Oldrich Kašpar Universidad Carolina Praga LA VISIÓN CHECA DEL NUEVO MUNDO EN LOS SIGLOS XVI-XIX El interés del hombre checo por el mundo hispanoamericano en general tiene raíces profundas, cuyos inicios remontan al primer decenio del siglo XVI. En el año 1506, en la ciudad de Pilsen, al oeste de Bohemia (hoy día conocida más bien por su famoso tipo de cerveza) el tipógrafo de origen eslovaco MikuláS Bakalár [tetina publicó un tratado interesante Spis o novych zemích a o Novém svété (Tratado sobre las nuevas tierras y el Nuevo Mundo...), primera información sobre América en la lengua checa descubierta hasta ahora.1 El libro es una compilación de traducciones libres de diversas fuentes, cuya parte fundamental la constituye el famoso escrito de Americo Vespucio (1454-1512) Mundus Novus, en latín complementado con informaciones procedentes de la relación de Cristóbal Colón (1451-1506) sobre su primer viaje y otros textos menos conocidos.2 Veamos, pues, aunque sea brevemente lo que el Tratado relata por ejemplo sobre el aspecto de los indios americanos, es decir, de los habitantes de las islas caribeñas: Son de cuerpo grande y bien habilitado y son rojizos, lo cual se debe, según supongo, a que andan desnudos y suelen ser quemados del sol pareciendo ser de un color rojizo. Tienen cabellera y pelo largo e negro. Son de caminar rápido y libre y de cara alegre. Mas ellos mismos estropean y hacen feas sus caras, habriéndose huequitos en las mejillas, labios y orejas.3 Con el fin de llamar la atención del lector, Vespucio - o bien el traductor checo (Mi-kuláS Bakalár [tetina) - no vacila en incorporar descripciones fantásticas del tipo man-devillano (fictivo libro de viajes medieval del tal llamado Juan de Mandevilla): Todas las mujeres son comunes para todos. No tienen reyes, ni templos ni ídolos. Desconocen comercio y dinero [...] comen carne humana. Vi a uno que se vanagloriaba - como si fuesse cosa de gran orgullo - de haber comido trescientos hombres. También vi una villa -27 días viví en ella - donde la carne humana salada colgaba bajo los techos, al igual que en nuestra tierra suelen colgar racimos de chorizos en las cocinas.4 La primera información sintética sobre los viajes de descubrimiento e inicios de la conquista publicada en checo aparece en la Kosmografie ~eská (Cosmografía checa) de 1 Spis o Novych zemích a o Novém svété, o ném to jsme prve ádné známosti neméli, ani kdy co slychali (Tratado sobre las Nuevas tierras y el Nuevo Mundo, del cual anteriormente nada habíamos conocido u oído hablar), Pilsen, Biblioteca del convento de los Premonstratos en Praga, 1506. Para más detalles véase Pravoslav Kneidl, «El Mundus Novus de Americo Vespucio y el Escrito de la Nuevas tierras de Nicolás Bakalár», en: Ibero-Americana Pragensia, XIII, 1979, pp. 99-129; Spis o Novych zemích a o Novém svete (Tratado sobre las Nuevas tierras y el Nuevo Mundo), Pravoslav Kneidl (ed.), facsímil y exposición del impreso pilsenense de MikuláS Bakalár del año 1506, Praga, 1981. Véase Oldrich Kašpar, Descubrimientos de ultramar en los siglos XV y XVI y su repercusión en los países Bohémicos, Praga, 1992, p. 28. 4 Ibid. 1554. El capítulo O novych ostrovích, skrze koho a kdy nalezeny jsou (Sobre las nuevas islas, por quién y cuándo fueron descubiertas) está basado en la famosa obra de Sebastian Münster, Cosmographiae universalis libri VI (1544), así como en informaciones de otras fuentes.5 En las páginas de la Cosmografía Checa leemos por primera vez en checo, las informaciones sobre esta poderosa ciudad de Temixtitam (es decir la Tenochtitlán azteca). En la Cosmografía Checa encontramos también la primera crítica checa de la pluma del autor Zikmund z Púchova acerca de las medidas adoptadas por los españoles en el Nuevo Mundo, que a menudo lleva un carácter sumamente implacable y abierto: Pues como dicen, bajo el pretexto de la búsqueda de oro les hacían grandes prejuicios y estorbos [a los indígenas] y casi sin cesar saqueaban toda la tierra [...] En aquel tiempo pues los hispanos quienes debían buscar el oro se entregaron a ocio y lujuria animal ... 6 De 1590 conservamos un documento único sobre los acontecimientos en el Nuevo Mundo y que ofrece informaciones etnográficas inusuales para la época. Nos referimos a la traducción checa del escrito latino del pastor calvinista borgoñón Jean de Léry (1534-1613) sobre su viaje, cautiverio y prolongada estadía en Brasil con la tribu de los indios tupinambas.7 De la versión checa - obra de Pavel Slovák y Matej Cyrus, pastores de la iglesia de los Hermanos checos - sólo se ha conservado un manuscrito. En las fuentes de aquella época se menciona que a pesar de no haber sido publicado el documento, circulaban copias manuscritas, sobre todo en los círculos burgueses. Una de ellas por ejemplo aparece registrada, a principios del siglo XVII, en la biblioteca del zapatero Jan Postulus, vecino de la Ciudad Vieja de Praga.8 También los autores del Kalendár Historicky (Calendario histórico) Daniel Adam z Veleslavína y del Rejstrík historicky (Registro histórico) Benjamin Petrek z Polkovic9, ofrecen en sus compendios (en el segundo caso se trata de una traducción) informaciones sobre el Nuevo Mundo. La selección de personajes y fechas resulta interesante como reflejo del nivel de conocimientos de aquel entonces. Ambas obras cumplían la función, si podemos emplear el término moderno, de una enciclopedia histórica, cronológica y geográfica de ese tiempo. Krystof Harant z Polžic a Bezdružic (1564-1621), conspicuo humanista checo y posteriormente político protestante que finalmente acabó su vida en el cadalso por haber participado en un levantamiento contra los Habsburgo, intercaló comentarios sobre las travesías de los Portugueses en las Indias y sobre su expansión en aquella parte del mun- 5 Por ejemplo Sebastián Franck, Weltbuch. Spiegel des gantzen erdobens von Sebastiano Franco Wozdenzi /.../, 1542; Simón Grynaeus, Novae Novi Orbis, Basilea, 1532; etc. 6 Véase Oldrich Kašpar, op. cit., p. 44. La obra de Léry fue publicada por primera vez con el título Histoire d'un voyage fait en la terre du Brésil autrement dit Amerique, La Rochelle, 1578; la segunda edición francesa procede de Ginebra, y la traducción latina en la cual se basa la versión checa, es de 1586. Para más detalles véase Oldrich Kašpar, «Actividades francesas en Brasil a mediados del siglo XVI y su repercusión en Bohemia», en: Cahiers du Monde Hispanique et Luso-brésil-lien, 43, Toulouse, 1984, pp. 35-42. 8 Véase Oldrich Kašpar, Jirí Pešek, «Literatura sobre el Nuevo Mundo en las bibliotecas de la burguesía praguense del período previo a la derrota en la Montaña Blanca», en: Ibero-Americana Pragensia, XIX, 1985, pp. 211-222. Daniel Adam z Veleslavína, Kalendár historicky (Calendario histórico), Praga, 1578 (2a ed., Praga, 1590); Benjamin Petrek z Polkovic, Rejstrík historicky (Registro histórico), Praga, 1596. Ambas obras se pueden encontrar, en- tre otras bibliotecas históricas del país, también en la Biblioteca Nacional de la República Checa en Praga. do;10 en el capítulo XVI, segundo tomo de su libro de viajes refiere los viajes11 de Vasco da Gama (1469-1524), Cabral y otros Portugueses en las Indias. También enumera los señoríos portugueses en Asia. Cabe destacar la primera mención que hace sobre los mestizos, es la primera vez que aparece empleada esa expresión (mestic) en checo: Los Portugueses, no teniendo en muchos esposas de su país, por orientación de sus superiores, se casaban con las mujeres nativas de aquellos países donde hubieron de poblar y residir, llamándose hasta nuestros días tales hijos, es decir de padre español o portugués y madre india, mestizos (mestycos en original versión checa) ...12 En el libro de viajes de Harant resuenan en nuestra literatura los primeros ecos de la época de los grandes viajes ultramarinos. Una interesante noticia sobre el enfrentamien-to de los españoles y las tropas de corsarios ingleses encabezados por el famoso Francis Drake (1543-1596) apareció en los principios del siglo XVII en las Memorias, un manuscrito del humanista checo Mikulás Dacicky z Heslova (1555-1626). Dacicky escribe: Franciscus Drago, insigne caballero inglés, uno de los capitanes militares de Isabel la reina inglesa, fue dado que al salir navegando y haber llegado a la India, mundo recién descubierto, en tres años navegó en torno al globo terrestre entero, habiendo causado perjuicios apre-ciables al rey hispánico; ya que Isabel, la reina inglesa desde siempre vivía en riñas y enemistad con el rey hispano, perjudicándose de las dos partes como fuese posible. Y también estuvo aliada con los neerlandeses rebeldes contra el rey hispano ya que era de su religión evangélica ...13 Durante el siglo XVII, el ilustre pedagogo y filósofo checo de fama mundial Juan Amos Comenio (1592-1670) fue quien prestó atención en su amplia y extraordinariamente variada obra. Por ejemplo, en su libro Methodus linguarum novissima elogia las lenguas americanas. Dice sobre el quechua del Perú y el náhuatl de México, que por su suavidad y elegancia pueden compararse con las lenguas griega y latina.14 Hay que mencionar entre otras obras de Comenio también uno de sus escritos político-filosóficos Truchlivy (El Triste) donde somete a una crítica rigurosa los estragos que ocasionaron los españoles en las islas caribeñas durante la primera fase de la conquista y colonización del Nuevo Mundo, comparándolas con la campaña española contra los protestantes europeos. En el segundo tomo del Truchlivy, en el diálogo con el Triste la Razón dice: Cómo gobernaban los españoles hace cien años en el Nuevo Mundo, se sabe; que aniquilaban por diversas formas de muerte a los pobres, desarmados americanos, ni que fuesen no 10 Zpráva o Indiích vychodních, jaké jsou to zeme, jak se do nich portugalšti dostali a jak tampodnes hospodarí (Relación sobre las Indias Orientales, qué países son, cómo los portugueses llegaron a ellos y cómo los administran hasta el día de hoy). 11 Krištofa Haranta z Polžic a Bzdružič Cesta do zemë Svaté a do Egypta (Viaje a Tierra Sagrada y a Egipto de Krištof Harant de Polžice y Bezdružice), Nueva edición, Praga, 1855, t. I y II. 12Ibid. t. II, p. 135. 13 Oldrich Kašpar, Descubrimientos de ultramar..., p. 77. 14 Quin et Mexicanam (sc. linguam), in media Americanorum barbarie natam, memini a quopiam tam concinnam depraedicari, ut cum Latina et Graeca elegantiis certare posset. Sed ed linguam Cuscanam seu Ingarum in Peruvia Acosta vale laudat. Véase Oldrich Kašpar, «Comenius and latin America», en: Homage to J. A. Comenius, Praga, 1991, pp. 270-281. bestias, sino gusanos incapaces de defenderse. Escribió Bartholomeo de las Casas, su arzobispo, que no cree que haya tanta gente en este viejo mundo cuanta fue matada a tiro, con espada, ahogada en aguas, quemada en el fuego, etc. allá en breve años. Me sobrecojo de miedo al pensar en la terrible ira de Dios que azotó al otro hemisferio, que en unos pocos años las innumerables, vastas tierras pobladas de gentío hayan quedado desiertas como de un incendio ...15 En esta obra, cómo atestiguan las palabras citadas, se basó Comenio en la Brevíssima Relación de la destrucción de Indias de Fray Bartolomé de las Casas (1474-1566), posterior obispo chiapaneco.16 Cabe notar que los manuales de idiomas de Comenio gozaban de amplia popularidad prácticamente en toda Europa, y no solamente en Bohemia. Aún los jesuitas del Nuevo Mundo a menudo los empleaban en sus clases; hecho que comprueba por una acotación en otro manual de Comenio, no menos popular, Janua linguarum reserata, que se pude enconrtar en el viejo catálogo de la biblioteca del Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo de México.17 Hasta aquí hemos mencionado las obras manuscritas o impresas en checo, que podía leer en aquella época, el hombre ilustrado de este reino sobre el Nuevo Mundo y su desarrollo histórico. La imagen quedaría incompleta si no mencionáramos las obras extranjeras sobre el tema, conservadas hasta la actualidad en los fondos de nuestras bibliotecas históricas.18 Durante el período que nos ha ocupado, existían en principio tres tipos básicos de bibliotecas. En primer lugar, las de las familias de los grandes señores feudales, generalmente localizadas en castillos y palacios. En segundo lugar, las bibliotecas de las instituciones eclesiásticas o sus dependencias, esto es, las de los conventos, de los colegios, de las escuelas, etcétera, así como las personales de sus miembros y superiores. Finalmente tenemos las bibliotecas, a menudo muy ricas, de los ciudadanos y de los intelectuales burgueses. En los tres tipos de bibliotecas, la literatura sobre el Nuevo Mundo aparecía con relativa frecuencia y variedad idiomática. A causa de la situación específica de los países bohémicos, encontramos en primer lugar, literatura escrita en latín, seguida por la alemana y checa. Es decir tres idiomas corrientes en la comunicación de los hombres ilustrados de la Bohemia de la época. Siguen en importancia las lenguas romances, primero el italiano, luego el español, y a partir de finales del siglo XVII, con mayor frecuencia, el francés. Así el hombre ilustrado checo disponía de las fuentes más relevantes acerca de la historia y de la cultura del Nuevo Mundo en no menos de cinco idiomas. 15 Véase Oldrich Kašpar, Descubrimientos de ultramar..., p. 44. 16Más detadallamente véase Tibor Vitman, «La Imágen del Nuevo Mundo en las obras de Juan Amos Comenio», en: Ibero-Americana Pragensia, V, 1971, pp. 139-148; Josef Polišensky, Lubomír Vebr, «Bartolomé de las Casas. Nuestro contemporáneo de honor», en: Ibero-Americana Pragensia, IX, 1975, pp. 9-27; Oldrich Kašpar, «Latinská Amerika v díle Jana Amose Komenského» (America Latina en la obra de Juan Amos Comenio), en: Studia Come-niana et Historica, 14, Uhersky Brod (República Checa), 1984, pp. 58-64. 17 Indíce de todos los libros impresos del Colegio de Snpo y Snp,° de Mexxo, año de 1769, Archivo General de la Nación, México, Jesuitas III-30, f. 125; véase más detalladamente Oldrich Kašpar, «Materiales Bohémicos en la Biblioteca del Colegio Jesuita San Pedro y San Pablo de México», en: Suplemento de Anuario de estudios Americanos, 2, Sevilla, 1991. 18 Véase más detalladamente Oldrich Kašpar, «Literatura española e hispanoamericana de los siglos XVI-XVIII conservada en los fondos históricos de las bibliotecas checoslovacas», en: Homenaje a José Simón Díaz, Kassel, 1987, pp. 397-403; el mismo, Registro de las fuentes para la historia de los viajes de descubrimiento y la conquista del Nuevo Mundo de la Biblioteca Nacional de Praga, Praga, 1992, 136 p. He aquí, en forma cronológica las obras más significativas e interesantes: La primera Relación de Colón en latín, traducida por Leandro de Cosco, Mundus Novus de Vespucio, Décadas de Pedro Martyr de Anglería, y las obras de Bartolomé de las Casas, en español y en latín. Entre las primeras obras dedicadas a la Nueva España, las primeras ediciones de La Segunda y Tercera Carta de Relación de Hernán Cortés (1485-1547) en latín, traducida por Pietro Savorgnani de Forlí de Nuremberg, 1524; la Crónica de López de Gomara y la Historia verdadera de Bernal Díaz del Castillo.19 Aunque podríamos seguir enumerando, vale la pena detenerse en los interesantes impresos mexicanos conservados en el país. Entre los más destacados contamos con varias ediciones del manual de conversación español-azteca (editado por la primera vez en 1611) por Pedro de Arenas20 y la edición de las Cartas de Relación de Hernán Cortés preparadas por el arzobispo Francisco Antonio Lorenzana (1722-1804)21, de finales del siglo XVIII. Hay que mencionar también un interesante manuscrito intitulado Breve instrucción a Arte para entender la lengua común de los indios procedente de los primeros decenios del siglo XVII que se conserva hasta hoy día en los fondos históricos de la Biblioteca Nacional de la República Checa en Praga. Se trata de una gramática de la lengua quechua.22 Gracias a los documentos de la Corte Suprema novo-hispana conocemos el nombre del primer oriundo de nuestro país residente en la década de 1530 en la Ciudad de México: un picapedrero llamado Andrés Morab (Moravia), mencionado de vez en cuando también como Andrés Alemán, natural de la ciudad de Brno, quien fue denunciado por su propio vecino ante la Inquisición por sus simpatías hacia el protestantismo, lo que era considerado en España y sus dominios ultramarinos no sólo pecado mortal sino también crimen horrible. Pero Andrés Morab tuvo una suerte increíble y su vida no terminó en una hoguera, sólo fue condenado a la confiscación de sus bienes y expulsado a España. Sea lo que fuere, es casi seguro que Andrés Morab fuera el primer habitante del reino de Bohemia que vivió en la Nueva España.23 Si bien a través de todo el siglo XVI y casi todo el siglo XVII, los checos dependían exclusivamente de noticias extranjeras y de segunda mano sobre el Nuevo Mundo, a finales del siglo XVII, la situación empezó a cambiar y los checos empezaron a participar en el estudio, la evaluación y hasta la descripción de este continente. El hecho derivó, sin duda, de la participación de los miembros de la Provincia Checa de la Compañía 19 Véase Oldrich Kašpar, Novy svet v ceské a evropské literature XVI—XVIII. století (El Nuevo Mundo en la literatura Checa y Europea de los siglos XVI-XVIII), Praga, 1983; el mismo, Registro de los impresos españoles de la antigua biblioteca del castillo Roudnice nad Labem, Praga, 1983; el mismo, «La imágen de la civilización azteca en la literatura europea de los siglos XVI y XVII conservada en las bibliotecas checoslovaca», en: Ibero-Americana Pragensia, X, 1979, pp. 179-185; el mismo, «Repercusión de los primeros contactos entre Nuevo Mundo y Europa Central. Colón y Vespucio en Bohemia», en: Archív Orientální, 3, 1979, pp. 161-168; el mismo, El Nuevo Mundo y el corazón de Europa. La civilización Azteca en las bibliotecas checoslovacas (Estudios sobre las relaciones entre Bohemia y América Latina), Morelia (México), 1997; el mismo, Ensayos y Estudios, Praga, 2003. 20 Véase Oldrich Kašpar, František Vrhel, «Pedro de Arenas y su contexto centroeuropeo», en: Annals of the Náprs-tek Museum Prague, 13, 1985, pp. 217-229. 21 Véase más detalladamente Oldrich Kašpar, Registro de las fuentes..., Praga, 1992, pp. 8-81. 22 Véase Oldrich Kašpar, Alena Richterová, «Breve instrucción o Arte para entender la lengua común de los indios (Breves apuntes acerca de un manuscrito español de la gramática de la lengua quichua)», en: Archícv Orientální, 55, 1987, pp. 237-252. Véase Oldrich Kašpar, Cechy v zrcadle hispanoamerickych dejin (Bohemia en el espejo de la historia hispanoamericana), Pardubice (República Checa), 1997; Oldrich Kašpar, Eva Mánková, Dejiny Mexika (Historia de México), Praga, 1999, p. 285. de Jesús en el Nuevo Mundo de 1678-1767. Sus actividades no sólo fueron sustanciales para la formación de una imagen propia, específicamente checa, del Nuevo Mundo y sus habitantes, sino que favoreció la divulgación de noticias sobre Bohemia en el extranjero, en particular en el mundo de habla hispana. Alrededor de 150 jesuitas procedentes de los países bohémicos se encontraron en diferentes regiones del Nuevo Mundo. No todos trabajaban como misioneros, muchos de ellos, frailes laicos, eran constructores, administradores de fincas, boticarios y médicos, diseminados desde la Baja California, a través de las reducciones paraguayas, hasta las despobladas regiones de la Tierra del Fuego. Muchos dejaron testimonios valiosos: cartas, crónicas, gramáticas y vocabularios de las lenguas nativas, manuscritos ilustrados, mapas y esbozos que hoy día constituyen una fuente inapreciable para el estudio de la historia y de la cultura de esos países. Frecuentemente poseen una importancia indiscutible para los estudios antropológicos y folclóricos, por cuanto relatan etnias nativas, algunas de las cuales han desaparecido de la faz de la tierra.24 Casi la quinta parte de estos jesuitas procedentes de la provincia checa estuvo destinada a la Nueva España, donde muchos de ellos han dejado sus huellas. Hay que mencionar ante todo a José de Neumann, autor de una crónica de las rebeliones tarahumaras (1730)25; a Simón Boruhradsky, excelente arquitecto quien marcó con sus obras la capital mexicana;26 Juan Esteynefer, autor del Florilegio medicinal (México 1712),27 Wenceslao Linck, colaborador del famoso padre Francisco Eusebio Kino;28 Ignacio Tirsch quien pintó el excelente Codex pictóricas mexicanas y a muchos otros.29 Localicé hace años libros procedentes de la imprenta del colegio praguense de los jesuitas en la biblioteca de los jesuitas mexicanos en Morelia (antes llamada Valladolid de Michoacán). Los ricos fondos del Archivo general de la Nación en la Ciudad de México cuentan con la inmensa cantidad de las cartas de los jesuitas checos, muchas de ellas en espera de su «descubrimiento». Gracias a la obra de los jesuitas checos en México existe en este país el culto a los santos checos como San Wenceslao, el Niño Jesús de Praga y San Juan Nepomuceno. Estos tres cultos se difundieron por toda la América Latina. Todavía es posible encontrar en México quien lleve el nombre de Wenceslao, uno de los primeros príncipes cristianos checos y patrono nacional del pueblo checo desde el siglo X; copia de la pequeña estatuita de cera que llevó María Manrique de Lara y Mendoza (f1608) de España a Praga en el año 1555, hasta hoy la encontramos en muchos lugares del país.30 Óleos sobre tela y estatuas de madera policromada de San Juan Nepomuceno 24 Véase más detalladamente Oldrich Kašpar, Los Jesuitas Checos en la Nueva España, 1678-1767, México, 1991; Oldrich Kašpar, Anna Fechtnerová, «Checos, Moravos y Silesios en el Nuevo Mundo en los siglos XVII y XVIII», en: Annals of the Náprstek Museum Prague, 15, 1988, pp. 165-204. 25 Joseph Neumann, Historia de las sublevaciones Indias en la Tarahumara, Bohumír Roedl, Simona Binková (eds.), Praga, 1994. 26 Simona Binková, «Historia de las Relaciones entre Bohemia y México de los siglos XVII y XVIII (Fuentes guardadas en los Archivos y Bibliotecas Mexicanos)», en: Ibero-Americana Pragensia, XVIII, 1984, pp. 67-94. 27 Véase Carmen Anzures y Bolaños, «El Florilegio medicinal de Johannes Steinhoffer: Una Contribución a la Etno-botánica mexicana», Ibero-Americana Pragensia, XXI, 1987, pp. 103-124. 28 Josef Polišensky, Josef Opatrny, «Wenceslao Link y su Diario del Viaje hacia del Norte Península», en: Ibero-Americana Pragensia, VI, 1972, pp. 173-183. 29 Véase Simona Binková, Oldrich Kašpar, «La Aportación de los materiales bohémicos para el estudio de Historia y Cultura de América Latina. Los dibujos de Ignacio Tirsch», en: Annals of the Náprstek Museum Prague, 14, 1987, pp. 105-150. 30 Josef Forbelsky, Jan Royt, Mojmír Horyna, Prazské jezulátko (El Niño Jesús de Praga), Praga, 1992. procedentes del siglo XVIII decoran los interiores de innumerables iglesias mexicanas e hispanoamericanas.31 El racionalismo de la época moderna llevó a América al primer investigador moderno de los países bohémicos. Natural de Bohemia del Norte, Tadeo Haenke (1761-1817) participó en la famosa expedición científica española de los finales del siglo XVIII (1789-1794) encabezada por el capitán de origen italiano Alejandro Malaspina. Haenke se quedó finalmente en la provincia boliviana de Cochabamba. Una parte de sus manuscritos póstumos y de sus herbolarios se encuentran tanto en el Archivo del Real Jardín Botánico de Madrid, como en el Museo Nacional de Praga y en la Universidad Carolina de la misma ciudad.32 En los principios del siglo XIX apareció en Praga un librito interesante sobre el descubrimiento del Nuevo Mundo por Cristóbal Colón. Es decir Historické vypsání, kterak ctvrty díl svéta Amerika, od Kolumbusa vynalezena byla (Relación histórica, cómo el cuarto continente América fue descubierto por Colón). Lo publicó en el año de 1803 Matéj Václav Kramerius (1753-1808), ilustre periodista, escritor e impresor de la época. En la introducción podemos leer unas palabras sorprendentes: Al tomar en las manos el mapa de Ásia, veo, que arriba en la parte más próxima a medianoche, donde se extiende la tierra de Kamchatka, Asia y América casi se unen, y que los dos continentes están separados tan sólo por un mar estrecho. Puede ser luego, que los hombres varios miles de años atrás hayan salido a la mar a pescar, llegaron a América, se asentaron allí y al cabo de tiempo, reproduciéndose, fueron bajando hasta la América de mediodía. Con ciertas correcciones es en realidad actualmente aceptada teoría sobre el orígen del hombre americano.33 Durante la segunda mitad del siglo XIX vio la luz la primera traducción checa de las importantes obras del autor americano William Hickling Prescott (1796-1859) Historia de la conquista de México y Historia de la conquista del Perú preparada por el destacado checo Jakub Maly (1811-1885).34 Poco después viajó a México el botánico y jardinero checo Benedikt Roezl (f1875), a quien le tocó la intervención francesa (1862-1867). Roezl participó en una forma activa al servicio del presidente Benito Juárez en la lucha contra las tropas francesas. Después de la guerra en la capital, trabajó como jardinero en el proyecto de los parques y jardines urbanos.35 Tal vez como herencia de la intervención austríaco-francesa del siglo XIX a México, existe cierta influencia de la música popular checa en el folclore musical mexicano en las canciones de los mariachis, ya que con el emperador Maximiliano había llegado 31 Véase Pavel Stêpánek, «San Juan Nepomuceno en el Arte Mexicano», en: Cuadernos de Arte Colonial, 6, Madrid, 1990, pp. 89-100. 32 Véase Oldrich Kašpar, «Naturalista Tadeo Haenke y su interés etnográfico por América», en: Annals of the Náprs-tek Museum Prague, 13, 1985, pp. 187-200; el mismo, «Manuscritos póstumos de Tadeo Haenke en Real jardín Botánico de Madrid», en: Archív Orientální, 1, 1989, pp. 66-68; el mismo, Tadeo Haenke, el participante checo de la expedición de Malaspina, Pardubice (República Checa), 1994, 39 p. 33 Václav Matëj Kramerius, Historické vypsání, kterak ctvrty díl svéta Amerika, od Kolumbusa vynalezena byla (Relación histórica, cómo el cuarto continente América fue descubierto por Colón), Praga, 1803, p. 4. 34Véase Oldrich Kašpar, «Jakuba Malého 'Amerika'. Príspêvek k dêjinám ceské cizokrajné etnografie» («América» de Jakub Maly. Contribución a la historia de etnografía extraeuropea checa), en: Cesky lid, 2, 1983, pp. 103-105. Véase Oldrich Kašpar, Eva Mánková, op. cit., p. 301. una charanga checa. De los músicos checos, los mexicanos adoptaron el uso de los instrumentos de viento y también algunas melodías populares checas y moravas.36 A partir de esta época ya nunca se interrumpió la cadena de informaciones sobre América en la prensa, literatura y ciencia checas. Hoy día la imagen de América tiene su lugar firme en la visión del mundo de los checos. En esta breve relación histórica intentamos presentar sus raíces. BIBLIOGRAFÍA Bad'ura, Bohumil (1963): «Poznámky k organizaci historického bádání v Mexiku» (Apuntes sobre la organización de estudios históricos en México). En: Ceskoslovensky časopis historicky, 11, 86-94. 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