido tierras y por cualquier razon las hubiesen perdido y ahora careciesen de ellas. Ello provoca una obligada reflexion. Administracion, iglesia y escuela eran las tres instituciones sociales fundamentales del medio rural rumano y dado que se excluia de la medida a todos los carentes de nacionalidad rumana, se fortalecian los recursos humanos del Estado beneficiando a los funcionarios rumanos y no a los que mantuviesen su antigua nacionalidad aunque fuesen tan autoctonos como el resto. Con respecto a los maestros, mejorando sus condiciones de vida favorecian enormemente el proceso de etnogenesis rumana pues estos mismos trabajadores serian los encargados de transmitir en la escuela los valores e ideales de la nueva nacion. No debe, sin embargo, minusvalorarse, que el apoyo a la institucion educativa tambien suponia luchar contra el analfabetismo, lo que contribuiria a medio/largo plazo a una mejor preparacion del campesinado y a un mas seguro desarrollo de la calidad de vida en el medio rural. Finalmente, apoyar al clero ortodoxo rumano resultaba fundamental, pues la religion habia pasado a ser un referente identitario de primer nivel en la confrontacion y la lu-cha social, especialmente, de los rumanos transilvanos. La Iglesia Ortodoxa habia sido y continuar^a siendo un elemento central de la reafirmacion del "nosotros" como pueblo y empoderarla suponia fortalecer los marcadores de la identidad rumana en detrimento de los propios de las minorias, de confesiones distintas. De hecho, mientras que la Iglesia Ortodoxa recibia tierras para la construccion de templos (maximo de 1 hectarea por templo, art. 28), el 85% de las tierras propiedad de otras confesiones fueron expropiadas (Rusu et al., 2001; Rusu, 2002). En cuanto al reparto de tierras entre los egresados de las escuelas tecnicas, la medida respond^a al ya comentado objetivo de tecnificar la agricultura incorporando trabajadores cualificados que fuesen capaces de modernizar las fincas de su propiedad, al contrario de lo que hab^a ocurrido con las fincas en manos muertas o la tendencia de los grandes propietarios aburguesados a vivir de las rentas minimizando los riegos economicos a base de marginar cualquier tipo de inversion. Por ultimo, otorgar derechos de propiedad a los artesanos y pequenos comerciantes tuvo como objetivo principal fijar al territorio a estos profesionales imprescindibles para el desarrollo rural, evitando asi su emigracion hacia las ciudades, incomparablemente mas dinamicas desde el punto de vista comercial. Este ultimo grupo recibio, eso s^, un reconocimiento de la Administracion mas que un apoyo a su modo de vida, dado que el mismo art^culo que los incorporaba a la ley, el art. 84, sentenciaba al final: "nu vor fi Jose D^AZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 improprietärifi decät dupä ce au fost satisfäcufi tofi ceilalfi indreptäfifi dela art. 78", es decir, "no seran propietarios hasta despues de ser satisfechos todos aquellos con dere-chos [recogidos] en el art^culo 78" (soldados, viudas, huerfanos, jornaleros y pequenos campesinos principalmente). La guerra habia marcado la conciencia colectiva y, por supuesto, la situacion econo-mica del pais. Hay que tener en cuenta que Rumania habia llegado a estar practicamente en su totalidad ocupada por las potencias centro-europeas, las instituciones de gobierno tuvieron que disolverse en Bucarest y constituirse en Moldavia, los muertos, tan solo del ejercito, superaban los 335.000, y de no ser por la Revolucion Rusa, las posibilidades de haber anexionado Besarabia hubieran sido escas^simas, sin tener en cuenta lo que podr^a haber supuesto el avance del ejercito ruso sobre una Rumania aliada pero incapaz de defender su autonomia. En cualquiera de los dos casos, la gran unificacion hubiera tenido mas de quimera que de consumacion. Tal situacion, podr^amos calificar, de "estres nacional", se vio reflejada en el nuevo marco juridico y por supuesto, en la reforma agraria. No por casualidad, en el repar-to de tierras no se priorizaron a los campesinos sino a los soldados movilizados por la contienda. Pero aun mas, con la ley se premio tambien a todos los oficiales del ejercito que hubiesen sufrido algun tipo de percance que les hubiese terminado acarreando una minusvalia fisica. Para ellos, la norma reservaba lotes de 5 hectareas en las regiones historicas y de hasta 25 hectareas en los lugares de colonizacion, como el Cuadrilatero dobrogeano5, si desplazaban alli su residencia y se responsabilizaban de poner aquellas tierras en produccion. En la misma linea de exaltacion militar y resentimiento belico, el articulo 86 de la ley excluia de los derechos de propiedad a tres grupos de ciudadanos, dos de los cuales esta-ban directamente relacionados con la guerra: detractores y colaboradores del enemigo. En este sentido, se llegaron a considerar desertores a todos aquellos que hubiesen quedado tras las lineas enemigas y en una investigacion ad hoc no pudieran demostrar la fuerza mayor por la que no retrocedieron junto al ejercito rumano. Entre las pocas razones que podr^an justificar tal accion se encontraban las heridas graves incapacitantes o la captura por parte del enemigo. Incluso asi, sus derechos se verian menguados frente al resto de demandantes de tierra, pasando al ultimo lugar. El tercer grupo de los excluidos fueron los condenados con sentencia firme por cualquier delito, aunque hubiesen sido indultados posteriormente por las autoridades competentes. Evidentemente, los mas perjudicados fueron los magiares, siculos y germanos transilvanos, pues muchos de ellos combatieron en el bando de las potencias centrales, en el ejercito del Imperio Austro-Hungaro -no ol-videmos que por entonces su legitimo pais- perdiendo por ello el derecho a la propiedad de la tierra. En cuanto al reparto de tierras entre los distintos perfiles de demandantes con derecho a ello, y tras la jerarquizacion y priorizacion segun las distintas categor^as establecidas por Para mas informacion sobre la colonizacion y posteriores conflictos en el Cuadrilatero dobrogeano, resulta de interes consultar el capitulo IV de la tesis doctoral de Basciani, 1999, sobre "Dobrudja en los anos del predominio rumano (1919-1940)". Jose DIAZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 la ley, quedaba el donde y el cuanto. Las regiones historicas eran territorios densamente poblados, con un suelo limitado, cuyo reparto no daba para satisfacer toda la demanda. De ahi que si el exceso de receptores no resolvia voluntariamente irse a los colonatos, se sorteaba quien tendria finalmente derecho a tierras en su lugar de origen y quien, si estaba interesado en ellas, debia emigrar hacia las areas de frontera. La parcelacion general debla hacerse en lotes de 5 hectareas en las regiones historicas y de 7 hectareas en las colonias. Cuando la alta demanda no lo permltla, los lotes podrlan ser inferiores a las 5 hectareas, segun el precio, calidad y aprovechamlento dominante del suelo. Asl, los lotes, especialmente en zonas de montana, podrlan reducirse a 3 hectareas, e incluso a menos, a 0,5 hectareas siempre y cuando estuviesen cerca del pueblo. Por el contrario, en Dobrogea, las parcelas llegaron a medir 8, 10 y hasta 25 hectareas, depen-diendo de la demanda. Para el exito de las nuevas explotaciones, la Casa Rural y la Oficina del Catastro llevarlan a cabo estudios tecnicos para la union de las fincas expropiadas, especialmente encaminados a minimizar la fragmentacion parcelaria. En la misma llnea, especialmente para las zonas de colonizacion, la Casa Rural tenia la potestad de apoyar a los colonos con creditos, estudios tecnicos, gestion de materiales e incluso orientacion en los modos de gestion y produccion. Ademas de los usos agrarios, la reforma contemplo la necesidad de tierras tanto para la dotacion de una huerta a las casas, como para el establecimiento de nuevos hogares especialmente en los nuevos poblamientos. De tal forma, la ley permitio el reparto de lotes de entre 1.000 y 3.000 m2 para la construccion y ampliacion de casas, y de hasta 5.000 m2 en zonas de baja demanda si anexa a la casa se contaba con huerto y frutales en regadlo. Tanto para el aprovechamiento agrario como para el del hogar, los nuevos propie-tarios deb^an hacer frente al pago estimado por las comisiones locales y fijado por las comisiones provinciales a modo de dos cuotas anuales a satisfacer el 1 de mayo y el 1 de noviembre de cada ano, a un interes del 5% sobre el valor nominal. El periodo general en el que se amortizaron los pagos fueron de 15 anos (Rusu et al., 2002) si bien la norma previo que en los casos de dificultad para hacer frente a los pagos fracciona-dos, los campesinos pudieran recalcular su deuda sobre un periodo mas prolongado, de hasta 20 anos. Por ultimo, si el campesino se demoraba mas de 2 anos en pagar, es decir, dejaba sin satisfacer cuatro cuotas semestrales, y no lo hacla en el periodo de tres meses despues de serle notificado el impago, se le confiscaban sus tierras y se repart^an de nuevo entre otras familias. FRAGMENTACION Y DESCAPITALIZACION AGRARIAS La reforma agraria emprendida en 1918 y continuada en 1921 expropio 5.804.837 hectareas, de las cuales aproximadamente el 64% fueron tierras arables. Ello supuso des-membrar 2/3 partes de la gran propiedad de Rumania y consecuentemente propiciar el declive de la clase latifundista y su poder terrateniente. Por su parte, el numero de familias beneficiadas ascendio a 1.393.383, a razon de: Jose DIAZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 Cuadro 2. Campesinos beneficiados de la reforma agraria de 1921 por region Region Numero de campesinos que adquirieron tierras % sobre el total Antiguo Reino 648.843 46,56 Besarabia 357.016 25,62 Transilvania 310.583 22,30 Bucovina 76.941 5,52 Gran Rumania 1.393.383 100 Fuente: Axenciuc, 1997. Elaboracion propia. Al contrario que la reforma agraria de 1864, la de 1921 no fue tan estricta en cuanto a las condiciones de venta o alquiler de las nuevas tierras de los campesinos. Asi, tras 5 anos desde el reparto de tierras, las familias campesinas pudieron vender pequenos lotes de su nueva propiedad con el proposito de calibrar mejor la capacidad de hacer frente al pago de la superficie adjudicada, mientras que en la reforma de 1864 este periodo se pro-longo, al menos sobre el papel, 30 anos (Diaz-Diego, 2013a y 2013b). El Estado podia adquirir estas tierras pero como quiera que tuvo e hizo uso de la po-testad que le otorgo el parlamento a traves de la ley para reservarse fincas de hasta 300 hectareas y un maximo de una octava parte de todo lo expropiado, no acudio a la compra de los pequenos lotes vendidos por los campesinos en apuros, sino que pasaron a manos de los terratenientes y la burguesia local. Una de las estrategias que implemento el gobierno para intentar evitar en lo posible que la gran explotacion volviera a dominar el panorama agrario rumano a costa de ane-xionar las tierras enajenadas por los campesinos, fue introducir un articulo, el 121, en el que se establecia que el maximo que un privado podia comprar de las tierras repartidas eran 25 hectareas en zonas de montana y 100 hectareas en zonas de llanura. Esta capa-cidad de venta permitio aliviar las cargas fiscales de algunos campesinos pero acentuo uno de los principales problemas que acarreo la reforma, la fragmentacion parcelaria. De acuerdo con Mitrany (1930) y Cartwright (2001), la fragmentacion fue una de las causas que debilito el alcance transformador de la reforma agraria de 1921. Ademas, a la enajenacion de pequenas fracciones del lote de tierra obtenido median-te la venta legal o alegal a los terratenientes, se sumo un aspecto cultural rumano, base fundamental de su organizacion social: el sistema de herencias. Como ocurre en amplias zonas de Europa, la mayoria de familias rumanas estructuran sus reglas de parentesco a traves de la filiacion cognaticia, es decir, tanto el padre como la madre juegan un papel importante en la concepcion y percepcion de los parientes, especialmente de los ances-tros. Las sociedades con este tipo de filiacion suelen protagonizar herencias en las que las posesiones conjuntas del matrimonio se reparten por igual entre todos los hijos, indistin-tamente del genero o la primogenitura. Jose DIAZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 Para frenar su impacto, el conjunto de leyes para la reforma agraria establecio limites de fragmentacion por causa de herencia, fijados en 1 hectarea en zonas de montana y 2 hectareas en zonas de llanura. Los herederos que, por esta medida, no pudieran acceder legitimamente a su parte de herencia, debian ser recompensados por sus hermanos-toma-dores. De igual forma, tampoco la casa, y por ende, su huerta anexa, podian ser divididas en partes iguales entre todos los herederos. El articulo 121 de la Ley para la reforma agraria en el Antiguo Reino fijo que las casas construidas o ampliadas gracias a tierras cedidas durante la reforma no podian enajenarse de manera que se viesen reducidas a menos de 1 hectarea de extension (incluyendo sus huertas). No obstante, tales medidas no evitaron que las ventas y las herencias hicieran que la segunda generacion de campesinos volviera a sufrir los mismos problemas que la generacion de sus abuelos a finales del siglo XIX, con parcelas inviables por su reducido tamano (Mitrany, 1930; Diaz-Diego, 2013a y 2013b). En lo que si coincidieron las reformas de 1864 y de 1921 fue en la excesiva carga fiscal sobre los nuevos propietarios. En el caso de la reforma de 1921, el pago arruino a muchos campesinos pues las comisiones locales encargadas de informar sobre el precio de la tierra y las comisiones provinciales encargadas de fijarlo atendieron al valor del suelo en los ultimos 5 anos, pero tambien a la depreciacion de la moneda, lo que encare-cio sobremanera las propiedades y las situo muy por encima de la verdadera capacidad economica del campesinado. El pago obligatorio de la primera cuota, correspondiente al 20% del valor total de la finca, debilito economicamente a las familias campesinas, algu-nas de las cuales estuvieron pagando por periodos de tiempo que llegaron a los 50 anos (Cartwright, 2001). El gobierno, mas alla de mirar hacia otro lado, comprometio al Estado a afrontar el pago de hasta el 50% del valor de los lotes mas pequenos repartidos entre las familias menos pudientes, lo que desafortunadamente ni aseguro que los campesinos mas pobres pudieran hacer frente al restante 50%, ni resolvio un problema de mayor envergadura, el grave endeudamiento del campesino medio, aquel que habia sido llamado a ser el motor economico tras la reforma agraria. Para agravar aun mas esta situacion, los precios industriales crecieron muy por encima de los precios agricolas, empobreciendo al campesinado, incapaz de ahorrar, lo que aumento su deuda debido a tal diferencial y a la falta de credito (Ovidiu, 2002). En este sentido, es necesario apuntar que el gobierno del Primer Ministro Nicolae Iorga aprobo una Ley de Cooperativas en 1931, para mejorar la situacion de las pequenas explotacio-nes, que mostraron desde un principio claros sintomas de inviabilidad economica. Sin embargo, el movimiento cooperativista tuvo un escaso seguimiento, pues los campesinos se mostraron recelosos de que los verdaderos objetivos de los politicos fueran los de colectivizar sus propiedades (Turnock, 1974, 1976 y 1986). El campesinado rumano no poseia cultura cooperativa alguna, ni referentes positivos en tal sentido. Ademas las coo-perativas resultaron instituciones directamente controladas por el aparato provincial del poder (Roberts, 1951). Otro de los errores de 1864 en el que se volvio a caer en 1921 fue infravalorar la importancia de los bosques y los prados en la economia domestica del campesinado. Los Jose D^AZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 recursos forestales, especialmente los maderables, resultaban de vital importancia para el buen funcionamiento del hogar y la explotacion campesina, pues desde el fuego para co-cinar hasta las cercas para el ganado requerian de madera. Por otro lado, los pastos naturales eran imprescindibles para la cria de ganado. La pequena propiedad a penas producia para la alimentacion del grupo domestico y algun excedente para el comercio, de ahi que los pastos fuesen un recurso natural no solo complementario sino practicamente central en la alimentacion del ganado, especialmente del caballar y el vacuno. Sin embargo, la ley dedico poca atencion a estos aspectos, aunque lo recogiese entre sus principios filosoficos en el articulo 1. Por un lado, el articulo 21 establecio que se podrian -no que se deberian-expropiar bosques por un maximo de 200 hectareas y siempre y cuando se pudieran inter-cambiar por suelo urbano u otras tierras no arables. Buena parte de los bosques expropia-dos no terminaron perteneciendo al patrimonio de los ayuntamientos sino directamente al patrimonio del Estado, que aumento asi sus posesiones, especialmente forestales, en mas de 1,5 millones de hectareas. Por otro lado, en cuanto a los pastos, el articulo 23 de la ley fijo que en caso de ser necesario dotar o ampliar los pastos comunales -notese de nuevo la laxitud de la norma-, se podria llegar a dedicar un maximo de 25 hectareas de las expro-piaciones para tal recurso, aunque en regiones de montana se considerase mas apropiado dedicarles cantidades mas pequenas, de no mas de 10 o 20 hectareas. Los bosques y los pastizales no adquirieron, por tanto, la necesaria importancia en las reformas de las distintas regiones, a penas en la de Transilvania. Cuando fueron te-nidos en cuenta, estas superficies incultas pasaron a formar parte, en su mayor^a, de los recursos comunales cedidos a los nuevos poblamientos surgidos tras la unificacion del pais y la colonizacion de espacios poco poblados, parte de ello regido por la Ley para el Establecimiento de las Fronteras, de 24 de septiembre de 1920. Los problemas en estas areas llegarian mas tarde, cuando colonos y autoctonos ocuparon la propiedad comunal para su propio provecho, debilitando la funcion distributiva de este suelo publico. En este sentido, en 1927, aproximadamente 949.000 hectareas de prados comunales fueron ilegalmente apropiadas, al igual que unas 900.000 hectareas de bosques, cuya madera se vendio sin que lo mismo redundara de ninguna forma en las arcas publicas locales (Bulei, 2005). Otros efectos negativos estuvieron relacionados con la caida del numero de cabezas de ganado por la falta de pastos comunales y el consiguiente esfuerzo del campesinado por centrar sus esfuerzos en monocultivos mas productivos, como el cereal, lo que encarecio el precio de la carne y de los productos lacteos, como ocurriera justo tras la reforma agraria de 1864 (Ovidiu, 2000). CONSECUENCIAS DEL REPARTO DE TIERRAS La reforma agraria de 1921 cambio por completo la estructura agraria y de propiedad de la tierra en Rumania de modo que de un pais mayoritariamente latifundista se paso a un pais mayoritariamente minifundista. En terminos socioeconomicos se puede decir que la unidad economica basica del medio rural dejo de ser la gran explotacion para pasar a serlo la familia campesina propietaria de una pequena parcela de tierra cuyo tamano medio paso a rozar tan solo las 3,92 hectareas. Jose D^AZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 Grafico 2. Superficie de bosquesyprados, 1927 Fuente: lonescu-Sisesti, 1920; Hunya, 1967; Axenciuc, 1996 y 1997; Sabates, 2005. Elaboracion propia. Antes de la reforma, mas de 8.000.000 de hectareas formaban parte de grandes explo-taciones mientras que despues, la gran propiedad paso a estar por debajo de los 2.000.000 de hectareas, repartidas desigualmente y con predominio en las areas montanosas de los Carpatos. Las grandes explotaciones, con medios de produccion incipientemente moder-nizados, pasaron a manos de campesinos sin capacidad de inversion, lo que convirtio a buena parte de la anterior produccion en agricultura de subsistencia. De cierta forma, esta parte del campesinado pobre desacelero la recuperacion economica del sector primario. A comienzos del siglo XX, el minifundio era dominante en el medio rural si bien solo en cuanto al numero de explotaciones, que alcanzaban el 77,3% del total, sin embargo, todas ellas juntas no suponian siquiera el 3% de la tierra arable. Despues de la reforma, el minifundio continuo dominando en numero de explotaciones pero des-cendio al 75% del total, lo que supusieron unas 2.460.000 explotaciones. Ahora bien, habian pasado a representar el 35,8% de toda la tierra arable del ampliado pais rumano. El siguiente tramo, las propiedades de 5 a 50 hectareas, venia de representar el 21,9% de las explotaciones mientras que despues de la reforma, ascendio al 22,6%, con unas 758.000 explotaciones. Las fincas de un tamano ya considerablemente grande, de entre 50 y 100 hectareas, tambien aumentaron del 0,3% a principios del siglo XX al 2% en 1930, lo que supuso que pasaran de concentrar del 2,3% al 8% de la tierra, sin duda debido a los grandes lotes de tierra repartidos en zonas de colonizacion, como Dobrogea. Finalmente, el grupo mas perjudicado, la gran explotacion, no desaparecio pero las aproximadamente 2.200 grandes explotaciones del pais pasaron de agrupar el 48,9% de la tierra al reducido 10,8% de la misma (grafico 3). Jose DIAZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 Efectivamente, la reforma contribuyo a equilibrar la propiedad de la tierra detrayen-dosela a los grandes terratenientes para repartirla entre los desposeidos y los pequenos propietarios, reforzando incuestionablemente el peso relativo de la mediana propiedad, de cualquier forma, no se acabo con la gran propiedad, la cual, de hecho, se recuperaria en la siguiente decada y, debido a la endemica crisis del campesinado, consiguio que volvieran a ella mas de 700.000 jornaleros (Rusu et al., 2001; Rusu, 2002). Grafico 3. Estructura de la propiedad agraria antes y despues de la reforma de 1921 Principios del s. XX Fuente: Hunya, 1987; Meurs, 1999. Elaboracion propia. Jose D^AZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 Tal reparto de tierras entre campesinos aumento la superficie agraria y activo parte de la economia. Asi, entre 1922 y 1923 se experimento un aumento de la produccion agricola como sigue: malz, 34,9%; trigo, 27,1%; cebada, 17,0%; avena, 12,5%; y centeno, 2,5%. As^, los pequenos propietarios que fueron obteniendo beneficios de sus explotaciones dejaron pronto de ser un "lastre" para la economia nacional. Sus modestas producciones permitieron a corto plazo reducir el precio local del grano, lo que permitio facilitar la cria de ganado y mejorar la alimentacion no solo de la poblacion rural (77,8% del total del pais en 1920) sino tambien de la urbana. Su escasa capacidad economica no era nula y el esfuerzo inversor centrado en la mejora de la propiedad recientemente obtenida permitio el impulso de la industria, entre ellas la metalurgica y afines, productoras de aperos y utiles para el campo. El campesinado paso pronto a ser el principal consumidor interno de los productos mas baratos, es decir, de los nacionales, reinvirtiendo en el pais y me-jorando la capitalizacion de Rumania gracias a una mas fuerte autarquia de posguerra (Cornateanu, 1930; Opritescu, 2005). En 1924, se habian alcanzado los niveles de produccion anteriores a la guerra, sin embargo, la recuperacion economica continuaba siendo insuficiente. Hab^a aumentado la tasa de nacimiento y disminuido la tasa de mortalidad, elevandose por tanto la presion de-mografica. Hab^a disminuido la mecanizacion del campo6 y aumentado la fragmentacion parcelaria, reduciendose la rentabilidad de la hectarea cultivada y por tanto agravando la deuda agraria. Y para empeorar la situacion, la crisis economica de 1929, que se dilataria hasta 1933, afecto fuertemente a los paises mas dependientes de los mercados internacio-nales, como Rumania, cuya balanza economica estaba fuertemente condicionada por la venta de trigo en el mercado europeo. Tal situacion llevo a mas del 50% de la poblacion rural activa a estar infra-empleada (Berend, 1985). Segun Virgil Madgearu (en Cartwright, 2001), ello convirtio en deudores a mas de 2,2 millones de rumanos en 1934, lo que supuso una deuda privada de mas de 52,4 billones de lei, cuando el PIB agrario de Rumania no superaba los 46,7 billones de lei. Practicamente todos los campesinos que habian adquirido tierras durante la reforma agraria eran incapaces de afrontar sus cargas fiscales 10 anos despues, aun cuando el go-bierno habia ido reduciendo los intereses de pago hasta el 3%. CONSIDERACIONES FINALES La reforma agraria de 1921 cambio la estructura del agro rumano inclinando la balan-za de la propiedad hacia el minifundio. Aunque la gran propiedad no desaparecio, vivio un fuerte retroceso del que no consiguio recuperarse. Ello supuso, evidentemente, un avance en equidad social, pues la pequena propiedad se impuso producto de la expropia-cion de una parte de las grandes fincas y el reparto de tales tierras en pequenos lotes entre familias campesinas, la mayor^a sin propiedades rusticas previas. Sin embargo la reforma no mejoro sustancialmente la vida del campesinado porque, entre otras poderosas razo-nes, los mecanismos economicos previstos por el Estado para el pago de las tierras por 6 En 1938, Rumania contaba unicamente con 4.039 tractores, 1 por cada 2.490 hectareas (Sabates, 2005). Jose D^AZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 parte de los nuevos propietarios no se ajustaron a la precaria realidad economica de los mismos, viendose presionados por deudas muy superiores a su capacidad de ahorro. El contexto belico y posbelico de la reforma impregno ademas el texto de las distintas normas reformistas de un aire revanchista en contra de algunas minorias etnicas, prin-cipalmente magiares y germanos, quienes habian ostentado el poder durante siglos en Transilvania y que, tras la perdida del eje aleman, se verian fuertemente reprimidas. El Estado uso la reforma para desposeer a estas comunidades de sus tierras y con ellas de la razon de sus privilegios. El conjunto de las normas regionales que conformaron este proyecto reformista, es-pecialmente las medidas aplicadas en el Antiguo Reino, fueron puestas en marcha des-de el convencimiento de la necesidad de modernizacion del campo y en concreto de la tecnificacion de la agricultura, tal y como lo estaban haciendo la mayor^a de pa^ses de la Europa central y occidental. No obstante, ello solo ocurrio realmente en las grandes fin-cas, mientras que del lado minifundista la falta de recursos individuales primero y de una mejor planteada planificacion cooperativista por parte del Estado despues imposibilitaron la generalizacion de usos y manejos mas alla de los tradicionales. Aunque el Estado intento frenar la division de las pequenas propiedades legislando, por un lado, la compra-venta de los nuevos predios y, por otro lado, los sistemas tradicio-nales de herencia, no lo consiguio, propiciando la consolidacion de un agro campesino microfragmentado y descapitalizado, incapaz en gran parte de ofrecer a sus gentes he-rramientas para hacer frente a su ostracismo economico y politico. La proyeccion en el tiempo de su dependencia de clase y su exclusion de las esferas de decision y formacion no ofrecieron al campesinado muchas mas alternativas para continuar ligados a la tierra que la de trabajar sus exiguas parcelas y proseguir como jornaleros en las grandes fincas de las familias terratenientes. AGRADECIMIENTOS Agradezco a Juan Antonio Marquez, a Jose Manuel Jurado, a Rafael Viruela, a Fernando Condesso y a los revisores anonimos de la revistaActa Histriae el tiempo dedicado a la revision del texto asi como sus valiosos comentarios. Jose DIAZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 ZEMLJA V ROMUNSKI MEDVOJNI UGANKI: RAZLOGI, POSTOPKI IN POSLEDICE ROMUNSKE AGRARNE REFORME V LETIH 1918/1921 Jase dIAZ-DIEGO Katoliška univerza Temuco, Fakulteta za družbene znanosti, Oddelek za antropologijo, Manuel Montt, 56. Temuco, Čile jose.diaz@uct.cl POVZETEK Pa ruski revoluciji leta 1917 in med prvo svetovno vojno so se romunski vladarji odločili napovedati in nato izvesti takrat liberalno agrarno reformo, da bi izboljšali modernizacijo podeželja in povečali uporabo tehničnih orodij v kmetijstvu, s čimer so skušali ustaviti morebitne revolucionarne poizkuse, pomiriti kmečke upore, zmanjšati dezertacije vojakov in aktivirati nacionalno ekonomijo z zmanjševanjem pomanjkanja hrane na trgu. V družbeno-agrarnem smislu je agrarna reforma popravila strukturna neravnovesja, kot denimo prekomerno veliko zastopstvo velikih romunskih kmetij, vendar drugih glavnih težav v agrarnem kontekstu ni razrešila - ravno nasprotno, pojavile so se nove težave, veliko majhnih kmetij in visoka zadolženost kmečkih družin v državi zaradi plačila novih zemljišč. Ključne besede: agrarna reforma, Romunija, kmetje, 1918, 1921 Jose DIAZ-DIEGO: LA TIERRA EN EL PUZZLE RUMANO DE ENTREGUERRAS: RAZONES, MODOS ..., 715-740 REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Axenciuc, V. (1996): Evolutia economica a Romaniei. Cercetari statistico-economice 1856-1947. Vol. II. Agricultura. Bucarest, Editura Academiei Romane. Axenciuc, V. (1997): Introducere in historia economica a Romaniei. Bucarest, Editura Fundatiei Romania de Maine. Basciani, A. (1999): El contencioso de Dobroudja en las relaciones entre Rumania y Bulgaria, 1919-1940. Tesis Doctoral. Madrid, Universidad Complutense de Madrid. Berend, I. T. (1985): Agriculture. 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