Mª Jesús Martín Sastre Universidad Autónoma de Madrid EL ASPECTO RELIGIOSO EN LA CELESTINA Mucho se ha escrito sobre el aspecto religioso en La Celestina. Unos no ven en la obra rastro religioso alguno (Américo Castro, Julio Rodríguez Puértolas, Ma Rosa Lida, Stephen Gilman ... ); otros, por el contrario, quieren ver en la obra un propósito moral y religioso. Hay quienes defien- den que la religión que impregna la obra es la cristiana (Menéndez Pelayo, M. Bataillon, O. H. Green, G. Correa, Morón Arroyo, S. Baldwin, C. Ripoll, J. A. Maravall ... ). Y quienes creen que lo que se expresa en la obra es el judaísmo original de su autor (O. Martínez-Miller, Ramiro de Maez- tu, Serrano Poncela, A.M. Forcadas). A mi parecer, en La Celestina todo se derrumba y destruye: la sociedad y la cultura en la que el texto está asentado; el mundo en el que vive el autor, y, por supuesto, también la religión. Por ello en la obra no hay sentimiento religioso alguno (ni cristiano ni judaico). Todo se convierte en una sátira destructiva y letal. Fernando de Rojas es un judío converso, ha vivido el peligro de los conversos y ha conocido la cultura milenaria judía, pero también la cristiana. Formalmente hay más elementos cristianos en la obra, ahí estaba la Inquisición, no puede haber muchos elementos judíos explícitos. Pero, por otra parte, tampoco hay ninguna referencia a Cristo. Notamos ausencias espectaculares del mundo cristiano, tanto como del universo cultural judío. Rojas juega con todo, pero ni cristianismo ni judaísmo poseen un papel relevante en La Celestina. Hay tres referencias estratégicas en las que se une a las tres religiones peninsulares de la época: Sempronio trata de hacer ver a Calisto que las mujeres no merecen la pena, y une a las tres reli- giones en un nivel de igualdad antifeminista: "gentiles, judíos, cristianos y moros, todos en esta concordia están" (1.2). Celestina recuerda a Pármeno que su madre era una bruja y que desen- terraba a los muertos para usarlos en sus prácticas brujeriles e infernales. Judíos, musulmanes y cristianos son iguales ante la muerte y ante las prácticas de brujería: "Ni dexava cristianos ni moros ni judíos cuyos enterramientos no visitava. De día los acechava, de noche los desenterrava" (Vll.1 ). En el Monólogo de Pleberio las tres razas aparecen igualadas ante la muerte, ante el fuego (del amor o de la Inquisición); ante la destrucción: "Tu fuego es de ardiente rayo, que jamás haze señal do llega. La leña que gasta tu llama son almas y vidas de humanas criaturas, las quales son tantas que de quien comern;ar apenas me ocurre. No sólo de cristianos, mas de gentiles y judíos. Y todo en pago de buenos servicios" (XXI). Por otra parte, si bien es cierto que hay rastros judios -algunos criticos, como Serrano Pon- cela, Orozco Díaz y Garrido Pallardó explican el suicidio de Melibea como una característica hebrea-, hay también rastros de un cierto antisemitismo. "Los falsos judíos su haz escupieron, / vinagre con hiel fue su potación [ ... ]" (Piezas finales). Además, podrían realizarse lecturas ateas de la obra, por ejemplo del prólogo filosófico. En él, aparece la Naturaleza como la madre de todas las cosas. El mundo habría sido creado por ella, y 49 no por Dios (ya cristiano, ya judío): "Sin lid y offensión ninguna cosa engendró la Natura, madre de todo" (Prólogo). Hay una completa ausencia de Dios también en el suicidio de Melibea. En el pensamiento cris- tiano no cabe la autodestrucción, pues sólo Dios es dueño de la vida. Sin embargo, ella parece feliz porque cree que al morir va a reencontrarse con Calisto, no piensa en su condenación. Él es lo único en lo que Melibea cree. La ausencia de los elementos fundamentales del cristianismo es patente y significativo. Elicia decide vengarse contra Calisto y Melibea (XV.3) sin el menor remordimiento ni sentido del peca- do. Lo mismo sucede con Areúsa por el mismo motivo: "Y de ál [otra cosa] me vengue Dios, que de Calisto Centurio me vengará" (XV.3). Dios es un ser vengador. Ante el suicidio de su hija, tanto Pleberio como Alisa desean morir también: Ali.- [A Pleberio] ¿Por qué pides la muerte?[ ... ] ¿Es algún mal de Melibea? Por Dios, que me lo digas, porque si ella pena, no quiero yo vivir. (XXI) El deseo de morir, como hemos dicho, no es propio de la religión cristiana. En ella actúan la esperanza, la confianza en Dios y la resignación. En un análisis detallado de los elementos cristianos de La Celestina, podremos comprobar que lo que hay no es más que falsedad; una religión desviada. Aparecen textos bíblicos utilizados per- versamente, parodias y sátiras religiosas, una utilización no ortodoxa de la religión (rezos intere- sados ... ); que también se la emplea para justificar acciones poco correctas. Aunque la obra está llena de sentimiento cultural cristiano, no lo está de cristianismo. Una de las citas biblícas es la que introduce Celestina al recordar a Claudina, la madre de Pármerno. Ésta fue una bruja y la Inquisición la persiguió. Pero Celestina dirá sobre esto: [ ... ] la Sancta Escritura tenía que bienaventurados eran los que padescían persecución por la justicia, y que aquellos poseerían el reyno de los cielos (VII.!). Así fue perseguida la madre de Pármeno; pero por sus malos actos. Hay ironía, pues entonces todos los malos tendrían el reino de Dios, pues serán perseguidos por sus maldades. La cita, per- versamente tomada por Celestina, pertenece a Mateo, 5.10. En otro momento, Celestina trata de convencer a Pármeno para que no esté enemistado con Sempronio. Lo hace por propio interés; para que todos estén de su lado en el plan que tiene con respecto a los amores de Calisto por Melibea. Pármeno dice que va a hacer caso de lo que Celesti- na le aconseja porque: "La paz no se